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Diversitas: Perspectivas en Psicología

Print version ISSN 1794-9998

Diversitas vol.6 no.1 Bogotá Jan./June 2010

 

Reflexiones acerca de los procesos incluidos en la construcción
narrativa. ¿Cómo emergen los relatos?
*

Reflections on the processes involved in narrative
construction. How the stories are emerging?

Sandra L. Aya Angarita**

Universidad Santo Tomás, Bogotá, Colombia

* Artículo de investigación del proyecto: "Procesos de construcción narrativa que organizan experiencias resilientes en familias en situación de desplazamiento, en la interacción institución familia". Agradezco la colaboración de: Javier Fernando Quintero Olivar. Asesor de Investigación y Orlando González Gutiérrez.

Recibido: 2 de agosto de 2009 Revisado: 5 de octubre de 2009 Aceptado: 18 de diciembre de 2009



Resumen

El siguiente escrito es una reflexión asociada con la investigación "Procesos de construcción narrativa que organizan experiencias resilientes en familias en situación de desplazamiento, en la interacción institución familia", articulada con la Maestría de Psicología Clínica y de Familia de la Universidad Santo Tomás.

El artículo plantea que las narrativas se construyen a través de la interacción recursiva de ciertos elementos, mecanismos o procesos como la identidad personal, familiar y social, emociones, escenarios de vida, conversaciones, entre otros. Dicho supuesto lleva a exponer algunas bases epistemológicas que estructuran la Teoría Narrativa. Seguido a ello se sugiere una concepción sobre la manera en que algunos elementos, conectados con dos dimensiones identificadas en una revisión teórica (textos con sus tramas y contextos relaciónales) se entrelazan para favorecer la emergencia de relatos.

Los textos con sus tramas se comprenden como aquellos contenidos narrativos que cuentan con significados y sentidos; Los contextos relacionales se definen como los escenarios espaciotemporales en los que se mantienen y se trasforman dichos contenidos. La conexión de las dos dimensiones estimula la emergencia de relatos que hablan de realidades de un "sí mismo", de los sistemas familiares y de otros sistemas (escuela, trabajo, etc.).

Palabras clave: narrativas, procesos o mecanismos de construcción narrativa, textos con sus tramas, contextos relacionales.



Abstract

The following document is a reflection associated with the thesis "Pprocesos de construcción narrativa que organizan experiencias resilientes en familias en situación de desplazamiento, en la interacción institución familia", articulated with the Master of Clinical Psychology and Family at the University of Santo Tomas.The article argues that narratives are constructed through the recursive interaction of certain elements, mechanisms or processes. This assumption leads to expose epistemological foundations that argue the narrative theory. Following this suggested a concept of how some elements connected to two dimensions identified in a judicious theoretical review - text with their arguments or funds and relational contexts - intertwine to promote the emergence of stories.

Texts with their Arguments or Funds are understood as those contained narrative that have meanings, The Relational Contexts are defined as scenarios space and time where is maintained and / or transform the content. The connection of the two dimensions stimulates the emergence of stories that speak of a reality self, and the family systems and other systems (school, work, etc.)

Key words: narratives, processes or mechanisms of narrative construction, text with their arguments or funds, contexts relational.



Introducción

El siguiente documento es planteado desde la investigación "Procesos de construcción narrativa que organizan experiencias resilientes en familias en situación de desplazamiento, en la interacción institución familia" y tiene como propósito: "comprender los procesos de construcción narrativa que organizan las experiencias resilientes de las familias en situación de desplazamiento en la interacción con las instituciones de ayuda, a través de escenarios conversacionales de investigación - intervención, en los cuales se movilicen estos procesos" (Aya & Quintero, 2008, p. 23); dicha investigación recoge varios de los supuestos y comprensiones vinculadas a las teorías narrativas, conceptos que han sido revisados de manera rigurosa para divisar lo que está detrás de la construcción de un relato.

Tras dicha exploración se ha visualizado la importancia de proponer formas de comprender la naturaleza del narrar, lo cual puede ser muy útil para explicar y reconocer diversos fenómenos de la vida humana.

En este sentido, el artículo pretende evidenciar los resultados de la investigación, mostrando la manera como se construyen las narrativas, trazando elementos o dispositivos presentes en la cotidianidad de las personas, reunidos en dos dimensiones (textos y sus tramas y contextos relacionales), mecanismos que al interactuar unos con otros de manera recursiva, favorecen la emergencia narrativa; esto implicaría que los relatos no nacen del vacío, sino que se construyen a partir de una red de procesos integrados por múltiples sucesos.


Bases epistemológicas de la teoría narrativa

Una de las bases epistemológicas que sustentan las comprensiones narrativas es el construccionismo social, el cual aporta procesos sociales y culturales que contribuyen a la visión e interpretación del mundo, esta mirada epistemológica centra su interés en la naturaleza cambiante e interactiva de la vida humana, lo cual sustenta las múltiples realidades en su caracterización, socialmente construida. Asimismo, el pensamiento pos-estructuralista interviene en las comprensiones acerca de las teorías narrativas. Este pensamiento visualiza al ser humano como "parte integral de muchos sistemas que los construyen" (Payne, 2000, p. 49), lo cual convierte al ser humano, a su vez, en constructor de los sistemas a los cuales pertenece. Desde este punto de vista se asume que las situaciones de la vida cotidiana son construcciones sociales que resultan de determinadas prácticas interaccionales (Payne, 2000).

Dichas perspectivas epistemológicas son el sustento que hace pensar que las narrativas cuentan con mecanismos o procesos que las organizan; componentes como las identidades, las emociones, las acciones, los contenidos narrativos, los escenarios de vida, las conversaciones, etc, que al entretejerse e interactuar propician la emergencia de relatos.

Si se observa el concepto de narrativa, algunos autores como Bruner (1991), White & Epson (1993) y Gergen (1996) las definen como aquellas que organizan y otorgan sentido y significado a las experiencias de los seres humanos; asimismo Kenneth Gergen (1996) sostiene que las narrativas son "instrumentos incrustados en las secuencias conversacionales" (p. 234), son recursos culturales que cumplen un propósito social. Echeverría (1996) propone que las narrativas, más exactamente el lenguaje, construye realidades y otorga sentido a la existencia. Elinor Ochs (2000) plantea que las narrativas, además de describir sucesos, interpretan los acontecimientos asociados a dichos sucesos; bajo esta misma lógica Payne (2000, p. 36) considera que "las narrativas describen y comprenden el mundo".

Lo anterior lleva a entender que si bien es cierto que las narrativas hacen parte de los individuos (quienes a través de ellas organizan la experiencia vivida y simbolizan sus múltiples realidades), estas no emergen sólo desde los individuos sino que circulan constantemente en sus relaciones; asimismo se evidencia que los relatos se constituyen en virtud de los contextos (Ochs, 2000) y que además representan los eventos cotidianos de los seres humanos.

Pero ¿cuáles serán los mecanismos que acompañan a la organización, simbolización y representación de las experiencias? ¿Cuáles serán aquellos elementos presentes en las relaciones de los seres humanos que aportan al establecimiento de narrativas? ¿Cuáles serán los componentes que circulan y se entretejen en los contextos para favorecer la emergencia de los relatos? En otras palabras ¿Cuáles son aquellos procesos que contribuyen a la construcción de las narrativas?


Algunas interpretaciones de la construcción narrativa

Autores como De Shazer (1999) aportan en sus postulados que las narrativas cuentan con estructuras lingüísticas que permiten la formación de los relatos; Contursi y Ferro (2000) por su parte, consideran que las narrativas se conforman por textos, los cuales a su vez tienen unidades estructurales conformadas por secuencias.

De acuerdo con lo anterior, se podría interpretar que parte de los mecanismos que conforman las narrativas son los textos, integrados éstos por palabras, ordenados en determinadas secuencias y organizados por guiones, argumentos o tramas; sin embargo, se considera que estos textos con sus tramas son sólo una parte de la obra narrativa. Se afirma que éstos se entretejen de formas impredecibles con otros procesos presentes en las interacciones humanas, En este sentido Bruner (1991) y Gergen (1996), por ejemplo, consideran que las narrativas emergen en la interacción con los otros, Echeverría (1994) sustenta que el lenguaje nace en la interacción social, Garzón (2003) cree que al ser la narrativa un proceso, ésta "emerge en un intercambio contextual y conversacional" (p. 20). pero, ¿de qué dependerá entonces la forma de interpretar dichos textos y sus tramas? Se cree que del contexto donde se presente la interacción, es decir, de un contexto relacional.

Las diferentes significaciones de las teorías narrativas y sus sustentos epistemológicos llevan a reconocer que parte de los mecanismos constitutivos de las narraciones, por un lado tienen que ver con los contenidos narrativos y sus argumentos o los textos con sus tramas, y por otro, con los contextos relaciones que interactúan con dichos contenidos. Los textos y sus tramas se organizan e interactúan constantemente con otros textos, estableciendo maneras de percibir las experiencias del sí mismo, y de otros sistemas en los cuales los seres humanos viven su cotidianidad. Estos textos se movilizan en el interior de los contextos relacionales, que se han instaurado a lo largo de la vida, contribuyendo a su vez, a la organización, mantenimiento y trasformación de otros textos y sus tramas.

El texto y su trama y los contextos relacionales serían unas de las dimensiones propuestas, que integrarían aquellos elementos o dispositivos que favorecen la emergencia narrativa. Estas dimensiones pueden no ser las únicas; sin embargo, se presentan como una alternativa, que permitiría describir aquello que hace parte en la configuración de los relatos. Se estima que dichas dimensiones se entrelazan y relacionan íntimamente, así como se integran y construyen una a otra; esto implica que no es posible separarlas ni catalogarlas por niveles diferentes; no obstante, en un intento por explicarlas a continuación cada una de ellas se describe de forma particular.


La dimensión del texto y su trama

De acuerdo con lo mencionado hasta el momento, se puede decir que esta dimensión tiene que ver con la manifestación de contenidos relacionados con las comprensiones que los seres humanos poseen de los acontecimientos de la vida, y con dar a conocer los significados y sentidos que se otorgan a los sucesos de la cotidianidad; incluye lo que se dice y la forma en que se dice y organiza la experiencia. El texto y su trama contienen palabras en secuencias que se ordenan en enunciados, argumentos o descripciones.

En este sentido, Ramos (2001, p. 116) considera que un "Texto narrativo es lo que se dice" propone además que esto que se dice "describe cosas, personas y opiniones, pero no es un texto narrativo si no tiene eso", el armazón básico de un texto narrativo, "frase narrativa" está formado por afirmaciones que implican un juicio singular referido a un sujeto.

En relación con la trama, Ochs (2000, p. 283) citando a Frey, Ricoeur y White, alude a que ésta organiza y entrelaza las emociones y elementos circunstanciales para formar un texto coherente, así: "Es la trama la que distingue a una lista de sucesos con una historia de sucesos o de un relato de sucesos", la trama le da sentido al texto, "suministra una explicación de hechos desde un particular punto de vista" (Ochs, 2000, p. 284).

Bruner (1991), desde las explicaciones que realiza acerca de las narrativas, aporta a la comprensión de esta dimensión, al postular que los relatos son inherentemente secuenciales; esto para Bruner implica que para comprender los relatos es necesario comprender la trama, la cual configura la narración y así se podrá dar sentido a los textos.

Los textos y sus tramas además de describir y otorgar sentido y significado a la experiencia, sitúan dicha experiencia en un tiempo que puede ser pasado, presente, futuro o imaginario; los relatos poseen un atributo temporal (Ochs, 2000), lo que lleva a pensar que dicho atributo contribuye de manera significativa a la emergencia narrativa, en tanto que la temporalidad en que relatemos los sucesos de la vida será incluida en lo que decimos, contribuirá a los significados y hará parte del sentido atribuido a las realidades vividas.

Los planteamientos propuestos hasta el momento sugieren que los textos y sus tramas incluyen:

a) argumentos, estructurados en secuencias particulares que organizan la experiencia de una forma determinada, contando con una intencionalidad de acuerdo con el contexto en que se manifiestan; b) significados y sentidos atribuidos a las experiencias de la vida y c) tiempos narrativos que están inmersos en los argumentos, sus significados y sentidos.

Al conjugarse varios textos con sus tramas, se configuran diversas historias que definen las realidades de las personas, historias que pueden llegar a dominar la forma de interpretar el mundo, y en las cuales, también, pueden circular historias secundarias, o dicho en palabras de Estupiñan Gonzáles & Serna (2006) memorias o "versiones subdominantes, periféricas, marginales incluso aun insuficientemente articuladas en el relato propio" (p. 62). Dichas memorias, por tanto "aparecen referidas por los actores o voces narrativas de sólo algunas partes del sistema humano que narra" (p. 62) y no son reconocidas ni valoradas por otros integrantes de dicho sistema. Asimismo, se pueden articular las historias alternas (Whithe & Epson, 1993) que, a diferencia de las memorias, son reconocidas y validadas como recurso potente de trasformación. Bajo esta perspectiva, y teniendo en cuenta que esta dimensión interactúa constantemente con los contextos relacionales, se podría determinar que dependiendo de la relación establecida surgen ciertas historias (dominantes o alternas) o memorias.


La dimensión de los contextos relacionales

Es claro que la conjunción de textos y sus tramas, circulan, se trasforman y adquieren significado y sentido en los contextos de relación o escenarios espaciotemporales de las personas, como lo muestra Estupiñán González & Serna (2006), en el que las narrativas resultan indisociables de una matriz de relaciones.

Se observa que el contexto, definido como aquel espacio y tiempo intencional y simbólico, en el que adquieren sentido las narrativas (Gonzalez, O., comunicación personal en mayo de 2007), se determina, por un lado, por los diversos niveles de interacción y significado de las relaciones vigen tes, (familia, trabajo, escuela, etc.) y por otro, en las narrativas que circulan en dichos escenarios.

Bajo esta perspectiva, se interpreta que la dimensión que acá se describe, es aquella en la que circulan múltiples textos con sus tramas que hacen parte de la organización de las experiencias; para el caso de los contextos relacionales estos crean, trasforman y cobran sentido a la multiplicidad de relatos gracias a la interacción con el mundo. Se cree que estas interacciones están dadas por conversaciones o aquel intercambio de relatos en que se incluye la palabra con la infinidad de textos y sus tramas. Además, se comprende que las interacciones con el mundo también se dan por intercambios simbólicos en el que la palabra no necesariamente está presente.

Se entiende entonces, que existen procesos conversacionales, los cuales "ocurren desde acoples lingüísticos y emocionales entre los dialogantes, que validan experiencias y saberes invisibilizados de los actores sociales, y establecen conexiones significativas y novedosas en el relato" (Estupiñan, González & Serna, 2006, p. 62).

Igualmente, en los contextos se hallan presentes los procesos no conversacionales, los cuales se entrecruzan de manera circular y recursiva con los procesos conversacionales. Estos procesos tendrían que ver con las formas simbólicas de interacción presentes en los sistemas: acciones, pautas, patrones, ritos y mitos de los cuales no se habla, pero que hacen presencia constante en la cotidianidad y de alguna manera mantienen y trasforman las narrativas. De Shazer (1999) opina al respecto que:

las palabras son por supuesto parte del lenguaje, también lo son los silencios, los gestos, las expresiones faciales etc. Para mirar la magia de las palabras, tenemos que mirar el lenguaje, el contexto dentro del cual las palabras producen su magia (p. 23).

Watzlawick (1997) considera, en este orden de ideas, que toda comunicación cuenta por un lado, con aspectos de contenido, y por otro, con un aspecto intangible; señala que:

El contenido del mensaje puede ser uno pero el sentido del mensaje puede ser otro y definirá la naturaleza de la relación (...) la relación puede entenderse claramente a partir del contexto en que la comunicación tiene lugar sin necesidad de una conversación (p. 54).

Lo anterior indica que los relatos no sólo se configuran por la expresión verbal del significado y el sentido de la experiencia humana, además se nutren de las interpretaciones que se hacen de las manifestaciones simbólicas.

Los textos con sus respectivas tramas no surgen de la nada, estos adquieren sentidos y significados en el mundo de las relaciones y como lo afirma Bruner (1993) si se observan los escenarios de interacción de las personas "al mismo tiempo se encuentra poderosamente determinado por el tren de acciones en que ocurre" (p. 32). En otras palabras, los textos y sus tramas se alimentan de los contextos relacionales; asimismo se identifica que la dimensión de los textos y sus tramas, contribuye de manera significativa a la constitución de dichos contextos relacionales, en tanto que existen determinadas formas de hablar o argumentar la experiencia, o para el presente caso, de establecer diferentes formas de relaciones sociales (Shoter, 1993).

Se presume que esta constate recursividad, favorece la emergencia de ciertas narrativas, historias (dominantes y alternas) y memorias, las cuales construyen determinadas realidades, según tiempos y espacios concretos. A continuación se plantean algunos textos y sus tramas en contextos relacionales específicos, que podrían emerger en la cotidianidad de los sistemas en general.


El contexto del sí mismo

En este contexto de correspondencia circulan relatos que se relacionan con la propia identidad (si se tiene en cuenta la existencia de múltiples identidades), y por los variados Yoes que interactúan entre sí y con otros contextos. En palabras de Gergen (1994), estas historias hablan de auto-narraciones o "explicaciones que se presentan en un sujeto acerca de su relación entre acontecimientos vitales o los sucesos de su vida cotidiana" (p. 238). Los relatos sobre la identidad son una forma social de dar cuenta de sí mismo.

Por su parte Echeverría (1994) reconoce que el individuo, a pesar de contar con particularidades, como ideologías, formas de interpretar el mundo o maneras de definir los dilemas, es un fenómeno social. Linares (1996) postula al respecto que los relatos sobre la identidad son un producto histórico, es decir, "resultado directo de la relación del sujeto con la sociedad a lo largo de las etapas del ciclo vital, y como tales reúne material procedente de la experiencia acumulada" (p.28). Bruner (1993) propone que constantemente se construyen Yoes posibles que surgen a partir "de significados que se encuentran circulando en el mundo individual y social" (p. 55). Estos diferentes Yoes representan las ideas de lo que los individuos les gustaría o temiesen llegar a ser". En otras palabras, se presume que algunos relatos acerca del Yo dominan más que otros, que a su vez transforman las maneras en que las personas se movilizan ante la diversidad de situaciones de la cotidianidad. Se pueden describir, entre otras, las siguientes:

• Los Atributos del Sí Mismo. Algunos relatos que circulan en este contexto relacional, hacen referencia a los atributos o particularidades del sí mismo, relatos que aluden a las características individuales, representaciones que se hacen acerca de "los sentimientos y creencias ligados a los valores de privacidad e intimidad" (Bruner, 1991, p. 130).

• Las acciones del sí mismo. Otros relatos presentes en este contexto de relación, pueden vincularse con las acciones. Dichos relatos serían aquellos que hablan de los significados y sentidos de las praxis cotidianas del sí mismo. Bruner (1991) en relación con dichas acciones, expone que "significado y acción se encuentra estrechamente ligados" (p. 34), lo cual supondría que las interpretaciones referidas a las acciones, favorecerían la emergencia de diversas praxis; asimismo las praxis alimentarían los relatos acerca de dichas acciones. Al respecto, Echeverría (1993, p. 176) plantea que "la acción constituye al ser humano como el tipo de persona que es y que llegará a ser".

• Las emociones del sí mismo. Además, a través de la exploración teórica, se identifican otras historias y/o memorias que circulan en este contexto de relación; se visualizan narrativas vinculadas con los significados y sentidos que el sí mismo otorga al mundo emocional, es decir, relatos sobre las emociones. Se considera que estos relatos se construyen en constante interacción con el mundo; circulan entre los individuos como una manera de percibir la vida y en este sentido pueden transformarse a través de los relatos. Echeverría propone que las emociones son una distinción que se hace en el lenguaje "viven en el transfondo desde el cual actuamos, están asociadas al horizonte de posibilidades, constituye el yo" (1993, p.257).

Se podría decir, en consecuencia, que dependiendo de las comprensiones de la vida emocional podrían emerger ciertos relatos que orientan la comprensión del mundo.


El contexto de los sistemas familiares

Entretejer textos y tramas en los contextos de relación familiar puede favorecer la emergencia de historias y/o memorias familiares; en este sentido se observa a la familia como referente importante en la construcción de los relatos, relatos que:

Son el patrón que conecta a la familia y sus miembros, en la construcción de sus identidades, de sus experiencias vitales y formas de acción y relación de cada uno entre sí, en su ecología social mayor de prácticas discursivas/relacionales (Estupiñán, González & Serna, 2006, p. 59).

Se conjetura que en este contexto se entrelazan infinidad de textos con sus respectivas tramas, a través de procesos conversacionales y no conversacionales, incurriendo en la emergencia de ciertos relatos que movilizan las relaciones familiares. Entre ellos se consideran:

• Atributos Familiares. Así como los Yoes del individuo, en la familia también circularían relatos que hablan de las particularidades o atributos del sistema o como lo define Gallego (2006) en tanto "un corpus de narraciones que describe o hacen singulares o únicas a las familias, estableciendo los valores, principios y/o roles a las que se consagran, se caracterizan y define el sistema, constituyendo así una identidad familiar" (p. 160).

• Acciones Familiares. También se cree que en el sistema familiar transitan relatos relacionados con las praxis únicas de la familia, narrativas que hablan de "celebraciones, tradiciones y/o comportamientos ritualizados que cuentan con secuencias de acciones... " Igualmente relatos que "develan las fronteras de las prácticas familiares" (Gallego, 2006, p. 161); es decir, orientan las reglas de hacia dónde, cómo y cuándo debe actuar la familia. Gallego (2006), en este mismo sentido, considera que "las Familias aprenden a coordinar sus acciones para crear patrones de acción en conjunto" (p. 45). Esta autora considera que la forma como se interpreta una experiencia, depende de la manera en que se habla sobre ella y de este modo "... los patrones, reglas y otros aspectos de la vida familiar pueden ser vistos como construidos lingüísticamente a través de sus discursos. La conversación produce el patrón tanto el patrón produce la comunicación" (Gubrium & Holstein, 1990 y 1993, citados por Gallego, 2006, p. 59).

• Emociones Familiares. Del mismo modo que en el sí mismo se identifican en el sistema familiar relatos relacionados con las emociones; estos relatos refieren aquellos significados y sentidos atribuidos a las relaciones presentes en el interior del sistema; en este sentido, las emociones familiares son determinadas por la manera de interpretar y expresar las emociones entre los miembros del sistema, construyendo formas de relación particulares en las familias. Sluzki (1998) contribuye con el tema al postular que el atributo al vínculo se constituye gracias a las interpretaciones que se hacen acerca de la funcionalidad de la relación, el nivel de reciprocidad entre los miembros y el compromiso y la historia de la relación entre otros. Gallego (2006) por su parte considera que las emociones circulan en el interior de la familia a través de la narrativa de su significado, ya que "al ser fenómenos inherentes a los seres humanos. (.) Estos se aprenden a lo largo de la vida y se estructuran en el ámbito familiar" (p.109).


Otros contextos de relación

Se identifican otros relatos que emergen del enlace entre varios textos y sus tramas; éstos refieren a historias y memorias de la vida del contexto. Son textos con sus respectivas tramas que son puestas en juego en la interacción de las familias con otros contextos (por ejemplo escuela, trabajo, iglesia, instituciones de apoyo, etc.). Son aquellas narrativas que se movilizan en la cotidianidad y que definen las formas de ser, sentir, pensar y hacer de las comunidades que habitan en diversos escenarios, a la vez que estas comunidades contribuyen de manera significativa a la construcción de dichas narrativas. Estupiñan González & Serna (2006) citando a Maturana, consideran que "toda narrativa, como todo conocimiento, está localizada contextualmente y en cuanto sistema de coordinación de acciones y emociones (Maturana, 2002) emerge y se estabiliza en una red de conversaciones" (p. 52). Bruner (1991) propone al respecto que los seres humanos "somos una expresión de estos sistemas simbólicos compartidos" (p. 37).

Las interacciones conversacionales y no conversacionales del sistema familiar con otros contextos pueden definir el tipo de relación que se establece en el interior de la familia, asimismo puede incidir en las realidades de los otros contextos de relación. Gallego (2006) al respecto considera que para algunas familias la falta de interacción con otros contextos puede crear problemas a su interior; a su vez, las familias que sostienen relaciones luidas con otros contextos "pueden renovar sus energías, obtener nuevas ideas, recibir formación y también sufrir penas y dolores" (p. 68).

Se identifica además que fuera del sistema familiar circulan procesos conversacionales y no conversacionales que llevan consigo múltiples textos con sus tramas, los cuales no se relacionan de manera directa con las familias, es decir que son desconocidos por el sistema, pero que de alguna manera trascienden en la vida familiar. Se considera que estos generan interpretaciones globales de lo que las familias deben y no deben ser y hacer en los contextos donde se movilizan. Gallego (2006) cree que esto tiene que ver con ".las normas, valores, expectativas de la comunidad donde reside la familia, así como las leyes, prejuicios e ideologías." (p. 68).

Bajo esta mirada se identifica que los contextos están cargados, por un lado, de relatos construidos en el común de las personas, o de acuerdo con Shotter (1993), relatos de un "conocimiento de tercer tipo" (p. 28); un fondo conversacional o un saber popular "que hace parte de la vida cotidiana, un conocimiento conjunto, sostenido en común con los demás" (p. 36) y por otro, relatos que surgen desde perspectivas cientificistas que hablan sobre "únicas verdades", que pretenden construir realidades unitarias y globales (White & Epson, 1993), que se podrían denominar discursos.

White & Epson (1993) realizan distinciones al respecto que a modo de resumen son expuestas a continuación en la Tabla 1.


Conclusiones

A partir de lo expuesto anteriormente se plantean varias conclusiones:

• Los procesos propuestos de construcción narrativa fueron concebidos en dos dimensiones que interactúan: textos y tramas y contextos relaciónales. Éstas, inmersas en unos tiempos y espacios históricamente determinados, se movilizan y se entretejen de manera recursiva, lo que promueve la emergencia de relatos coherentes con los tiempos y espacios donde se dicen.

• Los textos y tramas se construyen en las interacciones que se establecen en la cotidianidad de los seres humanos, y manifiestan la organización de experiencias a través de los contenidos narrativos, otorgando significados y sentidos a la interpretación que se ofrece a la relación con el mundo, a nivel individual, familiar y de otros contextos.

• El enlace de múltiples textos con sus tramas en un contexto relacional determinado favorece la emergencia de historias dominantes, o relatos que se destacan en la vida de las personas, memorias, o relatos marginados que no son reconocidos por la totalidad de miembros de los sistemas o historias alternas, o relatos que al ser reconocidos por todos los miembros de un sistema propician movilizaciones hacia el cambio.

• Los contextos relaciónales se constituyen cuando se establecen diversos niveles de interacción (individual, familiar o contextual) y se mantienen o se diluyen dependiendo los significados y sentidos atribuidos a la relación.

• Los contextos relacionales se integran por procesos conversacionales, en los cuales circulan la multiplicidad de textos y tramas que organizan la experiencia de los seres humanos. Asimismo, se integran por procesos no conversacionales, los cuales refieren a interacciones que no incluyen diálogos explícitos, pero sí involucran una constante comunicación.

• Los textos y sus tramas y contextos relaciónales del sí mismo recogen relatos que hablan de los procesos identitarios (los cuales pueden incluir atributos, acciones y emociones, entre otros) y de la relación que éstos tienen en la interacción con el mundo.

• Los textos y sus tramas y contextos relacionales vinculados a la familia, hablan de los múltiples significados y sentidos que circulan en los sistemas familiares y que construyen la experiencia de ser y hacer familia. Estos relatos pueden incluir atributos, praxis y emociones familiares entre otras.

• Los textos y sus tramas y contextos relacionales vinculados a otros contextos (escuela, trabajo, iglesia, etc.), son aquellos que hablan de las narrativas coloquiales que organizan las experiencias de las culturas y de discursos que intentan definir verdades relacionadas con los ámbitos sociales, políticos, económicos, entre otros, de los seres humanos.

• La concepción de los procesos de construcción narrativa, favorece la comprensión de los fenómenos de la vida humana, en tanto permite interpretar varias dimensiones de los relatos, lo cual genera propuestas de intervención para movilizar las situaciones conflictivas de las personas.



Referencias

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** Correspondencia: Sandra L. Aya Angarita. Facultad de Psicología, Universidad Santo Tomás. Correo electrónico:saliaya@yahoo.es. Dirección postal: Autopista Norte Calle 209, Vía Arrayanes, Km. 1.5 Bogotá, Colombia.

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