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Tabula Rasa
Print version ISSN 1794-2489
Tabula Rasa no.5 Bogotá July/Dec. 2006
COMPETENCIAS LABORALES DEL TRABAJADOR SOCIAL VISTAS DESDE EL MERCADO LABORAL
(Social Worker Skills as Observed from the Employment Market)
EMILIA LÓPEZ LUNA y MELBA YESMIT CHAPARRO MALDONADO
Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca (Colombia) elopezl@unicolmayor.edu.co y melbayes@hotmail.com
Artículo de reflexión Recibido: 01 de abril de 2006 Aceptado: 08 de septiembre de 2006
Resumen
El presente artículo es producto de la investigación titulada Competencias laborales del Trabajador Social desde el mercado laboral, realizada en el año 2004. El marco conceptual que se presenta, como soporte, esta enfocado a las competencias laborales concebidas por la Organización Internacional del Trabajo OIT; tipo de estudio descriptivo, se utilizó como técnica la encuesta, a partir de la entrevista estructurada a los jefes inmediatos del Trabajador social; la muestra estuvo conformada por 134 instituciones de las áreas de intervención en salud, laboral, desarrollo comunitario, familia y menor, rehabilitación y educación. Los resultados que se presentan, están fundamentados en conocer la estructura general de cada una de las áreas describiendo el perfil del cargo, las competencias básicas, genéricas y específicas. Lo anterior se constituye en una fuente para adecuar la formación profesional a las necesidades del mercado de trabajo; orientar la oferta educativa hacia el logro de las expectativas y resultados que las empresas desean tener de la educación.
Palabras clave: Competencias laborales, trabajo social, áreas de intervención, perfil del cargo del profesional, competencias básicas, genéricas y específicas.
Abstract
The present article is a result of the investigation “Skills of social workers as observed from the employment market” conducted in the year 2004. The conceptual framework is also supported by the skills identified by the International Labour Organization (ILO); for this type of descriptive study, the technique used was a survey, conducted as structured interviews of direct supervisors of the Social Worker. The sample was conformed of 134 institutions with areas of intervention in health, labor, community development, family and minors, rehabilitation and education. The results presented here are aimed at providing knowledge of the general structure of each of these areas and describing the profile of the position, the basic competencies/skills, generic as well as specific. This work aspires to become a source of information needed to adapt professional training to the necessities of the employment market; to orient educative supply towards the fulfillment of expectations and results that companies are expecting from education.
Key words: work competencies/skills, social work, areas of intervention, professional/job profile, basic skills, generic skills, specific skills.
Introducción
La universidad Colegio Mayor de Cundinamarca trabaja desde 1997 en la línea de investigación de seguimiento a egresados como consecuencia de un primer proyecto de investigación que permitió diseñar el Modelo de Seguimiento a egresados, publicado en 2004, posteriormente se desarrollo un segundo proyecto relacionado con las Competencias Laborales del Trabajador Social desde el mercado laboral del cual nos ocuparemos en el presente escrito. Este artículo apunta a dar a conocer los hallazgos de la investigación de tipo descriptivo, llevada a cabo en Bogotá, en el año 2004, la cual permitió identificar las competencias básicas, genéricas y específicas que requiere el mercado laboral de los profesionales en Trabajo Social en las áreas de intervención en salud, laboral, comunidad, familia y menor, rehabilitación y educación.
Marco contextual de las competencias laborales
En un mundo de acelerados cambios y profundas transformaciones económicas, políticas y sociales, caracterizado por la globalización de la economía, la competitividad internacional y el desarrollo, basado cada vez más en el conocimiento y las innovaciones tecnológicas, han cuestionado y vuelto obsoletos los instrumentos, técnicas de análisis y sistematización del trabajo. Ello tiene consecuencias en la gestión organizacional tanto a nivel productivo como de recursos humanos, así como en la implementación de políticas de empleo, en las relaciones y negociaciones entre trabajadores y empresarios y entre instituciones educativas y empresas. Si bien el sector productivo desarrolló por su cuenta fórmulas que le permitieron por un tiempo resolver las insuficiencias en la preparación de recursos humanos para el trabajo, lo que en buena parte motivo su alejamiento de las instituciones educativas, es cierto que éstas tampoco se preocuparon por establecer y desarrollar la relación con el sector de la producción. Este distanciamiento provocó que el mundo del trabajo y el de la educación actuaran cada uno por su lado, lo que evidentemente trajo, además de falta de complementariedad en esfuerzos y recursos, diversidad de planes y programas con distintos grados de calidad y pertinencia respecto a los requerimientos, y la ausencia de un marco que permitiera articular y reconocer los aprendizajes logrados en uno y otro sector, afectando las posibilidades de superación y desarrollo de las personas (Soto Sánchez, 2000:9).
Por lo anterior, crece la convicción que instituciones educativas y empresas se necesitan recíprocamente, por ello la formación profesional debe estar focalizada en familias específicas de ocupaciones, integrando las competencias como comportamientos efectivos con habilidades necesarias para el desempeño de las tareas ocupacionales. De esta forma, las relaciones entre educación y trabajo, así como las relaciones laborales vienen recurriendo al enfoque de competencias, como recurso para enfrentar los desafíos que plantea el aumento de la competitividad y los crecientes requerimientos de profesionalizar la gestión del recurso humano (Gallart y Jacinto, 1995). De acuerdo con lo anterior, las competencias laborales se perciben como el punto de encuentro entre los sectores educativo y productivo, por cuanto muestran qué se debe formar en los trabajadores y los desempeños que éstos deben alcanzar en el espacio laboral. «El surgimiento de la gestión por competencia laboral en la empresa, en parte obedece a la necesidad de acortar la distancia entre esfuerzo de formación y resultado efectivo».
Desde el contexto histórico la concepción de competencia laboral se acuñó primero en los países industrializados a partir de la necesidad de formar personas para responder a los cambios tecnológicos, organizacionales y, en general, a la demanda de un nuevo mercado laboral. A su vez, en los países en desarrollo su aplicación ha estado asociada al mejoramiento de los sistemas de formación para lograr un mayor equilibrio entre las necesidades de las personas, las empresas y la sociedad en general. La aplicación del enfoque de competencias laborales se inició en el Reino Unido en 1986; posteriormente fue asumido por Australia (1990) y México (1996), a través de políticas impulsadas por los respectivos gobiernos centrales para consolidar sistemas nacionales de elaboración, formación y certificación de competencias, con el propósito de generar competitividad en todos los sectores de la economía. En otros países como Alemania, Francia, España, Colombia y Argentina, dichos sistemas han sido promovidos por la acción de los Ministerios de Educación, Empleo y Seguridad Social. En Estados Unidos, Canadá, Japón y Brasil, entre otros, surgen por iniciativa de empresarios y trabajadores para propiciar la competitividad de algunos sectores económicos.
En Colombia el SENA ha promovido el enfoque de competencias laborales, el cual empieza a ser adoptado de forma amplia por los empresarios para la gestión de su talento humano. Dadas las ventajas del enfoque en relación con su fuerte vínculo con el sector productivo, la generación de referentes comunes para la formación y evaluación de las personas, actualmente las instituciones de educación media están volcando su atención sobre las competencias para definir la formación laboral que ofrecen a sus estudiantes (Mineducación, 2002:16). Salvo contadas excepciones, la descripción de las competencias para el desempeño laboral en Colombia, no aparecen en el currículo o en los programas académicos, y solo es posible alcanzarlas cuando el sujeto, luego de ingresar a una empresa logra adquirir experiencia y dominio teórico – práctico para ejercer una profesión.
Como lo plantea Maldonado, «En una de las orillas, distante de su complemento productivo, se encuentra de la mano de la educación el grupo de la expectativa y el desarraigo, los desempleados, el desencuentro afecta, a técnicos, tecnólogos, pero especialmente los profesionales egresados de la educación superior. En la otra orilla, el empresario grande, mediano, pequeño, afligido ante la guerra de mercados, la violencia y las transformaciones tecnológicas que deben seguir navegando con los profesionales que el país le ofrece, su dilema es zarpar con empíria franca o con el academicismo improductivo. Una opción es seleccionar un grupo de trabajadores empíricos, diestros en operaciones manuales, pero con serias restricciones para analizar, interpretar y crear, la otra opción es contratar egresados de los institutos de educación, saturados de información pero ajenos al mundo trabajo» (Maldonado, 2002).
Desde el contexto de Trabajo Social las competencias laborales se vislumbran en los siguientes momentos:
• Desde la década de los 80 las escuelas de trabajo social son caracterizadas por procesos de fuerte confrontación en torno al ser y deber ser de la formación académica así como el apremio de superar el divorcio con el campo ocupacional. Esta década se caracterizó por la búsqueda de equilibrios y superación de desajustes por asumir en la tarea universitaria las relaciones con el mundo del trabajo.
• En la década de los 90 el proceso de modernización del estado, el cambio en las relaciones de poder, las políticas de ajuste genera incertidumbre en el gremio profesional. En esta década ya se vislumbraban las principales competencias en las que se articulan la función del Trabajador Social a partir de la aprehensión de la problemática social entre las que se destacan la promoción social con papeles de animador, la intervención terapéutica, la mediación de conflictos familiares y vecinales, la formulación de proyectos y programas sociales. Lo anterior llevo a la revisión de los programas académicos a una estructuración del currículo, por núcleos temáticos o ejes temáticos, los énfasis conservando un currículo básico y la formación general ofreciendo al estudiante profundizar un área especifica de su interés, la integralidad enfocada a formar ciudadanos y ciudadanas con capacidad de incorporarse y aportar en la dinámica de los procesos sociales un profesional líder.
• En los comienzos del milenio el tema de las competencias para trabajo social son introducidas a partir del proceso de los Exámenes de Calidad de la Educación Superior –ECAES, propuesta por el Ministerio de Educación Superior –MEN- y acogida por el Consejo Nacional para la Educación en Trabajo Social –CONETS- quien a través de las facultades y programas asumieron el proceso de construcción de las pruebas de estado por competencias para el país. Esta experiencia se constituyó en una oportunidad de encuentro académico para que cada escuela revisara sus propios procesos formativos lo cual posibilito una aproximación al estado actual de desarrollo de la formación profesional en el país. De este análisis surgió la siguiente pregunta, ¿Cómo pensar la formación de Trabajo Social para el mundo del trabajo? Es claro que la educación y la formación profesional deben estar de cara la realidad social, global y local; por lo tanto a la relación formación profesional desempeño laboral; condición necesaria e ineludible que permita implementar un modelo educativo que atienda desde lo epistémico, teórico y metodológico, la formación del Trabajador Social.
Entorno del trabajo social en las areas de intervención
Los acelerados cambios que la sociedad moderna enfrenta de una manera vertiginosa influenciada por las transformaciones políticas, económicas y sociales han sido el escenario en los que han ido construyendo los núcleos problemicos de intervención profesional y en los que convergen todas las áreas en las que trabajamos y es hacia estas donde debe apuntar la intervención de profesional en trabajo social. En este sentido «La dinámica actual del Trabajo Social aparece como fruto de una eclosión profesional; hoy perviven, intrincadamente, múltiples formas de ser, de conocer y de hacer en Trabajo Social, alimentadas por enfoques teóricos y epistemológicos también diversos y se han gestado desarrollos por áreas específicas de intervención que han dado lugar a avances en torno a espacios particulares de la praxis profesional» (CONETS, 2004:24). Así el trabajo social se ha venido desempeñando tradicionalmente en las áreas en las que han caracterizado su actuar profesional como son: salud, desarrollo comunitario, familia, laboral, educación y en las cuales se concentra un gran numero de profesionales; sin embargo no ha sido ajeno frente a los nuevos conflictos que emergen por las coyunturas políticas o sociales convirtiéndose en problemas prioritarios de su intervención profesional, entre esta cabe señalar derechos humanos, atención en situación de desastres, educación y promoción para la conservación del ambiente. Es indudable que trabajo social ante la dinámica social ha determinado una pluralización cada vez mas creciente de sus áreas de actuación.
En esta perspectiva es necesario que el trabajador social posea un amplia gama de conocimientos teóricos, conceptuales y metodológicos, esto significa el conocer practicas establecidas y normas, el poder identificar y reproducir secuencias de proceso indispensables para poder hacer su trabajo; además debe traducir ese conocimiento en acción con el fin de dar respuesta a los diversos contextos, otro aspecto a tener en cuenta es el que refiere a la actitud que proyecta el profesional cuando hace su trabajo, lo anterior no es otra cosa más que los elementos constitutivos de las competencias laborales. Bajo estas consideraciones el Trabajo social no puede ser ajeno a las exigencias del mundo laboral cada vez más competitivo, con unas altas exigencias cualitativas en el mundo de la producción y de los servicios.
Estudio de las competencias laborales del trabajador social desde el mercado laboral
Son muchas las organizaciones, grupos y personas que han realizado y debatido sobre el tema de competencias laborales, en los últimos años. Entre las que se destacan propuestas de: CONOCER (México), INEM(España), POLFORM/OIT, la Organización Internacional del Trabajo-OIT, Provincia de Québec, Consejo Federal de Cultura y Educación (Argentina), entre otros. Para fines de la investigación se tomo como base conceptual la teoría propuesta por INTECAP (Instituto Técnico de Capacitación y Productividad) quien define por un lado las competencias laborales como el conjunto de actitudes, destrezas, habilidades y conocimientos y actitudes requeridos para ejecutar con calidad determinadas funciones productivas en un contexto laboral. Las capacidades y funciones son definidas por el sector productivo y deben ser medidas por el desempeño laboral del trabajador. De otro lado INTECAP reconoce tres tipos de competencias: las Básicas las cuales las define como aquellas de índole formativo que requiere la persona para desempeñarse en cualquier actividad productiva, tales como la capacidad de leer, interpretar textos, aplicar sistemas numéricos, saber expresarse y saber escuchar; las Genéricas como aquellos conocimientos y habilidades que están asociados al desarrollo de diversas áreas ocupacionales y las competencias específicas las cuales refieren a aquellas competencias asociadas a conocimientos y habilidades en ocupaciones específicas que son necesarias para la ejecución de una función productiva. Generalmente se refieren a un lenguaje específico y están destinadas a funciones o tareas específicas (INTECAP, 2004:12).
Así mismo, para la construcción de los indicadores de las competencias se tomó como base el Modelo de Competencias de Empleabilidad construido en el proyecto Corpoeducación /Universidad de Antioquia (Purg y Hartz, 2002:5). Para identificar las competencias básicas se definieron indicadores que permitieran precisar aspectos como: lectura y comprensión de materiales corporativos corrientes, como circulares, boletines y materiales necesarios para la ejecución de las tareas; comprensión de distintos materiales escritos relacionados con procedimientos, normas y temas afines a su cargo; comprensión e interpretación de informes gráficos y diagramas de flujo; diligenciamiento de formatos (impresos o en pantalla) con descripciones resumidas; redacción de proyectos o propuestas para la solución de problemas, entre otros. En relación con las competencia genéricas se diseñaron indicadores relacionados con la toma de decisiones, creatividad, solución de problemas, procesamiento de información, saber aprender, gestión personal, responsabilidad, autoestima, sociabilidad, integridad honestidad, gestión de recursos, relaciones interpersonales, gestión información y comprensión tecnológica. Por último para las competencias específicas se tomo como referencia las funciones y los requerimientos teóricos, metodológicos, de investigación, política social y marco legal de las diferentes áreas.
Sobre la metodología de la investigación
A partir de los objetivos de la investigación se adopto un estudio de tipo descriptivo de enfoque cuantitativo. Para el proceso de recolección de la información se utilizo como técnica la entrevista estructurada con un formato de preguntas prediseñado teniendo en cuenta las variables del estudio. La unidad de análisis estuvo conformada por los jefes inmediatos del Trabajador Social en las diferentes instituciones seleccionadas, a partir de un directorio de empleadores construido por el equipo investigador y que tuvo como base la información suministrada por las escuelas de Trabajo Social en Bogotá y por el directorio del Consejo Nacional de Trabajo Social (194 instituciones), de las cuales se obtuvo una muestra representativa de 135, instituciones distribuidas por áreas de intervención de la siguiente forma: Salud 29, Laboral 30, Desarrollo Comunitario 29, Familia y Menor 20, Rehabilitación 15 y Educación 12. Para el procesamiento de la información se aplicaron estadísticos de tipo descriptivo como la frecuencia modal, tablas de distribución de frecuencias, gráficos simples y compuestos y categorización de respuestas elaboradas a través de matrices.
Acerca de los resultados
La presentación de los resultados inicia con la variable perfil del cargo del trabajador social donde se reconocen los requerimientos solicitados por las instituciones, seguido por las competencias básicas, donde se registra a través de cuadros los indicadores más relevantes en cada una de las áreas y el orden de prioridad. La variable competencias genéricas se presentan bajo el mismo esquema de las anteriores y por ultimo las competencias específicas para lo cual se categorizaron las funciones por áreas de intervención anexando los conocimientos requeridos para el desempeño de dichas funciones.
Perfil del cargo del trabajador social en las diferentes areas de intervención
Con la intención de establecer una referencia que nos permitiera identificar los requerimientos del cargo del profesional en trabajo social, los cuales hacen referencia a algunos aspectos del perfil ocupacional requerido por el mercado laboral en el contexto de las áreas de intervención se tuvo en cuenta categorías como: denominación del cargo, experiencia, profesionales que pueden desempeñar el cargo, numero de profesionales que desempeñan el cargo y estudios de posgrado, como se puede observar en el cuadro la denominación que prevalece es la de trabajador social, no obstante se puede visualizar otras denominaciones que aluden a las nuevas exigencias laborales como son la de coordinador de área lo que permite inferirir el posicionamiento en nuevos espacios profesionales dentro de las estructuras organizacionales. En relación con la experiencia la tendencia en general es de uno a dos años lo que significa que este requisito no es de una alta exigencia como determinante en el perfil para el desempeño del cargo situación que permite facilidades de acceso de los profesionales al mercado laboral.
En lo relacionado con los profesionales que pueden desempeñar el cargo este requerimiento se ve influenciado por el contexto especifico de cada una de las áreas , no obstante por tradición se ha visto que el psicólogo es el profesional que entra a competir dentro de las exigencias de los perfiles ocupacionales, seguido del administrador de empresas y el ingeniero industrial. Otro aspecto que se considero pertinente fue el relacionado con la cualificaciòn profesional en educación posgradual que exigen las instituciones para el desempeño del cargo, aunque no muy significativo dentro de los requisitos, si se pudo evidenciar tendencia hacia el área administrativa con énfasis en gerencia social, gestión social y diseño de proyectos.
Competencias básicas del trabajador social desde el mercado laboral
Las competencias básicas se refieren a los comportamientos que deben demostrar los trabajadores, asociados a conocimientos de índole formativa, como son la capacidad de leer, interpretar textos, aplicar sistemas numéricos, y comunicación verbal y escrita. Estas competencias se adquieren gradualmente a lo largo de la vida, así como por la educación formal. En éste tipo de competencia la que más se destaca es la comunicación verbal y escrita en razón a que al establecer la relación con cada una de las tareas ocupacionales se vislumbran que muchas de las funciones que se ejercen giran en torno al desarrollo de esta competencia, especialmente con énfasis en la elaboración de proyectos, presentación de propuestas ante diferentes auditorios, elaboración de materiales, capacidad de escucha, al Transmitir con claridad sus ideas y conocimientos, y retroalimentar las ideas de los demás compañeros entre otros.
Competencias genéricas del trabajador social desde el mercado laboral en las diferentes areas de intervención estudiadas
Corresponden a los conocimientos y habilidades que están asociados al desarrollo de diversas áreas ocupacionales y ramas de la actividad productiva; es decir son las competencias que definen un perfil concreto para las distintas actividades del mundo del trabajo, (sectores y ramas económicas), entre las que se destacan toma de decisiones, creatividad, solución de problemas, procesamiento de información, saber aprender, gestión personal, responsabilidad, autoestima, sociabilidad, integridad y honestidad, gestión de recursos, relaciones interpersonales, gestión información, comprensión tecnológica. Aunque todas son relevantes para el desempeño del cargo a continuación se hace una descripción de las competencias genéricas mas destacadas a partir de las expresiones de los empleadores:
• Autoestima tiene que ver con la característica de la personalidad del profesional en el puesto del trabajo; dentro del ámbito profesional de trabajo social una autoestima positiva facilita una mejor percepción de la realidad y posibilita una comunicación interpersonal asertiva, proyecta una imagen positiva de si misma y le permite seguridad en sus actividades y decisiones, de ahí la relevancia en la participación porcentual (84.2%) en todas las áreas.
• Responsabilidad, hace referencia al compromiso y a un alto sentido del deber y al cumplimiento de las obligaciones en el puesto del trabajo. En este contexto el empleador refiere la importancia de la organización en el trabajo, la capacidad de realizar las funciones del cargo sin necesidad de supervisión, que evidencie la cultura del orden, del trabajo bien hecho y de calidad.
• Sociabilidad es quizás una de las competencias más relevantes o indispensables en el desempeño profesional del trabajador social en términos de saber acoplarse a cualquier equipo de trabajo, poseer capacidad de empatia, estar seguro de su propio valor y dar créditos a los aportes de los demás.
• Creatividad es una habilidad cada día mas necesaria en la vida de las organizaciones lo fundamental es generar ideas, desarrollarlas y enriquecerlas, aquí el trabajador social debe tratar de descubrir soluciones imaginativas a los problemas, ser recursivo, innovador y practico y ante todo buscar nuevas alternativas de solución, tratando de romper esquemas tradicionales.
• Saber aprender: la clave de esta competencia estriba en la capacidad que tiene el profesional de adquirir y asumir nuevos conocimientos y aplicarlos en la vida laboral, por ello debe tener una actitud positiva a nuevas situaciones y retos en la asimilación de nuevos conocimientos.
• Relaciones interpersonales: al igual que la sociabilidad esta es otra de las competencias que se podrían considerar como inherentes al desempeño profesional. Es una constante que el trabajador social posea la capacidad para efectuar intercambio con otras personas que resulten beneficiosas en una perspectiva integrativa, identificando los intereses del otro y reconociendo su legitimidad, de tal forma que se puedan mantener buenas relaciones personales.
Competencias específicas del trabajador social desde el mercado laboral en las diferentes áreas de intervención estudiadas
Las competencias específicas son la base particular del ejercicio profesional y están vinculadas con las funciones laborales, se tuvo como referente la descripción de las funciones en cada una de las áreas con sus respectivas acciones a alcanzar; con el ánimo de complementar esta información se presenta una relación de los conocimientos teóricos que deben poseer los profesionales, los saberes metodológicos, la política social y el marco legal requeridos en cada una de las áreas del estudio.
a. Área de intervención en salud
El trabajador social en el área de salud encuentra un importante campo de acción, en este sentido el profesional debe poseer una amplia formación que le permita asesorar, gestionar, identificar, promover, educar, entre otras acciones en pro del usuario y de la institución, por lo que su quehacer se orienta a funciones investigativas, educativas y de participación social, gestión y administración de servicios.
Para el caso de las competencias específicas se describe teniendo en cuenta la función y las acciones en la intervención del trabajador social. A continuación sus desarrollos:
Como se puede observar la intervención de trabajo social se enmarca dentro de aspectos relacionados con los proceso de participación social, la educación, la administración y gestión de servicios, la investigación el desarrollo del talento humano en las instituciones de salud, la atención al usuario, en este contexto para el desarrollo de dichas funciones y acciones es pertinente traer a colación y en el ámbito de las competencias los conocimientos conceptuales propios del área, de investigación, política social y el marco legal que debe poseer el profesional para el desempeño en esta área.
En relación con los conocimientos conceptúales el siguiente cuadro presenta de una manera general los aspectos fundamentales
En lo que respecta a los conocimientos en investigación, aunque no tienen mucha aplicabilidad en esta área, se vale de la investigación de corte cuantitativo específicamente en la presentación de resultados de gestión. En relación con los métodos de intervención más utilizados por el trabajador social en el área de salud prevalece la aplicación de los métodos de caso, grupo y comunidad, sin embargo es importante resaltar estrategias de intervención aplicadas para esta área como son: intervención familiar, redes sociales, enfoque psicosocial, metodología participativa y intervención multifamiliar. Ahora bien, otro de los aspectos a tener en cuenta es el que refiere a la política social ya que el trabajador social esta inmerso en la dinámica de dichas políticas ya sea a nivel estatal o institucional, por ello el abordaje de este aspecto en el contexto del área cobra gran relevancia pues debe poseer un conocimiento actual en lo que refiere a lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo, el Plan Distrital, las políticas sociales en salud y las políticas de participación en salud. Por último y como otro de los aspectos importantes para el ejercicio del cargo en esta área es el referido al marco legal que hoy se exige para la realización de muchas de las funciones en el cargo, es por ello que un trabajador social que se quiera desempeñar en esta área es determinante conocer los componentes básicos de la ley 100 de 1993 y sus decretos reglamentarios; así mismo debe tener claro la legislación referida al derecho de petición y acción de tutela y la reglamentación de los regímenes contributivo y subsidiado.
b. Área de intervención en laboral
En este aparte se explicará lo relacionado con las competencias laborales del trabajador social en las empresas, en este ámbito el profesional centra su intervención en los diversos hechos que se van construyendo en la estructura empresarial teniendo en cuenta aspectos económicos, sociales, de relaciones productivas y de relaciones humanas, apuntando hacia el aumento de la productividad dentro de un clima organizacional propicio y satisfactorio. La acción del trabajador social en las empresas parte de los niveles organizativos de las mismas, es importante que el profesional conozca el contexto para que su intervención sea de impacto y sus decisiones sean tomadas en cuenta por la alta dirección. A continuación se hace una descripción de las competencias específicas requeridas para el ejercicio profesional.
Para el ejercicio de las competencias específicas el trabajador social debe contar con una serie de conocimientos tanto a nivel conceptual, como metodológico, de investigación, política social y marco legal bajo los cuales ejerce el profesional en el área. En este contexto a continuación se presentan los contenidos que implica cada una de los aspectos antes mencionados. En lo que se refiere a estos aspectos los empleadores señalaron como prioridades para el desempeño profesional la administración, administración de personal, salud ocupacional, bienestar laboral y relación empresa- comunidad. A continuación el siguiente cuadro presenta de manera detallada cada una de las áreas de trabajo con sus correspondientes temáticas.
Al igual que para el caso del área de salud el requerimiento de la investigación para el desempeño del cargo en esta área, no es muy representativo en razón a que el tiempo del profesional lo demandan otro tipo de actividades que exige la dinámica empresarial. Esto nos lleva a pensar que como academia sería interesante entrar a incursionar en líneas de investigación para esta área y gestar proyectos de gran impacto para las organizaciones empresariales. En cuanto a los métodos de intervención utilizados por el trabajador social en el área laboral se pudo identificar que es muy poca la aplicación de éstos, en el contexto del trabajo social empresarial se desdibujan la aplicación de los métodos de intervención propios de la profesión, no obstante se pudo visualizar que el método que más aplica en este contexto es el de trabajo social de grupo en razón a que muchas de las actividades y funciones empresariales giran alrededor de trabajo con grupos a partir de la organización y funcionamiento de los diferentes comités en los que el trabajador social lidera o hacer parte de los mismos. Le siguió en orden de atribución el método de comunidad pues hoy en día se busca que la empresa tenga impacto en el desarrollo comunitario no solo en el hecho de proporcionar empleo a los habitantes sino de establecer la relación empresa- comunidad a fin de participar de forma corresponsable en el desarrollo social. En el área laboral, en muchas ocasiones el Trabajador Social cumple la función de asesorar a nivel gerencial en lo que respecta a políticas sociales dirigidas a los empleados de la empresa. Por ello son básicos los conocimientos de política social de empleo y desempleo; políticas de bienestar a nivel institucional, política en seguridad social.
Por último en el ejercicio del profesional en la dirección y manejo de personal y de las relaciones laborales se requiere algunos fundamentos en el campo jurídico normativo los cuales están contenidos en la Constitución Política, el Código Sustantivo del Trabajo el código del menor, la Ley 50 de 1990, la Ley 100 de 1993. No obstante, es pertinente precisar los aspectos más relevantes en el contexto del marco legal que requieren en el ejercicio de las funciones del trabajador social: en cuanto a la ley 100 de 1993 en lo que se refiere al régimen contributivo en salud, y al sistema de seguridad social en pensiones, así mismo debe tener claridad en los conocimientos de legislación laboral en cuanto a contratación y prestaciones sociales, legislación en salud ocupacional en lo que refiere a prevención de enfermedades y accidentes de trabajo, y el programa de salud ocupacional.
c. Área de intervención en desarrollo comunitario
El Trabajo Social en el desempeño de esta área asume el gerenciamiento comunitario, la acción profesional que presta constituye una asesoría en el sentido de transferencia técnica al medio e implica brindar aportes para cumplir con los proyectos propuestos. El trabajador social teniendo en cuenta prioridades y recursos asume el papel de animador del proceso capacitando con base en necesidades generadas en la propia realidad de trabajo y partiendo de la propia cultura de aquellos con quienes se trabaja (Kisnerman, 2000). Los distintos asentamientos poblacionales ya sean urbanos o rurales se han constituido en un ámbito de trabajo para prestar servicios de atención primaria, en educación, salud, rehabilitación, en protección, familia. Así el trabajo social centra su atención en la construcción de redes sociales y afectivas, así como en la lucha por hacer valer los derechos ciudadanos. Desde este contexto las funciones específicas en el área de desarrollo comunitario se clasifican como administrativas, de investigación y diagnóstico, intervención en familia, gestión de servicios, participación y organización de la comunidad y promoción. A continuación el cuadro relaciona las acciones involucradas en cada función:
Para el desempeño de las funciones el Trabajador Social en esta área requiere de los siguientes conocimientos, tal como se observa el cuadro siguiente:
Bajo esta perspectiva el ejercicio de esta área requiere de conocimientos importantes en administración, dimensión social y política del trabajo en comunidad, fundamentos básicos en intervención con familia, resolución de conflictos. En cuanto a los métodos de intervención se destaca el método de grupo pues muchas de las acciones del área giran en entorno al trabajo con diferentes tipos de grupos, así mismo es pertinente poseer conocimientos en procesos de organización de la comunidad, redes sociales, e intervención en familia. En relación con las capacidades investigativas del área estas deben dirigirse a los aspectos básicos de la investigación cuantitativa, elaboración de diagnósticos sociales y al diseño de proyectos de investigación, en lo que se refiere a los conocimientos de la política social debe haber un conocimiento suficiente en la políticas sectoriales por grupos etéreos, los planteamientos del plan nacional de desarrollo, los planes locales y las políticas institucionales, por último y como otro de los aspectos importantes para el ejercicio del cargo es el requerimiento de los mandatos legales entre los que se advierten: derecho de familia, ley100 de 1993 de Seguridad Social Integral, ley 80 de 1993 por la cual se expide el estatuto general de contratación publica, ley 387 de 1997 se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento forzado, ley 134 de 1994 por el cual se dictan normas de participación ciudadana y la ley 850 de 2000 que reglamenta las veedurías ciudadanas.
d. Área de intervención en familia y menor
La familia es el grupo fundamental de la sociedad y el medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en particular de los niños, niñas y jóvenes, y que el estado y la sociedad son responsables en esta magna tarea. El núcleo familiar según la realidad y dinámica, requiere orientación y apoyo institucional y comunitario para desarrollar plenamente sus recursos, potencialidades y responsabilidades que hagan realidad la vivencia cotidiana de los derechos humanos y la garantía de la protección integral de los niños, niñas y jóvenes. Trabajo Social en esta área tiene que ver con la asesoria educativa y recreativa, atención a problemas sociales que presente la familia preferentemente en grupo, la acción profesional debe centrarse básicamente en la familia, fortaleciendo las relaciones entre sus miembros capacitando a los padres para la atención integral de los niños, facilitando la internalización de los contenidos formativos.
En este contexto trabajo social tiene que ver con la atención con problemas sociales que presenta la familia, por lo tanto la acción profesional debe centrarse en la asesoría y el fortalecimiento de las relaciones entre sus miembros, garantizándole su desarrollo integral y el ejercicio pleno de sus derechos, para el ejercicio del caro en esta área pertinente los fundamentos básicos en administración en intervención de familia y resolución de conflictos: en cuanto a los métodos de intervención se destacan los fundamentos básicos y metodológicos del método de intervención individual, técnicas de intervención en familia; así mismo hoy en día cobra relevancia el trabajo con las redes de apoyo como una forma de intervención.
En cuanto a investigación como recursos insustituible para gestar los proyectos de intervención, requiere de saberes en investigación cuantitativa y cualitativa. En materia de política social debe conocer las políticas sectoriales, y lo establecido en los planes de desarrollo a nivel nacional, regional, distrital y local. En el marco legal el profesional debe conocer lo referentes al derecho de familia en: La ley 153 de 1987, regula el matrimonio y la filiación natural; la ley 70 de 1931, consagra el patrimonio de la familia como inembargable o inajenable; la ley 83 de 1946 o estatuto orgánico de la defensa del niño, crea los juzgados de menores, primer paso para elaborarles su legislación especial; código del menor decreto 2737 de 1987; código civil y ley 640 de 2002 de conciliación.
e. Área de intervención en rehabilitación
El trabajador social en el ámbito de la rehabilitación tiene un papel muy importante en las áreas de promoción, prevención y rehabilitación profesional, En cuanto a la primera tiene como función principal, comunicar sobre los derechos de las personas, la discapacidad y localización de los servicios de rehabilitación y su adecuada utilización. En lo que se refiere a la prevención esta se dirige hacia la vigilancia, diagnostico e intervención socio familiar de los usuarios, por ultimo la rehabilitación profesional incluye evaluación ocupacional, reubicación laboral, capacitación funcional y ocupacional.
Es así como el Trabajador Social tiene su ámbito de intervención justo en la valoración social; en las actitudes y relaciones que se establecen entre la institución, los profesionales y el usuario; en el conocimiento de la dinámica familiar específica que se da cuando existe una persona con discapacidad; en la determinación de un plan de trabajo que incluya actividades de apoyo educativo de los padres hacia la institución; realizar investigación del contexto en el que se encuentra el usuario teniendo en cuenta los valores, visión de la vida y los recursos que posee la familia para involucrarse en el proceso.
Con los aspectos anteriormente mencionados y de acuerdo a los resultados, el trabajador social requiere para el desempeño del cargo en esta área, fundamentos básicos de intervención en familia, administración, salud y rehabilitación como los más relevantes; En cuanto a los métodos de intervención utilizados por el profesional caso y grupo son los de mayor aplicabilidad, no obstante la intervención en familia es considerado como uno de los ejes de mayor acción profesional, por lo que se requiere de un buen bagaje teórico y metodológico para el desempeño del cargo. En relación con la acción investigativa el profesional debe poseer conocimientos en investigación cuantitativa, en razón a la exigencia que el área hace de la presentación de estadísticos de atención a usuarios y a los indicadores de gestión establecidos por las instituciones. En cuanto a la política social debe haber un conocimiento suficiente en cuanto al plan nacional de discapacidad, política distrital en discapacidad, plan de desarrollo distrital, política local de discapacidad como las más significativas. En el contexto del marco legal el profesional debe poseer nociones básicas en Constitución política de 1991, Ley 100/1993 sobre el Sistema de Seguridad Social integral y ley 361/1991 por la cual se establecen mecanismos de integración social de las personas con limitaciones, ley 115/1994 Ley General de Educación y código del menor decreto 2737 de 1987 como las mas destacadas.
f. Área de intervención en educación
La escuela es quizá hoy la institución que más acoge y refleja la problemática del sistema social global y la que mayor trascendencia tiene en la vida de los hombres. En ella el trabajador social se encuentra con problemas de relación de los niños y jóvenes con sus padres, con sus docentes y con sus compañeros, agresiones, rechazos, baja asimilación de contenidos, desnutrición más toda aquella que se traslada del contexto familiar y poblacional. De ahí que el trabajador social en coordinación con el equipo profesional que opera en las instituciones educativas debe asegurar un trabajo conjunto entre familia, institución y comunidad.
La actuación del Trabajador Social en el ámbito educativo se evidencia en dos niveles; el primero es el nivel de la macroactuación, el cual comprende actividades de investigación, planeación, programación y fijación de políticas; siendo fundamental en este aspecto la participación de los integrantes de la Institución Educativa; el segundo hace referencia a la microactuación, en este nivel el Trabajador Social presta los servicios pertinentes de acuerdo al conocimiento directo de las necesidades específicas de los estudiantes, las familias y la comunidad educativa en general, utilizando para ello las técnicas más adecuadas y específicas de su intervención. (http://www.colsalle.edu.co).
A partir de lo anterior y como se puede apreciar en el cuadro el profesional debe poseer conocimientos básicos en administración, intervención en familia, psicología, bienestar estudiantil, currículo, como las más representativas. En cuanto a los métodos de intervención caso y grupo, son considerados como los de mayor utilización para la intervención profesional en esta área, lo anterior en razón a que sus acciones y actividades están orientadas a procesos de intervención individual y familiar dirigido a estudiantes y padres, en lo que refiere al método de grupo se hace necesario poseer herramientas de trabajo con grupos y técnicas de intervención grupal. En lo que a investigación se refiere los resultados para el área no son muy representativos pues no se considera como un requisito puntual en el ejercicio del cargo, no obstante la investigación que mas aplica es la de nivel cuantitativo y en menor aplicabilidad la cualitativa. El trabajador social no puede separarse del contenido de las políticas sociales, en este sentido debe haber un conocimiento preciso de la política educativa establecida en los planes de desarrollo a nivel nacional, regional, distrital y local, del mismo modo todo lo relacionado con la política de juventud. En cuanto a los conocimientos en el contexto del marco legal el profesional debe tener y comprender fundamentos referidos a: La Constitución Política de 1991; la Ley 115 de 1994 -Ley General de Educación-; Decreto 1860 de 1994 por el cual se reglamenta la Ley General de Educación.
Conclusiones
A continuación se exponen algunas conclusiones derivadas del proceso investigativo llevado a cabo
• En el marco de la globalización económica el capital humano cobra una gran relevancia en la medida que se ha considerado como factor substancial del incremento económico y en la generación de ventajas competitivas, esto se explica de una parte por los cambios sociales y tecnológicos y de otra por las transformaciones en las actividades productivas y, en consecuencia las competencias que deben poseer los trabajadores para responder a las condiciones requeridas por los mercados nacionales e internacionales.
• El tema de las competencias laborales ha incitado gran atención en diversos escenarios entre los que se destacan gremios empresariales, ministerios de educación, organizaciones internacionales, universidades y empresas en general, esta atención esta centralizada en conocer las ventajas de su aplicación en el sentido de mejorar la calidad y la pertinencia de la formación del capital humano acrecentando el nivel de desempeño de los trabajadores y la competitividad de las empresas.
• Actualmente la formación por competencias es una tendencia en todos los países, su presencia en el panorama educativo de la educación superior es una opción que busca generar procesos formativos de mayor calidad sin perder el horizonte de las necesidades de a sociedad, de la profesión, de la disciplina y del trabajo académico
• Es importante rescatar que la formación por competencias no significa en ningún momento estar orientada solamente por los pronunciamientos del contexto laboral sino que deben estar guiados por la problemática social, en este sentido lo que se quiere es que sea una formación integral en la cual además de proporcionar algunas herramientas para el desempeño profesional se confiera una serie de fundamentos para la convivencia.
• Ahora bien, en el contexto de trabajo social y partir de la áreas de intervención en las que se desempeña el trabajador social la competencias básicas que requiere el mercado laboral.
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