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Co-herencia

Print version ISSN 1794-5887

Co-herencia vol.10 no.19 Medellín July/Dec. 2013

 

RESEÑAS ARTÍSTICAS

 

Ilusión científica del arte Conversación con Edwin Monsalve

 

 

Oscar Roldán-Alzate*

* Curador de arte, Museo de Arte Moderno de Medellín y Magíster en Ciencias Políticas, Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia. roldan.alzate@gmail.com

 

En un inicio el trabajo de Monsalve se valió del trampantojo1 como herramienta discursiva e interpretativa de la representación. Hoy su trabajo, aunque se mantiene en esta línea, ha superado la instancia de maestría técnica que genera admiración por parte del gran público, para ubicarse en un sistema productivo mucho más complejo, que parte del entendimiento, casi con vocación cientifista, de los materiales que usa, sus límites y orígenes. Así, la obra de Monsalve aunque se inscribe en una tendencia de prácticas contemporáneas –conocida por el amplio despliegue de alternativas formales y, sobre todo documentales– persiste en la búsqueda de un conocimiento singular de nuestro entorno mediante que podemos alcanzar a través del arte, pero esta vez no preocupado por cosas trascendentes como quizá lo hace la ciencia o la filosofía, se ocupa más bien de asuntos aparentemente superfluos, a los que debemos agradecer la poética de la vida.

 

Oscar Roldán-Alzate: ¿Cómo comenzó en el arte, que le atrajo de este mundo?

Edwin Monsalve: Hoy miro hacia atrás y puedo decir con total seguridad que siempre he tenido aptitudes artísticas, pero la decisión crucial de ver el arte como profesión y no como bellas artes –aclaro que en cuanto a lo técnico– sucedió en 2003. Ingresé a la Universidad de Antioquia a la carrera de Artes Plásticas con la firme intención de, luego de obtener un muy buen promedio, aplicar a la solicitud de cambio de programa a Medicina que toda la vida fue mi sueño y el de mis padres (hoy sé que no era mi verdadero sueño, jajajaja). Tenía aptitudes que me facilitarían tal propósito y lo logré en cuanto a los números pues obtuve los necesarios, pero cuando debía tramitar el traspaso había transcurrido el primer semestre de artes, y lo segundo y no menos importante, había entendido que las artes plásticas eran algo mucho más allá de la representación técnica que ya dominaba y definitivamente eso otro era una incógnita a la que quería darle respuesta. Allí fue donde entendí que las artes eran el fin y no la transición. Más bien creo se invirtieron los procesos y, en vez de utilizar la plástica al servicio de las ciencias, utilice las ciencias al servicio de las artes.

 

O.R.: ¿Qué intereses primeros continúan en su cabeza hoy?

E.M.: El equilibrio entre la técnica, el concepto y el proceso (aunque en los últimos proyectos la balanza se desplaza más hacia el concepto y el proceso). Omitir al sujeto como representación. La temporalidad, es decir, el tiempo de vida de la obra y lo que ocurre en el proceso. El significado de la materia y el interés por otras disciplinas de estudio, las científicas específicamente.

 

O.R.: En principio su trabajo consistía en apropiar el engaño, en un juego que inducía al error a quien lo contemplaba. Hoy, aunque permanecen algunas inquietudes en esta dirección, sus preguntas son mucho más complejas ¿podría hablarnos de esto?

E.M.: Lo describes muy bien. En principio el engaño era una tensión buscada y necesaria para mi proceso, pero últimamente me estoy cuestionando esto y, al hablar de últimamente, no me refiero a unas semanas o meses atrás, sino que he identificado en mi poca experiencia que mis proyectos se van concretando lentamente y en los que estoy trabajando ahora llevan planteados dos o quizás tres años. Entendiendo esto me he dado cuenta que se empiezan a volver más complejos y, no por capricho, hay procesos que necesito y desconozco, por lo cual trato de entenderlos y experimentarlos y ello todo se traduce a tiempo. Ahora bien todo ese proceso dejarlo o resumirlo al engaño de lo que es real y lo que no, me parece insuficiente y es así como siento que cada vez más me alejo de esos primeros intereses.

 

O.R.: El tiempo es quizá uno de los componentes fundamentales de su trabajo ¿cómo opera esta constante?

E.M.: Inicialmente fue intuitivo, luego fue recuerdo o memoria representada, lo cual no me satisfizo y después se volvió tiempo en sí mismo, es decir, no narro lo que fue ni puedo asegurar lo que será, pero sí lo que está sucediendo. Esto lo comprendí realizando lo que considero fue mi primera obra profesional y la que me enseñó todo (Metamorfosis 1). Lo que hoy se conoce es totalmente diferente a lo que plantee en un principio, pues tardé seis meses planeándola, investigando y documentado cada paso. Al final me di cuenta que si la culminaba como la había planteado sería una simple representación; en cambio puse a jugar los materiales y la imagen en favor del concepto y la reacción de los mismos enfrentados a otros procesos o usos incluso produciéndolos. Allí me di cuenta que todo sucedía en la experimentación y el proceso, más no en el resultado, y fue donde tomé la decisión de hacer visible el proceso, para el caso de Metamorfosis, desde el lienzo crudo hasta el dibujo terminado, los tres cuadrantes inferiores son los únicos que se conservan de la idea inicial y eso que no en la posición concebida originalmente.

 

O.R.: Una de las herramientas preferidas en su trabajo es el dibujo ¿qué aporte encuentra usted en este medio?

E.M.: Para mi hoy eso es claro en tanto que intento llevarlo al límite de la relación con otras técnicas, pero para ser sincero no siempre fue así. Antes, al igual que la temporalidad, se trató de algo intuitivo pero hoy es totalmente pensado el hecho de que los proyectos en los que trabajo actualmente están completamente concebidos desde el dibujo. Creo que el dibujo es la técnica por excelencia, lo veo como un diccionario que contiene en pocas palabras todas las historias posibles incluso aquellas que no se han escrito y la escritura ya es en sí misma dibujo. Hace unos días leí que hoy el dibujo es quizás la única conexión real, directa y tangible entre el artista y la obra en cuanto a idea, y estoy de acuerdo, porque del dibujo en adelante quizás sean necesarios procesos tan complejos e inciertos que se hace necesario que el artista en primera persona sea suprimido como ejecutor técnico y tome el papel de director.

 

***

Edwin Monsalve, Medellín 1984, cursó estudios de Artes Plásticas en la Universidad de Antioquia, en 2013 fue nominado y finalista en el premio Sara Modiano y ha participado de diferentes proyectos expositivos entre los que destacan: 2012-13 Naturaleza & Artificio, Galería de La Oficina y Nueveochenta, Medellín-Bogotá. 2011 Encuentro Internacional de Arte de Medellín, Museo de Antioquia, Medellín. Salón de Arte BBVA Nuevos Nombres del Banco de la Republica, Casa Republicana, Bogotá. 42 Salón Nacional de Artistas – Independientemente, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena. 2010 13 Salón Regional de Artistas – Región Centro Occidente, Estación Ferrocarril y Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, Armenia-Medellín. 2009 IV Salón de Arte Bidimensional, Fundación Gilberto Alzate Avendaño, Bogotá. Casa de Citas - gabinete de curiosidades múltiples, Museo de Antioquia, Medellín. 2007 Anonyme zeichner selection. Berlín. Actualmente vive y trabaja en Medellín.

www.behance.net/edwinmonsalve


 

Notas al pie

1 El trampantojo trata uno de los anhelos más buscados por los creadores de la pintura y el dibujo: el engaño al ojo o la suplantación de la realidad a través de la representación plástica.