El Hermano Néstor, un maestro Lasallista

"Amar la profesión, querer a los muchachos, preparar bien la clase y conocer la materia", así entendía el Hermano Néstor el significado de ser docente. Esta, además, puede ser la frase que mejor lo define.

En Jericó, Antioquia, dio sus primeros pasos y en un colegio liderado por la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas comenzó su camino como docente lasallista, lo que le permitió educar a innumerables generaciones de antioqueños. Algunos de ellos aprendieron álgebra y Trigonometría en los libros escritos por el Hermano; otros realizaron de una manera más fácil los cálculos matemáticos, gracias a su libro de Tablas de logaritmos y funciones naturales.

De sus 99 años de vida, 85 los vivió en la Congregación de los Hermanos de las Escuelas Cristianas; en ella tuvo la posibilidad de ser docente de Geografía, Aritmética, Geometría, Trigonometría, álgebra y Religión. Además, su paso por esta gran familia le permitió dejar plasmados sus conocimientos en varios libros, que sirvieron como guía a los estudiantes del Colegio de San José de La Salle y de otras obras lasallistas.

De los libros que escribió, el Hermano Néstor recordaba con bastante orgullo cómo por los años 50 Peter Santamaría, exalumno de una obra lasallista, le entregó una publicación vieja, escrita en francés, y le dijo que le encomendaba la tarea de traducirlo e incluirle algunos temas nuevos. En ese momento el Hermano se rehusó, exponiendo la dificultad que significaba este asunto, pero Santamaría le dijo que luego de averiguar en muchos lugares del país, le habían dicho que él era la única persona capaz de escribir este libro.

Estas historias emocionaban bastante a este hombre de figura pequeña y de mano firme, que algunos recuerdan por su seriedad, otros por su buen humor y muchos por su gran corazón.

El Hermano Néstor Suárez Alzate f.s.c. Fue un académico; así lo demuestran sus títulos como Licenciado en Matemáticas y Física Moderna y como Especialista en Gerencia Educativa. Sin embargo, lo que realmente marcó su vida fue su ser, su carisma y su amor por la educación, características que lo llevaron a ser un verdadero maestro, como lo fue su Patrono San Juan Bautista de La Salle.

Lo caracterizó el amor por sus seres queridos. Amó profundamente a sus padres y hermanos, que seguramente fueron quienes sembraron en él su vocación religiosa. Desarrolló un cariño inmenso por los egresados de las obras lasallistas en las cuales laboró durante tantos años de su vida, con muchos de ellos construyó un lazo de amistad y hermandad que ni su partida podrá borrar.

En diciembre de 2011 la Corporación Universitaria Lasallista reconoció la vocación y entrega de este maestro, concediéndole el título Doctor Honoris Causa en Ciencias de la Educación y el 30 de septiembre de 2012 sus compañeros, familiares y amigos celebraron con él sus 99 años de vida. Estos fueron los dos últimos homenajes que recibió el Hermano Néstor, en ellos dejó ver nuevamente las cualidades que siempre lo caracterizaron, entre ellas la humildad. Y aunque esperábamos celebrar su cumpleaños número 100, su vida comenzó a apagarse hasta que el 31 de marzo de 2013 se esfumó.

Hoy solo nos queda recordarlo, y dar gracias a la vida por permitirnos conocer a este hombre, unos como maestro, algunos como compañero de trabajo y otros como amigo. Quedarán para siempre en nuestra memoria sus lecciones de vida, de franqueza, de rectitud, de amor y de entrega.

Fuimos muchas las generaciones que vimos caminar al Hermano Néstor por los pasillos del Colegio de San José de La Salle, fuimos muchos los afortunados que nos cruzamos con este ser tan especial, que para siempre estará en nuestros corazones.

¡Gracias Hermano Néstor por enseñarnos el
verdadero significado de la palabra maestro!

Manuela Castrillón Gómez
Comunicadora Social - Periodista
Egresada Colegio San José de La Salle