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Psychologia. Avances de la Disciplina

On-line version ISSN 1900-2386

Psychol. av. discip. vol.10 no.1 Bogotá Jan./June 2016

 

Relación entre la violencia en el noviazgo y observación de modelos parentales de maltrato

Relation between dating violence and parental maltreatment model observation

Jorge Arturo Martínez Gómez*1, Rochy Vargas Gutiérrez2 y Mónica Novoa Gómez3

1 Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja - Colombia
2 Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá - Colombia
3 Investigadora Independiente, Bogotá - Colombia

*Este artículo es producto de un proyecto de investigación para obtener el título de Magister en Psicología Clínica de la P U. Javeriana, Bogotá. Los autores agradecen a la siguiente persona por su asesoría. César Armando Rey Anacona, Ph. D.
Correspondencia: Calle 24 No. 5-63, Antiguo Hospital San Rafael, Escuela de Psicología, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Tunja, Colombia. Correo electrónico: jorgearturo.martinez@uptc.edu.co.

Para citar este artículo: Martínez, J., Vargas, R., & Novoa, M. (2016). Relación entre la violencia en el noviazgo y observación de modelos parentales de maltrato. Psychologia: Avances de la Disciplina, 10(1), 101-112.

Fecha recepción: 30/05/2015. Fecha aceptación: 08/10/2015


Resumen

El objetivo fue describir la posible relación entre las características de la violencia en el noviazgo (recibida y ejercida), en adolescentes y jóvenes, con respecto a la observación de maltrato entre sus padres. El diseño fue descriptivo-correlacional, la muestra fue no probabilística (589 estudiantes, entre los 12-22 años). Los instrumentos fueron: listas de chequeo de experiencias de maltrato en la pareja (violencia recibida -forma A- y violencia ejercida -forma B-) y cuestionario de auto informe sobre violencia conyugal. Las variables evaluadas fueron presentación de violencia (física, emocional, psicológica, sexual) y observación de violencia entre los padres. Los resultados mostraron que el 70.9 % de los participantes reportaron haber sido víctimas de al menos una forma de violencia por parte de su pareja y el 48.6% reportó haber utilizado la violencia en contra de su pareja, los tipos más identificados fueron emocional y psicológica (61% y 51.4%). Se evidenció más reporte de violencia ejercida en mujeres (51.5 %) y más violencia recibida en hombres (50.7%). Se encontró una relación significativa entre haber observado violencia entre los padres y uso de conductas violentas con la pareja. Lo anterior es relevante para comprender el fenómeno de la violencia en el noviazgo en Colombia y plantear nuevas preguntas en relación con características de género, demográficas y culturales.

Palabras claves: Violencia en el noviazgo, patrones violentos, género.


Abstract

The aim was to describe the possible relationship between the characteristics of dating violence, in adolescents and young adults, with respect to the observation of these behaviors in their parents. The design was descriptive - correlational, the sample was nonprobability (589 students between 12-22 years). The instruments were: checklist experiences of abuse in the family (violence received -form A- and use of violence -form B-) and self-report questionnaire about domestic violence. The variables were: presentation of violence (physical, emotional, psychological, sexual) and observing violence between parents. The results showed that 70.9% of participants reported having been victims of at least one form of violence by their partner and 48.6% reported having use violence against their partner, the types identified were: emotional and psychological (61 % and 51.4%). Violence use was more reported by women (51.5%) and violence reception was more evidenced among men (50.7%). A significant relationship between having observed violence between parents and the use of violent behavior with the couple was found. This is particularly relevant to understanding the phenomenon of dating violence in our country and raises new questions regarding gender, demographic and cultural characteristics.

Keywords: Dating violence, modeling violent patterns, gender.


Introducción

En los últimos años la violencia en el noviazgo entre adolescentes se ha convertido en un problema social, no solo por la magnitud del fenómeno sino también por la gravedad de las consecuencias individuales y sociales tanto en víctimas como victimarios (Browne & Herbert, 1997; Fernández-González, O'Leary, & Muñoz-Rivas, 2013). Se ha definido a la violencia en el noviazgo, como actos de control, caracterizados por comportamientos agresivos que ocurren en una relación romántica entre parejas que no conviven, con el objeto de controlar o dominar a la persona física, sexual o psicológicamente (Close, 2005; Chung, 2005; Grover, 2004; Rey-Anacona, 2008).

Cuando se habla de violencia en el noviazgo, se debe señalar que hay diferencias con la violencia en parejas adultas que conviven, tanto en la intensidad de las conductas, el tipo de violencia, la frecuencia de las conductas y sus consecuencias. González-Ortega, Echeburúa y Corral (2008), señalan que, en las relaciones de noviazgo el tipo de violencia con mayor prevalencia es la psicológica, las conductas violentas suelen ser más sutiles y menos graves que en las parejas que conviven. Además, estos autores reportan que la violencia en las parejas jóvenes pueden considerarse un predictor de la violencia en las parejas adultas (Jain, Buka, Subramanian, & Molnar, 2010). Sin embargo, los adolescentes están en mayor riesgo de ser víctima en su relación de noviazgo que los adultos (Silverman, Raj, Mucci, & Hathaway, 2001), y las mujeres entre las edades de 16 y 24 años corren el mayor riesgo de ser víctimas en su relación de pareja (Rennison, 2001).

Los resultados de investigaciones en los últimos años en diferentes países demuestran que el maltrato en las relaciones de pareja jóvenes que no conviven, es un fenómeno frecuente. De acuerdo con una investigación desarrollada, con población norteamericana por Howard y Wang (2003), la prevalencia de adolescentes víctimas de alguna forma de violencia por su pareja oscila entre el 18 y el 32 %.

Estudios relacionados indican que entre el 20 y el 50 % de los adolescentes informaron estar en una relación de noviazgo donde experimentaron violencia por parte de su pareja (Connolly & Josephson, 2007; Jouriles, Platt, & McDonald, 2009), y entre un 50 y 80 % han conocido a un amigo que ha experimentado violencia en su relación de noviazgo (Craigen, Sikes, Healey, & Hays, 2009).

En un estudio longitudinal, Humphrey y White (2000) informaron que el 69.8 % de las mujeres había experimentado por lo menos un caso de violencia sexual, en su relación de noviazgo. Otro estudio encontró que el 68 % de los varones y el 33 % de las mujeres que asistieron a la preparatoria reportaron haber sido violentos con su pareja (Chase, Treboux, O'Leary, & Strassberg, 1998).

En chile (Región de la Araucanía), se desarrolló un estudio con 205 estudiantes universitarios, para determinar la prevalencia de la violencia en el noviazgo, un 71,7 % de los estudiantes encuestados declara haber experimentado al menos un episodio de violencia en su relación de pareja. Un 62 % declara haber experimentado episodios de violencia psicológica y un 31.7% violencia física. Los datos arrojaron una correlación significativa entre ser víctima de violencia y ser agresor(a), mostrando que los hombres son los victimarios más frecuentes en la relación de noviazgo (Saldivia & Vizcarra, 2012).

De igual forma, Vizcarra y Póo (2011), en una investigación realizada con 427 estudiantes universitarios chilenos, encontraron que el 57% había vivido alguna vez violencia psicológica y el 26% violencia física, los hombre informaron haber recibido mayor violencia de los dos tipos que las mujeres. Además, encontraron relación entre el tiempo de relación y las actitudes a favor de la violencia con los malos tratos en el noviazgo.

La encuesta nacional de demografía en Colombia (ENDS, Profamilia, 2010), muestra datos a nivel nacional y por regiones sobre violencia de pareja, agrupadas en las siguientes categorías: violencia verbal, maltrato psicológico, violencia física, abuso sexual, maltrato económico. El 65 % de las mujeres colombianas encuestadas, reportaron que sus esposos o compañeros ejercían situaciones de control sobre ellas, específicamente el 34 % informó que habían sido acusadas de infidelidad, 29 % que su pareja le impedía el contacto con amigas o amigos, el 39 % siempre le insistía en saber en dónde estaba ella y un 33 %, informó que su esposo no le consultaba o tenía en cuenta para la toma de las decisiones relacionadas con su hogar.

Además, el 32 % de las mujeres, afirmó que sus esposos o compañeros ejercían amenazas contra ellas. Con respecto a la violencia física el 37 % de las mujeres sufrió agresiones por parte de su esposo o compañero. Se encontró que el 37 % de las mujeres informaron el uso de alguna forma de violencia física hacia su esposo o compañero, sin tener una causa aparente para ejercer este tipo de conductas.

Para el caso específico de la violencia en el noviazgo no se cuenta con información general sobre el tipo o forma de violencia que más se presenta en Colombia, pero la que se tiene según la ENDS (2010) es que 4.4 % de las mujeres informaron haber sido víctimas de violencia física por parte de su novio y el 14 % haber sido víctima de violencia por parte de su exnovio. También se preguntó a todas las mujeres en edad fértil (15-49 años), si alguna vez había sido forzada a tener relaciones sexuales contra su voluntad, el 6 % informó este tipo de agresión por parte de su novio.

Las cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (2012), resaltan que de los 57.875 casos de violencia de pareja que valoró en el año 2010, 13.374 corresponden a personas entre los 25 a 29 años de edad, conformando el grupo con mayor prevalencia. En el segundo lugar fue ocupado por el rango de edad entre 20 y 24 años con un total de 12.322 de casos registrados; es importante resaltar que en el rango de 10 a 14 años se presentaron un total de 136 casos, de los cuales 132 fueron mujeres víctimas de violencia.

En Colombia, cabe considerar los resultados obtenidos en la investigación realizada por Rey-Anacona (2008), donde evaluó 562 estudiantes de una universidad pública en la ciudad de Tunja (Boyacá -Colombia), encontrando que el 87.9 % de los participantes refieren haber ejercido conductas de violencia, con mayor frecuencia maltrato psicológico, seguido por el físico, el emocional, el sexual, el negligente y el económico. Lo que permite pensar que el problema de la violencia en el noviazgo es tan frecuente y grave como en la vida adulta.

La forma de violencia más frecuente en las relaciones de noviazgo es la emocional o psicológica, la cual, implica el uso de expresiones verbales o no verbales destinadas a intimidar o herir a la pareja (DeMaris, 1992; Hanley & O'Neill, 1997; Fernández-González, O'Leary, & Muñoz-Rivas, 2013; Murphy & Cascardi, 1999; Murphy & Hoover, 2001). Con menor frecuencia se presenta conductas de violencia física, donde la intención es causar daño a la víctima dentro de la relación (Harned, 2001), caracterizado por empujar, morder, golpear, cachetear, patear, halar el pelo, estrangular, con el objetivo de hacer daño y someter a su pareja. Se puede presentar además control sexual caracterizado por contacto físico no deseado, obligar a tener relaciones sexuales, no permitir el uso de un método anticonceptivo u obligar hacer actos sexuales indeseados (Fernández-González et al., 2013; Halpern, Oslak, Young, Martin, & Kupper, 2001; Linder, Crick, & Collins 2002; Smith, White, & Holland, 2003). Además, se puede presentar acoso cibernético, los resultados de una investigación muestran que 57,2% de los participantes admite haber sido víctima de acosos por su pareja por medio del teléfono celular y 27,4% a través de la Internet y el 47,6% afirmó que habían ejercido intimidación en su pareja por medio el teléfono móvil y el 14% a través de Internet (Durán & Martinez-Pecino, 2015). En muchas situaciones los jóvenes expresan la aceptación del uso de la violencia, especialmente cuando se emplea como defensa frente a una agresión por parte de su pareja o por situaciones de infidelidad (Black & Weisz, 2004).

Respecto a las consecuencias de la violencia en las relaciones de noviazgo, los estudios confirman problemas en la salud física y psicológica tales como el abuso de sustancias (Brooks-Russell, Foshee, & Ennett, 2013; Foshee et al., 2005), conductas sexuales de riesgo, bajo rendimiento académico, abandono de los estudios, baja autoestima, además tiene relación con suicidios (Belshaw, Siddique, Tanner, & Osho, 2012), embarazos no deseados, trastornos alimentarios, aumento de sentimiento de culpa, ira, dolor, ansiedad y depresión (Giordano, Soto, Manning, & Longmore, 2010; Jackson, Cram, & Seymour, 2000; Lewis & Fremouw, 2001; Navarro & Pereira, 2000; Rivera, Allen, Rodríguez, Chávez, & Lazcano, 2006; Silverman, Mucci, & Hathaway 2001;Wekerle & Wolfe, 1999).

Teniendo en cuenta la prevalencia y sus consecuencias en esta población, es importante contar con datos que permitan caracterizar esta problemática en parejas en donde se han presentado este tipo de maltratos, por lo tanto, el objetivo fue describir la posible relación entre las características de la violencia en el noviazgo (recibida y ejercida), en adolescentes y jóvenes escolarizados de tres colegios públicos, con respecto a la observación de maltrato entre sus padres. El diseño que se utilizó fue no experimental transversal descriptivo-correlacional (Hernández, Fernández, & Baptista, L. 2010).

Método

Participantes

Los participantes fueron seleccionados a través de un muestreo no probabilístico, la participación fue anónima y voluntaria, en total se aplicaron 648 cuestionarios; sin embargo, se descartaron 59 (8%), cuestionarios, porque reportaron que no habían tenido una relación de pareja previa a la aplicación.

Los criterios de inclusión de los participantes fueron los siguientes:

  1. Tener una relación de noviazgo actual o previo a la investigación, de acuerdo con el informe del (la) estudiante.
  2. Tener una edad entre 14 y 22 años de edad, rango en el cual existe una alta probabilidad de haber tenido una relación de noviazgo.
  3. Con respecto a los menores de edad, tener el consentimiento informado, firmado por un tutor.
  4. Querer participar voluntariamente en la investigación.

Los criterios de exclusión de los participantes fue no cumplir con uno de los criterios de inclusión.

La muestra estuvo constituida por 589 estudiantes (294 mujeres, 295 hombres, edad M = 15.3 años, DT = 1.42 años, rango de edad 12-22 años) de los grados noveno, décimo y undécimo de tres colegios públicos de la ciudad de Tunja (Boyacá) (ver Tabla 1). El nivel socioeconómico de la muestra se ubica en mayor porcentaje en estrato dos con el 44% seguido del estrato uno con el 43%. La duración de las relaciones de noviazgo en promedio fue de siete meses.

Instrumentos

Ficha de caracterización sociodemográficos de la muestra donde se recogieron variables como: edad, sexo, nivel económico, duración de la relación, número de relaciones previas, grado educativo que cursan.

Cuestionario de auto informe sobre incidentes de violencia conyugal (Rey, 2008). Es un instrumento de autoinforme, que permite recoger información sobre la exposición a violencia en adolescentes de 14 conductas de maltrato ejercidas tanto por el padre como por la madre, a través de una escala dicotómica (Sí-No). Recoge información de violencia física, verbal, amenazas verbales, amenazas con un objeto contundente, violencia sexual, violencia económica y amenazas de daño a familiares. Este cuestionario tiene una validación nivel metodológico y de contenido mediante la técnica de jueces expertos.

Lista de Chequeo de Experiencias de Maltrato en la Pareja Forma A (Rey-Anacona, 2009). Es un cuestionario que permite reportar la ocurrencia 79 formas de maltrato realizadas por la pareja, de tipo físico, verbal, emocional, psicológico, sexual, económico y negligente, por medio de una escala tipo Likert con las siguientes opciones: "Nunca", "Una vez", "Algunas veces" o "Muchas veces". Los últimos 11 ítems van dirigidos a personas que conviven, por lo tanto, en esta investigación, solamente se analizaron los 68 primeros ítems.

Validación de contenido del instrumento. La Lista de Chequeo de Experiencias de Maltrato en la pareja, fue objeto de una validación a nivel de contenido, por medio de su valoración por tres jueces expertos y fue sometida a una prueba piloto.

Se analizó la consistencia interna del instrumento con 1081 estudiantes vinculados a la Sede Central de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC), 489 varones (45.2%) y 592 mujeres (54.8%), entre 15 y 42 años de edad (M = 19.66 años; DT = 2.85 años). El instrumento total obtuvo un Alfa de Cronbach de .96, mostrando por tipo de maltrato los siguientes valores: Psicológico: .92, Emocional: .87, Físico: .87, Se­xual: .81, Económico: .77.

Lista de Chequeo de Experiencias de Maltrato en la Pareja Forma B (Rey-Anacona, Mateus-Cubides, & Bayona-Arévalo, 2010). Es una lista de chequeo de carácter descriptivo, auto aplicable, no cuenta con propiedades psicométricas, que permite identificar la realización de 95 conductas de maltrato hacia la pareja, de tipo físico, verbal, emocional, psicológico, sexual, económico y negligente. La escala de que utiliza es tipo Likert con las siguientes opciones: "Nunca", "Una vez", "Algunas veces" o "Muchas veces". El instrumento cuenta con una consistencia interna de un alfa de (.96).

Procedimiento

Se solicitó el consentimiento informado por escrito de las instituciones educativas, padres de familia y estudiantes. Con respecto a las instituciones educativas, se reunió con los rectores y profesores, para socializar los objetivos, la forma como se iba a desarrollar, beneficios y posibles consecuencias de la investigación. Contando con el consentimiento de la institución, se realizó una reunión con los padres de familias de los estudiantes que participarían, para socializar el proyecto, al finalizar se les entregó el formato de consentimiento informado, el cual debía ser firmado por los padres para autorizar la participación de sus hijos.

Las listas de chequeo fueron administradas de forma colectiva con una duración de la aplicación de 35 minutos, por un psicólogo con estudios de maestría en psicología clínica. Los participantes fueron contactados en el salón de clases en sus colegios, a quienes se les suministró la siguiente información para obtener su consentimiento informado: a) El procedimiento de la investigación y sus posibles molestias; b) la posibilidad de no aceptar participar en el estudio o de retirarse durante la aplicación de los instrumentos, sin que ello conllevase repercusiones académicas o de otro tipo; c) el anonimato y el mantenimiento reservado de los cuestionarios.

Para llevar a cabo los distintos análisis se utilizó el paquete informático SPSS (Statistical Package for Social Sciences) versión 12.0 para Windows, donde se examinó el análisis de frecuencias y la prueba de Independencia con el estadístico Chi-Cuadrado %2, para describir las conductas de violencia que reportaron los adolescentes y jóvenes en sus relaciones de noviazgo, tanto a nivel general como por cada tipo (psicológica, física, emocional, sexual, económica), además, para identificar si existe correlación entre las variables de haber observado violencia entre los padres y haber ejercido o ejercido violencia en la relación de noviazgo, para lo cual se codificó dichas conductas cuando era informada con 1 y su ausencia con 0, la naturaleza de las variables fue de tipo cualitativo y su medida nominal con presencia o ausencia de la conducta.

Resultados

El 75.9% (n = 446) de los participantes refirió haber sido víctima por parte de su pareja, de por lo menos una de las conductas de maltrato que mide el instrumento utilizado (ver tabla 2), el 50.7% (n = 226) hombres encuestados informaron haber experimentado al menos un episodio de violencia por parte de su pareja y el 49.3% (n = 220) mujeres encuestadas informaron haber experimentado por lo menos una forma de violencia por parte de su pareja. No se encontró relación estadísticamente significativa entre las conductas de violencia y género, X2 (1, N= 589) =.334, p = .563 (ver tabla 3).

De igual forma, en este grupo se encontró que el 51.5% (315) de los participantes reportaron haber ejercido por lo menos una conducta de violencia en su relación de noviazgo (ver tabla 3), el 47,9% (145) de los hombres encuestados informaron haber utilizado por menos un tipo de violencia hacia su pareja y el 52.1% (158) mujeres informaron haber utilizado al menos una forma de violencia hacia su pareja. No se encontró relación estadísticamente significativa entre las conductas de ejercer violencia y género X2 (1, N = 589) =1.340, p = .247 (ver tabla 3). Las agresiones fueron de carácter bidireccional, tanto hombres como mujeres cometieron y sufrieron la violencia.

TABLA 2

TABLA 3

Con respecto al tipo de violencia, se encontró que el más común fue la violencia emocional, seguida por la psicoló gica, física, económica y sexual, respectivamente. Al hacer una correlación por género no se encontró una relación significativa. Sin embargo, son los hombres quienes reportan mayor frecuencia de violencia recibida de su pareja (ver tabla 4).

TABLA 4

En la tabla 5 se encuentran los datos de haber presenciado violencia entre los padres y el número de participantes que informó haber sido víctimas de conducta de maltrato en su relación de noviazgo, se encontró que el 43.5% (256) jóvenes reportan haber observado violencia entre sus padres y haber sido víctimas de algún tipo de violencia por parte de su pareja y el 8.3 % (49) jóvenes reportaron haber observado violencia entre sus padres y no informaron conductas de violencia de ningún tipo en su relación por parte de su novio o novia. Comparando estos porcentajes, se halló una relación significativa entre haber observado violencia entre sus padres e informar el uso de al menos una conducta de maltrato por parte de la pareja (ver tabla 5). De igual forma, se encontró una relación significativa entre haber presenciado violencia entre los padres y haber cometido conductas de violencia en su relación de noviazgo (ver tabla 5).

TABLA 5

Las conductas de violencia en el noviazgo que más reportan los encuestados son las de control como: (a) le llamó varias veces al día para averiguar que estaba haciendo con un 29.4%, (b) controló su tiempo con 23.5%, (c) le acusó injustamente de ser infiel con un 29.9%, (d) le vigiló en su lugar de estudio o trabajo con un 18.2%, (e) le prohibió que se volviera a reunir con sus amigos(as) con un 15.8%.

Con respecto a las conductas de violencia de tipo psicológico, las que más se reportan son: (a) le humilló frente a otra(s) persona(s) con un 12.9%, (b) Habló mal de usted con amigos o conocidos con un 12.5%, (c) controló sus actividades cotidianas con un 19.6%, (d) le dijo groserías con un 19.8%, (e) le culpó de todo lo malo que le ocurre a él (ella) con un 14.3%, (f) se refirió a asuntos pasados para hacerla(lo) sentir mal con un 19.1%, (g) le hizo sentir ridícula(o), burlándose de usted frente a otras personas con un 13.9%.

De igual forma de las conductas de violencia de tipo emocional las que más reportan los encuestados son: (a) rompió o destruyó algún bien personal suyo con un 10.7%, (b) amenazó con tener una relación con otra persona con un 9.4%, (c) amenazó con hacerse daño a sí mismo(a), si usted no hacía algo que él(ella) dijo con un 6.3% y (d) le amenazó con un objeto peligroso (por ejemplo, un mazo, una piedra, etc.) con un 3.3%.

De las conductas de violencia de tipo físico las que más se reportaron son: (a) le arrojó algún objeto en un momento de conflicto con un 7.6%, (b) le apretó fuerte con intención de lastimarla(lo) con un 12.9% (ver tabla 6).

TABLA 6

Discusión

Este estudio transversal descriptivo-correlacional, pretendió examinar la prevalencia de las principales conductas violentas (recibida y ejercida) en el noviazgo, de tipo físico, psicológico, emocional, sexual y económico y su relación con la observación de maltrato entre sus padres, en una muestra de adolescentes estudiantes de secundaria de tres colegios públicos.

En comparación con los resultados y conclusiones de otros estudios similares realizados en el ámbito de la violencia en el noviazgo, las conductas de violencia se presentan de forma bidireccional, es frecuente este tipo de comportamientos en la interacción de los jóvenes en sus relaciones amorosas. Esta situación podría considerarse como un problema social, por sus consecuencias tanto en la víctima como en el victimario y porque el noviazgo se constituye en una experiencia que fomenta las bases para las relaciones íntimas en la adultez, siendo un posible antecedente para la violencia de pareja e intrafamiliar (Furman, Simon, Shaffer, & Bouchey, 2002; Rey-Anacona, 2009; Rey-Anacona, et al., 2010).

Así mismo, en cuanto a la frecuencia de violencia ejercida por los adolescentes y concordancia con algunos estudios, se ha encontrado que la prevalencia de la violencia psicológica es común presentándose agresiones verbales y psicológicas (insultos, acusaciones e intimidación), además, se presenta conductas de violencia física, sexual, económica y negligente (Halpern, Oslak, Young, Martin, & Kupper, 2001; Linder, Crick, & Collins 2002; Smith, White, & Holland, 2003).

Los resultados de ésta investigación indican un alto porcentaje de participantes que informaron algún acto de maltrato por parte de su pareja (75.6%). Esta prevalencia es similar a la encontrada en estudios donde se ha analizado dicha forma de maltrato, que en los Estados Unidos reportan cifras alrededor del 88% (Cornelius & Resseguie, 2007). Una prevalencia incluso más alta fue encontrada por Rey-Anacona (2013), al analizar la frecuencia de conductas de violencia en una muestra de varones y mujeres entre 15 y 35 años de edad en Colombia, la cual alcanzó 82.6%.

Se obser va la ausencia de una diferencia estadísticamente significativa entre el porcentaje de hombres y de mujeres que fueron objeto de al menos una forma de maltrato de pareja, lo cual coincide con estudios que no han encontrado diferencias sustanciales en dicha prevalencia por género (Molidor, 2005; Muñoz-Rivas, Graña, O'Leary, & González, 2007; Sears, Byer, & Price1, 2007; González & Santana, 2001; Rivera; Allen; Rodríguez; Chávez, & Lazcano, 2006).

Los resultados de esta investigación muestran una prevalencia elevada de bidireccionalidad (recibida y ejercida) de conductas violentas tanto por hombres como por mujeres en su relación de pareja. Los hombres reportan con mayor frecuencia ser víctimas de violencia por parte de su pareja, sin embargo, estos hallazgos son contrarios a algunas investigaciones donde los resultados arrojan que las mujeres reportan con mayor frecuencia ser víctimas de violencia por parte de su pareja (Rivera et al., 2006).

No obstante, otras investigaciones muestran resultados similares, donde el hombre informa con mayor frecuencia ser víctima de violencia en su relación de pareja, es el caso de Nocentini, Menesini, y Pastorelli, (2010). Foshee (1996), encontró en estudiantes de octavo y noveno grado en una escuela rural en Carolina del Norte, que las mujeres ejercen mayor violencia psicológica en cambio los hombres cometen mayor violencia sexual. Así mismo, Rodríguez, (2015) reportó que el porcentaje de mujeres que informaron haber ejercido algún tipo de violencia sobre sus parejas fue superior que los hombres en el caso de violencia física, y psicológica, pero no en el caso de violencia sexual.

Es posible que las diferencias existentes en los estudios que se han mencionado, se deban a la forma como se ha definido la unidad de análisis (violencia en el noviazgo), el método y los instrumentos utilizados para eva­luar la violencia y las características socioculturales de la población. Sin embargo, existe evidencia en las investigaciones para afirmar que la prevalencia de la violencia es alta y sus consecuencias podrían ser graves.

En cuanto a la comparación entre haber presenciado algún tipo de violencia entre sus padres y el informar ser víctima de algún tipo de violencia por parte de su pareja, se encontró una correlación significativa, estos resultados son consistentes a los hallazgos de otras investigaciones, donde señalan que haber sido testigos de violencia entre los padres, así como de ser víctimas de violencia intra-familiar es considerado un factor de riesgo para presentar violencia en su relación de pareja (Caballero & Ramos, 2004; Tucker, Osla, & Young, 2001).

La exposición a violencia entre los padres se podrían relacionar con modelos de imitación que facilita la victimización (Fleming, Herrenkohl, & Catalano, 2010). Es de especial relevancia en este estudio la inclusión de la observación de violencia entre los padres, pues nos aporta información sobre el entorno donde se adquiere este tipo de conductas, las cuales pueden ser un producto del aprendizaje por observación de situaciones de violencia intrafamiliar, en sus familias de origen (Narayan, Englund, & Egeland, 2013). Desde esta perspectiva, las conductas de violencia que se presentan en las relaciones de noviazgo de jóvenes, pueden explicarse en función de si se posee o no comportamientos sociales idóneos para la solución de problemas, empatía y conductas prosociales, que le permitan al adolescente asumir una relación afectiva saludable.

En conclusión estos resultados indican, que en la población objeto de estudio, los malos tratos durante el noviazgo son frecuentes, independientemente del género y por lo tanto, se deberían implementar programas de prevención y de intervención para adolescentes y adultos jóvenes en riesgo de ser víctima de estas prácticas en su relaciones amorosas, considerando que la violencia durante el noviazgo podría predecir la violencia marital.

Es importante señalar que una dificultad de esta investigación, es que la prevalencia se mide a través de la violencia declarada por los participantes como víctima o victimario, y por lo tanto, la deseabilidad social pudo haber influido (Fernández-González, O'Leary, & Muñoz-Rivas, 2013). No obstante, estos análisis nos pueden proporcionar información relevante sobre esta problemática y sus conclusiones están limitadas al grupo de estudio, quedando por fuera adolescentes no escolarizados y estudiantes en formación profesional.

De esta forma, esta investigación se trata de un estudio descriptivo -correlacional que debe ser profundizado con diseños y metodologías cualitativas y cuantitativas para investigar la construcción social y cultural de las relaciones de noviazgo de los adolescentes; donde se vinculen con cierto tipo de prácticas culturales, instauradas en el contexto familiar y educativo, que permitan hacer un análisis de los determinantes de la violencia en el noviazgo desde los procesos psicológicos y sociales que participan en su producción, como factores de riesgo de la violencia desde una perspectiva: macrosocial, microsocial e individual .


Referencias

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