"Colombianos, las armas os han dado la independencia, las leyes os darán la libertad", Francisco de Paula Santander.

El 29 de enero de 2023 se cumplirán 200 años de la fundación del Colegio de Santa Librada, mediante un decreto del General Francisco de Paula Santander; celebración que se enmarca también dentro del Bicentenario de la República de Colombia, que se viene realizando desde el 10 de julio de 2010 para resaltar una serie de sucesos e hitos, comprendidos entre el periodo que comienza el 3 de julio de 1810, en Santiago de Cali, continúa el 10 de julio de 1810 en Santa Fe de Bogotá, prosigue con múltiples batallas contra la reconquista española, y tras la campaña libertadora, sella la independencia el 7 de agosto de 1819, con la batalla de Boyacá. Sin embargo, por su importancia se deben incluir las batallas de Ecuador, Perú y Alto Perú-más tarde Bolivia- terminando así el 9 de diciembre de 1824, cuando en Ayacucho se libró el último gran enfrentamiento entre las tropas Patriotas al Mando del Mariscal Sucre y el ejército español, donde se hizo famosa la frase del general José María Córdova «División, armas a discreción, de frente, paso de vencedores». Está fecha se institucionalizó en 1873, sesenta y tres años después, para tener una referencia en el calendario, del día cuando el país comenzó su historia.

200 años llenos de contradicciones, luchas internas y juegos de poder, que comienzan con los partidarios del Federalismo en cabeza de Camilo Torres, contra los partidarios del Centralismo encabezados por Antonio Nariño. Está Primera Guerra Civil se libró desde 1812 hasta 1815, cuándo federalistas y centralistas decidieron unirse para enfrentar a los españoles.

Después de lograr la independencia, Simón Bolívar se dirigió al Sur a continuar las campañas en Ecuador, Perú y Bolivia mientras Santander se encargaba, como vicepresidente, de administrar el poder político y de la dirección de la naciente República; ambos líderes tenían una profunda preocupación por la educación y su importancia para el futuro de la República, pero con dos modelos totalmente opuestos; y fue Santander facilitado por las funciones que desempeñaba como vicepresidente, quién dispuso la creación, en este caso particular del Colegio de Santa Librada, un 29 de enero de 1823, apoyado en una petición de ciudadanos de Cali. El 28 de julio de 1821 en La Villa del Rosario de Cúcuta, decidió emitir la ley de supresión de conventos, y asignar el convento de Santo Domingo para los niños y el convento de La Merced para las niñas.

La historia del Colegio Santa Librada está ligada a la historia de la ciudad de Santiago de Cali y a los vaivenes de sus luchas políticas, de sus guerras civiles. Por ejemplo, a finales de 1828, el general Mosquera solicitó al rector Pedro Herrera el envío de un contingente de estudiantes para incorporarlos al ejército; es así como el claustro de Santa Librada sirvió en múltiples escenarios como cuartel, cárcel y escenario de batallas, como la librada entre Obando y Mosquera en la famosa batalla de La Chanca, en los patios de lo que hoy es el colegio de Santa Librada, que dejó más de un millar de muertos.

Producto de las múltiples dificultades desde su fundación cuando los santanderistas de Santa Librada debieron enfrentar al Cabildo de la ciudad de orientación bolivariana, seguido de varios cierres cómo en 1839 por la guerra de los supremos; así mismo desde 1899 a 1902 durante la guerra de los mil días, es cuartel primero en 1828, luego en 1851 durante el enfrentamiento entre las sociedades democráticas que van a dar inicio al gobierno de José Hilario López y la abolición de la esclavitud; posteriormente se cerró en 1860, 1866, y en 1876, siendo rector Eustaquio Palacios, se produce la decisión que determina que la educación debe ser laica, lo cual produce nueva oposición y nuevos enfrentamientos. Desde entonces su rectoría ha sido ocupada por 10 militares, 22 sacerdotes y 42 civiles que convirtieron a Santa Librada en un botín de guerra, de la facción que ganaba temporalmente hasta que era derrotada y el ciclo se repitió durante su primer centenario.

En la obra del profesor Ignacio Ramón Atehortua, rector durante casi dos décadas y a quién se le debe la magnífica labor de la recuperación de archivo histórico de Santa Librada, aparecen consignados detalles de la historia de este importante plantel y su papel en la historia del Valle del Cauca, con miles de egresados y una biblioteca qué en un momento, llego a ser la segunda de Colombia.

En el periodo del segundo centenario ocurrieron sucesos tan importantes como el levantamiento de Santa librada el 10 de mayo de 1957, cuándo fue derrocado el gobierno del general Rojas Pinilla, por un movimiento iniciado en nuestro colegio. Durante los años 70 y 80 es escenario de múltiples revueltas paralelas a la celebración de los Juegos Panamericanos; paradójicamente esas luchas fueron el inicio de la decadencia del colegio a nivel académico, motor y escenario de las luchas políticas en Cali, El Valle del Cauca y Colombia.

Hoy percibimos un colegio que se niega a morir en medio de las ruinas y hasta ahora, del abandono oficial, esperamos junto a la ciudadanía caleña que el Bicentenario a celebrarse el 29 de enero del 2023, sea el punto de partida para la recuperación, de este icono en la educación del Valle del Cauca y del país, para una profunda transformación, no solo en su arquitectura, sino en sus modelos de aprendizaje, para que se adecuen a las necesidades de nuestra sociedad con el uso de la más alta tecnología, como lo fue en el momento de su traslado a la que hoy es su sede. Donde se debate por sobrevivir y honrar la memoria bolivariana expresada en su última proclama "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro" proclama que hoy sigue pendiente en Colombia, un país que tiene un pie en el Caribe y otro en los Andes, donde esta el poder y la mayoría de los colombianos que gobiernan el país son también de los Andes, como afirmaba Gabriel García Márquez «creo que lo que necesita Colombia es tener una conciencia de que es un país del Caribe, de que su destino está vinculado dramáticamente al destino del Caribe» y también del Pacífico de la Amazonia y la Orinoquia para todos participar en los debates y soluciones que se buscan una Colombia que incluya todos los lugares de esa "Colombia profunda" que hoy despierta