Introducción
El estrés ha despertado el interés de investigadores del área de la salud, por su consideración como la "enfermedad del siglo veinte" (Anitei, Stoica y Samsonescu, 2013, p. 1011), fenómeno que es vigente en el siglo XXI y considerado importante en la legislación colombiana como enfermedad laboral (República de Colombia, 2009), derivada de trabajos con sobrecarga cuantitativa, trabajo repetitivo, trabajos con efectos psicosociales, etc.
La relación establecida entre estrés y los trabajos con efectos psicosociales, remite a los conceptos de factores psicosociales, factores psicosociales de riesgo y riesgos psicosociales; siguiendo a Sauter, Hurrell, Murphy y Levi (1998) los factores psicosociales son aquellas condiciones tanto intralaborales como extralaborales y del individuo que influyen en la aparición de estrés cuando (Moreno y Báez, 2010) se constituyen en factores psicosociales de riesgo.
En ese sentido, el estrés laboral se ha definido como el resultado de la aparición de factores psicosociales de riesgo, o como riesgo psicosocial que por sí mismo tiene "alta probabilidad de afectar de forma importante a la salud de los trabajadores y al funcionamiento empresarial a medio y largo plazo" (Moreno y Báez, 2010, p. 50).
Diversos estudios definen el estrés como un patrón de respuestas del organismo frente a exigencias externas (Levi, 1998; Lu et al., 2015; García-Herrero, Mariscala, Gutiérrez, y Ritzel, 2013). Por su parte, McGrath y Altman (1970) definen el estrés como un "desequilibrio sustancial entre la demanda y la capacidad de respuesta". (García-Herrero, Mariscala, Gutiérrez y Ritzel, 2013, p. 214), así mismo se le define como un estado con síntomas psicológicos, físicos o sociales, donde para la persona es difícil establecer un enlace entre sus habilidades y las expectativas puestas en ellos (Pasca y Wagner, 2012, p. 379).
En resumen, las definiciones de estrés giran en torno a la adaptación del ser humano a demandas externas, a la capacidad del organismo para hacerle frente y a un estado del organismo con síntomas físicos, psicológicos, etc.; Beehr y Neuman, (1978); López de Caro (1985) citados por Cuevas-Torres y García-Ramos (2012) hablan del uso frecuente de este concepto a pesar de no existir una definición conceptual común sobre estrés laboral.
Por otro lado, existen modelos para explicar el estrés laboral, como es el modelo de desequilibrio esfuerzo-recompensa de Siegrist (1996), el modelo demandas-control de Karasek (1979), siendo estos el fundamento para definir el estrés en muchos estudios, asignando mayor valor a la descripción de modelo que al concepto general sobre estrés, lo cual lleva aún más a ampliar sus conceptualizaciones.
Así mismo se observa la asociación del concepto de estrés con variables como satisfacción laboral (Brattig, Schablon, Nienhaus y Peters, 2014; Khalatbari, Ghorbanshiroudi y Firouzbakhsh, 2013) y problemas musculoesqueléticos (Hauke, Flintrop, Brun y Rugulies, 2011) que llevan a pensar el estrés como causa o consecuencia de estas variables.
Otro aspecto relevante es el uso del término estrés (en inglés: stress) que al igual que el término tensión (en inglés: strain), traducen al español tensión, surgen las siguientes preguntas: ¿si strain y stress hacen referencia al mismo fenómeno de tensión? ¿En qué se diferencian?
A partir de los aspectos planteados en los párrafos anteriores surge el interés de esta investigación para responder a la pregunta, ¿cuál es la conceptualización de estrés laboral, sus modelos de explicación y variables relacionadas? Esta pregunta se desarrolla durante la discusión de los resultados de este estudio y lleva a plantear como objetivo el análisis del concepto estrés laboral, sus modelos explicativos y variables asociadas teniendo en cuenta investigaciones de los últimos 5 años.
Por último, esta investigación se centra en el sector terciario de la economía, donde se ha observado mayor perfil de riesgos de origen organizacional y psicosocial, indicando que son riesgos reales, con efectos en la salud y para la vida de los trabajadores (Moreno y Báez, 2010), con especial atención en personal de salud como médicos y enfermeras.
Método
Esta investigación es un estudio de revisión, donde tiene una pregunta definida y estructurada, consulta información de datos relevantes, usando fuentes secundarias de información, necesarias para responder a la pregunta de investigación, en el que además "se realiza un análisis y se genera una conclusión bajo un método ordenado y reproducible" (Torres-Fonseca y López-Hernández, 2014, p. 394).
Se establece un estrategia de búsqueda, donde se incluyen artículos que tienen en el título o resumen las siguientes palabras clave: estrés laboral, estrés ocupacional; en inglés: occupational stress, work stress, job stress, o que hablaran de los modelos explicativos de estrés laboral, teniendo en cuenta como grupo ocupacional enfermeras, médicos u otro personal del cuidado de la salud (healthcare workers), el sector servicios sociales o social services, o también donde no se mencionara a qué sector pertenece la población objeto de estudio; y se excluyen estudios que se centran en burnout, estudios de corte cualitativo o de tipo cuantitativo-descriptivo.
Instrumento
Se usan herramientas de lectura crítica de artículos del Programa de Habilidades en Lectura Crítica Español (CASPe), que posibilita mediante unos criterios hacer una lectura crítica de artículos para diferentes tipos de investigación. En el presente estudio fueron empleados instrumentos de lectura crítica para estudios de revisión, cohortes y casos y controles.
Procedimiento
Se inicia la búsqueda en el tesauro de la APA PsycNET con las palabras clave: occupational stress, work stress, healthcare workers, social services, job stress, estrés laboral, estrés ocupacional, working condition, nurse, medical, physician. Con el uso de términos booleanos como and, or, not y se hacen diferentes combinaciones.
Se determina que la amplitud de la investigación es de artículos publicados entre 2011 al 2015, en médicos, enfermeras y personal de salud, publicados en inglés y español. En las bases de datos de Science Direct, EBSCO, SciELO, Redalyc, Dialnet, DOAJ, BASE, en estas se aplican filtros a publicaciones relacionadas con las ciencias sociales y cuidadores de salud, en revistas, en estudios de corte analítico, además de aquellos que no mencionaran la población. Luego se procede a dar lectura a los artículos y se excluyen aquellos que mediante la lectura crítica a través del instrumento CASPe obtienen una puntuación que los ubica en el cuartil Q1.
Resultados
La tabla 1 muestra la búsqueda inicial de los artículos con las palabras clave y los filtros mencionados; se observa que el total de artículos fue de 1082, de los cuales se seleccionaron 87 después de la lectura del título y el abstract. A partir de la lectura completa de estos 87 artículos se excluyeron 13, porque aunque se mencionaban en el título y abstract, las variables de inclusión en el desarrollo del estudio no se focalizaban. De los restantes (74) se realizó una lectura crítica, seleccionándose 62 que cumplían con criterios de calidad de acuerdo al formato CASPe.
En la tabla 2 se observa que el año con mayor frecuencia en artículos sobre estrés fue en el 2013, el idioma con mayor publicación es en inglés y el país con considerable publicación en el tema fue Brasil y España.

Fuente: elaboración propia.
Tabla 2 Distribución de la frecuencia de artículos teniendo en cuenta año, idioma y país.
La tabla 3 muestra el proceso de eliminación de los artículos por lectura crítica que se ubicaron en el cuartil Q1 (25 %), de esta manera para estudios transversales el cuartil Q1 ubicó los artículos con calificación entre 0 y 5, para estudios de revisión entre 4 y 4.9 y para estudios por cohortes entre 2 y 4.24. De esta manera para los estudios transversales se eliminaron 8, de revisión 1 y cohortes 3 artículos.
La tabla 4 muestra las definiciones de estrés laboral en 29 artículos del total de los leídos, de los cuales se encuentran dos definiciones muy comunes, en primer lugar el estrés como resultado de demandas que exceden la capacidad de control laboral del trabajador acorde con de-Souza, Costa, Souza, Pinheiro y Poli (2011); Llapa, da Silva, Neto, López, Seva y Gois (2015); Dollarda et al. (2012); Tobe et al. (2011); Khodabakhshi (2013); Anitei, Stoica y Samsonescu (2013); y en segundo lugar como respuesta biológica y psicológica de la persona frente a demandas del medio (Lu, Sun, Hong, Fan, Kong y Li, 2015; Arshadi y Damiri, 2013; Çiçek, 2013; Mora, Segovia, Arco, Blas y Garrido, 2012; Chiang, Gómez y Sigoña, 2013).
La tabla 5 muestra los instrumentos más usados en el estudio del estrés laboral con su respectivo autor y dimensiones evaluadas, se observa que el cuestionario de contenido del trabajo (JCQ) de Karasek se presenta en 11 estudios, seguido del cuestionario ERI (Effort Reward Imbalance) de Siegrist en 6 estudios y por último el cuestionario psicosocial de Copenhague (CoPsoQ) en 4 estudios.
Así mismo, se identifica que los modelos teóricos más empleados son JDC (Job Demands-Control) de Karasek, seguido del modelo ERI de Siegrist y por último el modelo transaccional de Lazarus y Folkman. También las variables más relacionadas con el estrés laboral son las demandas y control laboral, apoyo social, problemas cardiacos y músculo-esqueléticos, esfuerzo y recompensa laboral, estrategias de afrontamiento y características de personalidad.
Para finalizar, también se realizó la búsqueda de dos autores representativos del tema, uno de ellos es Hans Selye (1954), quien afirma que el estrés es una reacción específica a factores inespecíficos, es decir que puede ser producida por cualquier agente; y Robert Karasek (1979) quien plantea el estrés como un estado interno, y que como él mismo dice, su modelo no lo mide directamente.
Discusión
La presente revisión se ha centrado en artículos de los últimos cinco años que reportan investigaciones sobre estrés laboral; se observa a nivel conceptual que algunos planteamientos son comunes basados en las interpretaciones de los estudios de Karasek, como por ejemplo, el estrés como una respuesta del individuo donde las demandas exceden su capacidad de control.
Sin embargo, Karasek (1979) con su modelo no tiene intención de medir el estrés (como estado interno de la persona), sino que su modelo habla de 4 cuadrantes donde se encuentran 4 combinaciones entre las demandas laborales y la latitud de control del trabajador, estos son: trabajos pasivos donde hay bajo control y baja demanda; trabajos activos donde hay altas demandas y alto control; trabajo de baja tensión con bajas demandas y mucho control; y por último trabajos con alta tensión donde existen muchas demandas pero poco control laboral.
Muchas de las investigaciones realizadas en estrés se realizan con la referencia del cuadrante de trabajos con alta tensión de Karasek, como conceptualización de estrés laboral, siendo el caso de Sakurai, Nakata, Ikeda, Otsuka y Kawahito, 2013; Gao, Newcombe, Tilse y Wilson, 2014; Jones, Hocine, Salomon, Dab y Temime, 2015. Aclarando que la tensión no solo puede ser entendida como resultado de aspectos del ambiente de trabajo, sino de los efectos conjuntos de las demandas de trabajo y de libertades en la toma de decisiones del trabajador frente a esas demandas (Karasek, 1979).
Esto evidencia que Karasek ya hace una distinción entre estrés como estado interno de la persona y la tensión laboral como el resultado de la interacción entre demandas y control del trabajador, que acorde con lo encontrado en Selye (1960) se comprende además, que el estrés es un estado del organismo que se hace manifiesto por un síndrome, el Síndrome General de Adaptación (SGA), que se compone de las fases de alarma (el alarmógeno o agente que interrumpe el funcionamiento estable del organismo), adaptación y resistencia (el organismo trata de volver a su estado de equilibro normal) y agotamiento (se da cuando la fase de adaptación y resistencia se ven superadas por la acción del alarmógeno). Refiere el autor que no todos los estados de estrés llegan a la fase de agotamiento que es donde se puede generar la enfermedad del organismo al debilitar la respuesta de adaptación.
Selye (1960) además plantea que, aunque existe una confusión al considerar el estrés como tensión, no es tensión nerviosa, a pesar de que en este estado pueda haber tensión cuando el organismo trata de ajustarse ante la percepción de un alarmógeno; entendiendo que cualquier cosa de la vida cotidiana puede ser un alarmógeno; por tanto, quizá como plantea Bellagamba, Gionta, Senergue, Bèque y Lehucher-Michel (2015, p. 357) citando a Karasek (1979) "la tensión laboral (JS), es un componente importante de estrés en el trabajo" mas no es el estrés en sí mismo.
Por otro lado, los modelos de estrés más nombrados son el modelo de demandas-control de Karasek, seguido del modelo de desequilibro esfuerzo-recompensa de Siegrist, donde el estrés se genera cuando existe un sobreesfuerzo del trabajador y pocas recompensas; y por último el modelo transaccional del Lazarus y Folkman, que aunque es un modelo de estrés, en general analiza el estrés en términos de valoración cognitiva donde "el individuo es quien evalúa el ambiente como estresante (amenazante) o no estresante (oportunidad)" (Cuevas-Torres y García-Ramos, 2012, p. 4), valoración influida por las formas de afrontamiento individuales.
Dos de los modelos mencionados anteriormente son los más empleados en las investigaciones y construcción de instrumentos para medir el estrés; en primer lugar, el modelo de demandas- control cuyo instrumento es el cuestionario de contenidos del trabajo (JCQ) de Karasek et al. (1998) que evalúa las demandas, el control y el apoyo social en el trabajo; en segundo lugar, el modelo de desequilibrio esfuerzo-recompensa que justifica el cuestionario del mismo nombre de Siegrist et al. (2004). Así mismo estos dos modelos fundamentan teóricamente el Cuestionario Psico-social de Copenhague (CoPsoQ) de Kristensen TS, Hannerz H, Högh A, Borg V. - The National Institute for Occupational Health in Copenhagen (2005) que evalúa principalmente las formas nocivas de organización del trabajo.
Por último, dados los modelos de estrés se puede comprender que las variables como demandas y control laboral, formas de afrontamiento individuales, el esfuerzo y la recompensa se analizan quizá como variables que se ven involucradas en la aparición del estrés laboral, mientras que satisfacción laboral (Brattig, Schablon, Nienhaus y Peters, 2014; Khalatbari, Ghorbanshiroudi y Firouzbakhsh, 2013); inteligencia emocional (Littlejohn, 2012; Aghdasi, Kiamanesh y Naveh, 2011) y problemas músculo-esqueléticos (Hauke, Flintrop, Brun y Rugulies, 2011; León y Fornés, 2015) son variables frecuentemente asociadas al estrés laboral.
Conclusiones
Son numerosos los estudios sobre estrés laboral y algunos de ellos han definido este fenómeno como una respuesta a situaciones amenazantes, sin embargo, y de acuerdo a los planteamientos dados por Selye (1954) y Karasek (1979), el estrés es un estado del organismo diferente a la tensión generada por el resultado entre la interacción de las demandas externas y el nivel de control del sujeto.
Con respecto a los modelos del estrés, se observa que han jugado un papel importante en el estudio de este, siendo el fundamento para su conceptualización y explicación. Así mismo, han sido la base teórica para la construcción de los instrumentos más usados que miden el estrés laboral.
Por último, el estrés laboral se ha asociado principalmente a variables como satisfacción laboral, inteligencia emocional y problemas músculo-esqueléticos y a variables que componen los modelos explicativos del estrés como demanda-control laboral, recompensa-esfuerzo y modos de afrontamiento individual.
Limitaciones
Como limitaciones de esta investigación se observa la difícil comprensión de algunos artículos publicados en ingles de países de habla no inglesa, esto complejiza entender algunas de las ideas planteadas en los textos. También se identifica que la limitación en el rango de tiempo de los artículos elegidos (los últimos 5 años), posiblemente ha dejado de lado artículos de años anteriores con relevantes aportes para esta investigación.