1. Introducción
El transhumanismo se define desde la clase dominante como un movimiento social que busca la mejora del ser humano por medio del uso de nuevas tecnologías, particularmente, la biotecnología, la biónica y la inteligencia artificial; y los aspectos para mejorar podrían ser físicos, mentales emocionales y morales. La tecnología puede modificar al cuerpo en pro de la eficiencia de éste para la clase dominante (Marsden, Lamine y Schneider, 2020; Sánchez-Jiménez y Rivas-Guzmán, 2023; Vanbergen et al., 2020). Lo que busca el transhumanismo es la posibilidad que los cuerpos estén adaptados a las nuevas condiciones laborales y conectados todo el tiempo, con lo cual, podrán desarrollar trabajos más eficientemente y por más tiempo (CEPAL, 2020; Proff et al., 2021).
El transhumanismo se presenta por parte de la clase dominante como la posibilidad de controlar la evolución humana, de lograr la inmortalidad mediante centros tecnológicos (y no religiosos) (Mooney, Pat; Grupo ETC; 2019). El transhumanismo considera loable la mejora directa y desinhibida del ser humano a través de la tecnológicas, bien sea por medio de drogas y medicamento, de ingeniería genética o mediante la unión con la máquina (cyborg) (Caronia, 2015; Haddow, 2021; MacKellar, 2022; Velden, Klerkx, Dessein y Debruyne, 2024). El objetivo más ambicioso es la síntesis armónica entre lo orgánico y lo mecánico, que el cyborg no sea sólo un humano mecánicamente mejorado sino una nueva entidad con una naturaleza propia y diferente de la humana. Un ser transhumano es un ser humano mejorado tecnológicamente y en tránsito hacia algo nuevo, el sucesor post-humano, con lo cual la clase dominante estaría estableciendo la probable desaparición del humano (Appel, 2022; Nida-Rümelin y Weidenfeld, 2022; Relke, 2006).
A pesar de la importancia que tiene la temática de transhumanismo y agroecología, en la actualidad no existe un mapeo científico que muestre la evolución de esta área del conocimiento y permita un análisis crítico. El objetivo de la presente investigación es realizar un mapeo científico basado en la teoría de grafos y efectuar un análisis bibliométrico de la producción científica relacionada con la temática. Para dar cumplimiento a este objetivo, inicialmente se hizo una búsqueda en la plataforma Scopus del tema transhumanismo y agroecología. Las referencias extraídas se procesaron mediante la herramienta Bibliometrix, misma que permite hacer análisis de índices como cantidad de artículos, redes de cocitaciones y coautorías, productividad por países y autores. Posteriormente, se hizo un análisis crítico del transhumanismo desde la perspectiva agroecológica.
Se encontró que frente a la política transhumanista y posthumanista de Occidente hegemónico, se erige por parte de los pueblos la agroecología. A diferencia de la ciencia moderna, la agroecología se ha venido constituyendo en la posibilidad de mantener las conexiones del cuerpo, de revertir los daños causados al cuerpo por el capitalismo, el neoliberalismo, el mercado, la ciencia, la educación, la política y el aparato militar industrial occidental. La agroecología es la fuerza transformadora de los saberes milenarios, de las comunidades ancestrales, de las edificaciones colectivas, del cuidado, protección y defensa de la vida.
En este texto se considera el cuerpo de una manera que va mucho más allá de la definición clásica impuesta por el Occidente hegemónico, el cual lo ha simplificado en una entidad instrumental y cosificada, donde las ideas dominan y el cuerpo es solo un complemento insignificante (Panesso, Sánchez-Jiménez, Giraldo-Díaz, 2023; Valdés, 2020). Este artículo de investigación presenta la discusión en torno a las conexiones artificiales que opera el cuerpo mediante el transhumanismo y los múltiples fluires que emergen desde la agroecología para permitir el fortalecimiento del cuerpo. El cuerpo es una profundidad, un territorio inconmensurable, se extiende más allá de lo que el Occidente hegemónico llama soma o cuerpo. Se expande a la tierra, al agua, al aire, al fuego, a las plantas, a los minerales, a los animales, a la comunidad, a las montañas, a las estrellas, al cosmos. En este contexto, la agroecología se presenta como fortalecimiento del cuerpo en todas sus expresiones, desde la tierra, la comida y todos los encuentros de la telaraña cósmica.
El artículo se compone de tres secciones adicionales a esta introducción. Se presenta en primer lugar la metodología empleada para la búsqueda, selección y procesamiento de los artículos base de la investigación, a partir del uso de herramientas bibliométricas. En la segunda, se muestra el análisis crítico y la discusión de los hallazgos principales. Por último, en la tercera parte del documento se exponen las principales conclusiones en esta temática.
2. Metodología
El proceso metodológico llevado a cabo en esta investigación se encuentra desarrollado en dos fases. La primera, es un mapeo científico del área, el cual se lleva a cabo a través de un análisis bibliométrico de la producción científica registrada en Scopus y la segunda, un análisis crítico de los conceptos de transhumanismo y agroecología.
Con el fin de realizar un análisis de producción y mapeo científico, se utilizan los cinco métodos bibliométricos sugeridos por Zupic y Cater (2015): análisis de citaciones, análisis de coocurrencia de palabras, análisis de cocitaciones, análisis de coautorías y análisis de acoplamiento bibliográfico. Se empleó la base bibliográfica Scopus, ya que permite tener un panorama amplio del área de conocimiento (Echchakoui, 2020), además esta base de datos es considerada como la principal a nivel mundial (Pranckute, 2021). Los parámetros de búsqueda se relacionan en la Tabla 1.
Estos criterios de búsqueda arrojaron 1804 registros en Scopus. La herramienta utilizada para el análisis bibliométrico es Bibliometrix (Aria, Cuccurullo y Gnasso, 2021; Aria y Cuccurullo, 2017), esto se debe a que es una herramienta de uso libre, que permite trabajar con diferentes bases de datos y sus funcionalidades son múltiples, además, ha sido empleada y validada por otros estudios (Acevedo, Robledo y Sepúlveda, 2020; Gorman, 2018; Landinez, Robledo y Montoya, 2019).
Después del mapeo científico y con el objetivo de realizar un análisis crítico de los conceptos de transhumanismo y agroecología, se llevó a cabo una identificación y análisis de las divergencias a partir de las sociedades que afirman y promueven el transhumanismo, respaldado principalmente por el Occidente hegemónico, y la agroecología, defendida por las sociedades rurales.
3. Resultados y discusión
Mapeo Científico
En este apartado se relacionan los principales elementos bibliométricos del tema "transhumanismo y agroecología". Se detalla la producción científica, la discriminación por países, los autores más importantes tanto en términos de producción como de índice de citaciones y la red de coocurrencia de palabras.
Producción científica. El tema "Transhumanismo y agroecología" es cada vez más importante para la humanidad y esto se refleja en el crecimiento sostenido de las publicaciones científicas en el área, con una tasa de crecimiento anual del 23 %. En los últimos cinco años esta materia ha ganado mayor interés de la comunidad científica, concentrando este período el 75% de los documentos en esta área de conocimiento (Figura 1). Las dificultades que han encontrado la ciencia y la tecnología modernas para resolver los desafíos actuales, relacionados con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, han llevado a una búsqueda de soluciones a partir de la tecnología (Biradar et al., 2019; Funabashi, 2018; MacKellar, 2022; Temraz et al., 2021 ;Velden et al., 2024; Widodo, Rakhmandasari, Mahmudy, Rahman, Kurnianingtyas, 2023). Se espera que la población mundial supere los 10 mil millones al año 2050 y que más del 40% de ésta vivirá en un estrés hídrico severo (OECD, 2022).
Producción por países. El análisis de la producción científica por países muestra que el país más citado en el área de transhumanismo y agroecología es China, con 3158 registros que representan el 12% de la producción científica. A nivel de países es seguido por Francia, Estados Unidos, Países Bajos, Dinamarca y Alemania, con 2577, 2133, 2012, 1745, 1667 y 1391 registros respectivamente. Es importante resaltar que el conjunto de países que hacen parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, resaltados en amarillo) representa 15025 registros, es decir, el 57% de los documentos de esta área de conocimiento. Los países que hacen parte de los BRICS+, asociación de países emergentes, cuyo nombre se forma de acuerdo con las iniciales de sus Estados miembros que lo crearon en 2010 (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), producen el 24% de los estudios en transhumanismo y agroecología (resaltados en azul en Tabla 2). En esta área de conocimiento se puede apreciar un liderazgo entre estas dos organizaciones. El país latinoamericano que aparece entre los veinte países más citados es México.
País | Citaciones | Porcentaje |
---|---|---|
China | 3158 | 12.08 |
Francia | 2577 | 9.86 |
Estados Unidos | 2133 | 8.16 |
Reino Unido | 2012 | 7.70 |
Países Bajos | 1745 | 6.67 |
Dinamarca | 1667 | 6.38 |
Alemania | 1391 | 5.32 |
India | 1187 | 4.54 |
España | 1045 | 4.00 |
Australia | 1007 | 3.85 |
Grecia | 979 | 3.74 |
Italia | 867 | 3.32 |
Brasil | 798 | 3.05 |
Irán | 739 | 2.83 |
Canadá | 419 | 1.60 |
Sur Africa | 359 | 1.37 |
Malasia | 310 | 1.19 |
Suiza | 217 | 0.83 |
México | 216 | 0.83 |
Turkía | 190 | 0.73 |
Fuente: Los autores con base en Scopus y Bibliometrix
Autores más importantes. El análisis de los autores más citados en el área de transhumanismo y agroecología indica que de los diez autores más citados 5 pertenecen a China, mientras que Estados Unidos, Dinamarca, Francia y Australia cada uno cuenta con un autor entre los diez más importantes. LI, Hong del Institute of Physics, Chinese Academy of Sciences en China tiene 101609 citaciones en Google Scholar y es seguido por LIU Hua, de Australia con 87872. Estos autores también son los que cuentan con el índice H más alto, 156 y 154 respectivamente (Tabla 3).
Autor | Registros Scopus | Índice H | Filiación | Citaciones Google | País |
---|---|---|---|---|---|
ZHANG S | 31 | 22 | George Mason University | 1249 | USA |
LI Xiaojie | 26 | 17 | Northeast Institute of Geography and Agroecology | 948 | China |
WANG Yihao | 23 | 31 | Nanchang University | 3570 | China |
LI Hong | 21 | 156 | Institute of Physics, Chinese Academy of Sciences | 101609 | China |
WANG Zhiuei | 21 | 78 | Tongji University | 20005 | China |
ZHANG Xiaolong | 21 | 29 | Shenzhen Institute of Advanced Technology | 5530 | China |
GREVE Mogens H | 17 | 40 | Aarthus Universitet | 5430 | Dinamarca |
BOHAN David | 13 | 49 | Université de Bourgogne | 8400 | Francia |
LIU Hua | 13 | 154 | University of Wollongong | 87872 | Australia |
Fuente: Los autores con base en Scopus, Google Scholar y Bibliometrix
Red de coocurrencia de palabras. El análisis de la red de coocurrencia de palabras indica que una de las apuestas para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la promoción del transhumanismo es la inteligencia artificial, las redes neuronales, la clasificación por imágenes de satélite, sensores remotos, robots agrícolas, monitoreo ambiental y su uso en la tierra y la producción agrícola. La agricultura no sólo es un sector fundamental de la economía global, sino uno de los negocios clave por donde se promueve el transhumanismo (Figura 2).
El cambio climático, el cual está íntimamente ligado a la agricultura, también hace parte de los impulsores del transhumanismo. Se considera en las investigaciones que el cambio climático está teniendo un impacto significativo en la agricultura, en el aumento de las temperaturas, en los cambios en los patrones de precipitación y en eventos climáticos extremos que conducen a la reducción de los rendimientos de los cultivos, el aumento de las plagas y enfermedades y la erosión del suelo. Se considera en los estudios analizados que la inteligencia artificial tiene el potencial de desempeñar un papel clave en esta transformación al proporcionar nuevas herramientas y tecnologías para optimizar las prácticas agrícolas, monitorear las condiciones ambientales y predecir riesgos futuros (Ahmad et al., 2023; Akpoti, Groen, Dossou-Yovo, Kabo-bah, y Zwart, 2022a; 2022b; Alcón, Brzoska y Scheffran, 2020; Hughes, 2017; Levy y Kolk, 2002; Lim, et al., 2021; Obossou, Chah, Anugwa y Reyes-García, 2023 Schnurr, Rock, Kingiri y Liebermann, 2022; Shahzad et al., 2021;Tabassum, 2022). La Inteligencia Artificial se utiliza para mejorar la productividad agrícola y la eficiencia del riego, la fertilización y el control de plagas al proporcionar datos en tiempo real sobre la salud de los cultivos y las condiciones ambientales (Arafa et al., 2024; Cheema et al., 2022; Contasti et al., 2023.; Mana et al., 2024a, 2024b; Parsa, Paila, Perepi, Tummala y Pranathi. 2021; Ritambhara y Susmita, 2021; Satapathy, 2023).
Análisis crítico. La utopía del capitalismo: el transhumanismo y el post humanismo
La ideología dominante en las sociedades liberales del Occidente hegemónico, caracterizadas por el individualismo, el progreso, el desarrollo, el tiempo lineal y la economía capitalista, consiste en un reforzamiento de la vida y de las relaciones de poder que favorecen el capitalismo en menoscabo del cuerpo (Edvinsson, 2023). El modelo económico, los modos de vida, la democracia, la libertad, la igualdad, la educación, el régimen alimentario, las instituciones, el aparato militar y la ciencia legitiman el modo de producción y ocultan la lucha de clases, la concentración de capital y la laceración del cuerpo (Nieto-Gómez, Sánchez Jiménez, Panesso-Jiménez, Cabrera-Otálora y Giraldo-Díaz, 2017; Sánchez-Jiménez et al. 2018).
La ideología dominante oculta la realidad profunda de la división de clases, donde prevalecen élites cada vez más pequeñas con una mayor concentración de capital (Swyngedouw, 1996). La ideología dominante es la ideología de la clase dominante, de la clase que controla el dinero, las instituciones judiciales, la política educativa, los medios de comunicación, el cine, la televisión, etcétera, con el propósito de domesticar el cuerpo (Lambert, 2016; Remenyi y Wilson, 2007; Sánchez,Valencia y Montes, 2012; Wilson, 2009; Wilson, 2018).
La ideología dominante oculta las relaciones sociales que están en la estructura de la sociedad capitalista actual, caracterizada por un capitalismo corporativo donde las corporaciones tienen más poder político y económico que los Estados (Fernández, 2016; Mooney y ETC, 2019). Los Big Pharma, los Big Tech, los Big Media, el complejo militar-industrial occidental, las grandes corporaciones financieras y fondos de inversión, como BlackRock, manejan un presupuesto que a nivel mundial solo los Estados de China y Estados Unidos superan. La ideología dominante está por encima de los partidos políticos, de las religiones, de la nación y de las diferencias culturales. Esta ideología juega el papel de superestructura para legitimar el papel de la clase dominante (Bory, 2020; Carvalho, 2007; Kahn, 2007; Larner, 2000; Moyano-Díaz, Palomo-Vélez y Vergara-Bravo, 2019).
El relato, el discurso sobre el cual se erige la ideología dominante, constituye un velo para que la sociedad y la opinión pública crean que el mundo va por un sitio, cuando la realidad profunda que se oculta va por otro (Ambrosini et al., 2019; Guatelli, 2005; Pancani, 2021; Schnurr, Rock; Kingiri y Lieberman, 2022 Wu, Huang, Chen y Peng, 2010;Yigit y Çolak, 2010). La clase dominante se expresa a través de tecnologías y dispositivos de poder y de organismos multilaterales operados por grandes consorcios tales como Big Pharma, Big Data, Big Media, grandes consorcios financieros, fondos de inversión, la gran banca y el complejo militar-industrial (Banguero-Camacho y Giraldo-Díaz, 2014; Nieto-Gómez, 2015; 2021 ; Panesso-Jiménez et al., 2023).
La clase dominante opera a través de toda la estructura que le permite extraer las plusvalías que le aseguran su dominio social, cultural, militar, científico, educativo e ideológico (Sánchez-Jiménez, Victoria-Russi, Passos-Blanco, Rivas-Guzmán, Giraldo-Alzate, Giraldo-Díaz y Ramírez-Galvis, 2020). Estos aparatos se materializan en clubes o grandes conglomerados tales como el Foro Económico Mundial, el Grupo Bilderberg, el Grupo de los 30 creado por la Fundación Rockefeller, BlackRock, entre otros. Debajo de estos grupos se encuentran una serie de Think Tanks y laboratorios de pensamiento que elaboran, a partir de las directrices y los intereses de esa clase dominante, el discurso, los relatos y el argumentario que recae sobre las poblaciones (Massamba, 2020; Musiai-Karg y Kapsa, 2021 ).A su vez, por debajo de estos grupos se hallan los grandes medios de comunicación, la educación, los periódicos, el cine, el ocio, las fundaciones, la televisión, la radio, etcétera. De este modo, se expanden las orientaciones de la clase dominante, es decir, el relato ideológico que impregna a la sociedad y que legitima el statu quo (Alfonso, García y Tejedor, 2019; Massamba, 2020; Orobitg, 2020;Velandia Montes, 2018).
Los fundamentos técnicos del globalismo son el individualismo (el individuo como ser consumidor) y la idea de progreso lineal que conduce al fin de la historia (Angelini, 2021; Cajigas-Rotundo, 2006; Coronel Tarancón, 2021; Spurgas, 2020;Van Camp; 2015). El globalismo se opone a las identidades colectivas como las comunidades, los pueblos, las organizaciones populares, el taller, la fábrica, el sindicato, y a tradiciones religiosas o culturales que trascienden al individuo (Biase, Marelli y Zaza, 2022; Hrustek, Musa y Mekovec, 2015 McCarty y Shrum, 2001; Parisi, 2021; Rautakivi, Siriprasertchok y Melin, 2022). Todo lo que trasciende al individuo debe desaparecer. Una forma de materialización de esta ideología dominante es la Agenda 2030 (Giraldo Díaz, Gómez, Cabrera Otálora, 2022; Giraldo-Díaz, 2011; Giraldo-Díaz, Nieto-Gómez et al., 2014; Noguera de Echeverri, 2020; Pineda, 2016; Sandoval-Forero, 2021).
La Agenda 2030 avanza en la destrucción de los pueblos y comunidades, en apuestas como el catastrofismo climático del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático) (Garrard, Goodbody, Handley y Posthumus, 2019); el maltusianismo (Churchman, 1999; Devos, Lambrecht y Winter, 2020), la perspectiva según la cual no hay más ni habrá recursos para todos y, por tanto, se deben reducir las poblaciones; la ideología de género (Fuentes-Rodríguez y Álvarez-Benito, 2016; Sahraoui, 2018; Walby, 1994); la uniformidad cultural (que implica el consumo por parte de todos independientemente de su raíz cultural); la digitalización (control de la población a través de la tecnología); la eliminación de poblaciones autónomas y el traslado de mano de obra barata a zonas de mayor desarrollo (Sánchez, Prager, Naranjo y Sanclemente, 2012). Todo esto busca minar las posibilidades de resistencia de la clase dominada. La ideología del globalismo sugiere que lo humano puede trascenderse a sí mismo, que el hombre puede llegar a ser inmortal, transhumano (Braverman, 2023; Karkulehto, Koistinen y Varis, 2020; Lewis, 2021 ; Norman, 2021).
El transhumanismo es la utopía del capitalismo que promulga Occidente hegemónico, una ideología que considera como logro la transformación de la condición humana actual mediante el aprovechamiento máximo de la tecnología, la inteligencia artificial y la nanobiotecnología (Braverman, 2023; Karkulehto, Koistinen y Varis, 2020; Lewis, 2021 ; Norman, 2021).
El término «trans» significa la emancipación total del hombre, la superación de condiciones sociales, culturales, étnicas, de lengua, de sexo, de estructura social y de clase que nos han determinado. El término «trans» también sugiere superación de enfermedades, de pobreza, ralentización del envejecimiento y alcance de la inmortalidad. La evolución del Homo sapiens es el símbolo de un organismo cibernético, la simbiosis del hombre y la máquina, el cyborg (Braverman, 2023; Karkulehto et al., 2020; Lewis, 2021 ; Norman, 2021).
En el transhumanismo prevalece aquello que favorece el progreso técnico. Se busca implementar un antropocentrismo humanista hipócrita donde aparentemente todo se hace por el bien, por eliminar enfermedades y acabar con la pobreza y la muerte. El punto de llegada del transhumanismo es el momento en el que las máquinas puedan superar a los humanos en capacidades de razonamiento (Aivazidou y Naoum, 2023; Camocini y Vergani, 2021 ; Nida-Rümelin y Weidenfeld, 2022).
En ese momento, se podrá dar el salto de la actual especie humana a un nuevo ser que será una simbiosis hombre-máquina. Finalmente, el hombre será una máquina. Su consciencia, su ser, podrá integrarse mediante sistemas electrónicos en las redes, en la nube (Caetano, De Oliveira, De Paula y De Souza, 2016; García Márquez, 2022; Saraswat, Khan, Kumar y Pratap, 2023).
El miedo al clima, al virus, a las autocracias, a todo, debe ser controlado ¿quién ejerce ese control? La clase dominante. El relato actual conduce a que los ccuerpos son inadecuados para afrontar la nueva realidad digital (Dellacasa, 2018; Makarov, Noetscher y Nummenmaa, 2021). El desafío transhumanista indica que la especie humana puede trascenderse a sí misma como humanidad (Karkulehto et al., 2020; Norman, 2021; O'Halloran, 2017; Peterson, 2018; Polsky, 2022). Una forma simple de caracterizar al transhumanismo es entenderlo como la convicción de que el ser humano vive en un soporte inadecuado, a saber, su cuerpo biológico, y que la tecnología es el medio para remediar esa deficiencia. El transhumanismo proclama que "mi cuerpo es una forma contingente de mi existencia" es decir que puedo ser o no parte de ella, que se puede existir más allá del cuerpo, superando la condición humana gracias a los avances en tecnología (O'Halloran, 2017).
Agroecología
La agricultura es una práctica ancestral de los pueblos para que el cuerpo y sus diferentes conexiones fluyan en armonía con los ecos, las vibraciones y las resonancias del cosmos. La agroecología se hunde profundamente en los saberes milenarios, es la bandera de los pueblos para defenderse del aparato político, militar, industrial, científico y genocida de Occidente hegemónico, utilizado para debilitar el cuerpo, para devastar los territorios y romper los lazos comunitarios y el tejido social (Giraldo-Díaz y Nieto-Gómez, 2022; Noguera de Echeverri, 2020; Sánchez-Jiménez y Rivas-Guzmán, 2023; Vallejo-Cabrera, Salazar y Giraldo-Díaz, 2021a;Vanbergen, et al., 2020) .
Aunque la agroecología es presentada como una ciencia (Altieri, 2002; Altieri y Nicholls, 2020; Gliessman, 2002; Sánchez et al., 2012), escapa a las determinaciones del régimen científico de producción de conocimiento, el cual se basa en nociones, en proposiciones, en conceptos, en categorías, en teorías, en objetos de estudio y en verdades que obedecen a los intereses de la ideología dominante agenciada por Occidente hegemónico. El régimen de saber y poder, dominado por el Occidente hegemónico, se basa en nociones estrictas, proposiciones inmutables, conceptos rígidos, categorías predefinidas, teorías cerradas, objetos de estudio limitados y verdades absolutas que sirven a los intereses de la ideología dominante (Ángel Osorio, 2017; Sánchez-Jiménez, Giraldo-Díaz y Nieto Gómez, 2020).
La agroecología busca el fluir en armonía con la agricultura, con los saberes de las comunidades, con las prácticas de cuidado del agua, del aire, de la biodiversidad, del suelo, del territorio, de lo comunitario, de la comida y de las semillas (Giraldo-Díaz y Nieto-Gómez, 2022; Quiceno-Martínez, Nieto-Gómez, Valencia-Trujillo y Giraldo-Díaz, 2015; Valencia, Quiceno, Giraldo-Díaz, Nieto Gómez, Sanclemente y Fonseca, 2015; Vallejo-Cabrera et al., 2021b; Vallejo-Cabrera et al., 2020a). La agroecología es un saber contrahegemónico que permite el fortalecimiento del cuerpo. Y el cuerpo no tiene nada que ver con la anatomía de Occidente hegemónico. El cuerpo que referimos es inconmensurable, abarca la tierra, el fuego, el aire, el agua y sus extensiones vegetales, animales, minerales y cósmicas (Sánchez-Jiménez y Rivas-Guzmán, 2023).
La agricultura para Occidente es sólo una simple técnica de cultivo para la obtención de alimentos, por lo que a través de la digitalización de la agricultura pretende que la comida pueda imprimirse en impresoras 3D y ser cultivada por drones, robots de enjambre e inteligencia artificial (Abiri, Rizan, Balasumdram, Shahbazi y Abdul-Hamid, 2023; Aune, Gu, Woldensenbet, Le y Sauer, 2023; Bellon-Maurel, Lutton, Bisquert, Brossard, Chambaron-Ginhac, Labarthe y Lagacherie, 2022; Mooney y ETC, 2019; Schnebelin, Labarthe y Touzard, 2021 ). La agricultura para los pueblos es una práctica milenaria a través la cual se cuida, protege, cultiva y defiende la vida (Panesso-Jiménez et al., 2023). La agricultura es una práctica que se halla en armonía con las vibraciones, los ecos, las resonancias y los tonos del cosmos. La agricultura no es una práctica del pasado, como sostiene el argumentario del tiempo lineal en Occidente hegemónico. A través de la agricultura, los pueblos conservan y recrean saberes sobre la tierra, el agua, el fuego, el aire, el Sol, la luna y las configuraciones del cosmos viviente (Salarzar-Villarreal et al., 2020; Salazar-Villarreal et al., 2020; Sánchez et al., 2020; Vallejo Cabrera et al., 2020b; Vallejo-Cabrera et al., 2021b; Victoria et al., 2019).
La agroecología, enraizada en saberes ancestrales y comunitarios sobre el cuidado y preservación de la vida, se posiciona como una respuesta vigorosa frente a las imposiciones del aparato político, militar, industrial y científico del Occidente hegemónico, caracterizado por su enfoque destructivo y extractivista que expolia territorios, saberes, sabores, semillas y comunidades (David, 2017; Pineda, 2016; Ruiz Ruiz et al., 2018;Vera, 2019). Con la agroecología los pueblos cuidan, cultivan protegen y defienden la vida en todas sus formas y se oponen a las políticas y tecnologías de gobierno occidentales que promueven la destrucción, devastación y desolación del cuerpo vía el progreso y el desarrollo.
La agroecología promueve saberes que se oponen al conocimiento hegemónico y reivindica prácticas ancestrales que permite a las comunidades fluir con la vida. Estos saberes milenarios recrean prácticas agrícolas que conservan la biodiversidad del suelo, que permiten la producción de comida, que conservan el agua mediante técnicas de recolección de agua de lluvia y el aprovechamiento de las temporadas de lluvias para siembra y riego de los tules, chagras y otras formas de formas de agricultura ancestral (Boschman y Jakubec, 2022; Krause, Beach, Luzzadder-Beach, Guderian,Valdez, Eshleman, Doyle y Bozarth, 2019; Olsson, 2022).
La agroecología fomenta entornos biodiversos que favorecen la presencia de polinizadores y todo tipo de especies beneficiosas para los cultivos (Nicholson-Sanz, 2020). La agroecología permite la conservación de especies nativas y la promoción de la diversidad genética en los cultivos (Kremsa, 2021). Con la agroecología los pueblos defienden la soberanía de las semillas, promoviendo el uso de variedades locales adaptadas a las realidades situadas de las comunidades (La Vía Campesina, 2015, 2017; La Vía Campesina LVC, 2020). Con la adopción de la agroecología las comunidades mantienen su autonomía frente al sistema agroalimentario hegemónico. El cuidado de la tierra, del agua, del aire, de la biodiversidad y de las semillas es el cuidado del cuerpo, entendido en su sentido más amplio. Al promover prácticas y saberes ancestrales, la agroecología apunta a la reconexión del cuerpo, a la vida en armonía con las vibraciones, las resonancias, los ecos y los tonos del cosmos viviente.
4. Conclusiones
Con base en la literatura revisada, se evidencia que esta es el primer mapeo científico sobre transhumanismo y agroecología que ha aplicado la teoría de grafos para analizar la producción científica en este tema. Este análisis ha permitido la visualización de una red que describe la interacción de 1804 publicaciones durante el periodo 2000-2024.
Los países que encabezan la producción de trabajos investigativos en el área de transhumanismo y agroecología son China, Francia y Estados Unidos. También se destaca que se posicionan entre los veinte países más relevantes los que hacen parte de la OTAN y los BRICS+.
Hay un interés creciente de la comunidad científica en el tema de transhumanismo y agroecología, que se evidencia en una marcada producción académica en los últimos cinco años, lo cual tiene relación directa con los Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la Organización de Naciones Unidas ONU y adoptados por los Estados en 2015.
El transhumanismo, promovido por la clase dominante, busca mejorar el cuerpo humano mediante tecnologías avanzadas como la biotecnología, la biónica y la inteligencia artificial, con el fin de adaptar a los humanos a nuevas condiciones laborales y lograr una síntesis armónica entre lo orgánico y lo mecánico. En contraste, la agroecología se erige como una alternativa que busca fortalecer el cuerpo y revertir los daños causados por el capitalismo y el aparato militar-industrial occidental, a través del cuidado y protección de la vida y los saberes milenarios.
La agroecología se presenta como una fuerza transformadora y contrahegemónica que defiende los saberes ancestrales y las edificaciones colectivas frente a las políticas transhumanistas de Occidente hegemónico. Mientras el transhumanismo persigue la evolución y posible inmortalidad humana a través de la tecnología, la agroecología busca mantener y restaurar las conexiones naturales del cuerpo y proteger la vida en todas sus formas.