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Psychologia. Avances de la Disciplina

On-line version ISSN 1900-2386

Psychol. av. discip. vol.7 no.2 Bogotá July/Dec. 2013

 

Análisis psicométrico preliminar de la escala de timidez revisada de check y buss en adolescentes y jóvenes peruanos

Psychometric analysis preliminary of the revised shyness scale of check and buss, A. H. in teen and young peruvians

Tomás Caycho Rodríguez*
Humberto Castilla Cabello**
Carla Margot Urrutia Félix***
Amalia Valdivia Quintanilla****
Midori Shimabukuro*****
Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima - Perú

*Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología y Trabajo Social, Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima, Perú. Email: tcaycho@uigv.edu.pe
**Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología y Trabajo Social, Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima, Perú. Email: acastillacabello@gmail.com
***Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología y Trabajo Social, Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima, Perú. Email: urrutia.margot@outlook.com
****Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología y Trabajo Social, Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima, Perú. Email: amaliavaldiviaquintanilla@gmail.com
*****Instituto de Investigaciones de la Facultad de Psicología y Trabajo Social, Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima, Perú. Email: mido_11st@hotmail

Fecha recepción: 24/6/2013 • Fecha aceptación: 29/8/2013


Resumen

El artículo describe un análisis psicométrico de la Escala de Timidez Revisada de Check, y Buss, integrada por 11 ítems de tipo likert con cinco alternativas. La escala se administró a 385 estudiantes, hombres y mujeres, de 16 a 25 años de edad de universidades privadas y nacionales de Lima. El análisis de correlación ítem-test encontró asociaciones altamente significativas (p<.001) para cada uno de los reactivos, indicando que los reactivos evalúan indicadores de un mismo constructo. La Escala de Timidez presenta elevada consistencia interna (a de Cronbach=.842). La validez de constructo se estableció mediante Análisis Factorial, en donde mediante el análisis de componentes principales y la rotación ortogonal (Varimax) extrajeron dos factores identificados como: 1. Inadecuación de relaciones interpersonales y 2. Evitación de contacto social.

Palabras clave: confiabilidad, timidez, universitarios, validez.


Abstract

The article describes the psychometric analysis of the Revised Shyness Scale of Check and Buss, composed of 11 Likert items with five alternatives. The scale was administered to 385 students, men and women, 16-25 years of age and national private universities in Lima. Correlation analysis-test item associations found highly significant (p<0.001) for each of the reagents, the reagents evaluated indicating that a single construct indicators. Shyness Scale has high internal consistency (Cronbach's a = .842). The validity of construct was established by means of Analysis Factorial, where the analysis of principal components and the orthogonal rotation (Varimax) they extracted two factors identified like: Inadequacy of interpersonal relations and Avoidance of social contact.

Keywords: factor analysis, reliability, Shyness, university students, validity.


Introducción

La relevancia de las relaciones sociales en el funcionamiento psicológico, social y académico ha incrementando el interés por el estudio de diversas dificultades de adaptación social en niños y adolescentes (Olivares et ál., 2002). La timidez es definida, en función a dos características principales: primero, como el miedo a la evaluación negativa de su desempeño en diversas situaciones sociales independientemente de la intensidad de las mismas y segundo, como la evitación de aquellas situaciones en las que encuentren presentes personas conocidas, poco conocidas o desconocidas (Buss, 1980; Jones, Briggs & Smith, 1986; Olivares et ál., 2002; Zimbardo, 1977).

Desde el punto de vista científico, hablar de timidez hace referencia a un concepto ambiguo y poco diferenciado que tiende a confundirse con los conceptos de introversión, ansiedad social o inhibición comporta-mental, además, de englobar dimensiones como miedo, inseguridad, baja autoestima, etc., que hace difícil su definición y medición. Si bien los términos timidez o introversión son utilizadas indistintamente, la timidez es conceptualmente diferente a las dimensiones de introversión y neuroticismo. En un modelo jerárquico de rasgos de personalidad, la timidez, se correlaciona por igual con la introversión y el neuroticismo, lo que sugiere que la timidez se encuentra ubicada en algún punto entre estas dos dimensiones (Bruch, Gorsky, Collins & Berger, 1989). Henderson y Zimbardo (1998) señalan que toda persona tímida es introvertida pero no todo introvertido es tímido, esto debido posiblemente a una diferencia en la actitud hacia las relaciones sociales.

La diferenciación entre la timidez y fobia social es también compleja. Dos hipótesis son importantes aquí: la primera señala que ambas variables son parte de un continuo, en donde la fobia social es conceptualizada como una timidez extrema (McNeil, 2001); la segunda, sugiere que ambas se superponen siendo la timidez una categoría más amplia y heterogénea (Heiser, Turner & Beidel, 2003). Tratando de dar respuesta a este problema, Heiser, Turner, Beidel y Roberson-Nay (2009) compararon personas muy tímidas con y sin fobia social generalizada a través de diversas dimensiones, como su sintomatología, funcionamiento cotidiano, calidad de vida, habilidades sociales, ansiedad y parámetros psicofisiológicos. Los resultados del estudio proporcionaron apoyo, tanto para la primera (continuidad) y segunda (heterogeneidad) hipótesis, no estando totalmente clara esta diferenciación. De acuerdo con Echeburúa (1993), las personas tímidas manifiestan una ansiedad social no clínica, limitada a situaciones interpersonales específicas, pero que no afecta su funcionamiento social, académico y laboral. Así, para establecer un diagnóstico de fobia social, la ansiedad debe interferir profundamente en la vida diaria de la persona y generarle un malestar psicológico significativo (Monjas, 2001).

Dentro de la psicología, y a partir de la experiencia clínica, no suelen ser reportados muchos casos de timidez pues se cree que las personas calificadas como tímidas carecen de padecimiento grave, no requiriendo tratamiento clínico especializado (Monjas, 2001), siendo diagnosticados sólo con un mal estado de ánimo (Scott, 2006). Sin embargo, trastornos como la depresión o la ansiedad generalizada en niños y adolescentes tendrían causas relacionadas con la timidez (Montgomery, 2010). Las personas tímidas tienden a presentar menor apoyo social y una red de amistades reducida (Jones & Carpenter, 1986). Henderson (1997), reporta que la timidez es la causante del deterioro de las relaciones sociales en más del 13% de las personas. La timidez está relacionada con la presencia de ciertas adicciones, como por ejemplo a la Internet (Chak & Leung, 2004). En el plano de las relaciones de pareja, la timidez suele estar negativamente relacionada con la satisfacción marital, siendo esta relación mediada por bajos niveles de autoeficacia (Baker & McNulty, 2010).

Con relación al género, la frecuencia de casos de timidez, en muestras sin diagnóstico clínico, es mayor en mujeres que varones (Stevenson-Hinde & Glover, 1996). Así mismo, mujeres y varones presentan un desarrollo diferente de la timidez, mientras que en los varones la timidez es más estable e independiente de las características de su familia, las mujeres presenta un desarrollo menos estable y muy ligada a las características maternas (Engfer, 1993). Otros estudios reportan resultados contrarios (Crozier, 2005). En muestras clínicas no se evidencian diferencias significativas (Strauss & Last, 1993).

¿Cuál es el origen de la timidez? Diversos modelos explicativos tratan de dar respuesta a esta pregunta. Las teorías psicobiológicas, explican la timidez a partir de una predisposición hereditaria relacionada con el temperamento. En este grupo destacan los estudios longitudinales de Thomas y Chess (1977), quienes luego de estudiar el comportamiento de un grupo de 141 recién nacidos hasta los cinco años de edad, señalan que cerca de un 15% del total de niños son lentos o retraídos. Así mismo, Kagan, Snidman y Arcus (1993) estiman que cerca del 10% de los niños recién nacidos presentan un rasgo de inhibición ante lo desconocido; Plomin y Daniels (1986), luego de estudiar 18 pares de gemelos encuentran una relación significativa entre las medidas de timidez en gemelos univitelinos, así mismo, la timidez está en relación inversa con el grado de sociabilidad de su madre, es decir, niños más tímidos tiene madres menos sociables. Pero no todos los niños que en los primeros años de vida eran catalogados como tímidos siguen siendo considerados como tales en años posteriores. Esta variación se debe a las interacciones entre las predisposiciones heredadas y diferentes variables situacionales (Monjas, 2001).

Los modelos teóricos psicosociales y ambientales dan importancia a la participación de los procesos de socialización en el origen, mantenimiento y consecuencias de la timidez (Monjas, 2001). Las relaciones de apego entre el niño y su cuidador es un factor importante relacionado con la capacidad de establecer amistades (Mills & Rubin, 1993) al igual que las experiencias de interacción entre iguales (Rubin, Both & Wilkinson, 1990). Las teorías interaccionistas señalan que tanto los componentes temperamentales como las formas de crianza están relacionados con la timidez en la primera infancia. La evidencia señala que existe una relación significativa entre el temperamento del niño y la personalidad extrovertida de la madre (Díaz-Herrero, Pérez-López, Martínez-Fuentes, Herrera-Gutiérrez & Brito de la Nuez, 2000).

Si bien a nivel internacional se han desarrollado diversos instrumentos para la evaluación de la timidez, en el Perú no se cuenta con instrumentos válidos y con-fiables para la medición de esta variable. Entre los instrumentos desarrollados, la Escala de Timidez Revisada de Cheek & Buss (Cheek & Buss, 1981) es ampliamente utilizada (Crozier, 2005) y puede ser empleada como medida inicial con el objetivo de determinar aspectos generales (Montgomery, 2010). Este instrumento ha sido empleado en diversos contextos como el israelí (Iancu et ál., 2011), iraní (Vahedi, 2011), británico (Crozier, 2005), estadounidense (Hopko, Stowell, Jones, Armento & Cheek, 2005), entre otros.

Un conjunto de investigaciones ha examinado las propiedades psicométricas del cuestionario. Cheek y Buss (1981) informan de un coeficiente de fiabilidad test-retest, luego de 90 días, de una versión de 9 ítems, de .74. Melchior y Cheek (1990) informaron de un coeficiente de confiabilidad test-retest, luego de 45 días en una versión de 20 ítems, de .91. Bruch et ál. (1989), aplicaron un análisis factorial confirmatorio de la versión de 13 ítems de la escala obteniendo apoyo al modelo de dos factores oblicuos. Un estudio (Crozier, 2005) llevado a cabo con 741 estudiantes universitarios británicos reporta que la Escala de Timidez Revisada presenta propiedades psicométricas adecuadas en donde todos los ítems contribuyen eficazmente a la escala. En dicho estudio, las correlaciones ítemtotal variaron de .31 a .67, mientras que el coeficiente alfa de la escala total fue de .86. Mediante una serie de análisis factoriales se demostró que un modelo de dos factores proporciona un ajuste satisfactorio de los datos. Vehadi (2011) señaló también apoyo inicial para la validez de constructo de la escala en estudiantes universitarios, indicando que la estructura de dos factores era equivalente través de los géneros. Hopko et ál. (2005), utilizando una muestra de 261 estudiantes universitarios estadounidenses, reporta un alto índice de consistencia interna (α = .86) y un coeficiente de confiabilidad test-retest, luego de 2 semanas, de .88, en donde todas las correlaciones ítem-total corregidas, que van desde .23 a. 66, fueron estadísticamente significativas (p<.01). Asimismo, reportaron correlaciones significativas con otras medidas de la timidez, como la Escala de Reticencia Social (Social Reticence Scale), y ansiedad social, indicando adecuada validez convergente. Se muestra también apoyo a la validez discriminante de las medidas de ansiedad somática, con el Inventario de Ansiedad de Beck (The Beck Anxiety Inventory, 37) y depresión, mediante el Inventario de Depresión de Beck (The Beck Depression Inventory, .43).

Debido a la ausencia de instrumentos para la evaluación de la timidez en el Perú, en este trabajo, se tiene como objetivo determinar las propiedades psicométricas, de validez y confiabilidad, de la Escala de Timidez Revisada de Cheek & Buss (1981), en una muestra de estudiantes universitarios de instituciones nacionales y privadas de la ciudad de Lima Metropolitana. Se investigan también las diferencias de género en razón de las evidencias contradictorias arrojadas por investigaciones anteriores.

La realización de este estudio se justifica en primer lugar, en que no se han reportado estudios peruanos con este instrumento; en segundo lugar, el empleo de la escala, en relación a otras variables, como la ansiedad, personalidad, etc., podría ser de utilidad para la planificación de intervenciones, teniendo en consideración la relación entre la timidez y el desempeño social.

Método

Tipo de investigación

La presente investigación es de tipo instrumental, pues responde a problemas orientados a demostrar las propiedades psicométricas de los instrumentos de medición (Montero & León, 2007).

Participantes

La Escala de Timidez Revisada fue completada por 400 estudiantes universitarios de universidades públicas y privadas de Lima Metropolitana, 216 mujeres (54%) y 184 varones (46%) cuyas edades oscilaban entre 16 a 25 años de edad, seleccionados a través de un muestro por conveniencia (intencional y no probabilístico).

Instrumento

La Escala de Timidez Revisada (ETR), cuya estructura psicométrica se estudia en este trabajo, puede servir como instrumento inicial para la determinación de aspectos generales de la timidez. La Escala de Timidez Revisada está compuesta por 13 ítems de tipo cerrado construidos según una escala de tipo Likert de cinco alternativas cuya valoración está entre 1 (Totalmente en desacuerdo) y 5 (Totalmente de acuerdo), con una puntuación máxima posible de 65 y una mínima de 13. Cheek y Buss (1981) informan de un coeficiente de fiabilidad test-retest, luego de 90 días, de una versión de 9 ítems de .74. El puntaje de corte de la ETR es usado para juzgar la severidad de la timidez. Puntuaciones inferiores a 34 sería indicador de ausencia general de timidez, aunque pueden sentirla en algunas situaciones, mientras que, personas tímidas, alcanzan puntajes por encima de 35 a 39. Las personas con un rasgo extremo de timidez obtienen puntuaciones de 49 hacia adelante, siendo necesarias, luego ser identificadas, evaluarlas de manera más profunda con el propósito de diagnosticar potencialmente una patología psíquica severa. Los ítems fueron redactados en forma positiva y negativa siendo distribuidos aleatoriamente. Con el objetivo de conocer la relevancia de los reactivos con la conducta a medir, los ítems se sometieron a criterio de cinco jueces, cuyas sugerencias sirvieron para reformular varios de ellos; permitiendo acercarnos a la validez de contenido del instrumento. El instrumento se aplica a adolescentes entre los 12 y 18 años de edad, aunque puede ser utilizado con personas mayores. La ETR puede ser aplicada individual o colectivamente, tardando aproximadamente unos 15 a 20 minutos como tiempo total de aplicación.

Procedimiento

La Escala de Timidez Revisada -ETR de Check y Buss se administró colectivamente a los estudiantes en las aulas de clases. Los participantes completaron los datos referentes a edad, género y universidad de procedencia, conservando el anonimato de las escalas. Antes de iniciar el tratamiento estadístico, se codificaron todas las respuestas de los ítems redactados en forma positiva y negativa. La administración se realizó de manera colectiva en las aulas de clases en un tiempo aproximado de 20 minutos. Una vez aplicado el instrumento se excluyeron del análisis aquellos cuestionarios que: 1) omitan datos de edad y/o sexo, 2) tengan 2 o más omisiones, considerándose también como omisión 2 o más alternativas marcadas en un ítem y 3) posean patrones inusuales de respuesta como elegir la misma alternativa en casi todos los ítems. Teniendo en cuenta los criterios de exclusión se eliminaron 15 cuestionarios de la muestra seleccionada, quedando una muestra de 385 sujetos. El estudio psicométrico de la escala incluyó, en primer lugar, el análisis de ítems a través de la correlación ítem-test mediante la correlación producto momento de Pearson. El análisis de la confiabilidad por consistencia interna de la escala se realizó mediante la aplicación del coeficiente de Cronbach, mientras que, el cálculo de la validez de constructo se realizó haciendo uso del análisis factorial exploratorio. Los análisis estadísticos se realizaron utilizando el Statistical Package for the Social Sciences versión 19 (SPSS 19).

Resultados

Análisis de confiabilidad

Correlación Ítem-Escala: Buscando obtener una adecuada consistencia interna de la escala, se realizaron sucesivas correlaciones producto-momento entre cada ítem y la puntuación total de la escala, no considerando el mismo ítem. Es así, que se eliminaron paso a paso dos reactivos («Me siento seguro de mi desempeño social», «Tengo problemas al mirar a alguien directo a los ojos») debido a las bajas correlaciones producto-momento que presentaban dentro del conjunto total de ítems, quedando la escala final con 11 reactivos (Anexo 1). En la tabla 2 aparecen las correlaciones producto-momento de Pearson de los 11 ítems que se han conservado, apreciándose, en todos ellos, correlaciones estadísticamente significativas (p< 0.01 para dos colas) superiores a 0.20 (Kline, 1998). El análisis de varianza entre las medias de los ítems arroja diferencias significativas (F=22.273; p<.01) evidenciando diferencias entre ellos.

Coeficientes Alfa de Cronbach. La Escala total presenta una elevada consistencia interna mediante el coeficiente Alfa de Cronbach (=.842). Además, se ha determinado el coeficiente de mitades de Spearman-Brown (longitudes desiguales) r=.837; lo que respalda la alta confiabilidad de la Escala. En suma, se afirma que la Escala de Timidez de 11 ítems presenta una alta con-fiabilidad, de acuerdo a los diversos procedimientos utilizados.

Validez de constructo de la Escala de Timidez Revisada – ETR

Análisis Factorial. Con la finalidad de analizar la viabilidad del empleo del análisis factorial para la determinación de la validez de constructo de la ETR se emplearon las medidas de Kaiser-Meyer-Olkin (K-M-O) y el Test de Esfericidad de Barlett. La medida de adecuación K-M-O obtiene una puntuación de 0.884, calificado como meritoria, mientras que el test de Esfericidad de Barlett presentan un valor de 647.106 significativo al .00. Estos resultados permiten continuar con el análisis factorial.

Se ha empleado un análisis de factores de componentes principales con rotación ortogonal mediante el método Varimax para la estimación de los factores de la Escala de Timidez Revisada en la muestra total. El análisis de componentes principales identificó dos componentes con valores Eigen (Eigen values) que varían de 1.08 a 4.33; el primer componente explica el 24.9% de la varianza, mientras que el segundo componente explica el 24.2%, en tanto que los dos componentes sumados explican el 49.15 % de la varianza total. El procedimiento de rotación ortogonal mediante el método Varimax de la matriz de componentes, ha agrupado consistente-mente los 11 elementos en dos factores independientes. El factor 1 agrupa siete ítems, mientras que el factor 2 reúne cuatro ítems.

La tabla 3 presenta las saturaciones factoriales correspondientes a los ítems de cada factor. Los dos factores están definidos por reactivos con cargas no inferiores a 0.50 (Nunnally, 1987), a excepción del ítem 11. Estas cargas son incluidas en las categorías de Bueno o Excelente con propósitos de interpretación factorial (Comrey, 1985).

Correlaciones entre las sub-escalas de Timidez y la escala global

Además de la validez factorial, ya tratada en la tabla 3, y desde un enfoque intrapruebas, otra manera de apreciar la validez de constructo de la Escala de Timidez Revisada en la adaptación peruana es correlacionar la escala global (total) con los dos factores/escalas obtenidos. La tabla 4 permite apreciar la correlación de Pearson entre los dos factores subyacentes al constructo timidez y la escala global, así como las medias y desviaciones estándar de cada uno de ellos. La correlación entre los dos factores (r = .626, p<.01) y la correlación entre la escala global y el factor 1(r = .899, p<.01) y el factor 2 (r = .905, p<.01) son positivas y significativas, es decir, la escala global y los factores se encuentran positiva y significativamente correlacionados entre ellos.

Adicionalmente, se realizó el análisis de las diferencias de acuerdo al sexo (tabla 5) en relación a las puntuaciones medias de las subescalas y la escala global, no evidenciando diferencias significativas entre varones y mujeres en las escalas de inadecuación de relaciones interpersonales, evitación del contacto social y a nivel de la escala global.

Discusión

La investigación tuvo como objetivo analizar las propiedades psicométricas de confiabilidad y validez, de la Escala de Timidez Revisada de Chek y Buss, en una muestra de estudiantes de colegios nacionales y particulares de Lima Metropolitana. En relación al análisis de correlación ítem-escala, la correlación más alta corresponde al ítem 6 Necesito mucho tiempo para vencer mi timidez en situaciones nuevas (r=.702; p<.01), mientras la más baja corresponde al ítem 9 Me siento tímido cuando estoy en reuniones sociales (r=.430; p<.01). Es así, que los coeficientes de correlación pueden ser clasificados como moderados y altos (Delgado, Escurra & Torres, 2006). Estos resultados indican que los 11 reactivos miden indicadores de un mismo constructo, contribuyendo con eficacia a su medición. Sin embargo, el análisis de varianza entre las medias de los ítems arroja diferencias significativas, evidenciando diferencias entre ellos. Se observa que cada ítem mantiene cierta independencia, dentro de un todo que es la escala. Los estudios de Crozier (2005) (correlaciones ítem-test entre .31 y .67) y Vahedi (2011) (correlaciones ítem-test entre .35 y .65) reportan correlaciones por debajo de los hallados en nuestro estudio.

Con relación a la consistencia interna de la escala, los hallazgos en el presente trabajo (.84) son similares a los hallados por Crozier (2005) (.86) y Vahedi (2011) (.82). Estos índices son considerados como adecuados (Campo-Arias & Oviedo, 2008). Este resultado es corroborado por la estabilidad del coeficiente alfa de Cronbach en el intervalo de confianza al 99% (Intervalo de confianza al 99% del coeficiente alfa de Cronbach = 0.80; 0.88), tal como sugieren Ledesma (2004), Duhachek y Iacobucci (2004) y Newcombe y Merino (2006). Comparando con los hallazgos reportados originalmente por Cheek y Buss (1981) (.74) en la versión de 9 ítems, se observa que nuestros resultados son superiores, pero inferiores a los señalados por Melchior y Cheek (1990) en una versión de 20 ítems (.91). La variabilidad entre los índices de fiabilidad entre estas poblaciones puede deberse, tal como indican Prieto y Delgado (2010), a la variabilidad de las muestras.

El proceso de factorización evidencia la estructura factorial que subyace a la escala. Se puede observar que los pesos factoriales de cada variable (ítems) son semejantes. Este resultado se encuentra relacionado con la existencia de coherencia factorial entre las variables (ítems) integrantes de cada uno de los factores. Los resultados permiten concluir que la Escala de Timidez Revisada - ETR posee una adecuada validez factorial, lo que garantiza cierta coherencia entre las mediciones referidas al constructo que se mide (Muñiz, 1996).

El análisis factorial realizado ha logrado identificar dos factores subyacentes tras el constructo timidez, diferente a lo informado originalmente por Cheek y Buss (1981), quienes a través también de un análisis factorial exploratorio, determinaron un solo factor. La diferencia entre estos dos estudios puede deberse a que el estudio de Cheek y Buss fue realizado con una versión de 9 ítems. Nuestros resultados iniciales coinciden con lo reportado por Bruch et ál. (1989) quienes, aplicando un análisis factorial a la versión de 13 ítems de la escala Cheek & Buss, señalan la existencia de un modelo que especifica dos factores. Estos resultados pueden interpretarse en el sentido que la timidez es un comportamiento complejo, en donde los ítems no se articulan en torno a un único factor o componente, sino, está integrada por dos dimensiones que se distinguen claramente.

El primer factor, está conformado por los ítems 2, 3, 4, 5, 6, 9 y 11. Los ítems de este componente, indican profunda incomodidad en reuniones sociales, dificultad de decisión acerca de temas adecuados de conversación y para solicitar información. Las respuestas de aceptación, a lo que afirman las proposiciones, indican propensión a comportamientos identificados como tímidos, que reflejan un inadecuado sostenimiento de relaciones interpersonales. En este sentido, la timidez significa un déficit y/o inadecuación de las relaciones interpersonales. El factor 1 tiene siete ítems, el mayor número de la Escala de Timidez Revisada, explicando el 24.9% de la varianza total siendo sus cargas factoriales elevadas y con una alta confiabilidad (.781). Este factor lo hemos denominado Inadecuación de relaciones interpersonales. Así mismo, cuatro ítems componen el factor 2 (ítems 1, 7, 8 y 10) que expresan, tensión, nerviosismo y evitación para el contacto con otras personas. Expresiones como «Me resulta difícil actuar con naturalidad cuando me encuentro con gente nueva», «Me siento tenso cuando estoy con gente que no conozco bien» o «Me siento nervioso cuando tengo que hablar con alguien importante», indican estados subjetivos negativos que evitan contacto social de los individuos. Este factor posee una alta confiabilidad (.736), explicando el 24.2% de la varianza total. Podemos denominar este factor como Evitación de contacto social.

La varianza explicada por los dos factores es mayor al 20% mínimo requerido para determinar la unidimensionalidad (Carmines & Zeller 1979; citado por Dominguez, Villegas, Sotelo & Sotelo, 2012). Por otro lado, todos los valores factoriales fueron superiores a .50 (a excepción del ítem 11) lo que evidencia que los reactivos contribuyen significativamente a la evaluación del constructo timidez, lo que corrobora la estructura de dos factores. Así mismo, los hallazgos del análisis factorial cumplen los tres criterios señalados por Anastasi (1974) para ser considerado un análisis adecuado: estructura simple, saturaciones positivas y facilidad para la interpretación. Dominguez, Villegas, Yauri, Mattos y Ramirez (2012) señalan dos razones importantes para emplear un análisis factorial exploratorio y no confirmatorio: Una primera razón estriba en que es difícil especificar, en ciencias sociales, el valor de las correlaciones con cada factor; segundo, el no contar con información previa acerca del comportamiento de los ítems en el contexto peruano, imposibilita realizar un análisis confirmatorio que requiere la guía de supuestos previos.

Las correlaciones entre las subescalas y la puntuación total se analizan con base en dos orientaciones: significatividad y cuantía de la correlación. En relación a la significatividad, todos los coeficientes son significativos al nivel de .001; en referencia a la cuantía, el coeficiente de correlación entre la escala global y cada uno de los factores alcanzó un nivel muy alto (Delgado et ál., 2006). Esta correlación informa acerca de la validez de constructo de la Escala de Timidez Revisada, indicando que los dos componentes o subescalas miden lo mismo que la escala global, contribuyendo a la medición de las dimensiones del constructo timidez, aunque participan del total de modo diferente.

Las comparaciones de acuerdo al sexo, no mostraron diferencias significativas entre varones y mujeres en las escalas de inadecuación de relaciones interpersonales, evitación del contacto social y a nivel de la escala global, concordando con los hallazgos de Crozier (2005). Nuestros resultados y otros contrarios que señalan la existencia de diferencias significativas (Engfer, 1993; Stevenson-Hinde & Glover, 1996) indican que la relación entre la timidez y el género necesita de una mayor investigación (Kerr, 2000).

Los resultados indican que la Escala de Timidez Revisada de Cheek y Buss aplicada en adolescentes peruanos cuenta con adecuadas propiedades psicométricas, que permiten considerarla como una medida valida y confiable de la timidez que puede ser empleada en investigaciones futuras que relacionen esta variable con otras de tipo sociodemográficas o de personalidad, constituyendo así un paso importante hacia la comprensión de las diferencias individuales en la timidez. No obstante, es importante continuar las investigaciones que muestren evidencia de validez convergente, divergente y predictiva de la escala en una muestra más amplia con el objetivo de seguir evaluando su utilidad en muestras peruanas.


Referencias

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