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Avances en Psicología Latinoamericana

Print version ISSN 1794-4724On-line version ISSN 2145-4515

Av. Psicol. Latinoam. vol.26 no.2 Bogotá July/Dec. 2008

 

Hans Jürgen Eysenck. Vida y obra de uno de los más influyentes científicos de la historia de la psicología*

Hans Jürgen Eysenck. Life and work of one of the most influential scientist in the history of psychology

Vanina Schmidt**
María Emilia de Costa Oliván**
Luzmila Firpo**
Daiana Vion**
Lucas Casella**

* Se agradece la colaboración de los licenciados L. Cuenya y G. D. Blum, y de la becaria V. Pedrón, por sus valiosos aportes para la preparación del presente artículo.
** Universidad de Buenos Aires, Argentina. Correspondencia: Vanina Schmidt. Pasaje Columbia 4938, (1417), Buenos Aires, Argentina. Correo electrónico: vschmidt@psi.uba.ar.

Fecha de recepción: agosto de 2007
Fecha de aceptación: abril de 2008


Abstract

On this article, the biography and work of one of the most influential scientists in psychology history is briefly introduced. With his work, he laid the bases for the scientific study not only on personality, but also on human behaviour. Hence, the most important contributions done by this author are highlighted in a wide range of areas of our discipline, as well as the vision he had about how psychology should be as a science. A series of considerations related to the current situation of scientific psychology in Argentina, lead us to the conclusion that it is essential to rescue his work from forgetfulness, apart from going back over some of his lines of research and thoughts.

Key words: history of psychology; scientific psychology; Hans J. Eysenck.

Resumen

En este artículo se presenta, de manera sucinta, la biografía y la obra de quien fuera uno de los más influyentes científicos de la historia de la Psicología. Con su obra, sentó las bases para el estudio científico no solo de la personalidad, sino también del comportamiento humano. Se destacan los aportes más importantes que ha realizado este autor en distintas áreas de nuestra disciplina, así como la visión que tenía de lo que debiera ser la Psicología como ciencia. Una serie de consideraciones respecto de la situación actual de la psicología científica en Argentina, lleva a concluir que es fundamental rescatar su obra del olvido y retomar algunas de sus líneas de investigación y de pensamiento.

Palabras clave: historia de la Psicología; psicología científica; Hans J. Eysenck.


Introducción

Muchos lectores podrán preguntarse: ¿Por qué retomar las ideas de Eysenck? ¿Qué tan importante ha sido su obra? ¿Acaso no hay teorías de personalidad o del comportamiento humano más modernas y sólidas que las que puede ofrecernos este autor? ¿No se han superado ya muchas de las controversias y limitaciones que presentaban los modelos y teorías del pasado? ¿Quién fue, después de todo, Hans Jürgen Eysenck?

Hans Jürgen Eysenck (1916-1997) ha sido uno de los científicos más influyentes de la Psicología. Logró construir un verdadero paradigma de la personalidad,1 el más sólido que la Psicología ha ofrecido hasta nuestros tiempos. La rigurosidad de su trabajo, sus revisiones críticas de estudios propios y ajenos, su tenacidad, su honestidad científica, sus planteos originales y osados, su privilegiada formación y capacidad hacen que este autor tenga aún mucho para decirnos. Según Carpintero, Sanchís y Tortosa (1999, p. 35): “no es demasiado osado pensar que la Psicología del futuro andará en gran medida a lo largo de muchas de las sendas qua ha ido abriendo, obstinado y perseverante, Hans Eysenck”.

El modelo de personalidad psicoticismo-extraversión-neuroticismo (PEN), por él planteado, se funda en estudios empíricos conducidos con implacable rigurosidad metodológica. Lejos de todo dogmatismo —el cual erróneamente en muchas oportunidades se le ha atribuido—, las hipótesis derivadas de su modelo están sujetas a falsación, una ventaja de la cual pocas teorías de la personalidad gozan. Así, muchas de las predicciones generadas a partir de su modelo, y que han sido contrastadas empíricamente, se han extendido desde el ámbito de las respuestas fisiológicas a las conductas sociales más complejas.

Eysenck ha sido un destacado defensor del papel de la herencia y de la biología en los rasgos de personalidad. Actualmente, los avances en neurociencias y en genética están respaldando muchas de sus ideas. Fue capaz de vincular, siempre combinando creatividad con rigurosidad metodológica, lo que hasta entonces parecían fenómenos inconexos (biología y personalidad, inteligencia y herencia, genialidad y locura). Ha sostenido e intentado demostrar la universalidad de sus dimensiones de personalidad a través de estudios transculturales, fisiológicos, genéticos y longitudinales (ver Pelechano-Barberá, 2000, para una revisión).

Criticó duramente la naturaleza de muchas de las “variedades académicas” en Psicología, ganándose más enemigos que amigos. Creía que solo el método científico podía brindar una comprensión precisa de los seres humanos y que la metodología cuantitativa era esencial. Entre las técnicas matemáticas que utilizó se encuentra el análisis factorial, con ayuda del cual propuso la existencia de tres dimensiones principales de personalidad independientes entre sí (P-E-N), así como también un sustrato biológico para cada una de ellas. Ya en 1952 (p. 8) sostenía:

Nuestra tarea debe consistir en construir (...) un sistema utilizando los principios del método científico, suprimiendo despiadadamente aquellos conceptos y procedimientos carentes de confiabilidad y validez, y atesorando aquellos capaces de resistir los rigores del método hipotético-deductivo.

Es considerado por muchos como el “padre” de la psicología conductual. Ha criticado duramente a la psicología dinámica y al diagnóstico psiquiátrico. Los resultados de sus investigaciones lo condujeron a mantener un antagonismo con el psicoanálisis durante toda su vida.

Quién fue Hans Jürgen Eysenck? Sus primeros pasos en el mundo académico

Hans Jürgen Eysenck nació en Berlín el 4 de marzo de 1916. Sus padres, Edward Anton Eysenck (m. 1972) y Ruth Eysenck (m. 1982) (cuyo nombre artístico era Helga Molander), eran actores y se divorciaron cuando H. J. Eysenck tenía dos años. Su madre se volvió a casar con un judío llamado Max Glass (escritor y productor de películas) y, por razones laborales y por la persecución de la que fueron víctimas los judíos en Alemania, debió emigrar a Francia junto a su esposo (Carpintero, Sanchís y Tortosa, 1999).

H. J. Eysenck permaneció en su país y se crió en Berlín con su abuela materna, Frau Werner, quien había sido antigua bailarina de ballet. Con ella tuvo una educación muy libre, rodeado de fuertes estímulos literarios y culturales. Fue un excelente alumno y se destacó en diferentes áreas del conocimiento. También fue un atleta natural que se dedicó al boxeo amateur y se consagró campeón alemán de tenis juvenil. Ya entonces se mostraba obstinado, independiente en su pensamiento, escéptico, agudo en sus observaciones, algunas de las características que lo convertirían años más tarde en uno de los académicos más polémicos y resistidos de todos los tiempos. Su abuela murió años más tarde en un campo de concentración (Gibson, 1980). En palabras de Eysenck (1990a):

Ella fue la persona más querida y se puede imaginar mis sentimientos cuando fracasaron nuestros esfuerzos por sacarla fuera de Alemania antes del comienzo de la guerra. Fue enviada a un campo de concentración y murió en algún momento entre 1941 y 1942.

Luego de graduarse en una escuela pública en Berlín, se rehusó a seguir la tradición familiar y convertirse en artista y, en contra de los deseos de sus padres, quiso estudiar ciencias. Intentó matricularse en la Facultad de Física de la Universidad de Berlín, pero se encontró con que solo podía hacerlo si se incorporaba a las SS de Hitler. Entonces supo que “emigrar era la única posibilidad” (Eysenck, 1990a). Se fue de Alemania en 1934. Una de las principales razones para abandonar su país fue que su vida corría peligro por ser simpatizante de la causa judía (Gibson, 1980). Eysenck (1982) escribe:

Para mí, Hitler y el nazismo eran una abominación, la libertad y la libre expresión una necesidad... Sabía que no había futuro para mí en mi infeliz tierra.

Primero fue a Dijon, en Francia, para estudiar literatura francesa, pero poco después emigró a Inglaterra (país que ya conocía, pues durante sus años escolares estuvo allí en diferentes ocasiones), decidiéndose por estudiar Física y Astronomía. Finalmente, casi por casualidad, estudió Psicología en el University College de la Universidad de Londres.2 Obtuvo su licenciatura con matrícula de honor en 1938 y el doctorado en Psicología en 1940 (sobre psicología de la estética).

El énfasis en lo psicométrico fue muy característico de la escuela de Londres, gracias a las importantes contribuciones de Francis Galton (1822-1911),3 Karl Pearson (1857-1939) y Charles Spearman4 (1863-1945), entre otros. Fue este último quien canalizó todas sus influencias sobre sus discípulos, entre ellos Cyril Burt (1833-1971) y el propio Eysenck. Burt sucedió a Spearman en el cargo de jefe de la escuela de Londres.

Siendo aún estudiante, y bajo la supervisión de Burt, Eysenck realizó una revisión de las pruebas de Louis Leon Thurstone (1938) correlacionando 56 pruebas diferentes. En este trabajo mostró la existencia de un factor general —equivalente al factor “g” de Spearman— que poseía una varianza total mayor que cualquiera de los factores primarios (identificados con cada una de las “habilidades primarias”) obtenidos con el método de análisis factorial múltiple que Thurstone había utilizado. Tal vez fuera este trabajo el que llevó a Burt a referirse a Eysenck como su “más brillante y prometedor estudiante” (Gibson, 1980).

Otra figura que influyó en la formación de Eysenck fue Aubrey Lewis (1900-1975), quien lo incorporó tempranamente (en 1942) en el Maudsley Hospital de Londres.5 En este hospital psiquiátrico, dedicado tanto a la investigación como al tratamiento y vinculado con la Universidad de Londres, Eysenck ejerció como psicólogo clínico y como investigador, y comenzó a formular su modelo de personalidad. Pasó allí más de medio siglo observando, investigando, analizando datos y estudiando. Más tarde, Lewis logró fundar allí mismo el Instituto de Psiquiatría donde Eysenck pasó a dirigir el Departamento de Psicología entre 1950 y 1955.

Terminada la guerra, Eysenck extendió su actividad a la enseñanza, primero como lecturer de Psicología en el Instituto de Psiquiatría del Maudsley Hospital y luego, como reader en Psicología en la Universidad de Londres. Entre 1955 y 1983 fue catedrático y profesor emérito de Psicología de esa misma universidad. También ejerció la docencia en Estados Unidos entre 1945 y 1950, y volvió en 1954.

Se casó dos veces. En 1938, luego de graduarse, contrajo matrimonio con la doctora en Matemáticas, Margaret D. Davis, y en 1944 nació su hijo Michael, con quien años más tarde escribió varios artículos y libros (en la actualidad Michael es profesor de Psicología en Inglaterra). Luego, en 1950, se casó con Sibyl Rostal, con quien tuvo tres hijos y una hija. Con su segunda esposa compartió gran parte de su carrera y publicó numerosos artículos (Carpintero, Sanchís y Tortosa, 1999).

Se retiró en 1983 y murió el 4 de septiembre de 1997, a los 81 años.  

Sus inquietudes iniciales, sus obras más importantes y sus ideas finales

Cuando Eysenck era aún estudiante, Burt le pidió su colaboración para realizar una revisión de las pruebas de capacidad mental de L. Thurstone (1938). A partir de los resultados obtenidos, Eysenck defendió la idea de un factor general de inteligencia y factores de grupos (tal como años previos hizo Spearman). Pero vio su trabajo alterado por las manipulaciones de Burt, surgiendo ahí el primer roce serio con su maestro, lo cual lo llevó a alejarse de aquél (Gibson, 1980).

Eysenck acababa de graduarse cuando se inició la Segunda Guerra Mundial, lo cual complicó su situación en Inglaterra creándole muchas dificultades para conseguir empleo. Por aquel entonces conoció a Alexander Herzberg, un psiquiatra alemán que reunía periódicamente a un grupo de psiquiatras psicoanalistas para debatir sobre diferentes temas terapéuticos. Allí se discutían tópicos como la duración de las terapias y la eficacia de las mismas. Fue entonces que Eysenck empezó a imaginar otras formas de terapia a partir de la teoría del aprendizaje (Carpintero, Sanchís y Tortosa, 1999).

Esta alternativa a las terapias dinámicas comenzó a cobrar forma concreta en un viaje que realizó entre 1949 y 1950 por Estados Unidos. Observó muy detenidamente la situación de la psicología clínica americana y comprobó que la misma estaba subordinada a la Psiquiatría, y que el psicoanálisis y las técnicas proyectivas dominaban el escenario. Al regresar de Estados Unidos, comenzó a enseñar en el Instituto de Psiquiatría y cuando pronunció su lección inaugural, reivindicó el estatus de la Psicología, lejos de toda subordinación a la Psiquiatría y postulando una relación de cooperación entre ambas disciplinas. Para él, el psicólogo clínico sería un investigador que habría de proporcionar al psiquiatra los fundamentos sobre los procesos mentales y el comportamiento patológico que preocupa a este último (Carpintero, Sanchís y Tortosa, 1999).

Los resultados de sus primeras investigaciones sobre eficacia terapéutica, lo conducirían a mantener un antagonismo con el psicoanálisis durante toda su vida. Eysenck sostenía que “recibir tratamiento psicoanalítico” era lo mismo que “no recibir ningún tratamiento”. Afirmaciones como esta hicieron que fuera visto como un “rebelde” e, incluso, que un profesor de Psiquiatría le gritara “traidor” durante una conferencia en la Sociedad Británica de Psicología, en Oxford (1952), en la cual manifestó sus dudas acerca de la eficacia de la psicoterapia psicoanalítica (Brand, 1997). El artículo The Effects of Psychotherapy: An Evaluation (1952b), que contiene claras críticas a las terapias psicodinámicas, fue una de las obras más difundidas y controvertidas de ese entonces. Otros textos en esta línea son:

1955- The Effets of Psychotherpy: A Reply. J. Abnorm. Soc. Psychol.
1959- Learning Theory and Behaviour Therapy. Journal of Mental Science
1960- The Effects of Psychotherapy. En Handbook of Abnormal Psychology: An Experimental Approach. Londres: Pitman.
1965a- Fact and Fiction in Psychology. Londres: Penguin.
1965b- The Causes and Cures of Neurosis (con Stanley Rachman), Londres: Routledge & Kegan Paul.

Paralelamente, promovió el desarrollo de lo que denominó “terapia de conducta”. Su propuesta fue resumida en el artículo ya mencionado: Learning Theory and Behavior Therapy de 1959 (J. Mental Science), el cual generó mucho rechazo entre la mayoría de sus colegas (entre ellos el propio Aubrey Lewis). Sin embargo, sus ideas estaban en completa sintonía con lo que sucedía en Sudáfrica (con Joseph Wolpe) y en Estados Unidos (con Skinner Burrhus F.) (Carpintero, Sanchís & Tortosa, 1999). Según Carpintero y Peiró (1981) se trata de uno de los casos de “descubrimiento múltiple” (en términos del sociólogo Robert K. Merton) que han tenido lugar en Psicología. Asimismo, a través de sus investigaciones en el Maudsley Hospital, notó y puso en evidencia los problemas de diagnóstico de la psiquiatría (Eysenck, 1952a):

... los sistemas de clasificación actualmente en uso (...) son prácticamente de escaso valor, teóricamente indefendibles e intrínsecamente contradictorios. (p. 6).

La psiquiatría ha elaborado un sistema de clasificación (...) que parece tener poco asidero en los estudios empíricos, basándose por entero en la intuición y en especulaciones infundadas. (p. 32).

El problema de la taxonomía no era para él un tema menor. Por ese entonces ya había trazado las primeras líneas de su modelo de personalidad, basándose en enfoques filosóficos (Empédocles, 450 a.C.; Hipócrates, 400 a.C.; Galeno, 129-199 a.C.), clasificaciones psiquiátricas (Ernst Kretschmer, 1921; William Sheldon, 1949) y algunos planteos psicológicos (Wilhelm Wundt, 1880; Carl Gustav Jung, 1921; Ivan Petrovich Pavlov, 1972) (citados en Pelechano-Barberá, 2000). En primer lugar, realizó su primer intento por describir minuciosamente las dimensiones básicas de la personalidad, siempre con especial cuidado en los aspectos relativos a la medición de parámetros de estas dimensiones. Pero, tal como él afirmaba “Antes de poder medir, debemos saber qué es lo que queremos medir” (Eysenck, 1952a., p. 34).

La enorme discrepancia entre psiquiatras, aun en lo referente a las grandes categorías de clasificación de la época (neurosis, psicosis, normales y deficientes mentales), presentó uno de los primeros desafíos a revisar. Entonces, Eysenck se puso a pensar cómo resolver el problema taxonómico. A diferencia de lo planteado por los teóricos de entonces, sostuvo que no existe un continuo entre normalidad, neurosis y psicosis, sino que se necesitan dos dimensiones para representar adecuadamente estos tres grupos (estas dos dimensiones eran para él neuroticismo y psicoticismo).

Más allá de la propuesta teórica con que intentó resolver el problema de clasificación de estos tres grupos, interesa destacar aquí la importancia que otorgaba a la descripción y clasificación, previo a toda medición, para luego alcanzar lo que fue su más ferviente empresa: el estudio científico de la personalidad.

De hecho, con solo 31 años publicó una obra que alcanzó rápida difusión por la relevancia de su contenido: Dimensions of Personality (Londres: Routledge & Kegan Paul). En este libro de 1947 se encuentran sus primeros esfuerzos por conseguir un sistema descriptivo parsimonioso de personalidad, resultado de su experiencia como psicólogo clínico y como investigador (estudió miles de sujetos normales y neuróticos). Por ejemplo, en una de sus investigaciones comparó un grupo de neuróticos (215 soldados separados del campo de batalla por problemas psiquiátricos) y un grupo control (207 soldados sin problemas psiquiátricos). Se obtuvieron 77 medidas de personalidad y se evaluó la capacidad de cada medida para discriminar cada grupo (solo 28 de éstas discriminaban). Luego, realizó un análisis factorial para determinar la contribución de cada elemento en la diferenciación de los grupos y logró aislar dos factores de personalidad: neuroticismo y extraversión.

Este libro fue recibido por la crítica como “uno de los más importantes trabajos psicológicos publicados en los últimos años” (The Listener), del que surge la necesidad de “re-examinar nuestras ideas”, de “re-escribir” en buena parte nuestros textos de psiquiatría (Brit. Medical Jnal.) (Bernstein, 1959).

Años más tarde (en 1952), publicó otra obra célebre, The Scientific Study of Personality (Londres: Routledge & Kegan Paul). Presentó allí una gran cantidad de evidencia empírica a favor de su modelo de personalidad, derivada de sus investigaciones llevadas a cabo en el Instituto de Psiquiatría (Maudsley Hospital) de la Universidad de Londres. Además de profundizar en las dimensiones neuroticismo y extraversión, agregó una tercera: psicoticismo. Ya entonces presentó su modelo organizado de forma jerárquica en cuatro niveles (idea que seguiría manteniendo en sus últimas publicaciones), desde los tipos de personalidad, pasando por los rasgos (que caracterizan a cada tipo) y las respuestas habituales hasta llegar, en este último nivel, a las respuestas específicas. En las primeras páginas de este libro (Eysenck, 1952a), afirma:

Nuestro objetivo sigue siendo el mismo, es decir, descubrir las principales dimensiones de la personalidad y definirlas operativamente, esto es, por medio de procedimientos estrictamente experimentales y cuantitativos.

En esta publicación, por medio del análisis factorial y análisis criterial, encontró apoyo a su hipótesis de continuidad entre normalidad y neurosis. Neuroticismo pasó a ser un continuo cuantitativo, es decir, una dimensión sobre la que pueden ubicarse las personas en función del grado alcanzado en dicha variable. Como es posible observar por la gran cantidad de trabajos, y por el impacto de los mismos en el mundo académico, esta ha sido su línea de investigación más prolífera y la que ocupó gran parte de su producción.

Para 1955, Eysenck había puesto en marcha, de modo completo, lo que sería el “programa de investigación” de su vida: el estudio del comportamiento humano teniendo como eje los rasgos de personalidad. ¿Por qué “programa”? Según él: “La indagación debe ser planteada como una disciplina integral centrada en un objetivo común (...) Solo de esta manera podrá aspirarse a evitar el estéril resultado que con tanta frecuencia caracteriza las investigaciones individuales a corto plazo” (1952a, p. 5).

Algunas otras obras de importancia sobre personalidad, son:

1969 - Personality Structure and Measurement. Londres: Routledge & Kegan Paul.
1970 - The Structure of Human Personality. London: Methuen.
1971 - On the Choice of Personality Tests for Research and Prediction. Journal of Behaviour Science, 1, 85-89.
1982a - Personality, Genetics and Behaviour. Nueva York: Praeger.
1985 - Personality and Individual Differences: A Natural Science Approach. Nueva York: Plenum.
1989 - Genes, Culture and Personality: An Empirical Approach. Nueva York: Academic Press.

Las controversias mantenidas con importantes psicólogos de la personalidad, tales como Raymond Cattell (Eysenck, 1972; 1990), Joy Paul Guilford, (Eysenck, 1977), Paul T. Costa y Robert McCrae (Eysenck, 1990; 1992), han dejado como saldo la superación de problemas y contribuciones concretas, ya que respondía a las críticas que le hacían conduciendo nuevas investigaciones.

1972- Primaries or second-Order Factors: A Critical Consideration of Cattell's 16PF Battery.
1991- Dimensions of Personality: 16, 5 or 3?
1992a- Four Ways Five Factors Are not Basic.
1992b- A Reply to Costa and McCrae: P, or A and C - the Role of Theory.

Eysenck no limitó su trabajo a la definición conceptual y operacional de variables, sino que desde los inicios se preocupó por identificar las bases biológicas (nivel explicativo) de la personalidad. De este modo, la operacionalización de su modelo teórico no se circunscribió a la sola construcción de pruebas psicométricas (como suele ocurrir en la mayoría de los modelos factoriales de personalidad), sino que incluyó pruebas psicofisiológicas (salivación, dilatación pupilar, reflejo parpebral, conductancia de la piel, respuesta verbales, respuesta de orientación), estudios en laboratorio (con humanos y otros animales), estudios longitudinales, transculturales y genéticos, todo lo cual constituyó el fundamento empírico de sus postulados teóricos (Eysenck, 1971; Eysenck, 1982; Eysenck y Eysenck, 1985; Eysenck, 1990b). Así, la posible crítica “la personalidad es aquello que miden las pruebas de personalidad”, que suelen realizar algunos teóricos al referirse a los modelos psicológicos de personalidad e inteligencia, no tiene asidero en el caso de su modelo.

Eysenck (1985) afirmaba:

... las variables de personalidad tienen una clara determinación genética, incluyen estructuras fisiológicas y hormonales concretas, y son contrastables por medio de procedimientos experimentales psicológicos y psicofisiológicos y tienen en mi opinión prioridad, en un sentido estrictamente científico, sobre las doctrinas o modelos teóricos que manejan conceptos altamente especulativos, ideales y filosóficos como sucede con las doctrinas psicodinámicas y similares.

Asimismo, sostenía que la existencia de diferencias psicológicas heredadas es un hecho que se puede contrastar empíricamente. No ahorró esfuerzos por contrastar esta hipótesis, incorporando en su Departamento de Psicología del Maudsley Hospital uno de los mejores grupos de investigación en genética de la conducta. En 1989 publicó su libro Genes, Culture and Personality: An Empirircal Approach (N.Y.: Academic Press) en el cual se exponen los resultados de numerosos estudios empíricos de herencia (Eysenck, 1990). Su preocupación por determinar la influencia de la herencia e identificar bases biológicas tanto para la inteligencia como la personalidad, ha quedado plasmada en otras obras:

1967- The Biological Basis of Personality.
1982- Personality, Genetics and Behavior.
1987- Personality Dimensions and Arousal (editado con Jan Strelau).
1990- Biological Dimensions of Personality. En L. A. Pervin. Handbook of Personality Theory and Research.

Otro de los grandes aportes de Eysenck se refiere a la serie de inventarios que construyó con el fin de evaluar las dimensiones de personalidad propuestas (Mayor y Pinillos, 1989). Los estudios de validez y confiabilidad que llevó a cabo siguieron los procedimientos que aún siguen siendo vigentes para la adaptación y validación de pruebas. Las publicaciones más destacadas referidas a sus instrumentos de medición fueron:

1964- Manual of the Eysenck Personality Inventory (con Sybil Eysenck).
1975- Manual of the Eysenck Personality Questionnaire (con Sybil Eysenck).
1985- A Revised Version of Psychoticism Scale (con Sybil Eysenck y Paul Barrett).

Las investigaciones en el área personalidad lo llevaron a incursionar en otras temáticas: inteligencia; creatividad; bases biológicas y genéticas del comportamiento; genes y cultura; conducta antisocial (criminalidad); personalidad y enfermedad cardiovascular; personalidad y cáncer; personalidad y

consumo de drogas; sexualidad y motivación.

La inteligencia y el cociente intelectual han sido áreas de investigación prioritarias para este autor. Siempre sostuvo la misma idea sobre la base de los resultados de sus estudios, y a partir de otros estudios realizados por renombrados teóricos de la inteligencia: existe un factor común que subyace al resto de las habilidades mentales (factor “g”) y factores específicos (factor “e”) que hacen que cada habilidad sea diferente del resto. Posiblemente, uno de los debates más famosos de Eysenck fue el que mantuvo con Leon Kamin (1981). Ambos autores prepararon por separado sus escritos y, una vez terminados, fueron enviados al contrincante para que pudiese elaborar una réplica; los resultados de esta disputa se publicaron en The Battle for the Mind (1981) (Colom Marañón, 1999).

Eysenck fue duramente criticado cuando expuso sus ideas sobre inteligencia y genética en su Race, Intelligence and Education (1971). En esta obra intentó defender la tesis que su alumno Arthur Jensen propuso en su monografía, según la cual las persistentes diferencias grupales de rendimiento en las pruebas de inteligencia entre blancos y negros, podían ser interpretadas considerando la acción conjunta de factores genéticos y ambientales (Colom Marañón, 1999). La monografía de Jensen cayó en manos de la prensa y, manipulando los contenidos de la misma, inducía a creer que Jensen atribuía la desventaja a factores genéticos. Sin embargo, esta era exactamente la idea opuesta de Jensen, quien incluso afirmaba que “el hecho de que los negros y mexicanos estén desproporcionadamente representados en las zonas más bajas (...) no se puede interpretar como evidencia de un potencial genético pobre (...) parece una hipótesis razonable que el CI medio más bajo se debe a factores ambientales y no genéticos (Cronbach, 1975; citado en Colom Marañón, 1999).

En una conferencia sobre CI y EEG que dio en la Escuela de Económicas de Londres, un grupo de jóvenes lo agredió al terminar la misma. También son famosas las pintadas que le dedicaban en las paredes de los edificios de la Universidad de Londres, pidiendo su expulsión o descalificándolo por sus actitudes sociopolíticas (Colom Marañón, 1999).

1971- Race, Intelligence and Education.
1973- The measurement of Intelligence.
1979- The Structure of Intelligence.
1981- The Battle for the Mind (con L. Kamin).
1982c- A Model for Intelligence (ed.).

Sus últimos trabajos los dedicó al tema de la creatividad, volviendo de alguna manera a su pasión inicial: la psicología de la estética (tema de su tesis de doctorado) y el arte. En 1995 planteó un modelo causal para la creatividad y sostuvo que la biología tiene un papel importante en la determinación de este fenómeno.

Pionero en trabajos que relacionaban características de personalidad y problemas de salud (cáncer, trastorno cardiovascular, tabaquismo), es considerado actualmente uno de los más valiosos contribuyentes al desarrollo de la psicología de la salud (Seoane, 1997).

Otra de las temáticas abordadas extensamente por este autor se refiere a los motivos de la conducta criminal. En su modelo de criminalidad (Eysenck, 1977) existen las explicaciones biológicas, pero el núcleo y eje del mismo es el papel de uno o varios rasgos de personalidad en combinación con procesos de aprendizaje (socialización) o eventos situacionales (estresores ambientales).

Eysenck estaba interesado en una variedad de temas poco convencionales y dedicó un buen número de publicaciones a: sugestionabilidad, grafología, estética, hipnosis (se formó extensivamente en hipnosis durante los años de guerra), actitudes sociales y políticas, motivación, entre otros.

1983- The Roots of Creativity: Cognitive Ability or Personality Trait?
1993 – Personality and the Barron-Welsh Scale (con A. Furnham).

Eysenck en nuestro medio

En Argentina la situación de la psicología de la personalidad no ha cambiado mucho respecto de lo que ocurría en Inglaterra, y en el mundo en general, hace 50 años. Falta un uso más intensivo del método hipotético-deductivo, mejores mediciones, más investigación básica, experimentos cruciales, investigación ontogenética y formación en biología de la personalidad. Asimismo, coexisten múltiples paradigmas de personalidad. Si bien la proliferación de teorías puede aportar una oferta interesante de desarrollos conceptuales, la misma retrasa la posibilidad de alcanzar un paradigma coherente e integrador.

Por otra parte, el avance en el estudio científico de cualquier fenómeno se halla íntimamente ligado al progreso en los aparatos o instrumentos de medición. En este sentido, debemos afirmar que la dificultad no es entonces solo conceptual, sino también instrumental, ya que las adaptaciones y validaciones, salvo raras excepciones, son pobres y adolecen de una serie de evidentes dificultades en términos de validez y confiabilidad.

Los inventarios de Eysenck más conocidos y utilizados en nuestro contexto son:

  • Inventario de personalidad de Eysenck (EPI, Eysenck y Eysenck, 1964; adaptación española: Eysenck y Eysenck, 1987).
  • Cuestionario de personalidad de Eysenck (EPQ, Eysenck y Eysenck, 1975; adaptación española: Eysenck y Eysenck, 1986; adaptación argentina: Casullo, 1991).
  • Cuestionario de Personalidad de Eysenck versión abreviada (EPQ-A; Eysenck y Eysenck, 1975; adaptación argentina: Leibovich, 1991, inédito).
  • Las normas nacionales se han obtenido sólo para el EPI y EPQ, con base en una muestra de 4.000 adultos, aproximadamente (Omar, 1988), pero aún carecemos de baremos para la última versión de los inventarios Eysenck (EPQ-R). Asimismo, sólo unos pocos trabajos (Omar, 1999, 1997) se han dedicado a indagar la validez de constructo y confiabilidad de los inventarios.

    En 1985 los Eysenck, junto a Paul Barrett, publicaron una versión revisada del EPQ (EPQ-R), cuya adaptación española fue realizada en 2001 por Ortet i Fabregat, Ibáñez Ribes, Moro Ipola y Silva Moreno. La adaptación y validación del EPQ-R para el Área Metropolitana Bonaerense (Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense) se está llevando a cabo actualmente en la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (Schmidt, Casella, Firpo, De Costa Olivan y Vion, 2005), con base en la versión editada en California (1994).

    Consultando distintas fuentes de información,6 se ha indagado el lugar que ocupan las ideas de Eysenck en nuestra formación de grado y posgrado. En la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, en la cátedra de Metodología de la Investigación, de la profesora titular María del Rosario Lores Arnaiz, se incorporó al programa un fragmento del libro Usted y la neurosis de H. Eysenck (p. 96-116). Ambas cátedras de Psicometría (Teoría y Técnica de Exploración y Diagnóstico Psicológico, Módulo I), de la misma facultad, incluyen alguna referencia a Eysenck y sus pruebas. También en la cátedra de Psicoterapias, del profesor titular Eduardo Keegan se menciona alguna contribución de este autor. Pero ningún programa de estas últimas asignaturas contiene bibliografía específica de Eysenck. Las profesoras María del Rosario Lores Arnaiz y Alba Mustaca son quienes más han contribuido a la difusión sistemática de su vida y obra en la mencionada facultad.

    En la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de San Luis, el programa de la asignatura Teorías Cognitivas e Integrativas, correspondiente al ciclo de formación general de la Licenciatura en Psicología (plan 04/96 CDH, año 3, período 2c), contiene como bibliografía básica de cursada un libro de Eysenck (Las dimensiones de la personalidad. Buenos Aires: Paidós, 1993). La profesora Claribel Morales de Barbenza ha contribuido notablemente a la difusión de la obra de este autor, tanto en el grado como en el posgrado, dirigiendo planes de investigación sobre personalidad y temas relacionados.

    En la Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, la profesora Alicia Omar ha incorporado el modelo e instrumentos de Eysenck en la mayoría de los trabajos de investigación llevados a cabo en su larga trayectoria académica, contribuyendo a la difusión de sus planteos a través de numerosas publicaciones (Omar y Uribe Delgado, 2005; Omar, 2002; Omar, Uribe Delgado y Paris, 1999; Omar y Uribe Delgado, 1998; Omar, 1997; Omar, 1988).

    En la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, el modelo de personalidad de Eysenck y sus instrumentos de medición han sido utilizados en algunas tesis de maestría y de doctorado (por ejemplo, se ha indagado la asociación entre lateralidad y rasgos de personalidad, María Claudia Brusasca, 2006), pero no se ha hallado bibliografía de Eysenck en los programas revisados.

    Esta situación es similar a la que se encuentra en la mayoría de las universidades nacionales: no se ha incorporado bibliografía específica de Eysenck en los programas de grado o posgrado.

    Asimismo, se ha encontrado un reducido número de trabajos de investigadores argentinos dedicados a la temática de la personalidad desde el modelo de Eysenck, o a indagar aspectos psicométricos de los inventarios Eysenck. En la asignatura Metodología de la Investigación, de la profesora titular Lores Arnaiz, se desarrollan diferentes líneas de investigación utilizando el modelo psicobiológico de Eysenck. La profesora Omar ha indagado diferentes aspectos del modelo y de los instrumentos (obras ya citadas), y la profesora Schmidt, en sus proyectos de investigación sobre factores de riesgo y protectores de abuso de alcohol, incorpora el modelo y el inventario EPQ-R.

    En las Memorias de las Jornadas de Investigación de la Facultad de Psicología de la UBA, de 2004, aparecen dos trabajos, y en las Memorias de las Jornadas de Investigación, del año previo, un solo trabajo, en el cual se utilizó el modelo o se indagaron propiedades de los inventarios Eysenck. En la biblioteca y hemeroteca de la Facultad de Psicología de la UBA aparecen unos pocos trabajos de investigación (Gonzalo De la Casa, 1997; Chico, 2000).

    En la biblioteca y hemeroteca de la Universidad Nacional de San Luis, se han encontrado algunos artículos o proyectos que contienen alguna referencia al modelo de Eysenck (página web: http://bvs.sld.cu/revistas/san/vol2_4_98/san04498.pdf), y se destacan algunas publicaciones de investigadores argentinos (Morales de Barbenza, 2001; 2005; Morales de Barbenza y Muñoz, 1999).   En algunas asignaturas, y en cursos de posgrado de otras universidades nacionales del país, posiblemente se mencionen los aportes de Eysenck, pero pareciera no existir en nuestro medio una formación sostenida que permita una transmisión rigurosa y sistemática de sus ideas.

    Es probable que el crecimiento de una Psicología científica en nuestro medio (que incorpore tratamientos con base empírica, análisis experimental del comportamiento, investigación psicológica aplicada rigurosa) (Mustaca, 2006) genere paulatinamente un mayor interés por las ideas de Eysenck. Por el momento, debemos admitir que la formación en la teoría de personalidad de este autor está lejos de ocupar el lugar que debería, y la difusión de su obra depende de esfuerzos individuales por parte de unos pocos investigadores de la región.

    Reflexiones finales

    Eysenck ha sido uno de los investigadores más prolíficos en Psicología, con unos 75 libros y unos 700 artículos. Contribuyó de manera crucial al progreso de nuestra disciplina. Fue considerado por muchos un rebelde y él mismo se consideró de esa manera. De hecho, una de sus últimas obras fue su autobiografía Rebelde con causa (1990a). En las propias palabras de Eysenck (1982):

    Desde los días de oposición al nazismo desde mi temprana juventud, pasando por mi oposición al freudianismo y las técnicas proyectivas, hasta mi afinidad por la terapia conductual y los estudios genéticos (...) he estado usualmente en contra del establishment y en favor de los rebeldes (...), yo prefiero pensar que en estos temas la mayoría estaba equivocado y yo tenía razón.

    Muchas de sus ideas, tan resistidas y debatidas, siguen siendo hoy motivo de controversias inagotables, pero su legado no se circunscribe al aporte teórico, instrumental y empírico en algún terreno específico de nuestra disciplina, sino que dejó sentadas las bases para el estudio científico del comportamiento humano.

    En sus investigaciones se evidencia que la integración de lo que Cronbach llama las “dos psicologías” (la correlacional y la experimental) no solo es posible, sino también necesaria, y dio tanta importancia a la psicología clínica como a la experimental, y a la psicología de la normalidad como a la psicopatología.

    Eysenck es reconocido no solo por sus estudios y su rigurosa forma de trabajo. Entre sus muchos aportes a la Psicología se encuentran los siguientes: fundó el primer programa de Psicología Clínica en Inglaterra; elaboró terapias de conducta para el tratamiento de enfermedades mentales como la neurosis, y desarrolló inventarios de personalidad que siguen estando entre los más utilizados en el mundo.

    En su departamento de Psicología incorporó grupos de investigación de Psicología Animal, Psicología Fisiológica y Genética de la Conducta. Según él, “ningún departamento podía ser tenido como completo sin estos elementos” (Eysenck, 1980; citado en Carpintero, Sanchos y Tortosa, 1999). En sus proyectos de investigación contaba con el apoyo del Maudsley Hospital y de la Universidad de Londres, y con un equipo de colaboradores muy destacados como R. Russell, A. E. Maxwell, I. Martin, M. Shapiro, Aubrey Yates, entre otros, que luego fueron conocidos investigadores.

    Ha tenido una importante influencia en renombrados investigadores contemporáneos, entre los que se destacan Jeffrey A. Gray, Marvin Zucker man, Gordon Claridge, Robert C. Cloninger. En España, su teoría e instrumentos son ampliamente utilizados y continúan, en todo el mundo, los esfuerzos para contrastar muchas de sus hipótesis.

    En un medio como el nuestro, en el cual las reflexiones teóricas resultan más atractivas que las contrastaciones empíricas, y no se privilegia el uso de instrumentos de medición válidos y confiables; es probable que la vida y obra de este psicólogo tenga mucho que enseñarnos.

    ¿Estaremos hoy dispuestos a revisar nuestras ideas y nuestras teorías? ¿Habremos aprendido que es mucho lo que se pierde en el dogmatismo, al aferrarse a una teoría en contra de los hechos? ¿Estaremos preparados en nuestro medio para avanzar en teorías psicológicas científicas? ¿Nos atreveremos a someter a riguroso análisis las teorías de personalidad que habitualmente utilizamos? Consideramos que indefectiblemente esto ocurrirá y brindará claras ventajas a nuestra disciplina.

    NOTAS AL PIE

    1. En sentido kuhniano, es decir, como acumulación de conocimientos dentro de una orientación global ampliamente aceptada.

    2. Como él mismo ha explicado, por problemas de elección de asignaturas no pudo estudiar Física. Entonces, decidió estudiar Psicología, disciplina que le presentaron como la más cercana a una carrera de ciencias (Carpintero, Sanchís y Tortosa, 1999).

    3. Francis Galton fue pionero en la medición de las diferencias individuales.

    4. Pearson y Spearman son bien conocidos por sus valiosas contribuciones metodológicas. Spearman, en 1904, enuncia por primera vez la idea de análisis factorial, que representó “un antes y un después” en los estudios psicológicos.

    5. Como este hospital había tenido que ser evacuado durante la guerra, funcionaba en el Mill Hill Emergency Hospital (esta circunstancia histórico-política hace que en algunos trabajos se hable de su incorporación temprana al Mill Hill Hospital y, en otros, al Maudsley hospital).

    6. La información consultada fue: Anuarios de Investigación, Facultad de Psicología, UBA; Memorias de las Jornadas de Investigación, Facultad de Psicología, UBA; Revista del Instituto de Investigaciones, Facultad de Psicología, UBA; programas actuales de las materias de la Licenciatura en Psicología de universidades nacionales del país; investigadores pertenecientes a la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento (vía correo electrónico).


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