Antonino Vidal Ortega Universidad del Norte

Doctor en Historia, Universidad de Sevilla. Docente del Departamento de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad del Norte. Autor de Cartagena de Indias en articulación del espacio regional Caribe 1580 -1540 (1998); Cartagena de Indias y la región histórica del Caribe 1580 -1640 (2002), La Gobernación del Darién a finales del siglo XVIII (2002); El informe de un funcionario ilustrado (2004); De las Indias remotas: cartas del Cabildo de Santa Marta, 1529-1640 (2007); Ciudades portuarias. La gran Cuenca del Caribe. Visión histórica (2010). Coautor de El barrio el Prado. Hito histórico de Barranquilla (2010).

En 2015 tuve la oportunidad de viajar a la Universidad de Costa Rica y conocer en una breve estancia en el Centro de Investigación Histórica de América Central este libro sobre la guerra civil de Costa Rica de 1948. En el encuentro académico al que asistí tuve escuché variados comentarios sobre la investigación del profesor Arias, y ello captó mi interés, sobre todo porque se sumergía en ese tema que tanto nos preocupa a los historiadores de las Memorias. Una vez de vuelta en Colombia seguí con la curiosidad y el interés y logramos invitar a su autor, el joven historiador costarricense David Díaz Arias, a que participara en la Maestría de Historia de la Universidad del Norte para tratar el tema de la memoria y nos contara con qué pautas y metodología la enfrentó en esta que fue su investigación doctoral, tan de actualidad en su país.

El libro llegó con el autor, quien nos lo ofreció, y así que finalmente pude leerlo y trabajarlo. Debo reconocer que a pesar de ser voluminoso me atrapó y lo leí en poco tiempo. Es un libro que debemos ubicar en el campo de la Historia Política del siglo xx de Costa Rica, pero al mismo tiempo con certeza podemos asegurar que de América Latina, porque trasciende la historia nacional del pequeño país centroamericano para hacer una radiografía de una época y unos acontecimientos que se repitieron más de una vez por todo el continente.

La investigación, fruto de su formación doctoral, reconstruye durante la década de los cuarenta del siglo anterior un tiempo de populismos, de miedos enmarcado entre la Segunda Guerra Mundial y los albores de la Guerra Fría, y en esa realidad el nacimiento del movimiento político del que fuera el presidente Calderón Guardia. Un régimen surgido del catolicismo social y muy cercano al comunismo, hasta el punto que fue llamado por la oposición política conservadora el calderocomunismo.

En realidad, fue un movimiento social surgido del periodo posterior a la huella profunda dejada por la crisis del 1929 en todo el continente y como respuesta alimentó con posterioridad la quimera económica de la industrialización impulsada en toda América Latina por regímenes populistas y en ocasiones militares como los de Perón en Argentina, Velasco Ibarra en Ecuador, Getulio Vargas en Brasil o el propio general Odia en el Perú, enmarcados también dentro del enfrentamiento contra el socialismo que alimentó la Guerra Fría en América Latina y el mundo.

El libro está dividido en tres partes. La primera, el periodo que antecedió a la guerra civil, es decir, el escenario de crisis. En segundo lugar, la guerra y su desarrollo, con el consabido incremento de la violencia política y la sangre, y por último, las Memorias, que se construyeron e impusieron desde la historia oficial de la nación de este trágico suceso vivido en Costa Rica.

Respecto a la construcción del libro queremos señalar dos ideas destacadas. La primera de ellas es que el autor nos muestra a mitad de la década de los cincuentas una sociedad altamente polarizada y dirigida por líderes carismáticos. Y la segunda, que el historiador David Díaz vuelca su esfuerzo por mostrarnos la realidad popular que apoyaba al movimiento de Calderón, o sea, podría decirse como una historia de subalternos o "desde abajo", pero ello no le hace descuidar al bando contrario, liderado por Figueres y los sectores más conservadores de la nación, y podemos afirmar por ello que en el plano del análisis el autor es muy medido y muestra un buen número de fuentes en la que sustenta sus interpretaciones de las acciones de ambos bandos.

Debemos señalar, por tanto, el uso de una profusa información que muestra el mundo de los vencidos y la imposición que hizo el relato oficial de la nación para borrar unos acontecimientos dolorosos y tristes. Revelar las memorias silenciadas no es fácil, y lo más valioso, mostrar críticamente una batalla de memorias que según Díaz para nada ayudó a la población de la pequeña nación centroamericana a sanar sus profundas heridas. Lo que, como muy bien expresa en otros trabajos suyos, es una tónica que se ha repetido en toda América Central hasta nuestros días, aunque nosotros añadiríamos también en toda América, incluyendo el norte.

Destacar, para finalizar, el muy buen manejo como fuente primaria de la prensa del momento y, sobre todo, el excelente uso que hace de testimonios orales de personas que aún están vivas y que vivieron ese dramático y sangriento episodio político del siglo xx. Para concluir nos gustaría añadir dos ideas. Una primera, que es un libro que tuvo una muy buena acogida en la Costa Rica actual, incluso con un número de ventas notorio, algo no muy usual en los libros de Historia. Y una segunda y última relacionada con el valor y el aporte que el libro le hace a la nueva historia política del siglo xx de América Latina.