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Memorias: Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe

versão On-line ISSN 1794-8886

memorias  no.27 Barranquilla set./dez. 2015

https://doi.org/10.14482/memor.27.7535 

DOI: http://dx.doi.org/10.14482/memor.27.7535

Percepciones e interpretaciones sobre humanismo en el Museo del Hombre Americano

Perceptions and interpretations of humanism in the American Museum of Man

Percepções e interpretações sobre humanismo no Museu do Homem Americano

Isabela Soraia Backx Sanabria

Historiadora, alumna de doctorado en Historia Cultural por la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp/Brasil), São Paulo (Brasil). Autora del trabajo Paul Rivet y Paulo Duarte: discursos sobre humanismo y arqueología en Brasil. Investigadora del Laboratorio Interdisciplinar de Patrimonio, Ambientes y Comunidades (LIPAC/ Unicamp). Mail: isabela_backx@yahoo.com.br

El presente trabajo se centra en el estudio de esas prácticas en el Museo del Hombre Americano, analizando los discursos sobre el Hombre y el humanismo producidos en esa institución.


Resumen

Este artículo presenta un análisis de la exposición permanente del Museo del Hombre Americano (Piauí - Brasil), institución dedicada a la comunicación de los resultados obtenidos en más de cuarenta años de investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en el Parque Nacional de la Sierra de Capivara. El parque posee la mayor concentración de sitios arqueológicos de las Américas y fue inscrito por la UNESCO en 1991 en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad. En su museo, así como en todos los otros, la articulación de la cultura material en las exposiciones construye varios discursos que son transmitidos al público por medio de recursos visuales, sonoros y táctiles.

Palabras clave: Museo del Hombre Americano, exposición museal, discursos, Hombre, humanismo.


Abstract

This article presents an analysis of the permanent exhibition of the Museum of American Man (Piauí - Brazil), an institution dedicated for the communication of the results for more than forty years of archaeological research carried out in the Sierra de Capivara National Park. The park has the largest concentration of archaeological sites in the Americas and was registered by UNESCO in 1991 on the list of Cultural Heritage. In its museum, as in all others, the articulation of material culture in the exhibitions builds various speeches that are transmitted to the public by means of visual, sonouros and tactile resources. This paper focuses on the analysis of these museological practices at the Museum of American Man, analyzing the speeches on man and humanism produced in that institution.

Keywords: Museum of American Man, museum exhibitions, discourses, man, humanism.


Resumo

Este artigo apresenta uma análise da exposição permanente do Museu do Homem Americano (Piauí - Brasil), instituição dedicada à comunicação dos resultados obtidos em mais de quarenta anos de pesquisas arqueológicas levadas a cabo no Parque Nacional Serra da Capivara. O parque possui a maior concentração de sítios arqueológicos das Américas e foi inscrito pela UNESCO em 1991 na lista do Patrimônio Cultural da Humanidade. Em seu museu, assim como em todos os outros, a articulação da cultura material nas exposições constrói vários discursos que são transmitidos ao público por meio de recursos visuais, sonoros e táteis. O presente artigo se foca na análise dessas práticas museológicas no Museu do Homem Americano, analisando os discursos sobre o Homem e o humanismo produzido naquela instituição.

Palavras chave: Museu do Homem Americano, exposição museal, discursos, Homem, humanismo.


Introducción

Hoy en día los museos son entendidos por gran parte de la sociedad como instituciones humanizadoras que tienen el potencial de salvaguardar (colectar, estudiar, conservar, documentar) y comunicar los indicadores de memoria, las referencias patrimoniales y las expresiones culturales producidas por los seres humanos1. En ese proceso de comunicación, las exposiciones desempeñan uno de los papeles principales, constituyendo espacios donde el público puede interactuar con su patrimonio.

Según Jean Davallon, profesor de la Universidad de Avignon, toda exposición es portadora de un sentido y propone uno o varios discursos2. Esos discursos son construidos por medio de la articulación de los artefactos, pues cada artefacto es portador de significados que le son propios. El encuentro de esos significados construye conexiones, establece cambios y crea relaciones, procesos que se amalgaman entre si y que combinados con efectos de luz, colores y escenarios construyen un contexto, producen un discurso que será comunicado al público.

En ese sentido, este trabajo busca analizar como la exposición permanente del Museo del Hombre Americano (Piauí-Brasil) produce y comunica un discurso sobre el Hombre y el humanismo, presentando para eso un histórico del concepto y la manera como será utilizado.

El concepto de Hombre y de lo que es concerniente al humanismo ha sido interpretado de diversas maneras a lo largo de los últimos siglos. Entendido como un movimiento intelectual y filosófico, el humanismo surgió a mediados del siglo XVIII con el Iluminismo, que posibilitó al Hombre, por primera vez en la historia, entenderse como dueño de su propio destino y colocar el bien estar de la humanidad como fin último de sus actos.

Según el filósofo Tzvetan Todorov3, a pesar de constituirse como un movimiento bastante plural y diversificado, el Iluminismo se basó en tres ideas principales: la autonomía, la finalidad humana de los actos y la universalidad.

La primera se refiere a la capacidad de decisión del Hombre, que no debe ser reglada por una autoridad externa, como la religión, sino por normas y leyes pensadas por aquellos a las que se aplican. En este sentido, la segunda base del Iluminismo compondría una de esas normas al considerar que el objetivo final de las acciones humanas libres debe ser el bienestar de los seres humanos, y no más los propósitos divinos.

La universalidad, tercera y última base del proyecto iluminista, sería la segunda restricción impuesta a la autonomía de los individuos. Ella afirma que todos los seres humanos pertenecen a una humanidad universal, sosteniendo la igualdad entre ellos y la existencia, para todos, de los mismos derechos inalienables.

En líneas generales, estos son los tres principios que constituyen la base del proyecto iluminista y fundamentan su versión del humanismo, rechazado luego en seguida durante la Restauración francesa, a principios del siglo XIX. Sin embargo, las críticas más duras emprendidas al él advienen de su apropiación en otros dos momentos: el surgimiento del neo-colonialismo y el desarrollo de los gobiernos totalitarios.

El neocolonialismo utilizó las ideas iluministas sobre la unidad del género humano y la universalidad de los valores como fundamentos ideológicos. Los Estados europeos, convencidos de la superioridad de sus valores, se apoyaran en la misión de civilizar las culturas entendidas por ellos como inferiores para justificar proyectos de exploración que dejaron profundas marcas económicas, sociales y culturales4.

Los gobiernos totalitarios, a su vez, se apropiaron de la idea de la autonomía individual y de la búsqueda por la razón para defender que el conocimiento era la única manera de alcanzar la libertad. Tales gobiernos consideraron la obtención del saber más importante que cualquier moral, así como la búsqueda de la verdad sobre la búsqueda del bienestar5. Colocado en ese extremo, el conocimiento pasó a dictar los valores de la sociedad y el cientificismo fue utilizado para justificar la violencia de los totalitarismos. Los nazis, por ejemplo, se basaron en supuestas leyes de la biología que afirmarían la inferioridad de algunas "razas" para desarrollar un proyecto de extinción masivo.

La apropiación de las ideas iluministas por el neocolonialismo y por los gobiernos totalitarios hizo que el concepto de humanismo fuese fuertemente criticado en la segunda mitad del siglo XX. El reconocimiento de que las atrocidades cometidas fueron impulsadas por el desarrollo tecnológico y ejecutadas en nombre de la libertad llevó pensadores post-estructuralistas, como Michel Foucault, a desacreditar el proyecto iluminista por medio de la crítica a la idea de que la razón es inmanente a la libertad y de teorías deconstruccionistas que defienden el hombre como sujeto histórico y, por lo tanto, sujetado a desarrollar una moral compatible a su tiempo6.

De esa manera, el humanismo sufrió a lo largo de su historia diversas apropiaciones y también críticas. El uso de este concepto puede parecer a veces una actitud ultra pasada o ingenua, pero esa actitud puede ser superada con el abandono de una visión reconfortante del ser humano, visión que prevé como cierto un futuro brillante para la humanidad. En este sentido, la adopción de un humanismo realista, crítico e históricamente construido puede proporcionar las respuestas a cuestiones intelectuales y morales sobre la vida en sociedad.

Al mismo tiempo, como el presente análisis se enfoca en un museo que trabaja con el estudio y la exposición de vestigios arqueológicos, comprendemos que es importante abordar las relaciones trabadas entre la arqueología y la museología en ese contexto.

La arqueología, entendida como ciencia que estudia los seres humanos por medio de las apropiaciones de la cultura material7, es capaz de estudiar las continuidades y transformaciones de la sociedad a lo largo del tiempo, produciendo narrativas que pueden ser utilizadas para fundamentar sentimientos de identidad y de pertenencia. Tales narrativas son capaces tanto de instigar críticas al presente - con la valorización y la recuperación de elementos ignorados del pasado - como crear y alimentar relaciones de sumisión y superioridad, lo que ocurre a veces con la construcción de identidades nacionales o culturales excluyentes.

La museología, a su vez, es comprendida con base en los estudios de la museóloga Waldisa Rússio Camargo Guarnieri, según la cual esa ciencia estudia el "hecho museológico", entendido como la relación profunda entre el Hombre, sujeto que conoce, y el objeto, parte de la realidad a la cual el Hombre también pertenece y sobre la cual tiene el poder de actuar, relación que se procesa en un escenario institucionalizado, el museo8.

Al pensar en las relaciones que pueden ser trabadas entre esas dos ciencias, percibimos que la museología, al permitir que el Hombre desarrolle una lectura del mundo por medio de la articulación entre éste, objeto y escenario, auxiliaría la arqueología a aproximarse de la sociedad por medio de la producción de un diálogo más elaborado y presente, posibilitando que la comunidad se apropie de los discursos arqueológicos en la construcción de sus identidades (colectivas o individuales).

Como afirma la arqueóloga y museóloga Camila Wichers, la museología ofrece las herramientas necesarias para el mejoramiento de la percepción, registro y memoria del patrimonio construido a partir de la praxis arqueológica, pues lo aborda a partir de una perspectiva relacional9, la cual se basaría en el hecho museológico. De ese modo, ella preserva los vestigios arqueológicos y los transforma en herencia patrimonial, contribuyendo con el fortalecimiento de las nociones identitarias y de pertenencia.

Así, se puede afirmar que la musealización de la arqueología puede resultar en un proceso de administración y preservación de los bienes patrimoniales que potencialice los procesos de construcción de identidad y visiones de mundo, los cuales deben tener como finalidad última instigar la producción de una consciencia crítica que facilite la acción transformadora del Hombre.

A partir de estos presupuestos, el estudio realizado en el Museo del Hombre Americano (MHA) busca examinar el modo como los conceptos de Hombre y humanismo son articulados por medio de la musealización de la arqueología en la exposición permanente de esa institución. Para ello, en un primer momento se realiza la presentación del Parque Nacional de la Sierra de Capivara (PNSC), con la introducción de su historia y de los principales proyectos de investigación y extensión allí desarrollados. Posteriormente, se elabora un análisis del recorrido museográfico del museo, tratando de demostrar como los diversos elementos expositivos interactúan entre sí. Finalmente, se abordan los principios de actuación de la Sociomuseologia, tratando de demostrar cómo esa puede enriquecer los trabajos llevados a cabo por la Fundación Museo del Hombre Americano (FUMDHAM), la cual se ocupa de la gestión del parque y de su museo.

2. Presentación del Parque Nacional da la Sierra de Capivara

El Museo del Hombre Americano tiene como objetivo principal difundir los resultados de las investigaciones llevadas a cabo desde 1973 en la región del Parque Nacional de la Sierra de Capivara. Ese parque posee una historia peculiar, marcada por sus contribuciones para la comprensión de la migración del Hombre al continente americano.

Las primeras investigaciones arqueológicas en la zona ocurrieron con la organización de una misión franco-brasileña en 1973 dirigida por la arqueóloga Niède Guidon. En esa ocasión, fueron encontradas varias cavernas con pinturas rupestres, restos de cerámica, artefactos en piedra pulida y algunas sepulturas, resultados que justificaron la creación de otras misiones similares durante los cinco años subsecuentes, cuyo tema de investigación fue definido como "El Hombre en el sureste de Piauí, de la prehistoria a los días actuales. La interacción hombre-medio". Con el objetivo de proteger esos sitios prehistóricos y también la fauna y flora de la zona, fue creado en 1979 el Parque Nacional de la Sierra de Capivara.

El proceso de creación del parque ocurrió por medio de la instauración de una unidad de conservación del tipo ."Parque Nacional", como se señala en su título. En este tipo de unidad, se delimita una porción de territorio en el que el derecho de habitación humana queda restringido, pues el área queda reservada para la realización de investigaciones científicas, programas educativos y turismo ecológico10. Como la zona era entonces habitada por algunas comunidades, la creación del parque condujo a un proceso de expropiación de tierras iniciado en 1986 que generó y todavía genera conflictos entre esas comunidades y la administración del parque.

Actualmente, el PNSC cuenta con la mayor concentración de sitios prehistóricos de las Américas y se encuentra inscrito en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad (desde 1991). Su extensión es de aproximadamente 129.140 hectáreas y allá es posible encontrar pinturas rupestres, sitios funerarios, arqueo-paleontológicos e históricos, entre otros. En 1986, con el fin de ejercer una mayor fiscalización del área y desarrollar un trabajo sólido de investigaciones académicas fue creada la Fundación Museo del Hombre Americano (FUMDHAM), dirigida desde entonces por Guidon.

Desde su creación, la fundación tiene como objetivos el cuidado de este patrimonio y la promoción del desarrollo económico y social de las comunidades ubicadas en los alrededores de la Sierra de Capivara, además de objetivar acciones de divulgación científica y cursos de formación técnica y profesional. Para alcanzar estos objetivos se busca implementar proyectos educativos junto a la comunidad, como fue el caso de los cinco Núcleos de Apoyo a la Comunidad (NAC's), instalados en la década de 1990 y cerrados diez años después debido a la falta de recursos, y del Pro-Arte FUMDHAM, proyecto inaugurado en el año 2000 que se centra en complementar la educación escolar municipal por medio de actividades artísticas11. En 1994, la fundación alcanzó una conquista importante en su proyecto científico: la instalación del Museo del Hombre Americano.

3 Percepciones e interpretaciones en el Museo del Hombre Americano

El Museo del Hombre Americano fue instalado junto a la sede de FUMDHAM en el Centro Cultural Sérgio Mota, ubicado en la ciudad de São Raimundo Nonato. Este centro también alberga las oficinas administrativas, la biblioteca y los cuatro laboratorios de la fundación (Laboratorio de Material Lítico, de Material Cerámico, de Vestigios Orgánicos y de Paleontología).

La primera exposición permanente del museo, inaugurada en 1998, tenía como tema los "500 siglos de la historia de los pueblos autóctonos de Brasil" y era compuesta mayormente de diapositivas que trataban de pasar al visitante una idea de cómo vivían los pueblos antiguos en la región. En 2009 fue reformada para centrarse en la comunicación de las pinturas rupestres y de los vestigios arqueológicos encontrados en el PNSC, dotando el museo de recursos diversos de multimedia y una sala dedicada a la discusión de la nueva teoría de poblamiento de América, posibilitada gracias a los resultados de las investigaciones desarrolladas en el parque.

Esta sala constituye hoy el primer módulo de la exposición. El principal argumento expográfico12, articulado a través de cuatro paneles de texto - presentados en portugués e inglés - tres vitrinas y un video, propone que la ocupación del continente se habría iniciado 100 mil años atrás, presentando piedras talladas y coprolitos que atestarían esa teoría.

Aquí es posible percibir elementos que se repiten a lo largo el recorrido, como el juego de luces y sombras. El museo no posee iluminación natural y continua, sino puntos estratégicos de luz artificial. Los pasillos no reciben iluminación directa, ya que ésta es utilizada principalmente como una herramienta para valorizar y dramatizar determinados elementos, tales como paneles de texto y vitrinas. En este sentido, la estrategia adoptada en gran parte del museo es la utilización de iluminación enfocada.

Otro recurso muy utilizado es la creación de contrastes entre los colores rojo y negro. Su uso se da en la demarcación de los elementos expositivos, lo que ocurre en el primer módulo con la ubicación de algunos textos y vitrinas en paredes de color negro, mientras la reproducción de un video y una tercera vitrina ocurre en paneles pintados de rojo.

Estas estrategias hacen el recorrido más atractivo y sus efectos pueden ser disfrutados por los visitantes luego al entrar en el museo, cuando lo primero a ser visualizado es el "Cráneo Zuzu", de nueve mil novecientos veinte años. Este cráneo está dispuesto en el centro de la sala, recibe iluminación especial y el color de su módulo de soporte es rojo, lo que le permite contrastar con el restante del módulo, donde el color negro es predominante. El gran destaque que se da a esta pieza y su papel de "anfitrión" de la exposición se debe, en gran parte, a su importancia para la nueva teoría de población de América que es sostenida en la institución, pues este esqueleto es considerado uno de los más antiguos ya encontrados en América del Sur13.

Por lo tanto, este primer módulo puede ser considerado una introducción a la exposición. Al empezar la visita con la lectura de los paneles situados a la derecha, el visitante es presentado al histórico de las investigaciones arqueológicas en el parque y a la teoría de que la migración del Hombre a América del Sur habría ocurrido por el Océano Atlántico. En ese sentido, Sierra de Capivara habría sido ocupada por grupos que penetraron el interior del continente hace aproximadamente cien mil años. La escritura es bastante clara y la comprensión de esta teoría es auxiliada por un mapa del mundo que indica la ubicación del Boqueirão da Pedra Furada (sitio del parque) y de otros lugares en África y en Asia que presentarían los vestigios más antiguos de ocupación humana.

Para continuar la lectura de los otros dos paneles el visitante debe volver a la entrada de la sala y retomar la visita mediante la lectura de los textos ubicados a su izquierda, desplazamiento que no está indicado, pero que es fundamental para entender el contenido. Sin ningún tipo de indicación del orden de lectura, los visitantes continúan la visita leyendo el último panel, el cual trata de las evidencias que habrían permitido finalizar el debate sobre la validez de las dataciones obtenidas en la región. Como este debate está explicado en el panel que debería haber sido visitado antes, tales evidencias pueden no hacer sentido para el visitante, pues su comprensión depende de informaciones que no aún no le fueron comunicadas.

Aunque la exposición sea un lugar completamente dominado por aquellos que la concibieron, ella es para los visitantes un espacio nuevo que no puede ser totalmente discernido en un primer instante14. Al entrar en ella, el público, en general, no tiene conocimiento previo de sus posibilidades de desplazamiento, en lo que debe ser auxiliado por la museografía. No se trata de trazar un recorrido expositivo lineal que lo aprisione, imposibilitándolo de averiguar el espacio y producir el conocimiento por sí mismo, sino articular ese espacio de modo a tornar comprensibles los mensajes que se pretenden comunicar.

En este sentido, para evitar la desorientación de los visitantes en este primer módulo es necesario tener en cuenta su espíritu de descubrimiento, indicándoles los caminos posibles a recorrer para que comprendan, de manera clara, el mensaje acerca de las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo en la región y la formulación de una nueva teoría del poblamiento de América.

Los debates académicos sobre esta nueva teoría son abordados en los dos últimos paneles de la sala, ubicados a la izquierda de la entrada. Los textos se caracterizan por un lenguaje más técnico y presentan las discusiones sobre la validez de las dataciones obtenidas en el sitio Boqueirão da Pedra Furada, que indican la presencia humana en la región hace aproximadamente 100.000 años. La argumentación textual se centra en la defensa de las investigaciones realizadas en el PNSC, tratando de mostrar al visitante que los argumentos utilizados por algunos arqueólogos para refutar los resultados de estas habrían sido totalmente invalidados por medio de investigaciones complementarias realizadas, a partir de 1991, en la Sierra de Capivara, que proporcionaron evidencias irrefutables de que todas las fechas antiguas de Pedra Furada estaban vinculadas a vestigios allí dejados por el Homo sapiens15.

Dos vitrinas situadas entre estos paneles presentan un conjunto de piedras talladas, cuya fabricación fue fechada en cien mil años, y otro de coprolitos, fechados en tres mil novecientos años. En este punto del recorrido es posible visualizar de manera clara el funcionamiento de la articulación entre el texto y el objeto para la comunicación de un mensaje. Los vestigios que corroboran con la antigüedad de la ocupación en la región están allí colocados para auxiliar la percepción final del espectador, transmitiéndole el mensaje de que la ocupación humana de la región de la Sierra de Capivara hace cien mil años es innegable.

Esta parte de la exposición que aborda el debate sobre la validez de las dataciones y la antigüedad de la ocupación de la Sierra de Capivara parece dirigirse más a la comunidad académica, pues presenta términos y describe técnicas de comprensión difícil para el público que no es familiarizado con el trabajo arqueológico. De ese modo, si el público hizo el recorrido de modo a confundir el orden de los paneles, es posible que salga de la primera sala con un conocimiento difuso acerca de la importancia de las investigaciones llevadas a cabo en PNSC para la comprensión del poblamiento de América.

Por otro lado, la teoría de que la ocupación humana en esa región remonta a 100.00 años atrás es bastante contestada por académicos. Diversos investigadores, como los arqueólogos Walter Neves16, Eric Boèda17 y Kjel Knutsson18, creen que los vestigios arqueológicos encontrados en la región del parque atestan la ocupación humana allá hace más de 20.000 años (30.000 años en el caso de Neves), pero son cautelosos - y a veces incrédulos19 - en aceptar dataciones mucho más antiguas.

La temática de la antigüedad de esa ocupación ya provocó acalorados debates y, contrariamente a lo que los paneles textuales de ese módulo sugieren, ellos no están totalmente encerrados. Los primeros estudios realizados en la región ya señalaban la presencia humana antigua, pero fueron rechazados en la década de 1990 por diversos estudiosos20, algunos de los cuales apenas recientemente cambiaron su opinión con la publicación de nuevas investigaciones, coordinadas por Boèda, que corroboran parte de los antiguos resultados21.

En ese sentido, disponer en la exposición del MHA argumentos que abordasen esos debates permitiría al público una mejor contextualización, posibilitando también abordar junto a él la temática de la construcción del conocimiento científico y de su cuestionabilidad. Al analizar la construcción del discurso científico y su aceptación, Michel Foucault afirma que una proposición debe satisfacer exigencias complexas y pesadas para poder pertenecer al conjunto de una disciplina22.De ese modo, es posible preguntarse si hoy en día parte de las investigaciones desarrolladas en Serra de Capivara fueron aceptadas porque corresponden a ciertas condiciones exigidas por la academia, condiciones que antes no eran correspondidas, sea porque el conjunto de esas se modificó a lo largo del tiempo, sea porque las investigaciones se adecuaron a ciertas exigencias del medio académico.

Así, sería posible visualizar que el discurso científico no es una verdad única e incuestionable, sino que además de él existen otras verdades que muchas veces son deslegitimadas por no adaptarse a un conjunto de condiciones establecidas por ciertos poderes en determinados momentos históricos. Esa reflexión proporcionaría una oportunidad excelente para que el museo se apropiase de otros saberes que vayan más allá de los académicos, posibilitando incluir, por ejemplo, los conocimientos de la comunidad en la exposición.

Ese proceso de construcción conjunta del conocimiento, en el cual los saberes científicos y los de la comunidad son colocados en un mismo nivel de importancia, posibilitaría el desarrollar de un proyecto de carácter humanista al promover una justicia cognitiva, paso fundamental para alcanzar la justicia social23. Con esa equiparación de la importancia de los conocimientos es posible engendrar un proceso de empoderamiento de la comunidad, en el cual ella reconozca la igualdad de sus derechos en relación con todos los otros seres humanos y pueda tornarse protagonista en la construcción de sus propias memorias e historias.

El segundo y mayor módulo de la exposición se centra en mostrar las pinturas rupestres encontradas en PNSC y caracterizar la ocupación humana de la región. En él, se encuentra el mayor número de elementos tecnológicos del museo, contando con dos terminales interactivos, una gran pantalla explicativa, recursos de sonido, vídeos y paneles de texto espejados.

Los terminales se encuentran en la entrada y en la salida de la sala y permiten al visitante interactuar con la exposición. Ellos se constituyen canales de comunicación que codifican el contenido expositivo en un lenguaje más accesible, permitiendo al visitante tener una experiencia multisensorial por medio del tacto.

En el primer terminal se puede conocer mejor la Sierra de Capivara a través de una vista aérea delparque, lo que permite que el público tenga una mejor noción de la ubicación de los sitios arqueológicos y de su disposición. Ese terminal se encuentra frente a un panel y un video que explican el clima y la vegetación del parque, de modo que está muy bien integrado a los otros elementos educativos, posibilitando que el visitante se concentre en el asunto y produzca el conocimiento sobre el parque de manera participativa. Sin embargo, su manipulación no es muy clara, pues los botones que permiten escoger el sitio a ser visualizado son difíciles de encontrar, lo que lleva muchos visitantes a abandonar el módulo después de algunos minutos. Como lo explicó el designer de exposiciones Phillip Hughes, los aparatos interactivos deben ser intuitivos e inmediatos, pues la gran mayoría de los visitantes tiene tiempo y paciencia limitados para explorar el museo24.

El segundo terminal funciona con la tecnología touchscreen, y el visitante recibe un pincel que debe ser utilizado para simular una pequeña excavación arqueológica virtual. Cada vez que se aplica el pincel sobre el panel, la imagen de la pantalla queda libre de algunos granos de tierra que cubren un vestigio arqueológico. Es la idea de que el visitante puede experimentar el método científico, ser el arqueólogo por un momento. Así, ese terminal hace que sea más fácil la visualización de parte de las actividades de investigación realizadas por el museo, ya que presenta una de las etapas del trabajo arqueológico. Eso hace posible mejorar la contextualización de los objetos, demostrando como ocurre su colecta a los visitantes.

El elemento principal de este módulo es una gran pantalla explicativa que reproduce varias pinturas rupestres encontradas en regiones distantes del parque, permitiendo a los visitantes establecer contacto con vestigios que tal vez no hayan podido visitar in loco. La tecnología aquí es bien aprovechada para sustituir una realidad que no puede ser transportada para dentro del edificio del museo.

Frente a esa gran pantalla hay un banco donde los visitantes pueden acomodarse. El conjunto compone un auditorio donde se muestran series de pinturas rupestres junto a recursos sonoros que proporcionan posibles interpretaciones para éstas, proceso que es auxiliado por la separación de las imágenes en categorías tales como "hombres", "animales", "lucha" y "sexo". Combinados a estas pinturas, los sonidos juegan un papel clave en este recurso, ya que ayudan a comunicar al público las interpretaciones desarrolladas en la institución sobre el significado de estas pinturas. Además, ellos alcanzan todas las otras instalaciones de la exposición, ya que los otros videos que se reproducen no poseen audio, lo que "llama" los visitantes para esta sala.

Así, las imágenes y sonidos sumergen al visitante en la temática de las pinturas rupestres y lo estimulan a imaginar cómo vivían los hombres que antiguamente habitaron la región de Serra de Capivara. Gran parte de esa sensibilización se debe a los recursos tecnológicos, utilizados de modo equilibrado para criar una atmósfera confortable y cautivar al visitante.

A la izquierda y a la derecha del auditorio se encuentran paneles espejados que traen informaciones sobre los tipos de pinturas y grabados rupestres encontrados en el noreste de Brasil, con especial atención a las pinturas narrativas, predominantes en PNSC. Al lado de cada uno de estos paneles se instaló una pantalla, también espejada, la cual reproduce un video con ejemplos de esas pinturas. El efecto estético es nuevamente bastante agradable.

Al igual que en los textos que se encuentran en el primer módulo, éstos presentan a veces términos técnicos y palabras de comprensión difícil para el público que no es académico, lo que no compromete una comprensión total.

La exposición consigue abordar el trabajo arqueológico de una manera equilibrada, logrando distanciarse de los discursos expográficos que sostienen el rescate literal del pasado por medio del trabajo del arqueólogo, a menudo visto como un personaje meticuloso y valiente25. En este sentido, la disponibilidad de imágenes sobre las excavaciones y del terminal de excavación virtual auxilian en la contextualización de los objetos, pero se alejan de la representación del arqueólogo como un héroe y de la posibilidad de desenterrar el pasado.

La próxima sala se concentra en abordar la muerte y los procesos de enterramiento encontrados en la región. Ella presenta la reproducción de un enterramiento, algunas urnas funerarias y esqueletos encontrados en PNSC, además de la reproducción de un video sobre el ritual funerario de una tribu indígena. Diferente de lo que ocurre en las dos primeras salas, no se utiliza el color rojo, sólo el negro. Ese recurso da más sobriedad al tema, ya que el negro se asocia a menudo a cuestiones relacionadas a la muerte.

La exposición de los vestigios se hace de manera bastante clara. Los esqueletos son acompañados de una breve explicación sobre la muerte del individuo, mientras las urnas traen explicaciones sobre su ubicación y también acerca de enterramientos secundarios. Al mismo tiempo, el juego de luces en este módulo es más pronunciado debido a la presencia única del color negro, dándole más dramaticidad.

Sin embargo, los enterramientos son abordados de manera aislada y sin explicaciones respecto a los procesos culturales que implicaban estas prácticas. Además, el video, que reproduce un ritual funerario indígena, ni es acompañado de cualquier información relativa a su productor, a la época en que fue filmado o al grupo indígena que es retratado. Esta falta de contextualización impide al visitante de trazar una relación clara entre el ritual ejecutado en el video y los enterramientos encontrados en el PNSC, pudiendo incluso conducir a asociaciones incorrectas entre el grupo indígena del video y los antiguos habitantes de la región de Sierra de Capivara.

Un análisis de la disposición de las vitrinas y vestigios nos permite observar que la temática general que envuelve este módulo es la muerte, a pesar de que la gran mayoría de los vestigios expuestos aborda específicamente los tipos de enterramientos indígenas en la región. Eso porque gran destaque es dado a la réplica de un esqueleto de 9.850 años que fue encontrado en el sitio toca da janela da barra do antonião, que no sufrió ningún proceso de enterramiento, pero cuya muerte ocurrió de manera bastante atípica. Según la leyenda de la vitrina, la mujer a la cual pertenecía el esqueleto estaba durmiendo cuando un gran bloque de aproximadamente cinco toneladas se le cayó y la soterró. Su cuerpo no fue totalmente destruido porque quedó dentro de un nicho del bloque, pero el desplazamiento del aire hizo explotar su cerebro.

La valorización que es dada a esa réplica de esqueleto es construida con su ubicación - está dispuesta en la pared que se encuentra luego al frente de la entrada del módulo -, con el tamaño aventajado de su vitrina y su aislamiento en relación con los otros vestigios. Su inserción en la sala demuestra que hubo una escoja para exponer también lo atípico o curioso en ese módulo, y no solamente lo cuotidiano o característico de los antiguos habitantes de la región. Como el discurso expográfico es formado por la composición entre todos los elementos que son presentes - una composición en que cada elemento se inscribe en el conjunto y se interrelaciona con los otros26 - el resultado en ese módulo es un desenfoque de los rituales indígenas de enterramiento y la apertura para un discurso más general sobre la muerte, en el cual la utilización exclusiva del color negro y el efecto de dramaticidad producido por la iluminación son fundamentales.

Las leyendas de las vitrinas y los textos explicativos son igualmente importantes en la producción de ese discurso. Como fue supra citado, los vestigios son acompañados de explicaciones claras y cortas, las cuales son eficientes en explicar al visitante los procesos de enterramientos y cómo los esqueletos, las sepulturas y las urnas funerarias fueron encontrados. Un aspecto importante notado es la referencia que se hace a las comunidades en algunas leyendas de vitrinas que presentan urnas, señalando que algunas de ellas fueron encontradas por los habitantes actuales de la región, como puede ser visto en la transcripción de la leyenda correspondiente al vestigio "Urna con enterramiento":

Enterramiento primario de un niño. La urna fue encontrada en la ciudad de São Brás. Cuando los habitantes de la región hacen construcciones, ellos escavan la tierra para las fundaciones de las casas o de fosas [sépticas], es común que rompan piezas de cerámica y encuentren huesos. Fueron encontradas más de 5 urnas además de diversas piezas líticas.

Esa citación valoriza la participación de las comunidades en el museo, presentando su cultura y modos de vivir para el visitante de lejos y mostrándole el protagonismo de la población en esos casos. Sin embargo, al analizar la leyenda correspondiente a otra urna funeraria, ubicada algunas vitrinas a la izquierda de la primera, nos damos cuenta de que la imagen creada acerca de la comunidad puede ser negativa:

Algunas urnas son muy grandes, como ésta, encontrada fragmentada, destruida por agricultores del municipio de São Brás. Mucha gente piensa que en esas urnas los indios escondían oro, así que tienen la costumbre de romperlas y cuando encuentran solamente huesos, lo dejan todo en el suelo. Algunos traen los fragmentos de urna para el Museo, buscando una recompensa.

Ese tipo de construcción textual que señala un problema grave con la comunidad pero no lo profundiza - apuntando, por ejemplo, las condiciones financieras precarias de gran parte de los habitantes locales o la falta de enseñanza para ellos -, acaba produciendo un discurso que señala la presencia de la comunidad, pero le construye una imagen negativa al afirmar que gran parte de ella no comprende el valor científico de las urnas funerarias, sino que apenas se interesa por ellas debido a la posibilidad de conseguir alguna recompensa.

Ese discurso expográfico puede acabar alejando la comunidad del museo e instigar los visitantes a producir un conocimiento despreciativo o simplista sobre ella.

La próxima y última sala de la exposición presenta algunas series de objetos arqueológicos encontrados en el parque y ofrece un resumen cronológico de la ocupación prehistórica en la región. Al igual que el tercer módulo, el único color usado en las paredes y soportes es el negro, de modo que el destaque a los vestigios se debe a la iluminación que alcanza apenas las vitrinas.

Luego en la entrada una vitrina pequeña y aislada expone la punta de un proyectil de cuarzo tallado en forma de cola de pescado, fechado en ocho mil años. La ubicación privilegiada de esta pieza en relación con las otras deja clara la intención de su valoración, la cual parece provenir de la importancia de este artefacto como un ejemplar del dominio perfecto de la técnica del preparo del material lítico27, y también de su valor estético.

Esta sala presenta una gran cantidad de herramientas líticas que son agrupadas de acuerdo con su funcionalidad. De las quince vitrinas que exponen el material arqueológico, dos se destacan debido a su tamaño. La primera, ubicada a la derecha de la entrada, presenta quince líticos encontrados en la región del parque, acompañados por una leyenda que informa el material de que están hechos (sílex, cuarzo...) y los sitios arqueológicos de donde fueron encontrados, además de datos sobre su fabricación y sobre la disponibilidad de los materiales utilizados.

La segunda gran vitrina, situada a la izquierda de la entrada, es titulada "Cronología Cultural del Parque Nacional de la Sierra de Capivara." En ella los artefactos son ordenados cronológicamente, formando una línea de tiempo marcada por los siguientes períodos: "Pedra Furada I - 100.000 -35.000 años"; "Pedra Furada II - 35.000 - 25.000 años"; "Pedra Furada III - 25.000 - 14.000 años"; "Serra Talhada I - 14.000 - 10.000 años"; "Serra Talhada II - 10.000 - 6.000 años"; "Agreste - 6.000 -3.000 años"; "Agricultores Ceramistas - 3.000 años"; "Vestigios Europeos - a partir del siglo XVII".

La línea es organizada de modo a proporcionar al visitante una idea de la cronología cultural del parque por medio de la comunicación de vestigios pertenecientes a cada uno de los períodos indicados, que llevan, en su mayoría, nombres de los sitios arqueológicos de PNSC. Sin embargo, esa exhibición puntual de los artefactos produce un conocimiento aislado de la región, visto que no establece ningún tipo de relación entre la cronología de esta y de otras regiones del mundo. Así, la historia del parque termina siendo comunicada de forma desconectada a los visitantes, lo que dificulta que eses la subjetiven al relacionarlas con otros conocimientos previos.

Del mismo modo, a pesar de abordar la eliminación de los grupos indígenas locales por los europeos en el período titulado "Vestigios Europeos", la cuestión aparece de manera muy simplificada, sin levantar cualquier discusión relativa a la resistencia de los primeros. Al mismo tiempo, no hay informaciones sobre los grupos africanos que fueron llevados a la región por los propios europeos, los cuales fueron de importancia fundamental para la configuración actual de la región28.

La falta de estas problematizaciones, aliadas a la finalización de la línea con la ocupación europea, puede producir un discurso en el que la idea de evolución y de la superioridad cultural europea estén implicados, pues da a entender que los europeos ocuparon la zona sin ninguna resistencia y que su aparecimiento marca el último período importante en la historia del parque. Con eso, también se omite la ocupación de la región a partir del siglo XVII, excluyendo de la historia del parque las comunidades que actualmente se encuentran a su alrededor y en especial aquellas que tuvieron sus tierras expropiadas.

Al producir este discurso poniendo los europeos como el punto culminante de la historia del parque e ignorando sus ocupaciones futuras, la vitrina "Cronología Cultural del Parque Nacional de la Sierra de Capivara" construye una jerarquía entre las culturas y produce un discurso eurocéntrico sobre el humanismo, pues da a los europeos una gran importancia que es recusada para las otras culturas.

Creemos ser importantísimo puntuar que tal discurso jerarquizante no es una verdad natural, sino una construcción cultural que es producida por medio de la articulación de la cultura material dentro de la línea cronológica del parque, la cual termina jerarquizando los pueblos en la construcción de una idea sobre la humanidad al reproducir, por medio de expresiones textuales y de la omisión de ciertas comunidades, un discurso eurocéntrico sobre el poblamiento de la región de la Sierra de Capivara.

Como señala el sociólogo Aníbal Quijano, el eurocentrismo se basa en la idea de que la cultura europea ocupa un lugar superior a las otras culturas y de que su experiencia histórica es universal29. Desde esa perspectiva, todos los pueblos no europeos son considerados preeuropeos y dispuestos en el pasado de una trayectoria que tiene como punto culminante la propia Europa, donde también se traza

cierta cadena histórica y continua desde lo primitivo a lo civilizado, de lo irracional a lo racional, de lo tradicional a lo moderno, de lo mágico-mítico a lo científico. En otras palabras, desde lo no-europeo/pre-europeo a algo que en el tiempo se europeizará o "modernizará"'.30

En ese sentido, al ser terminada con la expresión "Vestigios Europeos" la línea cronológica da a entender que las sociedades que vivían antes en esa región alcanzaron su apogeo con la llegada de los europeos, así que luego de ellos no habría más otros momentos importantes para la historia del parque. Esa noción es ratificada con la separación de los vestigios de ocupación reciente del parque que están ubicados luego a la derecha de la línea cronológica, pero claramente separados de ella debido a su disposición en otras vitrinas. Tal composición acaba excluyendo de la historia del parque las ocupaciones recientes de la zona, así como los habitantes actuales, pues no incluye su patrimonio en la cronología del parque.

Cuatro vitrinas presentan artefactos de ocupación más reciente de la zona del parque. Ellas exponen una lámina de espada, fragmentos de cerámica, monedas, una llave de hierro, una bala de fusil, dos recipientes de agua, una olla y una cuscuzeira31. En la primera vitrina, la leyenda que corresponde a las monedas destaca nuevamente la importancia de la comunidad en el museo, apuntando uno de los descendientes de un antiguo contable de la región como uno de los primeros guías de la institución. Del mismo modo, los textos explicativos de la cuscuzeira, la olla y un recipiente de agua abordan el modo como esos artefactos eran utilizados y aún lo son por parcelas de la comunidad, desempeñando un papel importante al presentar al visitante que no conozca la zona la cultura y las costumbres locales. El mismo ejercicio es hecho con leyendas de vestigios indígenas como cerámicas, adornos y un instrumento musical.

Al disponer esos objetos se demuestra que existe una preocupación en exponer vestigios más actuales de ocupación y también de la comunidad que actualmente habita la región, pero la separación clara entre ellos y la "Línea Cronológica Cultural del Parque" nos permite notar que no hay ningún interés en conectarlos a la historia de PNSC.

Por lo tanto, los cuatro módulos de la exposición permanente del MHA se centran en demostrar al visitante vestigios de la antigua ocupación humana en la región, ya sean pinturas, artefactos o esqueletos. Por medio de un recorrido muy atractivo y que logra involucrar al público con la utilización de recursos participativos y multimedia, se traba la comunicación entre éste y los resultados de las investigaciones científicas que buscan sostener una nueva teoría sobre la migración del Hombre al continente americano.

La utilización del juego de colores - que consiste en el contraste entre el rojo y el negro en los dos primeros módulos y en la utilización única del negro en los dos últimos - da el recorrido expositivo de MHA un carácter emotivo, creando tensiones entre algunos elementos y armonía en la combinación de otros. Es sobre todo en la tercera sala donde podemos percibir como la elección de los colores opera en la formación del discurso expositivo, pues en esta la utilización exclusiva del negro la dota de sobriedad, aspecto que pasa a acompañar el tema de la muerte y de los enterramientos dentro del museo.

Sin embargo, se observa que en el recorrido de la exposición se forma un discurso sobre la humanidad en la que los europeos figuran como superiores a los grupos indígenas y africanos que posteriormente poblaron la región, pues la llegada de los primeros es comprendida como el desenlace de la historia del Parque Nacional de la Sierra de Capivara, excluyendo la importancia de los otros grupos y de las comunidades actuales como agentes de esa historia.

Al mismo tiempo, no hay en la exposición una preocupación en trazar una relación dialéctica con el presente, lo que se puede notar sobre todo en la vitrina de la cronología cultural de PNSC. Al dejar de abordar los procesos de resistencia indígena a la colonización europea, la ocupación de los grupos africanos en la región y en especial al excluir a las comunidades actuales de esa cronología, se pierde la oportunidad de tejer reflexiones sobre el presente y las numerosas tensiones y conflictos que forman las sociedades, por medio de los cambios y de las continuidades.

Según Jorge Wagensberg32, existen tres tipos de interacción en una exposición: la manual, que sería conveniente, pues es donde el visitante puede interactuar con modelos u objetos que le permitan entender el método científico; la cultural, que sería recomendable, pues se enfoca en promover la identificación de la comunidad con el acervo del museo o del visitante lejano con la cultura local; y la mental, considerada imprescindible al permitir que el público establezca relaciones entre lo que vio en el museo y su cotidiano. Al llevar en cuenta esos tres tipos de interacción, podemos observar que el MHA consigue trabar la interacción manual equilibradamente y abordar un poco la cultural, pero le falta un enfoque mayor en la interacción mental, entendida como la más importante, pues debe permitir que el visitante desarrolle y/o repiense su lectura del mundo de una manera crítica con base en las informaciones pasadas por el museo.

3 Consideraciones Finales

El Museo del Hombre Americano posee una exposición permanente moderna y atractiva, la cual utiliza varios recursos escenográficos combinados a nuevas tecnologías con el fin de establecer una mejor interacción entre el público y sus bienes patrimoniales. La reproducción de videos, los recursos de audio y los terminales interactivos auxilian en la comunicación y permiten una aproximación con los visitantes, pues además de ampliar las formas y medios de presentación del contenido proporcionan una característica moderna que atrae a gran parte del público que se identifica con el uso de la tecnología en su vida cotidiana.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, se nota en la exposición la falta de estructuras que dialoguen con el presente e instiguen a los visitantes a reflexionar sobre las relaciones entre éste y el contenido expositivo. Además, la producción de un discurso que coloca la importancia de los europeos como mayor que la de los otros pueblos que ocuparon la región apunta para la necesidad de repensar la historia del parque, principalmente en relación al papel que jugaron en ella los otros grupos que habitaron o todavía habitan el lugar.

En este sentido, la Sociomuseologia33 puede traer alternativas enriquecedoras que permitan repensar el papel de la comunidad en los procesos museológicos y posibiliten la producción de una relación dialéctica entre la exposición y el presente. El compromiso crítico y social de esa disciplina buscan adecuar las estructuras de los museos a la sociedad contemporánea, mientras que su enfoque multidisciplinario tiene como objetivo consolidar el reconocimiento de la museología como un recurso para el desarrollo sostenible de la humanidad, basado en la igualdad de oportunidades y en la inclusión social y económica34

Como forma de acción, las prácticas expográficas de la Sociomuseologia buscan descentralizar el objeto como el foco del museo, poniendo a la sociedad en su lugar. El objeto, a su vez, pasa a ser entendido como un mediador de las relaciones del Hombre, un indicativo que posibilita la construcción del conocimiento y el establecimiento de relaciones entre la sociedad actual y aquella en la que fue producido.

En cuanto a la comunidad, esa tiene papel activo en los diferentes procesos museológicos, participando de las etapas técnicas, investigativas, de gestión y de concepción de la exposición, en la que sus recuerdos e historias pasan a desempeñar un papel importante. Con esta actuación en conjunto, se proyecta un proceso participativo de construcción del conocimiento que tiene como uno de sus resultados más significativos la valorización de las culturas locales y de sus identidades.

Por lo tanto, el museo puede actuar como un canal de comunicación y la intervención social en el que la preservación35 patrimonial lleve al ejercicio de la ciudadanía. Además, la valorización y la promoción de los conocimientos locales atraen intereses externos, lo que puede permitir al museo desarrollar proyectos de turismo local y regional. En este sentido, aliando el desarrollo del territorio a un proceso de producción de conocimiento que dialogue con la cultura local, el museo puede instigar un proceso que favorezca el desarrollo sostenible de la comunidad36.

Así, la Sociomuseolgia, en cuanto área de investigación y acción, puede proporcionar ventajosas contribuciones a los proyectos sociales y de investigación que se desarrollan en la Fundación Museo del Hombre Americano. Cuando pensada juntamente a su exposición permanente, se percibe que sus prácticas poseerían la capacidad de involucrar a la comunidad, sus historias y memorias en la producción de recorrido expositivo, permitiendo a este establecer una relación dialéctica con el presente y valorizar el papel de los diferentes grupos sociales como agentes de la historia del PNSC.

Al estimular la inclusión de la comunidad y de su cultura en la producción del conocimiento es posible romper la idea de que la ciencia moderna es la única forma legítima de construcción de los saberes. Este proceso conduce a un empoderamiento social y a la construcción de una ecología de saberes, donde los conocimientos de la comunidad y los científicos interactúan entre sí.

Por último, la inclusión de las memorias de la comunidad en la historia del parque constituiría también un paso importante en la contestación del discurso que sostiene la importancia de los europeos como superior a la de los otros grupos en la historia del poblamiento de la zona, pero es importante desarrollar también un debate relativo al tráfico de los grupos africanos y a la cuestión de la ocupación indígena.

Así, el objetivo de ese estudio es analizar la exposición permanente del Museo del Hombre Americano de modo a demostrar cómo ocurre la construcción de su discurso expográfico en relación al concepto de humanismo, demostrando que la visión eurocéntrica que sostiene la superioridad europea sobre las otras culturas no es una verdad natural, sino una construcción cultural que puede y debe ser modificada. Con eso, no se tiene la intención de defender la producción de un discurso totalizante sobre la humanidad, pero de sostener, como defiende la filósofa Judith Butler, que cualquier concepto universalizante permanezca siempre en abierto como un lugar de disputa política y resignificación, de modo a permitir futuras reivindicaciones37.

Basados en esas ideas, al desjerarquizar y abrir los espacios los museos pueden tornarse más libertarios a la entrada de las multiplicidades y de las diferentes subjetividades, convirtiéndose en importantes herramientas de acción social que defiendan la igualdad y la dignidad de todos los seres humanos.


Notas

1 Bruno, Cristina. Museus e Patrimônio Universal. En: VEncontro do ICOM Brasil. Recife, 2007.
2 Davallon, Jean. Claquemurer pour ainsi dire tout l'univers: La mise en exposition. Édi+ons du Centre Georges-Pompidou. Paris, 1986. 302p.
3 Todorov, Tzvetan. L'Esprit Des Lumières. Édi+ons Robert Laffont. Paris, 2006.
4 El mismo concepto de humanismo fue adoptado por los movimientos anti-coloniales a mediados del siglo XX, los cuales se basaban en la idea de la universalidad entre los pueblos para exigir la igualdad entre estos y la libertad de los individuos.
5 Todorov, Tzvetan. L'Esprit Des... Op. Cit. P. 33.
6 Foucault, Michel. A Arqueologia do saber. Forense Universitária. Rio de Janeiro, 2004.
7 Segmento del medio físico que es socialmente aprehendido por el hombre y que engloba tanto objetos, utensilios, estructuras, como la naturaleza transformada en paisaje y todos los elementos bióticos y abióticos que integran un asentamiento humano. Retirado de: Meneses, Ulpiano Bezerra de. Identidade Cultural e Arqueologia. In: Cultura Brasileira, Temas e Situações. Ática. São Paulo, 1987.
8 Guarnieri, Waldisia R. C. Conceito de cultura e sua inter-relação com o patrimônio cultural e preservação. In: Cadernos Museológicos, no.3. Rio de Janeiro, 1990.
9 Wichers, Camila. "Museus e Antropofagia do Patrimônio". Lisboa, 2010. Tesis de Maestría. Universidade Lusófona de Humanidades e Tecnologia. P. 36.
10Retirado de http://uc.socioambiental.org/. Acceso en 20 mayo 2015.
11 Buco, Cristina. O caso da Serra da Capivara, vinte anos de socialização do conhecimento através da arte-educação. En: Alter IBI. Vol 1, No. 1. Lisboa, 2014.
12 En este trabajo, "expografia" es entendida según los estudios de André Desvallées (1998), para quien el concepto objetiva la búsqueda por un lenguaje y por expresiones que permitan traducir el programa científico de una institución para una exposición. Abarca las técnicas utilizadas en las exposiciones (situadas dentro de museos o fuera de ellos) para traducir los conceptos e ideas del programa cientifico y comunicarlos al público. Desvallées, A. Cent quarante termes muséologiques ou petit glossaire de l'exposition. En: Bary, M., Tombelem, J. Manuel de muséographie: petit guide à lUsage des responsables de musée. Haute-Loire: Séguier, 1998.
13 Lopes, Jose. A origen de Zuzu. En: Pesquisa Fapesp. São Paulo, 2007.
14 Kampf, Margrid. "Le Parcours, le regard du spectateur". Nantes, 2009. Tesis de Maestría.. École Na+onale Superieure d'Architecture.
15 Panel "Los datos que cambiaron la prehistoria de América". Primer Módulo. Museo del Hombre Americano.
16 Neves, W ; Pivetta Marcos ; Zorzetto, Ricardo. O pai de Luzia. En: Revista Pesquisa Fapesp. Ed. 195. Maio 2012.
17 Boeda, Eric et al.A new late Plesitocene archaeological sequence in Souht America: the Vale da Pedra Furada (Piauí, Brazil) En: Antiguity. No 88. 2014. P. 927-955.
18 Knutsson, Kjel. 'Simple' need not mean 'archai'. En: Antiguity. No 88. 2014. P. 927-955.
19 Neves, W. Prefácio. En: Bastos, Solange. O Paraíso é no Piauí. Editora Família Bastos. 2010.
20 Meltzer, David. Et al. On a Pleistocene human occupation at Pedra Furada, Brazil. En: Antiguity. No 68. 1994. P. 695-714.
21 Boeda, Eric et al.A new late Plesitocene... Op. Cit.
22 Foucault, Michel. A ordem do discurso. Loyola: São Paulo, 1996. P. 33.34. 8 7
23 Santos, Boaventura de Sousa. Para além do pensamento abissal: das linhas globais a uma ecologia de saberes. En: Novos estud. - CEBRAP. No. 79. São Paulo, noviembre de 2007.
24 Hughes, P. Exhibition design. Londres: Laurence King Publishing, 2010.
25 Wichers, Camila. Museus e Antropofagia... Op. Cit. P. 253.
26 Chaumier, Serge. Les écritures de l'exposi+on. En :Hermès, La Revue. No. 61, 2007. P. 45-51.
27 Vitrina "Proyectil ". Cuarto Módulo. Museo del Hombre Americano.
28 Wichers, Camila. Museus e Antropofagia... Op. Cit.
29 Quijano, Aníbal. Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina. En: La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas Latinoamericanas. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Buenos Aires, 2000. 246p.
30 Ibídem.
31 Olla especial para preparar cuscús.
32 Wagensberg, Jorge. Principios fundamentales de la museología científica moderna. Alambique: didáctica de las ciencias experimentales n. 26,, Barcelona, 2000.
33 Entendida como un área de enseñanza, investigación y actuación, cuyos principios teóricos y acciones museales se concentran en la relación de las sociedades con los acervos museológicos. Se busca valorizar la participación e interacción de las comunidades en la creación de los museos y en sus exposiciones, al paso que se deroga la importancia primordial antes dada a la preservación de los bienes patrimoniales y a la divulgación de los resultados obtenidos con el estudio de las colecciones.
34 Moutinho, Mario. Definição Evolutiva de Sociomuseologia. En: Cadernos de Sociomuseologia. No. 28. Lisboa, 2007.
35 En este caso, el concepto de preservación es comprendido como la acción de proteger un bien o un conjunto de bienes de su destruicción, degradación, disociación o hasta mismo del robo. Es acción fundamental para permitir que los bienes culturales sean dinamizados y apropiados en la construcción de las memorias e idenidades. En el presente trabajo, entendemos que el proceso de preservación del patrimonio debe siempre considerar su uso social, de manera plural y democrática. Basado en Wichers, Camila. Museus e Antropofagia... Op. Cit. P. 31.
36 Michelotti, Denise. "Arte em vitrais: a salvaguarda, a extroversão e a sociomuseologia". Lisboa, 2011. Tesis de Maestría. Universidade Lusófona de Humanidades e Tecnologia.
37 Butler, Judith. Fundamentos contingentes: el feminismo y la cuestión del "postmodernismo". En: La Ventana. No. 13. Guadalajara, julio de 2001.


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