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Eidos

Print version ISSN 1692-8857

Eidos  no.21 Barranquilla July/Dec. 2014

 

Autobiografía e histrionismo. una Imagen del autoconocimiento en la obra tardía de Wittgenstein*

Ana María Giraldo Giraldo
amariagiraldo@javerianacali.edu.co

Pontificia Universidad Javeriana (sede Cali)

* Este artículo es uno de los resultados del proyecto de investigación Expresión, interacción y naturaleza de la emoción. Investigación registrada en la Vicerrectoría Académica de la Pontificia Universidad Javeriana con el número de registro 004061. Duración: 2010-2012. Grupo de investigación De Interpretatione. Filosofía y ciencia de la interpretación.

Fecha de recepción: octubre 22 de 2012
Fecha de aceptación: enero 11 de 2013


Resumen

El objetivo de este artículo es describir el fenómeno del autoconocimiento desde una perspectiva wittgensteiniana. En la obra tardía de Wittgenstein gran parte de sus reflexiones se centra en el análisis de expresiones de estados fenomenológicos y actitudes proposicionales (Stalnaker, 1999). A partir del análisis de las autoadscrip-ciones de estados mentales, muchos filósofos han intentado construir una imagen de lo que sería el autoconocimiento para el filósofo austríaco en sus últimos escritos. En este artículo pretendemos mostrar (1) que Wittgenstein tiene una posición dual en lo que se refiere al significado de los verbos psicológicos en primera persona. En unas ocasiones tendría un uso expresivo; en otras, un uso informativo y (2) que ninguno de los tres intentos que mostraremos es acertado, aunque los tres parecieran encontrar apoyo textual en la obra del filósofo austriaco.

PALABRAS CLAVE: Wittgenstein, autoconocimiento, autoridad deprimerapersona, autobiografía, histrionismo.


Abstract

The aim of this paper is to explore the phenomenon of self-knowledge from a Wittgensteinian perspective, subject of great interest to the philosophy of psycholo-gy. In Wittgenstein's later work, much of his thoughts are focused on the analysis of phenomenological states expressions and propositional attitudes. From the analysis of self-ascriptions of mental states, many philosophers have tried to build an image of what would be the self-knowledge for the Austrian philosopher in his later writings.In this article we show (1) that Wittgenstein has a dual position in regard to the meaning of psychological verbs in the first person. On some occasions would use expressive in other, informational use. And (2) that none of the three attempts that we will show is successful, although all three appear to find textual support in the work of Austrian philosopher.

KEYWORDS: Wittgenstein, self-knowledge, first person authority, autobiography, histrionics.


El objetivo de este artículo es recorrer el fenómeno del autoconocimiento desde una perspectiva wittgensteiniana, tema de gran interés para la filosofía de la psicología. Dando cuenta, incluso, de la autoridad de primera persona, que, como mostraremos, es difícil explicar desde una perspectiva externista de la identidad del contenido mental. En la obra tardía de Wittgenstein gran parte de sus reflexiones se centran en el análisis de expresiones de estados fenomenológicos, tales como "tengo dolor", y actitudes proposicionales, como "creo que va a llover". A partir de estos análisis, específicamente a partir del análisis de las autoads-cripciones de estados mentales, muchos filósofos han intentado construir una imagen de lo que sería el autoconocimiento para el filósofo austriaco en sus últimos escritos (Hacker, 2000; Hauge-land, 1998; Kim, 1998; Lowe, 2000; Moya, 2004). La diferencia entre estos intentos radica en el tipo de uso que le reconocen al lenguaje en dichas autoadscripciones. Por un lado, están quienes defienden que la función de dichas declaraciones es informativa, es decir, que aquellas son descripciones del mundo tal y como lo es cualquier proposición y, por lo tanto, pueden ser verdaderas o falsas como cualquier informe sobre hechos del mundo externo. En esta posición se encuentran filósofos como Erich Ammereller (2001). Por otro lado, hay quienes afirman que la función de las autoadscripciones es simplemente expresiva y, por lo tanto, no se diferencian de un grito o un gesto. En un punto intermedio se encuentra David Finkelstein (2010), quien propone una tesis disyuntiva, en la cual la función expresiva de las autoadscripciones no excluye que puedan ser evaluadas con respecto a su valor de verdad, diferenciándose, así, de un grito o un gesto. Sin embargo, esto no implica, enfatiza este filósofo, que las autoadscripciones, además de ser expresiones, sean informes; a pesar de que sean susceptibles de ser verdaderas o falsas.

Este texto consta de cuatro partes. En la primera examinamos la posición informacionista de Ammereller y revisamos, al mismo tiempo, los argumentos de Wittgenstein a favor de una interpretación informacionista del uso de los conceptos psicológicos. En la segunda presentamos la posición expresivista y las críticas de David Finkelstein a una lectura como la de las dos posiciones anteriores, la informacionista y la expresivista. En la tercera exponemos los argumentos a favor de una "teoría disyuntiva" del uso del vocabulario psicológico en primera persona. Finalmente, en la cuarta parte, presentamos nuestra crítica a las posiciones mencionadas y una visión autobiográfica e histriónica del au-toconocimiento, inspirada en el trabajo tardío de Wittgenstein.

En este artículo pretendemos mostrar (1) que Wittgenstein tiene una posición dual en lo que se refiere al significado de los verbos psicológicos en primera persona. Dicho significado en unas ocasiones tendría un uso expresivo; en otras, un uso informativo. El autoconocimiento, e incluso la autoridad de primera persona, no solo es posible gracias a nuestra capacidad histriónica sino también a nuestra capacidad de narrar una autobiografía y (2) que ninguna de las tres posiciones, descritas en el párrafo anterior, es acertada, aunque las tres parecieran encontrar apoyo textual en la obra del filósofo austriaco.

Interpretación informacionista de las aütoadscripciones psicológicas

En un trabajo clásico sobre la intencionalidad a partir de la obra de Wittgenstein, Erich Ammereller (2001) sostiene que para el artillero del Goplana el uso de los verbos psicológicos en primera persona es una cosa de descripción. Así, acogiéndose a algunas ideas del Tractatus y a pasajes selectos de las Investigacionesfilosóficas, considera que para el vienes un enunciado de la forma "Creo que p" funciona de un modo análogo a "p". Dicho brevemente, Am-mereller afirma que para Wittgenstein los verbos psicológicos en primera persona tienen un uso informativo. Veamos sus razones.

Ammereller se ocupa de la gramática del discurso intencional, especialmente de la gramática del verbo creer, partiendo de que "la claridad que necesitamos para resolver el rompecabezas acerca de la naturaleza de la intencionalidad solo puede venir de la comprensión de la gramática del discurso intencional" (Ammereller, 2001, p. 90). Para ello, centra su estudio en el apartado X de la segunda parte de las Investigaciones filosóficas. En él Wittgenstein (2008b) afirma que "'Creo que va a llover' tiene un sentido análogo, es decir, un uso análogo, a 'Va a llover', pero 'Entonces creí que iba a llover' no tiene un uso análogo a 'Entonces llovió'" (p. 190).

Para Ammereller, esta afirmación debe interpretarse de la siguiente manera. En primer lugar, nos advierte del error en el que fácilmente puede caerse al interpretar "yo creo que p" como la descripción del estado mental de alguien. En efecto, parece como si mientras que 'está lloviendo' describe el clima, "creo que está lloviendo" describe algo sobre mí. Después de todo, cuando digo "él cree que va a llover" lo estoy describiendo. Y parece lógico que si digo "creo que va a llover" debo estar describiéndome (Ammereller, 2001, p. 90). Es decir, si pueden identificarse las adscripciones en primera y tercera persona, entonces las autoads-cripciones, tal como las adscripciones de tercera persona, son puramente descriptivas.

Sin embargo, tal como dice Wittgenstein en la cita, la proposición 'creo que va a llover' dice lo mismo que la proposición "va a llover". Por lo tanto, concluye Ammereller, la principal función de la proposición "creo que p", aunque no la única, es afirmar "p". Asimismo, "la principal función del prefijo 'yo creo' no es declarar algo sobre el estado del hablante sino sobre el carácter y la fuerza de los fundamentos o del soporte probatorio de 'p'"(Ammereller, 2001, p. 90). La expresión "yo creo que" solo funciona como un cualificador e indica que en la afirmación que le sigue se deja lugar a la duda. Empero, esto no interfiere en su función de decir algo acerca del mundo y, en ese sentido, de ser susceptible de ser evaluada con respecto a su verdad. Para Ammereller, entonces, las autoadscripciones no son descripciones de estados internos sino, al igual que las proposiciones empíricas, descripciones de estados de cosas, a la vez, que informan algo sobre la fuerza de la evidencia que tiene el hablante para afirmar "p". Hasta aquí la posición de Ammereller.

Finkelstein: una crítica al expresivismo

David Finkelstein (2001) sostiene que según Wittgenstein los conceptos psicológicos usados en primera persona funcionan de un modo expresivo. Apoyándose en evidencia textual de Zettel y de las Investigaciones Filosóficas, Finkelstein construyó una prueba de que para Wittgenstein el vocabulario psicológico es de naturaleza expresiva, aunque dicha expresividad, cuando se reviste del disfraz lingüístico, cobra la apariencia de la descripción, o del uso informativo. Aunque, como expondremos a continuación, la posición de Finkelstein no es completamente expresivista.

En su libro La expresión y lo interno el autor pretende dar cuenta de la autoridad epistemológica de la primera persona con respecto a los estados mentales desde una perspectiva externista. Según Finkelstein, el supuesto principal en las diferentes posiciones con respecto a este tema consiste en que para entender cómo los movimientos corporales pueden expresar una condición determinada es necesario saber qué es lo que les aporta su significación psicológica. Empero, apoyado en Wittgenstein, Finkelstein (2010) arguye que

Si partimos de la idea de que todo lo que nos proporciona nuestra experiencia de los demás son episodios psicológicamente neutros de conducta corporal1, movimientos que de alguna manera deben ser investidos de significación psicológica, nos vemos otra vez frente a un abismo que o bien debe ser salvado, mediante la interpretación o la estipulación, por ejemplo, o bien nos obliga a concluir que es insalvable y a abrazar el escepticismo sobre las otras mentes. Pero una sonrisa no es un episodio de conducta psicológicamente neutro. (pp. 211- 212)

Este problema (que nuestros comportamientos parezcan desprovistos de contenido psicológico) solo se presenta cuando dichos comportamientos son vistos fuera de los contextos en los que se inscriben, es decir, fuera de la "trama de la vida". Finkelstein asegura, basado en dos textos de Wittgenstein, que dicho problema puede ser superado con una lectura expresivista de las autoadscrip-ciones de estados mentales. Primero, a partir del § 225 del Zettel Finkelstein (2010) afirma que "Wittgenstein llama frecuentemente la atención sobre la forma en que nuestras expresiones faciales logran que una amplia gama de estados mentales resulten visibles a los demás" (p. 210). Segundo, a partir de la sección conocida como "el argumento contra el lenguaje privado" de las Investigaciones filosóficas afirma que deberíamos ver las declaraciones en primera persona sobre los estados mentales como una forma adquirida de conducta de dichos estados mentales, es decir, como algo que se aprende a usar para suplantar o amplificar la expresión natural de dichos estados, en los que nuestro autoconocimiento depende de nuestra capacidad histriónica.

Finkelstein encuentra apoyo textual para esta lectura expresi-vista en el § 472 del Zettel, que dice así:

Los verbos psicológicos caracterizados por el hecho de que la tercera persona del presente tiene que verificarse mediante observación, en tanto que la primera no. Frases de la tercera persona del presente: información. En primera persona del presente: expresión. (No del todo cierto.) La primera persona del presente afín a una expresión. (Wittgenstein, 1967, § 472)

Hasta aquí podríamos decir que Finkelstein es un expresivista sin más; sin embargo, para este autor, la lectura 'expresivista' está basada en un supuesto, del cual no hay noticia en los textos de Wittgenstein. El supuesto es el siguiente:

Un acto de habla dado puede describir el estado mental del hablante, y entonces aseverar el estado mental en el que se encuentra, o puede expresar su estado mental. Pero no puede hacer ambas cosas: expresar y aseverar son, en cierto sentido, mutuamente excluyentes (Finkelstein, 2010, p. 219).

Finkelstein no tiene problema alguno en aceptar la primera idea, e incluso esta puede encontrar apoyo textual en obras del filósofo austriaco como Los últimos escritos de la filosofía de la psicología. En contraste, no acepta que la disyunción aquí presentada sea exclusiva y defiende que es inclusiva a partir de una relectura del § 472 del Zettel.

Finkelstein: una salida disyuntiva

Veamos de nuevo. "Frases de la tercera persona del presente: información. En primera persona del presente: expresión. (No del todo cierto)" (Wittgenstein, 1967, § 472). ¿Qué quiere decir Wittgenstein con este "no del todo cierto"? Finkelstein lo lee de la siguiente manera. Las autoadscripciones de estados mentales no son meramente expresivas como lo son los gestos o los gritos. De serlo, no podría haber contradicciones entre distintas declaraciones de estados mentales, y esto es una cuestión de hecho, las personas se acusan de mentir a cerca de sus jaquecas. Por lo tanto, "si bien Wittgenstein sí dice que las declaraciones del estado mental de un hablante son expresiones, no niega que sean evaluaciones respecto a su verdad" (Finkelstein, 2010, p. 219). Pero no hay que perder de vista que no son informes, si por 'informe' se entiende intento de informar a alguien de un hecho que el hablante ha aprendido o averiguado (Finkelstein, 2010).

Autobiografía e histrionismo

A pesar de que tanto Ammereller como Finkelstein no tengan como objetivo primario dar cuenta del autoconocimiento en el Wittgenstein tardío, a partir de sus análisis de la intencionalidad y la autoridad de primera persona, respectivamente, podemos encontrar dos lecturas posibles del uso del lenguaje en las au-toadscripciones de estados mentales. Mientras Ammereller, en su estudio del discurso intencional, muestra que al describir el mundo con expresiones tales como "yo creo que" no conocemos algo acerca del hablante, y en esto coincide con Finkelstein, sino algo acerca del carácter del estado mental del hablante, como sus grados de certeza o duda, Finkelstein, en el lado contrario, en su propuesta de explicación de la autoridad epistemológica de primera persona desde una perspectiva externista, defiende que los estados mentales son visibles en el comportamiento humano y, por lo tanto, sabemos de los estados de otros por medio de la observación. Pero esto no ocurre con las autoadscripciones de dichos estados, pues a partir de lo que yo digo no puedo observar internamente lo que lo sustenta. La autoadscripción es ya la expresión del estado mental y, en consecuencia, solo en la vivencia misma de los estados mentales puedo saber de ellos (v. Pérez, 2008, 2009a, 2009b, 2011).

Debido a que la evidencia textual de la lectura de Finkelstein es abrumadoramente mayor a la de Ammereller, considero que la primera nos da una mejor imagen del autoconocimiento en el Wittgenstein tardío. No obstante, no es completa. Si bien es cierto que sabemos de nuestros propios estados mentales por medio de nuestra capacidad histriónica, también sabemos de nosotros por medio de nuestra capacidad narrativa.

Finkelstein retrata muy bien la función expresiva de nuestras autoadscripciones; sin embargo, no da cuenta de la función meramente descriptiva de dichas autoadscripciones ni de su capacidad informativa. Esto ocurre por dos razones. Primero, porque Finkelstein solo examina las frases de verbos psicológicos en primera persona del presente, pero nunca en primera persona del pasado. La diferencia en la función del lenguaje en cada una de estas frases puede encontrarse en un pasaje de las Investigaciones, ya citado por Ammereller: "'Creo que va a llover' tiene un sentido análogo, es decir, un uso análogo, a 'Va a llover', pero 'Entonces creí que iba a llover' no tiene un uso análogo a 'Entonces llovió'" (Wittgenstein, 2008b, p. 190). Segundo, porque Finkelstein no tiene en cuenta la distinción que Wittgenstein hace en los Últimos escritos sobre Filosofía de la Psicología entre describir e informar.

Concuerdo con Ammereller en que debe desecharse la idea de que en la medida en que "va a llover" describe el clima, entonces "yo creo que va a llover" describe mi estado mental, aunque sí informa algo acerca del carácter del estado mental del hablante. En palabras de Wittgesntein (2008a): "si le oigo decir a alguien 'tengo miedo'... ¿no me dan información, las palabras, sean como sean expresadas, acerca del mismo hecho, es decir, acerca de su estado de ánimo?" ( § 43). Efectivamente, "hay pasos, sin embargo, de lo que nosotros no llamaríamos descripción a lo que llamaríamos una descripción" (Wittgenstein, 2008a, §49). Informar no es describir, es un paso intermedio. Por esta razón, las autoadscripciones son expresivas y, a su vez, susceptibles de ser verdaderas o falsas. Son expresiones e informes, pero no descripciones.

Sin embargo, esto no implica que "yo creo que p" tenga la misma función que "p". Más bien, es gracias a la gramática del verbo "creer" que puede afirmarse que "yo creo que p" quiere decir lo mismo que "p", en la medida en que "uno puede desconfiar de los propios sentidos, pero no de una creencia propia. Si hubiera un verbo que significara 'creer falsamente', no tendría ningún significado en primera persona del indicativo" (Wittgenstein, 2008b, p. 190). Como ya bien lo decía Finkelstein, las frases de verbos psicológicos de la primera persona en presente son afines a expresiones.

Esto no ocurre, nos dice Wittgenstein en la misma cita, con las autoadscripciones en pasado. Estas no son expresivas, su carácter es enteramente descriptivo. Estas autoadscripciones se asemejan a cuando "puedo describir una fotografía para describir aquello de lo que es una fotografía" (Wittgenstein, 2008b, p.190). En pasado hablamos en primera persona, como hablamos en tercera persona en presente. Así, como veíamos en el caso de Ammereller, si pueden identificarse las adscripciones en primera y tercera persona, entonces las autoadscripciones, tal como las adscripciones de tercera persona, son puramente descriptivas. Conocemos nuestros estados mentales por medio de la observación, ya no de nuestros comportamientos y proferencias sino de nuestra memoria. En la narración autobiográfica nos vemos a nosotros mismos como a otro y, por lo tanto, podemos describirnos.

Así pues, Ammereller estaba en lo correcto al encontrar en la sección X de las Investigaciones filosóficas la clave de la interpretación del análisis de las autoadscripciones de estados mentales, aunque su interpretación de dicha sección no haya sido la adecuada. Asimismo, Finkelstein acertó al poner el énfasis en una expresividad susceptible de verdad o falsedad, pero su análisis se quedó corto. El autoconocimiento no solo es histriónico sino autobiográfico. Asimismo, la autoridad de primera persona no solo descansa en la histriónica del agente, pues no solo nosotros podemos expresar nuestros propios estados psicológicos mejor que nadie, sino también descansa en nuestra capacidad narrativa, pues en presente o en pasado "es imposible escribir sobre uno mismo con más verdad que la que uno es. Se escribe sobre uno mismo tan alto como se está. No está uno sobre zancos o en una escalera, sino solo sobre los pies" (Wittgenstein, 1996, p. 33).

Tenemos una perspectiva privilegiada para vernos a nosotros mismos cuando al describirnos en pasado nos vemos como otro, pues estamos sobre nuestros propios pies.

Algunas consideraciones finales

Si bien es cierto que los enunciados en primera persona del presente son afines a las expresiones y los de primera persona del pretérito son afines a informes, no podemos decir que esto se aplique en todos los casos. Podemos encontrar también, nos dice Wittgenstein, enunciados de verbos psicológicos conjugados en primera persona del presente que funcionan como informes (Hacker, 1998). Si esto es cierto, también podríamos encontrar enunciados de verbos psicológicos conjugados en primera persona del pretérito que sean afines a expresiones (Wittgenstein, 1997a, 1997b).

Para ilustrar el primer caso Wittgenstein toma como referencia la gramática del verbo imaginar en los Cuadernos azul y marrón. En este texto afirma que alguien puede decir: "Yo me imagino en King's College en llamas", y a la pregunta de su interlocutor: "¿Cómo sabes que es el King's College y no otro edificio?", él puede responder perfectamente: "No cabe duda, yo sé que es el King's College el edificio que me estoy imaginando" (v. Wittgenstein, 1976, p. 39). Para Wittgenstein, no bastaría más que esa respuesta para establecer la autoridad de primera persona. Por lo tanto, en este caso estamos ante un uso informativo en primera persona del presente, y además, ante una ratificación de la autoridad de primera persona.

Este estudio no termina, pues, aquí, ya que para lograr una imagen completa del autoconocimiento en la obra tardía de Witt-genstein tendríamos también que hacer un análisis no solo del segundo caso antes nombrado, sino también de los diferentes usos del lenguaje en enunciados con verbos psicológicos conjugados en primera persona en tiempo futuro. Por ahora sabemos que el autoconocimiento no se presenta solo en el histrionismo, también en la narración; asimismo, que en presente el uso de los verbos psicológicos no solo es expresivo, también puede ser informativo. Concluimos, pues, que el autoconocimiento, tal como lo entiende Wittgenstein en su obra de transición y tardía, se mueve entre el histrionismo y la autobiografía; aunque somos conscientes de que a esta imagen todavía le faltan algunos detalles.


1 En esta cita de Wittgesntein podemos encontrar una fuerte objeción a esta idea: "La emoción se ve". -¿En oposición a qué?-. No se ven las contorsiones del rostro y se hacen conjeturas (como el doctor que da un diagnóstico) para hablar de alegría, aflicción o aburrimiento. Suele describirse un rostro directamente como triste, radiante, aburrido, aun cuando se sea incapaz de ofrecer otra descripción de las facciones del rostro. -La aflicción, se podría decir, está personificada en el rostro. Esto pertenece al concepto de la emoción (Wittgenstein, 1967, §225).


Referencias

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