SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.16 issue1Family Crisis: An Opportunity to Transit from Catastrophe and Chaos into the Deployment of Skills for ChangeHuman Resources Management in Contexts of Individualization author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Diversitas: Perspectivas en Psicología

Print version ISSN 1794-9998

Divers.: Perspect. Psicol. vol.16 no.1 Bogotá Jan./June 2020  Epub Jan 01, 2020

https://doi.org/10.15332/22563067.5550 

Artículos

Delitos de corrupción en Colombia: variables socioculturales, institucionales y criminológicas*

Corruption Crimes in Colombia: Socio-cultural, Institutional and Criminological Variables

Olga Lucia Valencia Casallas**  1 
http://orcid.org/0000-0001-6103-7147

1Universidad Externado de Colombia


Resumen

El objetivo del presente artículo fue describir los factores o causas más asociadas con la conducta corrupta. Inicialmente describe algunas estadísticas asociadas con la gravedad del problema y luego señala lo que se aproxima a un “perfil” del corrupto, describiendo la edad, género, vinculación con la empresa, religión, etnia, variables muy asociadas con el delito económico. Luego se describen tres tipos de causas: Las causas socio-culturales, las relacionadas con las instituciones (la entidad) y las criminológicas (referidas únicamente al comportamiento psicopatológico del delincuente). Por último, se describe la relevancia de estos factores para hacer prevención de las conductas de corrupción a futuro.

Palabras clave corrupción; psicopatología del corrupto; causas de la corrupción; perfil del corrupto

Abstract

This article aimed to describe the factors or causes associated with corrupt behavior. Initially, it describes some statistics related to the seriousness of the problem and then points out that it approaches a “profile” of the corrupt individual, describing age, gender, relations with the company, religion, and ethnicity, all of which are variables closely related to economic crime. Then, the document describes three types of causes: socio-cultural causes, relations with institutions, and criminological causes. Finally, the conclusion describes the importance of these factors to prevent corrupt behavior in the future.

Keywords corruption; psychopathology of the corrupt; causes of corruption; profile of the corrupt individual

Introducción

Según Arteaga (2005), históricamente la corrupción tuvo su origen en la socialización y el surgimiento de estructuras de poder, en donde el inicio de la propiedad privada como fuente primordial de acumulación del sistema capitalista le dio un impulso mayor. Manipular para obtener más poder del ya adquirido con el fin de obtener beneficios personales o colectivos (en bienes, distinciones, promociones, apoyo político, entre otros), es algo que ha permanecido en los comportamientos sociales, aunque se realicen cambios de modelos económicos, culturales, sociales y políticos, que, en opinión de algunos, se heredaron desde la conquista española (Melián, 2018). Como lo muestran las cifras, la corrupción ha ido en aumento. La Encuesta del Barómetro de las Américas, señala que, desde el 2009 la percepción de corrupción en Colombia ha aumentado considerablemente. Este aumento, alcanzó un máximo en el año 2012, cuando Colombia ocupó el primer lugar con la percepción de corrupción más alta entre los países de la región. (Lapop, 2015 citado por Newman & Ángel, 2017)1. La percepción sobre la corrupción en el país se ha ido elevando con los años. Según Transparencia por Colombia (2018): “Con los resultados del 2018, el país termina cuatro años de estancamiento en un puntaje de 37 sobre 100, para caer a una calificación de 36 puntos”.

Según la información provista por la Fiscalía General de la Nación (fgn), se pudo concluir que entre el 1 de enero de 2009 y el 1 de noviembre de 2016 el Sistema Penal Oral Acusatorio (spoa) registró 3.966 casos con al menos una condena por alguno de los delitos relacionados con formas de corrupción. Más del 75% de esos casos tienen que ver con al menos uno de los siguientes cuatro delitos: cohecho por dar u ofrecer (27%), omisión del agente retenedor o recaudador (22%), peculado por apropiación (18%) y concusión (9%). Durante este mismo período, el Sistema de Información de Registro de Sanciones y Causas de Inhabilidad (Siri) de la Procuraduría General de la Nación registró un total de 6.163 sanciones disciplinarias. Del total de las sanciones disciplinarias impuestas a los alcaldes (1.663), apenas el 22% (359) corresponde a alguna de las faltas disciplinarias relacionadas con formas de corrupción (Newman & Ángel, 2017).

Tabla 1. Delitos contra la administración pública. Octubre del 2018. 

Fuente: elaboración propia.

En la Tabla 1 se encuentran las cifras que tiene el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, (inpec) a octubre de 2018, donde se describe el número de delitos Contra la Administración Pública, teniendo en cuenta los condenados en diferentes centros penitenciarios del país (inpec, comunicación personal, octubre del 2018). Por otro lado, en la Tabla 2 encontramos las sanciones disciplinarias impuestas desde el 2009 al 2016.

Tabla 2. Número de sanciones disciplinarias impuestas entre el 1 de enero de 2009 y el 11 de noviembre de 2016 según tipo de cargo público.Adaptado de: Newman & Ángel (2017). 

En América Latina, el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Chile, ha documentado, para el período 1998-2008, 252 casos de corrupción en Brasil, Argentina, Colombia, Chile, México y Perú (Cepeda, 2017). Por su parte, el Índice Global de In­tegridad (igi) elaborado por la organización Global In­tegrity, encargado de medir las herramientas anticorrupción con las que cuenta un país, para el 2011 concluyó que si bien Colombia tiene una óptima estructura legal anticorrupción (94 puntos sobre 100), la implementación de esta es regular (67 puntos sobre 100) (Méndez & López, 2016). La corrupción es considerada tanto un fenómeno social como un resultado económico. Un fenómeno social, por cuanto la misma solamente es manifiesta en la interacción del ser humano con sus semejantes, y también es un resultado económico en tanto motivado por la expectativa de beneficios de dos o más particulares de los cuales al menos uno es un funcionario público (Zuleta, 2015). En el presente documento, se revisarán las variables psico sociales e institucionales asociadas con este fenómeno.

En estas esferas del poder público no es difícil encontrar servidores públicos, es decir, funcionarios (jueces. fiscales y procuradores) y empleados (secretarios. escribientes, entre otros) que resultan comprometidos en conductas especialmente delatorias de corrupción como proferir resoluciones manifiestamente contrarias a la ley (prevaricato), exigir o aceptar dinero de terceros por razón de lo que se debe hacer, lo que no se puede hacer o lo que se deja de hacer (concusión, cohecho y abusos de autoridad) (Jiménez & Mojica, 2010).

En una investigación realizada por Jiménez & Mojica (2010), sobre las principales causas generadoras de la corrupción en la administración de justicia colombiana, se concluyó que, toda vez que se presenta la corrupción en la justicia, se distorsiona su papel legítimo, que consiste en proteger las libertades y derechos civiles de los ciudadanos y garantizar un juicio imparcial gestionado por un juzgado competente y justo. La corrupción en la justicia permite que acciones ilícitas queden impunes, o nunca sean descubiertas. En el estudio además se encontró que, tanto el Consejo de Estado, la Fiscalía, el Consejo Superior de la Judicatura y la Corte Suprema de Justicia se encuentran en riesgo de corrupción moderado. La corrupción se ha convertido en un fenómeno de conducta antiética, no profesional e ilegal que se está propagando como un virus en las grandes y prestigiosas organizaciones (Sánchez, 2016). Estas conductas se incorporan al repertorio conductual del sujeto, ya que el comportamiento criminal se aprende; dicho aprendizaje se produce en comunica­ción con otras personas, lo más importante en el aprendizaje es el contacto con grupos íntimos. Este aprendizaje incluye tanto técnicas como motivos, impulsos, racionalizaciones y actitudes (Gabaldón, 2006). Es por esto que, además de los factores asociados con la conducta de las personas, es relevante analizar las características criminológicas y las institucionales, para poder estudiar el fenómeno de una manera holística y completa.

Según Transparencia por Colombia (2018), la corrup­ción es el mal uso del poder encomendado para obtener beneficios privados. Esta definición está compuesta de tres elementos: el mal uso del poder; el poder encomendado, es decir, puede estar en el sector público o privado; y un beneficio privado, que no necesariamente se limita a beneficios personales para quien hace mal uso del poder, sino que puede incluir a miembros de su familia o amigos. Por su parte, Maldonado, (2011), lo define como

abuso de posiciones de poder o de confianza, para beneficio particular en detrimento del interés colectivo, realizado a través de ofrecer o solicitar, entregar o recibir, bienes en dinero o en especie, en servicios o beneficios, a cambio de acciones, decisiones u omisiones (Maldonado, 2011, p. 2).

Hay algunas definiciones que implican el compromiso social de quien ejecuta la acción, son centradas en el comportamiento del individuo, más que el impacto jurídico. Según Argandoña (2007, p. 1), es “el abuso de una posición de confianza para la obtención de un beneficio deshonesto”. La palabra “corrupción” sugiere que esas conductas, aunque sean aparentemente inocuas, acaban destruyendo los principios por los que se rige una sociedad.

Según Henao e Isaza (2018), la corrupción se puede dividir en tres grupos: según si privilegian el cargo público, el interés público o la opinión pública. En el primero las definiciones centradas en el cargo público se refieren al abuso (o uso indebido) del cargo público para ganancia privada. Aquellos enfoques que están más influidos por la ciencia política que por la economía han centrado sus definiciones de corrupción en la existencia de un acto que va en detrimento del interés público: la corrupción se daría cuando alguien con poder actúa para favorecer un interés particular por encima del interés general. Como tercera corriente, se encuentra la que afirma que lo que se considera corrupción depende de lo que sea así calificado por la opinión pública. Dado que las normas sociales varían en diferentes contextos y las percepciones también varían para un mismo individuo en diversos momentos, esta posición es la más subjetivista y en realidad rehúsa establecer una única definición de la corrupción, dejando el asunto abierto y sometido a fluctuaciones constantes.

En conclusión, las formas de corrupción son muchas, porque el fenómeno es complejo y cambiante. La corrupción afecta a la vida política, económica, cultural y social de un país, pero, lo más grave es el deterioro moral de los ciudadanos. Al corromper el ciudadano, su dignidad, su motivación se va perdiendo. Los resultados en la actuación de un gobierno integrado por personas corruptas son evidentes: políticas públicas deficientes, mediocres, inequitativas, desigualdad, pobreza, acumulación de riqueza en manos de minorías, injusticia, detrimento de la ciudadanía, clientelismo político; en suma, un mal gobierno (Bautista, 2015).

Para poder explicar de la mejor manera el fenómeno de la corrupción, en el presente documento se van a describir las variables que predisponen el comportamiento corrupto. Se iniciará con la descripción del perfil de la persona corrupta y luego con las causas sociales, institucionales y psicológicas.

Perfil de la persona corrupta y/o fraudulenta

Dentro del perfil relacionado con la conducta corrupta y el fraude se encuentran:

Edad: la edad del 68 por ciento de los defraudadores está comprendida entre 36 y 55 años. Los típicos defraudadores de las organizaciones no presentan un perfil joven, sino que generalmente tiene una edad mediana y amplia experiencia profesional (30). Alrededor de la mitad de los estafadores están entre las edades de 31 y 45 y la mayoría trabajan en contabilidad, finanzas, alta dirección, operaciones o sectores de venta de la organización (Asociación de Examinadores Certificados de Fraude [Acfe], 2014). En la encuesta realizada por EY, cuya muestra fue de 2.550 ejecutivos, hallaron que las personas menores a 35 años son más propensas a cometer conductas fraudulentas, con el fin de cumplir objetivos financieros frente a aquellos encuestados mayores (EY, 2018).

Género: en el 79% de los casos el defraudador es un hombre; la proporción de mujeres ha aumentado del 13 al 17% desde 2010 (32). Según la Acfe (2014), la gran mayoría de estafadores son hombres, sin embargo, hay casos que involucran hombres y mujeres. Es posible, que el gran porcentaje de hombres estafadores versus mujeres estafadoras en algunas partes del mundo podría reflejar la falta de representación de mujeres en cargos importantes dentro de las organizaciones (Fisher, 2015). Se ha argumentado que las mujeres son menos egoístas que los hombres y que las mujeres tienden a exhibir más comportamientos de “ayuda” y adoptan posturas más firmes sobre el comportamiento ético (Dollar, Fisman, & Gatti, 2001 citado por Diamant & Tosato, 2017).

Socio económico: el estafador usualmente tiene un estatus social alto, es educado, y respetado por miembros de la comunidad (Barrett, 2013, citado por Fisher, 2015).

Profesión: es probable que la profesión propicie la ocasión para realizar ciertas formas de conducta desviada, en parte porque la profesión proporciona los conocimientos para la realización de estas. Es probable que muchos de estos delitos sean cometidos por profesionales ligados a las ciencias económicas (Arroyabe & Guerrero, 2010).

Vinculación con la empresa: el 21% son exempleados, el 65% de los defraudadores trabajan para la organización afectada, es decir, la empresa es defraudada por empleados de la propia organización. El 38% llevaba trabajando más de seis años en la empresa, por lo que se observa que los empleados que cometen fraude no son empleados nuevos en la organización, si no que han tenido tiempo suficiente para ganarse la confianza interna. Pueden ser ejecutivos o consejeros (35%) que llevan en la empresa, al menos, seis años (38%) (31). Más de la mitad de los estafadores trabajan para su organización entre tres y diez años antes de cometer un delito, y cerca del 25% trabajan para la organización por más de diez años antes de cometerlo. En promedio se necesita cerca de uno o dos años antes de descubrir el acto fraudulento (Acfe, 2014).

Cargos dentro de la empresa: las personas involucradas en delitos económicos disponen de gran poder en su empresa y tienen capacidad para anular los controles (44% de los investigados), es por esto, por lo que se constituyen en una amenaza que proviene del interior de la compañía (el 65% son empleados contratados por la empresa). Frente a los cargos, el 34% de los estafadores son ejecutivos o no ejecutivos directores, 32% son gerentes y 20% son miembros del personal (kpmg, 2016a). Individuos que pertenecen a cargos directivos, a menudo tienen autorizado el acceso a información sensible (Daigle, Morris, & Hayes, 2009, citado por Fisher, 2015).

Delinquen en grupo: es claro que la corrupción individual no es el fenómeno predominante. Lo que se observa es el papel de verdaderas organizaciones criminales en las cuales participan hijos, padres, hermanos, otros familiares, empleados, funcionarios, entre otros (Cepeda, 2017). Según Olcina (2016), en el 62% de los fraudes, el autor actuó con otras personas. El 62% de los fraudes ocurren en colusión con otros elementos, que pudieran ser internos (otros empleados) o externos (en combinación con fraude externo). En los casos en los que los defraudadores actuaron en solitario, el 69% de los delitos fueron cometidos a lo largo de un periodo de entre uno y cinco años. En los casos en los que los defraudadores actuaron con cómplices, el 74 % de los delitos fueron cometidos entre uno y cinco años (Olcina, 2016).

Intención de cometer el delito: en el más reciente estudio por la Asociación de Examinadores de Fraude Certificados, cerca del 87% de los estafadores eran delincuentes por primera vez (Acfe, 2014). Típicamente, los estafadores no tienen la intención de cometer el fraude cuando entran a una nueva organización (Wells, 2001, citado por Fisher, 2015).

Diversidad étnica: en teoría, una gran división étnica aumentará la corrupción provocada por el favoritismo dentro del grupo. Si los miembros de una etnia son elegidos para un puesto público, es más probable que mantengan ese cargo incluso si muestran un comportamiento corrupto. Esto se debe a que es más probable que asignen recursos favorablemente a los miembros de su mismo grupo étnico que corresponderán ayudándolos a mantenerlos en el cargo (Diamant & Tosato, 2017).

Religión: es posible que la religión tenga un efecto en los niveles de corrupción. La religión puede moldear las actitudes culturales hacia la jerarquía social y, en particular, si uno debe o no cuestionar a los que están en el poder. La evidencia empírica inicial señala que los países con antecedentes protestantes se asociaron con niveles más bajos de corrupción (Treisman, 2000 citado por Diamant & Tosato, 2017). Se encontró que el cristianismo reformado (anglicanos y protestantes), disminuyeron los niveles de corrupción, mientras que el catolicismo y el islamismo los aumentaron (Paldam, 2001 citado por Diamant & Tosato, 2017).

Por último, señalar que las personas que comenten delitos económicos, se perciben socialmente apreciados. Un 38% de los estafadores se describen a sí mismos como personas muy respetadas en su organización. El 10% son de baja reputación (32).

Causas socio culturales

En general, las causas catalogadas como sociales o culturales pueden ser: las imperfecciones del mercado, el exceso de normas o regulaciones, la presencia injustificada del Estado en el mercado, la pérdida de confianza en los agentes del mercado, la ausencia de controles, la pobre remuneración, las formas de reclutar los servidores públicos, la inexperien­­cia de funcionarios, los cargos públicos inestables, la falta de control sobre la actividad de los funcionarios y la facultad discrecional para afectar derechos de propiedad de ciudadanos (Arteaga, 2005).

Todos estos factores hacen que sea de suma importancia evaluar las variables socio-culturales que inciden en la corrupción, como factores relevantes que a futuro se pueden tener en cuenta para hacer prevención. Teniendo en cuenta que las causas socio culturales incluyen todo tipo de conductas, tales como la de integridad, la pérdida de confianza, y de igual manera las causas legales, a continuación, se describen las variables que la literatura menciona están asociadas con la conducta de corrupción en este grupo.

Tabla 3. Causas sociales y culturales (Incluye las causas legales) 

Fuente: elaboración propia.

Tabla 3. Causas sociales y culturales (Cont...) 

Fuente: elaboración propia.

Tabla 3. Causas sociales y culturales (Cont...) 

Fuente: elaboración propia.

Por otro lado, es relevante describir las causas asociadas con el contexto de la empresa. Dentro de esta categoría, las causas más relevantes están consignadas en la Tabla 4.

Tabla 4. Causas asociadas con la empresa 

Fuente: elaboración propia.

Tabla 4. Causas asociadas con la empresa (Cont...) 

Fuente: elaboración propia.

Según Bautista (2015), en general el fenómeno de la corrupción se ha intentado combatir desde fuera, es decir, desde el exterior del individuo. En este sentido, se han creado leyes, auditorías, sistemas de vigilancia, es decir, controles externos. Existen pocos instrumentos dirigidos a la parte interna del ser, es decir, a su educación, a sus percepciones, a sus convicciones y valores. Es por esto, que se deben tener acciones dirigidas a la educación en valores, ya que sin comportamiento ético, se propicia la aparición de la conducta corrupta. A continuación, se describirán las variables psicológicas asociadas con la conducta corrupta.

3. Causas Criminológicas asociadas con la corrupción.

Estas variables se dividen en causas cognitivas, emocionales y comportamentales, que permiten explicar algunos antecedentes de la conducta corrupta (Ver tabla 5).

Tabla 5. Causas cognitivas y emocionales 

Fuente: elaboración propia.

Tabla 5. Causas cognitivas y emocionales (Cont...) 

Fuente: elaboración propia.

Tabla 5. Causas cognitivas y emocionales (Cont...) 

Fuente: elaboración propia.

Por último, las causas comportamentales asociadas con la corrupción son:

Tabla 6. Variables comportamentales-delictivas asociadas con la psicopatología forense 

Fuente: elaboración propia.

Tabla 6. Variables comportamentales-delictivas asociadas con la psicopatología forense (Cont...) 

Fuente: elaboración propia.

Las variables predisponentes mencionadas, son las más señaladas por la literatura. Es necesario tener en cuenta que tanto los factores socio cultura­les, como los institucionales, puede orientar la manera como se haga una intervención en los ambientes donde predomina la corrupción. Sin embargo, es la conducta humana, descrita en el trabajo como las variables emocionales, cognoscitivas y comportamentales del sujeto, las que conforman los componentes criminológicos, la otra cara de la moneda, necesaria para dar una explicación completa del fenómeno. La prevención de la conducta de corrupción implica no solo revisar las causas personales, psicológicas, sociales, institucionales, criminológicas y psicopatológicas, sino que también implica incidir sobre las consecuencias, para no permitir que se constituya en una cultura de la corrupción.

Referencias

Abdullahi, R., Mansor, N., & Shahir, M. (2015). Fraud triangle theory and fraud diamond theory. Understanding the convergent and divergent for future research. International Journal of Academic Research in Accounting, Finance and Management Science, 7(28), 38-45. https://doi.org/10.6007/IJARAFMS/v5-3/1823Links ]

Andrés, J. (s.f.) Ética, corrupción y el paradigma del homo economicus. Recuperado de: http://studylib.es/doc/5126610/%C3%A9tica--corrupci%C3%B3n-y-el-paradigma-del--homo-economicusLinks ]

Argandoña, A. (2007). La corrupción y las empresas. Universidad de Navarra, Barcelona, España. Recuperado de: http://www.iese.edu/research/pdfs/OP-07-21.pdfLinks ]

Arroyabe, L. & Guerrero, A. (2010). Estudio de siete casos de personas condenadas por delitos contra la administración pública en Colombia, entre el 2009 y el 2010, desde la perspectiva criminológica. Revista Criminalidad, 52(2), 77-97. [ Links ]

Arteaga, A. (2005). ¿Es la corrupción la causa de la pobreza? En R. Rincón. Corrupción y derechos humanos: estrategias comunes por la transparencia y contra la impunidad. (81-108) Medellín, Colombia: ipc de la Corporación de Promoción Popular. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/Colombia/ipc/20121206124103/pobreza.pdfLinks ]

Asociación de Examinadores Certificados de Fraude – Acfe. (2014). Report to the nations on occupational fraud and abuse. Retrieved from http://www.acfe.com/rttn/docs/2014-report-to-nations.pdfLinks ]

Babiak, P. & Hare, R. (2006). Snake and Suits: When the psychopaths go to work. Glasgow: Harper Collins e-books. [ Links ]

Bautista, O. (2015). Ética Pública frente a la Corrupción. Instrumentos éticos de aplicación práctica. Instituto de Administración Pública del Estado de México A.C. Recuperado de: http://iapem.mx/Libros/ETICA-Y-CORRUPCION.pdfLinks ]

Berciano, J. (2010). La importancia y la necesidad de proteger la información sensible. Red seguridad. 49, 28-30. [ Links ]

Betancourt, D. & García, S. R. (2015). La impulsividad y la búsqueda de sensaciones como predictores de la conducta antisocial en adolescentes. Enseñanza e Investigación en Psicología, 20(3), 309-315. [ Links ]

Bonnett, M. (2018). Regulación de la información confidencial en el país. Asuntos Legales. Recuperado de: https://www.asuntoslegales.com.co/analisis/monica-bonnett-529291/regulacion-de-la-informacion-confidencial-en-el-pais-2758941Links ]

Buell, S. (2014) “White Collar” Crimes. En Dubber, M. & Hornle, T. (Ed.), Oxford Handbook of Criminal Law (pp. 837-861). Oxford, Estados Unidos: Oxford University Press. [ Links ]

Calleja, L. (2014). Factores explicativos del fraude empresarial y medidas adoptadas: caso español. (Tesis para optar por el grado en Fiscalidad y Administración Pública). Universidad del país Vasco, Facultad de Ciencias Económicas e Institucionales. Recuperado de https://addi.ehu.es/bitstream/handle/10810/14550/TFG_Calleja.pdf;jsessionid=0F1EE2B338D5DCD2B2BD46614BE1C266?sequence=1Links ]

Cepeda, F. (2017). Corrupción: Gubernamental, Política, Empresarial. Bogotá: Cuellar Editores S.A.S. [ Links ]

Consejo Nacional de Política Económica y Social. (2013). Documento Conpes Número 167. Departamento Nacional de Planeación. República de Colombia. Recuperado de http://www.anticorrupcion.gov.co/SiteAssets/Paginas/Publicaciones/Conpes_167.pdfLinks ]

Diamant, E. & Tosato, G. (2018). Causes and effects of corruption: what has past decade’s empirical research taught us? A survey. Journal of Economic Surveys, 32(2), 335-356. https://doi.org/10.1111/joes.12198Links ]

Dijk, T. (2006). Discurso y manipulación: Discusión teórica y algunas aplicaciones. Revista signos, 39(60), 49-74. [ Links ]

Duffield, G. & Grabosky, P. (2001). The psychology of fraud. (Vol. 199). Australian Institute of Criminology, 199. Recuperado de https://aic.gov.au/publications/tandi/tandi199Links ]

Elvira, O. & Amat, O. (2007). Manipulación contable: “tipología y prácticas utilizadas”. Revista Internacional Legis de Contabilidad y Auditoría, 31(1), 11-44. [ Links ]

EY. (2018). Integrity in the spotlight, The future of compliance. 15th Global Fraud Survey. Colombia: eygm Limited. [ Links ]

Fisher, K. (2015). The Psychology of Fraud: What Motivates Fraudsters to Commit Crime?. Texas: Woman’s University. [ Links ]

Gabaldón, L. G. (2006). Fraude electrónico y cultura corporativa. Caderno crh, 19(47), 195-215. [ Links ]

Galvis-Castañeda, I. (2008). Análisis conductual forense en un caso de delito financiero. Cuadernos de contabilidad. 2(25), 465-486. [ Links ]

Garay, L. J. & Salcedo-Albarán, E. (2018). El gran libro de la corrupción en Colombia. Bogotá: Planeta. [ Links ]

Garrido, V. (2005). Manual de Intervención Educativa en Readaptación Social. Valencia: Tirant to Blanch. [ Links ]

Gonzales, D. (2013). El fraude, acto mal intencionado en contravía de la ética empresarial. (Tesis para optar por el grado de alta gerencia). Universidad Militar Nueva Granada Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. [ Links ]

Hare, R. D. (1991). The Hare Psychopathy Ckecklist-Revised. Toronto: Multi-Health Systems [ Links ]

Henao, J. & Isaza, C. (2018). Corrupción en Colombia. Bogotá: Editorial de la Universidad Externado de Colombia. [ Links ]

Jiménez, P. & Mojica, C. (2010). Principales causas de la corrupción en la administración de justicia colombiana 2002 – 2008 – Estrategias o alternativas de solución. Universidad Libre, Bogotá. Recuperado de https://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/5705/JimenezRodriguezPabloDavid2010.pdf?sequence=1Links ]

kpmg. (2013). Perfiles globales del defraudador Presente y futuro de los delitos económicos. kpmg International. Recuperado de: http://portal.protecturi.org/wp-content/uploads/2013/12/Perfiles-globales-defraudador.pdfLinks ]

kpmg. (2016a). Global profiles of the fraudster: Technology enables and weak controls fuel the fraud. kpmg International. https://assets.kpmg.com/content/dam/kpmg/pdf/2016/05/profiles-of-the-fraudster.pdfLinks ]

kpmg. (2016b). Los controles anti-fraude continúan siendo insuficientes en la mayoría de las organizaciones. kpmg International http://eprints.lancs.ac.uk/74392/1/Susceptibility_to_email_fraud.pdfLinks ]

Larrea, C. & Greene, N. (2015). De la lucha contra la pobreza a la superación de la codicia. Ecuador: inequidad social y redistribución del ingreso. En Belén, M. & López, C., La osadía de lo nuevo. Alternativas de política económica (pp. 11-59). Bogotá, Colombia: Ediciones Abya-Yala. Recuperado de: https://rosaluxspba.org/wp-content/uploads/2015/10/La-osad%C3%ADa-de-lo-nuevopdf.pdfLinks ]

León, M. E., Folino, J. O., Neumann, C., & Hare, D. (2013). Aproximación diagnóstica de psicopatía mediante instrumento autoinformado. Revista Criminalidad, 55(3), 251-264. [ Links ]

Leymann, H. (12 de enero de 2016). Mobbing o acoso. Recuperado el 17 de 03 de 2019, de http://www.forodeseguridad.com/artic/discipl/4150.htmLinks ]

Lokanan, M. E. (2015). Challenges to the fraud triangle: Questions on its usefulness. In Accounting Forum, 3(39), 201-224. [ Links ]

López, M. & Núñez, M. (2008). Psicopatía versus trastorno antisocial de la personalidad. Revista Española de Investigación Criminológica, 1(23), 1-17. [ Links ]

López-López, W., Roa-Bocarejo, M. A., Roa-Peralta, D, Pineda-Marín, C., & Mullet, E. (2017). Mapping Colombian citizens’ views regarding ordinary corruption: Threat, bribery, and the illicit sharing of confidential information. Social Indicators Research, 133(1), 259-273. https://doi.org/10.1007/s11205-016-1366-6Links ]

Maldonado, A. (2011). La lucha contra la corrupción en Colombia: La carencia de una política integral. Friedrich Ebert Stiftung, en Colombia – Fescol-. Recuperado de: http://library.fes.de/pdf-files/bueros/kolumbien/08285.pdfLinks ]

Melián, I. (2018). La corrupción inarmónica. rips: Revista de Investigaciones Políticas y Sociológicas, 17(2), 181-206. [ Links ]

Méndez, G. & López, E. (2016). Problema social de la corrupción. Perspectivas desde la dinámica de sistema. Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Recuperado de http://editorial.udistrital.edu.co/contenido/c-870.pdfLinks ]

Molina, H. (2015). El fraude en la información empresarial en el marco de las relaciones financieras. Revista de Fomento Social, 276(1), 395-419. [ Links ]

Newman, V. & Ángel, M. (2017). Sobre la corrupción en Colombia: marco conceptual, diagnóstico y propuestas de política. Bogotá: Cuadernos Fedesarrollo 56. Recuperado de: https://www.dejusticia.org/wp-content/uploads/2017/08/CDF_No_56_Agosto_2017.pdfLinks ]

Norza, E. & Egea, G. (2017). Con-Ciencia Criminal. Criminologia, Psicologia Juridica y Perfilacion Criminal. Bogotá: Manual Moderno. [ Links ]

Olcina, E. (2016). Motivaciones y perfil del defraudador en la empresa. Revista de Contabilidad y Dirección, 23(1), 11-25. [ Links ]

Pérez, M. & Gándara, L. (2001). Los altos ejecutivos de las corporaciones transnacionales: Un esbozo analítico para su estudio. El Colegio de México, 19(2), 419-438. [ Links ]

Quijada, D. & Muñoz, C. (2004). Estudio descriptivo de las características de personalidad en sujetos inculpados por delitos económicos. Una aproximación psico-forense. http://www.diegoquijada.cl/pdf/Delitos_economicos.pdfLinks ]

Ramírez, J. (2016). Factores éticos que influyen en la competitividad de las empresas en el departamento del Quindío, Colombia. Cuadernos de Administración, 32(55), 59-71. [ Links ]

Reyes-Ramírez, E. (2017). La corrupción en el Estado Colombiano. Dictamen Libre, 2(21), 29-36. https://doi.org/10.18041/2619-4244/dl.21.3140Links ]

Román-Espinal, Z. (2011). Reseña de “Ética para corruptos” de Oscar Diego Bautista. Espacios Públicos, 14(30), 247-249. [ Links ]

Romero, J. M., Moreno, J. M., Blázquez, M., & García-Baamonde, M. E. (2013). Psicópatas integrados/subclínicos en las relaciones de pareja: perfil, maltrato psicológico y factores de riesgo. Papeles del Psicólogo, 34(1), 32-48. [ Links ]

Salgado, C. (2004). El flagelo de la corrupción: conceptualizaciones teóricas y altenativas de solución. Liberabit. Revista de Psicología, 10, 27-40. [ Links ]

Sánchez, J. (2016). Análisis de percepciones de dos grupos independientes, gerenciales no convictos y gerenciales convictos, en el delito del fraude en las variables capacidad-presión, capacidad-racionalización y capacidad-oportunidad. Oikos: Revista de la Escuela de Administración y Economía, 20(41), 121-144. [ Links ]

Svensson, J. (2005). Eight Questions about corruption. Journal of Economic Perspectives. 19(3) 19-42. [ Links ]

Torres, A. (2009) Los valores morales en la personalidad. Revista Médica Electrónica, 31(2). 1-7. [ Links ]

Transparencia por Colombia (2017). ¿Qué es corrupción? Recuperado de: http://www.mincit.gov.co/mintranet/publicaciones/imprimir/1959/que_es_corrupcionLinks ]

Transparencia por Colombia (2018). Transparencia por Colombia. Capítulo Transparencia Internacional. Bogotá: 2W. Agencia Digital. Recuperado de http://transparenciacolombia.org.co/indice-de-percepcion-de-la-corrupcion-2018/ [ Links ]

Trechera, J., Vásquez, G., & Fernández, E. (2008). Estudio empírico del trastorno narcisista de la personalidad (tnp). Acta colombiana de psicología, 11(2), 25-36. [ Links ]

Ulloa, A. R. (2018). Investigación sobre el acoso laboral en las empresas de la ciudad de Quito. Revista Publicando, 5(14), 81-89. [ Links ]

Zapatero, L. & Martín, A. (2006). Fraude y corrupción en el derecho penal económico europeo: eurodelitos de corrupción y fraude (N.º 3). Universidad de Castilla La Mancha. [ Links ]

Zubieta, E. & Barreiro, A. (2006). Percepción social y creencia en el mundo justo. Un estudio con estudiantes argentinos. Revista de Psicología, 24(2), 175-196. [ Links ]

Zuleta, P. (2015). La corrupción su historia y sus consecuencias en Colombia (Tesis de Especialización). Universidad Militar Nueva Granada, Bogotá. [ Links ]

Notas

*Artículo de investigación

1La Puntuación del IPC correspondiente a un país o territorio indica el grado de corrupción en el sector público según la percepción de empresarios y analistas de país, entre 100 (percepción de ausencia de corrupción) y 0 (percepción de muy corrupto) (Transparencia Internacional, 2017).

Recibido: 05 de Abril de 2019; Aprobado: 24 de Septiembre de 2019

** Autora de Correspondencia: Correo electrónico: olga.valencia@uexternado.edu.co

Creative Commons License Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial 4.0 Internacional.