Introducción
Hymenaea oblongifolia Huber (Fabaceae) es una especie esciofita originaria de América del sur; se distribuye en Brasil, Ecuador, Colombia, Guyana, Perú; Suriname y Venezuela (Groom, 2012). En Colombia, se encuentra presente en bosques húmedos con suelos arcillosos, ubicados por debajo de los 1.200 msnm. Alcanza de 18 a 40 m de altura y hasta 70 cm de diámetro. Esta especie cumple importantes funciones en el ecosistema, entre las que sobresale la protección de los cursos de agua (ríos y quebradas), control de la erosión y la provisión de hábitat y alimento para la fauna silvestre. Su madera es moderadamente dura con 378,8% en los lados y 340,9% en los extremos, sin olor característico, de textura mediana a fina con buen acabado (Serna, Borja, Fuentes y Corona, 2011).
La pulpa que recubre las semillas de H oblongifolia es un alimento muy nutritivo debido a su alta concentración de almidón y proteínas, es utilizado en la elaboración de bebidas y como concentrado para animales (Cogollo y García, 2012). De igual forma, la resina se emplea para curar infecciones fungosas; este mismo material es utilizado como incienso y barniz. La madera se emplea principalmente para construcciones pesadas, puentes, viviendas, barcos, traviesas para ferrocarril y para usos múltiples en ebanisterías. Estos atractivos junto con su fácil trabajabilidad, han motivado el aprovechamiento desmedido en bosques naturales como los del departamento del Chocó, afectando directamente su permanencia en estos ecosistemas (Martínez, Torres-Torres y Medina, 2015).
La serie de servicios que ofrece H oblongifolia a las comunidades del Chocó biogeográfico, ha generado, un aumento paulatino de su aprovechamiento, el cual es realizado sin criterios técnicos de conservación y sostenibilidad (Martínez, Torres-Torres y Medina, 2015). De acuerdo con cifras de la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo Sostenible del Chocó CODECHOCÓ, entre los años 2010 y 2013 se aprovecharon aproximadamente 10.218 m3 de madera de esta especie (2.554,5 m3/ año), provenientes de siete municipios del departamento del Chocó: Atrato, Bojayá, Bajo Baudó, Cértegui, Istmina, Medio Baudó y Quibdó, los cuales fueron movilizados hacia destinos como Buenaventura, Medellín, Risaralda y Turbo (CODECHOCÓ, 2013). Estas cifras han hecho que los individuos de esta especie se hallan reducido significativamente en la región chocoana (Klínger, et al. 2011). A esta situación se suma el hecho de que a nivel local se han emprendido pocas alternativas que aporten a la sostenibilidad de esta especie en los ecosistemas forestales del departamento del Chocó; además, a nivel regional la información referente a su germinación, crecimiento y adaptación inicial a diferentes sustratos orgánicos y tratamientos pre-germinativos es limitada, lo que dificulta su manejo.
En coherencia con lo anterior, Klínger (2009) manifiesta, que esta situación de la especie H. oblongifolia, y en general las selvas del Chocó exige a las autoridades ambientales a ejercer control sobre las actividades que deterioran los ecosistemas boscosos y restringen su conservación y protección. Por lo tanto, es de vital importancia desarrollar estudios del comportamiento de esta especie en vivero que garanticen la obtención del material vegetal necesario para su posterior establecimiento en los bosques, como una alternativa de mitigar el daño causado y contribución en la restauración de la composición y estructura del bosque.
Por otro lado, aunque el uso de semillas silvestres (no mejoradas), representa una buena alternativa para los planes de reforestación, en la actualidad son escasos los registros del uso de este material. Por esta razón, Mosquera, Mediana y Martínez (2012), indican que es necesario adelantar investigaciones que aporten lineamientos técnicos y científicos para su adecuada germinación y crecimiento inicial, los cuales deben emprenderse utilizando los recursos regionales para abaratar costos de propagación.
En la búsqueda de alternativas para recuperar y conservar especies forestales amenazadas y de importancia socio-ecológica, se ha planteado el uso de sustratos orgánicos como arena aluvial, tierra de bosque, tierra de hormiga, hojarasca y cascarilla de arroz (Torres-Torres, Medina, Pinilla, Córdoba y Martínez, 2017; Pinilla, et al. 2016; Mosquera, et al. 2012; Negreros, Apodaca y Carl, 2010). Del mismo modo, se recomienda utilizar la escarificación mecánica y la inmersión de las semillas en agua a diferentes temperaturas y periodos de tiempo como tratamientos pre-germinativos (Torres-Torres, Medina y Martínez, 2018; Salas, et al. 2014).
Por consiguiente, el propósito de esta investigación fue evaluar el efecto de cuatro tratamientos pre-germinativos y sustratos orgánicos en la germinación y el crecimiento inicial de H oblongifolia utilizando semillas silvestres. Esto se realizó bajo dos condiciones ambientales (libre exposición solar y bajo malla sombra), buscando obtener el mayor número de información que contribuya a las estrategias de propagación de esta especie.
1. Marco teórico
1.1. Características botánicas de H. oblongifolia
Es un árbol que alcanza hasta 40 m de altura. Posee un tronco cilíndrico y base recta, tiene la corteza externa lisa a levemente fisurada, de color grisáceo, fuertemente lenticelada. La corteza interna es rojiza, fibrosa, laminada, de tiras cortas, exudado acuoso. Su copa es aparasolada, de follaje denso y ramificación alterna (Salas, et al. 2014; Groom, 2012).
La madera seca tiene una albura de color beige a marrón pálido con transición abrupta a duramen de color rojo amarillento. Es dura y pesada, con densidad básica alta de 0,78 g/cm3. Poros visibles a simple vista, medianos y muy pocos; la mayoría solitarios, algunos múltiples con contenido gomoso rojizo, radios visibles y grano recto (Gómez, Toro y Piedrahita, 2013).
Las hojas son alternas, compuestas, con sólo dos folíolos estrechamente oblongos, de ápice agudo, brillante por encima y opaco por debajo, con puntos translúcidos. Las flores son blancas, pequeñas y agrupadas en racimos o panículas que se encuentran en las partes sub-terminales o axilares de las ramas (Salas, et al. 2014; Gómez, et al 2013).
1.2. Característica de la semilla
El fruto es una legumbre ovoide, indehiscente, leñosa, de color café oscuro con numerosas lenticelas pequeñas blancas. Mide entre 1,8 y 2,5 cm de ancho, 2,5 a 3,5 cm de largo y de 1,7 a 2,3 cm de grosor; contiene generalmente de 1 a 2 semillas, excepcionalmente 3, las cuales son aplanadas, ovoides, miden 20 de 1,5 a 2,4 cm de ancho, de 1,7 a 2,7 cm de longitud y de 1 a 1,3 cm de grosor; tienen la cubierta seminal dura, de color marrón oscuro, están rodeadas por una pulpa harinosa, seca, de color amarillo pálido, la cual es comestible y altamente nutritiva y medicinal. Un kilogramo contiene entre 324 y 400 semillas (Groom, 2012).
1.3. Ecología
Es un árbol de la familia Fabaceae, que crece en el bosque húmedo tropical, en paisaje fisiográfico de terrazas, hasta los 1.200 m. Es una especie esciofita, de muy lento crecimiento, crece en suelos arcillosos. En ese sentido, Gómez, et al. (2013) sugieren que a las plántulas se le debe suministrar sombra parcial mientras permanecen en vivero.
1.4. Floración y fructificación
El algarrobo tiene un período de floración muy definido entre los meses de septiembre y octubre, coincidiendo con la época de mayor precipitación. No todos los árboles florecen el mismo año (Vasconceles, Costa, Ribeiro, Lira-Guedes, y Guedes, 2013).
Los frutos verdes se observan desde el mes de octubre completando su desarrollo y maduración entre marzo y abril (final de la temporada seca), esto es, de 6 a 7 meses después de la floración (Gómez, et al. 2013).
1.5. Reproducción en vivero
Selección, procedencia y marcación de los árboles semilleros
Un árbol semillero es aquel árbol seleccionado para cosechar semillas con fines de propagación de plantas. A menudo, se piensa que cualquier árbol que abastezca de semillas puede ser considerado como semillero, sin embargo, éste debe cumplir ciertas características que hacen que se le denomine Árbol Plus. Estas características son: Individuos altos, tronco lo más recto posible, libre de bifurcaciones en la base, estado fitosanitario bueno, estos caracteres son elegidos debido a su alta heredabilidad (Vallejos, Badilla, Picado y Murillo, 2010; Vasconceles, et al. 2013).
Es importante llevar a cabo un proceso de selección y manejo de árboles semilleros porque: permite tener una fuente permanente de producción de semillas con un origen conocido. Se garantiza en gran medida que las buenas características de los progenitores seleccionados sean transmitidas a sus descendientes. Representa una alternativa económica de producir semilla de mejor calidad a muy corto plazo, para comercialización y/o establecimiento de plantaciones forestales (Espitia, Murillo y Castillo, 2010).
Escogidos los árboles se procede a marcarlos, con una banda de 10 cm. alrededor del tallo, con pintura roja o amarilla. Se les debe colocar un número que quede registrado en un formulario (Vallejos, et al. 2010).
Recolección de frutos, extracción y manejo de la semilla
Los frutos pueden colectarse directamente del suelo, preferiblemente recién caídos. La cosecha debe llevarse a cabo durante los meses de marzo y abril, período en el cual se presenta el mayor porcentaje de maduración y desprendimiento de frutos. Para extraer las semillas se requiere quebrar el fruto con la ayuda de un martillo o una piedra. Para remover la pulpa harinosa se mezclan las semillas con arena húmeda y se maceran, otra forma que resulta efectiva pero más dispendiosa es raspar cada semilla con un cuchillo, este último método permite rescatar la pulpa para su posterior utilización; luego para eliminar los restos del arilo se lavan con agua corriente (Gómez, et al. 2013).
Almacenamiento, conservación y germinación de las semillas
Una vez que la semilla está limpia, como probablemente no sea la época de siembra, suele almacenarse hasta el momento oportuno. El principal objetivo del almacenamiento es mantener las semillas viables desde su cosecha hasta el momento de la próxima siembra, para lograr una satisfactoria germinación (Salas, et al. 2014).
Aunque las semillas por su testa dura, aparentemente podrían necesitar tratamiento pre-germinativo, no lo requieren. Semillas puestas a germinar en arena, a plena exposición y sin ningún tratamiento, alcanzaron una potencia germinativa promedia del 50%, la germinación inició dos semanas después de la siembra y finalizó 13 días más tarde; mientras semillas que fueron sometidas a escarificación con papel de lija y posteriormente se hidrataron durante 5 días, sólo alcanzaron una potencia germinativa del 29%, iniciando 13 días después de la siembra y completándose diez días más tarde (Gómez, et al.2013).
La germinación del algarrobo es epigea y se presenta entre 13 y 15 días después de la siembra. Su capacidad germinativa en condiciones favorables varía entre 36 y 60%. Para este proceso se debe utilizar arena o tierra mezclada con arena en proporción 2:1. En los dos primeros meses las plántulas muestran un rápido crecimiento; una semana después de la aparición de la radícula los cotiledones entreabiertos dejan ver el primer par de hojas. Se recomienda hacer el traslado de las plántulas a bolsa antes que las primeras hojas completen su desarrollo, donde permanecerán hasta que alcancen de 30 a 35 cm de altura (Gómez, et al. 2013).
1.6. Propagación sexual
Esta especie se propaga por semilla (250 por kilo) que se pueden conservar por varios meses. Requieren un tratamiento para germinar: pueden lijarse hasta que pierdan el brillo o colocarse en remojo durante 16 días en agua fría. Se siembran en bolsas grandes o directamente en el sitio; germinan en 3-4 semanas. El crecimiento inicial es rápido, pero luego de los dos meses se torna lento. Para que crezca derecho debe plantarse en la sombra durante los primeros años o en plantación densa para posterior entresaque (Vas-conceles, et al 2013; Perea, 2003).
H. oblongifolia es de crecimiento relativamente lento, alrededor de 0,50-1,20 metros al año; 8 metros a los 5 años. Empieza a producir frutos a los 8-12 años. Un árbol adulto puede producir alrededor de I000 frutos, lo que representa 10-12 kilos de pulpa comestible. Los frutos se recogen cuando caen al suelo y pueden conservarse por mucho tiempo (Perea, 2003).
2. Antecedentes
Para el año 2006 H. oblongifoliafue incluida en el libro rojo de plantas de Colombia, al tiempo de que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza IUCN (por sus siglas en inglés), la registró en la categoría Casi Amenazada (NT) (Cárdenas y Salinas, 2006), lo que despertó el interés de algunos investigadores por conocer aspecto de la especie como su comportamiento germinativo, crecimiento inicial y supervivencia en vivero y bosques naturales, todo con la finalidad de contribuir elementos que conlleven a la restauración de ecosistemas con afectaciones antrópicas.
Dentro de las investigaciones sobresale la realizada por Fachín (2002), quien luego de someter a remojo por 10 segundos en agua hervida y 24 horas en agua corriente las semillas de H. oblongifolia obtuvo porcentajes de germinación de 30 y 45%, respectivamente, por lo que sugirió adelantar nuevos estudios que incluyan más variables. De manera similar, Perea (2003) obtuvo un porcentaje de germinación de 36%, empleando remojo de las semillas durante 24 horas en agua fría como pre-germinativo. Estas plantas a su vez experimentaron el mayor crecimiento en altura. Por otra parte, Vasconcelos, et al. (2013), empleando como tratamiento rompimiento de la testa de las semillas y como medio de germinación arena y vermiculita obtuvo un porcentaje de germinación de 63,3%, por lo que sugirió nuevos estudios en los que se empleen más pre-germinativos. Tomando esta idea, Salas, et al (2014) evaluaron el efecto de la inmersión total de las semillas de H. oblongifoliaen cuatro tratamientos (Tl-maíz morado, T2-té verde, T3-peróxido de hidrogeno, T4-café al 3% durante 12 horas, obteniendo mejores resultados empleando T4 (Germinación de 95%, número de foliolos 6, crecimiento en altura 25,37 cm y longitud de raíz 22,73 cm). Por su parte, Vargas (2015), obtuvo un 51% de germinación y 15 cm de crecimiento en altura de las plántulas utilizando sustrato orgánico (60% de tierra negra + 20% de arena + 20% de gallinaza), por lo que sugiere emplear tratamientos pre-germinativos para mejorar estas cifras.
En cuanto a su estado en los bosques Zambrano (2015) registró 759 ind/ha en la categoría brinzal, 583 ind/ha en la categoría latizal en claros y al interior del bosque de la parcela de corta anual de la comunidad nativa Esperanza, río Putumayo, Perú, sugiriendo que el algarrobo goza de buena representatividad en los bosques secundarios del Putumayo peruano. Por su parte, Guerra, Pacheco y Wiener (2016) evaluaron el crecimiento y sobrevivencia de los plantones de H. oblongifolia trasplantados en tres hábitats (bosque maduro, plantación y purma) bajo dos métodos de trasplante (a raíz desnuda y con pan de tierra). La sobrevivencia de los plantones fue de 78,94%. En cuanto al crecimiento en altura y diámetro, se obtuvo mayores tasas trasplantando la especie en hábitats de purma y plantación, los cuales presentan condiciones más favorables que en el hábitat de bosque maduro. De igual forma, Palacios, Perea, Bellido, Caicedo y Abadia (2017) reportan densidades de 19,8 ind/ ha de la especie H. oblongifolia para el departamento del Chocó-Colombia. Además, sugieren que la mayoría de los individuos se ubicaron en la clase diamétrica de 30,1-40 y para la clase de altura se encontró una forma de J invertida asegurado la sostenibilidad de la especie.
Los estudios anteriores sin duda alguna han aportado en el mejoramiento del manejo de la especie en los ecosistemas en los que se encuentra, por lo que después de varias revisiones la IUCN (2018) categoriza a H oblongifolia en estado de preocupación menor. Sin embargo, en el departamento del Chocó permanece la preocupación porque la especie sigue siendo ampliamente aprovechada por los pobladores locales con fines comerciales y sin ningún criterio de conservación, a lo que se suma que las estrategias emprendidas para revertir esta situación son escasas. Todo esto crea la necesidad de avanzar en investigaciones que aporten al conocimiento de la especie en estudio.
3. Metodología
Área de estudio
El presente trabajo se realizó en la Granja Escuela Agro-ecológica de la Institución Educativa Agropecuaria Gustavo Posada, ubicada en el municipio de Istmina a 5°07'54.3" N y 76°41'02.5" O (Figura 1). De acuerdo con el sistema de Holdrige, corresponde a las zonas de vida de bosque muy húmedo tropical (bmh-T) y bosque pluvial tropical (bp-T). El sitio de estudio se encuentra a una altitud de 76 m.s.n.m.; posee una temperatura promedio de 26°C, una precipitación media anual superior a los 8.000 mm. y una humedad relativa superior al 88% (POT - municipio de Istmina, 2012).
Diseño experimental
El estudio se realizó bajo un diseño completamente aleatorizado (Torres-Torres, et al. 2017, Pinilla, et al. 2016), compuesto por 12 tratamientos y tres repeticiones, que resultaron de la combinación de tres tratamientos pre-germinativos y cinco sustratos orgánicos (Tabla 1).
La evaluación de los tratamientos se realizó bajo dos condiciones de luminosidad: libre exposición solar (LS) y bajo sombra (BS). Para esto se construyó un vivero de 10 x 16 m, de los cuales la mitad se cubrió con malla polisombra de 80% de opacidad y la otra parte con plástico transparente. Dentro de esta instalación se adecuaron dos camas de germinación, con dimensiones de I m de ancho por 10 m de largo y 0,20 m de profundidad.
Material vegetal y sustratos
Se utilizaron semillas provenientes de los bosques del municipio del Medio Baudó en el departamento del Chocó. Las semillas fueron colectadas dos días después de haber caído al suelo, procedentes de dos árboles que tenían las siguientes características: árbol 1 DAP = 100 cm, altura de ramificación 18 metros y total 30 metros; árbol 2 con DAP = 80 cm, altura de ramificación de 13 metros y total de 20 metros. En general, los individuos arbóreos presentaron buena apariencia física, con fuste recto y sin señales de ataques de patógenos. Las semillas colectadas fueron sometidas a tres tratamientos pre-germinativos frente a un testigo (Tabla 1).
Los sustratos orgánicos presentados en la tabla 1 fueron extraídos del área de estudio con colaboración de la comunidad. Para su desinfección se mezclaron 10 ml de formol y 10 ml de cipermetrina por cada 20 litros de agua (Pinilla, et al.2016).
Siembra de las semillas de H. oblongifolia y cuidados culturales.
Se sembraron 12 semillas por tratamiento (distribuidas en tres repeticiones), 144 por condición lumínica y 288 para todo el experimento. Se empleó una profundidad de siembra de 2 cm y un distanciamiento de 10 cm entre semillas (CORANTIOQUIA, 2007). Este material fue regado dos veces al día y desyerbado quincenalmente.
Variables evaluadas
Se tuvieron en cuenta los parámetros evacuados por Rivera, Peñuela, Jiménez y Vargas (2013), entre los que sobresalen:
porcentaje de germinación (PG) y porcentaje de supervivencia (% SV). Una vez las plántulas alcanzaron 6 cm de altura fueron trasplantadas a bolsas de polietileno, utilizando el mismo sustrato en el que germinaron las semillas. Posteriormente, se evaluó el crecimiento en diámetro y altura de la especie. La medición de esta variable se realizó cada 15 días por dos meses. Para estimar los parámetros antes descritos se utilizaron las siguientes fórmulas:
4. Resultados y discusión
Análisis estadístico
Los resultados del análisis de varianza y la prueba de Tukey (p<0,05) señalan que para las variables germinación y altura de las plántulas no hubo diferencias estadísticas significativas entre tratamientos y condición lumínica. Por su parte, para la variable diámetro se detectaron diferencias estadísticas significativas entre las condiciones lumínicas, mas no entre tratamientos. Resultados similares ha sido reportado para el crecimiento en altura de las plántulas de H. oblongifolia en bosques naturales de Lotero, Perú (Guerra, et al. 2015). Estos resultados evidencian que bajo las condiciones de estudio la germinación, altura y supervivencia de las plántulas de H. oblongifolia no se ven afectadas por la intensidad de luminosidad; por lo contrario, mientras que el diámetro sí.
Germinación
H. oblongifolia, presentó germinación epigea (Figura 2). La germinación empezó diez días después de la siembra y se extendió hasta el día 30. Estos resultados coinciden con los obtenido por Salas, et al. (2014). Sin embargo, difiere de lo reportado por CORANTIOQUIA (2007), quienes afirman que, la germinación inicia a los 15 días después de la siembra. Al respecto, Varela y Arana (2011), añaden que, la latencia es una adaptación que contribuye a la supervivencia del individuo, ya que restringe la germinación cuando los factores ambientales son desfavorables para el desarrollo de la plántula.
En la Tabla 2 se observa que la media general de germinación entre condiciones lumínicas, osciló entre 67,4% (P= 0,02174), para LS y 65,3% (P= 0,0211), para BS, con una media general para todo el estudio de 66,4%, sin existir diferencias estadísticas entre condiciones lumínicas (p<0,05). Estos resultados sugieren que las semillas de H. oblongifolia germinaron de manera similar en cada ambiente estudiado. Estos resultados se encuentran entre el rango de germinación sugerido por Vargas (2015); Salas, et al. (2014); Vasconceles, Costa, Ribeiro, Lira-Guedes, y Guedes, (2013) y CORANTIOQUIA (2007) para la especie empleando semillas silvestres (57 y 68%).
Promedios con la misma letra no difieren estadísticamente, según la prueba de comparación de medias de Tukey (p<0,05). LS: libre exposición solar; BS: Bajo sombra; S: Desviación estándar
Fuente: Elaboración propia
Los tratamientos pre germinativos empleados en este estudio, no presentaron diferencias significativas, en cuanto al número de semillas germinadas (p<0,05). Al respecto, Vargas (2015) sugiere que las semillas de H oblongifolia no requieren tratamientos previos que estimulen la germinación. Sin embargo, Salas, et al (2014) afirman que la inmersión de las semillas de H. oblongifolia en las sustancias acuosas de maíz morado, café, té verde y agua oxigenada induce a la germinación de las semillas de esta especie. Aparicio, Cruz y Alba (1999), por su parte, mencionan que son las características físicas, químicas y biológicas de los sustratos los que garantizan la germinación de las semillas y el correcto desarrollo de la plántula.
Al evaluar los tratamientos pre-germinativos con los sustratos orgánicos bajo las dos condiciones lumínicas, se evidencia un efecto positivo en la variable germinación. En la condición LS, sobresalen los tratamientos AE y BF con valores de germinación de 83,3% (P= 0,0390) y 75% (P=0,0351) respectivamente. Bajo sombra los mejores resultados se obtuvieron en los tratamientos AF y BE ambos con 75% (0,0351) de germinación (Tabla 2). Estos resultados validan lo expresado por Farfán (2012) y CORANTIOQUIA (2007), quienes manifiestan que las semillas de H oblongi-folia, se comportan adecuadamente en sustrato a base de arena o arena mezclada con tierra de bosque en proporción 2:1. Por lo anterior, sustenta que la especie no necesita sustratos ricos en nutrientes y en su efecto, es más demandante de suelos arenosos o con buen drenaje para el proceso de germinación. Además, Pérez (2003); Garzón, Montenegro y López (2005); Suarez y Melgarejo (2010) sustentan que la humedad, la temperatura, el oxígeno y la iluminación son los factores externos que inciden en la germinación de las semillas de especies forestales.
Diámetro
Se registraron valores promedios de incremento en diámetro de 0,34 (P= 0,00034) y 0,38 cm (P= 0,00038) para las condiciones lumínicas LS y BS respectivamente, siendo estas estadísticamente diferentes (p<0,05).
En la condición lumínica BS el mayor valor en diámetros se obtuvo en el tratamiento BE con 0,38 cm (P=0,1113) y una diferencia del 13,2% con el de menor registro de esta condición (CG, P=0,0967). Por su parte, a LS el mayor diámetro se experimentó en el tratamiento CE con 0,38 cm (P=0,1113) y el de menor fue obtenido en BF con 0,29 cm (P=0,0849). La defenecía entre estos dos tratamientos fue del 23,7% (Figura 3). Estos resultados sugieren que las plántulas de H. oblongifolia crecen en diámetro de manera similar en los tratamientos empleados, mas no en las condiciones lumínicas evaluadas (Tukey, p<0,05). Al respecto, Farfán (2012); sugiere que el crecimiento en diámetro de esta especie se ve influenciado por la mínima cantidad de luz que reciben en sus primeros estadios de vida, siempre y cuando se utilice sustrato orgánicos combinado con arena aluvial, este último componente esencial para el drenaje, lo cual simula las condiciones naturales requeridas para esta especie (CORANTIOQUIA, 2010; 2007).
Altura
Las plántulas de H. oblongifolia experimentaron valores promedios de 17,94 (P= 0,0185) y 16,46 cm (P= 0,0170) BS y a LS respectivamente. Estos resultados sugieren que la altura de las plántulas es similar para las dos condiciones lumínicas (p<0,05); no obstante, se observa que las plántulas ubicadas BS crecieron un 8,2% más que las de LS. Ello se explica por el mejor control de las condiciones ambientales para el crecimiento en altura de las plántulas (Espitia, Cardona y Araméndiz, 2016) (Ver Figura 4).
No se detectaron diferencias estadísticas significativas entre los tratamientos empleados (p<0,05); no obstante, se obtuvo que BS las plántulas de AD tuvieron un 28,6% más de altura que BF. Por su parte, en LS las plantas del tratamiento CG experimentaron un 29,2% más de altura que AD. Estos resultados difieren de los reportados por Salas, et al. (2014) quienes registran valores de 27,5, 26,2 y 25,8 cm en las sustancias acuosas té verde, agua (testigo) y maíz morado, sobre arena aluvial. De igual forma, validan lo expresado por CORANTIOQUIA (2007) y Farfán (2012), quienes manifiestan que esta especie es demandante de suelos arenosos.
Supervivencia
Los resultados arrojaron valores promedios de 82,0 y 81,2% de supervivencia para las condiciones LS y BS respectivamente, siendo estos resultados superiores a al promedio sugerido por Guerra, et al. (2015), quienes obtuvieron 78,94%.
En la condición lumínica LS los tratamientos con mejores porcentajes de supervivencia fueron AE, BF y BG, con 90,0, 88,9 y 88,9% respectivamente. Mientras que en la condición lumínica BS los tratamientos con mejores registros fueron AF, BE y CG, los tres con 88,9% de supervivencia (Tabla 2), estos resultados se convierten en una avance importante en el manejo de la especie H. oblongifolia en vivero, sin embargo, Román, et al. (2012), manifiestan que la supervivencia de especies forestales, se da mejor en, lugares naturales de cada especies, es decir, que para la supervivencia de estas plántulas se debe simular, lo más que se pueda en los viveros las condiciones de los bosques naturales.
5. Conclusiones
Las condiciones lumínicas estudiadas no influyen de forma directa en la germinación y altura de H. oblongifolia, sin embrago, sí cumplen un papel determinante en el crecimiento en diámetro de esta especie, donde se evidencian mejores comportamientos en las plántulas ubicadas bajo sombra.
Las semillas de H. oblongifolia, no requieren de tratamientos pre-germinativos para su germinación.
Las combinaciones de sustratos orgánicos utilizados en esta investigación estimulan el crecimiento en diámetro de la especie H. oblongifolia, siempre y cuando las plántulas se localicen bajo sombra. Del mismo modo, estos sustratos en ambas condiciones lumínicas muestran una alta eficiencia para la supervivencia de las plántulas de la especie en estudio.