SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.12 número2Influencia de la religión en la toma de decisiones sobre sexualidad en estudiantes católicos practicantesOrdenes discursivos en torno a la reincidencia del adolescente infractor índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Diversitas: Perspectivas en Psicología

versión impresa ISSN 1794-9998

Divers.: Perspect. Psicol. vol.12 no.2 Bogotá jul./dic. 2016

https://doi.org/10.15332/s1794-9998.2016.0002.06 

Movilización de identidades y reconfiguración de las pautas de violencia en la pareja y los equipos de intervención*

Mobilizing identities and reconfiguration patterns of partner violence and intervention teams

Adriana Galeano Amaya**, Fredy Jaimes Rueda**, Laura Palacio Medina**

* Artículo de investigación. Macroproyecto Historias y narrativas familiares en diversidad de contextos, de la maestría en Psicología Clínica y de la Familia de la Universidad Santo Tomás.
http://dx.doi.org/10.15332/s1794-9998.2016.0002.06

** Universidad Santo Tomás, Colombia.
Correspondencia: Adriana Galeano Amaya, maestría en Psicología Clínica y de la Familia, Dirección postal: calle 44d # 45-30, interior 6, apartamento 803, Bogotá, Colombia.
Correo electrónico: ps.adrianagaleano@gmail.com.

Recibido: 20 de septiembre de 2015 / Revisado: 30 de octubre de 2015 / Aceptado: 3 de diciembre de 2015



Resumen

El presente artículo tiene el propósito de dar a conocer los resultados de la investigación-intervención Prácticas dialógicas que movilizan relatos identitarios y reconfiguran ecológicamente pautas de violencia en la pareja. La investigación se fundamenta en la mirada sistémica construccionista constructivista compleja, cuyo objetivo fue comprender la construcción ecológica de la pauta de violencia en la pareja y la movilización de los relatos identitarios desde la emergencia de narrativas generativas en acciones de cambio que reconfiguran ecológicamente dicha pauta, tanto en las parejas como en los equipos de intervención. Para el desarrollo del estudio se realizaron intervenciones en psicoterapia y consultoría con dos parejas y sus respectivos equipos interdisciplinares de comisaría de familia, los cuales asistieron a los Servicios de Atención Psicológica IPS de la Universidad Santo Tomás. El desarrollo del trabajo de intervención-investigación, se aborda como metodología a la investigación contextual reflexiva y fenomenológica de segundo orden, desde la cual se reconoce que las versiones de los protagonistas inmersos en el trabajo de investigación-intervención son reconocidas y legitimadas como parte de sus construcciones elaboradas desde las diferentes historias de vida. De esta manera, se presentan como resultados la construcción de nuevas comprensiones y formas de intervención frente a la violencia, la cual deja de observarse únicamente en la pareja, para ser abordada en los diferentes macrocontextos con los cuales interactúa. Se crean así concepciones alternas, transdisciplinares y solidarias de la violencia, que permiten la movilización y transformación de la pauta violenta en una lúdica del amor que genera nuevas oportunidades de vinculación en las parejas, hacia la reconquista de la relación y la transformación de los macrocontextos de intervención.

Palabras clave: pareja, pauta violenta, contextos ecológicos, narrativa conversacional, prácticas dialógicas, relato identitario, equipos interdisciplinarios.



Abstract

This article aims to present the results of a research-intervention project called "Dialogical Practices that mobilize identity narratives and ecologically reconfigure patterns of partner violence". This research project is grounded in a complex constructionist, constructivist, systemic perspective, with the goal of understanding the ecological construction of violence patterns in couples and the mobilization of identity discourses from the emergence of generative narratives in actions of change that ecologically reconfigure that pattern, both in couples and in intervention teams. To conduct the study, psychotherapeutic and counselling interventions were performed with two couples and their interdisciplinary Family Commission teams. They attended the Psychological Support Services IPS at the Santo Tomas University. In order to conduct this intervention-research process, we used a second order reflective contextual and phenomenological research methodology, which acknowledges that the protagonists' versions are recognized and legitimized as part of the constructions they made from their life stories. As a result, we present new understandings and forms of intervention against violence, which is not only observed in the couple, but addressed in the different macro-contexts it interacts with. Alternative, transdisciplinary and solidary conceptions of violence are thus generated, that allow for a mobilization and transformation of violent patterns in a ludic of love that, in turn, creates new opportunities for relationships within the couples, towards rekindling the relationship and transforming intervention macro-contexts.

Keywords: Pair, violence, interventional contexts, conversational narrative, dialogic practices, identity story, family station.



Introducción

Un aspecto fundamental en la comprensión de las pautas de violencia en las parejas hace referencia a que el fenómeno de la violencia no puede significarse como algo reducido a lo psicológico, entendiendo que las personas son seres atravesados por múltiples dimensiones (biológica, social, política, espiritual, psicológica, etc.) y que construyen su identidad en diversidad de contextos. Se hace preciso revisar la influencia de los sistemas amplios en la configuración de la violencia en la familia, y en este caso, más específicamente en la pareja.

Es así como en la comprensión de la violencia, y según el recorrido investigativo en sus diferentes momentos, se ha comprendido la emergencia de la polisemia del acto violento como sentido validado a través de la historia de la pareja.

De modo que, el problema entendido desde la configuración de la pauta violenta, surge en la construcción de juegos relacionales de poder entre los miembros de la pareja, en los que se configura una simbología que remite a comprender los sentidos implícitos y explícitos de la intencionalidad de los actos de violencia en la vida cotidiana y en la historia de la pareja.

Esta configuración de la pauta de violencia en la pareja se construye, no solo en la interacción entre los actores de la pareja, sino en la interacción de ambos con los sistemas amplios y en la interacción de cada actor con una historia particular, lo cual implica acercarse y comprender el fenómeno desde una versión ecológica y compleja. En la figura número 1 es posible observar cómo se teje ecológicamente el fenómeno de la violencia en pareja.


En este sentido, al comprender cómo se tejen los diferentes discursos conectados a juegos relacionales cargados de una simbología propia de la pareja, se da paso a la emergencia de la comprensión de la polisemia del acto violento como vehículo de entrada en la deconstrucción de los discursos dominantes de violencia y poder en la pareja.

Es así como las condiciones que permitieron el abordaje del problema están dadas desde un proceso de investigación-intervención, caracterizadas por la construcción de prácticas dialógicas que permitieron en las parejas, en el equipo interdisciplinar de una comisaría de familia y en los investigadores-interventores, la movilización de relatos identitarios asociados a actos de violencia en la pareja. De manera que las prácticas dialógicas han permitido la emergencia de narrativas generativas en acciones de cambio, como se observa en la figura 2.


Construyendo el relato identitario alrededor de una pauta violenta en la pareja

En relación con la concepción de Bruner (1991) sobre la identidad, se ponen en juego dos principios que son fundamentales para comprender la manera en la que los seres humanos se posicionan en el mundo: la reflexividad y la imaginación de alternativas. Esto es, respectivamente, la cualidad que se posee para volver sobre los actos, para volver en el relato sobre aquella dimensión en el tiempo y transformarla desde el pasado o desde el presente; y la posibilidad que tenemos acerca de crear las formas de ser y de hacer.

En síntesis la reflexividad se relaciona con la manera en la que se orienta el tiempo y la imaginación con la manera en la que se asume la cultura, todo ello a fin de transformarse en la narración (Bruner, 1991).

Entonces, a la luz del fenómeno de interés, este primer planteamiento de Bruner es significativo por cuanto se convierte en uno de los principios orientadores para operar en el contexto psicoterapéutico y en los contextos de intervención con el equipo de trabajo de las comisarías, pues poner en juego la reflexividad y la imaginación en la construcción y reconstrucción conjunta de los relatos que configuran la identidad, permite movilizar narrativas de aquellos protagonistas de una historia de agresión y violencia. Así, el yo deja de parecer estático en el tiempo y es en la emergencia de narrativas posibles en donde se posibilita la movilización de la identidad en términos resilientes y dignificantes, y no en términos dicotómicos: "víctima" "victimario", los cuales no permiten la diversificación identitaria.


Prácticas dialógicas

Para poder abordar las comprensiones en torno a la vivencia de las prácticas dialógicas en el escenario clínico, se ha querido compartir el siguiente fragmento, el cual metafóricamente ilustra el principio de heterarquía y de apertura a la creación de conocimiento novedoso desde la conexión de relatos en diálogos abiertos a la puesta en juego de significados y sentidos que emergen de los dilemas vitales.

No camines delante de mí porque podría no seguirte, ni camines detrás de mí porque podrías perderte, no camines encima de mí porque me puedes pesar mucho, ni camines debajo de mi porque puedo pisarte, camina al lado mío porque somos pares (Bucay, 2009, p. 84).

Esta investigación-intervención está atravesada por los escenarios conversacionales reflexivos y la narrativa conversacional, en donde se hace importante mencionar que los actores se verán inmersos en las practicas dialógicas, que como plantea Schnitman (2010), le apuntan a la creación de posibilidades, articulando las diferentes voces involucradas para fomentar la construcción de redes inéditas de conocimiento y experiencia.

Allí, el diálogo que emerge en la narrativa conversacional debe estar acompañado por procesos reflexivos y abiertos con relación a otro, observándose en la diversidad de diálogos en los cuales se estará involucrados, pues se participa en la co-construcción de nuevas realidades.

Las prácticas dialógicas permiten un proceso generativo en un mundo que va más allá de visiones que giran en torno a lo predecible, hacia mundos en los que la incertidumbre, la creatividad y el caos conforman un entramado sistémico entre lo político, lo social, lo cultural, lo individual, lo económico y muchos otros actores que hacen parte de la vida de cada ser humano.

Dichas prácticas posibilitan dar una visión a este interjuego, trabajando con posibilidades y realidades alternas en pro de favorecer oportunidades de cambio (Schnitman, 2010). Por lo que para este trabajo de investigación-intervención, es relevante ver a las parejas que consultan con problemáticas alrededor de la violencia, como personas con recursos y potencializadoras de otras propuestas de interacción, viéndolas desde narrativas posibilitadoras que van más allá del déficit y la etiqueta.


Metodología

Para el desarrollo del trabajo de investigación-intervención, se aborda como metodología la investigación contextual y reflexiva de segundo orden, la cual considera que las apreciaciones de las personas que participan del proceso son diferentes, toda vez que cada uno construye diferentes perspectivas subjetivas en torno a una misma realidad. Por ello, dicha investigación reconoce cada una de estas miradas de los participantes como parte de la construcción de su propio conocimiento (Flick, 2007).

En la investigación contextual y reflexiva, las versiones de los protagonistas son reconocidas y legitimadas como parte de las construcciones elaboradas desde las diferentes historias de vida. Es allí como desde el mismo hecho de narrar y renarrar dichas historias en un bucle recursivo y dialógico, se posibilita un contexto hermenéutico en un escenario de investigación contextual-reflexivo.

Al respecto, Estupiñan (2012) sugiere que dicho contexto hermenéutico debe ser definido como experiencial, en donde "la narrativa conversacional busca la comprensión y transformación de los fenómenos clínicos al concebirlos como procesos emergentes de la conexión semántica y pragmática entre las voces evocadas en los campos narrativos y el acto narrativo" (p. 78).

Se trata entonces de generar desde la investigación reflexiva y contextual de segundo orden, un contexto que permita la articulación de historias de vida con significados, posibilitando narrativas y discursos inéditos para la transformación de dilemas.

Al abordar la investigación contextual y reflexiva de segundo orden en cuanto a método, se intenta hacer una aproximación significativa y compleja a los diferentes fenómenos sociales, de tal forma que se desarrolle un proceso exploratorio y comprensivo de dichos acontecimientos de manera particular, a partir de los conocimientos de los protagonistas que interactúan y se relacionan con esas historias de vida incluido el sistema investigador, desde la puesta en escena de significados que han sido construidos por cada persona y que de la misma manera le otorgan un sentido particular al mundo (Bonilla y Rodríguez, 1997).

Dentro del proceso de investigación, es preciso hacer alusión a la elaboración del estado del arte documental como un proceso en el cual se rastrea el conocimiento en torno a un fenómeno, y se tejen las conexiones interdisciplinares precisas a la luz de las inquietudes y propósitos investigativos de los investigadores.

Así, el estado del arte documental es un insumo de conocimiento necesario para la creación del estado del arte testimonial, el cual permite un proceso experiencial en el que mitos, creencias y opiniones se articulan y se ponen en juego en el escenario reflexivo, en este caso con las parejas, con los sistemas amplios y con profesionales que se desenvuelven en contextos alrededor de la violencia. Su articulación con el estado de arte documental, favorece la redefinición del fenómeno de la violencia y genera multiplicidad de comprensiones, ampliando visiones y formas de interacción frente a dicho fenómeno.

Si bien en el presente artículo no se ilustrarán los guiones que guiaron el estado del arte testimonial, sí dará cuenta de la discusión construida alrededor de las conexiones entre el documental y el testimonial, dado que fueron insumos fundamentales para la realización del diseño y el neodiseño de la investigación.

De manera que para efectos de esta investigación-intervención, se llevaron a cabo cinco momentos que al entretejerse complejizan las comprensiones sobre la violencia, en un bucle reflexivo que va conectando las versiones y transformaciones de las versiones sobre el fenómeno, los cuales se ilustran a continuación en la tabla 1.


Resultados del diseño

Como se pudo observar en la anterior tabla, el diseño correspondió al proceso terapéutico llevado a cabo con una pareja: Lupe (34 años) y Mario (39 años), quienes trabajan y son dueños de una panadería. Sus dos hijos, Juan de 5 años y Lina de 9, están cursando primaria. Si bien existe una buena relación entre los hijos con los padres, los niños son más cercanos a Lupe, pues le tienen miedo a Mario. Lupe se ha dirigido a la comisaría debido a una situación de agresión por parte de Mario hacia ella. Desde allí, los han enviado a recibir un proceso de psicología con el propósito de generar nuevas formas de resolución de conflictos.

Dado que los resultados fueron bastante amplios, a continuación se hablará de ellos como parte de la síntesis del análisis realizado en las tres matrices (descriptiva, explicativa y comprensiva) para los cinco escenarios conversacionales llevados a cabo para el caso (si el lector está interesado puede dirigirse al capítulo de resultados de la tesis Prácticas dialógicas que movilizan relatos identitarios y reconfiguran pautas de violencia en la pareja de la Universidad Santo Tomás, Bogotá, Colombia).

En un primer momento, el encontrarse con un escenario en el que ofrecieron la visualización de una pauta violenta matizada por relatos saturados de parte de la familia y de los sistemas amplios, en torno a un hombre violento y a una mujer víctima; con una relación atravesada por historias de vida individuales relacionadas con una postura sumisa y una resolución de conflictos por medio de actos violentos; con una pauta construida ecológicamente por una sociedad que castiga y premia, que elimina y no transforma, fue confrontativo para los interventores y los llevó a generar un espacio en el que se pudiera convocar los diferentes actores en pro de generar nuevas formas de comprender el fenómeno de la violencia.

Durante el desarrollo del proceso, la violencia fue siendo comprendida por la pareja, por los sistemas amplios y por el equipo interventor-investigador como una manifestación de aquello que no estaba dicho, que involucraba toda una historia de vida de pareja e individual, en donde no se ponían en juego sentimientos, incomodidades, ideas, entre otros, que eran el caldo de cultivo para generar formas de comunicación poco generativas para el desarrollo humano de los miembros de la familia. Entonces, la reconfiguración de los vínculos puede comprenderse desde el favorecimiento de novedades adaptativas que hacen alusión a dialogar cuando hay incomodidades y a comprender el mundo del otro en relación consigo mismo, construyendo un contexto de solidaridad mutua, implicando la redistribución de labores y cargas cotidianas que en algún momento condicionaron la relación de pareja. La reinterpretación de la pauta de violencia, dio lugar a la visibilización de recursos para la recuperación de la historia como pareja y el fortalecimiento de los vínculos.

Los escenarios realizados durante el proceso, permitieron que la pareja encontrara espacios de conversación para la coordinación de acciones, promoviendo la emergencia de novedades adaptativas frente a la situación problemática. Se podría decir que la pareja logra encontrarse nuevamente como punto de apoyo, el uno para el otro, y así generar espacios colaborativos en torno al modo en que asumirán los dilemas actuales. Esto habla precisamente de un proceso de resiliencia, en donde el sistema conyugal se enfrentó a una crisis y la afrontó de tal manera que pudieron reorganizarse y superarla. En donde Cyrulnink (2002) mencionaría que la dicha de la vida no está en las batallas, sino en la victoria sobre ellas.

A partir de este cambio en el sistema conyugal, también el vínculo con los hijos se ha fortalecido en pro de la búsqueda de reivindicación de la comunicación familiar, en donde se comienzan a tejer significados en torno al aprendizaje contextual que ha dejado la violencia, y así las lecciones de vida aprendidas con respecto a la violencia han fomentado que con los hijos se exalten modos de afrontamiento de los conflictos desde la generatividad. Esto ha llevado a instaurar incluso rituales que hacen referencia al cuidado entre la pareja y de los padres hacia los hijos.

La participación de los diferentes actores, cada uno con sus roles, ha permitido que se entretejan conversaciones que han posibilitado contar una historia diferente, teniendo en cuenta las voces de los participantes y los consensos en la diferencia hacia la construcción de complejidades transdisciplinares y la creación de abordajes ecológicos sobre la violencia. El desarrollo de la investigación-intervención, tuvo como desafío la construcción de escenarios narrativos conversacionales. Dichos escenarios poco a poco fueron complejizando diferentes comprensiones de la violencia por parte de los investigadores, en donde los prejuicios dominantes también se fueron deconstruyendo en la emergencia de nuevos ordenes de significación.

Lo anterior lleva a la emergencia de nuevas comprensiones, en donde la violencia no se debe psicologizar porque no pertenece únicamente al campo de la psicología, puesto que el fenómeno de la violencia se circunscribe en los diferentes contextos sociales, políticos, religiosos y culturales de los cuales nosotros también hacemos parte. Es decir, que trabajar la violencia implica no desconocerla, ni desconocerse como sujeto de un contexto social violento.


Resultados neodiseño

La pareja que participó en los siguientes escenarios está conformada por Julia, Rubén y Kiara. Julia de 32 años, es tecnóloga y trabaja como secretaria. Rubén de 35 años, es bachiller y se encuentra desempleado. Tienen una niña, Kiara, de 2 años. Rubén se ha dirigido a la comisaría debido a una situación de agresión de parte de Julia hacia él. Si bien se demanda esa situación, se han presentado diferentes momentos en donde los dos han cometido actos de violencia entre ellos. La comisaría los envía con el propósito de generar nuevas formas de resolución de conflictos reafirmando el rol en el hogar.

Para este caso se llevaron a cabo cuatro escenarios conversacionales en los que el proceso interventivo se configuró como consultoría, y el proceso de análisis también se desarrolló con la matriz descriptiva, explicativa y comprensiva en cada uno de los escenarios (para ampliación de los resultados el lector podrá dirigirse al capítulo de resultados de la tesis citada anteriormente).

De acuerdo con los resultados, se pudo observar cómo una pareja que asiste a consulta por remisión de comisaría de familia, trae a escena discursos sobre el género, sobre la parentalidad y sobre la conyugalidad que a lo largo de su historia se han configurado como exclusivos de sus dinámicas relacionales. En las cuales, la exclusión e invisibilización del otro fracturaron la relación conyugal, favoreciendo una escalada de violencia implícita versus violencia explícita desde el sentido de defender la propia dignidad. Y mientras tanto la familia delegó plena autoridad y regulación de sí misma a los sistemas amplios, dentro de los cuales se encontraban los diferentes servicios de ayuda y la familia extensa de ambos.

A su vez, a nivel relacional se establecieron alianzas con dichos sistemas por parte del esposo, en las cuales se manifestaba la violencia implícita que provocaba, de igual manera, la violencia explícita de la mujer. Pero también había manifestación de violencia simbólica por parte de los sistemas amplios, al agenciarse de los procesos de autonomía de la pareja.

De modo que los sistemas amplios tomaron una posición privilegiada dentro de la dinámica conyugal. A manera de juez, los diferentes sistemas amplios permitieron la configuración de alianzas en contra de la madre, quien fue constantemente señalada e invisibilizada frente a la voz de un padre que la sociedad sí consideraba bueno.

De lo anterior quedó la fractura por completo del vínculo conyugal y el surgimiento de heridas profundas en su historia, lo cual da paso a la definición del sistema de ayuda psicológica que brindamos como un provocador del cambio, mas no como un agente único responsable del mismo.

Al respecto se inicia un proceso de consultoría, y se plantea como primer abordaje interventivo la posibilidad de generar actos simbólicos de reparación para cerrar el capítulo de la pareja y recuperar la historia personal desde la diversificación del relato identitario. Esta tarea, se plantea como parte del abordaje conjunto con Rubén y Julia como actores gestores de cambio de la dinámica de su relación.

En este sentido, tras la puesta en escena de conversaciones y diálogos abiertos, generativos y apreciativos, los consultantes logran reivindicar las heridas como artefacto de aprendizaje de su relación para la apertura a la dignificación de la vida de la hija. Así Julia pudo reencontrarse con la diversidad de su self en búsqueda de sentido.

Finalmente, se evidencia un cambio en las dinámicas relacionales, desde las cuales se resalta el valor de la confianza y el respeto por el otro, pero además las nuevas dinámicas relacionales permitieron la configuración de límites claros con los otros sistemas y la deconstrucción de significados culturales en torno a la vida, la crianza y la pareja.


Discusión

Frente al fenómeno de la violencia es importante que puntualicemos tres aspectos fundamentales que hacen parte del proceso de cambio y transformación del fenómeno y de las tramas que están conectadas para su comprensión: movilización de los sistemas interventores en el ejercicio dialógico de las conversaciones y el pensamiento abductivo frente al ejercicio clínico, la reconstrucción de la memoria y la reconstrucción de la experiencia.

En primer lugar abordaremos las lecturas emergentes frente a la movilización de los sistemas interventores en el ejercicio dialógico de las conversaciones, para ser más precisos, la movilización de los sistemas interventores la podemos observar en dos aspectos: resignificación de los modelos de atención de los equipos psicosociales, reconstrucción de sí mismos como sistemas de ayuda y actores sociales.

Con relación a la resignificación de los modelos de atención de los equipos psicosociales, los actores con los que generamos comprensiones iniciales sobre la violencia y sus modos de intervención para el estado del arte testimonial (socióloga, trabajador social, politólogos y antropóloga) y los actores con quienes se favoreció la red interventiva (comisaria de familia, psicóloga, trabajador social, abogado), fueron transformando sus versiones de la violencia al igual que nosotros a lo largo del proceso.

De manera que en principio fue necesario generar un escenario conversacional con diálogos abiertos en donde se pusieran en juego las visiones de cada profesional sobre los modelos de atención en casos de violencia y los dominios explicativos frente al fenómeno.

En principio como se ha evidenciado en las discusiones finales y en la discusión del estado del arte testimonial o en la revisión de los protocolos de atención puestos en la escena de la conversación, las miradas se centraban en la definición de la víctima y el victimario o en perspectivas de género que se inclinaban más por la exaltación de la mujer por encima de la dignidad del hombre. Este aspecto, de álgidas fibras emocionales y sociales, se aborda estéticamente de modo que como investigadores tampoco cayéramos en la ceguera de la intervención, santificando la violencia o ilegitimando las concepciones de los profesionales.

Así se abre paso a una conversación de tejido en la que todos ponemos en escena nuestro sentir frente al fenómeno, y esto se conecta con el camino para la reconstrucción de sí mismos como sistemas de ayuda y actores sociales, cuyo aspecto es el segundo a tener en cuenta en la movilización de los sistemas interventivos.

De esta manera se puede argumentar que la identidad no se puede definir como una entidad estática, incambiable, sino que se encuentra en un proceso dinámico y en permanente transformación (Anderson, 1997).

De modo que isomórficamente se generaron poco a poco movilizaciones en el ámbito teórico interventivo, como en el ámbito simbólico experiencial e identitario tanto de los equipos psicosociales como de nosotros en el rol de gestores de la presente investigación.

En este sentido, Estupiñan y Hernández (2007. p. 59) mencionan que la familia o la pareja ecosistémicamente pensada, se ha construido bajo la configuración de vínculos y sistemas de relaciones que adquieren sentido en los procesos de codependencia y coevolución, aludiendo al principio autoorganizador de sus miembros y del sistema como unidad de supervivencia en interacción y por supuesto mutua afectación con su ambiente, implicando también una corresponsabilidad puesta en acción.

Sobre este aspecto es necesario encaminar las conversaciones a despojarnos de las vestiduras del egocentrismo profesional para dar paso a la construcción de conocimiento nuevo en el tejido de los diferentes saberes que dan cuenta de la dinamización de la vida política, psicológica, social, antropológica, y ético jurídica.

Esto nos lleva por ejemplo a que entre los diferentes profesionales se construyera un escenario de conexión de la verdad psicológica, jurídica, política, etc. Para la emergencia de nuevos sentidos frente al modo como concebimos la violencia en la pareja y el modo como se articulan los procesos de atención desde el escenario legal, de comisaría de familia, del trabajo social y el ámbito psicológico. Ya que como propone Andolfi (2000), las construcciones que elaboramos en relación con los fenómenos que nos rodean, pueden estar limitadas por la forma como ponemos en práctica nuestro lenguaje.

Lo anterior da cuenta de ese principio dialógico en el que no se pretenden opacar las voces, ni excluir versiones diferentes a la nuestra, sino de construir con el otro que no solo es un profesional, sino un actor social de miradas posibilitadoras. De manera que los diálogos apreciativos y colaborativos que hacen parte de las prácticas dialógicas, como dispositivo de cambio, nos permitió hablar desde el encuentro y la conexión interdisciplinar para dar paso a un abordaje ecológico de los modelos de intervención.

Allí, encontramos discursos más reflexivos y metaposicionales por parte de los operadores sociales con respecto al modo en que cada uno interviene y el modo como cada lectura parecía desconectada del contexto y desconectada del sí mismo.

Por ejemplo fue importante plantear la paradoja de los propósitos de las intervenciones frente a las concepciones personales del fenómeno, en un ámbito como el de la comisaría de familia cuya potestad le permite generar una atención en primera instancia dirigida a la reconciliación, y que desde el abordaje ya en la práctica genera una atención casi despersonalizada y excluyente que se relaciona con las disposiciones y discursos dominantes frente a lo que ya parece estar dicho.

Con respecto a este punto, el politólogo Camilo López (comunicación personal, 20 de agosto de 2014) hace referencia a cómo la propuesta de las prácticas dialógicas para comprender el fenómeno más allá de la noción de víctima-victimario, resulta en el ámbito de la ciencia política y el derecho casi "revolucionario", en tanto que la visión cuestiona la teoría del delito enmarcada en la modificación de la conducta del sujeto criminal por medio de la persuasión desde el castigo, el cual en vez de generar posibilidades para la resocialización del sujeto, se excluye socialmente a quien es calificado como victimario.

De este modo ha sido importante para el equipo psicosocial de la comisaría de familia con quien trabajamos, que se generara una pauta de atención desde la oportunidad y la posibilidad, desde la visibilización de todas las voces y desde la comprensión y respeto por las formas en que las personas se autoorganizan partiendo de la cualidad autopoiética de los sistemas.

La mirada reflexiva frente a la movilización de los modelos de atención es fundamental para la generación de aprendizajes de contextos que son favorecidos por escenarios de reconciliación que parten de solidaridades de destino.

Por ello es fundamental que como actores sociales y profesionales, la comunidad académica y profesional científica cuestione el quehacer y sus formas de abordar los fenómenos, desde la propiedad autorreferencial en la que nos reconocemos no solo como profesionales, sino como hombres y mujeres que compartimos otros roles en la sociedad. De modo que las preguntas fundamentales en nuestro ejercicio profesional y que se llevó a cabo en las escenas conversacionales con los equipos psicosociales es: ¿cómo favorecemos la autonomía de las familias, desde nuestros propios saberes teóricos, interventivos y experienciales?, y ¿qué comprendemos de los dilemas por los que transitan las familias, desde nuestros diferentes referentes?

Lo anterior nos abre la puerta a una conexión más humana entre los diferentes profesionales y entre los profesionales y las personas que acuden a nosotros para hacer uso del servicio social. Y precisamente, la atención como se reconstruyó en las conversaciones reflexivas, debe partir de una visión del servicio como servicio colaborativo, no como un servicio de asistencia, sino como un servicio en el que se conjugan los recursos de las familias, con la dignificación humana y con una atención generativa y no inquisidora.

En síntesis, lo que respecta a la conexión dialógica para la movilización ecosistémica de las comprensiones de la violencia desde los sistemas de ayuda, nuestra escena interventiva e investigativa tuvo en cuenta:

  1. Puesta en juego del dominio teórico, interventivo y simbólico en torno a la violencia en un escenario de diálogos abiertos.

  2. Disposición para la construcción de diálogos de conexión desde el encuentro y el desencuentro, a partir de un principio colaborativo.

  3. Construcción de diálogos apreciativos, colaborativos y generativos entre los diferentes profesionales desde su conexión con las narrativas de los consultantes y la puesta en marcha de la comprensión del mundo simbólico de la pareja, y del dominio existencial que se configura en los dilemas vitales como profesionales y como actores sociales.

  4. Visibilización de la autonomía de la familia y la pareja como parte de una intervención psicosocial pertinente que hace parte de la cualidad autopoiética del sistema consultante y del tejido social que se fortalece a partir de la conexión de lecturas para una apuesta transdiciplinar.

Ahora bien, conectado con la movilización de los sistemas interventores a partir de los escenarios dialógicos, en segundo lugar abordaremos el pensamiento abductivo frente a la estética, inventiva y creatividad de la intervención clínica orientada por nosotros como gestores de cambio.

Al respecto, es necesario aludir al pensamiento abductivo, que como plantea el psicólogo Felipe Parra (comunicación personal, 20 de agosto de 2014) se puede ver plasmado en la inventiva e imaginación del interventor para guiar los movimientos y estrategias en el ejercicio clínico y que da cuenta de la entrada al propio mundo de la pareja.

Por ejemplo, en la configuración tanto del diseño como del neodiseño podemos tomar los dilemas que se tejían entre el sistema parental y el sistema conyugal como parte del modo como se configuraba la pauta de violencia en la pareja. Aunque en ambos casos había un elemento a abordar y era la relación de la pareja con el sistema parental, no se tejen los mismos dilemas y modos de vinculación desde las formas de narración incrustadas en la historia de la familia.

En el diseño, la pauta de violencia se instauraba isomórficamente en el sistemas de los hijos y la relación de estos con los sistemas amplios como el colegio, de modo que las formas de resolución de los conflictos que encontraban sus padres como pareja a partir de la violencia explícita, fueron adoptados por los hijos como narrativas dominantes desde acciones de agresividad con sus compañeros en el colegio.

Así, mediante el proceso interventivo clínico, la pareja pudo generar miradas reflexivas y aprendizajes de contexto en donde ellos como pareja comprendieron el modo como se había instaurado la pauta isomórficamente en el contexto de los hijos. Emerge en la pareja la urgencia por reivindicar a los hijos y la herencia o legado que ellos querían dejar en su proceso de crianza.

De modo que una vez se reconfigura la pauta de violencia en la pareja, y amplían los aprendizajes del consultorio al hogar, los hijos reconfiguraron isomórficamente las pautas de interacción con sus compañeros en el contexto del colegio, de ahí, podemos visibilizar la conexión de todo, y por tanto como menciona Bateson (1998), la pauta de conecta.

En el segundo caso, la relación de la pareja se había organizado alrededor de los sistemas amplios, lo cual se conectaba con la triangulación de la hija en su relación. De modo que la salud de la hija se toma como pretexto para que la pareja se señalara uno al otro en la relación parental.

Así, fue necesario dar lugar a la definición de la relación entre la pareja y la definición de límites claros con los sistemas amplios, partiendo de la visibilización de los recursos parentales para la emergencia de una nueva historia ya no como pareja, sino como padres.

Es importante generar lecturas contextuales que permitan comprender en el mundo de la familia qué sucede en la historia como padres cuando se genera un impasse conyugal en la pauta de violencia, puesto que esto puede dar paso a la comprensión de nuevos dilemas alrededor de las pautas de violencia que se conectan intercontextualmente.

Asimismo, dentro de la interventiva del escenario clínico es importante tener en cuenta, como lo hemos conversado en el contexto donde emergen estas reflexiones, la reconstrucción de la memoria, pues es precisamente desde allí donde emerge la posibilidad de encontrar vida en la muerte, y este proceso solo empieza a ocurrir cuando visibilizamos lo silenciado, lo que se ha callado de la violencia, lo que se ha guardado alrededor de ella y su vivencia, aquellos dolores, sentires y pensamientos que se entierran en los corazones de quienes viven un evento de violencia, los mismos colombianos que preferimos olvidar a confrontar una realidad que hace parte de nosotros, así como lo vimos en el proceso con Julia y Rubén:

J: "él siempre me trató mal psicológicamente, me decía gorda o fea y yo me comía eso para no generar peleas... igual después se me pasaba y seguía normal".

Olvidar es uno de los métodos más fáciles pero más peligrosos, pues lo que vimos en estas parejas y lo que vemos día a día en nuestro país es el olvido, pero realmente no se olvida, sino que se silencia y están guardados en el corazón de las personas, en las mujeres y hombres violentados, y allí, mencionaría Cyrulnik (2003), dicho olvido está conformado por fantasmas (sentimientos y dolores) que están muertos pero que cuando resucitan buscan matar y destruir a las personas que los han guardado, por lo que en ocasiones lleva a quebrar de manera abrupta los vínculos de las personas, un esposo y una esposa que ya no pudieron continuar juntos o una relación de padres que ya no pudo ser.

Interventor: "¿de qué sirvió guardar esos sentimientos?".

J: "de nada, porque después exploté con todas esas cosas y ahí fue cuando lo cogí a golpes... es lo que tú me decías antes... una olla que iba cocinando todo hasta que reventó con lo de la niña".

Desde allí, la importancia para nosotros de crear escenarios interventivos en los cuales empezáramos a generar fisuras en aquellos relatos e historias saturadas y conformadas por fantasmas. Pero para eso necesitábamos conocer dicho fantasmas, hablar con ellos, sentirlos y poder traerlos al presente, como por ejemplo con Lupe y Mario que en el contexto de la narrativa conversacional y la posibilidad de navegar por el mundo emocional, convocaban dolores antes nunca dichos:

INT: "o sea que si nos devolvemos a ese momento podríamos decir que no solamente te golpeaba a ti, sino a tu corazón".

L: "sí... yo sentí que el cogía mi corazón y lo estrujaba, me sentía triste. impotente".

Se pusieron en juego diálogos apreciativos, encaminados a la emergencia de relatos alternos y a la búsqueda de memorias que pudieran ser ampliadas como por ejemplo en Julia:

INT: "¿ustedes en algún momento han hablado acerca de lo buenos padres que son, o siempre es para agredirse?".

J: "a pesar de todo lo malo, y yo no puedo cambiar que él sea el papá de la noche a la mañana, o sea yo lo escogí, me enamoré de él y decidí que él fuera el papá de mi hija".

Y en Mario:

INT: "¿eso quiere decir que empezaste a ver cosas que no habías visto con relación a ustedes como pareja?".

M: "yo sé que todo puede volver a ser como antes, que compartíamos tiempo, que nos ayudábamos".

Al conocer los fantasmas escondidos en la relación, permitía generan un contexto para repararlos, sanarlos y dejarlos ir, desde la emergencia de memorias que permitieran la reconstrucción de narrativas, relatos identitarios y formas de relación, posibilitando un proceso de resiliencia, como por ejemplo en Julia y Rubén que posibilitaron una relación parental desde el respeto y la sanación:

R: "te deseo que tengas una buena pareja, y yo espero también poder tenerla y que nos vaya muy bien a ambos, pero que no descuidemos a la niña, ni a nosotros como padres, en ese trabajo de padres".

Y en Mario y Lupe se posibilitó la recuperación de la pareja:

M: "sí... yo siento que yo guardaba muchas cosas en silencio porque no confiaba en ella, pero eso era antes, ya me siento más seguro para contarle, me siento apoyado y ella también".

La resiliencia no está en la capacidad de cristalizar los eventos y continuar como si nada hubiera pasado, sino en, no solo, poder mirar dichos eventos con otros ojos, más allá del dolor, la rabia y la culpa, sino también sentir alegría, nostalgia y agradecimiento por una victoria más, un dragón domado y un fantasma con el permiso de irse.

Y por último, es importante tener en cuenta las lecturas alrededor de la reconstrucción de la experiencia, ya que cuando se piensa la construcción de la experiencia humana, de igual manera se piensa en actos reflexivos como dispositivos para la reformulación de los significados en los actos vividos. Es así como desde los inicios de nuestro trabajo investigativo-interventivo y durante su desarrollo, fueron emergiendo procesos de deconstrucción y reconstrucción de las pautas definidas como violentas, en bucles de recursión que paso a paso iban complejizando las narrativas que configuraban nuevas formas de relación y redefinición de discursos dominantes.

Es así como se recuerda lo plasmado en capítulos anteriores referente a la concepción de la vida humana, en contextos narrativos que construyen conversaciones en la cuales los sistemas consultantes y los equipos de investigación-intervención formamos de manera dinámica nuestros procesos identitarios, tanto por los relatos propios como por las versiones de los otros en permanentes interacciones.

De esta manera se visibilizaron discursos saturados al inicio de los procesos de investigación intervención:

L: "la última vez que pasó eso que se fue y llegó a las 9 y llegó transformado, dañó todo y los niños ahí, yo tenía la niña alzada y me empujó contra la pared".

Los cuales en escenarios narrativos conversacionales reflexivos para generar posibles conversaciones se fueron transformando en prácticas discursivas que permitían reconquistar a la pareja, haciendo el tránsito de la lúdica de la violencia hacia una lúdica del amor:

Lo que he vivido con mi esposa no lo he vivido con ninguna mujer, y ella me ha respondido como la mejor mujer que cualquier hombre quisiera tener, vivir no es la violencia sino el saber compartir y estar juntos en familia como ahora lo estamos (escenario conversacional 3, escena 1, línea de transcripción 18).

Así comienzan a recuperar espacios y formas de ritualización de pareja que se habían extraviado, y que ahora retoman con mayor fortaleza para alzar el vuelo con el impulso al resurgir de las cenizas, en la reconstrucción de memorias que permiten reescribir la nueva historia de la pareja, por ella y por las narrativas de los sistemas amplios, quienes de igual manera han reconstruido sus comprensiones frente al fenómeno de la violencia en pareja, emergiendo nuevas formas para su abordaje e intervención:

C: "él decía ahora ya recochamos, que rico recochar en su lenguaje con ella, recochar es como con la masa del pan, ya hay ese lenguaje que antes no había, entonces para mí como lo ve la comisaría es desde el respeto" (escenario conversacional 4, escena 3, línea de transcripción 154).

En ese mismo sentido, los procesos autorreferenciales en las conversaciones que se entretejían en los escenarios provocaban la manifestación de las historias y prejuicios del equipo investigador-interventor, reconociéndonos en relación con los otros y permitiendo la reconstrucción de las experiencias para ser reinventados en el acto autorreferencial.

Psicólogo: "ahora veo que no se trata de satanizar la violencia o satanizar el maltrato, hay algo que no se puede decir y no saben cómo hacerlo, ahora veo que uno no se centra en el golpe o en el puño sino que hay algo más allá que los hace violentarse, eso me hace pensar que hay otras formas de abordar la violencia" (escenario conversacional 5, escena 2, línea de transcripción 46).

Novedades que generaron impactos en los capítulos de vida de los miembros de los sistemas amplios, quienes al disponerse en los actos narrativos conversacionales posibilitaron la creación de versiones actualizadas con relación al fenómeno de la violencia en pareja, permitiendo la visibilización de alternativas en las formas de abordaje.

Trabajadora social: "nuestra tarea ahora será dejar de mirar un fenómeno de forma aislada del contexto, y observarlo desde sus raíces para que así los atendamos desde una lectura relacional" (escenario conversacional 5, escena 3, línea de transcripción 89).

Pero la construcción humana también tiene en cuenta elementos contextuales en los cuales suceden acontecimientos y se transforman las experiencias. Es así como en nuestro trabajo investigativo-interventivo, asumimos las diferentes emergencias frente al fenómeno de estudio suscitadas en los territorios de los sistemas amplios, en los capítulos de vida de los participantes y en los contextos culturales, políticos, disciplinares y sociales en los cuales se ha considerado la construcción y reconstrucción de las experiencias de los seres humanos que hicimos parte de esta travesía.

Desde la perspectiva de la psicología social se estudia el fenómeno de la violencia en las formas como se manifiesta en las diferentes sociedades. El acto simple de la obediencia junto con procesos de sumisión ante la autoridad, puede en algunas ocasiones transformar a las personas en individuos maltratadores sociales (López, 1996). Es de anotar que el interés del estudio de investigación-intervención no transita por señalar a las personas desde la etiqueta de violento o agresivo. Se propende por comprender los conflictos como parte de las relaciones humanas en la emergencia de procesos transformativos y generativos en las parejas que han significado esas experiencias como actos violentos.

En la investigación de Cantera y Blanch (2010), refieren que las parejas están enmarcadas por estereotipos de género establecidos por la sociedad. Se hace curioso que lo "normal" es que haya violencia de parte del hombre hacia la mujer y no viceversa, cuando realmente lo que debería ser "normal" es que no existieran relaciones basadas en actos violentos. Desde la profesión de la psicología, se debe trabajar en pro de favorecer realidades más enriquecedoras y no empobrecer más a la sociedad con discursos rigidificados en torno a una sociedad violenta y machista.

Por lo tanto para la psicología la construcción de escenarios desde prácticas dialógicas, resultan novedosos y útiles como forma de intervención para posibilitar la conexión de los saberes de los diferentes profesionales, en donde además la familia, las parejas y sus actores tienen un propio saber frente a la vida que es necesario recuperar.

Lo anterior, permite reconocer las implicaciones que se desprenden para la psicología clínica, puesto que la convoca a generar procesos dinámicos, comprensivos e interventivos, frente a los diferentes fenómenos humanos, desde miradas complejas que involucren escenarios locales, sociales, políticos, éticos y macrocontextuales en interconexión, implicando para la psicología clínica encaminarse hacia la recuperación del tejido social.

Por otro lado, una implicación importante se da a través de la exaltación de la dimensión existencial en la comprensión de los dilemas humanos, lo cual significa para los interventores, darse la oportunidad de construir escenarios de consultoria y de terapia desde lo existencial, como parte del mundo emocional que trasciende en la configuración y elaboración de los dilemas humanos.

Relacionado con lo anterior, el componente simbólico como parte de la conversación terapéutica y de consultoria, funciona como un principio operador para trabajar con los dilemas existenciales en curso o con los dilemas sociales que se plantean, según como se configura la naturaleza de la intervención.

Es decir que lo simbólico va de la mano de la comprensión de los dilemas y de la elaboración de los mismos, ya sea en un escenario terapéutico o en un escenario de consultoria. Pues si bien la terapia marca la diferencia con la consultoria a partir del límite con la confidencialidad y la libertad de los sujetos para hacerse participes de un espacio psicológico, la consultoria llega a ser tan humanizadora como la terapia, en tanto que se pone en juego la autorreferencia de los sujetos, y la simbología del lenguaje para la comprensión del dilema del sistema y su conexión con los dilemas sociales.

Al respecto, Gergen (1996) plantea que es en el relato en donde el interventor-investigador se identifica y se encuentra con la identificación del otro, al relatarse encuentra el sentido en los acontecimientos que hacen parte de sus historias cotidianas; asi la vida es puesta en juego, y el yo se va construyendo. Dado esto, un punto principal en la conversación con las parejas es comprender la manera en la que significan esas situaciones que socialmente son puntuadas como violentas, es decir que nuevamente se parte de la construcción de un yo transaccional, un yo en diálogo para construir con las parejas y sus actores horizontes de sentido posibles en torno a la violencia.

Finalmente, los procesos interventivos que se desarrollen desde los escenarios conversacionales, los cuales se retroalimentan momento a momento a través del principio de la narratividad y la reflexividad, posibilitan un abordaje clínico ecológico en el cual las voces de los consultantes y las voces de los equipos de trabajo alternos son convocadas para crear diferencia desde la paradoja de la diversidad y el encuentro.

Así, en voz de Foucault (1993), lo psicológico no solo se conecta con el cuerpo, sino que habla de las relaciones del sujeto con el medio; en ese sentido y evocando nuevamente el relato identitario saturado por el problema; lo patológico habla precisamente de las contradicciones del medio y de las condiciones en conflicto de lo orgánico y lo psicológico que parecen dividir al ser, para fines de que quien es señalado como enfermo o como anormal, se encuentre en una condición de alienación no solo social, sino mental. De esta manera el abordaje terapéutico debe contemplar, según Foucault (1993), en las relaciones que el sujeto establece con su medio y debe dirigirse a construir nuevos ámbitos de relación en los que la dimensión de la teoría psicológica no arrastre al individuo a abstracciones que se conjugan con el absolutismo y la psicopatologización del sujeto. La práctica clínica, terapéutica debe romper las cadenas de la alienación.



Referencias

Anderson, H. (1997). Conversación, lenguaje y posibilidades. Buenos Aires, Argentina: Amorrortu editores.         [ Links ]

Barahona, A. (2010). El origen mimético de la violencia. Observatorio sobre la violencia y convivencia en la escuela. Recuperado de http://www.observatorioperu.com/lecturas%202010/agosto%202010/El%20Origen%20Mimetico%20de%20la%20Violencia.pdf.         [ Links ]

Bateson. G. (1998). Pasos hacia una ecología de la mente: una aproximación revolucionaria a la auto comprensión del hombre. Argentina: Lohlé-Lumen.         [ Links ]

Bonilla, E., y Rodríguez, P. (1997). Más allá del dilema de los métodos. Bogotá: Universidad de los Andes.         [ Links ]

Bruner, J. (1991). Actos de significado: más allá de la revolución cognitiva. España: Alianza.         [ Links ]

Bucay, J. (2009). Recuentos para Demian. Argentina: Del Nuevo Extremo.         [ Links ]

Cantera, L., y Blanch, J. (2010). Percepción social de la violencia en la pareja desde los estereotipos de género. Intervención psicosocial, (19). Universidad Autónoma de Barcelona: España.         [ Links ]

Cyrulnik, B. (2002). Los patitos feos. Una infancia infeliz no determina la vida. Barcelona: Editorial Gedisa.         [ Links ]

Cyrulnik, B. (2003). El murmullo de los fantasmas, volver a la vida después de un trauma. Barcelona: Editorial Gedisa        [ Links ]

Estupiñán, J., Niño, J. y Rodríguez, D. (2006). Dossier N° 3: modelos contextuales de formación de terapeutas desde un enfoque sistémico y ecológico. Bogotá: Universidad Santo Tomás.         [ Links ]

Estupiñan, J., y Hernández, A. (2007). Lineamientos de técnico-administrativo-misionales y herramientas metodológicas para la inclusión y la atención de familias en los programas y servicios del ICBF. Bogotá: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.         [ Links ]

Estupiñan, J. (2012). Narrativa conversacional, relatos de vida y tramas humanas: hacia la comprensión de la emergencia del self en interacción en contextos ecológicos. (Documento en proceso de publicación). Bogotá: Universidad Santo Tomás.         [ Links ]

Flick, U. (2007). Introducción a la investigación cualitativa. Madrid: Morata Ediciones.         [ Links ]

Foucault, M. (1993). Enfermedad mental y personalidad. Barcelona: Paidós.         [ Links ]

Gergen, K. (1996). Realidades y relaciones: aproximaciones a la construcción social. Barcelona: Paidós.         [ Links ]

González, E. (2003). La violencia en la política: perspectiva teórica sobre el empleo deliberado de la fuerza en los conflictos de poder. España: Consejo Superior de Investigaciones Científicas.         [ Links ]

López, J. (1996). Fuertes contra la violencia. España: Salamanca.         [ Links ]

Maturana, H. (1992). El sentido de lo humano. Chile: Editorial Universitaria.         [ Links ]

Morin, E. (1991). El método: las ideas. Madrid: Cátedra.         [ Links ]

Morin, E. y Kern, A. (2005). Tierra-patria. Barcelona: Kairós.         [ Links ]

Naranjo, V., Porras, L., Vega, A. y Villalta, V. (2012). Atención a mujeres víctimas de violencia: un análisis histórico-crítico de las competencias de trabajo social. Ciudad Universitaria Rodrigo Facio.         [ Links ]

Payne, M. (2000). Terapia narrativa: una introducción para profesionales. Buenos Aires: Paidós.         [ Links ]

Ricoeur, P. (1996). Sí mismo como otro. España: Sigo XXI de España Editores S. A.         [ Links ]

Schnitman, D. (2010). Procesos generativos en el diálogo: complejidad, emergencia y auto-organización. Revista Pensando la complejidad, 8(7), 61-73. Recuperado de http://www.dialogosproductivos.net/upload/publica-tions/05062012163020.pdf.         [ Links ]

White, M. y Epston, D. (1993). Medios narrativos para fines terapéuticos. España: Paidós.         [ Links ]


Inicio