Introducción
Las dinámicas de las familias en Colombia han cambiado significativamente durante los últimos 25 años por diferentes factores económicos, políticos y socioculturales, impactando en el comportamiento y la autoestima de los niños y niñas (Departamento Nacional de Planeación, 2015). Según el Observatorio de Políticas de las Familias de Colombia, de 1993 a 2015 ha habido un decremento de las familias biparentales, pasando de 55.6 % a 46.3 %; mientras que se han incrementado las familias monoparentales de 9.9 % a 14.3 % lo cual ha traído como consecuencia cambios en la comunicación y distribución de roles entre sus miembros (Departamento Nacional de Planeación, 2015).
Para Sánchez y Valdés (2011), “las dinámicas familiares son el conjunto de pautas funcionales conscientes o inconscientes que organizan los modos en los cuales interactúan los miembros de una familia” (p. 181). Estas se caracterizan por ser de cooperación, intercambio, poder y conflicto, de acuerdo a la distribución de responsabilidades en el hogar, la participación y la toma de decisiones (Torres, Reyes, Ortega & Garrido, 2015); asimismo, tienen un impacto en el desarrollo físico, cognitivo, emocional y conductual de los niños (Cardona, Martínez & Klimenko, 2017).
En las dinámicas familiares intervienen diferentes elementos, uno de ellos es la comunicación, que es la interacción personal en la que se intercambia información entre padres e hijos, persistiendo entre ellos condiciones, conocimientos y reglas que hacen posible dicho proceso (Alfonso, Valladares, Rodríguez & Selín, 2017). Otro elemento es la cohesión familiar, entendida como el vínculo emocional que se forja entre los miembros de una familia y que es expresada por medio del apoyo mutuo, el afecto recíproco y la realización de actividades en familia (Zuñeda, Llamazares, Marañón & Vásquez, 2016).
El ocio compartido es otro elemento que contribuye en las dinámicas familiares, refiriéndose a los momentos de disfrute familiar, donde los padres y los niños participan de momentos de calidad e interacciones caracterizadas por el amor y el afecto, ayudando a mantener el bienestar personal y familiar (Offer, 2014).
Uno de los factores que interfiere en las relaciones familiares es el conflicto, comprendido como la oposición o disputa entre ambos progenitores u otros miembros de la familia, cuyo propósito es expresar las diferencias entre las partes (Zuñeda et al., 2016). Cuando las interacciones son inadecuadas generan alteraciones de la conducta en los niños (Fernández-Daza & Fernández-Parra, 2017; Vahedi, Krug & Westrupp, 2019; Yan & Ansari, 2017).
Una de las perspectivas que más desarrollo investigativo ha tenido sobre las alteraciones del comportamiento infantil es el Sistema de Evaluación Basado Empíricamente de Achenbach (ASEBA). Este sistema asume que dichas alteraciones se dividen en grupos de síndromes de banda estrecha cuando son trastornos específicos, o de banda ancha, cuando son síndromes que forman categorías diagnósticas más generales; entre estos últimos se encuentran los trastornos externalizantes (Achenbach, 2015).
Los trastornos externalizantes son una alteración del control y la autorregulación de la conducta que es manifestada en el ambiente, generando incomodidad y conflicto en el entorno (Nie, Li, Dou & Situ, 2014; Vahedi et al., 2019). Se caracterizan por presentar patrones de agresividad y persistente ruptura de reglas los cuales se han encontrado asociados a problemas en la autoestima de los niños (Inglés et al., 2014).
Diversos estudios concernientes a las dinámicas familiares y las conductas externalizantes han reportado que las dinámicas con estilos de crianza autoritativos, basados en el afecto, apoyo y comunicación asertiva, permiten contrarrestar la influencia de ambientes sociales negativos y prevenir conductas delictivas (Fuentes, Alarcón, García & Gracia, 2015). De igual modo, la calidad del tiempo compartido entre padres e hijos es un factor protector frente a la aparición de conductas desadaptativas (Offer, 2014); mientras que aquellos ambientes donde hay poca cohesión familiar, ausencia de lazos afectivo emocionales, así como uso de estilos autoritarios y negligentes, generan en los hijos mayores conductas externalizantes (Amezcua, Juárez, González-Forteza, Martínez & Medina-Mora, 2016; Fuentes et al., 2015; Mayorga, Godoy, Riquemel, Ketterer & Gálvez, 2016; Yoon et al., 2019).
Adicionalmente, se ha encontrado que las dinámicas familiares tienen un impacto en la autoestima de los niños. La autoestima es la valoración global que posee el niño sobre sí mismo; se puede identificar a partir de seis dimensiones: la “física” hace referencia a la percepción que tiene el niño sobre sus habilidades y apariencia física; la “social” que implica la percepción que tiene el niño sobre las relaciones con los demás (Biddle, Ciaccioni, Thomas & Vergeer, 2019; García & Musitu, 2014); la “intelectual” es entendida como la percepción que tiene el individuo sobre su competencia en situaciones escolares o en momentos en los que tiene que adquirir y aplicar nuevos conocimientos; la “conductual” es referida como la percepción que tiene el individuo sobre su comportamiento en los diferentes espacios y situaciones; de “falta de ansiedad” es descrita como la percepción sobre la ausencia de problemas de tipo emocional, y, finalmente, la “dimensión de felicidad-satisfacción” es entendida como el grado de satisfacción ante las características y circunstancias personales (Piers, 1996).
En este sentido, los padres con altos niveles de calidez y aceptación, así como con el establecimiento de límites claros y coherentes desarrollan e incrementan la autoestima en sus hijos (Pinheiro & Mena, 2014; Troshikhina & Manukyan, 2016). También se ha reportado que aquellos niños que eran tenidos en cuenta por sus padres presentaban altos niveles de autoestima (Martínez, Murgui, García & García, 2019) y mejor adaptación escolar (Xu et al., 2019). Por otra parte, se ha hallado que niños con alto nivel de conducta externalizante tienden a presentar baja autoestima (Collins & Echezona, 2017; Estévez, Jiménez & Moreno, 2018; Garaigordobil et al., 2013).
La evidencia científica revisada ha señalado la necesidad de seguir el papel que desempeñan, de manera específica, las dinámicas familiares de la cohesión familiar, la comunicación, el ocio compartido y los conflictos, en el desarrollo de estos problemas de comportamiento y de autoestima en los niños; más si se tiene en cuenta que en Colombia no hay suficientes estudios que den cuenta de dicha relación. A su vez, permitirá a futuro tener mayor información para el diseño de programas de intervención con padres para el fortalecimiento de las dinámicas familiares. A partir de la fundamentación expuesta anteriormente, en el presente estudio se planteó como objetivo establecer la relación entre las dinámicas familiares, las conductas externalizantes y la autoestima en niños de 8 a 12 años de un colegio público y uno privado de la ciudad de Bogotá, Colombia.
Método
Tipo de estudio
La presente investigación se enmarca como un estudio cuantitativo, de diseño transversal y alcance descriptivo-correlacional (Ato, López & Benavente, 2013), dado que se busca establecer la relación entre las dinámicas familiares, las conductas externalizantes y la autoestima en niños de 8 a 12 años.
Participantes
Se realizó un muestreo no probabilístico por conveniencias para un total de 158 diadas padre e hijo participantes. Con respecto a los niños, el 74 % pertenecían a un colegio privado y el 26 % a un colegio público de la ciudad de Bogotá. 68 % eran de sexo femenino y 32 % de sexo masculino. El mayor porcentaje de los participantes tenía 10 años de edad con un 33 %. El 39 % cursaban quinto grado de primaria. El 72 % de estudiantes eran de estrato dos, el 23 % de estrato tres y solo el 5 % eran de estrato uno. Adicionalmente, el 43 % de los participantes vivían conjuntamente con sus padres y hermanos, el 13 % con los padres y algún miembro de la familia extensa, el 12 % con ambos padres sin hermanos y el 5.1 % con un solo padre o con familia reconstituida.
La muestra de los padres estuvo conformada por un 75.3 % de mujeres y un 24.7 % de hombres, de los cuales el 56.4 % se encontraba en rango de edad entre los 31 y 40 años, 45.6 % convivían en unión libre y el 95.6 % habían vivido siempre con sus hijos. Adicionalmente, el 36.7 % de los padres eran bachilleres, el 27 % tenían formación técnica y otro 27 % tenían formación universitaria.
Instrumentos
Se aplicaron tres instrumentos. El primero de ellos fue el Cuestionario de Evaluación de Estilos Educativos de Padres (CEEP), el cual evalúa dinámicas familiares, rol parental, competencias emocionales, estilos educativos y prácticas parentales. Consta de 66 ítems tipo Likert, con cuatro opciones de respuesta, siendo 3 la mayoría de las veces, 2 con frecuencia, 1 en ocasiones y 0 rara vez. Está desarrollado para ser cumplimentado por padres de hijos entre 6 y 12 años. Tiene una confiabilidad elevada con un alfa de Cronbach de .92 para población de habla castellana. Sus escalas tienen confiabilidades medias-altas con .64 y .84 (Gómez et al., 2013). Para el presente estudio se empleó la subescala de dinámicas familiares, cuyos puntajes fueron agrupados en nivel alto, medio y bajo.
De igual modo, se empleó la Lista de Chequeo de la Conducta Infantil (CBCL), formato de padres, que evalúa los comportamientos externalizantes e internalizantes en niños de 4 a 16 años (Achenbach & Rescorla, 2001). En la adaptación colombiana, obtuvo un coeficiente de confiabilidad de .83 y una consistencia interna de .94. Las posibilidades de respuesta de este instrumento son 0 si no es cierto, 1 si algunas veces es cierto y 2 si es cierto muy a menudo. Los puntajes se agrupan en niveles normal, borderline y clínico (Rescorla et al., 2012; Hewitt, Jaimes, Vera & Villa, 2012).
Finalmente, se aplicó la Escala de Autoconcepto de Piers-Harris, cuyo objetivo es la medición del nivel del autoconcepto global a través 80 ítems con respuesta dicotómica, Sí o No, agrupados en 6 subescalas, a saber: autoconcepto conductual, intelectual, físico, social o popularidad, falta de ansiedad y felicidad-satisfacción en niños entre 7 y 12 años, cuyos puntajes fueron agrupados en nivel alto, medio y bajo. Adaptada para la población colombiana (Vivas, 1998). La confiabilidad total de la prueba es de .98 de acuerdo al alfa de Cronbach y de .87 en Kuder-Richardson para test con ítems dicotómicos (Guillen & Ramírez, 2011).
Procedimiento
Este proceso se efectuó en tres fases en las que se presentan las acciones a seguir.
Fase 1. Inicio: Como primera medida, y acorde con consideraciones éticas de la Ley 1090 del psicólogo requeridas para el estudio, se solicitó el permiso a las instituciones educativas para llevar a cabo las aplicaciones. Luego se realizó un acercamiento a los padres y a los niños, informándoles en qué consistía y cuál era el propósito de la investigación. Una vez ellos accedieron a participar, se procedió a entregar los consentimientos a los padres y asentimientos informados a los niños, que debían ser firmados y entregados a los investigadores.
Fase 2. Implementación: Durante las reuniones realizadas en cada colegio, se llevó a cabo la aplicación del Cuestionario de Evaluación de Estilos Educativos de Padres (CEEP) y la Lista de chequeo de la conducta infantil (CBCL) a los padres. La Escala de autoconcepto de Piers-Harris fue aplicada a los niños en una de sus horas de clase. Todos los instrumentos fueron aplicados por los investigadores en la institución educativa, de manera presencial y grupal.
Fase 3. Finalización: Luego de aplicar los instrumentos, se recogieron ordenadamente y se procedió a calificar cada una de las pruebas. Posteriormente, los datos fueron codificados y analizados. Cabe resaltar que acogiéndose al principio de beneficencia de la Ley 1090, se les entregaron los resultados globales del estudio a las instituciones y a los niños se les brindaron talleres para el fortalecimiento de la autoestima.
Análisis estadísticos
Los resultados de esta investigación se procesaron con el software SPSS Statistics, versión 23. En primera instancia, se realizaron análisis descriptivos de frecuencia de cada una de las variables. Posteriormente, se realizó la prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov y Shapiro-Wilk según correspondía. Finalmente, se llevaron a cabo los análisis correlacionales entre las variables del estudio. Para las variables que presentaron distribución normal, se realizó el análisis de correlación por medio del coeficiente de Pearson, y para las variables que no presentaron distribución normal, se llevó a cabo el análisis de correlación a través del coeficiente de Spearman.
Resultados
Con el fin de identificar la relación entre dinámicas familiares, conductas externalizantes y autoestima en niños entre 8 y 12 años de un colegio público y uno privado de Bogotá, a continuación se presentan los diferentes hallazgos.
En cuanto a los análisis descriptivos de cada una de las variables, de acuerdo con la Tabla 1, respecto a las dinámicas familiares, los mayores porcentajes que se encontraron fueron los siguientes: el 77.8 % de los participantes del colegio privado tuvieron un nivel alto en comunicación; el 64.1 % un nivel medio de cohesión familiar; el 50.4 % un nivel medio en ocio compartido, y el 83.8 % bajo en conflictos familiares, lo cual evidencia que, en general, las dinámicas familiares tienden a caracterizarse por ser armónicas.
Colegio | Nivel | ||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|
Privado (n=117) | Dinámicas familiares | Alto | Medio | Bajo | |||
F | % | F | % | F | % | ||
Cohesión Familiar | 40 | 34.2 | 75 | 64.1 | 2 | 1.7 | |
Comunicación | 91 | 77.8 | 25 | 21.4 | 1 | .9 | |
Ocio Compartido | 55 | 47.0 | 59 | 50.4 | 3 | 2.6 | |
Conflictos | 3 | 2.6 | 16 | 13.7 | 98 | 83.8 | |
Clínico | Borderline | Normal | |||||
F | % | F | % | F | % | ||
Conducta Externalizante | - | - | - | - | 117 | 100.0 | |
Ruptura de reglas | 1 | .9 | - | - | 116 | 99.1 | |
C. agresivo | - | - | 4 | 3.4 | 113 | 96.6 | |
Autoestima | Alto | Medio | Bajo | ||||
F | % | F | % | F | % | ||
Conductual | 92 | 78.6 | 24 | 20.5 | 1 | .9 | |
Intelectual | 73 | 62.4 | 42 | 35.9 | 2 | 1.7 | |
Física | 88 | 75.2 | 28 | 23.9 | 1 | .9 | |
Falta de Ansiedad | 60 | 51.3 | 53 | 45.3 | 4 | 3.4 | |
Popularidad | 55 | 47.0 | 57 | 48.7 | 5 | 4.3 | |
Felicidad-Satisfacción | 97 | 82.9 | 18 | 15.4 | 2 | 1.7 | |
Público (n=41) | Dinámicas familiares | Alto | Medio | Bajo | |||
F | % | F | % | F | % | ||
Cohesión Familiar | 13 | 31.7 | 26 | 63.4 | 2 | 4.9 | |
Comunicación | 22 | 53.7 | 18 | 43.9 | 1 | 2.4 | |
Ocio Compartido | 22 | 53.7 | 15 | 36.6 | 4 | 9.8 | |
Conflictos | 4 | 9.8 | 5 | 12.2 | 32 | 78.0 | |
Clínico | Borderline | Normal | |||||
F | % | F | % | F | % | ||
Conducta Externalizante | - | - | 3 | 7.3 | 38 | 92.7 | |
Ruptura de reglas | 3 | 7.3 | 1 | 2.4 | 37 | 90.2 | |
C. agresivo | 1 | 2.4 | 1 | 2.4 | 39 | 95.1 | |
Autoestima | Alto | Medio | Bajo | ||||
F | % | F | % | F | % | ||
Conductual | 33 | 80.5 | 8 | 19.5 | - | - | |
Intelectual | 25 | 61.0 | 16 | 39.0 | - | - | |
Física | 30 | 73.2 | 11 | 26.8 | - | - | |
Falta de Ansiedad | 24 | 58.5 | 17 | 41.5 | - | - | |
Popularidad | 25 | 61.0 | 15 | 36.6 | 1 | 2.4 | |
Felicidad-Satisfacción | 35 | 85.4 | 6 | 14.6 | - | - |
Nota. F: Frecuencia.
En relación con la conducta externalizante, se evidencia que el 100 % se ubicó dentro del rango normal; no obstante, el .9 % presentó comportamiento de ruptura de reglas en rango clínico y el 3.4 % en rango borderline en comportamiento agresivo. Esto significa que los niños tienden a tener un comportamiento regulado que les permite tener una relación adecuada con el entorno familiar, escolar y social.
Respecto a la autoestima, se evidenció que los participantes presentaron puntuaciones altas en autoestima conductual con un 78.6 %, intelectual con un 62.4 %, física con un 75.2 %, falta de ansiedad con un 51.3 % y felicidad-satisfacción con un 82.9 %, mientras que el 48.7 % presentó puntuaciones en un nivel medio para popularidad. Esto denota que, en general, las puntuaciones en autoestima de los niños se encuentran en niveles bastante favorables.
Por su parte, el 53.7 % de los participantes del colegio público se ubicaron en el nivel alto en comunicación y ocio compartido, el 63.4 % en nivel medio de cohesión familiar, y el 78.8% bajo en conflictos familiares.
En conducta externalizante, el 92.7 % se ubicó dentro del rango normal y el 7.3 % dentro del nivel borderline. En ruptura de reglas, el 2.4 % presentó puntuaciones dentro del nivel borderline, mientras que el 7.3 % se ubicó en rango clínico. En comportamiento agresivo, el 2.4 % se localizó en el nivel borderline y otro 2.4 % en clínico, lo cual significa que los niños tienden a evidenciar un comportamiento regulado.
En autoestima se evidenció que 80.5 % presentó un nivel alto en autoestima conductual, 61.0 % en intelectual, 73.2 % en física, 58.5 % en falta de ansiedad, 61 % en popularidad y 85.4 % en felicidad-satisfacción. Esto supone que los niños perciben unos adecuados niveles de autoestima.
Debido al tamaño muestra, se llevó a cabo la prueba de normalidad de Kolgomorov-Smirnov para el colegio privado y la prueba de Shapiro-Wilk para el colegio público. En el privado se evidencia que las variables no tienen distribución normal al presentar valores menores de .05. En lo que respecta al público, se determinó que la mayoría de las variables no presentaron un comportamiento normalizado, a excepción de cohesión familiar y falta de ansiedad, las cuales obtuvieron un nivel de significancia superior a .05.
Para las variables que presentaron distribución normal se realizaron análisis de correlación por medio del coeficiente de Pearson. Se determinó que las variables de cohesión familiar y falta de ansiedad, correspondientes al grupo de participantes del colegio público, no presentaron correlaciones con ninguna de las otras variables estudiadas.
Por otro lado, para las variables que no presentaron distribución normal se llevaron a cabo análisis de correlación a través del coeficiente de Spearman (Tabla 2), evidenciándose que en el grupo de niños pertenecientes al colegio público existen las siguientes correlaciones negativas: entre el ocio compartido con la conducta externalizante y la agresividad con un nivel de significancia de .05, así como entre el ocio compartido y la ruptura de reglas al .01; igualmente, entre la conducta externalizante y la autoestima conductual al .05 y entre la ruptura de reglas y autoestima social o popularidad al .01. Por otro lado, se encontró una correlación positiva entre los conflictos y la conducta externalizante al .05.
Conducta Externalizante | Comportamiento de ruptura de reglas | Comp. Agresivo | Autoestima | Autoestima Conductual | Autoestima Intelectual | Autoestima Física | Falta de Ansiedad | Popularidad | Felicidad-Satisfacción | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Dinámicas familiares | Privado | Rho | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - |
Sig. | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | ||
Público | Rho | |||||||||||
Sig. | ||||||||||||
Cohesión Familiar | Privado | Rho | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - |
Sig. | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | ||
Público | Rho | |||||||||||
Sig. | ||||||||||||
Comunicación | Privado | Rho | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - |
Sig. | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | ||
Público | Rho | - | - | - | - | - | - | - | - | |||
Sig. | - | - | - | - | - | - | - | - | ||||
Ocio Compartido | Privado | Rho | style="border: 1px dotted;"- | - | - | - | - | - | - | - | - | - |
Sig. | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | ||
Público | Rho | -.347* | -.413** | -.342* | - | - | - | - | - | |||
Sig. | .026 | .007 | .029 | - | - | - | - | - | ||||
Conflictos | Privado | Rho | .384** | .296** | .358** | - | - | - | - | - | - | - |
Sig. | .000 | .001 | .000 | - | - | - | - | - | - | - | ||
Público | Rho | .315* | - | - | - | - | - | - | - | |||
Sig. | .045 | - | - | - | - | - | - | - | ||||
Conducta Externalizante | Privado | Rho | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - |
Sig. | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | ||
Público | Rho | - | - | - | -.315* | - | - | - | - | |||
Sig. | - | - | - | .045 | - | - | - | - | ||||
Comportamiento de ruptura de reglas | Privado | Rho | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - |
Sig. | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | ||
Público | Rho | - | - | - | -.339* | - | - | -.417** | - | |||
Sig. | - | - | - | .030 | - | - | .007 | - | ||||
Comportamiento agresivo | Privado | Rho | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - |
Sig. | - | - | - | - | - | - | - | - | - | - | ||
Público | Rho | - | - | - | - | - | - | - | - | |||
Sig. | - | - | - | - | - | - | - | - |
Nota: **: La correlación es significativa en el nivel .01; *: La correlación es significativa en el nivel .05
En la Tabla 2 se observa que en el grupo de niños del colegio privado se presenta una correlación positiva entre los conflictos con ruptura de reglas, agresividad y la conducta externalizante total, con un nivel de significancia de .01.
Discusión
El objetivo de la investigación fue identificar la relación entre dinámicas familiares, conductas externalizantes y autoestima en niños entre 8 y 12 años de un colegio público y uno privado de Bogotá. Se encontró que la mayor parte de la muestra, tanto del colegio público como privado, evidencia niveles medios de cohesión familiar, altos niveles de comunicación y bajos conflictos familiares. De manera específica, los participantes del colegio público presentan altos niveles de ocio compartido, mientras que los participantes del colegio privado obtuvieron puntuaciones dentro del nivel medio.
Acorde con estudios previos, la mayoría de los padres e hijos de ambas instituciones educativas presentan adecuadas interacciones en las que se expresan y comprenden con libertad las opiniones de los miembros de la familia (Alfonso et al., 2017). De igual modo, se evidencia un fuerte vínculo emocional entre los miembros de la familia, que se caracteriza por el apoyo mutuo, el afecto recíproco y la realización de actividades en familia (Zuñeda et al., 2016; Offer, 2014). Asimismo, se observa que se presentan bajos niveles de disputa o conflicto entre los miembros de la familia, siendo un factor de baja ocurrencia dentro de las dinámicas familiares de los participantes (Zuñeda et al., 2016).
Por otra parte, mediante los análisis descriptivos se encontró que la mayoría de los participantes de ambas instituciones se encuentran dentro del rango normal para conductas externalizantes; sin embargo, se evidencia que los participantes de colegio público presentan en mayor medida ruptura de reglas y comportamiento agresivo en rango borderline y clínico. Los resultados mencionados indican que los participantes del colegio privado no presentan una alteración del control y la autorregulación de la conducta, evitando generar incomodidad y conflicto en el entorno (Nie et al., 2014). No obstante, los participantes de colegio público presentan, en mayor medida, dificultades en autocontrol manifestados en conductas externalizantes, lo que probablemente puede ser explicado por la alta exposición a factores de riesgo en el contexto social en el que se encuentran inmersos (Encuesta Nacional de Salud Mental, 2015; Vahedi et al., 2019).
Adicionalmente, se encontró que los niños y niñas del colegio público y privado tuvieron adecuados niveles de autoestima física, social, intelectual, conductual, falta de ansiedad y felicidad-satisfacción. Esto quiere decir que los participantes presentan alta valoración de sí mismos respecto a su apariencia física, a su capacidad para establecer relaciones sociales, a sus competencias para adquirir y aplicar nuevos conocimientos en situaciones escolares, a su comportamiento en los diferentes espacios y situaciones, así como un alto grado de satisfacción ante sus características personales y una percepción de ausencia de problemas de tipo emocional (García & Musitu, 2014; Piers, 1996).
En cuanto a la relación entre dinámicas familiares y el nivel de conductas externalizantes, se encontró que no existe relación entre las subescalas cohesión familiar, comunicación y el nivel de conducta externalizante, de ruptura de reglas y agresividad en los participantes de colegio público y privado, resultados que difieren con las investigaciones en las que se afirma que las dinámicas basadas en comunicación y la cohesión familiar actúan como factores que evitan la aparición de conductas externalizantes (Fuentes et al., 2015; Amezcua et al., 2016). Parece ser que otras variables podrían dar cuenta del desarrollo de estos problemas de conducta en los niños. Al respecto, se ha encontrado en otros estudios una asociación entre los problemas de regulación emocional, así como la percepción de sobrecarga de los padres con el desarrollo de problemas externalizantes de los hijos (Hamilton, Sinha & Potenza, 2014; Henschel, de Bruin & Möhler, 2014; Muratori, 2016), variables que se deben seguir investigando en próximos estudios.
Por otra parte, se encontró que para la muestra de los participantes de colegio privado no existe relación entre la subescala ocio compartido y conductas externalizantes de ruptura de reglas y agresividad; no obstante, en los participantes de colegio público sí se encontró relación entre las variables mencionadas. Los resultados obtenidos de los participantes del colegio privado difieren con el estudio que plantea que la calidad del tiempo compartido entre padres e hijos es un factor protector frente a la aparición de conductas desadaptativas (Offer, 2014), mientras que los hallazgos obtenidos del colegio público lo constatan. Esto supone que en las dinámicas familiares de los participantes de colegio público, cuan do hay poca cooperación y poco intercambio de tiempo libre compartido, los hijos tienden a presentar mayores problemas externalizantes (Cardona et al., 2017; Torres et al., 2015).
Adicionalmente, se encontró que existe una relación directamente proporcional entre el conflicto y el nivel de conductas externalizantes en los participantes de colegio público y privado, coincidiendo dichos resultados con las investigaciones en las que se indica que exponer frecuentemente a los niños a conflictos familiares está relacionado con la aparición de problemas de conducta agresiva y de ruptura de reglas (Mayorga et al., 2016; Fuentes et al., 2015; Yoon et al., 2019).
En lo que respecta a la relación entre dinámicas familiares y el nivel de autoestima, se evidencia que no existe relación entre estas dos variables, lo que difiere con las investigaciones en las que se establece que las dinámicas familiares y atención parental son factores inherentes en el desarrollo y fortalecimiento de la autoestima de los niños (Troshikhina & Manukyan, 2016; Martínez et al., 2019; Pinheiro & Mena, 2014). Dicho resultado probablemente puede ser explicado por la cantidad de la muestra; por lo que se sugiere en próximas investigaciones relacionar las dos variables con un mayor número de participantes.
Finalmente, para dar cuenta de la relación entre el nivel de conductas externalizantes y el nivel de autoestima, se encontró que existe una relación inversamente proporcional entre la conducta externalizante y la autoestima en su dimensión conductual y social, lo que coincide con las investigaciones en las que se afirma que las personas con un alto nivel de dicho comportamiento tienden a presentar baja autoestima (Garaigordobil et al., 2013; Collins & Echezona, 2017; Estévez et al., 2018). Debido a que los estudios no son tan específicos, se sugiere mayor investigación sobre la relación entre dichas variables.
En conclusión, a partir del presente estudio fue posible establecer que en los participantes del colegio público existe relación entre el ocio compartido y el nivel de conducta externalizante; resultado en el que difieren los participantes de colegio privado. Asimismo, se encontró que existe una relación entre los conflictos en la familia y las conductas externalizantes. Por otro lado, se logró establecer que no existe relación entre las dinámicas familiares y el nivel de autoestima; mientras que existe una relación inversamente proporcional entre el nivel de conductas externalizantes y el nivel de autoestima.
También se puede concluir que la comunicación, la cohesión y el ocio compartido dentro de la familia son factores que previenen los problemas externalizantes y promueven el fortalecimiento de la autoestima en los hijos; variables que se deben considerar para la asesoría a padres de niños con problemas de comportamiento y así lograr mayor autocontrol en los hijos y una mejoría en la funcionalidad familiar.
En cuanto a las limitaciones de la investigación, no se obtuvo una muestra equitativa de cada colegio. Adicionalmente, se señala la presencia de una muestra limitada; aunque se contó con el apoyo y la colaboración de las instituciones educativas en las que se llevó a cabo el estudio, el tamaño muestral no fue representativo como para la generalización de los datos. De igual manera, se puede decir que no se exploraron otras variables que podrían estar relacionadas con los problemas externalizantes y con la autoestima de los niños, como son las competencias emocionales de los padres. Por esto, se sugiere establecer relaciones entre las dinámicas familiares, conductas externalizantes y autoestima con una muestra más amplia, identificando, a su vez, variables socioculturales que podrían estar mediando entre dichas relaciones.