EDITORIAL

Desde que Colciencias publicó los resultados de la más reciente evaluación de investigadores colombianos, de acuerdo a los nuevos criterios de evaluación definidos por Colciencias y después de haber hecho un análisis a los resultados y escuchar los comentarios de la comunidad científica colombiana, me surge la siguiente duda (que va en la misma línea de la editorial del número 13 de Revista Ingeniería Biomédica): ¿Qué va a pasar con las revistas científicas colombianas?

En esta nueva clasificación los artículos publicados en revistas científicas internacionales fueron clasificados como artículos categoría A; pero los artículos publicados en revistas colombianas de alto nivel y que gozan de prestigio entre la sociedad científica colombiana (categorizadas actualmente en Publindex como A1), fueron clasificados como categoría B y ya ni hablar de la clasificación dada a los artículos publicados en revistas B y C según Publindex.

El año anterior, Publindex publicó un borrador de lo que sería el nuevo sistema de clasificación de revistas y por lo visto dichos criterios fueron utilizados para la clasificación de los investigadores nacionales. No digo que sea malo medirnos por criterios internacionales de calidad, pero sí hace falta que haya claridad de parte de Publindex y de Colciencias acerca de cuál es el papel actual de las revistas científicas colombianas. Es necesario para las revistas e instituciones que soportan las revistas conocer los costos y beneficios que genera el posicionar las revistas a nivel internacional, esto es, el costo por ingresar y mantenerse en las bases de datos como ISI o SCOPUS; y, sobre todo, cuánto cuesta posicionar la revista medida a través del factor de impacto.

Durante la última década se ha fomentado en Colombia la aparición de revistas científicas, lo cual ha conllevado a que actualmente el país tenga un gran número de ellas (clasificadas en mayor medida en las categorías B y C de Publindex). Ahora que las condiciones y los criterios de clasificación cambian, se desconoce por completo lo que pueda llegar a pasar con las publicaciones que no desean indexarse en las bases de datos internacionales sugeridas por Publindex y lo atractivas que puedan llegar a ser para que los investigadores seleccionen las revistas nacionales (no indexadas en bases internacionales) como medio de difusión de sus resultados de investigación.

Considero que Publindex debe definir una hoja de ruta y tomar un papel más determinante para hacer un acompañamiento más efectivo a las revistas que quieran continuar mejorando su calidad y que tengan la aspiración de llegar algún día a estar indexadas en una de las bases bibliográficas internacionales. Hasta el momento, las revistas colombianas que hoy hacen parte de las bases internacionales han tenido que hacerlo por iniciativa propia.

Es necesario, además, que Colciencias reconozca el trabajo de los pares evaluadores de artículos científicos; en la actualidad no existe ningún tipo de reconocimiento a la labor de evaluación de artículos, con lo cual esta actividad realizada por los investigadores es completamente altruista. Las revistas nacionales tienen problemas a la hora de elegir un adecuado evaluador para un artículo determinado; entre otras cosas esta dificultad se debe a la falta de interés por parte de los investigadores a realizar esta muy necesaria actividad. Considero, que de existir algún tipo de reconocimiento por parte de Colciencias para este trabajo se puede motivar a los investigadores y dinamizar el proceso editorial de las revistas científicas nacionales. Para finalizar, en este número de la revista se han incluido algunos artículos derivados del I Simposio de Ciencias Ingenieriles Biomédicas, como una forma de hacer un reconocimiento a los mejores trabajos presentados en dicho evento científico. Agradecimiento a los organizadores, junta directiva y miembros de los diferentes comités del simposio.

YEISON JAVIER MONTAGUT FERIZZOLA, PhD
Editor
Revista Ingeniería Biomédica