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Revista Criminalidad

versión impresa ISSN 1794-3108

Rev. Crim. vol.50 no.1 Bogotá ene./jan. 2008

 

Una mirada a la agrupación originalmente revolucionaria que se transformó en terrorista

Astrid Vargas Rincón*

*Psicóloga, especializada en Gerencia de Recursos Humanos. Analista Centro de Inteligencia Prospectiva DIPOL Policía Nacional. aztridvargas@yahoo.com


Resumen

El presente artículo pretende analizar las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), consideradas una de las principales organizaciones armadas al margen de la ley que afectan la convivencia democrática en Colombia. La exposición se centra en su proceso de transformación desde sus inicios, en 1964, hasta que pasó de ser una estructura originalmente subversiva, con legítimos ideales revolucionarios y deseo de reivindicación de los más oprimidos, a competir hoy en día -como cualquier banda criminal o delincuencial- por el dominio territorial y el control del narcotráfico, fuente primaria de financiación.

Para la estructuración del contenido se tomó como fundamento la investigación adelantada en el año 2006 por el Centro de Inteligencia Prospectiva de la Dirección de Inteligencia Policial denominada "Las FARC como organización subversiva y perfil de sus mandos medios", cuyo objetivo estuvo dirigido a establecer las características sociodemográficas y psicológicas de los mandos medios que integran dicho grupo.

A lo largo de esta reflexión se describe, en primera medida, a las FARC en cuanto a su origen y evolución estructural; después son presentadas las orientaciones de mando, así como las condiciones que han afectado su continuidad ideológica; posteriormente se detalla en qué medida los quiebres de la estructura ilegal las han llevado a centrarse en actividades ilícitas utilizando, entre otros, redes internacionales para alcanzar los propósitos planteados en su plan estratégico orientado a la toma del poder. Por último, es presentada una breve descripción de las acciones delictivas del grupo armado al margen de la ley y cómo ellas lo enmarcan en la actual definición de organización terrorista.

Palabras clave: FARC, organización guerrillera, narcotráfico, beligerancia, terrorismo, génesis, institucionalización, orden de batalla.


Abstract

This paper aims to analyze the Revolutionary Armed Forces of Colombia (FARC), considered one of the main illegal armed organizations affecting democratic co-existence in Colombia. The presentation is centered on their transformation process since their inception in 1964 until they went from being an originally subversive structure, with legitimate revolutionary ideals and their desire to re-vindicate the oppressed ones, to compete now - like any criminal or delinquent gang - for territorial domains and control of narco-trafficking, their primary economic funding source.

To structure this contents the research carried out in 2006 by the Center for Prospective Intelligence of the Direction of Police Intelligence called: "FARC as a subversive organization and profile of their middlerank commanders," whose main purpose was to establish the socio-demographic characteristics of the middle ranks commanders integrating such a group.

Through this reflection FARC are described, first of all, as to their origin and structural evolution. Then their main orientation guidelines are presented, as well as the conditions affecting their ideological continuity. Later on, an analysis of how the falling apart of their illegal structure has lead them to center on illicit activities, using -among others - international networks to reach their aims as set in their strategic plan geared towards taking over ((legal)) power. Lastly, a brief description of the criminal actions of this illegal armed group is made, and how they are framed within the present definition of a terrorist organization.

Key words: FARC, guerrilla organization, narcotrafficking, belligerence, terrorism, genesis, institutionalization, order of battle.


INTRODUCCIÓN

Hace 43 años un grupo de hombres de origen campesino deja de ser autodefensas para convertirse en una organización "político- militar" con gran capacidad de crecimiento y expansión territorial, motivada por un profundo sentimiento de amor al pueblo, que aún sustenta en el surgimiento de una nueva Colombia en paz y caracterizada por la liberación de los oprimidos, la justicia social, la solidaridad, pero, sobre todo, el respeto a la sociedad civil.

Para ello, toma como bandera la fidelidad a los principios marxistas-leninistas, así como al ideario bolivariano. Hoy, en nombre de este objetivo masacran, secuestran, trafican, causan devastación al medio ambiente y asesinan a 11 diputados que mantenían privados de la libertad en condiciones infrahumanas. ¿Qué pensaría nuestro padre de la patria, Simón Bolívar, si supiera que en su nombre las FARC, en pro de alcanzar sus "ideales libertarios", cometen innumerables crímenes contra el pueblo colombiano, el pueblo que supuestamente defienden...?

Los crímenes de dicha organización guerrillera, incluida en la lista de grupos terroristas por el Departamento de Estado norteamericano y la Unión Europea, están orientados a la conquista violenta del poder que sustentan en un Plan Estratégico con flexibilidad táctica y operacional, por medio del cual buscan la acumulación de la fuerza, el desgaste del adversario y el desarrollo de acciones de comando sobre los centros locales bajo la creencia de que, de municipio en municipio, podrán llegar hasta el Palacio de Nariño.

En función de tal propósito, ejecutan acciones armadas y psicológicas que intimidan a la población civil, urbanizando e intensificando su accionar mediante el secuestro y la extorsión; aspectos que se agudizan en virtud del vínculo con otros flagelos nacionales e internacionales como la delincuencia organizada y el narcotráfico. Por ello, algunos analistas aseguran que "la lucha contra el narcotráfico no se puede desvincular de la lucha contra la guerrilla, puesto que en la actualidad se constituyen en un mismo fenómeno"1.

Origen y evolución estructural de las FARC

El análisis de las FARC como organización y su evolución estructural busca avanzar en el conocimiento y comprensión de este actor, soportado en algunos fundamentos sociológicos para describir, de una parte, los antecedentes en términos de génesis, es decir, las motivaciones iniciales de los creadores que marcaron la ideología del grupo. De otro lado, su institucionalización, correspondiente a la interiorización de fines y valores de los fundadores, expuestos a través de la estructura orgánica definida, tanto en el plano rural como urbano (milicias), contemplando los cuadros de poder, organismos de control, normas internas de funcionamiento y modelo de expansión territorial2.

Dentro de la primera fase, esto es, en el nacimiento de las FARC, se dieron unas características particulares porque sus creadores fueron de origen campesino y la intención inicial era la de sobrevivir como autodefensas.

Dicha población ancestralmente se ligó, en primera medida, a la violencia generada por la guerra entre liberales y conservadores, situación recrudecida con el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948; en segunda instancia, al Partido Comunista de Colombia (PCC) que imprimió -en gran medida- la orientación ideológica y formación de cuadros de mando para consolidar el carácter marxista-leninista de la organización y definir, según sus ideólogos, la orientación política; no obstante, el grupo guerrillero desarrolló su propia dinámica y componente militar. Así las cosas, podría decirse que sus orígenes tienen el legado de la violencia partidista.

Manuel Marulanda Vélez (sentado) 1964.

Puntualmente, el momento de conformación de las FARC puede ubicarse a finales de mayo de 1964, durante el gobierno de Guillermo León Valencia, cuando las Fuerzas Militares adelantaron la operación "Marquetalia", con el fin de eliminar los núcleos comunistas del norte del Tolima, específicamente la cuadrilla comandada por Manuel Marulanda Vélez, alias "Tirofijo".

El resultado de esta operación militar -que según la guerrilla era parte del Plan LASSO (Latin American Security Operation)3, realizado con ayuda estadounidense- fue la transformación de las autodefensas campesinas en movimiento guerrillero. En efecto, después de la incursión sobreviven 48 hombres que se convirtieron en columna móvil y a partir de esta circunstancia, de grupos de autodefensa pasan a ser una organización "político- militar" con crecimiento y expansión, caracterizada por utilizar la penetración territorial, soportada en un centro que controla, estimula y dirige el crecimiento de la periferia.

Al respecto, en el libro El orden de la guerra4 los autores plantean que el principio fundacional de las FARC lo imprimieron Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arias, Ciro Trujillo, Jacobo Arenas, Jaime Guaraca y los 48 hombres que resistieron en Marquetalia, quienes con una visión de lucha campesina marcaron en 1964 la ideología del movimiento, unificado bajo la bandera "Lucha Revolucionaria del Programa Agrario".

Dicho aspecto da inicio y define la orientación, donde la causa ya no era la autodefensa sino la lucha por los cambios y el poder político, se convierte en una guerrilla móvil revolucionaria. Este hecho, que ha sido el más significativo para el grupo armado ilegal, da origen al movimiento que durante la Segunda Conferencia Nacional en mayo de 1966, en Casa Verde, recibió el nombre de Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Desde el enfoque histórico, para algunos comandantes guerrilleros el principio fundacional significa "estar siempre al lado del pueblo, lo cual representa resistir, que simboliza todo, porque es a nivel armado, político e ideológico."5 Dentro de la organización subversiva, este llamado "mito fundacional" sirve como elemento cohesionador y de impulso moral en momentos críticos.

En conclusión, la génesis de las FARC puede resumirse como un proceso que inicia con la resistencia y defensa campesina, pasa por la propuesta de la Revolución Agraria y se enmarca en una Revolución Nacional6 para, finalmente, convertirla hoy en el principal actor armado al margen de la ley, nutrido de las más críticas formas de delincuencia del país como son el narcotráfico, el secuestro y la extorsión.

A partir de la anterior descripción se configura el proceso de institucionalización. Para Ángelo Panebianco, el término hace referencia a "la consolidación de la estructura organizacional, cuadros de poder, organismos de control, normas internas de funcionamiento y modalidades de financiación"7, donde los fines y valores de los fundadores se articulan a los de la organización. Asimismo, el concepto como sistema está inmerso en un proceso dinámico en permanente evolución, que se modifica a lo largo del tiempo y reacciona al cambio.

En tal sentido, la distribución de poder es básica para efectuar el análisis de una organización "política". Según dicho autor, implica examinar cómo se ha distribuido, cómo se produce y con qué consecuencias se modifican las relaciones de poder, considerando que uno de los objetivos de quienes ejercen el liderazgo es mantener la estabilidad, es decir, la conservación de las líneas de autoridad y la forma de configurarse políticamente para su proyección en el tiempo.

Al respecto, Boris Salazar y María del Pilar Castillo en su obra La hora de los dinosaurios (2001) plantean que en los grupos armados la disciplina y la coerción juegan un papel preponderante en su consolidación. Para el caso de las FARC, el centralismo democrático (modelo y funcionamiento de los partidos y organizaciones marxistas-leninistas), unido a la férrea formación en los períodos de adiestramiento, han sido elementos fundamentales para entender la cohesión interna y la poca presencia de divisiones o tendencias hacia la lucha y fragmentación.

Se puede afirmar, entonces, que el éxito estratégico y la permanencia de las FARC están dados en su habilidad para sobrevivir y consolidarse, en gran medida por la flexibilidad político-ideológica sumada a la capacidad de innovación en sus formas de operación. Y, adicionalmente, porque el núcleo de los fundadores resultó poco rígido en la medida en que estaba conformado por campesinos de escaso nivel académico y formación ideológica, situación que aún se mantiene8. Solo hasta los años ochenta se incorporó una generación de intelectuales con mayor formación filosófica que revivieron el marxismo como guía para su orientación estratégica e ideológica.

En este orden de ideas y con fundamento en la teoría clásica organizacional, se explica cómo dentro de las razones que determinan su permanencia en el tiempo se encuentran: la fidelidad al principio de su creación, que constituyen la base de su sustento doctrinario; las prácticas de aquellos que la fundaron, así como de los nuevos integrantes; las formas de resolver conflictos relacionados con el control y la disciplina del grupo; los mecanismos de expansión y consolidación, lógicamente integrados a la flexibilidad y capacidad de innovación que facilitan su continua readaptación, condiciones que le han permitido a lo largo de la historia crecer continuamente en número y en fuerza, además de transformar sus dinámicas expansionistas según las circunstancias políticas, económicas, sociales y de seguridad vigentes, tanto en el país como en el exterior.

En otras palabras, la capacidad de la agrupación para adaptarse a los cambios, sumada a su falta de adhesión férrea a las convicciones marxistasleninistas, le permitió superar la caída del muro de Berlín y la desintegración de la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). También le ha facilitado maniobrar en los diferentes ciclos de negociación con cada una de las administraciones presidenciales y afrontar los eventos ocurridos en el escenario estratégico colombiano, todo ello en función de criterios exclusivamente tácticos, basados en una meta concreta: la toma del poder, mantenida en su proyección a pesar de los cambios del entorno.

Esta lógica, no sujeta radicalmente a un dogma político, le abre un abanico de posibilidades dándole libertad frente a opciones de acción militar, mecanismos de financiamiento y escrúpulos ideológicos, condiciones que, ligadas al negocio del narcotráfico y otros fenómenos delincuenciales, sientan las bases de su criminalización.

Orientaciones del mando de las FARC

Tomando como referencia la génesis e institucionalización, es preciso considerar que la estructura orgánica de las FARC posee su línea de mando definida, integrada por tres orientaciones: una de carácter político, la cual define los planes políticos y militares, resuelve problemas disciplinarios y discute tesis propuestas por el Secretariado; otra de dirección político-militar, de carácter colegiado que implica orientación y mando, además de suponer la participación colectiva en la toma de decisiones y, por último, la netamente militar, distribuida de forma estratégica por todo el país en 107 estructuras, divididas en 7 bloques con un número total aproximado de 10.890 integrantes9.

Asimismo, ejerce injerencia en regiones estratégicas económicamente productivas tales como sectores fronterizos, petroleros o agrícolas, factor que explica, en parte, su fortaleza financiera sujeta al narcotráfico, la extorsión, el secuestro, el abigeato, el asalto a entidades financieras y el tráfico de armas, entre otros.

Factores que debilitan ideológicamente a las FARC

Formación e inducción

En teoría, las FARC pretenden articular lo político y lo militar. No obstante, el escenario actual, caracterizado por el escalamiento de las confrontaciones a causa de la Política de Defensa y Seguridad Democrática liderada por el actual Gobierno, las ha llevado a acentuar su carácter netamente militar, lo que ha debilitado el nivel político de sus comandantes. Esta situación se ve reflejada en los testimonios de los más jóvenes, quienes manifiestan que para ellos es más fácil y atractivo el manejo de las armas que el debate político10.

De esta manera, las dificultades para capacitar los combatientes se traducen en un bajo nivel de formación de los cabecillas y mandos medios lo que le resta integridad a su liderazgo.

Bajo tal perspectiva, las dificultades en los procesos formativos se dan adicionalmente por la falta de equilibrio entre los conocimientos y habilidades en los combatientes de origen rural, poseedores de mayor destreza en el monte frente a los de procedencia urbana, dueños de mejor formación académica y política, situación que genera discriminación entre unos y otros. Dentro de esta dinámica, el riesgo se da en la medida en que el actual énfasis militar de las FARC continúe debilitando de manera contundente su formación político-ideológica y afecte la continuidad de su doctrina y principio fundacional de forma creciente.

Los procesos de inducción, formación y entrenamiento de los guerrilleros son fundamentales en la definición de su "orientación ideológica". La comprensión del marco doctrinario y formativo que sustenta la actuación de este grupo permitirá identificar a futuro si en las nuevas generaciones se habrá perdido su ideología y buscarán exclusivamente el control de poder local y regional para su lucro económico o, por el contrario, lograrán mantener su mito fundacional.

Desde un enfoque prospectivo, puede afirmarse que la pérdida total de doctrina, sumada al negocio del narcotráfico y formas delincuenciales asociadas, puede convertir a gran parte de los militantes de las FARC en una rueda suelta, más cerca a la delincuencia común y bandas criminales, dando paso a una organización cada vez más terrorista y menos insurreccional, aspectos por tener en cuenta para la formulación de las nuevas políticas y estrategias de convivencia en el país.

Mecanismos de control

Pese a la existencia de una estructura y división de responsabilidades y poder claramente definidas, se evidencian fallas organizacionales en relación con los mecanismos de control ejercidos a los miembros de las FARC, lo cual deslegitima cada vez más su naturaleza inicial.

Academia en la Guerrilla Fuente: Periódico La Primera-Lima 2006.

De esta manera, la falta de vigilancia, dominio y control sobre los integrantes de la estructura ilegal, la cual tiene como una de sus orientaciones estratégicas el aumento progresivo del número de combatientes, se constituye paulatinamente en una de las principales grietas con capacidad de desbordar el control central, circunstancia que, conjugada con la pérdida de sustento doctrinario e ideológico (antes descrito), sobre todo en las nuevas generaciones, marca la ruta hacia una agrupación dividida que actúa como rueda suelta de acuerdo con sus intereses particulares.

Proceso de desmovilización

Además de las consideraciones ya contempladas, las desmovilizaciones de los combatientes rasos y mandos medios de las FARC juegan un papel clave si se tiene en cuenta que su salida priva a la estructura del know how de quienes tienen el dominio del terreno, poseen la inteligencia de combate, saben la relación de organigramas y conocen no solo los planes inmediatos, sino también la ubicación de caletas. Esto representa, por un lado, una pérdida incalculable que disminuye la mística de los militantes activos y, de otro, una descomposición dentro de la organización guerrillera, así como un profundo efecto en su cohesión.

Cabe destacar que entre las razones comunes aducidas por los guerrilleros desmovilizados se encuentran las siguientes:

  • La falta de coherencia entre el discurso del bien común e igualdad frente a la realidad, condición que se refleja en el desequilibrio de los beneficios recibidos por algunos integrantes poseedores de privilegios -entre ellos: dinero, uniformes, alimentación, tareas por desempeñar- de los cuales carecen los miembros de la base, quienes generalmente son los que se exponen y realizan el trabajo duro.
  • La publicidad en los medios de comunicación que facilita la toma de decisión para la deserción del guerrillero, hoy por hoy más vulnerable por las condiciones precarias de vida a las cuales se encuentra sometido.
  • La presión permanente de la familia y el miedo a represalias por parte del grupo ilegal, a causa de faltas cometidas. Se destaca el hacer evidente su cansancio de la vida armada, el incumplimiento de órdenes y la ausencia de entendimiento con los superiores.

En definitiva, el maltrato al guerrillero, expresado en la exigencia de aborto a las mujeres; el impedimento hacia una desvinculación, castigada con el fusilamiento; las continuas amenazas por manifestar niveles de insatisfacción o desmoralización y la desigualdad de beneficios constituyen factores clave que inducen a una desmovilización o deserción.

Rotación y ascenso

Adicionalmente, la organización ilegal tiene un problema estructural relacionado con la falta de rotación del personal. En principio, la "meritocracia" se establece como mecanismo de selección de los mandos; por tanto, en teoría no hay estructuras férreas, los integrantes pueden ascender o descender de acuerdo con las circunstancias. Sin embargo, algunos testimonios de desmovilizados de la agrupación permiten establecer que existe un bloqueo en los ascensos, condición que a largo plazo puede producir un agrietamiento o división.

En la actualidad gran parte de los mandos medios y guerrilleros de base está fija en sus cargos, sin posibilidad para ascender, salvo la ocurrencia de un evento muy grave como, por ejemplo, la muerte de Raúl Reyes e Iván Ríos que están provocando cambios en el Secretariado, el Estado Mayor Central, los Estados Mayores de Bloque y de Frente -principales instancias de las FARC-. Saben que, pase lo que pase, seguirán donde están ubicados y esto es altamente desmotivante, máxime si se tiene en cuenta que el ocupar cargos de responsabilidad es uno de los pocos estímulos e incentivos manejados por esta estructura.

Al respecto, la mafia que se mueve en las FARC a través del narcotráfico, fuente primaria de financiación, es aprovechada por sus integrantes para crear auto-incentivos por vías ilegales y así responder al "bloqueo en los ascensos", ya sea convirtiéndose en actores semiautónomos con el único interés de lograr poder económico (el fenómeno de las "ruedas sueltas"), o simplemente desertando de las filas con un buen botín, situaciones que corrompen profundamente a los militantes de la organización subversiva.

Relación de las FARC con redes internacionales y estatus de beligerancia

La creciente participación de las FARC en el negocio del narcotráfico propicia un canal de relaciones con el mundo exterior que facilita su contacto con mafias criminales transnacionales, encargadas de la distribución de la droga en los mercados americano y europeo, que a la vez le proporciona un medio para adquirir habilidades militares, recursos económicos, innovación tecnológica y la posibilidad de difundir su mensaje político con el propósito de lograr adeptos a la causa y así ganar su reconocimiento como grupo beligerante.

Es claro que dicha estructura "guerrillera" participa de forma activa de esa nueva red global que va más allá de los límites fronterizos, pasa a ser fuertes grupos delincuenciales vinculados al manejo económico mundial y se beneficia ampliamente de las oportunidades de intercambios internacionales y de tributación en la ejecución de actividades, ya sean legales o ilegales.

En lo que tiene que ver con su estatus político, seguirán insistiendo en que no son terroristas sino la "representación de un pueblo alzado en armas de manera legítima frente a un Estado violador de los Derechos Humanos". Por ello, desarrollan acciones tendientes a eliminar aquellos calificativos de criminales, narcoguerrilleros, bandoleros y/o narcoterroristas.

A la luz de dicho planteamiento, las FARC encuentran un obstáculo frente a su legitimidad, el cual tiene que ver con el no ser reconocidas como fuerza beligerante. Es decir, una población del Estado colombiano que se alza en lucha armada contra un orden constitucional vigente establecido de manera legal. En tal sentido, en el derecho internacional, para que se pueda hablar de "movimiento beligerante" (comunidad beligerante, grupo beligerante), es imprescindible que se le otorgue el reconocimiento jurídico internacional, además de reunir tres condiciones: la primera, tener dominio real y efectivo de una parte considerable del territorio del Estado; en segundo lugar, constituir un aparato político- militar y en tercera instancia aplicar irrestrictamente las normas del Derecho Internacional Humanitario.

Sobre este punto, una de las estrategias con mayores beneficios políticos a escala internacional y que es importante destacar para la proyección de las FARC es los vínculos establecidos con la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB), iniciativa que aglutina gran número de organizaciones sociales y políticas de extrema izquierda con representantes de Venezuela, Ecuador, Perú, Cuba, Chile, México, Argentina, Brasil, Bolivia, Uruguay, República Dominicana y Puerto Rico, quienes creen en la vía armada como una forma legítima para llegar al poder y actualmente adelantan acciones tendientes al reconocimiento de la beligerancia de dicho grupo guerrillero.

La estrategia le sirve al grupo armado ilegal para conquistar legitimidad nacional e internacional, más ahora cuando bajo el estigma de terroristas les fueron cerradas las puertas en el escenario mundial y, paralelamente, les permite renovar las fuerzas militares para salir de un proceso de repliegue táctico para retomar el territorio y el control de la población como parte de su plan estratégico, el cual no contempla consideraciones humanitarias.

Lo anterior, unido a la difícil situación en algunas regiones del país, brinda argumentos sólidos para creer que el grupo armado ilegal espera obtener mayores ventajas de una hábil combinación de tres herramientas tácticas: la primera, dada por el reconocimiento de estatus político en el plano internacional; la segunda, referida al enfrentamiento armado, el cual incluye mecanismos de presión contra las instituciones gubernamentales y la población civil, a través del secuestro o eliminación de funcionarios públicos, y la tercera, el intercambio humanitario y los diálogos de paz (supeditado al despeje de territorios estratégicos del país), como elementos fundamentales para la acumulación de la fuerza.

Las FARC como organización terrorista

Todo lo planteado hasta el momento ratifica el carácter terrorista de las FARC. Sus fines se soportan en acciones calculadas y rápidas, contemplan una campaña de desprestigio del Gobierno a escala internacional, crean condiciones para generar el terror masivo dentro del país, producen desplazamientos masivos para alcanzar dominio territorial y desarrollan acciones psicológicas que ocasionan cambios en la conducta de la población civil. Leroy Thompson11 denomina a esto "guerra harapienta". Es la guerra de fin de milenio, guerra camino al caos de los países más pobres pero a la colombiana, es decir, de manera utilitaria, funcional y calculada.

Al respecto, la Red de Investigación Avanzada en Inteligencia y Terrorismo plantea sobre la definición de un grupo terrorista: "Es todo grupo estructurado de más de dos personas, establecido durante cierto tiempo, que actúe de manera concertada con el fin de cometer actos terroristas"12.

Sobre el tema, la Unión Europea en su Posición Común 200113 establece: "Se entenderá por acto terrorista aquel acto intencionado que por su naturaleza o contexto pueda perjudicar a un país, el cual sea cometido con el fin de intimidar gravemente a la población; obligar indebidamente a los gobiernos u organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo; desestabilizar gravemente o destruir estructuras políticas fundamentales, constitucionales, económicas o sociales de un país o de una organización internacional, incluyendo los atentados contra la vida de una persona que puedan causar la muerte; los atentados contra la vida física; el secuestro o la toma de rehenes; causar destrucción masiva a gobiernos, instalaciones públicas, sistemas de transporte e infraestructura; fabricación, tenencia, adquisición o utilización de armas de fuego, explosivos o armas nucleares o biológicas y amenaza de llevar a cabo cualquiera de las acciones anteriores.

La misma Unión Europea declaró a las FARC como una organización terrorista, a través de la Posición Común 2004/309PESC, del Consejo de 2 de abril de 2004 y justificó su inclusión por las características de los actos criminales que realizan.

Para el caso colombiano y atendiendo a la definición de terrorismo como recurso utilizado por un actor con el propósito de alcanzar determinados propósitos, se define cada vez más a las FARC dentro de dicha clasificación o categoría por la naturaleza de sus acciones; en tal sentido, es necesario tener en cuenta que no son los objetivos los que determinan el carácter terrorista de una organización sino los métodos de lucha violentos e ilegales que ponen al servicio de la "causa".

Basta con hacer un recuento de los actos y atropellos cometidos por ellos, entre los que cabe destacar los secuestros y toma de rehenes a través de los cuales realizan manipulación psicológica, el mantenimiento en cautiverio de colombianos y extranjeros bajo condiciones infrahumanas, el asesinato de personas, los atentados contra poblaciones, las masacres, la voladura de puentes, oleoductos e instalaciones eléctricas y públicas, el secuestro de aeronaves y medios de transporte, las intimidaciones que buscan la irrupción del miedo en la vida cotidiana, así como sus vínculos con el narcotráfico, la extorsión, el tráfico de armas y el lavado de dinero al servicio de las actividades ilegales. La lista sigue, los métodos utilizados por las FARC para perpetrar crímenes contra la población, donde sus principales victimas son los niños, dejan ver el retroceso de esta organización en sus objetivos revolucionarios como en su doctrina ideológica, planteada originalmente para llegar al poder14.

Pero hay más: la presencia de estos grupos a lo largo del territorio nacional deteriorando los ecosistemas estratégicos como el Macizo Colombiano, donde nacen los principales ríos del país que suministran el 70 por ciento del agua consumida por los colombianos15.

Por su difícil acceso y ubicación, distante de los grandes centros urbanos, estos territorios son propicios para que las FARC no solo establezcan sus campamentos sino que además siembren cultivos ilícitos.

Sembrar una hectárea de coca implica destruir cuatro de selva y para una de amapola se talan o se queman dos y media hectáreas de bosque andino; acciones que destruyen material genético, causan erosión, deterioran el paisaje, afectan las cadenas alimenticias, alteran los regímenes de lluvias, el clima local y contaminan el suelo, el aire y el agua subterránea y superficial. Todo ello crea un impacto negativo sobre los recursos naturales renovables (agua, aire y suelo) que afecta directamente la calidad de vida de los campesinos y el detrimento de las especies nativas de la región, efectos que son nefastos e irreversibles.

Como si fuera poco, Colombia ocupa hoy el primer lugar del mundo en accidentes con víctimas por minas antipersonales, ya que este grupo armado ilegal la siembra indiscriminadamente, crean trampas explosivas en áreas rurales de los municipios que antes les servían de fortín para el narcotráfico o zonas de descanso y convierten a los habitantes de muchos caseríos en pueblos mutilados.

Casos como el ocurrido el 16 de febrero del año 2006, cuando integrantes de las FARC engañaron con $4.000 a Octavio Tabares y a su hijo Víctor Hugo para que transportaran en su carretilla una carga que resultó ser un artefacto explosivo, el cual activaron a control remoto, cuando transitaban frente a la Seccional de Investigación Criminal (Sijín) de Cali, por citar solo un caso en su larga lista, demuestran con hechos la trasgresión a todas las normas de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, de una organización que se aleja cada vez más de los ideales que fundamentaron su génesis16.

En su doctrina política, las FARC se identifican como marxistas-leninistas y ahora orientados por el ideario bolivariano. Si así fuera, por consideraciones prácticas, tendrían la mínima ética revolucionaria, consistente en no afectar directamente a la población, considerando que su apoyo es indispensable para poder desencadenar la llamada insurrección popular.

Contrario a ello, lanzan continuamente ataques directamente contra los civiles, los mantienen secuestrados y este error estratégico las está llevando a un resquebrajamiento rápido, con altos costos para sus objetivos iniciales en el campo militar y político. Por esto es necesario entender al grupo cada vez menos como revolucionario, ya que progresivamente se transformó en una organización criminal y terrorista, un cartel del narcotráfico que se dedica a destruir la infraestructura de todos los colombianos y a atacar y dar muerte a la población para el alcance de sus propósitos.

De esta manera, como afirmó el diplomático Inglés Jeremy Greenstock, "lo que parece terrorismo, lo que huele a terrorismo, lo que mata como terrorismo, es terrorismo". Luego todo movimiento que se sirva de la violencia en cualquiera de sus formas y se sirva del terror para imponerse en una sociedad determinada es terrorista.17

Marcha para el Acuerdo Humanitario

Así las cosas, las FARC constituyen en la realidad nacional y regional una seria amenaza a para la seguridad de los Estados y sus sociedades, derivado de la connotación abiertamente terrorista y multicriminal referida esta última, a cuatro tendencias incorporadas a su tipología como son: el terrorismo, el narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de personas. El narcotráfico es determinante para su profunda simbiosis con el crimen y el terrorismo. Es de anotar que los ingresos provenientes de este ilícito les permite adquirir abundante material bélico y explosivos para la materialización continua de atentados terroristas contra la población civil, la Fuerza Pública y el sector estratégico del país.

Sobre el tema se establece que las FARC reciben -solamente por concepto de narcotráfico- ingresos cercanos a los 1,8 billones18 de pesos al año y por secuestro alrededor de 1,5 billones , recursos que concentran en un interés único de beneficio económico por parte de sus cabecillas, hecho que se traduce en la única razón práctica de la vigencia de su supuesta "lucha revolucionaria".

A lo largo de esta reflexión se puede ver cómo el grupo terrorista FARC ha venido presentando, desde 1964, un progresivo, sostenido y crítico proceso de involución política, por la pérdida de cualquier tipo de orientación ideológica, para constituirse fundamentalmente en una empresa del crimen, el terror y la barbarie.

Han mutado, de una organización orientada en principios ideológicos radicales del comunismo, a un grupo que busca soportar su industria criminal en postulados seudopolíticos, recurriendo a actos de terror para alcanzar sus objetivos y generando así una amenaza permanente contra la población. Por ello cobra una importancia fundamental la cooperación internacional, para cerrar espacios diplomáticos, financieros y armados al grupo ilegal que ha hecho del terrorismo y del narcotráfico su principal instrumento de poder.

Bajo las consideraciones anteriores y para finalizar, cabe preguntarse entonces: ¿Qué estarán pensando ahora las FARC? Sobre todo cuando dicha organización armada al margen de la ley viene perdiendo paulatinamente su doctrina por los efectos de la Política de Defensa y Seguridad Democrática antes expuestos, han recibido el rechazo de millones de colombianos dentro y fuera del país, demostrado con hechos tales como la marcha efectuada el 4 de febrero de 2008, condiciones que sumadas a la salida del escenario de dos importantes cabecillas, pertenecientes a la línea política, como son Raúl Reyes e Iván Ríos, sin lugar a dudas han afectado la moral de sus integrantes y el orden de batalla.


Notas

1PIZARRO LEÓN-GÓMEZ, Eduardo. Balance y perspectivas del conflicto armado en Colombia, abril de 2005.

2Conceptos tomados de FERRÓ MEDINA, Juan Guillermo, y URIBE RAMÓN, Graciela. El orden de la guerra, las FARC-EP, entre la organización y la política. Centro Editorial Javeriano. 2002.

3Dicho plan constituía la ejecución concreta de los programas de ayuda militar para América Latina, enmarcados en la nueva estrategia militar de los Estados Unidos en los años 60, conocidos como Doctrina de la Seguridad Nacional.

4Ibíd.

5SÉPTIMA CONFERENCIA. MARZO DE 1982. Cese al fuego, una historia política de las FARC. Bogotá, Editorial Oveja Negra, 1985, 212 p.

6Ibíd.

7PANEBIANCO, Ángelo. Modelos de partido. Organización y poder en los partidos políticos. Madrid, Alianza Editorial, 1995.

8De acuerdo con los resultados de la investigación del Centro de Inteligencia Prospectiva titulada "Las FARC como organización subversiva y perfil de sus mandos medios", desarrollada en enero de 2007, el 90% de los integrantes de la guerrilla proviene de zonas rurales con escasos niveles de desarrollo y el 75% posee escolaridad inferior a octavo de primaria.

9Estadísticas Área de Producción de Inteligencia. Dirección de Inteligencia Policial. Febrero de 2008.

10Investigación FARC como estructura subversiva y perfil de sus mandos medios, adelantada en el Centro de Inteligencia Prospectiva, año 2007. Tomado de FERRÓ MEDINA, Juan Guillermo, y URIBE RAMÓN, Graciela. El orden de la guerra, las FARC-EP, entre la organización y la política. Centro Editorial Javeriano. 2002.

11Citado por Boris Salazar, La hora de los dinosaurios, pág. 26, Colección Sociedad y Economía. 2001.

12Athena Intelligence Journal. "¿Quiénes son los terroristas internacionales?". Volumen 2, No. 4, 21 de noviembre de 2007.

13Diario Oficial de la Comunidad Europea, posición común del Consejo de 29 de diciembre de 2001 sobre la aplicación de medidas específicas de la lucha contra el terrorismo.

14Varios autores. Ataques sistemáticos de las FARC (2006-07-15). Agresión sistemática de las FARC contra la economía y el medio ambiente.

15Ibíd.

16Ibíd.

17APULEYO MENDOZA, Plinio. Terrorismo y seguridad. Las FARC, un enclave terrorista en Colombia. 2003. Editorial Planeta.

18Fuente: Área Producción de Inteligencia. 2008.


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