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Revista Científica General José María Córdova

Print version ISSN 1900-6586

Rev. Cient. Gen. José María Córdova vol.13 no.16 Bogotá July/Dec. 2015

 

Desarrollo corporal y liderazgo en el proceso de formación militar*

Development of the Body and Leadership in the Military Training Process

Développement corporel et relation avec le leadership dans le processus de formation militaire

Desenvolvimento corporal e liderança no processo de treinamento militar

Luis Eduardo Sandovala, María Camila Otálorab

* Artículo de investigación. Proyecto "Uso de Desarrollo evolutivo y personal de los cadetes en la Escuela Militar", Facultad de Administración Logística, Escuela de Ingenieros Militares (ESMIC), Bogotá, Colombia.

a Profesor asociado. Programa de Economía Universidad Militar Nueva Granada. Coordinador de Investigaciones. Facultad de Administración Logística. Escuela Militar de Cadetes. Bogotá, Colombia. Comentarios a: luedos@gmail.com.
b Antropóloga con énfasis en salud. Universidad Javeriana. Bogotá, Colombia. Comentarios a: kmixox@gmail.com.

Cómo citar este artículo: Sandoval, L. E. & Otálora, M. C. (2015, julio-diciembre). Desarrollo corporal y liderazgo en el proceso de formación militar. Rev. Cient. Gen. José María Córdova 13(16), 33-53

Recibido: 15 de octubre de 2014 Aceptado: 13 de marzo de 2015.


Resumen

Este documento describe el proceso de formación de los cadetes en su evolución como líderes militares, a partir de cambios físicos, mentales y corporales que presentan en las diferentes fases de estudio que tienen como alumnos de la escuela militar. Se utilizan aleatoriamente hombres y mujeres de distintos semestres que cursan los programas académicos ofrecidos por la escuela militar, para identificar patrones comunes en la evolución corporal que sirven para mostrar la importancia que tiene la escuela militar como institución formadora de líderes militares de cara a los diferentes retos que deben afrontar los futuros militares en cada una de las regiones del país.

Palabras clave: cuerpo, desarrollo corporal, disciplina, formación militar, liderazgo.


Abstract

This document describes the process of formation of cadets in its evolution as military leaders, from physical, mental and bodily changes that occur in the different phases of study whose military school students. Randomly men and women from different semesters pursuing academic programs offered by the military school, to identify common patterns in body development which serve to show the importance of the military school as a training institution facing military leaders used different challenges faced by military future in each of the regions of the country.

Keywords: body, development of the body, leadership, military discipline, military training.


Résumé

Ce document décrit le processus de formation des cadets dans son évolution en tant que chefs militaires, de changements physiques, mentales et corporelles qui se produisent dans les différentes phases de l'étude dont les élèves de l'école militaire. Hommes et les femmes au hasard dans différents semestres inscrits dans les programmes d'études offerts par l'école militaire, pour identifier les tendances communes dans le développement du corps qui servent à montrer l'importance de l'institution scolaire et de la formation militaire face chefs militaires utilisés différente défis auxquels sont confrontés les militaires dans chacune des régions avenir.

Mots-clés: corps, développement corporel, discipline militaire, formation militaire, leadership.


Resumo

Este documento descreve o processo de formação dos cadetes na sua evolução como líderes militares, de mudanças físicas, mentais e corporais que ocorrem nas diferentes fases do estudo, cujos alunos do ensino militar. Random homens e mulheres de diferentes semestres inscritos nos programas acadêmicos oferecidos pela escola militar, para identificar padrões comuns no desenvolvimento do corpo que servem para mostrar a importância da escola e da formação instituição militar enfrentando líderes militares utilizaram diferentes desafios que enfrentam as forças armadas em cada um o futuro regiões.

Palavras-chave: corpo, desenvolvimento corporal, disciplina militar, liderança, treinamento militar.


Introducción

La Escuela Militar de Cadetes José María Córdoba (ESMIC) como uno de los mejores ejemplos de la vida castrense en el país, condensa los valores integrales de los militares colombianos en la educación militar de los cadetes. Aunque existen una gran cantidad de lugares para la observación de la vida castrense, la ESMIC es un escenario de gran relevancia ya que es en esta institución donde explícitamente se inculcan las condiciones que se consideran necesarias para ser militar.

La formación militar es demasiado amplia, ya que abarca todos los aspectos de desarrollo de una persona, esta formación se puede ver en la observación de la población militar en diferentes momentos de su carrera, para esta investigación se han escogido a los cadetes que representan un momento básico en la vida militar. La observación de los cadetes permite entender la proyección que tiene la ESMIC, el tipo de militares que se tendrá a futuro y además las formas en que las nuevas personas están asumiendo sus procesos de adhesión a la vida militar, todo esto desde la formación corporal que permite testimoniar las vivencias de cada uno de los jóvenes detrás del uniforme.

El presente artículo tiene como objeto la descripción de la formación de los cadetes como líderes militares, desde el cambio que presentan visiblemente sus cuerpos de manera paulatina en cada uno de los ocho niveles de formación militar dentro de la ESMIC. Para la realización de esta investigación se trabajó en conjunto con hombres y mujeres militares de cada uno de los ocho niveles de formación escogidos aleatoriamente para la realización de entrevistas, fotos y grupos focales, el producto de este trabajo se encuentra condensado en cuatro temas que serán explicados a continuación: Las proyecciones de la imagen militar, los procesos de formación institucionales, la descripción del proceso de transformación y las conclusiones.

Proyecciones de la imagen militar

La Escuela Militar tiene como misión la formación integral de futuros oficiales del Ejército como líderes (ESMIC, 2014), esta formación tiene varios componentes que permiten entrenar el cuerpo del cadete para convertirlo en un líder militar, con los valores propios de la institución: la honestidad, el compromiso, el servicio, la disciplina y el valor. El éxito de esta formación se hace evidente en la transformación evolutiva del cuerpo del cadete, ya que en consecuencia de estar expuesto veinticuatro horas al día al entrenamiento integral de su cuerpo, hace propia esta formación, tanto así que es posible notar a lo largo de los cuatro años en la ESMIC grandes cambios en su fisonomía y en toda su corporalidad.

La pertenencia a la vida militar implica hacer parte de un cuerpo institucional más grande del cual el sujeto militar es representante, es decir, que cada sujeto militar de algún modo es una extensión de la institución, que a su vez hace parte de un cuerpo más grande que es el Estado Colombiano. Esto significa que la imagen de la milicia y de sus integrantes hace parte también de la construcción que tiene la población civil de lo que es el Estado, por esto, se deben reconocer a los cadetes como sujetos activos en la construcción de la imagen del Ejército frente a su entorno social fuera de la institución.

La imagen del Ejército recae mayoritariamente en sus miembros, estos poseen un cuerpo que permite representar las formas propias de la milicia, por esto el cuerpo de un militar debe sostener la imagen del liderazgo, ya que es el cuerpo el que proyecta la imagen del líder con las posturas erguidas, los tonos de voces claros y fuertes, la mirada segura, y en general con los movimientos intencionados (véase figura 1). Esto es importante ya que un líder debe ser reconocido fácilmente como tal. Aunque en la milicia los cargos dicten quien debe liderar ciertos grupos de personas, el respeto al líder no se basa en la obligación sino en el reconocimiento del trabajo, las habilidades y la experiencia de quien ejerce el liderazgo.

Es por lo anterior que la cualidad de liderar, se consigue sólo en un camino largo de formación que sobrepasa los primeros años en la ESMIC, aunque ya desde la formación temprana se empieza a formar y a notar sobre los cuerpos. La adopción de las formas y las imágenes de un líder en los cuerpos de los cadetes muestran las primeras formas de evolución dentro de la institución hacia la obtención del título de militar.

Las proyecciones institucionales dependen tanto de las condiciones actuales en las que se encuentra el Ejército Colombiano, como del tipo de jóvenes que están siendo convocados para pertenecer a este camino. Por un lado la institución tiene la ideología y los medios materiales que permiten hacer realidad la formación, pero por otro lado no se debe olvidar que los militares a pesar de estar en una institución que los supera como individuos, conservan su autonomía para decidir sobre su proyección como personas individuales.

La forma particular de enseñanza de las instituciones castrenses, funcionan con el trato colectivo sin diferenciación individual, este tipo de desarrollo colectivo termina por homogeneizar parcialmente a los integrantes de estas instituciones, sin embrago nunca se llega a homogeneizar de totalmente a los individuos, por lo cual esta investigación no propone patrones fijos de comportamiento, sino unas constantes en la imagen militar que le permiten a los miembros de esta fuerza armada exponer desde su comportamiento corporal los valores de la institución como el orden, la decisión, la rectitud, la madurez, la valentía y una última en donde se podrían condensar todas: el liderazgo (véase figura 2).

Propaganda militar

La situación reciente del país protagonizada por la violencia entre las diferentes organizaciones armadas, ha dado a la comunidad civil en general dos formas muy polarizadas de entender la vida militar. Por un lado existe una mirada de admiración por el trabajo que ejercen como héroes de la patria los soldados y oficiales, pero por otro lado existe un falso estereotipo que considera que los militares son personas que solo están cualificadas para el uso de las armas, por lo que muchos civiles piensan que los militares carecen de una formación intelectual.

Este como otros estereotipos basados en la ignorancia por parte de la población civil en relación a la formación militar, contribuye a las falsas representaciones del Ejército Colombiano que permanentemente realiza gestiones para mejorar la formación integral de sus miembros.

Los estereotipos se crean desde los acercamientos que tienen las personas a diferentes elementos como las imágenes y los objetos derivados de la guerra y en general del pensamiento militar. Por ejemplo derivado de la historia militar es posible encontrar producto de la tecnología de la guerra objetos de uso común, como los alimentos enlatados inventados específicamente para aprovisionar a los ejércitos en campañas durante sus labores de guerra en el siglo XX (Williams, 1987), también los artículos de moda como la ropa camuflada, los uniformes militares, las botas de combate, incluso las placas de identificación que se venden como collares, los cortes de pelo e incluso la creación de las primeras formas de internet durante la guerra fría (CAD, 2014).

Los objetos militares, convertidos en objetos de consumo por diferentes canales como el cine, la televisión, las pasarelas, las galerías entre otros, hacen parte de la creación de representaciones parciales buenas y malas sobre lo que es el Ejército. Una representación es una producción de sentido, que implica el uso de signos e imágenes que permiten representar cosas (Hall, 1997), de algún modo darles un significado de acuerdo con la manera en que los signos se ordenan y se presentan por los diferentes canales de comunicación a las personas de una cultura.

El Ejército desde hace unos años ha lanzado campañas propagandísticas importantes, que han permitido contribuir a la construcción de representaciones más acordes con los intereses de la institución, a través de la utilización de diferentes lemas, como el de Los héroes en Colombia sí existen. La comparación que se hace entre los militares y los héroes no es nueva, ya que la milicia se ha asociado históricamente a los personajes de ficción como los súper héroes, este es el caso de Capitán América, por mencionar solo uno.

En la página institucional de la ESMIC, se puede ver como encabezado la frase "Acá hacemos realidad tu sueño de ser un héroe" (ESMIC, 2014a, consultada el: 3 de noviembre de 2014), esta frase implica una imagen propia de los militares relacionados a las virtudes del liderazgo propio de todos los héroes. Estas frases institucionales en conjunto con los militares escogidos para protagonizar las diferentes campañas, muestran a un militar con mirada y movimientos seguros en medio de actividades militares. Por lo general estas propagandas son protagonizadas por hombres jóvenes pero con una imagen de madurez, una voz gruesa y facciones muy definidas, pero además con expresiones calidez que permiten que los espectadores se logren identificar con los militares (véase figura 3). Dentro de estas propagandas existe una ausencia evidente de representaciones de mujeres militares, por lo cual aún existen muchas personas que no creen que haya mujeres con funciones de un oficial, sin desconocer que poco a poco están siendo más incluidas por la institución.

A causa de las falsas representaciones y otros aspectos propios de la vida personal de los cadetes, algunos dicen sentirse o haberse sentido desertados, es decir, que a pesar de estar dentro de la institución sienten que ya se han ido o que quieren irse, pero no deciden desertar realmente por el compromiso que tienen con sus familias, la presión social y el miedo a no encontrar una mejor opción lejos de la vida militar que ya han venido llevando.

Descripción del proceso

La investigación sobre la evolución de los cadetes se hizo desde un ejercicio etnográfico propio de la antropología, basado en la observación participante, que implicó la introducción parcial en el entorno de los sujetos de estudio para entenderlos desde sus propias lógicas de construcción del mundo. Para esto se utilizó un apoyo fotográfico, que se centra en un sistema de descripción y análisis de patrones (Jiménez, 2005) de las actividades cotidianas de los cadetes y el análisis de las técnicas corporales (Mauss, 2006) como el caminar, correr, hablar, pararse, dormir, bañarse, comer, saludar entre otras. La investigación se realizó con jóvenes entre los 16 y los 24 años de cada uno de los niveles de formación, quienes a través de las entrevistas hablaron de su experiencia, este proceso de entrevistas se reforzó con la observación cotidiana de las actividades de la ESMIC.

Primeros niveles, semestres del 1 al 3

En los primeros niveles de formación se trabajó con jóvenes entre los 16 y los 20 años entre hombres y mujeres (véase figura 4), algunos de ellos con experiencias previas de lo que sería el Ejército, como la participación en colegios militares y la prestación del servicio militar, otros con familiares militares y unos últimos con referentes muy diversos de lo que era la milicia. Sin importar el conocimiento que todos tenían previamente de la institución por los diferentes canales de información, todos coincidieron en que la vivencia de la experiencia fue algo que nunca imaginaron así.

La sorpresa que tuvieron con el tipo de experiencia fue un reto para los jóvenes cadetes que continúan con el proceso de formación, sin embargo las condiciones con las que un joven civil choca en la milicia resultan demasiado fuertes para algunos de los compañeros de los actuales cadetes que finalmente decidieron desertar. Algo importante para decir de estos primeros niveles, es que estos hacen parte de los momentos más decisivos la de vida militar, en estos primeros momentos los jóvenes se enfrentan a una gran cantidad de cambios que presionan su autoestima, su carácter, su resistencia física y su capacidad de actuar (véase figura 5).

La edad en que los cadetes empiezan su proceso dentro de la institución es una etapa liminar en la vida de cualquier joven, es un momento de transición donde se abandona la adolescencia, una etapa donde los jóvenes se encuentran en un punto de quiebre para decidir el futuro de su vida por medio de la escogencia de un oficio.

Muchos de los cadetes manifestaron sentirse muy nerviosos al tomar la decisión de entrar a la vida militar, porque esta significaba el abandono de muchas otras posibilidades que tendría un joven civil universitario, pero a la vez otras ventajas que solo se pueden adquirir por medio de la formación militar.

El cuerpo como una herramienta institucional y socialmente productiva (Foucault,1975), es administrado por la institución en busca de la disposición del cuerpo del cadete para el aprendizaje de nuevas prácticas necesarias para la vida militar, de esta manera la institución piensa en el cultivo de cierto tipo de cualidades que el cadete debe apropiar, para que cuando termine su proceso de formación en la ESMIC, pueda reproducir lo aprendido en el manejo de sus tropas y en el adiestramiento de futuros oficiales como ellos, estos procesos se presentan de manera más intensiva en estos niveles(véase figura 6).

En los primeros niveles de formación los cadetes aprenden las maneras básicas del desplazamiento en la institución, trotar, marchar y formar, conocen la gimnasia militar, el combate básico y en general las normas básicas del comportamiento militar, como las formas de saludar y referirse a los superiores, el buen uso del uniforme con todos sus implementos, el aseo de los alojamientos, la lectura de símbolos, las voces de mando, entre otras prácticas. Los cadetes entrevistados, manifestaron que todas estas actividades exigidas empezaron a modificar la imagen que ellos tenían de sí mismos, empezando por la utilización del uniforme, que con el paso del tiempo aprenden a llevar mejor y se acostumbran a verse con él, además del reconocimiento desde su apellido y sobre todo el manejo de las relaciones que empezaron a tener con sus compañeros de curso. Dentro de la ESMIC, muchas de las actividades privadas en la vida civil se hacen de manera colectiva, como el dormir o el bañarse, esta ruptura entre las formas tradicionales de la vida civil y la vida militar, provocaron en los cadetes unas relaciones demasiado estrechas entre ellos mismos, tanto así que en los primeros meses logran conformarse amistades realmente fuertes que poco a poco desplazan para algunos las relaciones con amigos de la vida civil.

Estos procesos de formación colectiva, producen en los cadetes un percepción distinta de la vida, que se va tornando más verde cada día. Los primeros momentos dentro de la ESMIC, son los más representativos para muchos, ya que son los que simbolizan la ruptura con la vida civil, la separación de la familia y de sus parejas sentimentales que la mayoría no había tenido oportunidad de experimentar, el cambio de apariencia y la adopción de unas nuevas reglas de vida. Como toda ruptura, esta tiene espacios dolorosos que incitan las primeras deserciones de quienes descubren que en definitiva ese no es su proyecto de vida.

No es muy complicado reconocer a los cadetes de los primeros niveles de formación ya que estos aún tienen expresiones infantiles en sus caras, se muestran con una disposición casi permanente a las órdenes, por lo general son demasiado delgados, la piel se nota afectada por la exposición al sol a la que no estaba acostumbrada, aún no tienen interiorizada la posición militar con la espalda erguida, el pecho fuera y la mirada hacia el frente y sus cuerpos aún conservan movimientos desorganizados que se hacen notar con la utilización del uniforme que todavía no parece acomodarse bien a sus cuerpos.

Niveles intermedios, semestres del 4 al 6

En los niveles intermedios se puede observar una gran diferencia en los cuerpos de los cadetes, en estos niveles se trabajó con jóvenes entre los 18 y 22 años (véase figura 7), que ya se muestran mucho más confiados y seguros de su labor. En estos niveles de formación los cadetes ya se han podido enfrentar a instrucciones militares más exigentes, diferentes pruebas físicas, manejo de armas, una gran cantidad de ceremonias y eventos públicos donde se pone a prueba su comportamiento militar. Estos niveles según los cadetes, son los más exigentes de toda la formación porque están en los semestres más densos de su carrera complementaria y de sus actividades dentro de la ESMIC.

Para este punto de la formación los cadetes ya controlan mejor su cuerpo, manejan el cansancio, la actividad física, la división del tiempo y por lo general se mueven con más naturalidad dentro de la institución (véase figura 8). En estos niveles las relaciones entre los cadetes son tan estrechas que muchos han perdido contacto con sus amigos civiles, no solo por la distancia espacial que muchos tienen al ser de otras regiones del país, sino por la lejanía social, que no permite a un civil entender todos los significados de la vida militar que ellos comparten con sus compañeros y amigos de curso.

La milicia en todo el mundo, desde su historia muestra un interés especial por optimizar al máximo el cuerpo, este interés vinculado a un deseo por encontrar tecnologías que permitan disminuir las fallas propias de la naturaleza humana, el cansancio, el hambre, el dolor y los sentimientos como sucede con los personajes de ficción como los súper héroes. En la vida real podemos ver a los militares con tecnologías de mimetismo, implementos de ubicación geoespacial, una gran dotación de armas, escudos antibalas, cascos, botas y un entrenamiento que busca hacerlos resistentes al frío, al hambre y al cansancio, entonces en la vida real no se esta tan lejos de las ficciones que ofrecen las películas, ya en los niveles intermedios es posible observar cuerpos fuertes, sanos, ágiles, resistentes, vigorosos, con capacidad de soportar semanas de entrenamientos duros, con una capacidad intelectual para tomar decisiones y facultades de expresión oral que les permiten actuar de manera concreta para la realización de sus funciones.

Durante estos semestres los cadetes empiezan a sentir ansiedad por culminar su proceso y ascender al grado de alférez, tienen muy presente la competencia entre ellos y muchos ya se empiezan a sentir cansados de la rutina de la vida militar. La habilidad con la que aprenden a moverse los cadetes después de estar varios semestres en la institución permite que en estos niveles se empiece a disfrutar y a entender mucho más la vida militar. Los cadetes de estos niveles confiesan sentirse observados por sus familias, amigos y conocidos civiles de manera distinta, sienten que fuera de la ESMIC se les reconoce como militares a causa de sus cambios físicos. En estos momentos de formación, los hombres sobre todo han adquirido más masa corporal y algunos han terminado de crecer, han adoptado postura y formas de caminar propias de la vida militar que se reconocen sin que estos tengan uniforme.

Últimos niveles, semestres 7 y 8

La evolución es un concepto tomado de la biología que mide los cambios de estados por parte de los seres vivos que se modifican para la adaptación a su entorno, para este caso, los cadetes cambian en todas sus dimensiones para poder entrar a una sociedad militar que implica una alta exigencia. Esta evolución, no funciona desde el significado netamente biológico, ya que la adaptación y los cambios tienen un gran componente social desde el que cambian y desde el cual los cuerpos son evaluados. Por esto se habla de evolución de los cadetes cuando estos se transforman para alcanzar las exigencias de la apropiación del oficio militar.

Estos procesos de evolución no tienen fin, ya que la formación militar continua mientras se pertenezca al Ejército, sin embargo es en los últimos niveles donde se puede encontrar a los cadetes adoptando la imagen de un oficial del Ejército (véase figura 9), en estos niveles los cadetes adquieren uno de los símbolos más preciados para los militares que es el don de mando, que les permite a los alféreces tener una responsabilidad mayor sobre sus subalternos y sobre su propia imagen como líderes militares.

La imagen corporal de los alféreces, cambia abismalmente en relación a la de los cadetes de los primeros niveles (véase figura 10), no solo por los símbolos que recaen sobre el uniforme, sino por las formas de ser de los jóvenes alféreces que les permiten sentirse cómodos con su paso a un lugar de antigüedad que a su vez les permite experimentar el poder y la responsabilidad.

Los alféreces, al sentirse responsables de otros cadetes, confesaron sentirse más comprometidos con la presentación de su imagen, ya que conocen que el método pedagógico por excelencia dentro del Ejército es el ejemplo y no quieren que su imagen se desprestigie frente al personal que tienen a cargo. El don de mando termina el proceso de evolución corporal de los cadetes que utilizan la expresión corporal, los movimientos y las formas de ser como vehículos de comunicación para con sus colegas y cadetes (véase figura 11).

Estos momentos finales de la formación, representan una gran satisfacción para los jóvenes que se sienten superados por haber llegado a este nivel. La formación militar es tan rigurosa que a pesar de que ellos conocen que el trabajo fuera de la ESMIC es aún más exigente, peligroso e incierto, la mayoría desea enfrentarse pronto a la verdadera evaluación de sus facultades militares.

Procesos de formación institucionales

La facultad de transformación que tienen las instituciones se puede percibir en los cambios generados en la conducta de los individuos, éstos no llegan a las instituciones desprovistos de técnicas, ni de formas propias de ser en el mundo, así que estas formas de ser propias de la vida civil sufren un gran choque en el momento de entrar en el proceso de formación.

Los procesos de formación de líderes militares, tiene como uno de sus principales pilares el cultivo de la disciplina. La disciplina tomada como mecanismo de poder con la facultad de regular el actuar de los individuos por medio del control de los espacios y de las actividades cotidianas (Foucault,1975).

La permanencia en la institución, con la posibilidad reducida del contacto con el mundo habitual de los civiles, permite la implementación eficaz de los instrumentos disciplinarios de corrección y adaptación al mundo militar.

Es necesario considerar dentro de la preparación del cadete la función de las instituciones en la formación de técnicas y modos particulares de vida. En el caso del Ejército, esta hace parte las instituciones totales, es decir aquellas que se convierten en el lugar de residencia y trabajo de un gran número de individuos, donde sus rutinas son administradas formalmente, absorbiéndolos, dándoles un mundo propio, es decir, totalizándolos (Goffman , 1970), bajo esta totalización los cadetes se transforman a la vida militar (véase figura 12).

El cuerpo en el proceso

Las instituciones, modelan los cuerpos que tienen a su cargo según las necesidades propias de cada escenario, esto es posible si se entiende que el cuerpo puede ser un objeto que se manipula y que responde como si fuera una máquina (Foucault, 1975), de esta manera el cuerpo se produce en consecuencia de los espacios y objetos a los que es expuesto.

El cuerpo es un lugar que comparte las condiciones propias de la materia biológica pero además las condiciones sociales en donde se desarrolla, la milicia interviene la formación corporal de manera integral en los dos aspectos, por tanto, la apreciación del cuerpo es física y a la vez social (véase figura 13). El cuerpo de un cadete se forma en la ESMIC, una institución con unas condiciones fijadas desde sus inicios para el adiestramiento, el disciplinamiento y la corrección de los cuerpos de los futuros oficiales, estos caminos recorridos por cada sujeto se inscriben en la primera herramienta del ser humano: el cuerpo (Mauss, 1971). Los cadetes inician sus modificaciones de esta herramienta humana en el primer momento del proceso de incorporación, de las etapas de inscripción y de presentación de pruebas. Las ansiedades y preparaciones previas a estas pruebas se marcan en el cuerpo donde cada sujeto comprende y habita el mundo (Cabra, 2006).

El cuerpo de los cadetes es un foco de atención importante dentro de la institución, es por esto que las pruebas que se realizan a los aspirantes a cadetes, están encaminadas en su mayor parte a evaluar las capacidades físicas, las condiciones médicas y las habilidades psicológicas de los sujetos para desarrollar las actividades militares que tienen una gran exigencia corporal. Quienes logran convertirse en cadetes, se introducen en el camino de la adquisición de condiciones especiales para el ejercicio de la milicia, que como arte, exige el aprendizaje de técnicas, uso de herramientas y del lenguaje corporal, el aprendizaje consta de diferentes elementos que apoyan el proceso evolutivo de los cadetes que serán presentados a continuación.

La enseñanza militar

El proceso de pedagogía militar incluye una serie de conocimientos propios del llamado "arte de la guerra"(Montgomery, 1969), del manejo de armas y en general de las ciencias militares, sin embargo dentro de todos estos conocimientos, ante todo se pretende enseñar por medio del ejemplo lo que se denomina institucionalmente como el don de mando. Una de las características de la enseñanza militar es que el conocimiento es traspasado de generación en generación, de los grados superiores a los inferiores, generando así un flujo entre el dar y recibir, por medio de la disciplina militar que impone la relación vertical entre las líneas de mando.

Este traspaso de conocimientos en un orden jerárquico propio de la milicia, hace parte del cultivo de una de las virtudes que se desarrollan en el transcurso de la carrera militar, el liderazgo (véase figura 14). Esta virtud es una marca propia de los militares, ya que estos han tenido que decidir, influenciar, dirigir y planear sucesos de los que dependen las vidas de las comunidades, como tratados internacionales, acuerdos políticos y por supuesto guerras.

El liderazgo es la capacidad no solo de dirigir sino de lograr tener seguidores que validen su posición como líder, ya que este debe ser quien tenga las cualidades de indicar a otros por dónde ir, de guiar, de tomar decisiones y además de responder por sus seguidores. La milicia es uno de los mejores lugares para la formación de líderes, esto seguramente, porque no hay mejor líder que el que en algún momento aprendió a ser seguidor.

El poder vertical que se maneja en las instituciones castrenses, aseguran que los superiores que lideran los grupos militares, hayan ganado su rango a través de la experiencia, que hayan sido buenos subordinados a lo largo de su carrera y además que entiendan la responsabilidad que implica cada uno de los grados del mando. El aprendizaje del liderazgo en este sentido, se puede ver reflejado en toda la formación en la ESMIC, donde se enseña primero a entender y a ejecutar órdenes, para aprender a darlas y delegar funciones a medida que se escala en la línea de mando.

Este tipo de enseñanza hace parte de las tecnologías que modifican el cuerpo, estas entendidas como conjuntos de conocimientos en favor de suplir las necesidades sociales. Las tecnologías se pueden ver traducidas en ciencias, técnicas y artefactos materiales, por tanto estas son productos culturales. La formación del cuerpo de los cadetes esta intervenida por medio de diferentes tipos de tecnologías, entre ellas las que se encuentran en el aprendizaje de las "ciencias militares", donde se incluye el aprender a mimetizarse, a utilizar diferentes tipos de armas, de elementos de comunicación, de ubicación, estrategias de combate, de inteligencia militar entre otras cosas.

Existen otras tecnologías menos evidentes en la intervención del cuerpo del cadete, Foucault (1991) expone la existencia de las tecnologías del yo que permiten a los individuos realizar actividades relacionadas a su cuerpo, su alma, sus pensamientos y en general a cualquier forma de ser. Este tipo de tecnologías llevadas a cabo por la formación militar educan a los sujetos casi en su totalidad, estos procesos en los cuales actúan las tecnologías sobre los sujetos, se pueden ver dentro de la institución en las formas en que cambian las maneras utilizadas por los antiguos civiles, para convertirse en militares.

Propaganda militar los espacios y tiempos

Una de las primeras estrategias utilizadas para la transformación de los individuos, es la disposición de los espacios propios de la institución hechos desde la arquitectura castrense. Este tipo de arquitectura está diseñada para optimizar el espacio en relación a la cantidad de cuerpos, lo que permite que todos los espacios tengan la capacidad de albergar un gran número de personas militares. Los espacios institucionales garantizan de antemano una separación de los cuerpos, los movimientos rápidos y controlados, ofreciendo además ventajas como la fácil vigilancia por parte de los superiores, el conteo rápido de los cuerpos y la identificación de las personas en relación a los lugares.

Los espacios de la ESMIC, condicionan a los individuos a realizar todas sus actividades cotidianas que eran privadas en su vida civil, a hacerlas de manera colectiva en la milicia, como una de las prácticas de "profanaciones del yo", es decir aquellas que despojan al cadete de su identidad anterior como civil (Goffman:1970). Dentro de estas prácticas se encuentra el dormir, el bañarse, vestirse, comer, defecar, orar, descansar, rasurarse entre otras.

Los espacios además de indicar los movimientos del cuerpo en relación a las actividades, también indican unos tiempos para su uso, esto hace parte de las tendencias absorbentes de las instituciones totales (Goffman: 1970) donde todo incluso el tiempo es administrado. Estas divisiones del tiempo se ajustan a las necesidades de la institución no del sujeto, así que el cadete no come cuando tiene hambre y no duerme cuando tiene sueño sino cuando la institución le permite saciar alguna de estas necesidades, este control del cuerpo en relación al tiempo hace parte de la construcción de los valores disciplinarios de la institución.

Vale la pena enfatizar en que estas formas de disciplina no son arbitrariamente impuestas, sino que tienen una razón lógica de funcionar, el control del cuerpo que se inculca a los cadetes, les permite a estos estar preparados para manejar más fácilmente situaciones de riesgo y de supervivencia en el trabajo que van a desarrollar como oficiales del Ejército.

Propaganda militar El uniforme

Al ingresar a la ESMIC los sujetos pierden los rasgos de su identidad civil, empezando por la manera en que se les nombra por su apellido y no por su nombre, tanto así que algunas veces los cadetes no conocen el nombre de sus compañeros. Entre estas "profanaciones del yo" (Goffman, 1970), está el despedirse de rasgos individuales normales en los jóvenes civiles, como las perforaciones corporales, el pelo largo, tinturado y sobre todo la ropa.

El símbolo por excelencia de un militar podría decirse que es el uniforme, este con unas maneras propias de llevarlo que se enseñan en los primeros momentos de la formación. Una de las maneras correctas de llevar el uniforme implica la limpieza de este y además la limpieza individual que hace parte de la estética militar (véase figura 15). El uniforme militar es tan importante porque es lo que recubre el cuerpo, es el que representa a la institución no a un sujeto. El uniforme condiciona la utilización del cuerpo, lo moldea y se hace parte de la identidad de quien lo usa, tanto así, que algunos cadetes manifestaron sentirse raros cuando se veían de civil.

El uniforme hace parte de "la fachada personal", donde también se incluye el cargo, el sexo, la edad, el porte, las expresiones faciales y los gestos corporales (Goffman, 1997). Además el uniforme hace parte también de la fachada institucional, entonces mientras se utilice el uniforme el cadete se debe comportar bajo las normas de la ESMIC, haciendo del uniforme una extensión del espacio institucional. Un cadete debe utilizar el uniforme con pundonor y pulcritud, este debe ser símbolo de orgullo para los militares y por esto se les demanda el respeto por el uniforme como respeto por el oficio de lo militar (véase figura 16).

Los uniformes como objetos de tela que cubren los cuerpos hacen parte de la transformación corporal. Como la fantasía que tienen los Ejércitos con los héroes de ficción, quienes al utilizar ciertas prendas adquieren súper poderes, los uniformes sobre los cadetes aunque no los dota de súper poderes, los hace sentir distintos, les permite mandar, andar por la institución, ser reconocidos mal o bien en los espacios civiles y sentirse parte de un cuerpo colectivo más grande con el cual se homogenizan y por tanto representan, por esto se puede reconocer a los uniformes como objetos con capacidad de actuar sobre los individuos, es decir objetos que comparten la responsabilidad en los actos (Latour, 2001) de los cadetes.

El ejercicio

Parte del honor del cadete esta en buscar en la disciplina del cuerpo la superación del espíritu, esta disciplina del cuerpo es asociada sobre todo al ejercicio que durante los cuatro años de formación los cadetes deben realizar. Algunos cadetes terminan su carrera detestando el ejercicio pero también existe una cantidad considerablemente amplia que termina su paso por la ESMIC con la rutina de actividad física tan interiorizada que la practican sin supervisión (véase figura 17).

En la ESMIC y otras instituciones, existe una falsa asociación para algunos acerca del significado del ejercicio, por ejemplo dentro de la institución a raíz de que algunas sanciones disciplinarias se penalizan de manera pedagógica a través del ejercicio, muchos cadetes lo piensan como un castigo. El cuerpo es el lugar donde se marca la ley, la superficie sobre la que se escribe y se recuerda al sujeto su lugar social (Clastres, 1978), sus posibilidades de acción y la manera en que debe utilizar su cuerpo de manera correcta en relación con la institución (véase figura 18). Sin embargo las penalizaciones con el ejercicio, contribuyen a la formación corporal como pilar de la vida militar y no solo como elemento de sanción, por esto es importante observar si esta es una de las razones por las cuales algunos oficiales olvidan las rutinas de ejercicio al salir de la ESMIC.

Los cadetes que entran a la ESMIC, poseen un cuerpo joven que se encuentra en las últimas etapas de su desarrollo, por lo cual la mayoría ingresan a la institución en una edad liminar en donde los jóvenes se encuentran en el medio de la adolescencia y la adultez, este factor etario es una de las causas de que los cambios se adopten fácilmente en relación al desarrollo físico de los cadetes y también al emocional que forma el carácter y las formas adultas de las personas. La transformación corporal no solo se asocia al envejecimiento normal de una persona en el tiempo, sino que se ve reforzado por la utilización de los espacios que le enseñan a moverse de manera ordenada, las formaciones que obligan a los sujetos a tener una posición erguida, con los ojos al frente y sacando pecho, el uniforme que implica mantener la estética militar, el respeto por los símbolos y la homogenización con sus compañeros y finalmente el ejercicio que aumenta su masa corporal, su percepción de la resistencia corporal, la velocidad y la rapidez de los movimientos (véase figura 19).

Propaganda militar El don de mando

De todo lo anterior según la observación, lo que más aporta a la evolución del cadete es el mando, cuando los cadetes adquieren la facultad de dirigir, mandar y responsabilizarse de subalternos, adquieren también una forma de pensar en función de dar órdenes claras, de hacerse escuchar por medio de la proyección de la voz y además se hacen más conscientes de su propia imagen y del ejemplo que como líderes deben dar.

El don de mando en la milicia no está sustentado en el grado de antigüedad sino en el respeto que se tiene por la experiencia del otro, esto es lo que hace que exista una sumisión legítima que implica la confianza en el superior. La adquisición de las facultades de mando, funcionan de manera distinta en cada uno de los sujetos que tienen un estilo propio de hacerlo, pese a que todos conservan las formas básicas como las señales, el buen porte del uniforme, los pasos seguros, las posturas erguidas, el mirar a los ojos, las voces fuertes y el vocabulario militar (véase figura 20).

Estos procesos de transformación se dan en hombre y mujeres, reconociendo las diferencias anatómicas de estos. El liderazgo de manera histórica se ha relacionado a la masculinidad por la asociación de los hombres a los espacios públicos y de las mujeres a los oficios privados sin protagonismo histórico, pese a esto, la integración de las mujeres a diferentes oficios como el militar, demuestra que estas también están en capacidad de liderar y de adquirir el tipo de cualidades necesarias para el mando que no son inherentes a la masculinidad. Este tipo de elementos que aceptan los cadetes en sus cuerpos al pasar el tiempo, son los que permiten que en la calle a pesar de que estén sin el uniforme, su fácil reconocimiento, porque la milicia no se puede quitar como si se tratara de una prenda porque ésta se lleva en la mente y en el cuerpo.

Conclusión

La institución aún tiene mucho trabajo por delante para enfrentarse a los falsos estereotipos que se tienen del Ejército fuera de él, ya que muchas de las ideas que tenían los cadetes antes de ingresar a la ESMIC, estuvieron condicionadas a las representaciones del Ejército en diferentes canales de información. Por lo que valdría la pena hacer un estudio más grande sobre la relación entre las representaciones mediáticas del Ejército y el Estado, en relación a las cifras de incorporación anual en las diferentes Fuerzas Armadas del país.

La institución no es la única responsable en la modificación del cuerpo de los cadetes ya que ellos también hacen o hicieron parte de otras instituciones que mantienen el orden social y que también son vigiladas por el Estado, como la familia, la iglesia y el colegio (Althusser, 1969). La pertenencia previa a estas instituciones permite una adaptación más fácil a la vida militar.

El oficio militar, no puede ser incorporado por cualquier persona, por lo cual sería importante encontrar patrones de deserción que permitieran comprender mejor cuales son las variables que más inciden en estas decisiones que le cuestan el cupo a otros aspirantes.


Referencias

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