SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue24Elements of urban social identity of the historical district of Maracaibo from the perspective of management entitiesVenezuela's Rentier events, 1989 and 2014 author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe

On-line version ISSN 1794-8886

memorias  no.24 Barranquilla Sep./Dec. 2014

 

Escenario de agitación socio-política en la Venezuela contemporánea: de los factores de conflictividad a la apertura de ventanas de oportunidad

Socio-political unrest in contemporary Venezuela: from conflict factors to the opening of windows of opportunity

Juan Camilo Ito Cerón1

1Politólogo de la Universidad del Rosario (Bogotá, Colombia) con máster en Política Internacional realizado en el Instituto de Estudios Políticos de Bordeaux (Francia). Actualmente se desempeña como Joven Investigador del Observatorio de Venezuela, perteneciente al Centro de Estudios Políticos e Internacionales -CEPI - de la Universidad del Rosario. Correo electrónico: itojuan@urosario.edu.co


Resumen

Desde inicios de 2014, la actualidad venezolana ha sido dominada por un clima de confrontación constante. Múltiples episodios de violencia han dejado un saldo preocupante de muertos y heridos en escasos meses. Aquello invita a realizar aproximaciones desde la ciencia política en aras de desentrañar causas, efectos y perspectivas del contexto actual. El presente artículo aborda una serie de factores de conflictividad socio-política que han influenciado las relaciones entre actores antagónicos. Se analizan algunos componentes coyunturales que pueden facilitar la comprensión del actual escenario de hostilidades. Durante el proceso, se traen a colación ciertos elementos relacionados con el contexto de crisis político-institucional vivido entre 2002 y 2003 que persisten actualmente. Más adelante, se resalta la importancia de restablecer los canales de comunicación política entre los actores en pugna. Finalmente, se abordan algunas características de la Conferencia Nacional por la Paz y se ofrecen consideraciones sobre su proceder.

Palabras clave: Venezuela, factores de conflictividad, movilizaciones, polarización, segregación socio-espacial, proceso de diálogo.


Abstract

So far during 2014, Venezuelan political events have been influenced by a climate of constant confrontation. These violence-related events have left a troubling death toll within months. This intricate context invites to provide approaches from the scope of the political science in order to unravel causes, effects and prospects of the present situation. This article discusses a number of factors of socio-political conflict that have influenced relations between antagonistic actors. Also, it analyzes some juncture components that may facilitate the understanding of the contemporary climate of hostility. During the process, key elements related to the context of political and institutional crisis that took place between 2002 and 2003 are addressed, considering that several of tríese elements persist in today's Venezuela. Afterwards, the article highlights the importance of restoring the communication conduits between opposing political actors. Finally, some key features of the National Conference for Peace are addressed, and some considerations about its course of action are provided.

Keywords: Venezuela, factors of conflict, demonstrations, polarization, social and territorial segregation, dialogue process.


Introducción

Hacia los albores del año 2014 los niveles de conflictividad política en Venezuela se mostraron particularmente altos. Ligado a ello, diversos episodios de violencia y agitación se produjeron en diferentes ciudades del país. Quienes hicieron seguimiento a la actualidad del vecino país a inicios de dicho año, seguramente identificaron con facilidad un clima dominado por constantes enfrentamientos entre manifestantes y miembros de la fuerza pública. Durante el primer trimestre de 2014, los diferentes hechos de violencia ocurridos causaron no menos de 31 víctimas mortales y cerca de 400 heridos 2 . Asimismo, se registraron daños materiales importantes a oficinas institucionales, viviendas, centros educativos, entre otros. La afectación a vías de transporte enrareció por un lapso considerable las actividades cotidianas de habitantes de diferentes zonas urbanas, convertidas en focos de movilización y enfrentamiento.

Este panorama constituye uno de los retos más importantes que ha tenido que enfrentar el gobierno de Nicolás Maduro desde que asumió la Presidencia de la República en abril de 2013. Las circunstancias han obligado al Ejecutivo Nacional a plantearse estrategias para enfrentar la crisis de tal forma que no se produzca una erosión significativa de la gobernabilidad en el país. Adicionalmente, ha tenido que encontrar vías para dar trámite a las reacciones de la opinión pública allende las fronteras, debido a la cuantiosa información que ha pululado en la prensa internacional. Por su parte, la coalición de partidos políticos de oposición ha tratado de aprovechar la confusa y excepcional situación para afianzar su posición en la escena política nacional. Uno de sus mayores retos ha sido incrementar los niveles de cohesión en su seno para desplegar tácticas conjuntas de alto impacto.

La gran importancia de lo que sucede actualmente en Venezuela, impulsa a realizar un ejercicio analítico con el ánimo de proveer elementos de compresión sobre el tema. Así pues, en el presente artículo se realiza una reflexión sobre las temáticas recién mencionadas desde una perspectiva de ciencia política. Dos tipos principales de fuentes secundarias alimentan el presente artículo. En primer lugar, resultados de investigación - académica, periodística - que se enfocan en la situación de conflictividad existente en el vecino país y en sus principales características. En segundo lugar, fundamentos teóricos que esclarecen las relaciones entre los principales actores del peculiar sistema político venezolano, y desentrañan sus patrones históricos de conducta. El texto se apoya en componentes teóricos, sin trazarse como meta la producción de un enfoque diferenciado. Más bien, pretende coadyuvar en el proceso de comprensión de algunas de las problemáticas socio-políticas que distinguen a la Venezuela actual, apoyándose en desarrollos teóricos que abordan la acción colectiva, la territorialización de conflictos políticos, la apertura de ventanas de oportunidad, el surgimiento de crisis de liderazgo, la restructuración de las modalidades de sociabilidad, etc.

El artículo está organizado en dos partes principales. En un primer momento, se abordará una serie de fenómenos y procesos que han exacerbado paulatinamente los niveles de conflictividad socio-política en Venezuela, lo que a su vez ha tendido a fomentar escenarios en donde determinados actores políticos ejercen la violencia contra sus oponentes. Por su arraigo en el comportamiento de algunos agentes clave, y por su manifestación relativamente sostenida en el tiempo, estos pueden ser considerados factores de largo aliento. Posteriormente, se analizarán circunstancias sobrevenidas que han producido un impacto sensible en procesos que estaban en desarrollo, y que han llevado a una restructuración de las estrategias de algunos sectores políticos importantes. El núcleo de dichas circunstancias es el deceso de Hugo Chávez Frías, principal líder del proyecto bolivariano y personaje esencial de la vida política venezolana en las últimas décadas.

Se afirma que, en un escenario de grandes desigualdades sociales y altos niveles de polarización, existe la posibilidad de que se resquebrajen los canales institucionales de negociación política entre actores en contienda. Eso acrecienta el riesgo de que se recurra a la violencia de forma colectiva para oponerse al "otro", y que se lleve a cabo una territorialización de la pugna socio-política.

Si bien el artículo se centra en el caso venezolano, varios de los elementos analizados - y las condiciones que facilitan su surgimiento - distan de producirse únicamente en aquel país. Por la similitud de los procesos históricos que hemos surtido, y por la cercanía de muchos de los fenómenos políticos continentales, la hipótesis recién esbozada podría eventualmente ser extrapolada a otros parajes del entorno geopolítico latinoamericano. Así pues, podría considerarse la posibilidad de indagar a este respecto en el marco de futuras investigaciones.

Polarización y lucha de clases: el recelo frente al "otro" como base para la acción colectiva de carácter violento

El sistema político venezolano sustentado en la Constitución Política de 1961, fue considerado ejemplo de estabilidad durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, hacia la década de los 80 tuvieron lugar importantes crisis que evidenciaron síntomas de erosión y fragilidad3. Afloraron poco a poco factores que habían sido aplacados anteriormente, como [...] las diferencias de clase, la acentuación de las desigualdades sociales, el incremento de la pobreza, la desinstitucionalización producto de la pérdida de legitimidad y el déficit en la cultura política democrática f...]4. Esto dio paso al fortalecimiento de actores políticos que proponían una reforma profunda del Estado venezolano. Uno de ellos era Hugo Chávez, quien resultó vencedor en las elecciones presidenciales de 1998 al frente del Movimiento Quinta República - MVR -.

El proceso de reforma del andamiaje institucional se puso en marcha mediante la conformación de una Asamblea Nacional Constituyente, y la consecuente promulgación de la Carta Magna de 1999. Distintos canales de participación política y organización comunitaria - por ejemplo múltiples tipos de referendo, asamblea de ciudadanos y ciudadanas, etc. - se incluyeron en el nuevo marco constitucional. Esto ha facilitado la politización gradual de la sociedad, la proliferación y movilización de grupos de presión, la eclosión de partidos políticos de diversa índole, etc.

Diferentes organizaciones sociales se activaron entre 1989 y 1999 para que sus derechos se incluyeran en los cánones que rigen la contienda política. Una vez promulgada la Constitución vigente, la defensa de los derechos allí consignados ha movilizado igualmente a importantes sectores de la población. En una primera etapa, sin una fuerte distinción por cuestiones de nivel socio-económico y filiación ideológica. Sin embargo, la pugna política se ha ido nutriendo paulatinamente de contenidos de clase, alimentados por la desigualdad existente. Así pues,

f...] el nuevo marco constitucional no ha podido contrarrestar las percepciones sobre "el otro" e incluso las auto-percepciones que derivan de las diferencias socioeconómicas y que dentro de un escenario de grandes desigualdades sociales parecen haber aflorado con mayor intensidad. f...] la democracia en Venezuela al igual que en otros países de la Región, no ha podido evitar que las diferencias de clase se transformaran en lucha de clases y tendieran a equipararse con diferencias político-ideológicas f...]5.

Como consecuencia, importantes niveles de polarización distinguen hoy al ejercicio de la política en Venezuela. Esto ha dado paso a la formación de estereotipos e ideas preconcebidas acerca del "otro", entremezclando cada tanto su tendencia política y su posición en la escala socioeconómica del país. El miedo y el recelo frente al "otro" conducen a su exclusión del escenario de discusión pública, lo que acarrea eventualmente prácticas de carácter antidemocrático. Las vías de hecho se priorizan frente a los canales institucionales de deliberación política, lo que exacerba el clima de conflictividad y propicia episodios violentos entre diferentes actores.

Organizaciones sociales que en el pasado jugaron un importante rol en el fortalecimiento de la democracia, han dado muestras de escoger el camino de la acción colectiva violenta para defender sus intereses. Los documentos conocidos como Planes Comunitarios de Defensa Activa brindan un ejemplo de ello. Se trata de operaciones concebidas por organizaciones comunitarias de vecinos, junto a algunos militares retirados. Estos iban a ser puestos en marcha el 23 de enero de 2003, día en que [...] "las hordas chavistas y los círculos bolivarianos" supuestamente invadirían las residencias de la clase media y alta f...]6.

Los planes se basaban en una imagen altamente peyorativa de los simpatizantes del gobierno que se manifestaban por esos días. Las tácticas incluían el uso de armas, el cerramiento de puertas y rejas de los edificios, la implementación de aceite y agua caliente, la fabricación de bombas molotov, etc. Ejemplos como este son muestra de una escalada de violencia que se basa en la negación y la exclusión del otro; en la deshumanización de la contraparte por razones socio-políticas. Aquel día nada ocurrió pero las amas de casa, los niños y la población de clase media en general, percibieron que el pobre era el "enemigo" mientras que el pobre percibió que el oligarca, la clase media o los "escuálidos" como los llamó el presidente Chávez, eran el enemigo 7.

Los altos niveles de polarización han generado lógicas de segregación socio-espacial y de territorialización de los conflictos políticos. En consecuencia, se ha atendido a

f...] la creación de feudos y ghettos urbanos en la ciudad que responden a las diferencias sociales y políticas f...], la aparición de espacios altamente segregados, la pérdida de libertad para desplazarse en la ciudad dado el alto riesgo de ser identificado como "el otro" f...] y el surgimiento de los espacios del miedo y de la violencia. En síntesis, la pérdida del derecho a la ciudad: la exclusión, desdemocratización y desciudadanización8.

Por cuenta de este fenómeno, se han ido construyendo islotes urbanos imaginariamente separados en donde prevalece una visión política u otra. Han surgido fronteras invisibles que demarcan territorios según criterios ideológicos y socioeconómicos. Estas delimitaciones vedan de facto el traspaso de quienes son percibidos como "el otro". En el imaginario de quienes hacen vida en la ciudad de Caracas - por ejemplo -, se ha instalado la idea de que el Oeste de la ciudad pertenece a quienes son afectos al gobierno, mientras que el Este es sinónimo de nichos desde donde se despliegan esfuerzos en contra de aquél. Esto responde a una lógica de territorialización de la contienda política, intensificada por la persistencia de fuertes estereotipos e imágenes negativas acerca de la contraparte.

De este modo, los conflictos espaciales y la territorialización de discrepancias tienen un sustrato eminentemente político. La posición que se ocupa en la escala social - en un contexto caracterizado por persistentes desigualdades - juega un papel importante también. Los sectores de apoyo del oficialismo y aquellos que se alinean con la oposición, tienen por supuesto hondas diferencias en el terreno político-ideológico. Sin embargo, si han de coincidir en algo, es en la recurrencia a la exclusión del otro como parte del proceso de afirmación de sus preferencias políticas. Hoy por hoy, Caracas - entre otros núcleos urbanos del país - es escenario de constantes enfrentamientos que involucran factores de pertenencia de clase, relacionados con la segmentación de territorios9.

En consecuencia, se ha generado un círculo vicioso que envuelve polarización, territorialización de la pugna política y ejercicio de la violencia. Esto se debe a que la polarización - junto al recelo y el desconocimiento del otro - constituye la piedra angular de la formación de ghettos y divisiones en el paisaje urbano venezolano. Este fenómeno, a su vez, acrecienta las posibilidades de que se produzcan enfrentamientos por el control territorial y la defensa de los entornos identificados como propios, frente a intromisiones y/o provocaciones de los contendores.

Este fenómeno no se ha dejado entrever tan sólo en el marco de la crisis actual. La territorialización y la subsecuente escalada de la violencia datan, por lo menos, de los albores del siglo en curso. Varios episodios que lo ilustran han sido documentados. Existe información acerca de personas que han perecido cuando estos límites invisibles han sido traspasados con motivo de movilizaciones, marchas, mítines políticos, etc. Por ejemplo:

f...] el 11 de abril de 2002, fecha en que la oposición decidió llevar su protesta al Palacio de Miraflores f...] ubicado en el centro de la ciudad y en territorio chavista, hubo numerosos muertos. También hubo dos adeptos al chavismo muertos con motivo de los intentos de la marcha de la oposición por llegar al emblemático Paseo de los Proceres el día 6 de enero de 2003; un policía metropolitano murió el 23 de febrero de 2003 por traspasar la frontera de adeptos al chavismo instalados frente al edificio de la sede de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en la urbanización La Campiña10.

Esta situación, lejos de perder intensidad a través de los años, se ha convertido en moneda corriente en el imaginario y el accionar de diferentes actores del ámbito político venezolano. La imagen degradada del otro afirma y justifica la acción colectiva violenta para oponérsele, y para alcanzar los objetivos propios. De igual forma, distintos actores se ven tentados a utilizar tácticas violentas para ejercer una pseudo-soberanía en el territorio que reivindican como propio y que defienden del rival.

Esto resulta importante para entender lo que sucede en el marco de la crisis actual. Fenómenos como el bloqueo de zonas habitadas por "el enemigo", tienen que ver con la exclusión deliberada que se le aplica por su posición política y su condición social. Asimismo, este fenómeno produce secuelas en el uso del lenguaje corriente. Como parte de la voluntad de marginalizar al otro, se acude a la utilización de adjetivos descalificadores. El uso frecuente del epíteto de "fascista" busca desvirtuar al oponente, mientras se desdeña del carácter diverso de los actores que participan en las movilizaciones y protestas.

La restructuración de formas de sociabilidad y la lógica del no-ciudadano, no demócrata como factores esenciales de conflictividad socio-política en Venezuela

En el contexto de las sucesivas crisis de finales del siglo XX, se cuestionó fuertemente el rol de los actores que habían dominado la escena política desde el desplome de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. De igual modo, se pusieron en tela de juicio [...] los valores democráticos sobre los cuales había construido las normas de sociabilidad política el venezolano, desde la instauración del sistema político conciliador en 1958 f...]11.

Gracias al manejo de los ingresos fiscales provenientes del petróleo, las instancias gubernamentales habían logrado disminuir considerablemente los índices de conflictividad política y habían dado la sensación de dirigir un país de plenas libertades y posibilidades de inclusión social12. Por medio de prácticas clientelistas, partidos tradicionales como AD y Copei fueron minando poco a poco la independencia de plataformas de participación que habían cobrado relevancia. Tal es el caso de sindicatos, asociaciones comerciales, organizaciones de vecinos, etc.13

Conforme se denunciaron dichas prácticas, y se reclamó una mayor apertura del sistema político en favor de sectores diversos, se inició una desestructuración de las formas de sociabilidad que habían imperado durante cerca de 40 años. La Constitución de 1999 las sustituyó por nuevas modalidades, mientras generó un fenómeno de reinstitucionalización en virtud de la transformación del andamiaje estatal que se llevó a cabo. Los nuevos cánones de acción, asociación y comunicación política aún se encuentran en un periodo de definición y apropiación por parte de los actuales protagonistas de la historia política en Venezuela14.

Ese proceso de restructuración de las modalidades de sociabilidad ayuda a entender los altos niveles de agitación política que se observan hoy en día en el vecino país. Las nuevas formas de canalizar las expresiones de lo político han facilitado el surgimiento de actores con una serie de demandas, aspiraciones y contradicciones particulares. Valiéndose de posibilidades más amplias de asociación y participación política - en virtud de mecanismos consagrados en la Constitución de 1999 -, estos han llenado los vacíos de los partidos políticos tradicionales. Ya que aún no están sólidamente estructurados, dichos actores han mostrado proclividad a dirimir sus diferencias de forma acelerada, y algunas veces, radical15.

Por otro lado, el diseño e implementación de políticas públicas del gobierno bolivariano se ha centrado en la transformación de las condiciones de vida de los ciudadanos de bajos recursos. Esto ha desencadenado una crisis de expectativas por parte de los sectores que no se identifican con la población objeto del accionar gubernamental prioritario. Se generan entonces fenómenos de resistencia de parte de personas y grupos pertenecientes a los estratos A, B y C16 - que a grandes rasgos corresponden a las capas socio-económicas media y alta -. Adicionalmente, el gobierno de Hugo Chávez incorporó poco a poco elementos de la cultura popular al discurso político-electoral, lo que no contó con la aquiescencia de la población en cuestión.

La concreción gradual de diversos lineamientos políticos del proyecto bolivariano, ha producido dos procesos paralelos. Por un lado, una estrategia de movilización popular en torno a la expresión de dichos lineamientos en varios instrumentos jurídicos, y en pro de su puesta en marcha. Y por otro lado, la congregación de actores opuestos a ese proyecto en el marco de organizaciones que defienden los derechos económicos de los propietarios de medios de producción y miembros de la clase media17. Según algunos análisis realizados al respecto, aquel contexto:

f...] fue el prólogo del incremento de la conflictividad socio-política que aún experimentamos los venezolanos, y es así porque las prácticas políticas surgidas de los procesos bivalentes señalados, sumergen a los actores políticos en una escalada de violencia social basada en el desconocimiento de las identidades colectivas, se desvirtúan las intenciones del "otro " que se percibe en su condición de no-ciudadano, no-demócrata, quedando abierto de esa forma el campo para una resolución no pacífica de las diferencias sociales y políticas de los ciudadanos18.

A esto se adhiere una serie de elementos discursivos que anulan la legitimidad del "otro" y lo despojan de su carácter de sujeto titular de derechos. Existe, entre los dos polos opuestos de la acción colectiva, un conflicto valorativo que afecta la manera en que aquellos entienden la democracia, el ciudadano, el espacio público, las fuentes de legitimidad, etc. Aquello hace difícilmente reconocible a un actor desde el punto de vista de su contraparte. Esto lleva a que gran parte de las medidas tomadas por un cúmulo de actores, sean vistas como una provocación por sus detractores. Por ejemplo, la sola puesta en marcha del plan de desarrollo 2001-2007 fue percibida como un detonante de conflicto por parte de miembros de la oposición. Bajo estas condiciones, se genera un clima de disenso que incrementa el recelo mutuo. Eventualmente los canales de comunicación política se ven afectados, ante lo cual se atiende a un alza significativa de las posibilidades de emprender acciones violentas en aras de predominar en el campo político-ideológico.

Resulta de gran importancia complementar esta visión basada en elementos de largo aliento, con algunos hechos relevantes que se sitúan en el plano coyuntural de la realidad venezolana. La historia reciente del vecino país incluye episodios e hitos que han coadyuvado en la instalación de un contexto signado por la aceleración, la incertidumbre y el enfrentamiento como vía para dirimir diferencias.

Periodo de reajuste en el seno del proyecto bolivariano y apertura de ventanas de oportunidad para sus contendores

El deceso de Hugo Chávez Frías ha significado un enorme reto para la continuidad y la estabilidad de la llamada Revolución Bolivariana. La desaparición física de su más descollante líder ha materializado en Venezuela lo que algunos autores denominan crisis de liderazgo19. Su ausencia ha impulsado un vacío de figuración por parte de los representantes del proceso que aún no ha sido colmado satisfactoriamente - muy a pesar de los esfuerzos por fortalecer la figura de Nicolás Maduro como heredero político de Chávez -.

En consecuencia, diversos actores han desplegado esfuerzos para aprovechar este vacío de figuración. Esto con el ánimo de atraer porciones volátiles del electorado, posicionar de mejor manera su visión y acrecentar las posibilidades de poner en marcha sus propuestas. El panorama ha resultado propicio para una redefinición de las estrategias políticas y de comunicación por parte de los líderes de oposición.

Por otro lado, la crisis de liderazgo generada por el fallecimiento de Hugo Chávez, ha puesto en situación de fragilidad al cúmulo de agentes que lleva las riendas institucionales del proyecto bolivariano - trátese del PSUV, del Ejecutivo Nacional, de los adeptos a dicha línea político-ideológica en la Asamblea Nacional, etc. -. La teoría de la movilización de recursos - como base analítica para aproximarse al fenómeno de los movimientos sociales -, invita a considerar que este tipo de situaciones favorece sustancialmente al accionar de los grupos políticos opositores. La incertidumbre causada por circunstancias sobrevenidas impacta negativamente los niveles de estabilidad de determinados actores políticos, produciendo una ventana de oportunidad para sus oponentes.

En el caso venezolano, esta ventana de oportunidad puede generar reacciones muy diversas por parte de los grupos opositores. Esto se debe a que, a pesar de la existencia de la Mesa de la Unidad Democrática - MUD estos no constituyen un bloque monolítico que actúa bajo preceptos dictados de forma centralizada. Plausiblemente, podrían recurrir a la modificación de tácticas y alianzas para hacerse con el poder efectivo de órganos clave del Estado. Por otro lado, la oposición organizada en partidos políticos y grupos de presión podría diseñar nuevas modalidades de interacción con la ciudadanía, con el ánimo de asegurar mayores niveles de éxito en los comicios venideros.

Las circunstancias actuales en Venezuela nos muestran que los niveles de activismo que han adoptado distintas facciones de la oposición, constituye uno de los elementos más llamativos y dignos de análisis. Como se verá más adelante, grupos y líderes opositores han optado por organizar movilizaciones de amplios sectores, jornadas de asambleísmo de calle y manifestaciones masivas que persiguen determinados fines. En algunos casos, se ha solicitado la auditoría de procesos electorales y el reconteo de votos. En otras ocasiones - más recientes -, se ha llamado a movilización para exigir un cambio de gobierno en el corto plazo. Estos últimos escenarios resultan particularmente llamativos, por su conexión con el actual contexto de turbulencia política en Venezuela.

Según lo mencionado anteriormente, un contexto de crisis que comprometa la continuidad de cierto proyecto político, o que lo obligue a redefinir maniobras, representa considerables beneficios para sus adversarios. En palabras de autores como Roberto López Sánchez, esto sucede cuando [...] la posición hegemónica de los grupos o coaliciones dominantes se debilitan [sic] a consecuencia de la crisis, generando una ampliación de las oportunidades políticas para los grupos opositores20.

En este caso se podría identificar como coalición dominante el cúmulo de actores que configuran, conforman y/o apoyan el proyecto político bolivariano - en términos generales -, y al gobierno venezolano actual - en términos puntuales -. Un ejemplo reciente de esta lógica de agrupación, se puede encontrar en el contexto de la campaña presidencial que se llevó a cabo entre 2011 y 2012. En ese caso, se atendió a la conformación de una variopinta coalición que dio en llamarse Gran Polo Patriótico - GPP -. Se trató de una

[...] alianza político-social electoral [...], que si bien contaba con la hegemonía del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), permitía recomponer las relaciones de este con los partidos aliados del chavismo, una serie de organizaciones minoritarias claves para asegurar un voto oficialista, que por diferentes razones, rechaza o no desea identificarse con el partido oficial: Partido Comunista de Venezuela (PCV), Patria Para Todos (PPT), Podemos, Redes y Tupamaros, entre otros21.

El Gran Polo Patriótico aglutinó a sectores oficialistas de distintas corrientes, y allanó el camino hacia la victoria del candidato del PSUV en octubre de 2012. Sin embargo, por cuenta del deterioro de la salud de Chávez, el GPP pasa a conformar la base de apoyo de Nicolás Maduro en un nuevo y enrarecido proceso electoral.

Maduro fue designado como sucesor de la Revolución Bolivariana por el propio Hugo Chávez. En una de sus últimas apariciones en televisión, el día 8 de diciembre de 2012, el fallecido presidente afirmaba lo siguiente:

Si, como dice la Constitución, se presentara alguna circunstancia sobrevenida f...] que a mí me inhabilite f...] para continuar al frente de la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, bien sea para terminar los pocos días que quedan f...] y sobre todo para asumir el nuevo periodo para el cual fui electo por ustedes, f.] mi opinión firme, plena f.], irrevocable, absoluta, total es que en ese escenario f...] ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. f...] Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar, si es que yo no pudiera, f.] con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, con su don de gentes, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la presidencia de la República dirigiendo, junto al pueblo siempre, f.] los destinos de esta patria22.

De cara a las elecciones presidenciales de abril de 2013, se buscó fortalecer la imagen de Nicolás Maduro como nuevo portaestandarte del proceso bolivariano. En virtud de ello, se recurrió a la modificación del factor estético de varias plataformas virtuales institucionales. Como parte de dicha estrategia, f...] el Ministerio de Comunicación e Información, la Agencia Venezolana de Noticias y la Asamblea Nacional f...] redujeron al mínimo lo que antes era la omniabarcante fsic]presencia de la imagen de Chávez, sustituyéndola por noticias y fotografías protagonizadas por el vicepresidente23. De igual modo, varias concentraciones multitudinarias fueron organizadas con el ánimo de acrecentar el grado de proximidad entre el candidato del PSUV y el electorado. Uno de los aspectos culmen fue el papel protagónico que ostentó Maduro en el marco de los funerales oficiales de Hugo Chávez24.

Sin embargo, buena parte de los factores que ayudan a que exista una relación sólida entre los líderes políticos y sus gobernados - y que a su vez juegan un papel importante a la hora de asegurar ciertos niveles de gobernabilidad -, no son automáticamente transferibles. Es el caso de elementos como el capital político, el carisma, el potencial electoral, los lazos construidos con la ciudadanía -o con porciones específicas de ésta -, etc. En ese sentido, no es suficiente que determinado líder unja a aquel que ha escogido como su sucesor para que la voluntad popular se exprese favorablemente y refrende este hecho en las urnas. Un evento tan decisivo como la muerte de un personaje protagónico de la escena política, puede generar amplios cuestionamientos en el seno del electorado. Esto puede, incluso, impulsarlo hacia un periodo de reajuste.

Según evidencia la historia reciente, tras la muerte de Hugo Chávez los sectores de apoyo del proceso bolivariano - tanto institucionalizados como de base -, se han visto abocados a un súbito proceso de reacomodación. En lo inmediato, se vieron conminados a enfrentar una nueva contienda en las urnas ya sin la presencia de su líder histórico. Las elecciones presidenciales de inicios de 2013 estuvieron dominadas por el vacío de quien tan sólo meses antes había sido candidato por el PSUV con resultados satisfactorios.

Esto podría ayudar a entender - al menos parcialmente - lo sucedido en las elecciones presidenciales del 14 de abril de 2013. Si bien Nicolás Maduro resultó vencedor, lo hizo con un margen sumamente estrecho. Obtuvo el 50.66% de los votos, frente al 49,07% que logró capitalizar Henrique Capriles. Es decir, Maduro se hizo solamente con cerca de 235.000 votos más que su contendor directo25.

Esa diferencia resulta aún más mínima si se la compara con la que se había presentado en las últimas elecciones presidenciales que contaron con la participación de Hugo Chávez. A saber: el proceso electoral del 7 de octubre de 2012, escenario que sellaría la tercera reelección consecutiva del líder de la llamada Revolución Bolivariana. Chávez resultó vencedor al [...] obtener una votación holgada de 8.191.132 sufragios, 55% del total, con un margen de diferencia de 1.599.828 votos respecto a su principal rival Henrique Capriles26.

Tanto el estrecho margen de votación con el que Maduro resultó vencedor en las elecciones presidenciales de 2013, como la reacción que suscitó aquello en el seno de los sectores opositores -en cabeza del propio Henrique Capriles - son elementos que guardan relación con la mencionada crisis de liderazgo que causó la defunción de Hugo Chávez y con la ventana de oportunidad que ha beneficiado al accionar político de miembros de la oposición. Si recordamos lo sucedido recién se hicieron públicos los resultados de la contienda electoral, tendremos la imagen de un Capriles que cuestionaba con ahínco la veracidad de los datos transmitidos por el CNE, y llamaba a una auditoría para verificarlos minuciosamente27. En una transmisión televisiva del 15 de abril de 2013, el candidato de la MUD decía tener prueba de más de 3.000 inconsistencias en el proceso28 y decía a Nicolás Maduro: f...] si usted era ilegítimo, hoy está más cargado de ilegitimidad29.

Ante una eventual proclamación de Nicolás Maduro como presidente electo, Henrique Capriles convocó a un cacerolazo en todo el país y a una movilización hacia las instalaciones del CNE en diferentes ciudades para demostrar descontento frente a una presunta manipulación de los resultados. Asimismo, buscó congregar al electorado para exigir un reconteo de la totalidad de los votos30. Esta línea de acción de una de las principales figuras de la coalición opositora podría estar emparentada con dos componentes principales. En primer lugar, con el hecho de constatar el escaso volumen de votos que le separaron del ganador - que a su vez responde a un debilitamiento de la propuesta oficialista en virtud de la crisis de liderazgo que experimenta -. Y en segundo lugar, con el paulatino fortalecimiento de la MUD y otros actores no hegemónicos propiciado por la apertura de una ventana de oportunidad.

Resulta plausible considerar que dicha ventana de oportunidad ha resultado propicia para un replanteamiento de las estrategias de la coalición opositora. Esto ha impulsado que cabezas visibles de la MUD protagonicen múltiples apariciones públicas. Pero no sólo eso. La situación actual ha sentado las bases para que algunos líderes - encarnados principalmente por figuras como Leopoldo López y María Corina Machado - realicen llamados a movilizaciones de alto impacto con el objetivo de alcanzar un cambio de gobierno en lo inmediato. Estos llamados a la movilización se han caracterizado por una especial fortaleza discursiva, que ha incluido referencias directas a un cambio de régimen y a la instalación de una Asamblea Constituyente31. Tanto la convocatoria como la ejecución de dichas demostraciones evoca momentos clave de la vida nacional como la crisis social y político-institucional experimentada hacia 2002-2003, cuando se buscó también la salida de Hugo Chávez del Palacio de Miraflores por medio de la presión ejercida por diferentes sectores radicalizados de oposición.

En lo corrido del año actual, agrupaciones políticas como Voluntad Popular - liderada por Leopoldo López - han procurado la puesta en marcha de una ambiciosa agenda de asambleísmo de calle. Esto en el marco de la ya célebre estrategia conocida como La Salida, de la que Leopoldo López afirmaba hacia enero de 2014: [.] nosotros hemos dicho una y otra vez que tenemos que poner todo nuestro esfuerzo en buscar construir una salida a este desastre nacional. Y la salida al desastre nacional, es la salida de Nicolás Maduro y de todos los que lo acompañan en los poderes públicos32.

Restablecer los canales de comunicación política como vía para evitar episodios de violencia

La seguidilla de manifestaciones y concentraciones convocadas por grupos opositores desde los primeros meses del año en curso, se enmarcan en el contexto de crisis de liderazgo que ha afectado al proyecto bolivariano. Además, son muestra de la adopción de renovadas estrategias de acción por parte de sus contendores. El devenir de dichas manifestaciones ha sido influenciado por los altos niveles de conflictividad que dominan hoy por hoy el panorama político del vecino país. Como se mencionaba en apartados anteriores, por cuenta del deterioro de los conductos de discusión y deliberación se ha acrecentado la proclividad al uso de la violencia. El intercambio de argumentos ha cedido terreno frente a la confrontación en las calles. Los debates de ideas en ámbitos dedicados a la deliberación han pasado a segundo plano por cuenta de la construcción de barricadas, el bloqueo de zonas residenciales, el uso de armas convencionales y hechizas, etc. El llamamiento a la acción colectiva en pro de la salida prematura del gobierno actual no deja de ser un elemento contundente en lo discursivo, y susceptible de generar reacciones desmesuradas en un contexto de conflictividad, aceleración y confrontación.

Tanto los factores de largo aliento, como las circunstancias sobrevenidas de la historia reciente, generan una realidad signada por la apatía, el quiebre de los canales institucionales de comunicación política y la escogencia de vías antidemocráticas - e inconstitucionales - para alcanzar determinados objetivos en la arena política. Ya que un eventual acercamiento al "otro" se considera inviable o infructuoso, lo que se impone poco a poco es la toma de decisiones drásticas y - no pocas veces - violentas.

Los factores de conflictividad traídos a colación hasta el momento, convergen de forma llamativa. Nótese que se trata de elementos con gran cercanía conceptual como: el desconocimiento del otro, la abundancia de estereotipos, la deshumanización de la contraparte en virtud de su posición socio-económica y su visión política, la identificación del otro como no-ciudadano y/o no-demócrata, etc.

Varios de estos componentes se han mostrado determinantes en contextos anteriores, propiciando etapas turbulentas y caracterizadas por múltiples episodios de violencia. Por ejemplo, viene a la mente la - ya mencionada - crisis política, social, económica e institucional que se vivió durante buena parte de 2002 e inicios de 2003. Dicho escenario incluyó enfrentamientos constantes entre grupos políticos, actos de insubordinación militar, la separación momentánea de Hugo Chávez de sus funciones como Presidente de la República, un paro general convocado por varios sectores económicos, la interrupción del flujo de producción de petróleo, el llamado a la desobediencia civil por parte de líderes de la oposición, la activación de tácticas de respuesta de parte de los Círculos Bolivarianos, etc.

Ante panoramas semejantes, resulta indispensable propender por la recuperación gradual de los niveles de confianza entre las partes enfrentadas, en aras de reconstruir los canales de comunicación política. De igual forma, es preciso aplacar los elementos discursivos que despojan al otro de su dignidad y su condición de sujeto titular de derechos. Con el objetivo de solventar la crisis que vive actualmente el país vecino - o siquiera de aminorar los niveles de conflictividad que conducen a la comisión de actos violentos - es urgente propiciar escenarios de deliberación y evitar las conductas antidemocráticas. Para ello, el diálogo y la rehumanización del "otro" son fundamentales.

En el marco de la álgida situación que se vivió entre 2002 y 2003, se implementó un mecanismo conocido como la Mesa de Negociación y Acuerdos - MNA -. Dado que varios de los factores de conflictividad que caracterizaron dicho contexto persisten actualmente, sería interesante rescatar algunos componentes puntuales de aquella experiencia.

La MNA buscó generar un espacio de acercamiento entre el gobierno bolivariano y varias organizaciones de oposición aglutinadas en una coalición denominada Coordinadora Democrática. Se priorizó el restablecimiento de la confianza entre actores, ya que ésta se encontraba seriamente afectada por cuenta de la prolongada crisis. Se contó con el acompañamiento de un equipo técnico tripartito conformado por miembros de la OEA, el Centro Cárter y el PNUD33.

El proceso se dividió en dos fases fundamentales. En la primera se estimuló una serie de discusiones con base en una agenda flexible y sin centrarse en la búsqueda de soluciones inmediatas. La idea era propiciar la aproximación entre los actores y que estos expresaran sus respectivas preocupaciones y aspiraciones a la contraparte. En la segunda fase se estableció un diálogo para la concertación, mediante el cual se atacó el problema de los estereotipos y las percepciones negativas que alimentaban el clima de confrontación. Asimismo, se exploraron las demandas de las partes en tono constructivo, logrando que se tradujeran a un lenguaje cada vez más desprovisto de contenido emocional y beligerante34.

También se trabajó con organizaciones de la sociedad civil y líderes comunitarios, en un esfuerzo para que surgieran propuestas de paz de niveles distintos a la cúpula presente en la MNA. Un grupo conocido como Constructores de Paz se creó hacia febrero de 2003. Este proporcionó insumos para la mediación realizada en la MNA y realizó actividades en pro de la adopción de un lenguaje más constructivo en las movilizaciones35. A inicios de dicho año se concretó la firma de un documento en el que se rechazaba el uso de la violencia y se afirmaba el compromiso con la adopción de vías pacíficas para la resolución de las divergencias. Éste constituyó el primer acuerdo de la Mesa, y dio en llamarse Declaración contra la Violencia por la Paz y la Democracia36.

En mayo de 2003, se logró que las partes construyeran y se adhirieran a un acuerdo de carácter más amplio. Éste representa uno de los logros más sustantivos del proceso, y se centra en temas clave como: el respeto a la Carta Magna y a la prevalencia del Estado de Derecho; la observancia de los mecanismos constitucionales de solución de diferencias; la superación de la controversia política y partidista en pro del respeto de valores como la justicia social, la tolerancia y la convivencia democrática; el compromiso con el desarme efectivo de la población con arreglo a una ley promulgada por la Asamblea Nacional; la búsqueda de soluciones a la crisis por vía electoral, apoyándose - por ejemplo - en el mecanismo de referendo revocatorio garantizado por la Constitución de 1999, entre otros37.

Desde el punto de vista del contexto, de los medios que utiliza y de los objetivos que persigue, el mecanismo de la MNA evoca la Conferencia Nacional por la Paz que fue instalada en Venezuela hacia febrero de 2014. En el corto plazo, se propuso reducir la intensidad y la frecuencia de los hechos de violencia en el territorio nacional. A mediano y largo plazo, busca ampliar las posibilidades de diálogo efectivo entre los diversos actores que se encuentran enfrentados para aminorar paulatinamente los niveles de conflictividad.

La Conferencia Nacional por la Paz, en sus diversos núcleos de acción, ha propiciado reuniones entre varios actores de la vida pública venezolana, representantes de instituciones estatales, partidos políticos, grupos de presión, organizaciones de la sociedad civil, empresarios, industriales, etc. Acorde con el objetivo a corto plazo, se ha buscado que la Conferencia sirva de plataforma para abordar la situación actual de manera constructiva y bajo criterios de inclusión, amplitud y civilidad.

Entre las problemáticas más acuciantes que la Conferencia ha debido abordar se encuentran: los focos de violencia, la responsabilidad de las autoridades y de los manifestantes en los choques registrados, la situación de los principales indicadores macroeconómicos del país, los índices de criminalidad en diferentes ciudades y regiones, el fenómeno de escasez de productos de consumo básico, etc. Se han creado varios para abordar todo aquello dependiendo de los diferentes ejes temáticos. De igual modo, se ha buscado operar de tal forma que las regiones más afectadas por la inestabilidad - como es el caso de la zona andina, específicamente el Estado Táchira - sean escenario de las discusiones de la Conferencia por la Paz.

Por necesario que resulte este proceso, varios de los sectores involucrados se mostraron reacios a participar conforme se realizaron los primeros llamados al diálogo. Asimismo, la opinión pública parecía escéptica ante las posibilidades de éxito del mecanismo. Para sobrepasar este obstáculo, se hizo un llamado a varios actores institucionales con capacidad de tomar distancia respecto al actual contexto de confrontación. Esto con el ánimo de que fungieran como acompañantes y garantes del proceso, acrecentando los niveles de confianza de los participantes directos. Así pues, se extendieron invitaciones a los ministros de relaciones exteriores de 3 países pertenecientes a la Unión de Naciones Suramericanas - UNASUR -. Específicamente se cuenta con el apoyo de los cancilleres de Ecuador, Brasil y Colombia. De igual modo, se recurrió a la participación del actual Nuncio Apostólico en Venezuela - con la perspectiva de que el propio Secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin, participe de los acercamientos en un futuro -.

Si bien la Conferencia encarna un mecanismo viable y con cierto nivel de institucionalización, hay algunas cuestiones que hay que tener en cuenta para garantizar mayores posibilidades de éxito. En primera medida, se necesita un verdadero compromiso de parte de todos los participantes del proceso. Hasta el momento, algunos componentes de la MUD se han mostrado reticentes a abandonar las vías de hecho que han diseñado para lograr un cambio de gobierno en el corto plazo. En la puesta en marcha del plan conocido como La Salida, no han primado los mecanismos que la Constitución ofrece para poner término a un mandato de elección popular anticipadamente. Cuando menos, ha habido bastante ambigüedad al respecto. Si bien el objetivo es explícito, bastantes dudas pesan acerca de si los medios serán definitivamente de hecho o de derecho. Hasta el momento, no se ha procurado - como en casos anteriores - activar un proceso de referendo revocatorio mediante recolección de firmas, etc.

De parte del sector oficial, se requieren esfuerzos que generen un terreno más sólido y propicio para el proceso de diálogo. En primera medida, se necesitan ajustes que eviten el uso desmedido de la fuerza por parte de los organismos de seguridad. Es imperioso que el trabajo de instrucción promueva el uso restringido de los medios coercitivos y el respeto incondicional a los Derechos Humanos. Asimismo, las autoridades civiles deben insistir en la primacía de las garantías constitucionales y legales en el marco de toda acción que emprendan los uniformados. El uso excesivo de la fuerza fragiliza el avance de la Conferencia y reduce sus posibilidades de éxito - sin mencionar que produce ingentes agravios a la salud y a la dignidad humana -. Prueba de ello, hacia mediados de mayo la coalición opositora decidió suspender los diálogos por considerar que el accionar de la fuerza pública durante las marchas estudiantiles era condenable38. Todo viso de represión brinda argumentos y justificación al sector de línea dura de la coalición opositora, que entiende la participación en la Conferencia como una claudicación frente a los objetivos que persiguen.

Finalmente, hay que tener en cuenta - así como se hizo durante el proceso de acercamiento de 2002 - 2003 - que el diálogo político de alto nivel es necesario, pero no suficiente. Dada la profunda polarización y la escalada de la violencia presente en múltiples planos sociales, es de vital importancia llevar a cabo un proceso que comprenda (...) diversos sectores sociales y con distintas instancias de visibilidad, que pudiera ir desde los niveles políticos más altos hasta las comunidades de base, tan afectadas por el conflicto, como así también desde las bases sociales hacia sus líderes39.

Esto dicho, es necesario involucrar en el proceso a una amplia gama de sectores poblacionales. De este modo, actores que se han visto arrastrados por el clima de confrontación constante - como organizaciones sociales, consejos comunales, grupos estudiantiles, líderes comunitarios, etc. -podrían proveer una plataforma para la generación de propuestas y acciones de paz.

Con una adecuada labor de encaminamiento, se podría trazar un plan de trabajo en el que el primer objetivo sea restablecer la confianza entre actores y los canales de deliberación política no violenta. Lograr elementos comunicativos conjuntos en donde se rechace tajantemente la violencia perpetrada por todo actor en pugna, sería un avance considerable. Asimismo, se impone una administración de justicia diáfana, objetiva y ajena a intereses políticos o partidistas.

Reflexiones finales

Venezuela surte, hoy por hoy, un intenso proceso de redefinición del funcionamiento de su sistema político. La reestructuración del Estado, propuesta y encabezada por el MVR y otras fuerzas políticas desde finales de la década de los 90, continúa su curso actualmente. En medio de dicho trasegar han surgido actores, que con diferente cadencia se han fraguado un espacio dentro de las nuevas lógicas de acción política y de conducción institucional que hoy se configuran en Venezuela. Aquellos hacen gala de renovados objetivos, para la consecución de los cuales despliegan estrategias que se diferencian sustancialmente de las que distinguieron a los partidos políticos tradicionales durante buena parte de la segunda mitad del siglo XX.

Este proceso ha estado signado tanto por elementos de largo aliento, como por contingencias y situaciones sobrevenidas que han influido en su desarrollo.

Dentro de la primera categoría, encontramos factores que han ido permeando gradualmente la realidad venezolana, como el encono y la profundización de las diferencias entre actores antagónicos. Poco a poco el debate público y la pugna política se han ido tiznando de elementos que exacerban los niveles de conflictividad y conducen a la anulación de los canales institucionales de negociación. Paulatinamente se han instalado visos de recelo frente a aquel actor político que es identificado como diferente, como opuesto, como "el otro". Por cuenta de sus bases ideológicas, de su situación en la escala socioeconómica - e incluso del lugar que habita en determinado entorno urbano - al "otro" se lo proscribe de los escenarios de discusión. Esto reduce las posibilidades de alcanzar consensos, y establece un clima de desconfianza y negación del otro. Adicionalmente, dificulta que se considere a la contraparte como digna de participar en la construcción de institucionalidad, o que se le incluya en la toma de decisiones que atañen a la vida pública del país.

Al conferirle a la contraparte un carácter de no-ciudadano, no-demócrata, el ejercicio de la violencia tiende a ocupar el espacio del diálogo. El riesgo es, como se ha observado recientemente, que las relaciones que se tejan entre sectores opuestos incluyan insistentemente ese ingrediente. En este caso, surge la necesidad de diseñar una serie de medidas conducentes a reconstruir los canales convencionales - constitucionales, legales - de comunicación y deliberación, contribuyendo así a aplacar situaciones de enfrentamiento y a evitar focos de violencia. En este sentido, vale la pena monitorear los esfuerzos de acercamiento realizados en lo sucesivo como parte de la iniciativa de la Conferencia Nacional por la Paz. Estos podrían constituir pasos preliminares valiosos en aras de rehuir los eventos dominados por la violencia.

Por otro lado, cuestiones como la desaparición física del líder histórico del proyecto bolivariano, han impulsado a la dirigencia restante hacia un periodo de ajuste y reacomodación. Éste ha constituido un enorme reto para los cuadros del PSUV, y los ha conminado a realizar virajes discursivos, modificaciones en el equipo de gobierno, entre otros.

Este enrarecido clima político ha afectado también a algunos sectores que se erigen en oponentes de la llamada Revolución Bolivariana. En lo concreto, les ha significado la apertura de una ventana de oportunidad, que ha conducido a una redefinición de tácticas por parte de la coalición de oposición. Aún está por aclararse si sus nuevos lineamientos de acción serán canalizados de tal forma que no alimenten el clima de confrontación, eviten el uso sistemático de lenguaje beligerante, no profundicen la ruptura de los canales de negociación, y no se sirvan de las resquebrajadas relaciones entre actores en pugna para afirmar sus estrategias.


2 Agencia EFE. (20 de Marzo de 2014). Fiscal confirmó 31 muertos en las protestas en Venezuela. Recuperado el 20 de Marzo de 2014, de ELTIEMPO.com.ve: http://eltiempo.com.ve/venezuela/ejecutivo/fiscal-confirmo-31-los-muertos-en-las-protestas-envenezuela/ 131178

3a María Bejarano. La muerte lenta de la democracia en Venezuela. En: Hugo Chávez: una década en el poder. Editorial Universidad del Rosario. Bogotá, D.C., 2010. P. 25.

4 María del Pilar García Guadilla. Politización y polarización de la sociedad civil venezolana: las dos caras frente a la democracia. En: Espacio Abierto. Cuaderno Venezolano de Sociología, 12(1). Maracaibo, 2003. P. 33.

5 Ibídem. P. 39.

6Ibídem. P. 55.

7 Ibídem. P. 57.

8 Ibídem. P. 44.

9 Ibídem. P. 46.

10° Ibídem. P. 47.

11 Juan Romero, Carlos Pinto & Eduvio Ferrer. Venezuela: de la coyuntura de quiebre constitucional a la consolidación del Gobierno de Chávez (2002-2004). En: Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana y Teoría Social. 10(28). Maracaibo, 2005. P. 11.

12 Valdenésio Aduci Mendes. Los consejos comunales, participación política y autoritarismo en Venezuela. En: Confluenze. Rivista di Studi Iberoamericani. 4(2). Boloña, 2012. P. 144.

13 Inés Margarita Guardia Rolando & Giannina Olivieri Pacheco. Estudio de las relaciones civiles militares en Venezuela desde el siglo XIX hasta nuestros días. Publicaciones UCAB. Caracas, 2005.         [ Links ] P. 73.

14 Juan Romero, Carlos Pinto & Eduvio Ferrer. Venezuela: de la coyuntura ... Op. Cit. P. 11.

15 Ibídem. P. 12.

16 Ibídem. P. 16.

17 Ibídem. P. 18.

18 Ibídem. P. 19.

19 Rafael Uzcátegui. Antecedentes y escenarios de la Venezuela poschavista. En: Nueva Sociedad (244). Buenos Aires, 2013. P. 5.

20 Roberto López Sánchez. Fundamentos teóricos para el estudio de los movimientos estudiantiles en Venezuela. En: Espacio Abierto. Cuaderno Venezolano de Sociología, 14(4). Maracaibo, 2005. P. 593.

21 Rafael Uzcátegui. Antecedentes y escenarios . Op. Cit. P. 5.

22 Soluciondigitall. (11 de marzo de 2013). Chávez, Voten Por Maduro. Recuperado el 23 de Abril de 2014, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=0HIkT9fb4wg

23 Rafael Uzcátegui. Antecedentes y escenarios ... Op. Cit. P. 10.

24 Ibídem. P. 10.

25E. (15 de Abril de 2013). Nicolás Maduro gana las elecciones en Venezuela. Recuperado el 23 de Abril de 2014, de Lavanguardia.com: http://www.lavanguardia.com/internacional/20130415/54371220790/nicolas-maduro-elecciones-en-venezuela.html

26 Rafael Uzcátegui. Antecedentes y escenarios ... Op. Cit. P. 4.

27 Correo del Orinoco. (15 de Abril de 2013). Capriles desconoce resultados electorales y pide auditar votos. Recuperado el 24 de Abril de 2014, de Correo del Orinoco: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/capriles-desconoce-resultados-electorales-y-pide-auditar-votos/

28 Diario 2001. (14 de Abril de 2013). Capriles desconoce los resultados de las elecciones. Recuperado el 24 de Abril de 2014, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=H1qv6nfj41k

29 Correo del Orinoco. (15 de Abril de 2013). Capriles desconoce resultados electorales Op. Cit.

30 25 Segundos. (15 de Abril de 2013). Capriles Radonksi convoca a cacerolazo y movilización al CNE martes y miércoles. Recuperado el 24 de Abril de 2014, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3x6zGZ7S-2w

31 Daniel Lozano. (1 de Febrero de 2014). Leopoldo López llama a la calle y se mide con Henrique Capriles. Recuperado el 25 de Abril de 2014, de El Mundo: http://www.elmundo.es/internacional/2014/02/01/52ed17d7268e3ece4f8b4576.html

32 EU TV. (27 de Enero de 2014). Leopoldo López #LaSalida. Recuperado el 25 de Abril de 2014, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=8twRhQ-Sa4k

33 Juan Romero, Carlos Pinto & Eduvio Ferrer. Venezuela: de la coyuntura ... Op. Cit. P. 29.

34 Ibídem. P. 30.

35 Centro Carter. (Febrero de 2005). El Centro Cárter y el Proceso de Construcción de Paz en Venezuela Junio 2002 - Febrero 2005. Recuperado el 17 de Marzo de 2014, de Serie de Reportajes Especiales: http://www.cartercenter.org/documents/2022.pdf P. 4.

36 Ibídem. P. 4.

37 Ibídem. P. 23 - 26.

38 Fabiola Sánchez. (20 de Mayo de 2014). Proceso de diálogo sigue suspendido en Venezuela. Recuperado el 22 de Mayo de 2014, de El Nuevo Herald: http://www.elnuevoherald.com/2014/05/20/1751989/cancilleres-concluyen-gestiones.html

39 Centro Carter. (Febrero de 2005). El Centro Carter y el Proceso de Construcción de Paz ... Op. Cit. P. 3.


Bibliografía

Inés Margarita Guardia Rolando & Giannina Olivieri Pacheco. Estudio de las relaciones civiles militares en Venezuela desde el siglo XIX hasta nuestros días. Publicaciones UCAB. Caracas, 2005.

Medófilo Medina. El elegido presidente Chávez: un nuevo sistema político. Ediciones Aurora. Bogotá D.C., 2001.         [ Links ]

Capítulos o artículos en libro

Ana María Bejarano. La muerte lenta de la democracia en Venezuela. En: Hugo Chávez: una década en el poder. Editorial Universidad del Rosario. Bogotá, D.C., 2010. P. 25-45.         [ Links ]

Francine Jácome. La sociedad civil en el marco de la Revolución Bolivariana y del Socialismo del siglo XXI (1999-2009). En: Hugo Chávez: una década en el poder. Editorial Universidad del Rosario, Bogotá, D.C., 2010. P. 69-86.         [ Links ]

Gregory Wilpert. Venezuela's Experiment in Participatory Democracy. En: The Revolution in Venezuela. Social and Political Change under Chávez Londres, Inglaterra: The David Rockefeller Center Series on Latin American Studies, Harvard University. Londres, 2011. P. 99-129.         [ Links ]

Jonathan Eastwood. Introduction: The Revolution in Venezuela? En: The Revolution in Venezuela. Social and Political Change Under Chávez. The David Rockefeller Center Series on Latin American Studies, Hardvard University/. Londres, 2011. P. 1-34.         [ Links ]

Artículos en publicaciones periódicas académicas

Juan Romero, Carlos Pinto & Eduvio Ferrer. Venezuela: de la coyuntura de quiebre constitucional a la consolidación del Gobierno de Chávez (2002-2004). En: Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana y Teoría Social. 10(28). Maracaibo, 2005.         [ Links ]

Margarita López-Maya. Venezuela after the Caracazo: Forms of Protest in a Deinstitutionalized context. En: Bulletin of Latin American Research. 21(2). Oxford, 2002.         [ Links ]

María del Pilar García Guadilla. Politización y polarización de la sociedad civil venezolana: las dos caras frente a la democracia. En: Espacio Abierto. Cuaderno Venezolano de Sociología, 12(1). Maracaibo, 2003.         [ Links ]

Rafael Uzcátegui. Antecedentes y escenarios de la Venezuela poschavista. En: Nueva Sociedad (244). Buenos Aires, 2013.         [ Links ]

Roberto López Sánchez. Fundamentos teóricos para el estudio de los movimientos estudiantiles en Venezuela. En: Espacio Abierto. Cuaderno Venezolano de Sociología, 14(4). Maracaibo, 2005.         [ Links ]

Steve Ellner. Social and Political Diversity and the Democratic Road to Change in Venezuela. En: Latin American Perspectives, 40(3). 2013.         [ Links ]

Valdenésio Aduci Mendes. Los consejos comunales, participación política y autoritarismo en Venezuela. En: Confluenze. Rivista di Studi Iberoamericani, 4(2). Boloña, 2012.         [ Links ]

Yubirí Aragort Solórzano. Democracia, proceso de democratización y espacialidad de poder. En: Aldea Mundo. Revista sobre Fronteras e Integración, 12(23). San Cristóbal, 2007.         [ Links ]

Artículos en publicaciones periódicas no académicas

Agencia EFE. (20 de Marzo de 2014). Fiscal confirmó 31 muertos en las protestas en Venezuela. Recuperado el 20 de Marzo de 2014, de ELTIEMPO.com.ve: http://eltiempo.com.ve/venezuela/ejecutivo/fiscal-confirmo-31-los-muertos-en-las-protestas-en-venezuela/131178        [ Links ]

Alba Ciudad. (11 de Abril de 2014). Videos completos: vea todas las intervenciones del Diálogo de Paz entre el gobierno del Presidente Nicolás Maduro y la MUD. Recuperado el 24 de Abril de 2014, de Alba Ciudad 96.3 FM: http://albaciudad.org/wp/index.php/2014/04/videos-completos-el-dialogo-de-paz-entre-el-gobierno-del-presidente-nicolas-maduro-y-las-mud/        [ Links ]

Centro Carter. (Febrero de 2005). El Centro Carter y el Proceso de Construcción de Paz en Venezuela Junio 2002 - Febrero 2005. Recuperado el 17 de Marzo de 2014, de Serie de Reportajes Especiales: http://www.cartercenter.org/documents/2022.pdf        [ Links ]

Correo del Orinoco. (15 de Abril de 2013). Capriles desconoce resultados electorales y pide auditar votos. Recuperado el 24 de Abril de 2014, de Correo del Orinoco: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/capriles-desconoce-resultados-electorales-y-pide-auditar-votos/        [ Links ]

CNN Español. (14 de Mayo de 2014). Estudiantes de Venezuela exigen justicia y libertad para los jóvenes detenidos. Recuperado el 18 de Mayo de 2014, de CNN en Español: http://cnnespanol.cnn.com/2014/05/14/estudiantes-de-venezuela-exigen-justicia-y-libertad-para-los-jovenes-detenidos/        [ Links ]

Cuba Debate. (2014 de Abril de 2014). En detalles, Diálogo por la Paz en Venezuela. Recuperado el 24 de Abril de 2014, de Cuba Debate: http://www.cubadebate.cu/noticias/2014/04/11/en-detalles-dialogo-por-la-paz-en-venezuela-fotos-y-video/#.U4ikl3J5OSp        [ Links ]

Daniel Lozano. (1 de Febrero de 2014). Leopoldo López llama a la calle y se mide con Henrique Capriles. Recuperado el 25 de Abril de 2014, de El Mundo: http://www.elmundo.es/internacional/2014/02/01/52ed17d7268e3ece4f8b4576.html        [ Links ]

EFE. (15 de Abril de 2013). Nicolás Maduro gana las elecciones en Venezuela. Recuperado el 23 de Abril de 2014, de Lavanguardia.com: http://www.lavanguardia.com/internacional/20130415/54371220790/nicolas-maduro-elecciones-en-venezuela.html        [ Links ]

Fabiola Sánchez. (20 de Mayo de 2014). Proceso de diálogo sigue suspendido en Venezuela. Recuperado el 22 de Mayo de 2014, de El Nuevo Herald: http://www.elnuevoherald.com/2014/05/20/1751989/cancilleres-concluyen-gestiones.html         [ Links ]

International Crisis Group. (2007). Venezuela: la revolución de Hugo Chávez. Bogotá, D.C./Bruselas.         [ Links ]

Le Monde.fr avec AFP. (3 de Marzo de 2014). Des milliers de Vénézueliens de nouveau dans la rue á Caracas. Recuperado el 17 de Marzo de 2014, de Le Monde.fr: http://abonnes.lemonde.fr/ameriques/article/2014/03/03/des-milliers-de-venezueliens-de-nouveau-dans-la-rue-a-caracas_4376319_3222.html        [ Links ]

Le Monde.fr avec AFP. (27 de Febrero de 2014). Venezuela: cinq agents des renseignements en détention pour la mort de manifestants. Recuperado el 18 de Marzo de 2014, de Le Monde.fr: http://abonnes.lemonde.fr/ameriques/article/2014/02/27/venezuela-cinq-agents-des-renseignements-en-detention-pour-le-mort-de-manifestants_4374060_3222.html        [ Links ]

Marie Delcas. (27 de Febrero de 2014). Venezuela: le président Maduro tend la main á l'opposition. Recuperado el 17 de Marzo de 2014, de Le Monde.fr: http://abonnes.lemonde.fr/ameriques/article/2014/02/27/venezuela-le-president-maduro-tend-la-main-a-l-opposition_4374717_3222.html        [ Links ]

Telesur-AVN-Minci/MARL. (5 de Marzo de 2014). Conferencia Nacional de Paz avanza en mecanismos de diálogo en Venezuela. Recuperado el 21 de Abril de 2014, de Telesur: http://www.telesurtv.net/articulos/2014/03/05/conferencia-nacional-de-paz-crea-mecanismos-de-dialogo-en-venezuela-9214.html        [ Links ]

Otras publicaciones

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (30 de Diciembre de 1999). Recuperado el 7 de Marzo de 2013, de Contraloría General de la República: http://www.cgr.gob.ve/contenido.php?Cod=048        [ Links ]

Constitución de la República de Venezuela. (23 de Enero de 1961). Recuperado el 19 de Septiembre de 2013, de Sitio web Tribunal Supremo de Justicia - Venezuela: http://www.tsj.gov.ve/legislacion/constitucion1961.pdf        [ Links ]

Diario 2001. (14 de Abril de 2013). Capriles desconoce los resultados de las elecciones. Recuperado el 24 de Abril de 2014, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=H1qv6nfj41k EU TV. (27 de Enero de 2014).         [ Links ]

Leopoldo López #LaSalida. Recuperado el 25 de Abril de 2014, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=8twRhQ-Sa4k.         [ Links ]

Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela. (Septiembre de 2007). Proyecto Nacional Simón Bolívar. Primer Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013. Recuperado el 1 de Octubre de 2013, de Biblioteca PSUV: http://www.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2011/03/Proyecto-Nacional-Sim%C3%B3n-Bol%C3%ADvar.pdf        [ Links ]

Soluciondigital1. (11 de marzo de 2013). Chávez, Voten Por Maduro. Recuperado el 23 de Abril de 2014, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=0HIkT9fb4wg.         [ Links ]

25 Segundos. (15 de Abril de 2013). Capriles Radonksi convoca a cacerolazo y movilización al CNE martes y miércoles. Recuperado el 24 de Abril de 2014, de Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=3x6zGZ7S-2w        [ Links ]