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Avances en Psicología Latinoamericana

Print version ISSN 1794-4724On-line version ISSN 2145-4515

Av. Psicol. Latinoam. vol.29 no.2 Bogotá June/Dec. 2011

 


Apreciación del sentido del humor en estudiantes universitarios

Appreciation of humor sense in college students

Apreciação do sentido de humor em estudantes universitarios

MÓNICA REYES ROJAS*
GUSTAVO LARA RODRÍGUEZ**
ELSA CATALINA LIZCANO***

* La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse a Mónica Reyes Rojas. Profesora del programa de Psicología de la Universidad del Rosario, carrera 24 No. 63C-69, Bogotá, Colombia. Correo electrónico: monica.reyes@urosario.edu.co.Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia

**Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia
Profesor del programa de Psicología de la Universidad del Rosario. Correo electrónico: gustavo.lara@urosario.edu.co.

***Universidad del Rosario, Bogotá, Colombia
Profesora del programa de Psicología de la Universidad del Rosario. Correo electrónico: elsa.lizcano@urosario.edu.co.

Fecha de recepción: 13 de diciembre de 2010
Fecha de aceptación: 17 de agosto de 2011



Resumen

La apreciación del humor incluye varios procesos cognitivos y sociales. No se puede decir que dos comunidades se rían de los mismos chistes y que encuentren divertidos los mismos contenidos humorísticos. En este estudio se trabajaron las diferencias en la apreciación del sentido del humor en estudiantes universitarios y se hicieron comparaciones entre sexo y edad de los participantes. Para valorar la apreciación del sentido del humor se construyó un instrumento con 15 chistes escritos presentado a una muestra total de 81 estudiantes, divididos en tres grupos de edad. Los participantes debían valorar dos aspectos: la jocosidad y la dificultad de cada estímulo o viñeta humorística. Los chistes que demostraron diferencias significativas en jocosidad, es decir, que entre hombres y mujeres hubo diferencias en el grado de diversión del chiste, tienen una estructura particular marcada por un contenido descalificador hacia los hombres indicando, como lo señala la literatura sobre el tema, que los hombres se divierten más con el humor sexual y prefieren esta clase de chistes al igual que los chistes referidos a contenidos agresivos u hostiles, mientras que las mujeres se divierten más con las viñetas humorísticas cuando el hombre es la víctima y los rechazan más cuando la víctima es una mujer. En cuanto a la edad y la apreciación del humor, se pueden observar diferencias en el tipo de situaciones y contextos sociales valorados en los chistes, implicando relaciones entre los aspectos situacionales y humor.

Palabras clave: humor, chiste, apreciación, procesos cognitivos.



Abstract

Appreciation of humor includes several cognitive and social processes. None can say that two communities will laugh at the same jokes and find funny the same humorous content. This study worked differences in humor appreciation of university students and comparisons were made between sex and age of participants. To assess the appreciation of humor was built an instrument with 15 written jokes. This instrument was presented to a total sample of 81 students, divided into 3 groups of different age. Participants had to evaluate two aspects: the playfulness and the difficulty of each stimulus or humorous vignette. The jokes that showed significant differences in jocularity have a particular structure marked for a disqualifying content to men, indicating, as noted the literature, that men have more fun with sexual humor and prefers this kind ofjokes as well as content related to aggressive or hostile, while women have more fun with humorous vignettes when the man is the victim and reject more when the victim is a woman. In terms of age and the appreciation of humor, there are differences in the type of situations and social contexts valued in the jokes, involving relationship between situational and social aspects of humor.

Keywords: humor, Jokes, appreciation, cognitive processes.



Resumo

A apreciação do humor inclui vários processos cognitivos e sociais. Não é possível dizer que duas comunidades se riam das mesmas piadas e que encontrem divertidos os mesmos conteúdos humorísticos. Neste estudo se trabalharam as diferenças na apreciação do sentido do humor em estudantes universitários e se fizeram comparações entre gênero e idade dos participantes. Para avaliar a apreciação do sentido de humor construiu-se um instrumento com 15 piadas escritas, apresentado a uma amostra total de 81 estudantes, divididos em três grupos de idade. Os participantes deviam avaliar dois aspectos: a jocosidade e a dificuldade de cada estímulo ou ilustração humorística. As piadas que demonstraram diferenças significativas emjocosidade, é dizer, que entre homens e mulheres houve diferenças no grau de diversão da piada, têm uma estrutura particular marcada por um conteúdo desqualificador para os homens indicando, como o assinala a literatura sobre o tema, que os homens se divertem mais com o humor sexual e preferem esta classe de piadas, ao igual que as piadas referidas a conteúdos agressivos ou hostis, enquanto que as mulheres se divertem mais com as ilustrações humorísticas quando o homem é a vítima e os recusam mais quando a vítima é a mulher. Em quanto à idade e à apreciação do humor, podem se observar diferenças no tipo de situações e contextos sociais valorados nas piadas, implicando relações entre os aspectos situacionais e humor.

Palavras chave: humor, piada, apreciação, processos cognitivos.


Introducción

El sentido del humor y su efecto sobre la salud ha sido ampliamente estudiado. Se conocen los efectos de la risa en la salud física y mental y las implicaciones del humor en una variedad de funciones sociales (Capps, 2006; Erickson & Feldstein, 2007; Martin, 2001). A pesar de ser un rasgo humano universal, el sentido del humor tiene un carácter bastante idiosincrático y está mediado por un amplio conjunto de factores culturales. No se puede decir que dos comunidades se rían de los mismos temas y de la misma forma. "Coger el chiste" y divertirse con él tienen implícita la interpretación de su contenido, por lo que sus niveles de dificultad y estructura pueden influir en su comprensión.

El sentido del humor se expresa a través de una gran variedad de formas, cada una de las cuales demanda habilidades específicas de interpretación. Particularmente, el chiste es el principal recurso en la categoría verbal, aunque bajo el mismo rótulo se cobijan ciertos actos que junto a las caricaturas y el gesto se presentan como modalidades no verbales. Semánticamente se incluye una gran diversidad de situaciones tal como se evidencia en los significados para joke y chiste, según diversos diccionarios de la lengua inglesa y castellana respectivamente. Por ejemplo, la versión online de dictionary.com presenta lo siguiente: "something said or done to provoke laughter or cause amusement, as a witticism, a short and amusing anecdote, or a prankish act. Something that is amusing or ridiculous, especially because of being ludicrously inadequate or a sham; a thing, situation, or person laughed at rather than taken seriously; farce". La Real Academia de la Lengua Española, RAE, define el chiste como "dicho u ocurrencia aguda y graciosa. Dicho o historieta muy breve que contiene un juego verbal o conceptual capaz de mover a risa. Muchas veces se presenta ilustrado por un dibujo, y puede consistir solo en este. Suceso gracioso y festivo". Por otra parte el diccionario de sinónimos Espasa-Calpe presenta para la entrada chiste, entre otros, broma, burla, ocurrencia, chanza, gracia, agudeza, ingeniosidad, sutileza.

En su conjunto, las diversas definiciones nos presentan elementos vinculados a lo cognoscitivo, lo creativo y lo relacional social, señalando dimensiones individuales y colectivas. En la cotidianidad vivimos el profundo valor de adaptación o rechazo que puede vincularse al fenómeno humorístico en personas y en grupos. Por otra parte, la evidencia lingüística nos muestra un terreno complejo y diverso que puede estudiarse desde perspectivas de producción-creación tanto como de apreciación, interpretación y valoración, aplicables al hecho humorístico (Martin, 2007). El presente estudio se enfoca en este segundo aspecto.

La valoración del humor a través de chistes incluye varios procesos cognitivos como la comprensión de su contenido y su apreciación (Carretero-Dios & Ruch, 2010; Cunningham & Derks, 2005; Hell & Ruch, 1985; Ruch, Kohler & Thriel, 1996; Thorson & Powell, 1993, 1991). El nivel de comprensión se define como la facilidad o no de "coger" un chiste, que puede variar de individuo a individuo, mientras que la apreciación es la forma como cada persona piensa sobre un chiste y las situaciones humorísticas. Al reírse, la persona revela sus actitudes y creencias sobre el contenido de esa viñeta humorística y, de manera indirecta, refleja sus valores personales y socioculturales. A partir de lo anterior, autores como Martin (2001, 2008) reconocen la importancia de la función social del humor en la comunicación interpersonal poniendo en evidencia cómo la comunidad que rodea al chiste, los aspectos culturales involucrados, la empatía de los oyentes con el que cuenta el chiste, son algunos de los factores que pueden incidir en la apreciación del humor.

La complejidad de los chistes, evaluada en este estudio como dificultad del chiste, está relacionada con los aspectos cognitivos del humor. Al leer un chiste se activan en el lector simultáneamente dos esquemas diferentes para entenderlo. Lo que sucede por lo general en el chiste es que inicia con un marco de interpretación y después se activa, súbitamente, una interpretación que resulta contradictoria. El humor se produce cuando se presenta una incongruencia entre estos dos esquemas. Esta incongruencia es entendida como la información entre dos marcos de referencia conscientes pero normalmente incompatibles o disparatados (Apter, 1982; Carretero-Dios & Ruch, 2010; Martin, 2008).

Desde esta perspectiva, las personas valorarán los chistes como difíciles, dependiendo de su tolerancia a la incongruencia. Esta incongruencia puede expresarse de dos maneras en una viñeta humorística. La primera forma de expresión es cuando el chiste plantea elementos de incertidumbre que al final se resuelven en su totalidad y la segunda expresión son las propias del humor sin sentido, caracterizado por la presencia de incongruencias no resueltas totalmente. Este planteamiento se ocupa de los esquemas en oposición pero nada nos dice acerca de la complejidad de estos esquemas, dejando de lado el nivel de competencia de comprensión semántica y pragmática que el chiste demanda en sus oyentes. En este sentido se demuestra poco sensible para el estudio de la correlación de los chistes con los niveles de interpretación que pueden procesar los oyentes.

En el campo de la apreciación del sentido del humor, las investigaciones de Ruch y Hehl son pioneras en trabajar sus dimensiones a partir del 3 WD (3 Witz-Dimensionen) Humor Test (Carretero-Dios & Ruch, 2010; Ruch, 2007, 1995, 1992; Ruch & Hehl, 1998). La propuesta incluye tres dimensiones de evaluación del humor: incongruencia - resolución (ING-RES) y sin sentido (SINS) fueron reconocidos por Ruch como factores cognitivos y estructurales del humor. La tercera dimensión o factor, el humor sexual, se ocupa del contenido, y recoge tanto chistes de incongruencia - resolución, como chistes sin sentido, que tengan un contenido común de carácter sexual.

Con los trabajos de Ruch se formalizan las categorías incongruencia - resolución y humor sin sentido. Este autor postula que los sujetos que manifiestan mayor preferencia por el humor complejo (en este caso, que puntuarían los chistes como difíciles), tendrían una tendencia menor a divertirse con los chistes con incongruencia resuelta. La relación contraria no indicaría, necesariamente, que serían más fáciles los chistes con incongruencia no resuelta, sino que la tendencia personal a preferir los chistes sin sentido (con incongruencia no resuelta) puede llevar a una persona a divertirse más con estos chistes que con otros que plantean elementos ambiguos e inciertos.

A partir de estos elementos, el objetivo de esta investigación consistió en evaluar la apreciación de chistes o viñetas humorísticas, en un instrumento construido por los estudiantes del semillero de Psicología Positiva de la Universidad del Rosario, dentro del proyecto Evaluación de Recursos Positivos. El instrumento se construyó en el segundo semestre de 2009 y se aplicó en su versión final en el primer semestre de 2010. Esta prueba evaluó la apreciación del humor en dos categorías: Jocosidad y Dificultad.

Método

Se utilizó un diseño transversal en el que se consideraron tres grupos de edad: el grupo 1 integrado por 44 personas entre los 17 y 20 años, 14 hombres y 30 mujeres. El grupo 2 incluía 20 personas entre los 21 y 24 años, 5 eran hombres y 15 mujeres, y el grupo 3, de 17 personas entre 25 y 28 años, 10 eran hombres y 7 eran mujeres. Se les solicitó a los sujetos calificar chistes o viñetas humorísticas teniendo en cuenta dos dimensiones: la jocosidad y la dificultad. En el análisis se reconocieron las diferencias en esta apreciación a nivel de género y edad.

En la literatura científica se evidencian diferencias en la apreciación vinculadas a género y edad, especialmente en la relación género-contenido sexual (Lampert & Ervin-Tripp, 1998, 2006) y género-apreciación de la crueldad (Herzog & Anderson, 2000; Herzog & Karafa, 1998; Oppliger & Zillmann, 1997). En cuanto a la relación de la edad con el humor, se ha encontrado que a medida que la edad aumenta y las personas se hacen mayores, tienden a expresar menos la risa y la diversión.

Instrumentos

De una colección de chistes se escogieron 15 que recibieron los puntajes más altos en una prueba piloto. Los participantes debían evaluar dos aspectos: la jocosidad y la dificultad. Los dos aspectos se evaluaron de 1 a 5, siendo, para el caso de jocosidad, 1 un chiste muy malo y 5 un chiste considerado muy bueno. En el aspecto de dificultad, 1 significaba muy fácil y 5 muy difícil. Los pasos que se siguieron en la construcción final de la prueba fueron los siguientes:

  1. Obtención de las viñetas humorísticas: para generar la escala se acudió primero a la construcción de una base de datos de chistes, a través de diversas fuentes: correos electrónicos, libros de chistes, páginas web, entre otras, con un total de 43 chistes.

  2. Prueba piloto: a un grupo de 15 estudiantes entre voluntarios seleccionados al azar, se les entregó individualmente un folleto con los chistes escogidos de la base de datos. Cada estudiante evalúo en forma independiente la jocosidad percibida para cada uno de los chistes utilizando una escala de 1 a 5, donde 1 correspondía a un chiste muy malo y 5 a uno muy bueno. Se eliminaron aquellos calificados con menos de 2.0 puntos por 80% de los estudiantes que evaluaron toda la base de datos. De la base general quedaron solo 15 chistes.

  3. Construcción final de la prueba: la prueba constaba de 15 viñetas o chistes escritos, y estaba compuesta por aquellos considerados moderadamente buenos o muy buenos en la prueba piloto. Incluían chistes de incongruencia resuelta y no resuelta, y puntuados como jocosos. Los estudiantes debían leerlos en un cuadernillo y apreciar las dos dimensiones consideradas: jocosidad y dificultad. No se especificaron límites de tiempo para dar la respuesta a cada chiste.

Población

Estudiantes universitarios con edades entre los 17 y los 28 años.

Muestra

La muestra incluyó 81 jóvenes, hombres y mujeres universitarios con edades comprendidas entre los 17 y 28 años de edad. La muestra se seleccionó con un muestreo intencional y se invitó a los estudiantes a participar voluntariamente. De estos 81 jóvenes, 52 eran mujeres y 29 eran hombres.

Procedimiento

A partir de la prueba piloto se eligieron de la base inicial de chistes aquellos que fueran considerados por los evaluadores como buenos o muy buenos. En un segundo momento se aplicó la prueba a 81 participantes y se analizaron las diferencias en la apreciación según el género y la edad.

Resultados

Para valorar los resultados se trabajó con dos tipos de análisis: análisis de género y análisis por rangos de edad. En el análisis se aplicó a la muestra el estadístico de Mann-Withney con un error estándar de medida de 0.05. En la tabla 1 se resumen los resultados significativos por género para la dimensión de jocosidad y dificultad. Como lo señala la tabla, se encontró significancia en jocosidad para los chistes 7 y 11 y en dificultad para el chiste 13.

En la tabla 2 se detallan los chistes con diferencias de género, encontrando que para el chiste 7 los hombres lo consideraron en su mayoría entre malo y muy malo, mientras que las mujeres lo catalogaron entre bueno y muy bueno. En el caso del chiste 11, para los hombres fue entre neutro y bueno, mientras que las mujeres lo calificaron entre bueno y muy bueno. En esta misma tabla queda claro que el chiste 13 fue considerado por los hombres como muy fácil, y para las mujeres también fue muy fácil en un porcentaje mayor.

En la tabla 3 se puede distinguir la relación entre la apreciación del sentido del humor y la edad. En este caso, como se mencionó en el apartado de sujetos, la muestra se dividió en tres rangos de edad: el rango 1 incluía sujetos entre los 17 y los 20 años, el rango 2 entre los 21 y los 24 años y el rango 3 entre los 25 y los 28 años. La tabla muestra que para las dimensiones de jocosidad y dificultad, los chistes que demostraron diferencias significativas para jocosidad fueron los números 1, 3, 8 y 13 y para dificultad el chiste 14.

En la tabla 4 se evidencian las diferencias en los chistes por rangos de edad. El chiste 1 fue considerado por todos los grupos como muy malo, pero la valoración del grupo de 25 a 28 años fue marcadamente mayor.

El chiste 3 fue calificado por los grupos 1 y 3 como muy malo y malo, en contraste con el grupo 2 que lo evaluó como neutro y bueno. El chiste 8 fue catalogado por los grupos 1 y 2 como bueno y muy bueno, mientras que para el grupo 3 la tendencia es a marcarlo más como bueno que como muy bueno.

El chiste 8 fue evaluado por los grupos como entre bueno y muy bueno, pero para el grupo 1 el puntaje de bueno es más alto que para los grupos 2 y 3, resultando una diferencia marcada entre el puntaje del grupo 1 (47%) y el del grupo 3 (30%).

El chiste 13 fue valorado por los grupos como entre bueno y muy bueno, sin embargo, es notoria la diferencia entre el grupo 2 y los otros grupos ya que para este grupo la calificación entre bueno y muy bueno ocupa el 80%, mientras que para el grupo 3 se agrupan en 45% las dimensiones de bueno y muy bueno.

La dificultad del chiste 14 mantiene diferencias entre los grupos 1 y 3. Para el grupo 1 la cifra entre fácil y muy fácil es de 81%, mientras que para el grupo 3 la concentración del puntaje está entre fácil y ni muy fácil ni muy difícil con 84% de la valoración.

Discusión

Diversos estudios han evidenciado diferencias significativas en la apreciación de viñetas humorísticas en relación con el género y la edad. En una investigación que trabajó la relación del género con el humor sexual (Lampert & Ervin-Tripp, 1998, 2006) se observó que los hombres se divierten más con el humor sexual y prefieren esta clase de chistes, al igual que los referidos a contenidos agresivos u hostiles, mientras que las mujeres se divierten más con las viñetas humorísticas cuando el hombre es la víctima y los rechazan más cuando la víctima es una mujer (Herzog, 1999; Herzog & Karafa, 1998; Oppliger & Zillmann, 1997). Herzog y Anderson (2000) encontraron que la relación entre apreciación y crueldad en un chiste se comporta como una U invertida, en el caso de los hombres y de las mujeres. Ellos atribuyen estas diferencias de género a la poca tolerancia de las mujeres hacia la agresión.

En cuanto a la relación de la edad con el humor, se ha encontrado que a medida que la edad aumenta y las personas se hacen mayores, tienden a expresar menos la risa y la diversión, a incorporar menos humor en su vida, y tienen una probabilidad más baja de notar el humor en el ambiente (Svebak, 1974; Svebak, Romundstad & Holmen, 2010).

Los chistes que demostraron diferencias significativas en jocosidad, es decir, que entre hombres y mujeres hubo diferencias en el grado de diversión del chiste, tienen una estructura particular marcada por un contenido descalificador hacia los hombres, lo que puede explicar la divergencia en la puntuación. Las diferencias encontradas entre hombres y mujeres en cuanto a la apreciación del humor señalan que lo importante es quién es la víctima y el género de quien califica la situación o el evento humorístico (Zilman, 1983) y también indican que la diversión depende de disposiciones actitudinales, ya que los hombres suelen encontrar mayor diversión en estímulos que favorecen a los hombres y critican a las mujeres, y viceversa. Aunque en los hombres se cumple esta predicción, en el caso de las mujeres no, lo que puede explicarse por el lugar en la jerarquía social de la mujer. En la medida en que la mujer esté en un estatus social que le permita igualarse al del hombre, las diferencias de sexo deben inclinarse a cumplir las predicciones anteriores. Ya que además de la relación víctima - receptor las diferencias están marcadas por el género de la víctima y el contenido. Para el caso de los estímulos de contenido hostil, tanto hombres como mujeres se divertían más cuando la víctima era del sexo opuesto y las mujeres se divertían menos con el humor de contenido sexual y si la víctima era una mujer. Los resultados en este caso, confirman lo planteado por Mundorf et al. (1988). Las mujeres se divirtieron más cuando la víctima era un hombre y el contenido era hostil.

En el caso de la dificultad, el chiste 13 fue valorado como más fácil por las mujeres, nuevamente debido a que su contenido (factor estructural) hablaba del caso de una profesora de preescolar y su edad, y este rol es mucho más entendible para el caso de las mujeres ya que se trata de un rol generalmente femenino, lo que puede explicar por qué las mujeres lo consideraron más fácil que los hombres, quienes se sienten más lejanos de este rol.

Lo anterior tiene relación con las teorías del humor que lo explican como superioridad-denigración, situación en la cual la reputación social tiene un papel importante. Esta reputación marca lo que culturalmente es divertido y lo que no, en relación con el poder jerárquico de la persona que hace la broma. Las personas con un mayor rango social que hacen bromas sobre personas de rango inferior, corren un riesgo social menor, que si se burlan de personas con un rango superior. Esto, pasado a las diferencias de hombres y mujeres podría señalar (Lampert & Ervin-Tripp, 2006, 1998) que las mujeres por lo general ostentan un lugar inferior al del hombre, por lo que los hombres se sienten con menor inhibición a la hora de contar chistes sobre las mujeres y las mujeres se mostrarán más reacias hacia el humor o a bromear sobre los hombres, pero tanto hombres como mujeres se burlarían de los que tienen una jerarquía igual o inferior. En el caso del chiste 13, las mujeres lo encontraron más fácil porque se vincula con un rol ubicado en un estatus de igualdad para las mujeres, y el lugar que ocupa la maestra (protagonista del chiste) es entendido socialmente con un estatus social de igualdad para las mujeres y no para los hombres, quienes se sienten más alejados del estatus y rol social de la maestra de preescolar.

En conclusión, los resultados que revela esta investigación van en la misma línea de otras investigaciones, en el sentido de reiterar las diferencias entre hombres y mujeres, especialmente en los chistes de carácter sexual y humor negro. La relación entre los contenidos y el momento generacional requiere estudios específicos. De todas formas, como lo menciona Carretero (2005), el material y la potencialidad de este para provocar una respuesta de humor son inconmensurables. Seleccionar un material para hacer un ejercicio de evaluación de viñetas humorísticas y categorizar estos chistes, sigue siendo una clasificación particular de los investigadores y precisa de la evaluación y el cruce de diferentes hallazgos para poder entregar una muestra concluyente de resultados en la vía de generar aportes a la evaluación del sentido del humor.


Referencias

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