Liaquat Ahamed
Editorial Deusto. Barcelona, 2010, 606 p.

Como historiador puedo decir que este es uno de los mejores libro de Historia Económica que he leído en lo últimos años. Liaquat Ahamet es un economista formado en Harvard y Cambridge que ha sido asesor del Banco Mundial y actualmente ejerce de consultor de diversos fondos de inversión. Quien más entendido y conocedor para indagar en el pasado mundo del capitalismo financiero y en su historia.

Para empezar decir que es una lectura obligatoria para entender los orígenes de la gran crisis económica de los años veinte y quienes fueron sus responsables. Hoy quizás ya nadie se acuerde de sus nombres pero durante dos décadas rigieron los destinos de la gran banca capitalista occidental y definieron el valor del dinero manteniéndolo dentro del patrón oro. Montagu Norman gobernador del Banco de Inglaterra, Hjalmar Schacht del Reichsbank, Benjamin Strong de la Reserva General de los Estado Unidos y Emile Moreau responsable del Banco de Francia, olvidados por el paso de la Historia.

Partiendo de un episodio de la historia que no mirado desde esta perspectiva el asunto nos hace reflexionar sobre lo que sucede hace varios años con la gran crisis financiera que atraviesa Europa y los Estados Unidos. Haciendo paralelismos la ortodoxia de estos individuos y sus decisiones afectan a las naciones y a sus ciudadanos. Durante dos décadas los cuatro banqueros jugaron a mantener la económia dentro del patrón oro con consecuencias como los desequilibrios financieros que se vieron después de la primera guerra mundial con las indemnizaciones y las deudas de guerras que condenaron a algunos países a procesos galopantes de inflación y otros a lo contrario y que acabo desembocando en el fin de los felices años veinte.

Lo más interesante de trabajo de Ahamed es que no se pierde en la actual religión de la estadística y las cifras sino que como un cirujano cuidadoso desempolva la vida personal de los cuatro protagonistas. Sus matrimonios, sus relaciones políticas, sus gustos, sus viajes, en definitiva, la reconstrucción de sus redes sociales y sus convicciones personales. Lo que da a la historia un tinte de carne y hueso, humano, que nos permiten tener una dimensión amplia del porque y del cómo fueron sus actuaciones. Las cifras son importantes, nadie lo duda, pero el carácter humano en ocasiones puede pesar más.

La reconstrucción política y económica que hace del mundo de las primeras décadas del siglo XX es excepcional y desde una perspectiva antes nunca contada. Además la narración de los acontecimientos combina magistralmente la base teórica y bibliográfica, con una prosa con reglas literarias, lo que lo hace un libro que se lee con intensidad.

Del libro se puede sacar una conclusión por encima de todo, la obstinación que estos hombres mantuvieron casi desde la arrogancia por acabar con la inflación llevó al mundo ad portas de un abismo financiero que provocó con posterioridad el germen que llevó a las grandes potencias a la segunda gran conflagración mundial. De esta manera al leer el libro el autor nos demuestra la importancia que tienen las decisiones de los principales responsables de la economía mundial en la vida de todos. Un ejemplo de lo que sucede en la actualidad y que sume a la Unión Europea en una crisis de larga duración de la que no se vislumbra ninguna salida próxima. Tal vez fuera bueno que los actuales dirigentes de las grandes instituciones económicas que rigen el mundo pudieran leerlo. La Historia da explicaciones aunque la inmediatez y el vértigo del mundo actual no las considere necesaria.

Un libro del que se aprende, con el que se disfruta y que completa esa visión sesgada que en ocasiones hemos tenido de la economía mirando números sin tener en cuenta la humanidad. Es de obligada lectura.

Antonino Vidal Ortega
Universidad del Norte
Barranquilla, abril 2013