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Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad

versão impressa ISSN 1909-3063

rev.relac.int.estrateg.segur. vol.11 no.1 Bogotá jan./jun. 2016

https://doi.org/10.18359/ries.1375 

ARTÍCULO DE REFLEXIÓN
DOI: http://dx.doi.org/10.18359/ries.1375

LAS RELACIONES CIVILES-MILITARES Y EL PROYECTO IDEOLÓGICO BOLIVARIANO EN VENEZUELA (1999-2014)*

THE CIVIL-MILITARY RELATIONS AND THE BOLIVARIAN IDEOLOGICAL PROJECT IN VENEZUELA (1999-2014)

AS RELAÇÕES CIVIS-MILITARES E O PROJETO IDEOLÓGICO BOLIVARIANO NA VENEZUELA (1999-2014)

Cristián Garay Vera**
Froilán Ramos***

* Este artículo de reflexión surgió en colaboración con la Universidad de Santiago y Universidad de los Andes. Algunos aspectos fueron planteados de modo más contenidos y restringidos en su lapso temporal en Garay (2008) "The ideological environment of the Bolivarian Defense".
** Doctor en Estudios Internacionales, Universidad de Santiago (USACH). Profesor del Instituto de Estudios Avanzados, USACH. Santiago, Chile. Correo electrónico: cristian.garay@usach.cl
***Postgrado en Historia, Universidad de los Andes (Chile). Profesor de la Universidad Simón Bolívar. Caracas (Venezuela). Correo electrónico: froilanr@usb.ve

Referencia: Garay, C. & Ramos, F. (2016). Las relaciones civilesmilitares y el proyecto ideológico bolivariano en Venezuela (1999-2014). Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad. 11(1), pp. 239-261. DOI: http://dx.doi.org/10.18359/ries.1375

Recibido: 15 de agosto de 2015
Evaluado: 25 de septiembre de 2015
Aceptado: 17 de noviembre de 2015


RESUMEN

La crisis del proyecto bolivariano en 2013 coloca en revisión las relaciones civiles-militares. La matriz de aquéllas, formulada en base al proyecto bolivariano, así como la situación del sector Defensa presentan un escenario particular. Los autores si bien inscriben a este proyecto dentro del Populismo, hacen notar que obedecen a una interpretación ideológica y no puramente individual o discrecional (carismática), sino a la constatación de un poder de facto en la vida venezolana que está presente largo tiempo (los militares), pero con características nuevas desde el ascenso de Chávez al poder, teniendo su origen en la Constitución de 1999, que inauguró una nueva era en Venezuela. Un proyecto a la vez nacional como internacional, o en lenguaje chavista Grannacional. La metodología es una aproximación histórica - analítica, describiendo los acontecimientos más representativos de esta relación.

Palabras clave: Fuerzas Armadas, Relaciones Civiles y Militares, Venezuela.


ABSTRACT

The crisis of the Bolivarian project in 2013 placed under review civil-military relations. The matrix of those formulated based on the Bolivarian project, and the status of the defense sector presents a particular scenario. The authors enrolled although this project within the Populism, note that obey an ideological and not purely individual interpretation or discretionary (charismatic), but the finding of a de facto power in Venezuela this life that is long (the military), but with new since the rise of Chavez to power features. Having a special interest the Constitution of 1999, that opened a new era in Venezuela. A project both national, both international, or, in the Chavista language, Grannacional. The methodology is an historical - analytic approach, describing the most representative events of these relations.

Keywords: Armed Forces, Civil-Military Relations, Venezuela.


RESUMO

A crise do projeto bolivariano em 2013 colocado sob revisão as relações entre civis e militares. Matrix aqueles formulados com base no projeto bolivariano e a situação do sector da defesa tem um cenário particular. Os autores enquanto se matricular neste projeto dentro do populismo, note que obedecer a uma interpretação ideológica e não puramente individual ou discricionária (carismático), mas o achado de um poder de facto na vida venezuelano que está presente de comprimento (o militar), mas com novo desde a ascensão de Chávez de recursos de energia. Tindo sua origem na Constituição de 1999, que inaugurou uma nova era na Venezuela. Um projeto á vez nacional como internacional, o em linguagem chavista, Grannacional. A metodologia é uma aproximação histórico-analítica, descrevendo os acontecimentos mais representativos de esta relação.

Palavras-chave: Forças Armadas, Relações Civis-Militares, Venezuela.


INTRODUCCIÓN

Por largos años, Venezuela fue modelo de una democracia consolidada (1958-1990), mientras en el Cono Sur ocurría lo contrario. Ejerció como un referente para la transición democrática en España, fue un factor moderador para la crisis centroamericana, fue decisiva en el colapso del régimen somocista (cuando amenazó con interceptar el apoyo aéreo contra la ofensiva sandinista), y fue premiada por Estados Unidos con potentes F-16, los primeros en Latinoamérica. Todo parecía indicar que el país petrolero había encontrado un camino distinto al de otros Estados latinoamericanos. Pero, el rumbo fue otro. El deterioro económico, y el descrédito de los partidos políticos tradicionales, entre otros, conllevó al descontento, que logró capitalizar un antiguo militar golpista (Buttó, 2012) con un discurso radical, de rechazo al pasado y mesiánico.

Desde 1999, Venezuela ha experimentado cambios en varios órdenes, uno de ellos, y posiblemente de los más sensibles, ha sido el de las relaciones civiles y militares dentro de un nuevo contexto político, y el sector defensa. Se propone ofrecer una visión crítica sobre lo acontecido en estas áreas y sus implicaciones en materia de seguridad y defensa.

La matriz bolivariana

De 1958 a 1998, Venezuela logró establecer una democracia representativa, sustentada, en buena manera, en el Pacto de Punto Fijo de 1958, y en la Constitución de 1961, que permitieron un período de control civil subjetivo (Irwin, 2006) sobre el sector militar, y avanzar hacia la profesionalización dentro de la institución castrense, muestra de ello fue que ningún golpe militar ni de derecha ni de izquierda tuvo éxito desde entonces.

El ascenso al poder de Hugo Chávez y su revolución en febrero de 1999 representan una primera fase (1999-2004) del proyecto ideológico bolivariano, en el que se concentró un acentuado discurso nacionalista cuya prioridad era promulgar una nueva Constitución (la idea de la Constituyente) y así de acabar con los partidos políticos de la democracia representativa (AD y COPEI), señalados como los responsables de la corrupción en el país.

La Constitución de 1999 inauguró una nueva era en Venezuela. Un proyecto a la vez nacional como internacional, o en lenguaje chavista Grannacional. El sector defensa ha sido caracterizado como parte del populismo radical en América Latina (Saavedra, 2009). La Constitución (1999) les entregó a los militares activos el derecho al voto, y la posibilidad de desempeñar cargo públicos siendo aún efectivos en servicio.

El articulado constitucional fue adaptándose cada vez más al elenco creciente de funciones de los militares en el régimen. Ya desde 2004 se presentó la siguiente fase, la segunda, donde se plantea que la Revolución Bolivariana es parte de una Patria Grande latinoamericana, de naturaleza mestiza e indígena, altermundialista, y posmarxista1. Es además el año en que se plantea la transformación de Venezuela: " La revolución está entrando en otra etapa, en la de la transformación socioeconómica y este año va a ser clave en esta línea" (Chávez, citado por Carratú, 2005, p.6). La tercera, que se empezó a avizorar desde 2005 pero que tiene a 2008 como punto de inflexión (este año Chávez da a conocer una alianza militar colectiva conformada por los Estados aliados en la zona), tiene por objeto posicionar a Venezuela como actor global, con atributos propios de potencia media, relacionada con un conjunto de regímenes y Estados congregados en su postura antiestadounidense. Además, en el plano internacional, Venezuela utiliza su peso y recursos petroleros para conseguir un estatus de potencia en el sistema internacional, y no solamente un lugar preeminente en el mercado internacional de la energía.

El proyecto chavista no es, como se ha interpretado a veces, un proyecto personalista, caudillista y carismático que se agotaba con su muerte2. Es cierto que descansaba de modo importante en Chávez como líder integral, y que este tiene características personales notoriamente superiores a Nicolás Maduro, su sucesor, y a Diósdado Cabello, líder del Parlamento. De hecho la retórica acerca que la Revolución Bolivariana es Chávez, aumentó la confusión que el propio líder creó, pero la Revolución Bolivariana es un desarrollo posmarxista de los postulados de la Posmodernidad. Chávez con poca ortodoxia pero habilidad integró elementos de la Teología de la Liberación, indigenistas, marxianos, con otros de carácter más coyuntural como la dualidad causa árabe/antisemitismo, la congruencia con la visión revolucionaria global que conecta con África y Asia, y el militarismo como elemento local.

Partimos de la premisa teórica que desechamos el uso de la noción de populismo latinoamericano para entender el accionar de la política exterior bolivariana. Esto porque la formulación semejante que sería el modelo carismático de Max Weber sitúa el centro de esa política al carisma, y nosotros -no obstante el peso de Chávez- postulamos que eso no ocurre en este caso. Los populismos latinoamericanos carecían de una formulación teórica clara, y oscilaban en su trayectoria del liderazgo como fue el caso de Perón. Por cierto la ideología bolivariana se ha acomodado en varios escenarios internos y externos pero solo tácticamente3. Algunas adiciones ideológicas se tienen que entender en que el escenario pos 1990 desvalorizó las ideologías omnicomprensivas, y presentó desde entonces estructuras más flexibles. De modo que postulamos que hay un entorno ideológico bien preciso que sustenta las percepciones seguridad y defensa de la Revolución Bolivariana, y que solo puede entenderse en su relación con el planteamiento político (Garay, 2008).

En este orden, el término " Bolivariano" debe observarse con cuidado dentro del contexto venezolano y latinoamericano. El Bolivarianismo en Venezuela ha alcanzado una representación de culto republicano por parte del Estado (Carrera, 1969; Castro, 1991), siendo la matriz reverenciada para distintos gobiernos y regímenes locales desde una derecha conservadora (Ramos, 2013) hasta la izquierda radical. En Latinoamérica, la imagen de Bolívar, más que un referente de liderazgo militar, es un símbolo de integracionismo. Podríamos decir que a medida que se aleja de Venezuela, el boliviarianismo adquiere una connotación más civil e integracionista, al revés del terreno doméstico donde está unido al respaldo de sus Fuerzas Armadas (FF.AA.).

Desde el punto de vista filosófico, el bolivarianismo es un ideología de urgencia, que constituida tras el derrumbe de las ideologías fuertes, va incorporando los lugares comunes del pensamiento posmoderno, releídos en clave marxista y globofóbica, pero también altamente sincrética de elementos tales como el posfacismo de Norberto Ceresole, las corrientes de la Teología de la Liberación, el Indigenismo, y el Negacionismo.

Ahora bien, el que la literatura existente (Koeneke, 2002; Arenas & Gómez, 2006; Brewer- Carías, 2010) ha enfatizado demasiado el elemento personalista, denominándole populista, autoritario, caudillista e incluso nacionalista sui generis, y no se entiende la naturaleza del proyecto bolivariano, y por ende negando la trascendencia del proyecto bolivariano en el sector defensa. Encerrada en la tesis que los cambios de Chávez son circunstanciales no han sido capaces de insertarla en el diseño ideológico, como tampoco fueron capaces de percibir el tránsito de la Venezuela chavista de Estado débil, a potencia regional (Manwaring, 2005; López, 2011), y luego a potencia media.

Sobre este punto una observación. Aunque hay cierta confusión respecto de los términos de potencia media y regional (por ejemplo Insulza, 1986, habla de " potencias intermedias" ; mientras Rocha & Morales, 2010, de " potencias medias regionales" ), hemos adherido a la concepción que ambas son partes de potencias intermedias, pero la potencia regional es un actor con capacidad de influencia restringida a un ámbito geográfico determinado, en lo general inmediato, y condiciones limitadas de usar sus recursos (Palau, 1993). Las potencias medias, en cambio, con recursos algo más abundantes, pueden moverse en un escenario mayor, y movilizar algunos recursos en escenarios geográficos disímiles, en relación a intereses extrarregionales. La primera dialoga con el " tablero bajo" de la política mundial, la segunda con la " parte de arriba" .

Venezuela en época de Chávez pasó de ser un actor regional, de limitada influencia en el entorno caribeño, a ser una potencia media, es decir un actor global de la política mundial, apostando por el multipolarismo y el apoyo a China y Rusia como actores contestatarios del sistema internacional unipolar. Del mismo modo enlazó con Irán y países africanos y asiáticos, especialmente los musulmanes, para liderar el antiimperialismo. Su manejo frente a la crisis de Gadafi y de Bashar Al-Assad fue determinante en su alejamiento con sectores cercanos a Al Qaeda y con la trayectoria de la crisis árabe desde entonces. Maduro en este sentido no ha tenido capacidad de restablecer la sintonía entre ambas versiones revolucionarias.

La base de su actuación ha sido la prolongación de la Diplomacia Petrolera, que precedía a Chávez, y sobre la cual los negocios energéticos tienen un sentido político innegable al generar lazos y dependencias. Por ello Paillard (2007) ha insertado a Venezuela en el campo de la " geopolítica de la energía" . En efecto, Rusia, China, Irán, y Venezuela son ejemplo de aquéllos actores que utilizan esta influencia y esos negocios para establecer áreas de acción, que complementan la acción ideológica.

Las relaciones civiles-militares (1999-2014)

En un primer momento (1998) la función defensa se entiende como sustento inmediato del régimen y como paso entre la naturaleza apolítica y neutral de las FF.AA. en una sociedad democrática liberal, a una fuerza a disposición del caudillaje. Un fenómeno que se ha denominado por algunos como pretorianismo (Huntington, 1968). Por eso Chávez priorizó la visibilidad de las FF.AA. como pivote de su revolución. La tríada Líder-Pueblo-Ejército, heredada de Norberto Ceresole alcanzó su cénit. Desde entonces, todo el régimen tiene a las FF.AA. como parte indisoluble y al parecer irreversible del tránsito al socialismo del siglo XXI de Venezuela. Consistente con este punto de vista, Chávez sostiene que

    Es necesario revisar el tema militar, es necesario revisar el rol de los militares en sociedad; es necesario inyectarle a la Fuerza Armada, con mayor vigor, el elemento de la transformación social; es necesario que los militares participen de los procesos de transformación y otros muchos frentes de batalla, como en Venezuela lo estamos haciendo. (Carratú, 2005, p.1)

En 1999 se consigna este nuevo punto de vista en la Constitución. Por ello para muchos autores se trata de un enfoque populista y a veces autoritario (Ellner & Hellinger, 2003), que tiene como notas propias " la integración del elemento militar en política interna, y el enfoque del empleo de los recursos estatales para servir a los electores principales - los pobres" (Trinkunas, 2005, p. 56). De este modo, las fuerzas participan activamente del clientelismo, como componente del proyecto chavista. Así, por ejemplo, se creó el Plan Bolívar 2000, al mando del General Víctor Cruz Weffer, cuyo objeto era proporcionar una respuesta rápida asistencial a la población de bajos recursos económicos, mediante la venta de comestibles subvencionados, consulta médica y dental gratuita, y corte de cabello, en operativos móvil. Este primer programa asistencial terminó con acusaciones de corrupción (Alonso, 2007).

Este período 1999-2004 fue una fase de tránsito, en el cuál el acento se colocó en los males de la " Cuarta República" (1958-1998) y de sus actores principales: " los políticos" y " partidos políticos" , por ende la administración civil. Esto permitió construir una dicotomía básica, en la cual se enfrentaban para el imaginario del régimen los civiles corruptos frente a los militares eficientes y héroes morales de la nación. El efecto fue la erosión de la confianza en los partidos políticos (Rodríguez, 2008), y el fortalecimiento de los militares en la administración pública.

Un aspecto de suma importancia -y hasta el momento poco estudiado- ha sido el retiro de un número significativo oficiales entre 2003 y 2004, resultado de un filtro ideológico y profesional, tanto por mecanismos directos e indirectos. En efecto, luego de los sucesos de abril de 2002, el Ejecutivo Nacional comenzó a purgar la institución castrense, pasando a retiro a las promociones anteriores a la suya (1972-1975), que ya eran oficiales generales y almirantes, apartando del mando operacional a oficiales de orientación institucional, y reduciéndolos a cargos administrativos, estas medidas incidieron en que un número indeterminado de oficiales de mayores a generales solicitaran voluntariamente la baja del servicio.

Gradualmente, entre 2005 y 2010, se impulsó un proceso de adoctrinamiento ideológico dentro de las FF.AA. por varios mecanismos: el legal, la promulgación de una nueva Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional (LOFAN, 2005); el doctrinario, la designación de un Nuevo Pensamiento Militar Venezolano orientado hacia el concepto de una guerra asimétrica, que enfatiza nuevos potenciales enemigos y escenarios hipotéticos; el político, utilización de consignas político-ideológicas (Jácome, 2011) en cuarteles, incluso enarbolando de la bandera cubana en unidades militares (García, 2011; Rodríguez, 2011), y la designación del nombre de " Fidel Castro" en la promoción de curso de Comando y Estado Mayor en 2005 (Globovisión, 2005). Además quienes hacen declaraciones públicas en abierto apoyo al régimen4, reciben ascensos y premios en cargos políticos. Todo esto, contribuye a afianzar la idea en el interior de la organización militar de que la vía más expedita de elevación en el escalafón militar es alinearse al personalismo político de Chávez y del régimen, aislando y reduciendo a los oficiales de orientación profesional e institucional no afectos al régimen.

Volviendo a la citada LOFAN (2005), el Ejecutivo estableció además dos nuevos cuerpos: la Milicia Bolivariana y la Guardia Territorial, bajo el Comando General de la Milicia Bolivariana. Ambas instituciones quedan separadas del mando regular y dispuestas bajo el mando directo del Presidente. Esto permitía, además, contar con un contrapeso a las FF.AA. formales y reducía la importancia de la Reserva Nacional, que por el contrario era entrenada y comandada por las fuerzas tradicionales como el Ejército. Se identifican en consecuencia 7 anillos defensivos:

Gráfico 1

En esta percepción las FF.AA. tradicionales pasan así a uno de los varios escalones de una guerra popular prolongada, en la cual los recursos humanos fundamentales descansan, teóricamente, en las masas armadas, preparadas de antemano para una lucha descentralizada, no obstante ser organizados desde la jefatura del Estado.

En 2008, el proceso se acentuó, Chávez decretó vía ley habilitante, una nueva Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional " Bolivariana" (LOFANB), importando con ello su interpretación política para justificar la adhesión política-ideológica concreta de la institución con el mandatario, su régimen y su partido.

Para 2011, el Ejecutivo decretó (N.° 8.096) una reforma de la LOFANB5, en la cual se ampliaban las atribuciones del Presidente, se creó el " grado militar" de Comandante en Jefe (Art. 6), junto con su propio Estado Mayor Presidencial, insignias y estandartes; se disminuyó significativamente los mecanismos de control y supervisión del Parlamento; se acrecentó el poder la Milicia Bolivariana (Arts. 66 y 77) al igualarla en la práctica con los otros componentes; se creó el grado militar de " Mayor General" (Art. 69), con lo cual se alarga el período de servicio de los militares contemporáneos de Chávez, y se permitió la reincorporación (Art. 104) de los militares golpistas de 1992.

El régimen instaló permanentemente militares, activos o retirados, en diferentes cargos de la administración pública. Tanto en búsqueda de eficacia como de lealtad, alcanzando todos los niveles del Estado (Nederr, 2013): desde ministros, viceministros, directores de despachos, directores de Institutos Autónomos, embajadores y magistrados del Tribunal Supremo de Justicia6.

Otra práctica común para ganar la lealtad del sector militar ha sido la de decretar continuos aumentos salariales anuales, de entre 30%, 40% y 50%, junto con preferencias crediticias para la adquisición de viviendas, vehículos y equipos electrodomésticos, de manufactura china. Esto ha generado una diferencia notable entre los salarios devengados por los militares y otras profesiones, además de representar una elevada carga sobre el presupuesto del Estado.

En este orden, el debilitamiento del control civil sobre la FF.AA. ha sido significativo (Jácome, 2011), restándosele las atribuciones al poder legislativo en materia de control y supervisión del sector militar, reduciéndose la capacidad de las instituciones políticas al desvanecerse la división del Poder Público, y llegando incluso a la señalamiento de " apátrida" 7 a los dirigentes políticos contrarios al gobierno, a periodistas o ciudadanos que formulan críticas sobre el manejo de la institución armada, de la meritocracia, o el profesionalismo militar.

Distinguimos así dos fases. Una primera que hemos descrito, enfocada sobre el escenario interno, y que es la reestructuración de las relaciones civiles-militares. Se pasa del modelo del soldado neutro, no deliberante, a otro comprometido de lleno con el proyecto revolucionario. La segunda fase es el cambio de orientación en la Defensa Nacional. Ella pasa de un enfoque convencional de enfrentamiento entre Estados (principalmente con Colombia) a un enfoque asimétrico apto contra Estados Unidos.

Se tiende a transformar las FF.AA. en una estructura flexible de milicias, que sin dejar de contar con material pesado, tiene renovado interés en la provisión de armas ligeras y livianas, cuyo paroxismo fue en mayo de 2005 la adquisición de 100.000 ejemplares del Kalashnikov AK- 103, y luego de su licencia para una producción anunciada en 2009 y 2012 que no se ha podido concretar por problemas técnicos y financieros8. Las cantidades planificadas exceden el número total de efectivos de las FF.AA. tradicionales, lo que indica que más que la exportación, la finalidad es constituir un foco de reserva para eventuales milicias. Un proceso que caracteriza lo que Bartolomé (2007) ha denominado la " heterogeneidad militar" de la región.

El contenido ideológico de esta acción ha sido descrito por el propio Chávez:

    los soldados venezolanos somos continuadores de la filosofía Bolivariana. Continuadores del camino y la trayectoria de aquel infinito hombre venezolano, americano, que planteó la integración de estos pueblos para la paz, para el desarrollo, para la vida. (RNV, 2004)

La Revolución Bolivariana presenta un socialismo gradual, que tras la formulación del llamado Socialismo del Siglo XXI, hecha por el alemán Heinz Dieterich9 precisó sus concepciones políticas según lo ha descrito el especialista Rincón (2008). Venezuela en esta concepción se percibe amenazada persistentemente por un conflicto latente con Colombia y Estados Unidos.

La transformación

Como en otros casos de autoritarismo, por ejemplo Franco en España, las FF.AA. son vistas más en función del sostén del régimen, que en sus capacidades militares propiamente dichas. De todas maneras, la omnipresente amenaza de un conflicto hace que haya algunas consecuencias respecto de las instituciones en su relación con el Estado.

La primera de ellas es que las FF.AA. son un grupo privilegiado dentro de la Revolución Bolivariana, y han recibido abundantes armas y equipos. Pese a orientarse el último tiempo a un escenario asimétrico, tienen importantes capacidades convencionales, lo que nos hace calificarlas más de fuerzas polivantes que de pivotes.

Ello parte desde el escenario interno. Chávez enfatizó que la revolución " está armada pero no es violenta" (Oppliger, 2010, p. 65). En 2004 hubo una ampliación de este concepto. Aparece El Nuevo Mapa Estratégico de la Revolución Bolivariana, producto de un encuentro sostenido en noviembre entre el presidente y sus partidarios. Allí Chávez pidió la cooperación de los alcaldes con los " patriotas" , para que obtengan zapatos y traje militar, extendiendo la estructura militar más allá de las instituciones tradicionales:

    oye, si ustedes mañana ven que llegó un batallón de reserva al estado tal, o al municipio tal, deben motorizar eso, no importa que ustedes no sean militares. Deben tener un registro de los reservistas patriotas y sus municipios, una lista con una computadora y ayudar a organizarlos y más bien buscar contacto con los militares de la zona, los jefes de guarnición. [Y más adelante] Luego le toca a los militares organizarlos, equiparlos y adiestrarlos en colaboración con el gobernador y el alcalde, esa es una tarea de todos, y de la misma comunidad...es una tarea de integración cívico militar. (en Harnecker, 2004, p. 54. Subrayado es nuestro)

Efectivamente en 2004 cuando se proclama la ofensiva de la nueva doctrina militar bolivariana se incluyeron las tres líneas doctrinarias: a) el fortalecimiento del poder militar de la Nación, b) la profundización de la unión cívico militar (soldados y pueblo) y, c) el fortalecimiento y participación popular en las tareas de la defensa nacional.

En la línea b) de trabajo se considera " la consolidación y profundización de la unión cívico-militar" 10 y la participación popular masiva en la Defensa Integral de la Nación. A tal fin se duplicarán las fuerzas de reserva organizada alrededor de cien mil hombres y mujeres y se procurará, entre otras medidas, la incorporación de militares profesionales en retiro en tareas de organización popular para la defensa en cada barrio, en cada fábrica, en cada lugar donde haya " un grupo de patriotas (sic), ahí deben estar organizándose para la defensa territorial" (Dieterich, 2004, párr. 8).

La función defensa se transforma en un puntual de la revolución en tanto y cuanto la concientización de la situación de Venezuela se transforma en un aliciente para la cohesión social. Por eso Chávez impuso una reforma a la malla escolar que militariza a los educandos. Desde tercer grado del ciclo medio se les instruye políticamente, y en el cuarto grado deben aprender habilidades y destrezas militares como " movimiento a pie firme" y " sobre la marcha" , a la vez que se les instruye sobre el uso de mapas, brújulas, etcétera. De modo que se asume que esta visión de la defensa se transforma en una tarea que excluye los sectores que no comparten esta visión política y militariza a sus partidarios de modo terminal. La defensa se transforma así en un patrimonio del proyecto bolivariano, del líder, y finalmente de su grupo partidista.

Lo esencial de la transformación de las relaciones civiles-militares ya está dada: del soldado neutral al soldado comprometido, y del soldado comprometido al ciudadano (armado) comprometido. Ciudadano que incluye toda la sociedad, integrada por anillos defensivos donde desarrollar una guerra popular prolongada según el esquema doctrinario de 2005.

En cuanto a los compromisos estratégicos estos siguen una secuencia. Desde 1999 a 2005 se hizo mención constante a un discurso nacionalista, distanciándose de EE.UU. y acercándose a Cuba. Fase que culmina con la orden de Chávez de cerrar la oficina de la Misión Militar estadounidense en Fuerte Tiuna11, en Caracas. La segunda fase, entre 2005 a la actualidad se hace mención de un proyecto militar alternativo, que busca establecer fuentes logísticas distintas como Rusia12, Bielorrusia, China y España. Se firman además acuerdos con países afines como Bolivia, Argentina (La Nación, 2012), Ecuador (El Universal, 2010) y Uruguay (Ley Aprobatoria de Acuerdo de Cooperación entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Oriental del Uruguay en el Sector Defensa, 2010).

Un ejemplo claro de este giro es la relación con Bolivia. Se establece una misión militar venezolana que construye distintas obras de infraestructura (carreteras, viviendas, defensas de agua) (El Universal, 2008), se donan dos helicópteros de fabricación francesa de la clase " Alouette" (Aló Presidente, 2007, pp. 1-2), y varios millones de dólares en ayuda directa (El Carabobeño, 2013).

Esto se reflejó en 1999, cuando se consignó el deber de satisfacer un área de la cooperación y ayuda tanto en el interior como en el exterior. El Art. 153 de la Constitución sostiene explícitamente que " La República promoverá y favorecerá la integración latinoamericana y caribeña, en aras de avanzar hacia la creación de una comunidad de naciones, defendiendo los intereses económicos, sociales, culturales, políticos y ambientales de la región" .

El resultado del predicamento de apoyar las relaciones exteriores se ha traducido en la creación de un área de influencia, con base a la ayuda económica directa y a la cooperación al desarrollo. La significación internacional de este cambio se evidenció en 2004 al crearse la Brigada Internacional Cívico-Militar de Rescate y Asistencia Humanitaria Simón Bolívar (BICMRAH). El espacio de acción fue en principio el caribeño: Grenada, Jamaica, Cuba, Dominica, y Santa Lucía.

La labor de rescate y asistencia humanitaria se subordina a un concepto de integración latinoamericana anticapitalista, autónoma de EE.UU. y de esquemas panamericanos. Para ello se conceptúa como expresión de la política exterior venezolana la acción humanitaria de respuestas frente a los desastres naturales, que son el marco más habitual que requieren los países del Caribe en sus exigencias de seguridad internacional.

Desde un principio esta ayuda es parte del enfoque de construcción de la Patria Grande y de la internacionalización del proceso bolivariano, que se expresó tanto en la planeación de la defensa como en la percepción del sistema internacional.

La BICMRAH es un buen ejemplo de cómo poner los recursos militares y económicos, en pos de levantar escuelas, casas, caminos, y de insertar con ello su influencia externa. El carácter asistencialista es el eje de esta acción militar, lo mismo que sucede en el plano civil o cultural con las " misiones" , al interior y exterior de Venezuela. Así, por ejemplo, se encargó de construir 400 viviendas en Jamaica, Grenada, Cuba y Haití. Luego vino la segunda fase de apoyo humanitario " Hermanos del Caribe" , con la salida de barcos hacia Jamaica, Grenada, Cuba y Haití, que habían sido afectadas por el huracán Iván y la tormenta tropical Jeanne. Las unidades -T-64 " Los Llanos" y T-61 " Capana" - llevaban " maquinarias, plantas eléctricas y materiales de construcción" . También se evaluó sí el programa habitacional se podía extender a República Dominicana que también resultó afectada por los huracanes. El ejecutivo venezolano invirtió 3 millones de dólares y participaron 400 efectivos (RNV, 2004).

La red naval venezolana en el Caribe cuenta con campamentos de apoyo, " de avanzada" según la denominación oficial, tanto en Grenada, Cuba como Jamaica, " conformados por patriotas venezolanos, instalados desde hace algunos días" y un " destacamento precursor" en Haití (RNV, 2004). Chávez ha sostenido que:

    el Caribe es parte de nuestra casa. Esta Venezuela es país puntal del Caribe y cada día seremos más vanguardia integradora en El Caribe como lo fuimos hace 200 años. Esos pueblos hermanos del Caribe han estado sufriendo junto a nosotros, desde hace cuánto tiempo: atropellos, invasiones. (RNV, 2004)

La importancia asignada a estas tareas en la zona de Centroamérica y el Caribe es patente. El ministro de Defensa, General Raúl Baduel, sostuvo en el mejoramiento de obras de infraestructura y redes eléctricas en Nicaragua, que la acción se centraba " sobre todo en los aspectos sociales y humanitarios" . La misma Brigada que también " ha brindado apoyo humanitario a países hermanos en el Caribe como Dominica, Granada, Jamaica, Cuba" (Agencia PL, 2007, párr. 1). En Dominica apoyó el mejoramiento del aeropuerto internacional para el turismo (Agencia PL, 2007).

En marzo de 2007 durante la XIX Cumbre del Grupo de Río, los esfuerzos venezolanos fueron mencionados en la declaración final de Turkeyen, Georgetown. En ese instante se destacó que la declaración subrayara la acción de la Brigada. El canciller Maduro sostuvo que su acción era parte de " construir un nuevo modelo de integración en lo económico, en lo político, en lo social" (RNV, 2007, párr.2), especialmente sobresaliente era en apoyo de las víctimas de desastres naturales.

En este escenario se diseñó la " Operación Solidaridad en el Caribe" , que evidencia un concepto propio de diplomacia militar13 y fortalece la creación de un área de influencia de Venezuela en la zona, y que los esfuerzos por hacer de cada miembro de las FF.AA. un embajador de la lucha contra la pobreza, la exclusión, etcétera. En mayo de 2008 amplió su radio al integrarse Bolivia al contingente, mediante un acuerdo bilateral de cooperación que se comentará adelante14.

Junto con lo que podemos denominar el aporte al desarrollo están los Compromisos estratégicos. Esto refleja la visión realista de la política bolivariana, entendiendo la política mundial en términos de equilibrio de fuerza. Uno de los ejes en que la defensa se transforma en un proyecto de seguridad colectiva, donde Venezuela asume el mutuo apoyo de sus aliados. En un primer escalón de su grupo de Estados satélites, construidos en base a la persuasión ideológica y económica. Aquí los subsidios económicos y el diseño de la Diplomacia de los Pueblos son el elemento cohesionador para Nicaragua, Bolivia, Ecuador y las islas del Caribe. En el caso de Bolivia, emblemático en ciertos aspectos, esta relación se ha concretado en un convenio de asistencia, cuyo alcance primero fue técnico y económico, actualmente es de cooperación militar (2008) y parece apuntar, en boca del propio Chávez, al sostén político interno del gobierno boliviano enfrentado al autonomismo de la zona oriental.

Así, antes de la asistencia boliviana a la cumbre de UNASUR, el 22 de mayo de 2008, durante una reunión sostenida por Evo Morales en Caracas con su par venezolano se firmó un acuerdo de cooperación militar, de entrada inmediata entre Venezuela y Bolivia, con vigencia por un año y renovable, por el cual Venezuela oficializó la asistencia militar que brindaba desde 2006 de manera informal. El documento permitió además integrar unidades bolivianas a las venezolanas, ya que según Morales, Bolivia decidió " tener su propia doctrina militar" , y para ello " necesitan espacios para la preparación intelectual y técnica" (Prensa Presidencial citado en Noticias24, 2008, párr. 4). Desde el primer semestre de 2009 se estableció la cooperación en el ámbito aéreo, con el intercambio de pilotos; la ejecución de misiones administrativas (transporte de personal y misiones de apoyo); y el asesoramiento técnico al Sistema Aéreo Boliviano.

Además, los oficiales bolivianos participarían de los Cursos de Estado Mayor y en la participación y observación de maniobras militares. Prepararían juegos de guerra informáticos, creación y organización de liceos militares, y una escuela de idiomas en Bolivia. Harían cursos de inteligencia y operaciones sicológicas, experiencias y de información sobre mantenimiento de armas y equipos. Así, se expresa que:

    intercambiarán cursos de operaciones especiales, paracaidistas y Estado Mayor. Oficiales de la Fuerza Aérea Boliviana recibirán entrenamiento en la operación de aviones Hércules C-130 por parte de la Aviación Militar venezolana. Intercambiarán información en lo relativo a la estructura organizacional de la Fuerza Armada y sobre la participación de profesionales civiles en la misma. (Prensa Presidencial citado en Noticias24, 2008, párr. 11)

En materia naval, Venezuela se compromete a la formación de una Escuela Naval boliviana, y miembros del Comando de Ingeniería del Ejército Boliviano y personal naval boliviano que:

    participarán en las operaciones de ayuda humanitaria que realice la Brigada Internacional de Ayuda Humanitaria Simón Bolívar. Cadetes de la Escuela Naval Boliviana participarán en instrucción y navegación en el Buque Escuela Simón Bolívar y en buques de la Armada venezolana. (Prensa Presidencial citado en Noticias24, 2008, párr. 13)

La autonomía venezolana respecto de las acciones humanitarias debe verse en el contexto de su presencia global. Así en acciones para el desarrollo, el proyecto bolivariano exige por tanto de la ayuda humanitaria la penetración ideológica. En cambio en el tema de los compromisos estratégicos, estos se ordenen a su concepción de enfrentamiento con el Imperio, la promoción de la guerra asimétrica, y funcional a su intención de exportar su revolución.

La idea que la Defensa venezolana se enfrenta a la amenaza estadounidense es lo fundamental de su justificación política " antiimperialista" . En un contexto multipolar, las FF.AA. se consideran como uno de los anillos del conjunto de la planeación de resistencia político-militar. Ésta es conceptuada por Dieterich calificándola de " diseñada para disuadir o derrotar a un agresor numéricamente y tecnológicamente muy superior" (2004, párr.2). Es por tanto, legataria de las tesis de la " guerra popular prolongada" de Mao Tse-tung, de la vietnamita de Ho Chi Minh y Vo Nguyen Giap y de la " guerra de todo el pueblo" cubana15. Añadiendo, la recepción en boomerang de las tesis estadounidenses de las guerras de cuarta generación y asimétricas16.

Pero también el régimen chavista ha insistido en las raíces autóctonas de la doctrina militar bolivariana: la resistencia popular en Guaicaipuro (cacique indígena) y en las tesis militares de los héroes de la independencia, Miranda, Bolívar, y Páez. El Mapa Estratégico recuerda que

    en varias ocasiones la Europa pretendió volver a reconquistar Venezuela, y Páez decía que había que tener una estrategia por grandes líneas de defensa, primero, las islas; segundo, las costas y tercero, los grandes ríos y por último la selva y la sabana. Una línea defensiva en profundidad, pensamiento militar venezolano de José Antonio Páez. (en Harnecker, 2004, pp. 53-54)

La doctrina fue presentada oficialmente en 2005. Ésta se fundamenta en el Art. 326 de la Constitución (1999) que sostiene que " La seguridad de la Nación se fundamenta en la corresponsabilidad entre el Estado y la sociedad civil" . Fue el resultado final del objetivo impuesto en 2004 por Chávez, tras el triunfo en el referendo revocatorio del 15 de agosto de ese año, para " profundizar y acelerar la conformación de la nueva estrategia militar nacional" como parte de los objetivos estratégicos de la Nueva Etapa de la Revolución Bolivariana. En este caso el 9º que consiste en " Profundizar y acelerar la conformación de la nueva estrategia nacional militar" y se une al 10º que habla de la seguir " impulsando el nuevo sistema multipolar internacional" .

La doctrina sostiene que Venezuela podría ser parte de una acción directa imperialista debido a que sería el " reservorio de energía del mundo industrializado" . Esta doctrina considera que en el nuevo escenario internacional Venezuela podría ser objeto de una agresión internacional para hacer prevalecer algunas tesis imperialistas contra la soberanía nacional (Núñez, 2005). Para dejar en claro este punto de vista, se explica que la adopción de la doctrina de la unión ejército-pueblo " en la guerra de defensa integral, por otras naciones de la Patria Grande será vital para la integración latinoamericana, porque volverá imposible el uso de la fuerza militar de Washington contra ellas" (Chávez citado por Carratú, 2005, p. 14).

Accesoriamente, se planifica el desarrollo de la industria militar local, y la identificación de proveedores que permitan trasferencia tecnológica; ya no solo los antes mencionados de Rusia, China, Irán17, y España, sino además de India, Argentina, Francia, Corea del Norte y Brasil. Esto ha sido explicado por el Comandante de la Aviación, general Roger Cordero en 2004, cuando declaró su interés en estudiar, conjuntamente con altos oficiales de la aviación brasileña la adquisición de nuevos aviones brasileños AMX Tucanos y de radares; mientras que se espera el suministro de los mejores helicópteros de ataque y asalto disponibles en el mercado mundial, los rusos MI-35. (Malamud & Segovia, 2006)

Aunque su interés también va por el suministro del fusil de asalto Kalashnikov AK-103, el lanzacohetes RPG-47 y los lanzagranadas rusos " cuyo enorme valor militar ha quedado demostrado en Irak" (Dieterich, 2004, párr. 7).

Venezuela lidera el gasto militar en proporción a sus presupuestos (IISS, 2014). Ha adquirido de Brasil aviones AMX Tucano y radares; de Rusia, 2 submarinos (para completar 7), aviones Mig 29 y 24 aviones caza Sukkhoi SU-30, 50 helicópteros entre Mi-17, Mi-26, Mi-35, sistemas de baterías antiaérea S-300, 92 tanques T-72, 100.000 fusiles Kalashnikov AK-103 más su licencia, 5.000 rifles de precisión Dragunov, lanzacohetes RPG-47 y lanzagranadas; de España patrulleras y corbetas equipadas con misiles SAM y SSM; y de Corea del Norte, misiles SAM.

En este sentido, un examen detallado de las compras militares deja en evidencia algunos aspectos contradictorios -o aún no resueltos- de la política de defensa venezolana. Teóricamente, desde 2005, se prepara para una eventual guerra de cuarta generación, guerra asimétrica (Garrido, 2005) o guerra de resistencia (Fernández, 2010), un escenario en el que prevalece el conocimiento topográfico sobre el terreno, la capacitación de la población civil para colaborar de encubierta, un adiestramiento de infantería ligera y movilización masiva de las fuerzas en puntos de defensa sensibles. Sin embargo, gran parte de las adquisiciones han sido material pesado destinado a uso convencional tales como tanques, aviones y submarinos. Además, se han adquirido equipos antimotines18, que son para consumo interno y contra " fuerzas" no militares.

Venezuela ha estado apoyando desde 2004 una integración de seguridad, junto con Brasil, Cuba y Ecuador, " apoya crecientemente la integración real de la Comunidad Suramericana de Naciones (CSN)" (Dieterich, 2004, párr.13). Esta alianza tendría como estrategia de defensa la guerra asimétrica. La crisis colombo-ecuatoriana (2008) develó un nuevo aspecto: la profundidad de la coordinación militar y política entre los gobiernos de Ecuador y Nicaragua con Venezuela. Ella constituiría la punta de lanza de una eventual entidad defensiva, que bajo el modelo de seguridad colectiva transformaría a los Estados partes en copartícipes forzosos de una acción de respuesta a la invasión de alguno de ellos. Al estilo del esquema que llevó a la I Guerra Mundial.

CONCLUSIONES

El peso de la reestructuración de las relaciones civiles-militares implica que la amenaza de ella permite reforzar el proceso interno de exclusión de los venezolanos que no participan del modelo, tratándolos de traidores19 y negando la posibilidad siquiera del pluralismo político y social.

La Política de Defensa deja de ser una política pública, escrutada y fiscalizada, y pasa a ser una herramienta de política de poder puro, centrada en discusiones cerradas, confidenciales y atravesadas por la lealtad al régimen, erigida como principio rector interpretativo de las acciones y mociones en torno a ella. Cambio que se ha gestado desde la transformación de las relaciones civiles-militares, convirtiendo toda la política en acción preparatoria de una guerra inminente, omnipresente, pero no real. Lo que queda del día es, en fin, la preeminencia de la Fuerza Armada como sostén del régimen ideológico.

Las relaciones civiles-militares están per se amarradas a la defensa de la Revolución Bolivariana, por tanto sus unidades de Defensa se encuentran exentas de las obligaciones típicamente liberales de no deliberación y neutralidad política, conservando solamente la subordinación. Pero incluso en este punto se ha ido más allá, ya que las FF.AA. constituyen el soporte activo del proyecto bolivariano, y por tanto toda disensión ideológica es un acto de insubordinación jurídica y reglamentaria.

Los problemas del enfoque es su fundamento de modelo político incompatible con el pluralismo político. Debido a que el sector opositor está fuera de este esquema ideológico, toda divergencia es un acto de traición a la Patria y al régimen. De todas maneras y a pesar del protagonismo administrativo de los personeros del sector defensa en el régimen bolivariano, la represión en la crisis del gobierno (2013-2014) ha estado encargado a los paramilitares (los colectivos), que surgen de las bases del chavismo, y no tanto a los militares que, de todas maneras, han redoblado sus adhesiones al régimen.

El problema institucional se traslada pues al hecho que las FF.AA., extiende su proyecto antiimperialista también contra la población desafecta. En ese contexto, los dirigentes civiles y militares en la Revolución Bolivariana son ya incapaces de hacer que el régimen se abra. Necesariamente tal falta de flexibilidad augura una crisis terminal del modelo, que se hace insostenible en cualquier transición del régimen.

De ese modo, se distinguen dos aspectos; en el interno, el apoyo irrestricto al régimen político; en el externo, la primacía del compromiso estratégico sobre la base de los aliados extra regionales como Rusia, China o Irán, y en lo regional en la coordinación con Ecuador, Nicaragua y Bolivia. De manera que Venezuela intenta permear con sus planteamientos la nueva doctrina del Consejo de Defensa Sudamericano en el seno de la UNASUR, amplificando los planteamientos de su abortada iniciativa de una Alianza del Atlántico Sur (OTAS).

Se está en un momento decisivo (2015) para ver si la radical reestructuración del modelo bolivariano sobrevivirá, aunque es claro que la Revolución de Chávez solo podría subsistir si la identidad con los militares sigue primando. En suma, se ha pasado del soldado neutral al soldado militante de la Revolución. Los colectivos, al margen del circuito oficial de las FF.AA., pero no al del diseño de la resistencia asimétrica, encuadran al ciudadano armado del proyecto bolivariano. Al fin y al cabo la presencia constante de las FF.AA. le ha convertido en otro grupo de poder activo, una " familia" política equivalente a otros grupos del entorno bolivariano.


NOTAS

1 Más allá de considerar al régimen chavista como una mera expresión de naturaleza carismática, pensamos que la naturaleza del régimen es burocrática, sostenida sobre un partido-eje (Ellner, 2009; Hawkins, 2010) que articula Partido-Estado-Ejército con un proyecto ideológico, más que depender solamente de la voluntad de caudillo. El régimen chavista es un sistema en sí y la personalidad del caudillo reduce (Maduro) facilita (Chávez) su aplicabilidad. Como sistema ideológico es ecléctico y deriva de la crisis del pensamiento marxista. El " socialismo del siglo XXI" es un posmoderno en el sentido que amalgama varias tradiciones y corrientes, viejas y nuevas, como marxismo, nacionalismo populista, indigenismo, militarismo, y altermundialismo. Sobre la importancia del año 2004 remitimos a Rincón (2012). Volver

2 Otra cosa es la discusión que se ha planteado respecto de su capacidad y coherencia gubernativa, en que sobretodo en el plano económico ha revelado después de la muerte de Chávez la magnitud de la crisis heredada por Maduro (Oppliger, 2010). Volver

3 Por ejemplo, la invocación a Bolívar limita su inteligibilidad internacional y en ese sentido el discurso altermundialista o globofóbico sirve para liderar la izquierda antisistema, y articula el consenso antiimperialista con otros países. Volver

4 Un ejemplo es el caso del Gral. Henry Rangel, que en acto público declaró que la institución militar estaba " casada" con el proyecto político del presidente, que no aceptarían un gobierno distinto, violando claramente lo establecido en la CRBV 1999, Art. 328. Posteriormente fue ascendido a General en Jefe en 2010 (Resolución 016190) y nombrado Ministro de Defensa en 2012. Volver

5 La Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (LOFANB) promulgada en 2008, sustituía a la de 2005, fue reformada en octubre de 2009, febrero de 2010 y marzo de 2011. Volver

6 El General Eladio Aponte fue nombrado Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista (Mairena y González, 2004). Volver

7 " Vean ustedes la importancia de ustedes, soldados y sus armas que tienen en las manos y la conciencia que deben tener de que estamos aquí es para defender al pueblo, para defender la patria, para defender la dignidad del país y no para defender burguesías apátridas" (R. Rodríguez, 2011, párr. 6). Volver

8 En 2006 se contrató la licencia para una fábrica de fusiles y su munición en la empresa estatal CAVIM, en Maracay. El Universal (2011). Volver

9 Este pensador posmarxista sostiene que el Socialismo del Siglo XXI es la ampliación de la democracia participativa, en la cual confluyen lo cotidiano, lo racional-crítico (marxismo) y lo estético en el cambio social. Volver

10 Esta integración cívico-militar en la práctica parece referirse a la subordinación del orden civil al sector militar, pasando los militares a ejercer una mayor presencia en la administración pública. Volver

11 La Misión Militar estadounidense en Venezuela fue establecida en 1942, y desde 1951 tenía su oficina en Fuerte Tiuna, en la que también se encuentra el Ministerio de Defensa. Volver

12 El estrechamiento de relaciones con Rusia se ha apoyado en todo el protocolo posible: visitas presidenciales a Moscú en varias oportunidades, otorgamiento de la Orden del Libertador al presidente ruso Dmitri Medvédev (Decreto 6.533), con cena en su honor en la Academia Militar de Venezuela, televisado en cadena nacional, además, de la visita de Vladimir Putin a Caracas en abril de 2010, a quien se le obsequio aparte de la Orden del Libertador, una réplica de la Espada de Bolívar. Volver

13 En efecto, estas diferencias se notan con el concepto español y también chino de diplomacia militar. Ver Garay (2014). Volver

14 Su acápite respectivo el texto dice:

    Así mismo, profesionales del Comando de Ingeniería del Ejército Boliviano y personal de la Fuerza Naval Boliviana participarán en las operaciones de ayuda humanitaria que realice la Brigada Internacional de Ayuda Humanitaria Simón Bolívar. Cadetes de la Escuela Naval Boliviana participarán en instrucción y navegación en el Buque Escuela Simón Bolívar y en buques de la Armada venezolana. (Prensa Presidencial citado en Noticias24, 2008, párr.8)
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15 Actualmente se condensa en la Ley 075 de la Asamblea del Poder Popular intitulada Ley de Defensa Nacional de diciembre de 1994. Volver

16 Así el website del Ministerio del Poder Popular para la Defensa reproduce en los documentos " La Era de los Conflictos Asimétricos" de Alberto Bolívar (peruano), publicado en Military Review, y " La Asimetría. Exposición Elaborada Por El G/B. (Ej.) José Luis Prieto Ministro De La Defensa (2002-2004)" (s. f.). Éste último está basado esencialmente en el punto de vista estadounidense sobre el tema. Volver

17 En especial con Irán los acuerdos estipulaban energía nuclear, que fueron cancelados en 2010, y el desarrollo de drones militares (Ellsworth, 2012). Volver

18 " Venezuela no solo fue el mayor comprador de armas españolas, sino también el segundo de material antidisturbios. El régimen de Chávez compró cartuchos propulsores, aerosoles y despieces para artificios pirotécnicos" (González, 2012, párr.5). Volver

19 " Escuálidos" para Chávez, " nazi-fascistas" para Maduro. Una mención especial requiere el lema " Patria, Socialismo o Muerte" que agregó Chávez en su juramento presidencial del 10 de enero de 2007, en vez del tradicional " Patria o Muerte" , y que fue obligatorio en adelante para las FF.AA. En 2011 el propio Chávez sugirió un cambio del lema, afectado en parte por una condición distinta, su lecho de enfermo. Volver


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