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CS

Print version ISSN 2011-0324

CS  no.37 Cali May/Aug. 2022  Epub Sep 14, 2022

 

Editorial

Presentación

* Editor invitado, Universidad Icesi (Cali, Colombia) vrouvinski@icesi.edu.co


El comienzo de la tercera década del siglo XXI estuvo marcado por varias crisis, incluida la pandemia de COVID-19, la profundización de los problemas climáticos y, finalmente, la invasión rusa de Ucrania. Aunque estas crisis fueron de diferente naturaleza, mostraron algunas características comunes.

Por un lado, son las dificultades que atraviesan las relaciones internacionales contemporáneas para encontrar soluciones rápidas y eficaces a situaciones críticas, como las que han tenido que afrontar en los últimos años. En particular, la emergencia sanitaria mundial provocada por el COVID-19 ha demostrado que no se han cumplido las expectativas de que la sociedad internacional actúe como una comunidad global donde todos -o, por lo menos, una parte- de sus miembros se solidaricen entre sí, en lugar de buscar soluciones por separado. Mientras tanto, las acciones militares en Ucrania desde 2014, y, especialmente, en 2022, han demostrado que las recetas de la década de 1990 y del comienzo del nuevo siglo sobre cómo evitar un conflicto bélico internacional, ya no son adecuadas en la actualidad: la arquitectura del viejo orden internacional se cubre cada vez más de nuevas grietas.

Por otro lado, el desarrollo de diversas situaciones, incluidas las relacionadas con el COVID-19, el cambio climático y la guerra en Ucrania, ha puesto de manifiesto que los países de Eurasia y la región de Asia-Pacífico, que hasta hace poco eran menos visibles en los escenarios globales de post Guerra Fría, hoy en día juegan un papel mucho más decisivo en cuanto a las tendencias claves del mundo, al lado de los trends regionales. En este contexto, los acontecimientos que ocurren en diferentes partes del mundo tienen impacto en América Latina y el Caribe, precisamente por la creciente influencia en nuestra región de los países de Asia-Pacífico y Eurasia. Uno de los ejemplos es la respuesta a la pandemia del COVID-19, cuando junto a Estados Unidos y Europa, China y Rusia se han convertido en actores importantes en el incipiente mercado de vacunas contra el nuevo virus. Para muchos gobiernos latinoamericanos, la introducción de las vacunas chinas y rusas ha demostrado ser un factor decisivo en la toma de decisiones acerca de cómo enfrentar la emergencia sanitaria.

Al mismo tiempo, los vínculos entre América Latina, Asia-Pacífico y Eurasia traspasan las situaciones coyunturales descritas arriba. Como sugerimos en la convocatoria de este número de la Revista CS, son procesos que forman parte de los cambios asociados con el desplazamiento del dinamismo económico global desde el Atlántico -el referente tradicional de los países latinoamericanos- hacia el Asia-Pacífico. Con el fin de la Guerra Fría, el ascenso y la creciente proyección regional de la República Popular China se han asociado a cambios significativos en el sistema internacional, como la reestructuración de las relaciones de poder entre los actores atlánticos tradicionales y el resurgimiento de actores como Rusia.

Adicionalmente, uno de los desafíos que vive América Latina en la actualidad tiene que ver con la emergencia de nuevas narrativas que buscan legitimar la configuración de nuevos mega-espacios, supra o mega-regiones, cuestionando el predominio del ámbito atlántico/occidental. Se propone un orden post-occidental, resultado de la actual transición. Desde esta perspectiva, es importante subrayar que las rivalidades estratégicas que surgen en este marco, a diferencia de lo que sucedió durante la Guerra Fría, no responden estrictamente a consideraciones ideológicas o geopolíticas, sino más bien al impulso que los cambios geoeconómicos generan en las consideraciones geoestratégicas de algunos de los actores clave, incidiendo sobre la estabilidad del sistema y redibujando los mapas intelectuales de analistas y decisores políticos en el ámbito internacional (Serbin, 2016).

Antes de continuar, debemos reconocer que en los últimos años la comunidad académica ha consolidado sus esfuerzos para comprender mejor las nuevas dinámicas. En este sentido, cabe notar que la Revista CS ha sido parte de estos esfuerzos cuando publicó su primer número enfocado en el tema de Asia y América Latina en 2014 (Baron; Rouvinski; Milanese, 2014). No obstante, según un reciente informe (Serbin, 2022), todavía existe una importante brecha en conocimiento, sobre todo si tomamos en cuenta la profundidad de los cambios y la relativa escasez de investigaciones que utilicen marcos de análisis más acordes con las perspectivas de los países que no hacen parte del core del sistema internacional post-Guerra Fría. Consideramos que los artículos incluidos en este número de la Revista CS responden suficientemente a estas consideraciones.

El artículo de Pío García, "Asia siglo XXI: oportunidad para diversificar la política exterior colombiana", parte del reconocimiento del divorcio entre las oportunidades que representan las nuevas dinámicas de Asia como una mega-región -en el sentido que he dado al concepto en este texto- y las directrices de la política exterior colombiana, subordinada, por lo menos hasta el momento, al diseño estratégico de Estados Unidos, un patrón histórico que no necesariamente toma en consideración las nuevas realidades del mundo cambiante. Aunque esta particularidad de la política exterior colombiana ha sido advertida por otros autores previamente, García da un paso más allá y ofrece a sus lectores un análisis riguroso de las condiciones que pueden permitir a Colombia realizar una transición hacia el fortalecimiento de los vínculos con Asia y un mayor aprovechamiento de las oportunidades del presente, pero, sobre todo, de los escenarios que se avecinan. Entre los factores que pueden jugar el rol de los motores de cambio, García señala la capacidad de negociación de Colombia como parte del concierto de las naciones latinoamericanas y el fortalecimiento del papel de los actores que anteriormente gozaron de menor visibilidad e incidencia en el campo de los asuntos internacionales. La contribución de García es especialmente relevante y oportuna ahora, cuando Colombia vive un cambio sin precedente en su política interna debido a la llegada al poder, por primera vez en su historia, de un gobierno de izquierda que puede tener un impacto significativo sobre la forma de actuar en la arena internacional.

El siguiente artículo en este número, "¿Hay un infiel en la relación triangular de China, Estados Unidos y Venezuela?", de Ana Soliz-de Stange, también aborda el tema de los cambios y continuidades en las relaciones de los países latinoamericanos con Estados Unidos en el contexto de la presencia de los actores de Asia en la región. El caso analizado por Soliz-de Stange confirma que los cambios geoeconómicos, a saber, el aumento de los vínculos económicos entre Venezuela y China, nutren nuevas configuraciones geopolíticas y estas, necesariamente, son formuladas a través de narrativas que responden a los intereses geoestratégicos de las principales potencias del sistema internacional. Es por esta razón que el intento de cambiar las reglas de juego en el hemisferio occidental atribuido a Venezuela en las dos últimas décadas, se considera como una "deslealtad" por Washington (y algunos otros gobiernos de la región). Sin embargo, desde la perspectiva de Soliz-de Stange, se trata de otro fenómeno que tiene que ver con una nueva realidad que vive América Latina en el siglo XXI: la presencia establecida de China que cuenta con las capacidades de promover sus intereses en esta parte del mundo y la emergencia de una relación triangular entre China, Estados Unidos y Venezuela. A partir de un análisis de los vínculos económicos y político-diplomáticos, el artículo revela las ventajas de utilizar el método comparado para el estudio de las relaciones triangulares entre países latinoamericanos, Estados Unidos, los países de Asia y Eurasia, y así poder identificar con mayor precisión los desafíos y oportunidades que enfrenta América Latina de cara a los impactos de la transición del sistema internacional sobre la región.

En el tercer artículo de la sección temática, "China-CEE Relations in a New Era: The Drivers behind the Development ofthe Platform for Regional Cooperation 16+1", David Castrillón-Kerrigan explora la creciente incidencia de China en los países de Europa Central. A pesar de la distancia geográfica que separa a América Latina de Europa Central, el análisis de las motivaciones y las prácticas del acercamiento de la RPC a los 16 países centroeuropeos revela ciertas características de las interacciones entre el gigante asiático y esta parte de Europa que permiten entender mejor las relaciones entre China y Latinoamérica. Tal y como muestra Castrillón-Kerrigan, en la estrategia china se pueden diferenciar tres conjuntos de motivaciones: pragmáticas, políticas e históricas. Desde esta perspectiva, la clave del éxito de Europa Central en el manejo de sus relaciones con China es una lectura acertada de la naturaleza del interés de la potencia asiática hacia sus países, así como la elaboración de una política coordinada entre varios países europeos que puede ser considerada como una importante lección para América Latina, donde la capacidad de lograr una respuesta colectiva sigue siendo muy limitada.

Por último, el artículo "Paraguay y Rusia: dinamismo y límites del diálogo en el siglo XXI", de Kseniya A. Konoválova y Victor L. Jeifets, permite abordar otra dimensión de los cambios que están experimentando los países que buscan redefinir sus políticas en el contexto de la transición del sistema internacional. La contribución de Konoválova y Jeifets analiza el tipo de relaciones que muchos investigadores no consideran como prioritarias en su agenda de investigación. No obstante, los autores han logrado evidenciar que el estudio del fortalecimiento de vínculos entre Rusia y Paraguay ofrece pistas importantes para determinar las posibilidades que encuentran los países latinoamericanos en la arena internacional ante el nuevo contexto regional y global. En este sentido, aunque "la convergencia" entre la estrategia de la política exterior paraguaya y las políticas de Moscú hacia América Latina es solo uno de los episodios ilustrativos del aumento de la presencia rusa en esta parte del mundo, la identificación de los factores que facilitaron el acercamiento entre Rusia y Paraguay confirma la existencia de nuevas dinámicas internacionales en el ámbito latinoamericano.

En conclusión, no es una simple coincidencia que los protagonistas centrales de los artículos temáticos de esta edición de la Revista CS sean China y Rusia. Son países que, de manera distinta, han manifestado activamente su interés en acercarse a América Latina y establecer su presencia en la región. Al mismo tiempo, me gustaría subrayar que no son los únicos. En los últimos años, otros países como India, Turquía, Irán o Vietnam, para mencionar solo algunos, han tomado un camino similar al de Moscú y Beijing. En este marco, no cabe duda de que somos testigos de una recomposición de las relaciones de poder a escala global que tiene impacto sobre América Latina. Se trata de un nuevo escenario marcado no solo por una creciente rivalidad y competencia entre los actores relevantes, sino también por una contestación de los organismos y valores que sustentaron ese orden, de los mecanismos de gobernanza global instituidos, del multilateralismo y de la misma globalización con las características que desarrolló desde la década de 1970. En consecuencia, el sistema internacional ha entrado en un proceso de transición lleno de incertidumbres y de un alto grado de anarquía que ha dificultado tanto para los tomadores de decisiones latinoamericanos, como para la opinión pública de la región, el logro de un entendimiento acertado de las tendencias del presente y del futuro respecto a las relaciones internacionales de sus países. En relación con esto, espero que los artículos publicados en este número ayuden a nuestros lectores a ampliar el panorama de cambios y sirvan para una mejor reflexión acerca de los desafíos y las oportunidades de América Latina en sus relaciones con Asia-Pacífico y Eurasia.

Referencias

Barón-Porras, Luis Fernando; Rouvinski, Vladimir; Milanese, Juan Pablo (2014). Presentación. Revista CS, 14, 13-16. https://doi.org/10.18046/recs.i14.1908Links ]

Serbin, Andrés (2016). América Latina y el Caribe frente a los desafíos de un nuevo entorno global: el impacto de la nueva polaridad China-Estados Unidos y los mega-acuerdos. En Incidencias regionales y globales de la Alianza del Pacífico (pp. 25-70), editado por Eduardo Pastrana-Buelvas; Stephan Jost. México: Gedisa. [ Links ]

Serbin, Andrés (2022). Latin America-China Relations: A Review of Recent Literature (2010-2020). CLALS Working Paper Series, No. 32. Recuperado de https://ssrn.com/abstract=4003586Links ]

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