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Eidos

Print version ISSN 1692-8857On-line version ISSN 2011-7477

Eidos  no.40 Barranquilla Jul./Dec. 2023  Epub Jan 16, 2024

https://doi.org/10.14482/eidos.40.427.058 

Reseña bibliográfica

EL MAR DEL QUEVENIMOS TONIO HÖLSCHER (2022). EL NADADOR DEPAESTUM. JUVENTUD, EROS Y MAR EN LA ANTIGUA GRECIA. TRAD.: LARA CORTÉS FERNÁNDEZ. BARCELONA: CRÍTICA. COLECCIÓN ARES Y MARES. RÚSTICA CON SOBRECUBIERTA. 176 PÁGINAS.

Henar Lanza González* 
http://orcid.org/0000-0002-2298-3445

*Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia. lanzam@uninorte.edu.co


El mar. La mar

El mar. ¡Sólo la mar! ¿Por qué me trajiste, padre, a la ciudad? ¿Por qué me desenterraste del mar?

Rafael Alberti, Marinero en tierra

La pregunta no es quién es el nadador de Paestum, un joven de piel morena que se lanza al agua desnudo con vuelo animal, sino qué representa, ¿una escena de la vida, esa que llaman diaria, o el día que esta se acaba, el salto a la muerte?

Tonio Hölscher (1940), arqueólogo, historiador antiguo, filólogo clásico y especialista en arte griego, argumenta contra toda una tradición hermenéutica que defiende una interpretación escatológica según la cual ese nadador, il tuffatore, representa el cruce del límite entre la vida y la muerte. Por contraposición, Hölscher defiende que a partir de las imágenes de las ánforas, cráteras, metopas, relieves y tumbas (cuyas fotos a color acompañan el texto impreso a dos tintas de esta hermosa y cuidada edición) es verosímil sostener que la imagen es un instante de la vida de cualquier joven de la antigua Paestum, en griego Posidonia, ciudad que tomó su nombre de Poseidón, el dios griego del mar.

Frente a décadas de hegemonía de esa interpretación simbólica anclada en tantos mitos escatológicos, algunos de los más importantes nacidos de la religión órfica y los diálogos platónicos, Hölscher defiende una interpretación literal, terrenal/acuática de una imagen que para él es propia de la vida de cualquier joven de la Antigüedad griega a orillas del Mediterráneo.

La interpretación simbólica ve en las imágenes un sentido metafórico, que va más allá de la realidad representada: (... ) la torre es la frontera de la vida: el nadador, el alma; el salto, la muerte; y el mar, una zona de purificación y salvación en el tránsito hacia el más allá. En cambio, la interpretación anclada en la vida terrenal toma los motivos como lo que son y lo que, como tales, significan: la torre es una torre, el nadador es un efebo, el salto es un salto, el mar es el mar. (p. 104)

Para Hölscher, estas imágenes, la del nadador y las de los vestigios de arte antiguo, "dan testimonio de una cultura del cuerpo apegada a la vida terrenal" (p. 108), -y en este caso terrenal significa marítima-, de "prácticas y situaciones sociales significativas" (p. 108). En este sentido, no se trata de interpretar, sino de leer.

Igual que en la República Platón tuvo el valor de enfrentarse al poder secular de los poetas, Hölscher hace algo análogo cuando toma la única lectura que había y la abre a una discusión argumentada. Y si haciendo caso de aquello contra lo que nos previno Platón en el Fedón mediante la acuñación del neologismo "misólogos", quienes odian las razones, los razonamientos, los argumentos, no solo no nos cerraremos a esta nueva contraargumentación, sino que la celebramos y la disfrutamos, empapada como está de la luz de una vida junto al mar, el mar del que venimos.

Según un dicho griego, de quien era muy inútil se decía que no sabía leer ni nadar, y es que el mar y la costa representaban el contraste frente al orden de la ciudad, un espacio salvaje, peligroso y retador en el que poder demostrar la condición física, la fuerza, la agilidad, la valentía y la templanza que caracterizan los ritos de paso a la madurez, pero también el espacio de la diversión y la geografía de los encuentros eróticos al margen de la rigidez de las normas sociales urbanas.

Para quien se pregunte por qué una imagen de juventud bronceada y desnuda remitiría a la muerte, hay que explicitar que el lugar en el que se encontró esta imagen es una tumba, la tomba del tuffatore. Era la cara interna de la losa que cubría la tumba. "Resulta casi imposible imaginar un ambiente más hermoso para alguien que deba yacer en una tumba" (p. 19). Y es aquí donde Hölscher despliega el pensamiento propio de quien lleva toda una carrera académica -forjada en Heidelberg, Friburgo y La Sapienza de Roma- pensando en el arte antiguo: una vez fallecido, el joven nadador pasó a formar parte de "la comunidad conceptual de vivos y muertos" y para salvaguardar la continuidad de los primeros es para lo que los segundos eran representados en las tumbas como "magníficos representantes de su familia", razón por la que se los mostraba en "todo su esplendor social" (p. 110). La escena representa la euforia y alegría de vivir: "Por muy amenazante que pueda resultar el mar, también es, en la misma medida, un mundo de gracia, libertad y atracción eróticas" (p. 93).

Partiendo de que "las pinturas de la tumba están pensadas para el fallecido", es decir, de "la invisibilidad de las imágenes de la tumba" (p. 124), Hölscher culmina su ensayo planteando la siguiente pregunta: "¿Es posible un arte sin espectadores?" (p. 123), y él mismo ofrece una respuesta: "El arte es un acto cuyo significado va más allá de la percepción" (p. 125).

Para que cada quien se forme su propio criterio, el libro incluye un completo anexo sobre la investigación acerca de la tumba (131-167) y cuatro páginas con el listado completo de las referencias de las ilustraciones.

Los griegos no son un modelo a imitar, sino una fuente de inspiración "para reflexionar sobre cómo queremos vivir" (p. 129). La filosofía no vale más que la vida, pero ayuda a que la vida merezca la pena ser vivida. Y tanto en la Antigüedad de la Magna Grecia como en el presente, una vida que merezca la pena ser vivida bien podría ser una vida de lecturas y mar.

Además de valiente, rigurosa y bella, la reflexión de Hölscher deja traslucir una preocupación por la juventud, por entenderla y por cuidarla, no de forma paternalista, sino dejándola libre, pero no abandonada emocional y culturalmente. Y así se ve en que los capítulos tratan tanto de los efebos como de las doncellas y en la dedicatoria del libro: "a mis alumnas y alumnos". Sin decirlo, este breve y bello libro es una buena muestra de lo que significa educar.

Recibido: 06 de Marzo de 2023; Aprobado: 17 de Marzo de 2023

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