La causa de una manifestación racional generalmente tiene naturaleza humana y la trascendencia de su efecto sólo puede hacer partícipes a quienes le den una interpretación de voluntad, permeando los esquemas subjetivos que constituyen los diferentes pensamientos e ideologías. El discurso surge desde una necesidad de transportar un mensaje, el cual en su estructura lo constituyen formas lógicas y estilos lingüísticos, con el fin de afectar voluntades. La interacción entre la fuente del discurso y su respectivo efecto, establece un vínculo que constituye lo real o "demasiado humano", pues en sus diferentes manifestaciones, el discurso sólo puede permear a quienes tienen la voluntad de interpretarlo.

El discurso según Giménez (Giménez, 1981), es un ejercicio lingüístico que implica una concepción intersubjetiva y situacional del proceso comunicativo. Siendo un fenómeno de interacción humana, el discurso es un vehículo de dimensión lógica orientado a la sensibilidad cognitiva, en el que se transportan subjetividades que buscan armonizar con los dialectos inherentes a sus receptores, lo cual se puede considerar como un efecto significativo cuando se presentan concordancias de criterios y opiniones orientadas en la misma línea ideológica.

Como un instrumento generado para afectar mentalidades y voluntades, el discurso a través de un lenguaje estructurado con matices de veracidad empírica y de impacto cognitivo, se presenta como una forma de afectar a favor de un criterio propio o de un fenómeno coyuntural, presentándose a una clara tendencia de la construcción de falacias y una invitación a la demagogia. El discurso político como ejercicio del poder, permite establecer un dogma en sus palabras previas a los hechos o como una redacción de interpretaciones circunstanciales, lo cual claramente incurre en diferentes efectos, tales como: apoyo popular, polarización ideológica o plena oposición.

El Dr. Miguel Romero Morett, en su texto de 2019 sobre el mesianismo, explica de forma clara y completa el modelo mesiánico como clave de éxito para transmitir ideas de naturaleza política, del cual se puede partir para considerar el modelo mesiánico como una posible postura de quienes requieren de apoyo popular para alcanzar los logros que el poder político puede brindar, pues la posición del mesías implica necesariamente la de un redentor que sufre las inclemencias que el enemigo ejerce para liberar de la tiranía a quienes la padecen, lo cual nunca dejará de ser llamativo para quienes comulgan con la espiritualidad y la religiosidad. En general, el mesianismo sirve como vehículo para comunicar un mensaje claro de un protagonista dispuesto a salvar al pueblo de la corrupción, desempleo, agresión y todos los efectos que se generan sin su posición en el poder político. A medida que se han ejercido las diferentes voluntades de mandatarios y políticos en la historia de un país, la tendencia a la desvirtuación del discurso es cada vez mayor, por lo tanto, cada vez se requieren de nuevas herramientas lingüísticas o de métodos motivacionales para captar la atención de las personas, pues cada vez más el discurso político ha perdido credibilidad porque se han convertido en promesas que no se cumplen o en discursos de "sólo saliva". La consecuencia de adquirir una verdadera posición mesiánica, necesariamente corresponde a la de un sacrificado, pues como dice el dicho popular: "el que se pone de redentor termina crucificado", lo cual realmente a muchos no muchos les gustaría que pase.

El discurso político como medio de conexión entre el poder político y la democracia, siempre deberá ser una construcción lógica con estructuras lingüísticas ricas en ideas y procesos racionales, partiendo desde los ideales de la libertad humana, motivando al esfuerzo social por equiparar las diferencias, transmitiendo un mensaje por la igualdad cultural, buscando el aporte científico al desarrollo de la civilización, impartiendo saberes para quienes lo necesitan, cultivando el cuidado por la naturaleza que nos lo ha brindado todo, respetando los credos e ideologías, pero por sobre todo: motivando a la libertad del Ser Humano.