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Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe

versión On-line ISSN 1794-8886

memorias  no.18 Barranquilla sep./dic. 2012

 

¿En busca de una Pax Americana? La Cuenca del Caribe como el Mare Nostrum estadounidense.

In search of a Paz Americana? The Caribbean Basin as North America's Mare Nostrum

Coronado Holman


Resumen

La periodización de la política exterior norteamericana frente a los Estados que componen la Cuenca del Caribe, permite formar una imagen de las conductas e identidades que se han tenido y aún se tienen con respecto a la inserción, participación e inclusión de Estados Unidos en el policy-making interno de la Cuenca del Caribe. Esta forma de hacer política de Estados Unidos ha sido cambiante y altamente influenciada por la idea de la estabilidad y control hemisférico que siempre ha pretendido, la cual puede llegar a ser comparada con el período de expansión del Imperio romano, cuyo punto de partida para el devenir de un gran Imperio fue el mar.

Palabras Clave: Cuenca del Caribe, Intervención, Política Exterior, Desarrollo, Democracia, Capitalismo, Potencia, Estados Unidos.


Abstract

The periodization of the North American foreign policy facing the states that compose the Caribbean Basin, allows to create an image of the behavior and identities that have existed and still do in reference to the insertion, participation and inclusion of the United States in the policy-making of the Caribbean Basin. This form of policy making of the United States has had a changing character and has been highly influenced by the popular idea of stability and hemispheric control, which can be compared with the expansive period of the Roman Empire which took the sea as a starting point for the development of a great Empire.

Key Words: Caribbean Basin, Intervention, Foreign Policy, Development, Democracy, Capitalism, Power, United States.


Introducción

Desde la aparición de las grandes civilizaciones en la humanidad, la importancia del control o al menos la gran influencia sobre el mar, ha sido tema vital en el desarrollo y sostenimiento de grandes imperios1. Uno de los primeros ejemplos de esta conducta se presentó con el pueblo fenicio, pues sostuvo una gran influencia sobre el Mediterráneo al cual se le llamó Tyria Maria, es decir, mar Tirio o mar fenicio. Los fenicios, mediante la implementación de factorías y el control de puntos geográficos estratégicos, lograron implementar férreo control económico-militar2.

Asimismo, los cartagineses, herederos naturales de los fenicios, sostuvieron una gran hegemonía sobre el Mediterráneo: desde el siglo VI hasta mediados del III a.C cuando entran en conflicto con el cada vez más fuerte Imperio romano. Con la derrota al pueblo cartaginés, Roma se consolidó como aquel único poder hegemónico del mundo conocido: su dominio sobre el Mediterráneo, conocido como Mare Nostrum, catapultó al imperio hacia una prosperidad sin precedentes que fue llamada a la vez el período de la Pax Romana3.

Revisando estos ejemplos de la antigüedad, se pueden apreciar que algunas semejanzas comienzan a mostrarse con el poder dominante de la actualidad; estas similitudes son aquellas que permiten constatar cómo los Estados Unidos de Norteamérica han tratado de imponer una especie de Mare Nostrum en la Cuenca del Caribe, lo que les ha ayudado a situarse como el actor más importante del sistema internacional contemporáneo.

A través de los años, autores como Robert A. Pastor han tratado de ubicar los motivos que impulsan a los Estados Unidos a intervenir directa e indirectamente en los Estados de la Cuenca del Caribe4. Siguiendo esta búsqueda, se puede observar que ya sea de matiz imperial o solo en busca del desarrollo interno, se encuentran ciertos patrones, que van desde la seguridad en el tema de estabilidad, hasta la hegemonía económica sobre el Caribe por parte de la gran potencia norteamericana5.

Como ejemplo de la ideología política, se busca promover la democracia a través de lineamientos como el conocido American Way of Life, lo que al mismo tiempo en aquella época del bipolarismo de la Guerra Fría trataba de impedir que el comunismo se acercara a los límites norteamericanos, donde la idea predominante fue la de vender una un sentimiento de temor e inseguridad entre los Estados periféricos para así tratar de legitimar todas las intervenciones que se llevarían a cabo posteriormente. A lo largo de la historia de la relación entre los Estados Unidos y el Caribe, se pueden encontrar fácilmente ejemplos de "implantaciones" ideológicas -ya sea de carácter económico o político- de estirpe netamente norteamericana6. Ideologías que consisten en tratar de modificar las políticas internas de un algún Estado, para favorecer los intereses estadounidenses, ya sean económicos, políticos o militares. Todo esto sugiere que el principal motivo que impulsa estas políticas es y ha sido siempre un tema de política interna de los Estados Unidos. Pero ésta no ha sido la única motivación de los Estados Unidos para implantar dichas políticas mencionadas con anterioridad; se afirma que el objetivo de esto no está en ejercer control, sino en mantenerlo lejos de aquellos que se podrían considerar enemigos para la hegemonía.

Los Estados que se encuentran dentro de la Cuenca del Caribe son demasiado pequeños como para representar una amenaza directa o considerable para los Estados Unidos, pero sus ubicaciones estratégicas geográficamente hablando, por lo tanto podrían convertirse en una debilidad si los posibles enemigos europeos o asiáticos influyeran en esta región, para así poder llegar a atacar o al menos amenazar la seguridad de los Estados Unidos o de algún país aliado en el vecindario7. Es por esto que algunas veces se hace mucho más difícil distinguir la línea que separa el control y la presión que ejercen los Estados Unidos sobre la Cuenca, sin embargo se puede observar que esta línea ha cambiado con el transcurrir de los años, siendo influenciada por los diversos mandatarios y situaciones de la esfera global que han tenido gran repercusión sobre lo que ocurre en la gran Cuenca del Caribe.

La política exterior de los Estados Unidos hacia el Caribe ha sido un largo diálogo a través de los años, en el cual se ha discutido cómo se debería llevar esta relación especial con la región en la que el objetivo principal es crear la estabilidad política y económica8. Para crear esto, se debería interrumpir y acabar las revoluciones anti-americanas y la expansión de políticas de izquierda o de matiz comunista, y al mismo tiempo promover un modelo económico capitalista neoliberal mediante el supuesto permiso de la inversión estadounidense, el aparente respeto de los derechos civiles económicos y políticos, y el refuerzo de un modelo de gobierno democrático9. Entonces, el Caribe se ve definido como un tema de "interés nacional".

Orígenes

La influencia estadounidense sobre el Caribe se remonta a tiempos antes de la independencia de la Corona británica debido al sinfín de transacciones comerciales que se llevaban a cabo con la región en ese entonces. Primordialmente, estas interacciones estaban ligadas a la compra y venta de materias primas que se necesitaban para uso cotidiano, así mismo se encuentran productos finales como el azúcar, el tabaco y el ron que jugaron un papel fundamental en la economía del Caribe10.

Es importante recalcar que debido al status de colonias (ya sea españolas, inglesas, francesas u otras) que poseían estos territorios, el comercio entre ellos no estaba contemplado por las leyes especiales que destinaban los diversos imperios europeos, por esta razón, y hasta la conformación de los Estados Unidos como una república federal, toda la compra y venta de productos comercializados con las colonias en la Cuenca del Caribe eran ilegales a través de los diversos contrabandistas que operaban en la región. Esta relación informal de comercio se comenzó a constituir de forma cada vez más fuerte, en la misma medida en que las Trece Colonias se daban los primeros indicios de independencia, y se veía que cada vez era menos rentable comerciar con la Corona inglesa debido a los altos impuestos que se les cobraba. Ejemplo de esto fue la Ley del Timbre11, pues terminó promoviendo la diversificación de la economía en una mayor escala, y que mejor opción que toda esta comunidad que yacía en el Caribe contiguo para llevarla a cabo.

Tal como plantea Robert A. Pastor, la política exterior de los Estados Unidos hacia el Caribe en materia de seguridad y estabilidad hemisférica se puede dividir en 4 periodos cronológicos: 1) la esfera de influencia, 1823-1898; 2) la era del protectorado, 1898-1933; 3) la política del buen vecino, 1933-1953 y 4) la Guerra Fría, 1953-199012. Adicionalmente, se puede incorporar la Pos-Guerra Fría, que inicia en 1990 y que dura hasta el presente.

La Esfera de Influencia 1823-1898

Este periodo histórico de la política exterior norteamericana se formaliza con la Doctrina Monroe. America for the Americans fue una de las ideas principales sobre la cual basó su discurso el sexto presidente de los Estados Unidos, James Monroe, en su alocución al congreso el 2 de diciembre de 1823. Desde aquel momento, esa premisa se ha convertido en parte fundamental del lineamiento de la política exterior estadounidense. El mensaje construido primeramente por John Quincy Adams y después expuesto por Monroe, reafirmó políticas ya establecidas anteriormente en lo que respectaba a la separación ya fuese geográfica, política o económica de los Estados que se encontraban en proceso de formación en el Nuevo Mundo Americano frente a los imperios del viejo continente europeo13. Aquí se exponían prácticamente tres ideas principales: 1) América como continente no podrá ingresar en planes de colonización futura por parte de las potencias europeas; 2) cualquier intento europeo de injertar su sistema político y o económico será considerando una amenaza hacia la paz y seguridad de los Estados Unidos; 3) los Estados Unidos nunca han intervenido en las guerras entre potencias europeas, tampoco está en su política el intentar hacerlo14. Básicamente lo que se reafirma en todo esto es que América como continente se encuentra dentro de una esfera de influencia de los Estados Unidos de Norteamérica.

Bajo el estandarte del Destino Manifiesto, podríamos ubicarnos en 1846 cuando Estados Unidos incursiona bélicamente en México; éste último termina resultando victorioso y obliga a ceder la mitad del territorio del país azteca, lo que correspondería hoy en día a Texas y California15. Pocos años más tarde, en 1854, la marina estadounidense destruye el puerto de la ciudad de San Juan del Norte en Nicaragua. Esto ocurre después de que el millonario norteamericano empresario ferroviario Cornelius Vanderbilt fuera objeto de problemas con oficiales aduaneros nicaragüenses16. En 1855, el líder mercenario William Walker, respaldado por algunos funcionarios del gobierno norteamericano y de banqueros como Morgan & Garrison, invade Nicaragua y se autoproclama presidente durante dos años. A la vez, invade también El Salvador y Honduras, donde también fue presidente. Se dice que en alguna de sus áreas de ocupación, éste reinstauró un sistema esclavista al servicio de sus intereses y de sus patrocinadores. En 1860, Walker es fusilado por el ejército hondureño17.

Un ejemplo no bélico de este período expansionista norteamericano fue la compra de Alaska a Rusia en 1868 por parte del presidente Andrew Jackson, en la que se ven los objetivos expansionistas claramente ejecutados. Una implementación directa de la Doctrina Monroe sucedió en 1895 cuando los Estados Unidos entraron en una aguda crisis con Gran Bretaña debido a la disputa con Venezuela sobre la Guyana Británica18. Toda esta serie de hechos sólo confirmaban una cosa: Estados Unidos no dejaría que nada se interpusiera en la misión de proteger los intereses algunos sectores bajo la bandera de toda una nación, y esto no importaría claramente donde se ubicaran.

La era del Protectorado 1898-1933

Los Estados Unidos no siempre han llegado a un fácil acuerdo sobre el cómo proceder frente a la Cuenca del Caribe; esto se ha presentado debido a las dos corrientes principales de pensamiento político de la época; el realismo e idealismo. Aquí se expone como los Estados Unidos deben prevenir que alguna potencia por fuera del hemisferio logre consolidarse fuertemente en alguno de estos Estados americanos, pero así al mismo tiempo los Estados Unidos debe exportar ese estilo de vida político, económico y social hacia los países periféricos.

En 1898, Estados Unidos declara la guerra a España, donde el imperio europeo que venía en una clara decadencia pierde a Guam, Puerto Rico, Filipinas y Cuba19. Sin embargo, al mismo tiempo, la Enmienda Teller declara que los Estados Unidos no anexaría a Cuba a su territorio, que ciertamente era considerado como el mayor premio de guerra debido a su posición fuertemente geoestratégica20. Esto tuvo un doble efecto en la sociedad norteamericana pero fue mayormente aplaudido por muchos, ya que en una era de imperialismo esto fue visto como un acto inusual, debido a que los Estados Unidos le mostraban al mundo que sus motivaciones eran diferentes a las europeas. La Enmienda Platt instituida en 1901 garantizaba a los Estados Unidos el poder de intervenir en los asuntos internos de Cuba con el supuesto fin de garantizar y preservar la independencia. Es importante recordar que Cuba fue obligada a ceder parte de su territorio para la ocupación permanente de Estados Unidos, en la cual se construiría la conocida base de Guantánamo. Estas dos enmiendas representan dos maneras de tratar el asunto de Cuba y el Caribe, ya que se quiere que toda la Cuenca sea libre pero a la vez se le interviene y se imponen límites para contrarrestar la intervención extranjera21.

Todos estos límites fueron mencionadnos y puestos en ejecución por el presidente Theodore Roosevelt en su Corolario, que fue una modificación a la doctrina Monroe y en el cual se especificaba que en cualquier país bajo la influencia norteamericana donde se pusiera en peligro o en riesgo la vida o intereses estadounidenses, los Estados Unidos podrían decidir intervenir unilateralmente dentro del país para cambiar la situación a su favor22. En 1903, Roosevelt patrocina la independencia de Panamá de Colombia para la construcción del canal interoceánico. La construcción del canal de Panamá conllevó una inversión de un tercio del presupuesto estadounidense, y además de ser una política expansionista, fue un tema primordialmente interno, ya que con esto se aseguraba la protección del país tanto del lado del Atlántico como del Pacifico y fortificaba la unión nacional que debido a la reciente guerra civil era un tema de gran relevancia. Durante el periodo de Theodore Roosevelt, los Estados Unidos emprendieron una construcción gigantesca de navíos para así fortalecer su marina de guerra, hasta el punto de llegar a ser la segunda más del mundo después de Inglaterra.

A la implementación de esta fuerza naval en los países del Caribe se le conoció como la Política de las Cañoneras. En todo este período, la marina de los Estados Unidos intervino más de 20 veces en el Caribe: repetidas veces en Cuba, República Dominicana, Panamá, México, Nicaragua y Haití23. Sin embargo, la fuerza no fue la única manera de influir sobre el Caribe: el presidente William Howard Taft estableció la conocida Diplomacia del Dólar, que sencillamente consistía en dólares en vez de cañones. El objetivo principal consistía en favorecer a los diferentes comerciantes, banqueros e inversionistas norteamericanos en la Cuenca del Caribe. Esta política de Taft intentó expandir la influencia estadounidense en el Caribe mediante acuerdos y convenios económicos. Para muchos, esta Diplomacia del Dólar fue el punto medio entre el Bick-Stick de Theodore Roosevelt y la Diplomacia de la Moral de Woodrow Wilson. La política de Wilson consistía en apoyar solamente a los países que tenían un régimen democrático o que apoyaban los intereses norteamericanos.

Para aquellos Estados que no cumplían con esta condición, se les imponían sanciones o presiones económicas que afectaban seriamente su política interna24. En este período se puede observar que cada uno de estos mandatarios estadounidenses utilizó diversas políticas respecto a su posición frente al Caribe, pero siempre estuvieron presente dos aspectos: 1) nunca se dejó de utilizar la fuerza naval para lograr sus objetivos y 2) el tema primordial siempre fue la seguridad y estabilidad hemisférica.

Bajo el estandarte de promover la democracia en la región, Estados Unidos decide ocupar República Dominica en 1916, y en 1917 ocupa Cuba para intervenir y virtualmente prevenir una guerra civil. Si la guerra con España había dejado a Estados Unidos como el poder dominante en las Américas, su intervención en la Primera Guerra Mundial ciertamente lo ubicaría como una potencia en todo el mundo. Aquellos imperios europeos estaban muy preocupados por su propia reconstrucción debido a la guerra, y ninguno veía como tema de importancia el Caribe; toda esta serie de eventos indicaba que los Estados Unidos mantendrían y expandirían su presciencia alrededor del globo. Contrariando un poco esto, en 1920 el Senado estadounidense confirma que el país se ubicaría en un estado de poca intromisión hacia los demás asuntos internacionales, y que su finalidad principal sería mejorar su andamiaje político interno.

La Política del Buen Vecino 1933-1953

Franklin D. Roosevelt criticó fuertemente las intervenciones en los períodos de décadas anteriores en los Estados Unidos: se entrometió en políticas de naciones soberanas25. Cuando llegó a la presidencia, en su discurso inaugural repite como promesa a los Estados latinoamericanos el desmantelar ese protectorado colonialista para así remplazarlo con una nueva política: El Buen Vecino. Esta política de Roosevelt constaba de tres principales componentes: el primero era la promesa de la no intervención en los asuntos internos de estados latinoamericanos. Para cumplir con esto, primero se retiraron a los soldados que aún permanecían en la Cuenca del Caribe.

Una de las consecuencias al establecer esta política de no intervención, fue la cierta proliferación de dictadores que hubo en la cuenca, como Somoza en Nicaragua, Batista en Cuba y Trujillo en República Dominicana. El segundo elemento sería la firma de Tratados de Libre Comercio con carácter de reciprocidad. Como resultado de esto, 16 de los 22 TLC firmados hasta 1945 se hicieron con gobiernos latinoamericanos. Esto creó un ambiente no del 100% de aceptación, pero si bajó los ánimos negativos entre los Estados del caribe, en los cuales se venía creando un profundo resentimiento hacia las estrategias estadounidenses en lo que respectaba a sus políticas internas26.

Después de la muerte de Roosevelt en 1945, el presidente Harry Truman siguió con la política del Buen Vecino, implementando así el tercer componente que fue el diálogo con los vecinos latinoamericanos. El perfecto ejemplo de esto fue la creación de la OEA (Organización de Estados Americanos), que se celebró en 1947 en Bogotá, Colombia. Aquí también se estableció que los Estados Unidos deberían distanciarse de los gobiernos dictatoriales.

La Guerra Fría 1953-1990

Durante este período, es claro que la preocupación principal del gobierno de Estados Unidos fue el esparcimiento del comunismo en América Latina27. La primera intromisión directa para prevenir esto fue realizada por el gobierno del presidente Eisenhower en 1954, cuando se organizó un golpe de estado con la ayuda de la CIA para derrocar al presidente Jacobo Arbenz democráticamente elegido, pero a la vez apoyado por el partido comunista en Guatemala28. Los Estados Unidos impusieron un embargo de armas sobre el régimen guatemalteco. Toda esta serie de medidas rectifican la posición de que el gobierno estadounidense no toleraría Estados con tendencia izquierdista en la región, incluso si estos eran elegidos por elección popular legítima.

También se puede observar que con el fin de luchar contra estos grupos comunistas en la región, Estados Unidos trabaja en conjunto con dictadores de derecha para detener la amenazante oleada comunista. Ejemplo de esto fue el caso Somoza en Nicaragua. El líder de la revolución cubana, Fidel Castro se había convertido en un serio problema para el gobierno estadounidense. Desde el mismo momento de la toma del poder por parte de la revolución cubana, el gobierno de Estados Unidos, mediante la CIA, orquestó múltiples intentos de asesinar a Castro. El más recordado de todos fue el de Bahía de Cochinos en abril de 1961, cuando organizados por personal de la CIA, llegan a la isla aproximadamente 1500 exiliados con la misión de derrocar el régimen de Castro. El golpe de estado resulta fallido, y en cuestión de pocos días la Fuerza Armada Revolucionaria termina todo, dando de baja a varios cientos de golpistas y capturando al resto. Este sería uno de cientos de intentos de matar a Castro; intentos que hasta el día de hoy no han sido exitosos. Más adelante, en Cuba se protagonizaría la Crisis de los Misiles nucleares, que fue lo más cerca de llegar a una posible confrontación con armas de destrucción masiva en toda la Guerra Fría29.

Con la intención de evitar el esparcimiento del comunismo en la Cuenca del Caribe, el gobierno de Eisenhower propone establecer un parecido Plan Marshall en la región para así facilitar el desarrollo. Con el gobierno de Kennedy, se dio inicio a la Alianza para el Progreso, que en un período de 10 años contribuyó con cerca de 10 billones de USD para el refuerzo de la democracia en la región30.

Este mismo miedo por el comunismo hizo que el presidente Johnson, en aras de impedir la intromisión de la URSS en la región, enviara 22.000 soldados a República Dominicana para sofocar el intento de guerra civil que venía apareciendo en el país. Toda esta serie de intervenciones en la región fueron deteriorando las relaciones de los Estados Unidos con el resto del hemisferio. Debido a la guerra que Estados Unidos sostenía al mismo tiempo en Vietnam y los países adyacentes, el Caribe por período de más o menos de una década pasó un plano menos relevante. En 1977, el presidente Jimmy Carter vuelve al Caribe cuando decide que se debía revisar y modernizar las relaciones con Panamá mediante la reforma de los tratados bilaterales que sostenían ambos países. Además de esto, Carter se esforzó por tratar de hacer respetar los derechos humanos en los países del Caribe. Este es el caso de los prisioneros políticos que se encontraban en Cuba y Haití.

Debido a esta presión ejercida por Carter sobre el régimen de Castro, resultaron produciéndose las liberaciones de cerca de 3000 prisioneros políticos que se mantenían dentro de la isla31. Sin embargo, la lucha contra el comunismo en la región no terminó. La revolución en Nicaragua en contra del régimen de Somoza por parte de los Sandinistas fue vista en un doble sentido; primero se veía que el régimen de Somoza se había excedido en temas de violación de derechos humanos, y segundo, que los Sandinistas eran considerados como Marxistas y posibles esparcidores del comunismo en la región. En 1979, los Sandinistas llegan al poder en Nicaragua. Al principio, la política respecto al nuevo gobierno fue un poco blanda, pero al apoyar a la insurgencia izquierdista en el Salvador, los Estados Unidos comenzaron a imponer bloqueos y trabas al nuevo gobierno nicaragüense.

Con la llegada de Ronald Reagan al poder, significativos cambios fueron realizados en la política de Estados Unidos hacia la región del Caribe. Reagan mostró como máxima prioridad la seguridad nacional, y para asegurar y cumplir esto, la principal meta era impedir que el comunismo se esparciera en la región.

En octubre de 1980, junto con otros Estados del caribe, Reagan deciden invadir Granada para finalmente arrestar a los revolucionaros y restaurar el gobierno democrático en el país. Su intervención más relevante fue el apoyo económico, logístico y militar que brindó al grupo de los Contras en Nicaragua; grupo que luchaba en contra del gobierno Sandinista. Este hecho se vio marcado por los altos crímenes que se cometieron hacia la población civil, ya que el método preferido por los Contras fueron los atentados con explosivos en lugares públicos, lo que cobró la vida de cientos de inocentes nicaragüenses32.

La Pos-guerra Fría 1989 hasta hoy

Después de haberse terminado la guerra fría, con la pérdida del comunismo debido a la disolución de la Unión Soviética, lo conflictos existentes en la Cuenca del Caribe no se llegaron a solucionar al mismo tiempo. Por ejemplo, el caso de los Contras y Sandinistas en Nicaragua se resolvió a partir del cese del apoyo de Estados Unidos hacia el grupo de Contras; la ONU y la OEA también fueron garantes para que se diera una transición del poder no violenta.

El 20 de diciembre de 1989, el presidente Bush decide intervenir directamente en el caso Panamá, con el propósito de capturar y traer a la justicia al General Noriega, al cual se le conocía por sostener amistad con grandes narcotraficantes de la época. Para llevar a cabo esto, se comandó el desembarque de cerca de 26.000 solados y bombardeos por parte de la Fuerza Aérea norteamericana33. El resultado de esto terminó siendo devastador; aunque se capturó al General Noriega, las víctimas civiles y a lo que el gobierno estadounidense llamó daños colaterales fue gigantesco, cerca de 2000 civiles en Panamá resultaron muertos en esta avanzada militar. Esta acción fue condenada por organismos internacionales como la OEA y la ONU, que estuvieron tratando de buscar salidas a la crisis sin causar daños como los presentados34.

Con la llegada de Bill Clinton a la presidencia de los Estados Unidos, se tratarían más a fondo el tema de la intervención en la crisis de Haití. La crisis de gobernabilidad en Haití se había venido presentando años atrás, pero en este momento se comenzaría a agravar cada vez más. Habiendo pasado casi un año después de la elección del presidente haitiano Jean Bertrand Aristide, se produce en septiembre de 1991 un golpe de estado perpetrado por fuerzas militares; éste es derrocado del cargo y enviando al exilio. Aristide había sido el único presidente en Haití elegido democráticamente en toda su historia35. Como respuesta a esto, la OEA y demás organismos multilaterales recomendaron la instauración de un embargo económico y un aislacionismo diplomático de los demás Estados del hemisferio frente el régimen militar haitiano. El presidente Clinton en repetidas ocasiones consideró la acción militar unilateral en la isla, pero nunca se llevó a cabo debido a la presión que los organismos internacionales estaban ejerciendo en el tema. En julio de 1994, el Consejo de Seguridad de la ONU expidió una resolución permitiendo el uso de la fuerza en Haití para así restaurar el gobierno constitucional. En septiembre del mismo año, llegan a la isla 20.000 marinos estadounidenses para asegurar y permitir la restauración del gobierno de Aristide en Haití36.

Con el tema del narcotráfico, Colombia vuelve a relucir en las intervenciones norteamericanas en el Caribe. Con la intención de combatir el narcotráfico que se venía cada vez aumento en la región, el Congreso de Estados Unidos decide aprobar el Plan Colombia. Este acuerdo bilateral entre Colombia y Estados Unidos le otorgaba al Estado latinoamericano 1.3 billones de dólares en asistencia mayormente militar, para llevar a cabo una lucha frontal contra el narcotráfico. Además de esto, se contaría con un apoyo logístico que se coordinaría por personal militar estadounidense en el país. Los resultados positivos de esto fue una mejoría considerable en la infraestructura militar de Colombia, pero también con serias repercusiones negativas sobre el país. el desplazamiento forzado de los civiles en Colombia se ha aumentado desde la implementación del Plan Colombia, y los cultivos de coca para producción del alcaloide final no han disminuido sino que han aumentado en un 15% según la GAO (Government Accountability Office) en su último informe37.

En el año 2002, personal de la CIA en Venezuela junto con grupos de oposición del gobierno de Hugo Chávez, realizarían un golpe de Estado para derrocar al presidente venezolano. Durante dos días, el golpe de Estado resultó positivo para los opositores, pero después, el presidente Chavez volvió a retomar el poder del gobierno. La Agencia del Fortalecimiento de la Democracia que depende directamente del Congreso de Estados Unidos, envió un millón de dólares como apoyo a los grupos opositores del régimen chavista38. Años más tarde, en el 2009, un caso parecido se presenta en Honduras cuando la U.S Army School of Americas envía solados entrenados para que realicen otro golpe de estado en contra del democráticamente elegido presidente Manuel Zelaya, que ciertamente no seguía o aseguraba lo intereses norteamericanos en el país39.

Conclusiones

Habiendo presentado una visión parcial de todo el proceso de incursión de los Estados Unidos en el Caribe, se puede notar fácilmente que a través de los años, la importancia estratégica del Caribe para los estadounidenses se ha mantenido, y siempre ha sido uno de los temas principales de la agenda de política exterior norteamericana. Con la aproximación de bicentenario de la enmienda Monroe, se puede distinguir que ya sea hace 200 años o en el día de hoy, el Caribe se muestra como un espacio geográficamente estratégico en el ámbito militar, comercial o político.

Podría considerarse también que en la actualidad la Cuenca del Caribe no cumple ese papel fundamental que alguna vez cumplió, ya que ciertamente al inicio de la formación de la gran potencia del norte, este jugaba un rol fundamental en todos los ámbitos de las decisiones estadounidenses, pero esto fue variando en medida que el área de influencia norteamericana se expandía por el globo.

Aunque los intereses de una nación sean variantes con el transcurrir de los años, la identidad que este maneja no lo es en la misma medida, debido a que países con un fuerte andamiaje político como los Estados Unidos, siguen una especie de hilo conductor de política exterior, el cual aparece como dirigente y moldeador de los intereses nacionales. En el particular caso de la Cuenca del Caribe, estos intereses han cambiado con el pasar del tiempo, pero así mismo se ha mantenido una identidad en lo que respecta a la región, que se podría resumir en una frase: el objetivo de los Estados Unidos no está en ejercer control sobre el Caribe, sino en mantenerlo lejos de terceros que se podrían considerar enemigos o impedimentos para la hegemonía.

Pueda que en algún momento la Cuenca del Caribe retome importancia en la agenda política de los Estados Unidos, o también es posible que este la siga perdiendo debido a los diversos escenarios que se presentan hoy en día en la arena internacional, pero lo más seguro de estos dos posibles contextos es que hasta que no pierda su poder de influencia, ya sea económico o bélico sobre la región, este seguirá siendo la potencia dominante no sólo en la región, sino que además en todo el mundo, manteniendo así lo que algunos podrían considerar una Pax Americana, dándole la connotación romana de Mare Nostrum a la Cuenca del Caribe.


1 En la historia se pueden encontrar imperios que han logrado su expansión mediante el control de una esfera de influencia en un espacio determinado. Ejemplos de esto son: Imperio Británico, Imperio Mongol, Imperio Ruso, Imperio Español, etc. Para conocer una lista detallada sobre los grandes imperios de historia dirigirse a: http://empires.findthedata.org.

2 López, Alfredo, 2008. Los Fenicios. Las culturas del Mediterráneo, Universidad Carlos III de Madrid. Pág. 1-9.

3 Pax Romana consistió en un duradero periodo de paz al interior del Imperio Romano, en el cual se presentó un gran crecimiento y desarrollo interno. Se inicia con el Augusto en el 29 a.C. y finaliza con la muerte de Marco Aurelio en el año 180 d.C. Para mas información consultar libro "De los Orígenes de Roma a las invasiones bárbaras", de Michel Christoly Nony Daniel.

4 Geográficamente se puede ubicar como pertenecientes a la Cuenca del Caribe a los siguientes 23 Estados: Bahamas, Barbados, Belice, Bermudas, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico(como esta asociado de los Estados Unidos), República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucia, Trinidad y Tobago, finalmente Venezuela.

5 Barca, Alessandro, 1983. EE.UU y la Cuenca del Caribe: Crónica de un fracaso anunciado. Nueva Sociedad No 64, Pág. 110-115.

6 Busso, Anabella, 2008. Identidad y fuerzas profundas en los Estados Unidos. Fuerzas Profundas e Identidades, Tomo 1, Pág. 21.

7 Ejemplo de esta amenaza que podría representar para los Estados Unidos la intromisión de un potencia extranjera en uno de los Estados de la Cuenca del Caribe fue la crisis que existió con la Unión Soviética por la colocación de misiles nucleares en Cuba, en el año de 1962, lo que se consideró como el punto más cercano al que se llegó por parte de las dos potencias para llegar una confrontación nuclear.

8 Cabrera, Maylín. 2008. Las relaciones CARICOM-Estados Unidos frente al siglo XXI: Hoy como ayer. Anuario CRIES, No 18.

9 Pastor, Robert. 1992. The Latin American option. Foreign Policy, Pág. 107.

10 Tindall George y David Shi. 1993 Historia de los Estados Unidos de América. Capítulo 2, Formación Norteamericana. Pág. 53

11 La Ley del Timbre impuesta por la Corona Británica a sus Colonias en América consistió en cobrar un impuesto mediante un sello a cualquier documento que se realizara en las américas. Abarcaba desde contratos marítimos hasta cartas personales. Esta fue promulgada el 13 de Febrero de 1765.

12 Pastor, Robert. 1994. Trends in U.S-Caribbean Relations. Annals of the American Academy of Political and Social Science, Vol 533, Pg. 19-32.

13 Roa, S. 2009. De la Doctrina Monroe al Destino Manifiesto. Alvear en Estados Unidos 1835-1852. Temas De Historia Argentina Y Americana. No 15, Pg. 261-262

14 Waldo Fawcett, James. 1939. The Origin and Text of the Famous Monroe Doctrine. Congressional Digest 18, No. 3, Pág. 74

15 Eddlem, Thomas. 2011. Military Commissions Throughout U.S. History. New American 27. Pág. 35-39.

16 San Juan del Norte. 2011. Columbia Electronic Encyclopedia, 6th Edition.

17 Scroggs, William. 1905. William Walker and the Steamship Corporation in Nicaragua. The American Historical Review No 10. Pág. 792-811.

18 Hilton L, Sylvia. 1998. La Nueva Doctrina Monroe de 1985 y sus implicaciones para el Caribe español: algunas interpretaciones coetáneas españolas. Pág. 125

19 Miller, Bonnie. 2011. The World of 1898: The Spanish-American War. Journal Of American History, 98-3. g. 948-949.

20 Deere, Carmen. 1998. Here Come the Yankees! The Rise and Decline of United States Colonies in Cuba, 1898-1930. Hispanic American Historical Review 78, 729.

21 Franklin, Jane. Cuba and the United States. Chapter 1: Background to Revolution: 1492-1958. Pg. 1-18

22 Castro, Yeni. 2007. El corolario Roosevelt para América Latina. El mito Roosevelt para América Latina. Pg. 73-83

23 Castro, Yeni. 2007. Mitos y estereotipos en la política del Gran Garrote para América Latina. El mito Roosevelt para América Latina. Pg. 83-93

24 Lagos, Darío. 2001. La Diplomacia del Dólar y su aplicación en América Latina y el Caribe. Access my Library.

25 Brajkovic, Henry.1978. The Foreign Policy of Franklin D. Roosevelt To The Entry Into World War II. Yale-New Haven Teachers Institute .

26 Suarez, Luis. 2008. Las relaciones interamericanas durante la política del Buen Vecino. Las relaciones Interamericanas: Continuidades y Cambios. Pág. 73-87

27 Domínguez, Jorge. 1999. Chapter 2: U.S-Latin American relations during the Cold War and its aftermarth. The United States and Latin America: The New Agenda. Pág. 33-49.

28 García, Roberto. 2006. La CIA y el exilio de Jacob Arbenz. Perfiles Latinoamericanos No 28, Pág. 59-82.

29 Santillán, Rodrigo. 2005. La cuarta frontera: actividades de la CIA en América Central. Centro de Estudios Miguel Enríquez Chile. Pág. 16

30 Jaimes, Lorena. 2005. Capitulo 2: Las doctrinas de política exterior estadounidense. Doctrina Bush: Reflejo real de la tradición estadounidense en política exterior. Pág. 58-62.

31 Hüberner, Karl-Ludofl. 1980. ¿Guerra Fría en el Caribe? Nueva Sociedad No 48. Pág. 34-44

32 Falcoff, Mark. 1983. Somoza, Sandino y los Estados Unidos. This World No 6. Pág. 190-210

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34 Olmedo, Beluche. 2007. Invasión Norteamericana a Panamá: Causas y Consecuencias. Especial de Argenpress. Pág. 1-3

35 CIDOB. 2010. Informe sobre Jean Bertrand Aristide: La violenta revuelta y caída de Aristide. Pág. 14-16.

36 Sanchez, Carlos. 2010. Haiti, Aristide y la política exterior militar de los Estados Unidos 1990-2010. Revista Nomadas, No 25

37 GAO Report: Plan Colombia: Drug Reduction Goals.2008

38 Blum, William. 2002. La CIA y el golpe en Venezuela. Centro de Estudios Miguel Enríquez Chile. Pág. 3

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