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Psychologia. Avances de la Disciplina

On-line version ISSN 1900-2386

Psychol. av. discip. vol.6 no.1 Bogotá Jan./June 2012

 

Apuntes Breves

La Psicología Política: El Eslabón Perdido en Tiempos de Crisis

Political Psychology: The Missing Link in Times of Crisis

Martha Elena Pérez Gaviria*
Universidad de San Buenaventura, Sede Bogotá - Colombia

* Psicóloga, Magíster en Desarrollo Educativo y Social. Coordinadora de Autoevaluación, Facultad de Psicología, Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá - Colombia. Correspondencia: mhperez@academia.usbbog.edu.co; marthaelena.perez@gmail.com

Fecha de Recepción: 5/08/2011 - Fecha de Aceptación: 24/11/2011


Resumen

El presente escrito presenta una reflexión sobre el desarrollo y los campos de aplicación de la psicología política y cómo, de cara a los tiempos actuales, este conocimiento podría aportar en la comprensión de problemas trascendentales que afectan la vida de las personas. Se exponen algunas consideraciones sobre sus antecedentes, conceptualización y temas de interés; posteriormente, se analizan las agendas trabajadas y las agendas propuestas, tanto para el fortalecimiento de la Psicología Política, como para el estudio de temas que demandan respuesta; se concluye que esta es un área que requiere de una nueva agenda que fortalezca esta disciplina y permita abordar las distintas problemáticas desde nuevas racionalidades que expliquen la complejidad de estos fenómenos. Se concluye que esta área de la psicología ha transitado por preguntas fundamentales que dan respuesta a complejos fenómenos del comportamiento político, al igual que se hace necesario crear una nueva agenda que enfrente fenómenos de tal trascendencia, como son los relativos a la psicología de la guerra, la indiferencia de los ciudadanos, la globalización y su impacto sobre el comportamiento individual.

Palabras clave: psicología política, socialización, política.


Abstract

This paper presents a reflection on the development and application fields of political psychology and how, in the face of modern times, this knowledge could contribute to the understanding of vital issues affecting the lives of people. Presents some considerations about their background, conceptualization and issues, then analyze the agendas worked and the proposed agendas for both the strengthening of political psychology, and the study of issues that demand response, we conclude that this is an area that requires a new agenda for strengthening the discipline and to tackle the different problems from new rationales to explain the complexity of these phenomena. We conclude that this area of psychology has gone through fundamental questions that respond to complex phenomena of political behavior, as is necessary to create a new agenda that confronts phenomena such importance, such as those relating to the psychology of war , the indifference of citizens, globalization and its impact on individual behavior.

Keywords: political psychology, socialization, political.


La psicología política, puede representar el eslabón perdido de un nuevo paradigma en tiempos de crisis, frente a los cual Dorna (2006) señala: la crisis profunda de los valores democráticos, entre los que se destacan la demagogia de los gobernantes; la pasividad de los ciudadanos, la corrupción, la tecnocratización de la gestión de los bienes públicos; la hiperconcentración del poder financiero, la desconfianza en la justicia, la influencia de los medios, y la ruptura de lazos de cohesión social.

Sartori (1979), señala la importancia de la dimensión psicológica, en la práctica del pensamiento político; enfatiza en la dimensión subjetiva y emocional que fundamenta el quehacer político y el arte de gobernar, en comunidades con intereses comunes, denominada la res pública, lo común, ese elemento sin lo cual la cohesión desaparece para abrir camino a la ley de la selva.

A lo anterior se suman varios síntomas psicológicos que evidencian un sentimiento generalizado de descontento: temor al futuro, egoísmo, individualismo, el retorno asolapado de creencias mágicas y religiosas, la presencia de conflictos comunitarios, la desvalorización de las fuentes de socialización: familia, escuela, trabajo (Dorna, 2006).

Entender las respuestas que puede dar la psicología a tan complejos fenómenos, conduce a mirar su desarrollo en una línea del tiempo; Dorna (2002) argumenta que la psicología política existe desde las épocas remotas en que los humanos tenían aspiraciones de imponer a otros animales o personas la vocación de poderío. Para llevar adelante el propósito de hacer valer el poder hubo necesidad de establecer leyes políticas que nos regirían e, inmediatamente, se recurrió a elementales conceptos de la psicología como una disciplina auxiliar que acercara el objetivo.

El origen de la psicología política se encuentra en la obra del psicólogo francés Gustav Le Bon, para quien esta rama de la psicología era una ciencia para gobernar, que podría evitar los frecuentes y costosos errores de los políticos (Montero y Dorna, 1993).

La psicología política hace su aparición en los años 60, a partir de los trabajos de la psicología social crítica. Sus inicios estuvieron ligados a hechos políticos y sociales de la región, como la revolución cubana. Estos hechos desviaron la atención predominante del positivismo y se dio un giro importante en el compromiso con los eventos del momento (Seoane y Rodríguez, 2008).

La psicología integra conceptos psicosociales, conceptualizaciones políticas, históricas, ideológicas y económicas. De esta forma genera una síntesis de datos psicológicos, sociales y políticos que atraviesan la subjetividad y buscan construir explicaciones teóricas que permitan comprender los hechos políticos (Seoane y Rodríguez, 1988).

En los años 70 se aprecian los primeros intentos de autonomía, lo cual coincide con el análisis de lo político desde un enfoque individual. La psicología política se abre paso, enfrentando los problemas de inconsistencia metodológica, en particular de un modelo proveniente de las ciencias naturales.

Seoane y Rodríguez (1998), señalan que a partir de los años 70 se producen varios fenómenos que institucionalizan la psicología política, entre los cuales vale destacar la edición del primer manual elaborado por Knutson; este autor intentó resumir las principales áreas de la psicología política, en cinco grandes segmentos: conceptos psicológicos básicos, formación y mantenimiento de orientaciones estables, conexiones entre individuo y política, métodos de investigación y perspectivas actuales.

Como elementos significativos que destacan su autonomía se destacan: (a) la aparición, en 1978, de la Sociedad Internacional de Psicología Política de Estados Unidos; (b) la creación de la cátedra de Psicología Política, en universidades de Estados Unidos, Europa y América Latina; (b) la publicación regular de revistas sobre el tema; (c) la edición de manuales y compilación de artículos (Montero y Dorna, 1993).

La edición de una revista Political Psychology, constituye uno de los indicadores definitivos de la aparición de esta disciplina.

La psicología política surge apoyándose en tres grandes temas de estudio: el estudio de las actitudes, la personalidad y las conductas relativas al voto, que ya tenía un amplio recorrido en la Psicología (Montero y Dorna, 1993).

Otro evento significativo destaca que Montero (1985) junto a Martín-Baró (1987) convocaron a diferentes psicólogos sociales a partir de lo que el segundo de ellos llamó la Psicología de la Liberación Latinoamericana, con el fin de escribir el primer libro sobre psicología política; el libro recoge reflexiones epistemológicas, psicológicas, políticas y filosóficas, desde la visión de personas comprometidas con la sociedad y la cultura (Rodríguez, 2008).

Como se aprecia, la psicología política es una disciplina joven y por esta misma razón no tiene definida, su metodología, de manera perfecta. Como temas de estudio se destacan: el estudio sobre la socialización, el desarrollo y mantenimiento de las percepciones e interpretaciones políticas, el proceso de toma de decisiones políticas, el liderazgo y los aspectos relacionados con la autoridad y las conductas emocionales y la motivación hacia la política (Seoane y Rodríguez, 1988).

Como se evidencia, abordar estos temas es de suma importancia, frente a la crisis del mundo actual; el marco de referencia es la modernidad que se impone a través de la ciencia y la mágica noción de progreso; su crisis implica una suma de síntomas que llevan a considerar la crisis de la civilización, la cual sobrepasa los estados de ánimo individuales; hoy la ansiedad y la incertidumbre marcan la vida de los ciudadanos del mundo (Dorna, 2002).

Frente a este panorama, enfatiza Dorna (2002), "el quehacer científico languidece en su rutina. La ciencia se vuelve una empresa cuyos objetivos son la rentabilidad y la producción de soluciones tecnológicas" (p. 33).

Frente a la dinámica de la psicología política y las problemáticas expuestas, Díaz (2007), recoge las "agendas" que se vienen adelantando desde 1986, dentro de las cuales cabe destacar el tratamiento de temas como la socialización política, y los agentes de reproducción social, los sujetos políticos y la psicología política de masas, tratados por Tueros y Franco (1981).

En otra línea de trabajo, desde Estados Unidos, Margaret Hermann (1986), se enfoca en los problemas de orden epistemológico y metodológico. Y en Argentina, Adorno (1999) propone atender las relaciones entre fenómenos psicológicos y económicos, abordando la relación entre crisis económica e identidad social (Díaz, 2007).

También se destacan temas como la memoria social, el recuerdo y el olvido colectivo abordados por Abreu (1998) y Amarante (2004).

Se incluye igualmente, el estudio de temas como la corrupción, la percepción social de la corrupción, socialización política y corrupción (Díaz, 2007).

En el 2000 surgen nuevas agendas que abordan la comprensión del poder, el sexo y la violencia, las ansias de poder.

A partir de la revisión de las agendas, Díaz (2007) sugiere trabajar otras agendas, en primer lugar, para la institucionalización de la psicología política; propone fortalecer la comunidad académica que la constituye y construye, incluyendo la formación en pregrado y posgrado en este campo (Montero, 1987; Montero y Dorna, 1993).

En segundo lugar, propone la difusión del conocimiento generado, a través de diversos medios, en particular los medios virtuales, al igual que la conformación y visibilización de redes, la realización de eventos que permitan reconocer intereses y trabajar en estos (Díaz, 2007).

Igualmente importante es la realización de investigaciones y la reflexión y análisis hacia la integración de enfoques y abrir nuevos espacios a perspectivas metodológicas explicativas (Seoane y Rodríguez, 1988; Montero y Dorna, 1993). Algunos autores proponen entrar en el paradigma de la complejidad, como una propuesta más amplia e integradora (Ibáñez, 1988; Díaz 2004).

Finalmente, Díaz (2007), destaca la necesidad de trabajar en temas como la epistemología de la psicología política, política y democracia, psicología y derechos humanos, psicología social de la guerra, subjetividad, globalización y neoliberalismo.

A todo lo anterior se agrega la necesidad de una nueva racionalidad, "inspirada en la investigación de la física cuántica, del constructivismo, de la ciencia económica crítica, de la historia que interroga el pasado, de la ciencia política que replantea reorganizaciones globales de los sistemas estatales, de la neurociencia, que coordina sus trabajos con la ciencia de la cognición; la racionalidad de los científicos que observan los fenómenos transdisciplinariamente, así como observan al ser humano constituido por una red inmensa de complejidades" (Vilar, 1997, p. 12).

Conclusiones

Tal como señaló Gustav Le Bon, si la psicología política fuera una ciencia para gobernar se podrían evitar los frecuentes y costosos errores políticos; como dice Dorna (2002), puede representar el eslabón perdido de un nuevo paradigma en tiempos de crisis y dar respuesta a problemas que atañen al hombre de hoy: la crisis del liderazgo, de gobernabilidad, la participación ciudadana, enmarcada dentro de complejos fenómenos como la corrupción, la guerra, los procesos migratorios, entre otros.

Se encuentra que, por un lado, esta área de la psicología ha transitado por preguntas fundamentales, que dan respuesta a problemas tan complejos como la socialización política, el desarrollo y mantenimiento de las percepciones e interpretaciones políticas, las actitudes, la motivación hacia la política, las conductas concernientes al voto, la dimensión subjetiva y emocional que fundamenta y bien sabe manejar el quehacer político; al igual que el liderazgo, los aspectos relacionados con la autoridad, el poder y los procesos de toma de decisión.

Habrá que recurrir a los resultados de las distintas agendas y de la investigación, de la misma forma, debe formularse una nueva agenda que incluya temas como la psicología de la guerra, la indiferencia ciudadana, el manejo de las emociones en el campo del liderazgo político, los factores psicológicos asociados a las redes sociales y la conducta de elección, las revisión del liderazgo y el impacto de fenómenos como la globalización.

Se requieren nuevas racionalidades y como señala Ibáñez, es probable que el paradigma de la complejidad de luces sobre las intersecciones y explicaciones de tan complejos fenómenos y allí esté la clave frente a los tiempos de crisis.


Referencias

Díaz, A. (2007). Agendas de la Psicología Política prevalecientes en las dos últimas décadas (1986-2006) en Latinoamérica. Psicología desde el Caribe, 19, 1-21.         [ Links ]

Dorna, A. (2002). La Psicología Política. Ausencia de Proyectos Políticos y la crisis de las Ciencias Sociales. Psicología Política, 24, 31-44.         [ Links ]

Dorna, A. (2006). La Psicología política: un enfoque heurístico y un programa de investigación sobre democracia. Liberabit. Revista de Psicología, 12, 21-30.         [ Links ]

Montero, M. & Dorna, A. (1993). La psicología política: una disciplina en la encrucijada. Revista Latinoamericana de Psicología, 25(1), 7-15.         [ Links ]

Rodríguez, A. (2008). La investigación y enseñanza en psicología política. Revista Electrónica de Psicología Política, 6 (17), 1-11.         [ Links ]

Rodríguez, A. (2003) Actualidad e Historia de la Psicología Política Latinoamericana. Revista Electrónica de Psicología Política.         [ Links ]

Sartori, G. (1979). La política. Lógica y método en las ciencias sociales. México: FCE.         [ Links ]

Seoane, J. & Rodríguez, J. (1988). Psicología política. Madrid: Pirámide.         [ Links ]

Vilar, S. (1997). La nueva racionalidad. Comprender la complejidad con métodos transdisciplinarios. España: Kairós.         [ Links ]