SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.12 issue22From Reality to Fiction, from Literature to JournalismContra la alegoría: Hegemonía y disidencia en la literatura latinoamericana del siglo XIX, de Gustavo Faverón Patriau author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Co-herencia

Print version ISSN 1794-5887

Co-herencia vol.12 no.22 Medellín Jan./June 2015

 

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

 

 

Los adversarios de la ficción. Una defensa de la literatura, de Gregory Jusdanis*

 

Vicente Raga Rosaleny

Universidad de Antioquia–Instituto de Filosofía vicente.raga@udea.edu.co

 

En el Museo de Antioquia puede encontrarse una pintura de Fernando Botero justamente famosa bajo el título de "Exvoto" y con la que el artista había participado en la segunda Bienal de Arte de Coltejer de 1970. La obra, que en primera instancia parece insertarse en la tradición católica en la que se ofrece una obra artística en agradecimiento por un favor recibido por algún santo, muestra al propio Botero recibiendo una cantidad de dinero de una enorme Virgen con divino niño al brazo y puede decirse que salvo la culebra que rodea al autor en la pintura (que cabe entender como una ilustración de la expresión dialectal colombiana que remite al endeudamiento económico) nada de lo que aparece en ella es "verdadero". En la pintura se incluye un cartel donde el artista agradece el premio de la Bienal, que en realidad no ganó, y la cantidad de dinero que le entrega la Virgen corresponde al monto del premio que Botero no obtuvo con su pintura, con lo que ésta no habría podido eliminar las deudas del artista (pisar la culebra, como se refleja en la pintura). Por tanto, hasta el título y el sentido aparente de la obra, agradecer el favor recibido, se contradicen con lo que sucedió en la vida del autor y, sin embargo, pese a ser una ficción hay un sentido satírico y crítico, en relación con el concurso y con la tradición católica, en el que cabe decir que hay algo verdadero en la ficticia obra de Botero.

A esa tensión entre verdad y mentira, entre ficción y realidad, remite la obra Los adversarios de la ficción del teórico literario y profesor en el Departamento de Estudios Clásicos de la Ohio State University, Gregory Jusdanis. Se trata, en suma, de encontrar en esa antigua disputa que recorre toda obra artística una justificación actual, contemporánea, para el estudio y cultivo del arte, y en concreto el modo de re-conceptualizar la función social de la literatura (2014: 15).

Frente a las habituales acusaciones de esteticismo en el campo del arte, y contra la supuesta futilidad de la teoría literaria, oponiéndose a las críticas a la autonomía del arte y yendo más allá o bien de la celebración o bien del duelo por el posible fin del fenómeno artístico, el profesor Jusdanis propone, apelando a ese conflicto entre realidad y ficción antes mencionado, una nueva justificación del papel de la literatura y los estudios literarios en nuestras sociedades contemporáneas.

Para ello el autor retrocede al mundo clásico y parte de la noción de 'parábasis', tomada de la Comedia Antigua ateniense, en concreto de las obras de Aristófanes. La parábasis designaría aquella parte de la representación en la que los actores se quitaban las máscaras y se dirigían directamente al auditorio para criticar ácidamente a los políticos presentes entre el público así como las situaciones cotidianas de la polis ateniense. En ese sentido se mezclaban –sin confundirse– lo artístico, el espacio de simulación de la obra dramática, y el momento político, la crítica cívica, posible en su radicalidad por encuadrarse dentro de la ficción teatral (2014: 114-115).

Partiendo de este concepto nodal Jusdanis dilucida que la literatura se caracteriza precisamente por su potencial 'parabático', esto es, por su autonomía e independencia, al tiempo que por formar parte de la sociedad en tanto que práctica institucionalizada, y a esta compleja interrelación, vinculada a la mencionada tensión entre realidad y ficción, esencial para el arte, apunta la obra que reseñamos como un modo de articular el lugar del arte en la sociedad actual.

Y es que, si al menos desde Hegel se ha venido hablando de la muerte del arte (2014: 30), puede decirse que tal crítica ha estado ligada al surgimiento efectivo del arte como institución y a la preconización del colapso de tal autonomía. Pero, si bien es cierto que tal autonomía puede derivar, y lo ha hecho en diversos momentos, en esteticismo, esto es, en una suerte de hipertrofia de lo artístico que coloniza todos los ámbitos de la vida hasta confundirse o adueñarse de ésta, no es ésta la única opción posible para un arte que hoy en día no puede sino ser autónomo.

En realidad, el arte, y en concreto lo literario, es para el autor de Los adversarios de la ficción una suerte de frontera (2014: 95). Así, la razón de ser de la literatura consistiría en subrayar la diferencia entre vida y ficción, entendiendo que lo característico de esta última es su facultad para constituir un espacio de simulación. Siguiendo la estela del formalismo ruso (98), pero yendo más allá de éste, Jusdanis reivindica la capacidad de la literatura para extrañarnos frente a la realidad cotidiana, ampliando nuestra percepción, pero (frente al formalismo ruso) sin descuidar el lugar social de la función estética. En ese sentido, la literatura pone en escena la brecha existente entre lo real y lo ficticio, evitando así que se fusionen ambas como sucede en el esteticismo, al tiempo que cobra relevancia política, al permitir, mediante su potencial analógico, la concepción de maneras alternativas de vivir en sociedad y la formulación de críticas al statu quo.

En esa misma línea, y sin perder su espacio autónomo, su soberanía, obtenida con esfuerzo (según el autor, al menos de Kant hacia adelante [70]), lo artístico, el fenómeno literario, reivindica también su inserción y repercusión social (que estaría presente ya en la propia institucionalización y especialización funcional del espacio artístico-literario en la Modernidad, en su entrada en el mercado y su incorporación al currículo moderno). Así, como provocativamente nos indica el autor, sólo el arte autónomo puede ser un arte de resistencia y oposición (90), un arte político (aunque no lo sea con necesidad, de una manera inmediata y simplista).

En suma, mediante la compleja concepción del arte, y en concreto del fenómeno literario en términos de la mencionada parábasis, de la autonomía y a su vez de la dependencia social de lo artístico que pone en juego el profesor Jusdanis, le es posible a éste hacer frente a la pregunta por el fin de la literatura que se ha venido planteando en la actualidad, en los tiempos del hipertexto, lo que supone, también, una reformulación del tema clásico de la muerte del arte (158).

Haciendo hincapié en el malentendido en el que incurren los defensores del fin de la literatura impresa (que consiste en entender que la secuencialidad del texto en papel, frente a la libertad selectiva del hipertexto, es equivalente a la ausencia de libertad hermenéutica [173-174]), el autor sostiene que sería más correcto hablar de transiciones, del paso de una tecnología a otra, y no de la muerte del libro. En realidad, en la era digital continuará existiendo una dimensión narrativa y, por lo tanto, probablemente se conservará el potencial "parabático" de lo literario.

En un futuro inmediato, en esta época de transiciones, con toda probabilidad persistirá ese vaivén entre imaginación y realidad (181), ese destacar la frontera entre ambas que permite la simulación y que resulta irrenunciable en términos sociales y políticos desde el momento en que nos permite pensar de maneras alternativas, desde la "mentira" del arte, las realidades en que vivimos, igual que en el cuadro de Botero arriba descrito.

Vale destacar la importancia de esta obra en nuestro contexto, toda vez que, como lo señala el editor de la misma, el profesor Raúl Puello, es la primera traducción al español desde otra lengua que se publica en la Universidad de Cartagena (2014: 4). En este sentido los traductores, tanto el profesor Nayib Abdala, como yo mismo, podemos atestiguar lo arduo de la tarea pero también lo satisfactorio que resulta el poder ofrecer una versión al español de una obra de teoría literaria, pero con vocación interdisciplinar, tan sustantiva como el libro del profesor Gregory Jusdanis.


* Trad. Nayib Abdala y Vicente Raga. Cartagena de Indias: Editorial Universitaria. Universidad de Cartagena, 2014, 220 pp.