Editorial

La innovación en alimentos

Jaime Andrés Cano Salazar

Phd, Msc, Ciencia y Tecnología de Alimentos Coordinador Científico-Técnico de Proyectos Fundación INTAL

Uno de los grandes retos que afronta la industria, sin importar su ubicación geográfica ni el sector en el que se encuentre, es ser competitiva, y tener las condiciones necesarias para mantenerse en el mercado con altos estándares y con un sello diferencial. Esta realidad cobra especial importancia en un entorno global como en el que nos movemos, en el cual los tratados de libre comercio y la apertura de mercados hacen más rigurosos los procesos, pues la demanda es también más exigente.

En este contexto, es indispensable implementar un modelo de Investigación Desarrollo e Innovación (I+D+i) que permita identificar tendencias, oportunidades y, por qué no decirlo, amenazas derivadas de nuevos amaneceres técnicos y tecnológicos; es ahí donde la experticia obtenida a lo largo de los años por los diferentes centros de desarrollo tecnológico y entidades académicas encargadas de difundir y desarrollar el concepto de ciencia en el sector primario, constituye una ventaja que da luces para alcanzar este propósito.

Asumiendo que los eslabones de la investigación y el desarrollo (I+D) son objetivos medianamente alcanzables, inevitablemente determinamos que entre el desarrollo y la innovación existe un gran abismo, pues son aún dos conceptos con una brecha tecnológica por cerrar, lo que hace necesario revaluar nuestro que hacer científico y mejorar el en foque de los proyectos a desarrollar en el país.

Así pues, nos urge dar revisión al concepto de <innovación>, y asignarle la importancia que efectivamente le asiste, y que tal vez está ultra valorado en nuestro medio. Por esto, entre las diferentes entidades acreditadas para garantizar aplicabilidad científica, es prioritario hacer de la innovación un concepto menos efímero, que garantice trascendencia en el tiempo y se convierta en el eslabón final de la cadena del conocimiento aplicado, con un marco político que promueva la ciencia y la tecnología con voluntad, decisión y contundencia.

La idea es evitar que, como gestores de ciencia y tecnología, nos detengamos en el resultado obtenido en un proceso y/o metodología científica, que a grandes rasgos no llega a ser ni un asomo de innovación, pues esto nos ha llevado a un círculo vicioso en el que las ideas desaparecen sin haber hecho siquiera parte de una tendencia clara. Una mirada reduccionista de la innovación pone en juego la perdurabilidad y la viabilidad de las ideas en el tiempo. Hoy el llamado es a identificar las necesidades primarias de la ciencia aplicada en nuestras matrices de trabajo y a sumar esfuerzos frente a una innovación que efectivamente permita una investigación que derive en desarrollos con pertinencia, y al final sean claves de la competitividad y la sostenibilidad.

En la Fundación INTAL y en la Corporación Universitaria Lasallista, coincidimos con la necesidad de hacer que los tres eslabones de la cadena (Investigación, Desarrollo e Innovación) funcionen en un engranaje perfecto, de tal manera que al finalizar nuestros trabajos se obtengan ideas innovadoras, y proyectos que trasciendan en el tiempo y garanticen propuestas vanguardistas, rentables y viables a toda luz.

Como Centro de Desarrollo Tecnológico, y con la experiencia acreditada en los últimos 10 años, la Fundación Intal ofrece ciencia aplica da a los sectores agroindustrial y agroalimentario, intentando visionar los futuros mercados y promoverlos como renglones fundamentales en el PIB de Colombia. Nos es grato acompañar, aportar y evidenciar a la comunidad científica el resultado de diferentes proyectos que se han gestado a lo largo de los últimos años de la mano de una terna conformada por la Universidad, la Empresa y el Estado, como apuesta generadora de conocimiento y transformación.