Editorial

La investigación, generadora de bienestar social

¹ Editora de la Revista LASALLISTA de Investigación.
Correspondencia: marodriguez@lasallista.edu.co.

Comprender y aprovechar la relación del conocimiento científico y tecnológico con el bienestar social, ha sido siempre la preocupación de la investigación. Son las habilidades para crear y aplicar el conocimiento las que caracterizan las sociedades, y es a través de ellas que se promueve la actitud innovadora y el mejor aprovechamiento de las grandes oportunidades que el cambio tecnológico nos ofrece, siendo conscientes, de las consecuencias que pueden acarrear la innovación tecnológica.

Dependemos, y seguiremos dependiendo cada vez más, de la fuente de riqueza inagotable que representa la tecnología y la innovación. Actualmente, el sector académico revela una singular capacidad de transformación que, aunque no es tan rápida como se desearía, es ejemplo de la creciente vitalidad.

A modo de ejemplo, en los últimos años, hemos podido comprobar que los esfuerzos en I+D+i (Investigación+Desarrollo+innovación) en nuestra Institución está creciendo a buen ritmo y de forma continuada. También vemos con satisfacción como grupos y semilleros de investigación de la Corporación Universitaria Lasallista, han desbordado todas las expectativas, siendo capaces de asumir el reto de desarrollar proyectos tecnológicos de una complejidad cada vez mayor. Sólo fijándonos objetivos ambiciosos avanzaremos al ritmo más intenso, cada vez con mayor firmeza, con el fin de afianzar la simbiosis entre dos colectivos, tan distintos, como son el académico y el empresarial.

Distintos, porque la comunidad científica acostumbra anteponer el rigor a la urgencia, mientras que las empresas priorizan el ofrecer al mundo los resultados de su investigación. Distintos también, porque la comunidad científica persigue ante todo la excelencia, no supeditando los resultados a los recursos disponibles, mientras que la empresa busca ante todo la eficiencia, es decir, los mejores resultados con los mínimos recursos.

Pero, afortunadamente, pese a estas diferencias, la empresa y la academia también tienen muchos valores en común, como el sentido de responsabilidad y la asunción de riesgos, que deben ser la base del gran valor común que representa la colaboración entre las dos partes.

En ese contexto, la academia tiene el importante papel de dinamizar la sociedad y ser la protagonista de la investigación y de la innovación, asumiendo el compromiso de transformar el conocimiento científico en beneficios sociales.

La sociedad colombiana es cada vez más consciente de la importancia de avanzar con pie firme en el desarrollo de una cultura de la innovación, y apuesta por reforzar la relación entre la ciencia y la tecnología con la empresa, favoreciendo el impulso y el reconocimiento social de la innovación como fuente de competitividad en el nuevo entorno económico y de globalización.

Lo anterior, ha incrementado la relevancia de I+D+i: lo más importante, es el conocimiento, la creatividad y la capacidad para innovar y adaptarnos, el saber y el querer aprender.

Para los países, la generación de tecnología es un proceso acumulativo, por tanto, la continuidad en los procesos de investigación desarrollados por el sector académico con y para el sector productivo, permite la acumulación de experiencias que, a su vez, facilita la posibilidad de innovar, generando riqueza y creando empleo, cumpliendo con la finalidad última de mejorar la calidad y el nivel de vida de una comunidad.