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Entramado

Print version ISSN 1900-3803

Entramado vol.7 no.1 Cali Jan./July 2011

 

Reflexiones sobre la relación entre proyectos de desarrollo social, cultura local e intervención comunitaria

Insights on the relationship between social development projects, local culture, and community interventions

Raúl Antonio Castro García*


*Filósofo y Sociólogo, Asesor del Programa de Sociología de la Universidad del Pacífico, Buenaventura, Colombia racastro44@hotmail.com

Fecha de recepción: 10-08-2010 - Fecha de recepción: 10-11-2010 - Fecha de aceptación: 18-12-2010


Resumen

El artículo retoma el argumento que C. Wright Mills expresó cuando afirmaba que más que la abundante información disponible sobre la sociedad, lo que hoy necesitamos para darle sentido a las ciencias sociales es imaginación sociológica. El argumento permite elaborar otro argumento cual es el de afirmar que los profesionales de las ciencias sociales deben trabajar unidos con los profesionales de otras disciplinas cuando se diseñan e implementan proyectos de desarrollo orientados a beneficiar a las comunidades. Se espera que esos proyectos de desarrollo sean exitosos, pero la realidad es que en muchas ocasiones jamás alcanzan sus metas y ello se debe, precisamente, a que no existe un diálogo multidisciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario, y aún más porque las características culturales de las comunidades no siempre son tenidas en cuenta.

Palabras clave: Proyectos, desarrollo, social, cultura, localidad, comunidad, intervención.


Abstract

The article revisits the argument expressed by C. Wright Milis, who stated that if we want social sciences to be meaningful today, in addition to the abundant information we have at hand about society, what we need is sociological imagination. This proposition gives rise to another argument contending that social science professionals would do well to work together with professionals from other disciplines when designing and implementing development projects aimed at benefiting communities. These kinds of development projects are expected to be successful, but the fact is that often times they do not reach their goals because there is a lack of multidisciplinary, interdisciplinary and transdisciplinary communication, but particularly because the cultural characteristics of the communities are not always taken into account.

Keywords: Projects, development, social, culture, location, community, intervention.


1. Recuperando la imaginación sociológica: una necesidad no solo de los sociólogos

El sociólogo norteamericano C. Wright Mills (1975), del cual todos podemos seguir aprendiendo mucho, en su obra titulada "La imaginación sociológica" nos incita a reflexionar sobre las relaciones entre la vida del individuo y la historia de la sociedad, afirmando que ninguna de las dos puede entenderse sin abordar ambas dimensiones.

También dice que, hoy por hoy, no es solo información lo que los hombres necesitamos sino que en esta Edad del Dato la información domina con frecuencia nuestra atención y rebasa nuestra capacidad para asimilarla.

No son solo destrezas intelectuales lo que necesitamos, aunque muchas veces la lucha para conseguirlas agota nuestra limitada energía moral1.

Lo que necesitamos, agrega, y lo que sentimos que necesitamos, es una cualidad mental que nos ayude a usar la información y a desarrollar la razón para conseguir recapitulaciones lúcidas de lo que ocurre en el mundo y de lo que quizás está ocurriendo dentro de nosotros.

Eso que necesitamos, lo denomina C. Wright Mills (1975), "La imaginación sociológica", que consiste en la capacidad de pasar de una perspectiva a otra: de la política a la sicológica, del examen de una sola familia, a la estimación comparativa de los presupuestos nacionales del mundo, de la escuela teológica al establecimiento militar, del estudio de la industria del petróleo y de la minería al de la poesía contemporánea, de los problemas de exclusión social y los conflictos étnicos a la elaboración de políticas públicas. La imaginación sociológica es la capacidad de las transformaciones más impersonales y remotas a las características más íntimas del yo humano, y de ver las relaciones entre ambas cosas. Detrás de su uso está siempre la necesidad de saber el significado social e histórico del individuo en la sociedad y el período en que tiene su cualidad y su ser.

La labor investigativa del autor, llevada a cabo durante la última década, en calidad de investigador principal o como co-investigador, sirve de fundamento parcial a las reflexiones expresadas en este artículo. El participar en el diseño e implementación de diversos proyectos de investigación sobre desarrollo social, en variados contextos comunitarios urbanos y rurales, en conexión con el mundo institucional público y privado, tanto local, como regional, nacional e internacional, despertó el interés por profundizar conceptual y metodológicamente los nexos que se pretende establecer desde el nombre mismo que se le da al artículo2.

2. Perspectiva de las ciencias sociales

Podemos decir que las ciencias sociales son una perspectiva, una manera de ver las cosas; son una guía para organizar nuestras observaciones del mundo, de la sociedad, de la historia, y darles un sentido, darles una orientación que tenga significado y que podamos aceptar con un alto nivel de validez.

Es imposible pretender implementar cambios físicos y tecnológicos en la sociedad, sin una perspectiva sociológica de la misma sociedad, que permita ver cuál es el aporte que se va a hacer allí, y si realmente se necesita hacer algo en el sentido planteado.

Las ciencias sociales como perspectiva pueden realmente tener dos visiones: una, ser un aporte y, dos, ser un obstáculo. Conviene ser crítico de la sociología, la antropología, y en general, de las ciencias sociales.

Se puede decir que las ciencias sociales, en algunas de sus tendencias y perspectivas, han hecho un esfuerzo muy grande, en épocas anteriores, por enfatizar los aspectos externos de la sociedad.

La sociología, la antropología, la psicología, la lingüística, la economía, han puesto mucho énfasis en los aspectos repetitivos, predictibles e invariables del ser humano. En cierto sentido las ciencias sociales han favorecido el estudio de un sujeto humano compulsivo, obsesivo y ritualista; en lugar de reconocer la centralidad e importancia de la creatividad de la vida humana. Lo anterior no se puede decir de todas las ciencias sociales, como tampoco de toda su historia, pero sí ha sido una tendencia muy fuerte. De allí que en muchos títulos científicos de las ciencias sociales aparezca como único mecanismo de investigación el hacer encuestas, porque en las encuestas se puede contar, se pueden registrar datos repetitivos, aquello que es predecible, que es invariable del ser humano, aquello que todo el mundo está haciendo de la misma manera.

Ese énfasis se constituye en un peligro grave al concentrarse tan solo en las externalidades visibles, en aquello que está expuesto a la observación generalizada dejando por fuera el mundo subjetivo de los sueños, de la filosofía, del arte, de toda la vida mental de aquellos seres cuyos movimientos externos son observables.

Puesto en otras palabras, el ser humano no es únicamente lo que hace externamente o lo que los demás pueden observar, sino que el ser humano sueña, piensa, se ilusiona, se frustra, tiene ambiciones, desea luchar, se siente impotente, se siente triunfador, se siente fracasado, vive con prejuicios y con ídolos, y ese tipo de cosas no son susceptibles de ser estudiadas por una encuesta.

Las ciencias sociales muchas veces se han concentrado en las varias partes de la persona como si fueran pequeños compartimientos estancos, analizando las partes una por una para luego decir que ya se tiene un entendimiento del todo, dando a entender que el ser humano es una sumatoria de actividades.

No se puede decir que no haya mucho de valor en esa visión de las ciencias sociales, pero si estas se reducen al estudio de las externalidades, se podría decir entonces que las ciencias sociales no tendrían nada que aportar al estudio de muchas facetas de la vida social y a los procesos de cambio social de las sociedades en las cuales vivimos, porque se estaría ignorando la parte invisible del ser humano. En otras palabras: en economía, en sociología, en las ciencias sociales en general, se habla de indicadores, se habla de parámetros externos; en las ciencias de la salud sucede exactamente igual para referirse a la salud y a la enfermedad. Hay obligación de estudiar lo que se llama indicadores visibles, pero también hay obligación de retomar los indicadores invisibles, aquello que no es tan contable, pero no por eso deja de ser susceptible de estudio.

Concretamente: se habla de problemas de la cultura, problemas de la organización de la comunidad, problemas de las frustraciones que ha vivido un pueblo y de las ambiciones y anhelos que todavía subsisten, de sus derechos, de sus tradiciones y formas de vida.

Todo eso es fundamental para poder implementar lo que hoy se denomina el trabajo "multidisciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario", perspectivas en las cuales se debe mover la investigación social hoy insertándose así en un movimiento mundial que aglutina investigadores de las ciencias básicas, de la tecnología, de las ciencias sociales, de las ciencias de la salud, del arte, de las ciencias administrativas, movimiento que ha captado que el trabajo de investigación y de intervención, y con mayor razón de Investigación-Acción-Participativa (IAP), tiene que hacerse con esa modalidad de trabajo para poder crear y en algunos casos alterar las distintas facetas de la realidad social.

3. El concepto de desarrollo

Cualquier proyecto que se oriente al desarrollo social y que pretenda afectar alguna dimensión de la calidad de vida de las personas y las poblaciones, se debe elaborar con un objetivo muy definido cual es el de triunfar, el de lograr que todo salga bien, que tenga éxito. Sería absurdo dedicar cualquier esfuerzo a elaborar un proyecto con la perspectiva contraria. Todos conocemos, sin embargo, muchas entidades, nacionales e internacionales, y muchas personas que han elaborado proyectos, sospechando un posible fracaso. Los proyectos se hacen para que salgan bien, para que triunfen, para que tengan éxito, para que impacten. Si esto no es así, y los proyectos no triunfan sino que fracasan, se tiene entre manos un grave problema y habría que preguntarse entonces: ¿qué pasó para que el proyecto no saliera bien, no triunfara, no tuviera éxito?

Es una indagación que se debe hacer cuando las cosas no han salido bien, y es en ese contexto donde se pueden introducir las ideas sobre el "problema del desarrollo".

Diríamos que hay algo que hoy nos preocupa a todos, cuando hablamos del desarrollo en América Latina, en Asia, en África y consiste en cierto sabor amargo que permanece siempre que hablamos de las teorías del desarrollo. Además los textos lo reafirman cuando identifican muchos proyectos fracasados, cuando analizan y afirman que las teorías del desarrollo, desde hace cuarenta años, como conjunto han fracasado, y los problemas son más graves hoy que antes, en muchos aspectos.

Distintos diccionarios de la lengua española nos definen un proyecto como la representación en perspectiva, de una empresa o intención, como la representación de la obra que se ha de fabricar con indicación del precio y demás detalles, como el pensamiento de querer hacer algo. Se presentan como sinónimos los conceptos de apunte, boceto, bosquejo, croquis, esbozo, esquema, maqueta, designios, palabras familiares de todas las personas que trabajan tanto en las ciencias sociales como en las ciencias básicas y en las carreras específicas derivadas de esas disciplinas.

Las Naciones Unidas nos dicen que un proyecto es el conjunto de antecedentes que permiten explicar las ventajas y desventajas económicas y sociales que se derivan de asignar ciertos recursos de un país, para la producción de determinados bienes y servicios, definición que indica que si los resultados son favorables el proyecto se debe llevar hasta su fase final con especial consideración a las diferentes etapas que lo conforman.

En un sentido amplio, un proyecto no es más que un modelo conceptual que se busca implementar con las provisiones de tiempo, de recursos y de ejecución, y obtener así ciertos resultados previstos.

Un significado muy similar al anterior concibe un proyecto como el conjunto de obras que cumplen totalmente una determinada programación que ha sido prefijada, lo cual expresa una relación de causalidad entre la existencia de la finalidad que se pretende con el proyecto y la realización material del mismo.

Un proyecto es un factor dinámico que provoca repercusiones en todo el sistema económico y social, significado que da a entender que el proyecto causará efectos directos e indirectos sobre el sistema económico y social. En primera instancia tendrá efectos indirectos, como la consecuencia del pago de los insumos y la venta de los productos y posteriormente tendrá efectos indirectos en todos aquellos sectores que tienen que ver con los proyectos más económicos: con el precio y origen de los insumos, destino de los bienes y servicios adquiridos, etc.

El Banco Mundial también le da significado al concepto de proyecto concibiéndolo como un caso ideal, una serie de actividades orientadas a la inversión, fundadas en una planificación sectorial completa y coherente, mediante la cual se espera que un conjunto específico de recursos humanos y materiales produzca un grado determinado de desarrollo económico y social.

El Instituto Latinoamericano de Planeación Económica y Social (ILPES), en un documento denominado Guía para la Presentación de Proyectos, elabora una definición donde afirma que un proyecto es el plan prospectivo de una unidad de acción, capaz de materializar algún aspecto del desarrollo económico y social; esto implica, desde el punto de vista económico, proponer la proporción de algún bien, la prestación de algún servicio con el empleo de una cierta técnica y con miras a obtener un cierto resultado o ventaja económico social. Como plan de acción, el proyecto supone también, la indicación de los medios necesarios para su realización y la adecuación de los medios a los resultados que se persiguen; el análisis de estas cuestiones se hace en los proyectos no solo desde el punto de vista económico sino también técnico, financiero, administrativo, institucional y social.

Los contenidos de las distintas definiciones esbozadas globalmente, llevan a plantear lo que se podría llamar una definición de conceptos. Un proyecto tiene mucho de concreto, es el entrecruzamiento de variables económicas, sociales y ambientales, que implican el deseo de administrar un bien o de ofrecer un servicio, con el objeto de determinar su contribución potencial al desarrollo de la comunidad.

Surge así la siguiente situación compleja: Lo que se ha llamado el desarrollo está compuesto de proyectos y se puede hablar de una gran concepción del desarrollo, que históricamente se ha materializado en múltiples proyectos. Sobre múltiples actividades se van formando múltiples proyectos y estos, se supone, van a producir un resultado, o si se quiere, van a producir el desarrollo.

Si nos acercamos críticamente a las teorías del desarrollo, es posible afirmar que el desarrollo no es algo que se pueda quedar en su concepción formal sino que tiene que plasmarse en proyectos específicos, con metas específicas y acciones planificadas que se han estado adelantando por un número bastante prolongado de años. Otro problema es su adecuación y sus resultados.

Este tema del desarrollo económico y social, sigue siendo uno de los más cotizados, la literatura es sumamente abundante, pero a pesar de toda esa literatura sobre el desarrollo, los problemas existen y la pobreza extrema de grandes grupos de poblaciones de los países, no solo de América Latina sino también de África y Asia también persisten y seguirán siendo el común denominador de la mayoría de los diagnósticos que se sigan haciendo.

Han sido incontables los proyectos diseñados para combatir la pobreza y supuestamente mejorar la calidad de la vida y sin embargo han fracasado, no han salido bien, no han tenido éxito. ¿Qué ha pasado, qué ha afectado a esos proyectos para el desarrollo, que no han triunfado?

Conviene recordar que los proyectos son el punto de enlace entre la planeación, el desarrollo económico y social de las comunidades de un país, y los programas específicos sobre los distintos componentes del bienestar. Si esa relación no sale bien es porque algo se ha quedado por fuera de la elaboración de los proyectos, no se han llenado los requisitos que logren esbozar lo estipulado en las definiciones de lo que es un proyecto, se ha puesto énfasis en algunos aspectos y se han dejado por fuera otras cosas fundamentales.

Hoy podemos ver que lo que ha quedado por fuera son elementos sustanciales que apuntan precisamente al problema de la cultura, al problema de la comunidad, al problema de la creatividad como algo menos tangible, pero algo muy real, sin lo cual las cosas no marchan y los proyectos fracasan.

Lo complejo del problema y el poco éxito obtenido en la erradicación de la pobreza en el mundo han llevado paulatinamente al abandono de los enfoques iniciales del desarrollo, orientados más hacia el logro de los objetivos de bienestar a través de un crecimiento económico acelerado, y a centrar la búsqueda en nuevos enfoques que hacen énfasis en el objetivo directo del desarrollo como un proceso más integral.

¿Cuál es el bienestar económico y social del hombre, considerando el crecimiento de la producción, del empleo, y la distribución del ingreso, como medios para lograr el objetivo principal del desarrollo y no como fines en sí? ¿Cómo pueden las ciencias sociales contribuir a implementar ese bienestar? La siguiente idea apunta a ello: Las ciencias sociales como una perspectiva ayudan a organizar nuestra percepción de la realidad, aunque las ciencias sociales no siempre han contribuido de manera positiva a esa percepción de la realidad cuando han puesto énfasis extremos en los aspectos externos de la actividad humana ignorando ese mundo interior de la creatividad, de la riqueza que tienen los seres humanos en toda la sociedad, tal como afirmamos en el Numeral 2 sobre Perspectiva de las Ciencias Sociales.

El desarrollo, como una mera teoría económica, no es nuestro interés. Hay, además, excelentes textos que recuperan lo que es la historia de la teoría del desarrollo en el mundo y en América Latina, en particular. Pero sí podemos afirmar que las teorías del desarrollo, después de revisar la literatura existente, se plantean como unas teorías que no han logrado lo que pretendían. Las teorías del desarrollo para implementarse, para adoptarse en las distintas sociedades, se plasmaron en proyectos supuestamente vinculados con los planes de desarrollo de cada país, con sus instituciones privadas y estatales, e inclusive con un sinnúmero de instituciones internacionales (Sen, 2001; Copans, 2010).

4. Un gran ausente: el estudio de la cultura

La literatura reconoce, que el grueso de los proyectos de desarrollo para África, Asia y América Latina, en los últimos cuarenta años, han fracasado, no porque apuntaban a erradicar la pobreza y a reducir el malestar que se sentía en las sociedades en sus distintas facetas de alimentación, vivienda, salud, agua potable, transporte, educación, etc., sino por otros factores de orden conceptual y programático. ¿No se deberá este fracaso, y el empeoramiento de las condiciones de vida para muchos, a que las entidades nacionales e internacionales encargadas del desarrollo no incorporaron entre sus elementos esos aspectos intangibles que hoy por hoy, las ciencias sociales también tratan de recuperar? No se puede eximir a las ciencias sociales de su responsabilidad en la manera como se diseñaron esos proyectos dejando por fuera esos elementos de la cultura que hoy vemos tan sustanciales, para poder efectivamente replantear las cosas y triunfar cuando se hace un proyecto y se implementa.

Surge una pregunta importante que no se puede soslayar de ninguna manera: ¿Cómo investigar en este momento aquello que ha sido el gran ausente de las teorías y los proyectos de desarrollo? ¿Cómo acercarse a estudiar lo intangible, los sueños, las ambiciones de una sociedad, su cultura, para que cualquier proyecto orientado a mejorar la calidad de la vida pueda tener éxito?

Avancemos algunas ideas que sirvan en la reflexión sobre esta relación entre proyectos de desarrollo social, cultura local e intervención comunitaria.

Uno de los errores más comunes de los investigadores en las ciencias básicas y en las ciencias sociales ha sido creer que su cultura, sus actitudes ante la vida, ante el mundo, ante la sociedad son iguales por definición a las de la comunidad en las que tiene que insertar su trabajo profesional. Eso hace que muy frecuentemente la investigación, un programa un proyecto o un trabajo que pueden ser perfectos en su teoría sean realmente bastante inadecuados en la práctica. Eso obedece muchas veces a la incapacidad que tenemos para distinguir que nuestra formación cultural, urbana, influenciada académicamente, muy válida para determinados sectores de la sociedad, no corresponde a esa realidad cultural de otros sectores de la misma sociedad. Esa es la razón por la cual se necesita de la investigación, para no presuponer que aquello que nosotros concebimos de entrada como la visión de la vida, de la sociedad, de las cosas, sea la visión que tiene todo el mundo.

No podemos concebir, por ejemplo, que la visión que nosotros tenemos de la salud, de la enfermedad, es la visión que todo el mundo tiene de la salud, de la enfermedad. La salud y la enfermedad existen en la medida en que la sociedad las conciba como tales. Lo que para una sociedad es un estado de bienestar, para otras es un estado de no-bienestar. Eso ha llevado a que muchos de los programas en el área de salud, hayan fracasado, porque se ha pensado que la salud es dar unos servicios que el personal entrenado, específicamente en las áreas biomédicas, ha asimilado en determinados contextos académicos y profesionales.

En el área de las ingenierías se ha pensado que una forma de solucionar el problema de la vivienda y de la arquitectura es construir un tipo de vivienda y se diseñan los planes de vivienda con determinados módulos, que luego la sociedad no los quiere porque no son sus tipos de vivienda, y podemos hoy en Colombia decir que se han construido gran cantidad de planes de vivienda, que más que planes de vivienda deberían llamarse planes de no vivienda, planes de murienda, porque no se han hecho para que las personas que vivan dentro de esas unidades habitacionales vivan de manera digna. No podemos presuponer, de entrada, que tenemos las respuestas adecuadas para implementar mecánicamente un proyecto.

5. Comunidad, cultura, desarrollo

Lo anterior requiere de un trabajo de investigación sistemática para poder captar cuáles son esos valores culturales que la comunidad tiene sobre la razón de ser del proyecto y sobre su objetivo, e integrarlos también con los valores culturales que hay en la comunidad de los investigadores y de los profesionales del sector. Es en la comunidad donde se conjugan los elementos de cultura y desarrollo, como concepciones y como realidades empírica. Aquí radica la importancia de investigar la temática de la comunidad.

El concepto de comunidad y el concepto de desarrollo, si deseamos integrarlos, son conceptos que también tienen sus complejidades. Una buena manera es jugar conceptualmente con una idea que ha sido muy importante cual es la de desarrollo de la comunidad, ampliamente empleada en el campo de las ciencias sociales, reemplazando e imponiéndose sobre otras nociones afines que se han venido utilizando y que de ordinario significan una misma cosa: acción comunal, acción local, rehabilitación y mejoramiento de la comunidad, educación fundamental, educación de las masas, organización de la comunidad, organización del bienestar social, organización de la comunidad, etc. Para la mayoría de los autores, estos términos tienen una parte semejante, hacen referencia a la elevación de los niveles de vida, mediante la acción local, pero suelen ser utilizadas haciéndose una diferencia más bien de grados que de contenido. La expresión desarrollo de la comunidad parece bastante adecuada, conforme al significado y alcance que le damos y al modo que la consideramos inserta en la noción más general de desarrollo. Hay una evolución histórica en este concepto de desarrollo de la comunidad, cotejada con lo que ha sido en general el avance histórico de las teorías del desarrollo. La expresión desarrollo de la comunidad viene utilizándose desde una época relativamente reciente. En los años cuarenta, el gobierno inglés comenzó a emplearla para designar movimientos de promoción que debían iniciarse en las colonias y así preparar la emancipación de las mismas, promoviendo la mejoría de la vida con la participación activa de la comunidad.

Durante mucho tiempo el desarrollo de la comunidad se lo concibió como método más o menos privativo del servicio social, empleándose para designarlo la expresión: organización de la comunidad. Desde los años cincuenta las Naciones Unidas y sus organismos especializados comenzaron a utilizar la expresión desarrollo de la comunidad, para designar aquellos procesos en cuya virtud, los esfuerzos de una población se sumaban a los de sus gobiernos para mejorar las condiciones económicas, sociales, culturales de las mismas comunidades, integradas estas en lo que se diría era la vida activa del país y permitiéndoles contribuir permanentemente al progreso nacional.

Hacia 1958, los organismos internacionales llegaron a un acuerdo respecto de esta expresión, entendiendo como desarrollo de la comunidad el proceso a través del cual, los esfuerzos del propio pueblo se unían con los de las autoridades gubernamentales con la finalidad de mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales de la comunidad e incorporarlas a la vida nacional y capacitarlas, para contribuir plenamente a su propio desarrollo y por ende al desarrollo de su país. En 1958, la definición utilizada por las Naciones Unidas fue revisada y quedó en vigencia una noción que permanece inclusive hasta hoy "Desarrollo de la comunidad es el proceso mediante el cuál, el propio pueblo participa, se esfuerza, se une con las fuerzas de las autoridades gubernamentales con la finalidad de mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales de las comunidades", es decir, desarrollo de la comunidad es el proceso por el cual la población afectada participa en la planificación y en la realización de programas que se destinan a elevar su nivel de vida. Eso implica la colaboración indispensable entre los gobiernos y la población afectada para hacer sistemas eficaces de desarrollo viable.

De esta fecha hasta nuestros días en el inicio del siglo XXI el concepto de desarrollo de la comunidad se ha ido afinando constantemente. Se dice entonces, que el desarrollo de la comunidad constituye una técnica social de promoción del hombre y de movilización de los recursos humanos de un país, con miras a lograr una mejor utilización de los otros recursos, para todos los miembros de la comunidad. Esta técnica social fundamentalmente opera por medio de un proceso educativo y de una organización tendiente a promover en las esferas individuales y colectivas, las capacidades y cualidades de los grupos básicos de la comunidad, de las poblaciones afectadas y de sus componentes, a fin de lograr su desarrollo teniendo en cuenta el espacio mayor en que funcionan esos grupos: la región y la nación.

Es interesante ver que ya desde hace varias décadas, esa noción de identificación de estudio y de respeto por características propias de una comunidad, de una región de un país, habían sido enunciadas, mencionadas como aspectos fundamentales para el desarrollo de la comunidad, o sea el desarrollo de aquellos grupos humanos más reducidos, en los cuales efectivamente se iban a implementar proyectos específicos en las distintas áreas de la actividad humana. Sin embargo esos elementos, que estaban consignados desde los años cincuenta, se puede apreciar que no se implementaron, que se ignoraron porque solo muy tangencialmente fueron tenidos en cuenta.

Surgió, se puede decir, como tendencia fundamental en muchos de estos proyectos, un elemento que es necesario explicitarlo, un elemento que técnicamente se puede llamar el paternalismo o asistencialismo: creer los profesionales que ellos sabían qué era lo mejor, llevarlo a las comunidades, considerar a las comunidades a veces como incompetentes para organizarse y trabajar y por consiguiente implementar un poco a la fuerza un proyecto. Se tenían los recursos económicos, se tenían los recursos técnicos, creyendo que con eso quedaba solucionado el problema, pero sin que realmente se diera ese proceso de simbiosis entre la élite profesional y técnica de un país, de una sociedad, de una región, y la comunidad con sus características urbanas, rurales, técnicas, que son complejas en cualquier país y región.

Todo proyecto de desarrollo presupone una escala de valores, una escala de metas priorizadas con unas más importantes que otras, de fines a los cuales es deseable se dirija la sociedad, se dirija la actividad. No se trata de hablar únicamente de una gran cosmovisión donde todas las cosas puedan enmarcarse muy sencillamente, sino más bien de afirmar que el poder reconocer cuáles son esas metas, cuáles son esos valores, cuáles son esos objetivos que se pretende alcanzar es un trabajo dispendioso.

identificar las unidades mínimas, las unidades básicas, es avanzar en el proceso de identificación cultural para poder así diseñar un proyecto de investigación y de intervención. Es necesario moverse del gran nivel macro al nivel micro, comenzar por identificar las unidades pequeñas, analizarlas y compararlas con tendencias más globales que puede haber en una sociedad, para ver efectivamente la viabilidad de implementar un cambio.

Podríamos decir que el desarrollo de la comunidad, lo podemos entender como una forma muy específica de abordar problemas de investigación, de visualizar los problemas inherentes a la implementación de proyectos en los cuales están los componentes tanto técnicos, como sociales, financieros y organizativos. La investigación que involucra el estudio del desarrollo de la comunidad, le da al investigador unas bases sólidas para pisar en un terreno firme y no tener desfases entre lo que propone, lo que se espera y lo que es realmente factible.

El cómo entrar a estudiar esos problemas de la comunidad obliga también a mirar nuevos ángulos. Cuando se habla de comunidad, vienen a la mente muchas imágenes asociadas con los sitios donde hemos vivido o vivimos, las personas que nos rodean, las situaciones que nos oprimen, o las situaciones que nos entusiasman, las organizaciones que están a favor o en contra de nuestros intereses, etc. Algunas de esas imágenes son por ejemplo: el corregimiento, la vereda, el barrio, el pueblo, la gran ciudad, el país, la parroquia, el partido político, los terratenientes, los estudiantes, los campesinos, las organizaciones industriales, los compañeros de oficina, los compañeros de lucha... Todo eso se nos viene a la mente y no lo descartamos, lo aceptamos como parte de la visión de las cosas, como parte de nuestra vida para poder entender el problema de la comunidad, incluida la nuestra. Tomemos nuestra vida diaria, nuestra vida cotidiana, para convertir esta vida cotidiana en problemas de investigación, tal como nos lo sugirió C. Wright Mills, el sociólogo norteamericano citado al comienza de este texto.

6. Cómo acercarse al estudio de la comunidad

La palabra comunidad puede significar algo muy concreto como es una vereda, con sus ciento diez familias, que se conocen entre sí por sus nombres y apellidos y que comparten las inclemencias del clima, del hambre y también las alegrías.

Sin embargo la palabra comunidad, puede significar algo muy general y muy abstracto, como son los mitos. Por ejemplo, el mito que hay en muchos países, Colombia entre ellos, donde se proclama que existe igualdad entre los ciudadanos, igualdad de deberes y derechos, y entonces se habla de la comunidad nacional como algo homogéneo, donde la igualdad es una realidad, donde hay justicia, donde hay acceso a los bienes y a los servicios, donde todos están contentos, y donde se están llevando a cabo una serie de reformas que van a beneficiar a "todos" los habitantes de la misma manera.

El concepto de comunidad se puede manejar con esos sentidos: con lo muy específico de una vereda o un barrio, o lo muy genérico de la comunidad nacional en la cual se trabaja por el beneficio de todos. Algunos de los criterios que se usan para caracterizar las comunidades, incluyen una población específica, que vive en un área geográfica determinada, y se puede avanzar hasta el análisis de las instituciones que comparten los miembros de esa población en una interacción social en un convivir cotidiano.

Se han dado algunos cambios básicos en las comunidades y si queremos entenderlas hay dos puntos interrelacionados que coinciden y condicionan, el estudio actual de las comunidades: uno es el cambio que está teniendo lugar en las comunidades mismas y el otro es el cambio, que tiene que ver con las formulaciones teóricas de los estudiosos de las comunidades.

Hay una serie de cambios que se están dando en la vida cotidiana de las comunidades, a niveles nacional, regional y local. Las sociedades no son estáticas, pasan muchas cosas cotidianamente que se nos escapan y que solo en la medida en que nos embarcamos a estudiarlas podemos captarlas, identificarlas y organizarlas. Por el otro lado, hay unos cambios que se están presentando, en el trabajo teórico y el conceptual, para entender que es una comunidad. Además hay dos cambios adicionales que deben ser añadidos a la lista de condiciones que exige una reformulación, o una nueva formulación del concepto de comunidad. En primer lugar, hay un crecimiento y fortalecimiento de los lazos externos que atan la comunidad local con la sociedad total. En segundo lugar las unidades locales se han relacionado y atado más con los sistemas departamentales, dejando así un margen más estrecho sobre las funciones de las unidades locales y la unidad inmediatamente superior. En nuestra sociedad colombiana hay una serie de reformas administrativas, como la descentralización municipal, que tiene muchas implicaciones, relacionadas con la problemática anterior. Hemos vivido además, una serie de procesos de violencia, y vemos que de una u otra manera han llevado a situaciones que han contribuido a crear, o destruir, los lazos que atan las comunidades locales entre sí y con la comunidad total. Cierta identidad que pueden estar logrando estas comunidades pequeñas, municipales, sobre su propia autonomía, sobre sus propias capacidades, sobre el uso de sus recursos, es algo que desde el punto de vista del agente social, se mira como sumamente valioso.

No es lo mismo hablar de la Colombia de hoy, que de la Colombia de hace veinte, treinta o cuarenta años. No podemos aplicar el mismo concepto de comunidad, cuando hace cuarenta años el 70% de la población colombiana era rural y el 30% era urbana, siendo hay la situación contraria. Las cosas han cambiado entre las comunidades urbanas y las rurales y esto obliga a muchos replanteamientos.

Los primeros enfoques sobre estudios de comunidades, estaban basados en la delimitación de un área geográfica, donde viven las personas. De un concepto geográfico se puede pasar a los aspectos sociológicos y sicológicos del estudio de las comunidades. Sicológicamente, el término implica que comparten intereses, características, y que se dan formas de asociación como en la expresión, "comunidad intelectual", "comunidad económica". Sociológicamente el término comunidad combina estas dos connotaciones: se relaciona con los intereses compartidos, con las maneras de actuar que las personas manifiestan en virtud de su agrupamiento geográfico, pero solamente la similaridad de intereses o la proximidad geográfica o de residencia, no constituyen una comunidad entendida sociológicamente. No podemos quedarnos en el estudio de las comunidades por una ubicación geográfica y por unas instituciones existentes en ellas, donde las personas necesariamente tienen que utilizarlas.

La comunidad no es el "n" kilómetros cuadrados en los cuales viven un número "x" de pobladores, y en los cuales hay unas instituciones privadas y estatales, que sirven de intermediarias o de gestoras de unos servicios. La comunidad es algo más. Anotamos que esta primera formulación, del concepto de comunidad, nació de la realización de la vida de las personas que estaban entretejidas con las instituciones que les servían localmente, donde una comunidad era un todo en el que se enmarcaba la vida y no solamente un aspecto limitado de ella. Además de ser una jurisdicción política, encierra también una interesante y compleja red de personas, de instituciones, de intereses comunes, localidad y un sentido de pertenencia sicológica.

Hay un hecho indiscutible: el vivir las personas en un espacio limitado tiene importantes influencias sobre sus actividades diarias. Esto nos suministra, quizás, nuestro primer indicador, para una definición de comunidad como una entidad social. Se puede considerar una comunidad como la combinación de unidades sociales y de sistemas sociales que llevan a que se incrementen las funciones sociales que tienen más importancia para la comunidad. Esta es otra manera de decir que por comunidad se puede entender, la organización de las actividades sociales que permitan a las personas el acceso diario a los diferentes campos de actividad necesarios para el diario vivir. Estas actividades pueden ubicarse alrededor de cinco funciones o factores principales, que tienen una importancia local. La intención es mostrar un poco el aporte que las ciencias sociales pueden hacer para la elaboración de estos proyectos interdisciplinarios, multidisciplinarios, transdisciplinario, centrados en comunidades.

La reflexión sobre los procesos de producción, de distribución y consumo, sobre los procesos de socialización, de control social, de participación social y de soporte mutuo, son cinco puntos claves para poder entender, y redefinir si es necesario, el concepto de comunidad.

La función de producción - distribución - consumo, tiene que ver con la participación local en el proceso de producción, distribución y consumo de aquellos bienes y servicios que son parte del vivir diario y el acceso a los cuales es deseable en la localidad inmediata. Las condiciones en las cuales una unidad y otra proveerán los bienes particulares o los servicios son de particular importancia, y el cambio en la manera como se provean tiene consecuencias importantes.

La función de socialización encierra el proceso a través del cual la sociedad o sus unidades sociales constituyentes, transmiten el conocimiento prevalente los valores sociales y las maneras de actuar a sus miembros individuales. A través de este proceso el individuo asimila el modo de vivir de esa sociedad en lugar de la de cualquier otra. El proceso es particularmente importante y observable en los primeros años del individuo, pero se entiende a través de toda su vida (Darmon, 2010).

La función del control social encierra el proceso a través del cual un grupo influencia el comportamiento de sus miembros hacia la conformidad con sus normas.

Ordinariamente, el gobierno formal es considerado particularmente pertinente, ya que por definición el gobierno tiene el máximo poder coercitivo sobre el individuo a través del reforzamiento de leyes universalmente aplicables. La policía, el ejército, las cortes, son especialmente relevantes en el desarrollo de la función del control social de gobierno local. Hay otras unidades, que pueden estar en oposición con el gobierno formal, como pueden ser la familia, la escuela, la iglesia, las organizaciones campesinas, las organizaciones obreras, las juntas comunales, etc., las cuales juegan un papel destacable.

Una función clave de la comunidad es la de proveer acceso local de participación social. Se puede pensar en organizaciones voluntarias de varias clases como las unidades más importantes para proveer la participación social.

También se dan organizaciones formales, relacionadas con el factor económico y político, que pueden proveer para esta función. Igualmente pasa con la familia y clanes familiares, grupos de amigos, redes sociales de apoyo familiares, vecinales, laborales, etc.

Una última función mayor de la comunidad es la de proveer por mutuo soporte al nivel local. Tradicionalmente, tal soporte mutuo, ya sea mostrando interés y cuidado en tiempo de enfermedad, intercambio de trabajo o laboreo, o la ayuda a una familia local en momentos difíciles, ha sido ejecutada con el auspicio de grupos primarios tales como la familia y parientes, vecinos, amigos, iglesias. Dependiendo de la necesidad o las circunstancias -su gravedad y urgencia- lo mismo que de la manera como esté afectando a la comunidad, pueden surgir nuevas formas de mutuo soporte, que llegan a ser verdaderas organizaciones surgidas de las redes sociales de apoyo presentes en la comunidad.

7. Participación comunitaria y proyectos concretos

Esta es un área valiosísima de investigación, donde está casi todo por hacerse. Se culpa, muchas veces, a los pobladores de una localidad, de una comunidad de no estar colaborando con el desarrollo del proyecto que se quiere implementar. ¿Se han investigado las razones que tienen nuestras comunidades, aquí en Colombia, para no colaborar y no ser solidarios? Este es un problema sociológico de plena validez. La cantidad de elementos de desengaño, de frustración, de desconfianza que nuestras poblaciones, y nosotros mismos como profesionales hemos llegado a acumular, deben ser motivo de investigación de las ciencias sociales.

Más que culpar a las comunidades conviene preguntarse: ¿cuáles son las razones sociológicas existentes allí que hacen que esas personas no puedan llegar a ser solidarias, ni a estar dispuestas a dedicar nuevamente su tiempo, sus afectos, su trabajo a una actividad colectiva? ¿No será porque la sociedad las ha desengañado en muchos aspectos? Este problema, conviene recalcarlo, es otro tema de investigación muy puntual en el cual está casi todo por hacerse, en nuestro contexto nacional.

Al utilizar las cinco funciones descritas previamente como instrumentos de análisis, se pueden dar distintos enfoques: un enfoque posible es considerar numerosos tipos ideales de comunidades y hacer afirmaciones generales sobre cada tipo. Otra alternativa es reducir las afirmaciones que se hagan, afirmaciones tan generales que se pueden aplicar a todas las comunidades, dejando de lado las diferencias importantes que existen entre ellas, lo cual es muy peligroso. Otro enfoque posible, es considerar algunas dimensiones importantes con fundamento en las cuales se muestra cómo las comunidades difieren unas de otras, relacionando estas dimensiones o afirmaciones generales aplicables a todas las comunidades y así localizar una comunidad particular que recoja algunas de esas dimensiones. Así se podría establecer un campo dimensional lo suficientemente amplio para abarcar todas las comunidades. Esto se llama en las ciencias sociales la creación de una tipología.

Ubicar, como fruto de la investigación, una serie de elementos tipológicos, con los cuales se pueda decir cómo una comunidad se orienta, mucho más en una línea que en otra, comparativamente en relación con otras comunidades, es un gran paso. En la medida en que haya unos buenos estudios sobre una región en particular, donde existen varias comunidades, se puede hablar de una tipología de las comunidades y de sus características. Esto puede proveer los instrumentos que ayuden a describir la diferencia entre una comunidad y otra, con respecto a la localización dentro de un cuadro multidimensional. Afirmaciones sobre comunidades específicas pueden tener mayor importancia mientras se conozca dónde se ubica esa comunidad, en un contexto un poco más global.

Vale la pena reiterar una última idea que relaciona el problema del manejo del proyecto específico que se quiera adelantar, la participación comunitaria y el papel de los profesionales involucrados en ese proceso, es la de la interdisciplinariedad, multidisciplinariedad y transdisciplinariedad. De una u otra manera, la posibilidad de entender nuestra sociedad global, nuestra comunidad, está anclada bajo una dimensión, se puede decir que nueva, llamada trabajo interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario. Lo anterior presupone que se han roto muchas barreras. ¿De parte de quién? De parte de los profesionales interesados en entender la realidad y a la cual se tiene la obligación de contribuir con el trabajo profesional. Pero ese tipo de trabajo no es una sumatoria de actividades profesionales sino un trabajo que necesita que se sienten juntos el sociólogo, el economista, el médico, el antropólogo, el ingeniero sanitario, el veterinario el historiador, el arquitecto, etc., pero no para que cada uno pronuncie un discurso, haga una tarea y luego se sumen los discursos y las tareas obteniendo así un trabajo interdisciplinario, multidisciplinario y transdisciplinario.

¡No! Ese trabajo presupone un debate abierto, coherente, franco, ilustrado, entre esos profesionales, con el fin de identificar criterios, identificar conceptos, llenar vacíos, entender las posibilidades y las limitaciones y sobre todo para no volver a cometer los errores que se han identificado. Lo cual opera en ambas direcciones: de los científicos sociales hacia las otras disciplinas como las ingenierías, la medicina, la arquitectura, etc. Pero el otro lado debe asimismo darse: los profesionales de la ingeniería, de la salud, de la arquitectura, etc., también tienen que hacer un esfuerzo para entender esa visión de las ciencias sociales. Solo así es posible el diálogo científico y el trabajo del cual estamos hablando y con las dimensiones que hemos expresado.


Notas

1 Han transcurrido varias décadas desde esa afirmación que hoy cobra más importancia que nunca. Cito, a manera de ejemplo, dos textos: el de finales de 1990, BASCH, Reva, Researching Online For Dummies, IDG Books Worlwide, Inc, Foster City, California, U.S.A., 1998, que de forma amena, pero no por ello falto de solidez, muestra la gama de posibilidades ya existentes; el más reciente de REAL DEL SARTE, Louis-Serge, Les Réseaux Sociaux sur Internet, Éditions Alphée Jean-Paul Bertrand, France, 2010, donde se incluye la guía mundial de las principales 500 redes de investigación social en Internet y donde se elabora una conceptualización sobre uno de los fenómenos mundiales más importantes que hayamos conocido: las redes de información social electrónica.
2 Los principales trabajos de investigación aquí aludidos, en los cuales participó el autor durante la última década, tanto en su diseño como implementación, son los siguientes:

  • La Participación Comunitaria en la Construcción del Bienestar Familiar: Una estrategia para el cambio en los centros zonales del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - ICBF. Informe final de investigación: Febrero del 2000. El proyecto fue implementado por el Grupo Asesor para la Educación - GAPE - en las Regionales de Bogotá, Quindío y Atlántico. Raúl Castro y Marta Lucía Rincón dirigieron el Proyecto en la Regional Atlántico. Publicado como: "MARDIC en la Casa del Atlántico: Conversaciones y diálogos en el proceso de producción de capital social". Artes Gráficas UNIVALLE, Cali, Colombia, marzo del 2000.
  • Tramas y urdimbres del tejido social en Agua de Dios (Cundinamarca) y Aguada de Pablo (Sabanalarga, Atlántico), Colombia. Informe final de investigación: Septiembre 2002, con el título de: Etnografía de enfermos de lepra: Representaciones e imaginarios sobre discapacidades. Director del proyecto. Coinvestigadoras: Myriam Álvarez, Historiadora; Paola Escobar, Psicóloga; Clara Carreño, Antropóloga; Marta Lucía Rincón, Psicóloga; Alicia Díaz, Psicóloga. El proyecto fue financiado por el Ministerio de Salud de Colombia y la Deutsches Aussatzigen Hilfswerk (Ayuda Alemana a los Enfermos de Lepra y Tuberculosis) DAHW - AYU, Representación Colombiana durante los meses de febrero - agosto 2002.
  • Embarazo por violación: La crisis múltiple. El libro presenta los resultados de una investigación realizada durante dieciocho meses en la ciudad de Cali, Colombia, con un grupo de ciento veintiuna víctimas. Abarca la descripción de la violación y sus efectos inmediatos en las mujeres, cómo y cuándo se dieron cuenta del embarazo, su sentir frente al hecho y las decisiones tomadas, así como los hallazgos del seguimiento realizado con quienes interrumpieron el embarazo, con las mujeres que entregaron el/la hijo/a en adopción y con aquellas que la/o conservaron. Co-Investigador con las psicólogas María Ladi Londoño E., Bertha Ortiz A., Ana Milena Gil C, Ana María Jaramillo J., y Natalia Pineda Londoño, Antropóloga y Politóloga. La investigación la realizó la Fundación Servicios Integrales para la Mujer "Sí-Mujer" en Convenio con COLCIENCIAS-BID, y se publicó con fondos otorgados por ISEDER (Fundación para la Educación en Salud y Derechos Reproductivos de la Mujer)
  • Evaluación de la gestión e imaginarios sociales de PLAN Internacional en Buenaventura, Valle, Colombia: 1990 - 1999. La representación colombiana de PLAN INTERNACIONAL, mediante convenio con la Universidad del Pacífico, Programa de Sociología, Buenaventura, patrocinó el proyecto, el cual comenzó en julio de 2001 y cuyo informe final se entregó en abril de 2002. Coinvestigador, junto con Santiago Arboleda (Historiador), Ricardo Castillo (Historiador), Andrés Tello (Sociólogo), y el Director del Proyecto, José Félix Riascos Benavides (Sociólogo).
  • Estudio de aspectos sociales de pequeños productores de mora de los municipios de Cerrito, Ginebra, Guacarí, Trujillo y Tulúa, Valle del Cauca, Colombia. Informe final de la investigación: Junio de 2002. El documento fue presentado al Departamento Nacional de Planeación / Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural / Fondo de Inversiones para La Paz: Alianzas Productivas para La Paz, en el contexto del Subproyecto de Mora que tiene como entidad gestora a la Fundación Carvajal / Unidad de Desarrollo Empresarial, Cali, Colombia. Investigador principal y como coinvestigador estuvo Andrés Prieto Navarro (Sociólogo)
  • Caracterización socio-económica y ambiental de los Asentamientos Humanos en el área de influencia de los poliductos Buenaventura - Yumbo y Cartago - Yumbo, Valle, Colombia. El proyecto fue patrocinado por ECOPETROL (Empresa Colombiana de Petróleos), mediante convenio con la Fundación Carvajal, Cali, y la Universidad del Pacífico, Programa de Sociología, Buenaventura, Colombia. El proyecto comenzó en noviembre de 2001 y se terminó en agosto de 2002. Miembro del equipo gestor de la investigación y miembro del equipo responsable de la implementación del proyecto en calidad de consultor e investigador.
  • Sistematización de la experiencia del proyecto de agronegocios de uva Isabela en los municipios de Ginebra, El Cerrito y Guacarí, Valle del Cauca, Colombia. Enero 2002 - julio 2003. Primer informe de investigación, enero 2004. Julio 2003 -junio 2004. Segundo informe de investigación, abril de 2005. Julio 2004 - diciembre 2005. Tercer informe de investigación, febrero 2006. Director de la "Consultoría para la sistematización de la experiencia del proyecto de agronegocios de uva Isabela, Valle del Cauca, Colombia, para su replicabilidad, asistencia técnica en el sector agrario (municipios de Ginebra, El Cerrito, Guacarí) enero 2002 - Septiembre 2005. La Consultoría se adelantó por medio de contrato firmado con la Fundación
  • Carvajal, Cali, Valle del Cauca, Colombia, financiada por el Banco Interamericano de Desarrollo - BID. Coinvestigadores: Andrés Prieto Navarro, Luis Carlos Granja, Adalberto Palomeque, Sociólogos
  • Estudio sobre oportunidades de inversión y formación para el trabajo en cinco sectores productivos de Colombia. Informe final de la consultoría: Julio 2004. Coordinador del equipo consultor responsable de la investigación que se adelantó por medio de contrato firmado con la Asociación Nacional de Centros de Desarrollo Productivo - CDP y la Organización Internacional de Migraciones - OIM, Programa de Niñez y Conflicto Armado, para ser adelantada en las ciudades de Cali, Bogotá, Medellín y Bucaramanga, en los sectores productivos del Cuero y Calzado, Alimentos, Confecciones, Metalmecánica, Madera y Muebles. El propósito principal de la Consultoría fue recoger, identificar y evaluar, a nivel de perfil, iniciativas productivas relacionadas con los sectores señalados, que puedan ejecutarse de manera articulada con el sector empresarial generando con ello un incremento en las capacidades productivas que jalonen empleo, e igualmente identificar las necesidades de formación del recurso humano en competencias laborales, con el fin de lograr el beneficio de los/ as jóvenes desvinculados del conflicto armado, beneficiarios/ as del Programa. Otros miembros del Equipo Consultor: Diego Muñoz Toro, economista, Jorge Medina Tabares, economista, Lorena Pareja Puentes, ingeniera industrial.
  • Investigación de mercado sobre oferta y demanda de productos de panadería, en 10 ciudades del país. Informe final de investigación: Agosto 2005. Coordinador científico del equipo responsable de adelantar la investigación. Otros miembros del equipo consultor: Diego Muñoz Toro, economista; Jorge Medina Tabares, economista; Hernando Reyes, administrador. La investigación se realizó mediante contrato entre la COOPERATIVA DE TRABAJO ASOCIADO "CEDEAL", Cali, Valle, Colombia, y La Asociación Nacional de Industriales de la Panadería y Alimentos Afines - ANIPAN, con sede en Cali, Valle, Colombia, en el marco del "Programa sobre promoción de operaciones cooperativas entre empresas, convenio BID -FOMIN - ACOPI".
  • Identificación de la situación actual del Comité Local Comunitario (CLC) de la comuna uno y el barrio Uribe Uribe de Yumbo y análisis de los proyectos formulados según los cuatro programas del Plan Estratégico de la comuna uno. Informe final de consultoría: marzo de 2006. Coinvestigador con Oscar Donney's Bejarano, administrador y Maritza Calderón Rojas, economista. El estudio se realizó durante los meses de diciembre 2005 y los tres primeros meses de 2006 por solicitud de la Alianza Empresarial de Yumbo conformada por las Fundaciones Smurffit, Propal, Cartón de Colombia, Good Year y las empresas Cementos del Valle y ECOPETROL, entidades que habían financiado, a través de CENCOA, la elaboración del Plan Estratégico (Fase 1), la conformación del CLC y la formulación de Proyectos de Desarrollo Comunitario en la comuna uno de Yumbo y el barrio Uribe Uribe (Fase 2). Como resultado del análisis del CLC y de la evaluación de los proyectos, el informe final presentó una propuesta de servicios sociales y productivos para la comuna uno de Yumbo y el barrio Uribe Uribe que contribuya a la consolidación del CLC (Fase3).
  • Estudio de demanda empresarial de las actividades económicas existentes en la zona urbana del municipio de Buenaventura y de oferta productiva de los trabajadores portuarios del municipio de Buenaventura y sus familias. Informe final de consultoría: Abril de 2006. Coinvestigador con Jorge Medina Tabares, economista. El estudio se elaboró para la Fundación Caicedo González / FCG de Cali en el diseño e implementación de la primera fase del proyecto "HOGAR PROYECTO DE VIDA", auspiciado por la Fundación Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura, consistente en conocer a través de un estudio muestral de actividades productivas existentes en Buenaventura, la demanda de necesidades empresariales mediante el análisis de sus principales características, capacidad de ingreso, cobertura, necesidades laborales, posibilidades y generación de ideas productivas de los empresarios que faciliten el diagnóstico, e igualmente conocer a través de un diagnóstico participativo las características de la población de trabajadores/as portuarios/ as adicionales en cuanto a recursos físicos e intelectuales, habilidades, experiencias laborales y expectativas de vida. Lo anterior con miras a fundamentar la oferta que esa población pueda hacer de servicios y productos mediante la construcción de negocios y empresas familiares viables.
  • Estudio sobre reconocimiento de los niveles de satisfacción de los/as usuarios/as acerca de las actividades para el control de la hipertensión, diabetes y discapacidad por ACV, realizadas con la población adulta mayor atendida por la red pública de Cali, en el marco del SGSS. Informe final de consultoría: Diciembre de 2006. Coordinador del proyecto: Sergio Rodolfo Galvis. Investigadores/as: Enriqueta Cortés, Mercedes Benavides, Susana Valencia, Miguel Dávila, Juan José Jaramillo, Raúl Castro García. El estudio fue ejecutado por integrantes de GEBIF (Fundación para la Educación y el Bienestar Familiar) de Cali, por solicitud de la Secretaría Municipal de Salud de Cali, durante los meses de septiembre a diciembre 2006. Su objetivo fue reconocer la satisfacción que tienen los usuarios en torno a la oportunidad y calidad de los servicios de salud que recibe la población de hipertensos, diabéticos, y /o discapacitados por ACV en las red de salud de Cali, zona urbana.
  • Seguimiento del proyecto sobre la prevención del uso y abuso de sustancias psicoactivas - alcohol y tabaco e implementación de acciones de seguimiento del proyecto sobre promoción del buen trato y prevención de la violencia intrafamiliar y el suicidio, en adolescentes escolarizados de distintos niveles educativos de las instituciones educativas del municipio de Yumbo intervenidas en los años 2005 y 2006. Informes finales de los dos proyectos: Diciembre de 2007. Director de los dos Proyectos, ejecutados para el Municipio de Yumbo, mediante contrato de Prestación de Servicios. Los proyectos se iniciaron en abril de 2007 y duraron hasta noviembre de 2007
  • Derechos sexuales y reproductivos con adolescentes: Como adolescente construyo vida, comunidad y país. - Derechos sexuales y reproductivos: Como garantes aprendemos y aportamos al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos en nuestra comunidad. Informes finales de los dos proyectos: enero de 2008. Director de los dos proyectos, ejecutados en Tumaco, Nariño, por la Fundación Si Mujer de Cali, para Plan Internacional - Tumaco, para lo cual la Fundación Si Mujer conformó un equipo interdisciplinario responsable de las múltiples actividades. Los Proyectos se iniciaron en julio de 2006 y duraron hasta diciembre de 2007.
  • Estudio de caracterización de las actividades económicas existentes y estudio de oferta laboral en la zona de intervención del
  • proyecto: ladera de la comuna 18 y la cabecera del corregimiento de Montebello, Cali. Informe final de consultoría: Septiembre de 2008. Coinvestigador con Jorge Medina Tabares, Economista. El estudio se realizó para la Fundación Carvajal, Área de Proyectos Corporativos, Cali, Colombia, entidad ejecutora, en el contexto del proyecto sobre fortalecimiento de los tejidos educativo y socio-productivo y gestión de acceso a servicios de la zona de ladera de Cali, Colombia - CAM-CODESPA-LADERA, financiado por la Comunidad Autónoma de Madrid - CAM, y la Fundación CODESPA, con una duración de tres años, 2008-2010.
  • Caracterización sociodemográfica de la población de Bajamar / Isla Cascajal de Buenaventura.Publicación como libro, inserta en el Grupo de Investigación HUELLAS DEL PACÍFICO, Programa de Sociología, Universidad del Pacífico, Buenaventura, inscrito en COLCIENCIAS, Categoría B - 2010. Santiago de Cali, 2009, EDITORIAL UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO. 150 páginas. ISBN: 978-958-8566-23-8. El Estudio estuvo dirigido conjuntamente por Jerson Hernando Portocarrero y Raúl Castro García y contó con la participación de Karyn Yurani Castillo Garcés, Ingeniera de sistemas, Danny Perea y Jennifer Posso, Tecnólogas en Informática, y la colaboración de todos los integrantes del equipo de campo de la gerencia para el acompañamiento social del macroproyecto de vivienda de interés social nacional, Buenaventura, Universidad del Pacífico. (Contrato Número PA2 - 0003 DE 2008 entre Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial - MAVDT, y la Universidad del Pacífico)
  • Proyecto educativo intercultural para la ciudad de Cali. Informe final presentado en junio de 2010. Integrante del equipo de investigación y de capacitación responsable de implementar el proyecto, dirigido por José Félix Riascos Benavides, Sociólogo y Director del Programa de Sociología de la Universidad del Pacífico, Buenaventura. El Proyecto, implementado por la Universidad del Pacífico / Programa de Sociología, para la Secretaría de Educación Municipal de Cali (Contrato Interadministrativo Número, SEM - INTERDM - 4143.3.2.26. 845 2009) se desarrolló entre los meses de noviembre de 2009 y junio de 2010, en las 23 Instituciones Educativas Etnoeducadoras de las comunas 7, 13, 14, 15, 16 y el Corregimiento del Hormiguero, zona rural de Cali, y constó de tres (3) Subproyectos, a saber: Diplomado en para 120 docentes etnoeducadores de la ciudad de Cali; Sistematización de las experiencias significativas en etnoeducación que tienen lugar en las 23 instituciones educativas etnoeducadoras de la ciudad de cali; línea de base para las 23 instituciones etnoeducativas de la ciudad de Cali.
  • Sistematización de experiencias significativas de etnoeducación en la ciudad de Cali. Colombia. Publicación como libro, inserta en el grupo de investigación HUELLAS DEL PACÍFICO, Programa de Sociología, Universidad del Pacífico, Buenaventura, inscrito en COLCIENCIAS, Categoría B - 2010. Coautor con José Félix Riascos y Jesús Gorkys Mosquera Murillo. Santiago de Cali, 2010, EDITORIAL UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO. 80 páginas. ISBN: 978-958-8566-37-5
  • Entre el temor y la esperanza: un ejercicio de cartografía social en la Zona de Bajamar, Isla Cascajal, Buenaventura. Responsable de la publicación como libro, inserta en el Grupo de Investigación HUELLAS DEL PACÍFICO, Programa de Sociología, Universidad del Pacífico, Buenaventura, inscrito en COLCIENCIAS, Categoría B - 2010. Santiago de Cali, 2010, EDITORIAL UNIVERSIDAD DEL PACÍFICO, 180 páginas. ISBN: 978-958-8566-20-7. El trabajo colectivo para este estudio, estuvo coordinado académicamente por Raúl Castro García y Jerson Hernando Portocarrero y contó con la participación de todos los integrantes del equipo de campo de la gerencia para el acompañamiento social del macroproyecto de vivienda de interés social nacional, Buenaventura, Universidad del Pacífico. (Contrato Número PA2 - 0003 DE 2008 entre Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial - MAVDT, y la Universidad del Pacífico)
  • Propuesta de seguimiento y evaluación para el programa de promoción del lavado de manos con agua y jabón, programa que será implementado a través del Servicio Social Estudiantil - SSE y los Hogares Comunitarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - ICBF. La Propuesta se entregó en octubre de 2010 y fue elaborada conjuntamente con Karyn Yurani Castillo Garcés, Ingeniera de Sistemas, Danny Perea, Tecnóloga en Informática, por solicitud del INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO EN ABASTECIMIENTO DE AGUA, SANEAMIENTO AMBIENTAL Y CONSERVACIÓN DEL RECURSO HÍDRICO - CINARA, de la Universidad del Valle, Cali, Colombia, entidad que bajo los auspicios de UNICEF y el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial de Colombia - MAVDT, implementará la estrategia.

Bibliografía

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Raúl Antonio Castro García
Profesor Titular (Jubilado activo desde 1998) de la Escuela de Salud Pública, Facultad de Salud, Universidad del Valle, Cali, Colombia. Realizó sus estudios de Pregrado en Filosofía y de Maestría en Sociología (Rural) en Fordham University, New York, New York, U.S.A., y los de Doctorado en Sociología (Salud y medicina) en Tulane University, New Orleans, Lousiana, U.S.A. Inicialmente, desde noviembre de 2000 hasta agosto de 2002, y posteriormente desde agosto de 2008 hasta diciembre de 2010, colaboró con la Universidad del Pacífico, Buenaventura, Colombia, en calidad de docente y asesor. Investigador del grupo Huellas del Pacífico, Categoría B Colciencias, COL0067433.