EDITORIAL

EDITORIAL

Juliana María Vengoechea Barrios

"Toda la comunidad internacional tendrá que cavar hondo para ayudar a recomponer lo que está siendo destrozado en pedazos".
George Rupp, International Rescue Committee, Presidente & CEO

El conflicto armado interno en Siria, que se extiende por cerca de tres años y que alcanzó una mayor violencia hace año y medio, ha tenido como resultado el desarraigo de muchos ciudadanos sirios, quienes se han desplazado dentro y fuera del país. ACNUR calcula que unos 2,5 millones de personas han abandonado sus hogares huyendo de la violencia. Muchos de los ciudadanos han huido a los países vecinos, casi 600.000 sirios cruzaron las fronteras para buscar refugio en el Líbano, Turquía, Irak y Jordania. El número de personas que se ven obligadas a huir de sus hogares sigue aumentando. En enero de este año, ACNUR calculó que hubo un aumento de 25% en los refugiados registrados en un solo mes, esto es, que unas 5000 personas abandonaron sus hogares para escapar de la violencia¹.

Como es usual en los conflictos armados, las mujeres y las niñas enfrentan riesgos adicionales y están sujetas a múltiples formas de violencia de género, y esto las hace más vulnerables dentro de la población de refugiados y desplazados internos. Muchas de las familias que se vieron obligadas a huir, lo hicieron ya sea para evitar que las mujeres de su familia resultaran víctimas de violencia de género, o debido a que las mujeres en sus familias fueron violadas. La violencia de género representa grandes retos en un contexto como el que se vive actualmente en Siria. En particular, dado el papel que desempeñan la vergüenza y el pudor, no solo en la vida de cada mujer y cada niña, sino en la manera cómo esto se relaciona estrechamente con el honor de toda la familia.

Ha habido numerosos informes sobre violaciones en Siria. La violencia sexual contra las mujeres, más concretamente la violación, se ha utilizado tradicionalmente como un arma de guerra, y debido a ello ha sido incluida como delito en el derecho penal internacional. Sin embargo, encontrar y poner en práctica diferentes formas de prevención y protección de las mujeres y las niñas es todo un reto. La violencia de género, en particular, la violencia sexual no se reporta con mucha frecuencia. A escala mundial, las mujeres y las niñas no acuden a denunciar la violencia sexual, y en contextos específicos, dada la deshonra y la vergüenza que recaerá sobre ellas y sus familias, estos crímenes raramente son denunciados, y cuando lo son por lo general ocurre mucho tiempo después de que la agresión ha ocurrido. En Siria, algunos padres se han ocupado de esta realidad, casan a sus hijas con el fin de protegerlas de ser violadas, o si les ha sucedido, lo hacen para preservar su honor. En otros contextos, debido a la extrema necesidad de conseguir alimentos, las mujeres se encuentran involucradas en el sexo comercial para alimentarse y alimentar a sus familias.

En la actualidad, los trabajadores que prestan ayuda humanitaria y que tratan con el conflicto en Siria, con y para la población de refugiados, se enfrentan a un doble desafío. Por un lado, los recursos limitados para identificar y tratar a las mujeres y niñas víctimas de violencia de género. Por otra parte, el obstáculo adicional de que el delito cometido no es denunciado o lo es pero no suficientemente, a causa del temor a la deshonra y las consecuencias que implica para ellas y para sus familias².

Sin embargo, se han producido avances interesantes y esfuerzos para combatir la violencia de género dentro de Siria y de la población de refugiados en los países vecinos. El aprendizaje de experiencias pasadas, en cuanto a que la recopilación de información y denuncia de la violencia de género, en particular, la relacionada con los conflictos armados y los refugiados suele presentarse después de que el conflicto hubiera terminado, se ha identificado como una debilidad, y el proyecto Women Under Siege³ (Mujeres Bajo el Asedio) se está beneficiando de la tecnología y de las redes sociales en un esfuerzo por hacer seguimiento en tiempo real sobre cómo la violencia sexual está ocurriendo en Siria. Esfuerzos como estos deben integrarse.

Se espera que los esfuerzos de las organizaciones internacionales, organizaciones no gubernamentales, voluntarios y trabajadores humanitarios, y todas las personas involucradas en la ayuda a las víctimas del conflicto, en particular las mujeres y las niñas, sigan encontrando no solo un aumento de la financiación, sino también generar un mayor impacto en lo político y global. La comunidad internacional le ha fallado a las víctimas de los conflictos armados internos e internacionales en el pasado, y como miembros de la sociedad tenemos una deuda muy grande con las mujeres que constantemente se encuentran en el centro de los conflictos en un estado de máxima vulnerabilidad, y carecen de mecanismos para la protección de sus derechos humanos. Muchos son los desafíos que enfrenta la comunidad mundial para hacer frente al conflicto en Siria, tanto en el corto como en el largo plazo. Uno de los mayores desafíos que se enfrentan es prestar especial atención a la violencia de género como un punto de enfoque del conflicto en Siria, dando prioridad a la atención y las medidas de protección a su favor.

Pie de página

¹United High Commissioner for Refugees, Syria Regional Refugee Response Information Sharing Portal. http://data.UNHCR.org/syrianrefugees/regional.php.
²International Rescue Committee, Syria: a regional crisis. The IRC Commission on Syrian Refugees. http://www.rescue.org/sites/default/files/resource-file/IRCReportMi-dEast20130114.pdf.
³Más información: https://womenundersiegesyria.crowdmap.com/.