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Psychologia. Avances de la Disciplina

versión On-line ISSN 1900-2386

Psychol. av. discip. vol.4 no.2 Bogotá jul./dic. 2010

 

Artículos

Resiliencia y responsabilidad filial en adolescentes mexicanos cuyo padre emigra a los estados unidos: los efectos de la separación

Resilience and filial responsibility in mexican teenagers whose father emigrates to the united states: the effects of separation

Laura Olea Sahagún * & Bernardo Enrique Roque Tovar**
Universidad del Valle de Atemajac

* Licenciada en Psicología y Diplomada en Terapia Infantil. Universidad del Valle de Atemajac. Terapeuta privado. Mail: lau.olea@gmail.com. Correspondencia: Av. Tepeyac 4800 Fracc. Prados Tepeyac, Zapopan, Jal 45050.
** Licenciado en Psicología y Master of Science. Encargado de Asesoría Psicológica y Docente de Investigación en Psicología. Departamento Psicopedagógico y Departamento de Psicología, Universidad del Valle de Atemajac. Mail: bernardo.roque@univa.mx

Fecha Recepción: 01/03/10 - Fecha Aceptación: 07/05/10


Resumen

El presente artículo expondrá los resultados de una investigación que se realizó con el propósito de identificar indicadores de un proceso resiliente en adolescentes cuyo padre emigra a los Estados Unidos. La muestra fue de 48 adolescentes, 24 cuyo padre emigra y 24 que viven con ambos padres; a ambos grupos se les aplicaron los siguientes 6 instrumentos: el Inventario de Relaciones Interpersonales (Furman & Buhrmester, 1985), el Cuestionario de Competencia Interpersonal del Adolescente (Buhrmester, 1990), la Escala de la Esperanza en el Niño (Snyder et.al., 1997), el Inventario de Ajuste de Weinberger (1990), la Escala de Conductas Conflictivas (Bosworth et.al., 1996) y la Escala de Actitudes Agresivas en el Adolescente (Guerra & Slaby, 1990). Los instrumentos mencionados miden varios aspectos del desarrollo psicosocial y se encontró que no había diferencia significativa en los resultados entre ambos grupos por lo que se infiere un proceso resiliente.

Palabras clave: Resiliencia, responsabilidad filial, pérdidas ambiguas, migración.


Abstract

This article presents the results of an investigation which was conducted with the aim of identifying indicators of a resilient process in Mexican teenagers whose father emigrates to the United States. The sample was comprised of 48 teenagers, 24 of them with an emigrant father and 24 living with both parents. Six instruments that measure various aspects of psychosocial development were applied to both groups and the results were compared. The instruments were the following: Network Relationship Inventory (Furman & Buhrmester, 1985), Adolescent Interpersonal Competence Questionnaire (Buhrmester, 1990), Children Hope Scale (Snyder et.al., 1997), Weinberger Adjustment Inventory (1990), Teen Conflict Scale (Bosworth et.al., 1996) and Attitudes Supporting Aggression Scale (Guerra & Slaby, 1990). No significant difference was found in the results between both groups, so a resilient process can be inferred.

Keywords: Resilience, filial responsibility, ambigous loss, migration.


Introducción

La historia de la migración mexicana a los Estados Unidos empezó hace 100 años, aproximadamente; sin embargo, nunca había estado tan latente como en los años recientes. El censo de Estados Unidos de 1960 estableció la cifra de 576 mil inmigrantes mexicanos, residiendo en aquel país y para el año 2000 la cifra era de 8.8 millones (Lozano-Ascencio, 2002). Datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática sitúan en 644 mil los mexicanos que emigraron a Estados Unidos en el año 2005, lo cual equivale al 0.6 % de la población de ese año.

La migración hacia Estados Unidos por parte de los mexicanos es una manifestación que expresa desigualdades económicas y laborales (Baltazar, 2003). A menudo son los hombres jóvenes los que deciden emigrar en busca de una mejor calidad de vida. Se van normalmente solos y no buscan vivir allá permanentemente sino por un periodo de tiempo que varía, dependiendo de las necesidades laborales de ese país, así como por los compromisos y obligaciones en México (Salgado de Snyder & Díaz-Guerrero, 2002).

El verdadero impacto de la migración para los mexicanos, según Durand (1994; citado por Espinoza, 1998), radica en que la gente involucrada, especialmente las familias, han aprendido a integrar el fenómeno migratorio a su manera de vivir y han integrado nuevos valores en su vida cotidiana.

Una pauta tradicional de la emigración ha sido descrita por Suárez Orozco et al (2002) en la cual el padre emigra primero, trata de establecer la economía y después se reúne con la esposa y los hijos en los Estados Unidos; sin embargo, esto no siempre es posible. Así, la migración del padre a los Estados Unidos ha cambiado la dinámica familiar en las comunidades de origen, en México, resultando problemáticas para los mismos migrantes, sus esposas e hijos. Uno de tales cambios involucra el tener un padre semi-presente, disponible por teléfono ú otros medios de comunicación, pero que se ausenta por largos períodos de tiempo, lo cual impacta significativamente el desarrollo psicosocial de sus hijos (Aguilera-Guzmán, Salgado de Snyder, Romero & Medina-Mora, 2004).

De esta forma, es importante que las familias que se quedan a esperar al padre migrante, tengan establecidos otros lazos afectivos que le brinden apoyo y seguridad para adaptarse a la nueva dinámica (Suárez-Orozco, To-dorova & Louie, 2002). Diversas son las posturas respecto a las consecuencias de tal fenómeno, más para los fines de este estudio se han retomado conceptos desarrollados desde la psicología positiva, tales como la responsabilidad filial, la resiliencia en un sentido general, y un concepto tomado de la psicología del trauma: la pérdida ambigua, que a continuación se describen con mayor detalle.

Se entiende que el fenómeno puede generar una pérdida importante para toda la familia, que por su naturaleza, pareciera tener un carácter ambivalente. Boss (1999) llamó a esto "pérdidas ambiguas" la cuál hace referencia a la separación de padre-hijo durante el proceso de migración (Suárez-Orozco, Todorova & Louie, 2002). Existen dos tipos de pérdida ambigua: en uno, se percibe a determinado miembro de la familia como ausente físicamente pero psicológicamente presente, y en el otro, se le percibe presente físicamente pero ausente psicológicamente (Boss, 2001). El primer tipo es el que está relacionado con la experiencia de la migración.

La pérdida ambigua es la más estresante de todas las pérdidas que se puedan experimentar en las relaciones personales, debido a la incertidumbre que la caracteriza. La estructura familiar cambia en la mente de sus miembros ocasionándoles confusión y estrés, por lo cual la familia, psicológicamente se vuelve importante en los esfuerzos por reducir el dolor (Boss, 2001).

Según Boss (2001) se le puede encontrar un sentido a la pérdida, a pesar del intenso estrés que provoca, es decir, se le puede ver como una situación productora de algún beneficio. Así, algunos investigadores se cuestionan el por qué algunas personas se ajustan a una situación traumática con mayor facilidad que otros, de su mismo grupo que también la viven, y a ésto se llamó el fenómeno de la resiliencia (Kotliarenco, 2003).

Las personas reaccionan de diferentes maneras ante situaciones adversas (Kotliarenco, 2003). Las adversidades pueden ser entendidas como sucesos o situaciones estresantes provenientes del contexto familiar y social que aumentan la posibilidad de desarrollar desórdenes emocionales en las personas (Torres, 2002). Kotliarenco (2003) evidencia que algunas personas reaccionan con vulnerabilidad frente a la situación adversa, mientras que otras reaccionan con indiferencia. Hay otras personas que reaccionan con resistencia y que desarrollan una calidad de vida satisfactoria a pesar de esas condiciones adversas vividas.

Existen múltiples definiciones acerca de lo que es la resiliencia, sin embargo, esto no hace que se contradigan entre sí. Munist (1998; citado por Melillo, Estamatti & Cuestas, 2000) la define como la capacidad que tiene el ser humano para enfrentar las adversidades de la vida, superarlas y ser transformado positivamente por ellas.

La resiliencia, según Rutter (1992; citado por Melillo, Estamatti & Cuestas, 2000) se desarrolla mediante un proceso interactivo entre las personas y su medio socio-ambiental, especialmente durante los años de formación intencionada, es decir, durante la niñez. No se nace resiliente, ni es una cualidad que se adquiere de manera natural durante el desarrollo; más bien, es una integración de ciertas características con otras, del proceso interactivo del ser humano.

Este se refiere a la interacción entre los factores de riesgo y los factores de protección que produce una adaptación resiliente. Para que la adaptación sea positiva y, consiguientemente, resiliente, debe cumplir con las expectativas sociales del desarrollo humano o no producir algún desajuste (Infante, 2002).

Los factores de protección son las características individuales y ambientales que permiten a la persona reconocer, afrontar y transformar las amenazas y las situaciones adversas, en oportunidades. Estas capacidades engloban aspectos emocionales, cognitivos, físicos y socioculturales (Torres, 2002), los cuales pueden promoverse según las circunstancias.

Las personas significativas en la vida del niño y del adolescente, con las que se relacionan afectivamente, deben promover la resiliencia en los pequeños. Ante todo es el amor incondicional la mejor herramienta para hacer; es decir, hay que estimular sus logros y apoyarlos en sus dificultades (Melillo, Estamatti & Cuestas, 2000).

Mientras sus padres emigran a otro país buscando una mejor calidad de vida para sus familias, los niños y adolescentes asumen tareas diferentes en el sistema de soporte familiar. Les son asignadas diversas responsabilidades que necesitan ser cubiertas por algún(os) miembro(s) de la familia, pues el padre no está en casa. Estos jóvenes han sido llamados en un primer momento dentro de la literatura, niños parentales (Jurkovic, Kuperminc, Perilla, Murphy, Ibáñez & Casey, 2004).

El impacto de la migración en la estructura y funcionamiento familiar puede provocar que los padres se apoyen más en sus hijos y, consecuentemente, exijan más de ellos de lo que está culturalmente establecido (Jurkovic, Kuperminc, Perilla, Murphy, Ibáñez & Casey, 2004). Estos autores consideran que la responsabilidad filial se refiere a la ayuda que prestan los hijos a sus padres. Anteriormente se utilizaba este término solamente para referirse al apoyo de hijos adultos hacia sus padres ancianos; no obstante, Jurkovic et. al., lo ampliaron para referirse a los niños y adolescentes que apoyan a sus padres en un contexto migratorio.

Los niños pueden aceptar esas responsabilidades, sintiéndose, al mismo tiempo, decepcionados por perder oportunidades y orgullosos por la ayuda que prestan a su familia. Las normas de la responsabilidad filial varían de acuerdo con el contexto sociocultural, siendo los afroamericanos y los latinos los que las aceptan más.

Jurkovic et al (2004) plantean que la temática de las responsabilidades filiales se basa en un marco resiliente, el cual reconoce la capacidad de adaptación de las familias de migrantes ante la situación adversa de tener un padre ausente y lo que implica.

La responsabilidad filial ha sido asociada, de acuerdo a las investigaciones realizadas, a consecuencias negativas y positivas. Los resultados negativos se dan debido a que los niveles de responsabilidad son inapropiados y/o injustos. Pueden provocar inseguridad en las relaciones interpersonales, debilidad de la identidad, depresión, baja autoestima, cuidado excesivo de otros y malas calificaciones (Jurkovic, Kuperminc, Perilla, Murphy, Ibáñez & Casey, 2004).

Un resultado adecuado se consigue, cuando los esfuerzos del niño, en cuanto a la ayuda ofrecida en casa, son recíprocos y reconocidos por los padres, otros adultos significativos y sus pares. De igual manera, se da cuando los niños pueden confiar en alguien para que les brinde apoyo y consejo, sienten que contribuyen a las decisiones importantes en el hogar, tienen la habilidad para disponer de su tiempo para sí mismos y confían en sus habilidades para cubrir las expectativas que se tienen sobre su ayuda (Jurkovic, Kuperminc, Perilla, Murphy, Ibáñez & Casey, 2004).

Entre las consecuencias positivas que describen estos autores se encuentran, el desarrollo de la madurez, la responsabilidad, la búsqueda del éxito, el sentido de competencia personal e interpersonal, el sentido de pertenencia y la motivación académica.

Una vez expuestos los antecedentes teóricos del trabajo, la presente investigación estableció las siguientes preguntas de investigación:

¿Existen diferencias significativas en el desarrollo psicológico de adolescentes cuyo padre emigra de manera frecuente a los Estados Unidos, en comparación con adolescentes que han vivido la mayor parte de su vida con ambos papás?

¿Cómo se puede determinar la existencia de un proceso de resiliencia en adolescentes, cuyo padre emigra a los Estados Unidos?

El objetivo es determinar la existencia de indicadores específicos del desarrollo psicosocial en los adolescentes que permitan inferir procesos resilientes.

Método

Diseño de la Investigación

Para la realización de este estudio se utilizó un diseño transversal, ya que los datos fueron recogidos en un solo momento. Se eligió un enfoque cuantitativo, de alcance correlacional, con la intención de poder cotejar los resultados de la población estudiada y el grupo control.

Participantes

La población de la investigación fue de aproximadamente 650 adolescentes que estudiaban en ambos turnos en una secundaria pública de Zapopan, Jalisco, México. La muestra de la investigación fue de 24 adolescentes cuyo padre emigra a los Estados Unidos, llamado grupo caso, y 24 adolescentes que viven con ambos padres, como grupo control.

Instrumentos

Se utilizó el Inventario de Relaciones Interpersonales (Furman & Buhrmester, 1985) para determinar las percepciones de los adolescentes hacia sus relaciones con sus padres y amigos. El inventario está compuesto por 15 reactivos que se califican en una escala Likert del 1 al 4, que miden 6 diferentes variables: compañía, intimidad, satisfacción, afecto, conflicto y apoyo instrumental. Su coeficiente de confiabilidad es de .87.

El Cuestionario de Competencia Interpersonal del Adolescente (Buhrmester, 1990) se utilizó para determinar las habilidades de los adolescentes para relacionarse con otras personas. Está compuesto por 20 reactivos que se califican en una escala Likert del 1 al 5, divididos en 5 áreas diferentes: introspección, proveer apoyo emocional, manejo de conflictos, asertividad e iniciar una amistad. Su coeficiente de confiabilidad es de .77 a.87.

La Escala de la Esperanza en el Niño (Snyder et.al., 1997) se utilizó para determinar la capacidad percibida de los niños para realizar sus metas propuestas. Está compuesta por seis reactivos que se califican en una escala Likert del 1 al 6. Su coeficiente de confiabilidad es de .74

El inventario de ajuste de Weinberger (Weinberger, 1990) se utilizó para determinar su capacidad general de ajuste. El inventario está compuesto por 12 reactivos que se califican en una escala Likert del 1 al 4. Su coeficiente de confiabilidad es de .68 a .95.

Se utilizó la Escala de Conductas Conflictivas (Bosworth et.al., 1996) para determinar las posibles conductas conflictivas de los adolescentes, compuesta por 6 reactivos que se califican en una escala Likert del 1 al 5. Su coeficiente de confiabilidad es de .72.

Se utilizó la Escala de Actitudes Agresivas del Adolescente (Guerra & Slaby, 1990) para determinar las actitudes agresivas de los adolescentes, la cual está compuesta por 9 reactivos que se califica en una escala Likert del 1 al 4. Su coeficiente de confiabilidad es de .62 a .74.

Procedimiento

Se reunieron de 3 a 4 estudiantes que cumplieran con los criterios establecidos de las muestras, en la biblioteca o comedor de la escuela. Primero se les explicó el propósito del estudio y se les preguntó si querían participar, en caso afirmativo, firmaron una carta de consentimiento informado. En seguida, se leyeron las instrucciones de los seis instrumentos y se les acompañó en su proceso de responder cada ítem. El proceso fue repetido hasta que los 48 estudiantes de la muestra contestaron los instrumentos. Al ser de corte transversal el estudio, se recogieron los datos en un solo momento.

Resultados

Mediante el análisis se examinó la confiabilidad de cada uno de los seis instrumentos, por medio del coeficiente Alfa de Cronbach, para demostrar que las inferencias posteriores tienen cierto respaldo de confiabilidad, el cual se mostrará a continuación.

El Inventario de Relaciones Personales dio un coeficiente de .853 al analizar todos sus ítems, el Inventario de Ajuste de Weinberger dio un coeficiente de .841, mientras que la Escala de conductas conflictivas dio uno de .840. El Cuestionario de Competencia Interpersonal dio un Alfa de Cronbach de .832 y la Escala de actitudes agresivas de .812. Los resultados anteriores muestran niveles adecuados de confiabilidad. La Escala de esperanza dio un coeficiente de .618 lo cual refiere a un nivel no tan bueno pero aún así confiable (ver tabla 1).

Ahora se describirán, al mismo tiempo que se analizarán, las puntuaciones de las variables en las dos muestras, de tal modo que se pueda establecer si existen diferencias significativas entre ambas poblaciones.

Análisis de Varianza Múltiple (MANOVA) para detectar alguna diferencia entre las dos muestras la Lambda de Wilks arrojó un resultado de .001, lo cual es significativo. La discrepancia se encontró en la percepción de la relación con el papá (.000), en donde los adolescentes cuyo papá es emigrante reportan una menor calidad (ver figura 1).

Adicionalmente, se realizó un MANOVA general para tres de los instrumentos que midem aspectos postivos del desarrollo, más concretamente, la competencia (AICQ), la esperanza (CHS) y el ajuste (WAI). La Lambda de Wilks fue .583, lo cual no es una diferencia significativa entre las muestras, sin embargo los adolescentes cuyo padre emigra a Estados Unidos mostraron una ligera ventaja en su competencia y ajuste (ver figura 2).

El último análisis que se realizó fue con dos escalas que miden aspectos negativos del desarrollo como son el conflicto (TCS) y las actitudes agresivas (ASAS). Al conducir el MANOVA la Lambda de Wilks arrojó un resultado de .324 siendo una diferencia no significativa entre ambas muestras (ver figura 3).

Para corroborar estos resultados se llevó a cabo una prueba T de Student de medias independientes. La calidad de la relación con la mamá y con los amigos obtuvo niveles de .352 y de .403, respectivamente, lo cual no es significativo. La competencia, la esperanza, el ajuste, el conflicto y las actitudes agresivas no reportaron diferencias significativas ya que obtuvieron niveles de .579, .658, .452, .142 y .221, respectivamente. Sin embargo, la calidad de la relación con el papá obtuvo una diferencia significativa de .000, siendo la única discrepancia encontrada entre las dos muestras y que corrobora el análisis de varianza múltiple anteriormente descrito.

Discusión

La presente investigación ha estudiado el proceso de resiliencia de adolescentes cuyo padre emigra a los Estados Unidos por períodos prolongados y el rol que juegan las responsabilidades filiales en tal fenómeno.

Como se había mencionado anteriormente, el tener un padre semi-presente provoca incertidumbre, así como un estrés intenso, no obstante, esta situación puede ser enfrentada con eficacia en la vida de la familia (Boss, 2001). Como lo menciona Kotliarenco (2003), existen personas que frente a la adversidad reaccionan con resistencia y pueden ser capaces de desarrollar una vida con calidad, es decir, actúan de manera resiliente.

En la investigación, el resultado más relevante del análisis estadístico se enfoca a la débil diferencia encontrada entre las dos muestras de ambas poblaciones. Los resultados, al parecer, demuestran un proceso resiliente, de manera global, ante la ausencia prolongada del padre.

Los datos reportan niveles similares de relación con personas significativas, competencia, ajuste social, esperanza, conductas de riesgo, y actitudes agresivas en los dos grupos estudiados. Entonces, la cuestión es ¿cómo estos adolescentes afrontan con eficacia la ausencia prolongada de su padre? Baeza (2000) menciona que, en el caso de la ausencia del padre, la familia del niño o adolescente requiere de la capacidad de adaptación, generación de condiciones nuevas y modificar la realidad inmediata, lo cual promoverá un ajuste adecuado del menor a su vida psicosocial.

De esta forma, es importante que las familias que se quedan a esperar al padre migrante, tengan establecidos otros lazos afectivos que le brinden apoyo y seguridad para adaptarse a la nueva dinámica (Suárez-Orozco, Todorova & Louie, 2002). En el caso de los hijos de migrantes estudiados en esta investigación, reportan un nivel adecuado en sus relaciones con mamá y amigos.

Aún cuando no se estudió de manera directa, es posible hacer hipótesis sobre el papel tan importante que puede jugar la madre y la familia extensa en el afrontamiento de éste fenómeno de separación. Si tal y como lo mencionan Melillo et al (2000), estos factores pueden promover la resiliencia y la responsabilidad filial, entonces se puede apreciar como una oportunidad de crecimiento y no sólo como una amenaza al desarrollo.

La principal diferencia encontrada entre el grupo de muestra y el grupo control, tiene cierta lógica en cuanto a la relación con el papá, ya que sin duda la relación se verá afectada por la distancia física y la falta de contacto. Por otro lado, puede resultar sorprendente que los adolescentes con padre emigrante, reporten niveles de competencia y ajuste un poco más elevados (aunque no significativos estadísticamente hablando), que los adolescentes con ambos padres.

El sentirse competente, capaz de relacionarse y apto para resolver situaciones conflictivas, permite a los adolescentes, según Torres (2002), afrontar y transformar las amenazas, de las situaciones adversas, en oportunidades, lo cual se refleja en los resultados.

De igual manera, los resultados parecen confirmar la aseveración de Jurkovic et al (2004) en el sentido de que esta población desarrolla procesos de responsabilidad filial que les permiten madurar en varios aspectos del desarrollo psicológico, de manera positiva.

Así que a partir de los datos obtenidos es posible inferir que los adolescentes de la muestra estudiada presentan un proceso de resiliencia que les permite, en alguna medida, afrontar la pérdida ambigua que produce el proceso migratorio del padre.

Limitaciones del Estudio y Sugerencias para Futuras Investigaciones

Para futuras investigaciones sería interesante que, además de utilizar los instrumentos empleados, se utilizaran otros indicadores para reforzar los resultados, tales como, calificaciones escolares, observaciones de compañeros, profesores y/o personal académico. Por otro lado, también sería de gran valor la recolección de datos desde el contexto familiar de los adolescentes, de tal manera se podría conocer más acerca del afrontamiento ante la separación del padre migrante, los recursos empleados, las dificultades presentes, entre otros aspectos. Por último, se recomienda incluir un mayor número de sujetos de tal manera que los resultados sean más representativos de esta población.


Referencias

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