Introducción
Latinoamérica evidencia algunos de los índices de criminalidad más altos del mundo, y los jóvenes son el grupo mayormente afectado, ya sea como víctimas o victimarios (Faroppa, 2009). En el caso de Chile, en la agenda política aparece la seguridad ciudadana y el delito como temas prioritarios, y en las encuestas, durante los últimos dos años, se identifica que la delincuencia es el problema al que debería dedicar el mayor esfuerzo el Gobierno para solucionarlo (CEP, 2017).
Cabe destacar que la percepción de incremento de la delincuencia cometida por jóvenes no se corresponde con las cifras oficiales (Paz Ciudadana, 2014), pues los delitos cometidos por adolescentes alcanzan al 10 % del total. Lo que sí resulta preocupante en Chile es la tasa de reincidencia que presenta un segmento de esta población, que ha incrementado desde el inicio de la primera década de los 2000. Los datos muestran una tasa de reincidencia global de 53,7 % (Espinoza, Piñol, Sánchez & Martínez, 2012), lo cual, en sentido estricto, significa que luego que un joven ingresa a un programa de sanción, es más probable que vuelva a delinquir a que deje de hacerlo.
Una crítica constante a las modalidades de intervención con adolescentes infractores de ley, es que las acciones desarrolladas en torno a la rehabilitación e inclusión social no incluyen suficientemente las condiciones contextuales que mantienen los estados de riesgo de reincidencia (Zambrano, Muñoz & González, 2012; Zambrano, Muñoz & Andrade, 2015; Andrade, García-Ojeda & Zambrano, 2016). Una de estas razones es que no se cuenta con herramientas que orienten de modo estructurado, atendiendo a las particularidades de los adolescentes, sobre aquellos focos que en el contexto requieren particular atención.
En el marco del proyecto FONDEF D08i-1205 de interés público, titulado “Estrategia ecosistémica especializada de intervención diferenciada para favorecer la integración psicosocial de adolescentes infractores de ley”, se construye el modelo de intervención MMIDA (Modelo Multidimensional de Intervención Diferenciada con Adolescentes), que supuso generar una metodología de evaluación e intervención con esta población. Entre las herramientas de evaluación construidas para estos fines se cuenta el Inventario de Recursos Sociocomunitarios en las versiones comunitarias (que evalúa recursos y riesgos presentes en la comunidad) y la versión redes focales. De este último instrumento se reportan en este artículo las propiedades psicométricas obtenidas en su proceso de validación.
Marco de referencia
Respecto del análisis de la infracción de ley en adolescentes, Dionne y Zambrano (2009) sugieren una aproximación compleja que combina teorías sociológicas de la regulación social, así como psicológicas y ecosistémicas sobre factores de riesgo y protección.
Desde la teoría de la regulación social, las trayectorias desadaptativas se explican a través de los constructos de autocontrol y el control social, dimensiones que se configuran en las personas a través de la interacción con figuras de apego, quienes son responsables de imponer límites y actuar como modelos de conducta. Niveles bajos de autocontrol, asociados a dificultades para responder al control social, en un entorno con oportunidades de generar conductas desviadas, propician la aparición de estilos de conducta delictiva o problemática, que pueden derivar en el desarrollo de la criminalidad (Le Blanc, 2005).
La perspectiva del riesgo psicosocial, por su parte, permite identificar las características personales y del entorno, que aumentan la probabilidad de que los jóvenes presenten dificultades en sus trayectorias evolutivas (Hein, 2002).
Canales, Fuentealba, Jiménez, Morales, Cottet y Agurto (2005) plantean la necesidad de abordar las trayectorias delictivas desde un enfoque psicosocial integrado, que incorpore el contexto de los adolescentes en la intervención. Asimismo, diversos autores resaltan la importancia de lo relacional y el apoyo social como factores relevantes en la comprensión de las dificultades que las personas pueden presentar (LeBlanc & Robert, 2012; Gracia & Herrero, 2006; Musitu & Cava, 2003).
Los adolescentes infractores de ley persistentes suelen presentar progresivas fracturas relacionales a través de su vida, lo que deriva en un estado de vulnerabilidad relacional por empobrecimiento de los vínculos sociales, asociado a la disminución de las posibilidades de acceso a apoyo social o a la constitución de redes sociales criminógenas (Bonet i Martí, 2006; Méndez & Barra, 2008).
De lo anterior deriva que uno de los componentes centrales en la intervención con esta población es la revinculación social positiva del adolescente con entornos relacionales prosociales, lo cual debe efectuarse de forma integral, incluyendo el espacio comunitario y las redes. Esto requiere conocimiento acerca de las posibilidades de integración del entorno social del joven, para poder plantear intervenciones empíricamente sustentadas.
Desde la valoración del riesgo de reincidencia delictiva se ha puesto el foco en variables tanto individuales como contextuales, que aumentan la probabilidad de que los sujetos cometan nuevos delitos (Ferrer & Hilterman, 2008). No obstante, se requieren estudios centrados también en los factores protectores con los que los jóvenes cuentan en sus diversos ámbitos de vida, que actúen como recursos para la intervención, y disminuyan las probabilidades de cometer nuevos delitos.
En la adolescencia, el grupo de pares cobra especial relevancia y adquiere un rol central en el desarrollo de la sociabilidad. En el caso de los adolescentes infractores, variada literatura documenta la influencia de los grupos de iguales desviados. En este sentido, Le Blanc (1994, 2003), concluye que la variable “asociación con pares desviados” corresponde a un predictor importante del comportamiento delictivo adolescente, mientras que la vinculación con pares prosociales constituye un factor protector respecto a lo delictivo. Cabe destacar que si la asociación con pares ocurre en el contexto de una pandilla, la cantidad y agresividad de los delitos cometidos tiende a aumentar (Le Blanc, 2003). Variados autores indican resultados similares, donde la variable vinculación con pares desadaptados es una dimensión de gran relevancia en los modelos explicativos de la delincuencia en adolescentes (Claes, Lacourse, Ercolani, Pierro, Leone & Presaghi, 2005; Andrews & Bonta, 2010; Holt, Bossler & May, 2011; Mears & Field, 2002; Moreira, Sánchez & Mirón, 2010; Rezende & Estevão, 2012; Rodríguez, 2011).
En investigaciones realizadas por Andrews y Bonta (Andrews, Guzzo, Raynor, Rowe, Rettinger, Brews & Wormith, 2012; Andrews, Bonta & Wormith, 2006; Andrews & Bonta, 2010; Bonta, 1997; Bonta & Andrews, 2007), identifican los ocho mejores predictores de reincidencia de la delincuencia, y los nombran como “los ocho centrales”; de ellos, cuatro presentan la evidencia más robusta, y los identifican como los “cuatro grandes”. De acuerdo con estos autores, el cuarto gran indicador de reincidencia es el grupo de pares con conducta antisocial, que implica el estar en mucho contacto con sujetos con compromiso delictivo, y aislamiento de los que no lo tienen.
Se puede afirmar, entonces, que la intervención con adolescentes infractores de ley requiere considerar el contexto, en tanto este puede actuar como potenciador del desarrollo prosocial o, por el contrario, como favorecedor de conductas riesgosas o criminógenas. Asimismo, para poder abordar el contexto en la intervención se deben delimitar niveles diferentes de acción y valorar de forma estructurada los factores de protección y de riesgo que se encuentran en cada nivel (redes próximas, comunidad, instituciones), de modo que se puedan utilizar de forma estratégica en un proceso sistemático y deliberado de intervención psicosocial (Zambrano, Muñoz & Andrade, 2015).
En la literatura se pueden encontrar variados instrumentos orientados a evaluar el apoyo social que brindan las redes (García-Cubillana, Luna, Laviana, Fernández, Perdiguero & López, 2006; Londoño, Rogers, Castilla, Posada, Ochoa, Jaramillo, Oliveros, Palacio & Aguirre, 2012; Alemán & Calvo, 2017); sin embargo, un número importante ha sido generado en el ámbito de la salud.
Algunos ejemplos de estos instrumentos son: (1) el Cuestionario Red Social [CURES] (García-Cubillana et al., 2006), versión española del “Questionario sulla rete sociale” (SNQ), aplicado en el contexto de familiares con personas con esquizofrenia; (2) el Cuestionario de Apoyo Social Percibido [CASPE], desarrollado en una población urbana geriátrica; (3) el Cuestionario de Estudio de Desenlaces Médicos de Apoyo Social [MOS] (Londoño et al., 2012), diseñado originalmente para ser un cuestionario breve y autoadministrado por personas con enfermedades crónicas en EE. UU.; luego ha sido validado en diferentes países con pacientes (España, Argentina, Portugal, China). Este mismo instrumento ha sido estudiado en población sana en Colombia; (4) el Cuestionario de Vínculos Interpersonales de Apoyo [VIDA], que abarca más variables relativas a las redes sociales que los anteriores instrumentos, validado con la segunda muestra más grande en la historia de España; consta de 32 ítems, con tres factores: 1) apoyo de amigos: 15 ítems y representa recursos de apoyo emocional e informativos (comprensión, sentirse querido, compañerismo, consejos, etc.); 2) apoyo familiar: 7 ítems enfocados en cómo la familia provee apoyo, y 3) otros significativos: 10 ítems y se entra en la capacidad de expresar y compartir problemas con otros (Alemán & Calvo, 2017).
Si bien este repertorio de recursos para evaluar apoyo social indaga diversos aspectos de relevancia, en materia de adolescentes infractores de ley no se cuenta con instrumento que permita obtener información acerca de las redes sociales focales. Contar con instrumentos de medición válidos y confiables es un aspecto muy importante, tanto para la evaluación como para la intervención; no obstante, en el caso de la evaluación estructurada del grupo de pares no se cuenta con este tipo de herramientas en el contexto chileno.
En esta perspectiva, entonces, para evaluar los recursos centrados en las redes focales del/la adolescente se ha creado el IRS-F, que corresponde a un instrumento de juicio profesional estructurado que permite la evaluación del grupo de pares (amigos, pareja, pares y vecinos), tanto integradores como desadaptativos que posee un determinado adolescente, y que se constituyen, respectivamente, en recursos para favorecer la integración psicosocial del adolecente y riesgos que posibilitan la mantención del comportamiento delictivo. El objetivo del estudio que aquí se reporta es determinar la validez y la confiabilidad que posee el IRS-F, como estrategia de valoración de los recursos sociocomunitarios de las redes focales del adolescente en proceso de rehabilitación y reinserción social.
Este estudio supone un aporte en el ámbito de la intervención con adolescentes infractores de ley, al dar luces acerca de los aspectos específicos respecto del grupo de pares en los cuales focalizar la atención, además de posicionar una nueva herramienta de evaluación que ayude a realizar diagnósticos más exhaustivos en el área de la rehabilitación psicosocial de adolescentes infractores de ley, y en otras áreas similares.
Metodología
Participantes
La muestra estuvo compuesta por 138 adolescentes, entre 14 y 19 años de edad, con una media de 16,4 (DS=1,10). De estos, un 87 % de origen urbano, un 9,5 % rural y un 3,5 % no reporta lugar de procedencia. En cuanto al sexo, un 86,2 % correspondió a hombres y un 13,8 % a mujeres. El muestreo utilizado fue no probabilístico, intencionado por conveniencia, dado que se realizó un esfuerzo deliberado por incluir sujetos que presentan las características típicas de la población en estudio: adolescentes que han cometido delitos y que se encuentran en proceso de intervención.
Diseño y análisis de datos
Corresponde a un diseño descriptivo correlacional, con aplicación de pruebas de correlación no paramétricas, entre los índices extraídos del IRS-F y otras medidas de riesgo y protección; se realizan pruebas de comparación de medias a través de T de Student, para determinar la capacidad de discriminación del instrumento a partir de variables de agrupación, según criterios externos e internos, y se realiza el cálculo de la confiabilidad por medio del Alfa de Cronbach y el grado de acuerdo interjueces a través de un análisis de la varianza. El paquete estadístico utilizado para la generación de resultados y pruebas estadísticas fue el SPSS (IBM® SPSS® STATISTICS versión 19).
Instrumentos
Para acceder a los datos se utilizaron tres instrumentos:
Inventario de Recursos Sociocomunitarios, centrado en las redes focales del/la adolescente (IRS-F): instrumento creado por Muñoz, Pincheira, Zambrano y Pérez-Luco (2012), para evaluar la vinculación con redes focales integradoras y desadaptativas en cuatro áreas de vinculación (amigos, pareja, pares y vecinos). Esta herramienta cuenta con una serie de indicadores, que deben ser valorados de forma cuantitativa entre 0 y 4 por un evaluador entrenado, el cual se apoya en una guía que aporta con sugerencias de puntuación frente a determinadas situaciones específicas (juicio profesional estructurado). Los puntajes en cada indicador se registran en una planilla de cálculo Excel, que arroja dos índices globales, uno de vinculación con redes focales integradas y otro de vinculación con redes focales desadaptativas, y ocho subíndices (cuatro para cada índice global), centrados en la vinculación con amigos, pareja, pares y vecinos integrados y desadaptados.
Ficha de Evaluación de Riesgos y Recursos (FERR): es un instrumento desarrollado por Alarcón (2001), a partir de la revisión de instrumentos de evaluación de riesgo y predicción de reincidencia, meta-análisis de factores de riesgo en delincuencia juvenil y variables sugeridas por grupos de expertos chilenos. La ficha permite el registro de diez factores, tanto estáticos como dinámicos, que han intervenido en la trayectoria delictiva del o la joven. El instrumento cuenta con nueve años de aplicación en Chile, en programas de adolescentes infractores en medio libre. La ficha consta de 60 ítems y permite el registro de dos áreas: factores de riesgo criminógenos y factores protectores (Alarcón, Wenger, Chesta & Salvo, 2012).
Inventario de Evaluación de Riesgos y Necesidades Criminógenas (IRNC): es una adaptación chilena del Youth Level of Service/Case Management Inventory (YLS/CMI) de Hoge y Andrews (2002); mide ocho factores de riesgo criminógenos dinámicos (necesidades) y estáticos en jóvenes infractores de ley, y permite la estimación de un grado de riesgo de reincidencia y la identificación de dimensiones de riesgo que requieren de intervención. El IRNC es adaptado en Chile de la versión en francés-canadiense del IRBC (FONDEF D08i-1205, 2011).
Aspectos éticos
Para el resguardo de los aspectos éticos se solicitó en cada caso evaluado consentimiento informado; se protegió en todo momento la identidad de los participantes y la información delicada que estos pudiesen otorgar, y se propició que los encargados del caso pudiesen devolver a los adolescentes los resultados globales de la evaluación.
Procedimiento
Con el propósito de resguardar la objetividad en la recogida y tratamiento de los datos, se realizó una capacitación a los evaluadores, que incluyó la revisión de los fundamentos conceptuales del instrumento, así como su administración. Luego, los evaluadores recogieron los datos basándose en un procedimiento estandarizado para este propósito (pauta de entrevista y registro gráfico de las relaciones en ecomapa), y registraron los puntajes de cada ítem en una planilla de registro. Todo el proceso de evaluación fue monitoreado por los autores del estudio, a partir de supervisiones a los evaluadores. A su vez, estos recogieron datos con otras herramientas de evaluación de riesgos (FERR e IRNC), para lo cual también fueron previamente capacitados y sometidos a rigurosos procesos de supervisión.
Para asegurar la validez del contenido, siguiendo la evidencia de variadas investigaciones, que sostienen que la vinculación con pares desadaptados constituye un alto riesgo para la realización de conductas delictivas y, al contrario, la vinculación con pares prosociales se asocia con presencia de factores protectores (Claes et al., 2005; Holt et al., 2011; Le Blanc, 1994, 2003; Mears & Field, 2002; Moreira et al., 2010; Rezende & Estevão, 2012; Rodríguez, 2011), se incluyeron en el instrumento diferentes tipos de redes asociadas al grupo de pares (amigos, pareja, pares o conocidos y vecinos), las cuales, según la revisión realizada por Terol et al. (2004), rescatan la dimensión transaccional e interpersonal del concepto de apoyo social, desde un punto de vista concreto. A su vez, para rescatar la noción de riesgo y protección, se representan dos ámbitos de vinculación, uno de carácter integrador o prosocial y otro de desadaptativo. Así, se integra en una misma estrategia de valoración el nivel de integración/desadaptación del grupo de pares, diferenciándolo según el tipo de red y agregando algunos indicadores asociados a la frecuencia de vinculación y el nivel de implicación del sujeto foco, con respecto a este espacio de relación. Para corroborar la pertinencia de las áreas, bloques e indicadores del instrumento en cuanto a su contenido, el instrumento se presentó en diversas oportunidades y se sometió a retroalimentación por parte de interventores, que trabajan abordando el fenómeno de la infracción de ley en Chile, en diferentes niveles de actuación (nivel nacional, regional y local). Estas presentaciones permitieron afinar los indicadores y criterios de puntación, y dieron origen a la versión final utilizada en este estudio.
Para extraer esta evidencia se realizaron análisis de correlación entre los dos índices globales del IRS-F y otros índices extraídos de la aplicación de la Ficha de Evaluación de Riesgos y Recursos (FERR) y el Inventario de Recursos y Necesidades Criminógenas (IRNC). Además, se ahondó en las relaciones existentes entre los ocho subíndices del IRS-F y algunos de los factores específicos que componen la FERR y el IRNC
Resultados
Validez concurrente
Los puntajes obtenidos en el IRS-F, en el Índice Global de Vinculación con Redes Focales Integradoras (desde ahora IRI) y Desadaptativas (desde ahora IRD), se correlacionan de forma estadísticamente significativa con los puntajes de protección y de riesgo obtenidos por la muestra en los otros dos instrumentos (FERR e IRNC). Como se observa en la Tabla 1, se evidencia correlación negativa y estadísticamente significativa entre el IRI y el índice total de riesgos de la FERR (R=-0,484, p<0,01), con un alto tamaño del efecto calculado (D=0,84). Asimismo, se observa correlación negativa y estadísticamente significativa entre el IRI y el índice de riesgos totales del IRNC (R=-0,490, p<0,01), con un alto tamaño del efecto (D=0,85).
Se evidencia correlación positiva y estadísticamente significativa entre el IRI y el subíndice “recursos protectores”, extraído de la ficha FERR (R=0,410, p<0,01), con un tamaño del efecto entre moderado y alto (D=0,71). De esta misma forma, se observa correlación negativa y estadísticamente significativa entre el IRI y el subíndice de relación con pares de la FERR (R=-0,434, p<0,01) y del IRNC (R=-0,440, p<0,01), con un tamaño del efecto entre moderado y alto (D=0,75 y D=0,76, respectivamente).
Por otro lado, se observa correlación positiva y estadísticamente significativa entre el IRD y el índice de riesgos totales de la FERR (R=0,669, p<0,01), con un tamaño del efecto alto (D=1,16); se evidencia también correlación positiva y estadísticamente significativa entre el IRD y el índice de riesgos totales del IRNC (R=0,633, p<0,01), con un tamaño del efecto alto (D=1,10); de la misma forma, se evidencian correlaciones positivas y estadísticamente significativas entre el IRD y el subíndice de relación con pares de la FERR (R= 0,532, p<0,01) y del IRNC (R= 0,432, p<0,01), con un tamaño del efecto alto en el primer caso (D=0,92) y entre moderado y alto en el segundo (D=0, 0,75).
Tabla 1 Correlaciones entre los índices globales de vinculación con redes focales integradoras y desadaptativas con otras variables de riesgo y protección

Como es posible observar en la Tabla 2, se evidencian relaciones inversas y estadísticamente significativas entre vinculación con amigos integrados y pares integrados con los riesgos totales de la FERR y el IRNC, así como con los puntajes en el factor de relación con pares de ambos instrumentos, con magnitudes de la asociación altas (excepto entre vinculación con pares integrados y relación con pares del IRNC, cuyo tamaño del efecto es entre moderado y alto). Por otra parte, no se encuentran relaciones de relevancia entre los subíndices de pareja y vecinos integrados con los puntajes totales de riesgo de la FERR y el IRNC, así como tampoco en el factor de relación con pares.
Tabla 2 Correlaciones entre los subíndices de vinculación con redes focales integradoras con otras variables de riesgo

Asimismo, como se muestra en la Tabla 3, existen relaciones directas y estadísticamente significativas entre todos los subíndices que componen el IRD con los riesgos totales de la FERR y el IRNC, así como con los puntajes en el factor de relación con pares de ambos instrumentos. No obstante, las relaciones con magnitudes de la asociación más altas se encuentran en las relaciones de amigos y pares, siendo estas menores en la pareja y vecinos.
Tabla 3 Correlaciones entre los subíndices de vinculación con redes focales desadaptativas con otras variables de riesgo

Validez discriminante
Se realizó un análisis comparativo de los puntajes obtenidos en los índices globales de vinculación con redes focales integradoras y desadaptativas, más los subíndices que los componen, a partir de la división de la muestra en dos grupos, cuya diferenciación se realizó partiendo de un criterio externo, que permitió distinguir entre bajo y alto riesgo en función de si los sujetos pertenecían al tipo Delictivo Transitorio (DT) o Persistente (DP), tomándose el tipo delictivo como variable independiente y las puntuaciones globales del IRI y el IRD, además de los ocho subíndices que los componen, como variables dependientes. Se realizó una prueba T de Student para el análisis de los datos, y se encontraron diferencias estadísticamente significativas en ambos índices globales entre los dos grupos. En el caso del IRI se encontraron diferencias entre ambos grupos (T=2,748, p<0,01), con un tamaño del efecto moderado (D=0,50) (vid. Tabla 4).
Dado que los datos de los demás índices y subíndices no se distribuyen de forma normal, se realizó una prueba no paramétrica para comparar las medias. Así, como se observa en la Tabla 5, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos en el IRD (U= 908, p<0,01), con un tamaño del efecto alto (D=1,13).
Asimismo, como es posible observar en la Tabla 6, se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos DT y DP en los subíndices de vinculación con amigos integrados y vinculación con pares integrados, sin encontrarse diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos en los subíndices de vinculación con pareja y vecinos integrados.
Como se ve en la Tabla 7 y la Figura 1, se hallaron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de DT y DP en los subíndices de vinculación con amigos desadaptados y vinculación con pares desadaptados, lo cual no se dio en el caso de los subíndices de vinculación con pareja ni vecinos desadaptados.

Figura 1 Diferencias entre tipo delictivo en índices y subíndices de vinculación con redes focales integradoras y desadaptativas.
Además, como se observa en las Tablas 8 y 9, existe una asociación estadísticamente significativa entre la pertenencia al grupo de bajo riesgo según los puntajes obtenidos en el IRS-F y ser del grupo DT. Al mismo tiempo, existe asociación entre pertenecer al grupo de alto riesgo según los puntajes del IRS-F y formar parte del grupo DP.
Confiabilidad
Consistencia interna
Como se observa en la Tabla 10, la escala número 1, que contiene los ítems que permiten valorar la vinculación con redes focales integradoras, compuesta por diez elementos, posee una consistencia interna adecuada (Alfa de Cronbach de 0,790). Un detalle de los elementos de la escala puede observarse en la Tabla 11.
Por otro lado, en la escala número 2, que contiene los ítems que permiten valorar la vinculación con redes focales desadaptativas y que también está compuesta por 10 elementos, se evidencia una consistencia interna adecuada (Alfa de Cronbach de 0,868, vid. Tabla 12). Un detalle de los elementos de la escala puede observarse en la Tabla 13.
Acuerdo interjueces
El acuerdo interjueces es un tipo de fiabilidad que indica el grado en que lo obtenido respecto de una medida por un observador, es semejante a lo obtenido por otro observador. Dubé (2008) manifiesta la relevancia de entregar evidencia relacionada con el acuerdo interjueces para otorgarle validez a las conclusiones extraídas en un determinado estudio y plantea que el establecimiento del grado de acuerdo interjueces es reconocido como uno de los componentes esenciales en la demostración de la calidad de los estudios en investigación clínica, cuando los jueces deben realizar una evaluación utilizando una medida, ya sea esta de carácter nominal o sobre una escala ordinal o intervalar. A su vez, este autor plantea que dependiendo del tipo de variables del estudio, existen diferentes índices que permiten reportar la fiabilidad interjueces.
Para determinar la fiabilidad interjueces del IRS-F se calculó la varianza de un total de 111 casos y se determinó si estas eran iguales o diferentes entre los evaluadores. En el caso del índice global de vinculación con redes focales integradoras, las varianzas son similares entre los evaluadores en el test de Levene; para el caso del índice de vinculación con redes focales desadaptativas, solo en seis de 300 combinaciones posibles se detectan diferencias estadísticamente significativas entre las varianzas de los jueces, lo que nos permite plantear que el instrumento en su conjunto posee adecuada confiabilidad interjueces (vid. Tabla 14).
Como un hallazgo del proceso, es posible mencionar que existe una correlación estadísticamente significativa entre los índices de vinculación con redes desadaptativas y el factor “drogadicción” de la FERR (R=0,460, p<0,001) y del IRNC (R=0,365, p<0,001), con magnitudes de la asociación altas (D=1,17 y D=1,05, respectivamente).
Discusión
Como es posible observar en los resultados, se da cumplimiento a los objetivos del estudio al determinar la validez y la confiabilidad del instrumento, alcanzando niveles adecuados en cada una de las mediciones globales y en algunas de las específicas. Los índices extraídos de la aplicación del IRS-F a los sujetos de la muestra, están correlacionados con otros indicadores de riesgo y de protección que proveen instrumentos similares de valoración de recursos protectores y de riesgo. Estos resultados indican que a mayores puntajes en el índice de vinculación con redes focales integradoras, mayores son los puntajes en indicadores de protección de otras herramientas de medida similares (FERR e IRNC) y menores son los puntajes de riesgo obtenidos con estas mismas herramientas. Al mismo tiempo, cuando los sujetos puntúan elevado en el índice de vinculación con redes focales desadaptativas, puntúan bajo en puntajes de indicadores de protección y alto en los de riesgo en los otros dos instrumentos. De forma global, estos resultados revelan evidencia adecuada relacionada con el criterio, indicando que el instrumento posee validez concurrente (Hernández et al., 2010).
Al analizar con mayor detalle las relaciones entre los subíndices del instrumento, los que presentan mayores relaciones son los de amigos y pares, tanto integrados como desadaptados, mientras que pareja y vecinos, sean estos integrados o desadaptados, presentan relaciones no significativas o bien de baja intensidad. Por tanto, los subíndices que poseen mayor validez concurrente son los de vinculación con amigos y pares integrados y desadaptados.
A su vez, al comparar los índices y subíndices del IRS-F entre dos grupos obtenidos según criterios del modelo de intervención diferenciada, se evidencian diferencias estadísticamente significativas en ambos índices globales, y solo en los subíndices relacionados con amigos y pares, tanto integrados como desadaptados; estos resultados se ven fortalecidos con la existencia de asociación entre la pertenencia a bajo riesgo según puntajes del IRS-F y pertenencia al grupo de delincuencia de proceso adolescente según modelo diferenciado, y la asociación entre pertenencia a alto riesgo según puntajes del IRS-F y la pertenencia a delincuencia distintiva según modelo diferenciado. Estos resultados, correspondientes a evidencia relacionada con el constructo, indican que el instrumento posee adecuada validez discriminante a nivel global, en función de niveles de bajo y alto riesgo, y en algunos subíndices específicos relativos a amigos y pares, siendo incapaz de discriminar de forma adecuada en el ámbito relacionado con pareja y vecinos, tanto integrados como desadaptativos.
Estos resultados permiten plantear que la presencia de vinculación con una pareja y con vecinos integrados o desadaptados no hace la diferencia en cuanto a si el sujeto foco presenta alto o bajo riesgo criminógeno, lo cual sí se da en el ámbito de los amigos y los pares.
En general, los resultados relacionados con la validez indican la existencia de adecuada validez concurrente y discriminante del instrumento global, y de forma específica, solo se pueden asegurar estos dos tipos de validez para la vinculación con amigos y pares, tanto integrados como desadaptativos.
En lo que respecta a la fiabilidad, el instrumento presenta adecuados indicadores de consistencia interna a nivel global, sin que esta aumente significativamente al quitar los ítems de pareja y de vecinos. Asimismo, el instrumento presenta una buena fuerza de la concordancia interjueces, lo que quiere decir que al ser aplicado a un mismo caso por evaluadores distintos, que posean una misma base de competencias y criterios de aplicación similares, se obtendrán puntajes similares en sus ítems.
Los resultados obtenidos en este estudio son consistentes con la literatura que afirma la existencia de correlaciones entre la vinculación con grupos de iguales y la realización, por parte de los adolescentes, de conductas desviadas en general (Claes et al., 2005; Holt et al., 2011; Moreira et al., 2010; Rodríguez, 2011; Rodríguez & Mirón, 2008) y de infracciones a la ley en particular (Le Blanc, 2003; Mears & Field, 2002; Rezende & Estevão, 2012).
Aparece entonces como muy relevante poder valorar de modo riguroso la influencia que aportan los entornos relacionales más próximos a la vida de los adolescentes, y este instrumento aporta en esa dirección. Complejiza el abordaje del ámbito de pares en la evaluación de adolescentes infractores, pues integra subcategorías a los factores evaluados por la FERR y el IRNC, consignando de forma diferencial diferentes tipos de pares que pueden tener incidencia en las conductas tanto desadaptativas como integradoras de los jóvenes.
Por otro lado, los hallazgos obtenidos en este estudio, referidos a la relación entre consumo de drogas y asociación con pares desadaptativos, son también consistentes con la literatura al respecto, en el sentido de que el estar asociado a pares que realizan conductas desviadas aumenta las oportunidades de que los adolescentes realicen este mismo tipo de conductas. La literatura también señala que la influencia de los pares en el consumo de drogas sería incluso superior a la que ejercen las figuras parentales (Allen, Donohue, Griffin, Ryan & Mitchell, 2003; Claes et al., 2005).
Como futuras líneas de investigación respecto del IRS-F, sería importante poder determinar si el instrumento logra diferenciar niveles de riesgo y protección asociados a vinculación con pares según la trayectoria delictiva de los jóvenes, entendiendo que los adolescentes pueden presentar diversas configuraciones de condiciones psicológicas, sociales y conductuales, que los hacen diferentes unos de otros, y que en Chile se agrupan en al menos cinco trayectorias diferenciables entre sí (Pérez-Luco, Lagos & Báez, 2012). La hipótesis es que dependiendo de la trayectoria, la influencia del grupo de pares y las configuraciones vinculares serían distintas entre sí.
Otras líneas de investigación que pueden derivarse del presente estudio corresponden a establecer cómo se comporta el instrumento según el sexo del adolescente, siendo también posible determinar si existen distinciones en su vinculación según la edad, debido a que en algunos estudios se documentan diferenciaciones más finas respecto de estas dos variables y su influencia en la vinculación con grupos de iguales y la realización de conductas desviadas (Allen et al., 2003). Además, una variable que aparece reiteradamente en la literatura relacionada con la influencia de los pares desviados en la conducta negativa de los adolescentes, corresponde a la supervisión parental (Allen et al., 2003; Claes et al., 2005; Rodríguez, 2011), lo cual podría constituir una interesante temática para estudios con el IRS-F. Los indicadores adecuados de validez y confiabilidad de este instrumento no hacen otra cosa que dejar abiertos muchos desafíos asociados a su utilización en diferentes estudios, ampliando y diversificando sus ámbitos de utilidad.
Cabe destacar que este mismo equipo ha desarrollado también otros recursos para evaluar otras redes relevantes en el comportamiento delictivo, así como en los procesos de rehabilitación (redes comunitarias e institucionales). Entendemos que todos estos niveles son complementarios y, de acuerdo con la situación de cada adolescente, deben ser evaluados y abordados de modo complementario.