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Revista de Economía del Caribe

versão impressa ISSN 2011-2106

rev. econ. Caribe  no.10 Barranquilla jul./dez. 2012

 

ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN

Interpelación entre la deserción escolar y las condiciones socioeconómicas de las familias: el caso de la ciudad de Cúcuta (Colombia)*

Interrelation between the school dropoots and socioeconomic conditions families: the case of cucuta (colombia)

Dennys Jazmín Manzano López**
Jorge Raúl Ramírez Zambrano ***

**Universidad de Pamplona (Colombia). dennys.manzano@unipamplona.edu.co

***Economista y licenciado en Ciencias Económicas y Sociales, Universidad de Pamplona (Colombia). Especialista en Gestión Pública por la Escuela de Administración Pública-ESAP (Colombia). Profesor-Investigador temporal, Departamento de Economía, Universidad de Pamplona (Colombia), integrante del grupo GICEE de la misma Universidad. Desde el 2010 su labor investigativa se ha centrado en desarrollar el proyecto: "Caracterización socioeconómica de Norte de Santander 2000-2009", a partir del cual se elaboran diversos trabajos, entre los cuales está el presente artículo. jorge.ramzam@unipamplona.edu.co.

Correspondencia: Universidad de Pamplona sede "el buque" KM 1 vía a Bucaramanga, Facultad Ciencias Económicas y Empresariales, Programa de Economía. Pamplona, Norte de Santander (Colombia).

Fecha de recepción: diciembre de 2011
Fecha de aceptación: mayo de 2012


RESUMEN

El presente artículo establece las conexiones entre la educación y el desarrollo adoptando el enfoque de las capacidades planteado por Amartya Sen. La educación es un medio que posibilita la movilidad social y permite superar las situaciones de pobreza y desigualdad, además auspicia la formación ciudadana y fomenta el debate público, permitiéndole a la ciudadanía influir en el manejo de la sociedad y mejorar la calidad de vida. La investigación plantea la idea de que la condición socioeconómica de las familias es quizás el principal factor que determina la deserción escolar en el ciclo secundario en la ciudad de Cúcuta. Para establecer el grado de influencia, se analiza la situación de la deserción dentro del sistema educativo nacional, departamental y municipal, haciendo uso de las estadísticas manejadas por el Ministerio de Educación Nacional (MEN); seguidamente, se identifican las características de los desertores y sus familias; de igual manera se plantea un modelo econométrico que permite observar las interrelaciones e incidencia de las variables sobre el objeto de estudio. Finalmente se establecen algunas conclusiones y recomendaciones.

Palabras clave : Economía de la educación, Desarrollo, Capacidades, Deserción escolar, Políticas Públicas.

Clasificación Jel: A2, I21, I25, I28.


ABSTRACT

This article, establishes the existing connection between the education and development adopting the capabilities approach propound by Amartya Sen. The education is the way that makes possible social mobility and allows to overcomes poverty and inequity circumstances. It also supports the citizen formation and promotes public debate, enable the citizenship to influence into the society management and improve quality life. The investigation presents the idea that family socioeconomic conditions is perhaps the main factor that determines school desertion in high school cycle. School desertion has been analyzed in order to establish its level of influence inside the national, regional and local education system by using the information sources of the National Ministry Education statistic (MEN, as initials in Spanish); it also has been identified the deserters characteristics and their families. Likewise it propounds an econometrics model that allows observation of interrelationships between the decision of deserting transiently or forever from the educational system. Finally, conclusions and recommendations are given.

keywords : economics of education, development, capabilities, school desertion, liberties, public policy.


1. INTRODUCCIÓN

La educación es la herramienta de la cual disponen los pueblos para asegurar el progreso y bienestar social, afianzar su participación política en un régimen democrático, mejorar la productividad general del país a través de la calificación del trabajo, la producción de ciencia y tecnología, y la actividad cultural; además, es por medio de la educación que se logra avanzar hacia sociedades más igualitarias (Cajiao, 2005). Por lo tanto, la educación es un factor indispensable para el desarrollo de un país, entendido este bajo el enfoque planteado por Sen (2000), como un proceso de expansión de las libertades que gozan las personas.

Según Sen, "el núcleo del enfoque de las capacidades no es sólo lo que la persona realmente termina por hacer, sino también lo que ella es de hecho capaz de hacer" (2009, p.265), de allí el papel fundamental de la educación como medio para expandir las capacidades de las personas y su habilidad efectiva de optar por vivir diferentes tipos de vidas. Cuando se priva el acceso, permanencia o culminación exitosa del ciclo escolar, se está impidiendo la libre expansión de las libertades del individuo. Por ello, se busca que la educación sea eficiente, de manera que logre disminuir los niveles de pobreza y desigualdad, entendidas en el marco de las capacidades. Se concibe la pobreza no únicamente como la falta de ingresos e insatisfacción de las necesidades, sino como la carencia de las capacidades humanas. De allí, que un mayor nivel educativo no sólo eleve la productividad, los ingresos y la posibilidad de cobijar un mayor número de necesidades; sino que además repercute en lo que una persona valora y consigue realizar. Asimismo, la educación ejerce gran influencia en la consolidación de una sociedad más igualitaria, considerando la igualdad como un valor básico de las personas en donde su negación origina un modo de relación entre los seres humanos que se caracteriza por ubicar al otro en condiciones de dominación, privación y exclusión, lo que conduce al deterioro de la convivencia; por tanto, se hace énfasis en la igualdad de capacidades o habilidades para realizar ciertos funcionamientos que se consideran valiosos.

El sistema educativo de la ciudad de Cúcuta se caracteriza por tener una amplia cobertura, pero también por tener altas tasas de deserción, lo cual trunca las oportunidades y posibilidades que tienen las personas de elegir y disfrutar el tipo de vida que valoran; por lo tanto, surge la necesidad de identificar los determinantes de la permanencia escolar, de manera que sirvan de apoyo a la hora de elaborar políticas públicas que busquen garantizar la culminación exitosa de los ciclos escolares.

La investigación plantea la idea de que la condición socioeconómica de las familias de la ciudad de la frontera es quizás el principal factor que determina la deserción escolar en el sistema educativo secundario. Para establecer el grado de influencia se analiza la situación de la deserción dentro del sistema educativo nacional, departamental y municipal, haciendo uso de las estadísticas manejadas por el Ministerio de Educación Nacional (MEN); seguidamente, se identifican las características de los desertores y sus familias; y para finalizar, se plantea un modelo econométrico que permite observar las interrelaciones entre la decisión de desertar permanentemente o transitoriamente del sistema educativo público1 y las condiciones socioeconómicas del hogar. Para esto se tienen en cuenta los resultados de una encuesta aplicada a los padres de familia y a los estudiantes que adelantaban estudios secundarios en los colegios oficiales de Cúcuta.

Según la Secretaría de Educación Municipal para el año 2010, la población escolar de la ciudad equivalía a 167.054 estudiantes. El 8,8% se encontraba en el nivel preescolar, el 41,77% en el ciclo primario, y cerca del 49,42% cursaba el nivel secundario. Durante este año, tiempo de estudio del artículo, el número de desertores fue igual a 8048, de los cuales 528 pertenecían al nivel preescolar, cerca de 3355 niños al ciclo primario y aproximadamente 4165 jóvenes al nivel secundario.

De esta última población y haciendo uso de muestreo estratificado2se selecciona una muestra representativa que permite hacer inferencia y realizar algunas conclusiones alrededor del objeto de estudio.

Los resultados evidencian que el ingreso de las familias y la educación de quien ejerce la jefatura del hogar son variables altamente condicionantes de la deserción escolar, lo cual conlleva a una baja movilidad social y alta desigualdad de capacidades, dado que las oportunidades de los individuos para disfrutar la vida que consideran valiosa se concentran y transmiten inter-generacionalmente a aquellos jóvenes que poseen condiciones socioeconómicas favorables en sus hogares.

El artículo se encuentra estructurado en seis apartados. Como primera medida se realizó la presente introducción. En el segundo apartado, se analizan las implicaciones de la educación en el desarrollo. En el tercero se identifica el comportamiento de la deserción escolar en la ciudad de Cúcuta durante el periodo 2004-2010. En el cuarto se realiza una caracterización de los desertores y sus familias a partir del diseño de la encuesta social que sirve de instrumento de recolección de información de origen primario. La encuesta se aplicó en la ciudad de Cúcuta durante los años 2010 y 2011. En el quinto se determina la influencia de las condiciones socioeconómicas del hogar en la deserción escolar. Finalmente se establecen conclusiones y recomendaciones que contribuyen a la construcción de estrategias que conlleven a una educación eficiente que inserte la sociedad en un círculo virtuoso de desarrollo3, dado que una mayor educación amplía las capacidades y libertades de las personas.

2. DESERCIÓN ESCOLAR, UN OBSTÁCULO PARA EL DESARROLLO

La educación de la población es un factor fuertemente asociado al mejoramiento de la calidad de vida, así como a la construcción de sociedades más democráticas y participativas en donde los individuos tienen la capacidad4 de decidir su propio destino. De allí su estrecha relación con el desarrollo, el cual abarca una amplia gama de dimensiones, que no son de exclusividad económica, sino también cultural, social y política.

En éste contexto, Amartya Sen propone un nuevo enfoque del desarrollo, entendido "como un proceso de expansión de las libertades fundamentales5 que disfrutan los individuos" (Sen, 2000, p. 19). Libertades, entendidas como las capacidades que poseen los individuos de conseguir el estilo de vida que consideran valioso, es decir, la posibilidad de actuar con amplias alternativas entre las cuales optar. Estas libertades se encuentran interrelacionadas y se refuerzan mutuamente; por tanto, la privación o negación de una libertad tiene efectos sobre las demás, obstaculizando en mayor grado el desarrollo.

La educación, analizada en el marco de la concepción del desarrollo como libertad, hace parte de esta noción al ser considerada como oportunidad social, debido a que las mejores condiciones educativas aumentan el "bienestar individual" y el ejercicio real de la agencia6, brindando mayor posibilidad a los individuos de disfrutar la vida que valoran. Teniendo en cuenta que las libertades se encuentran inter-conectadas, la privación o negación de la educación provoca efectos que trascienden y afectan a otras libertades.

La educación ejerce gran influencia en la producción económica, vía "capital humano", aumentando la productividad del trabajo, la cual se ve compensada con salarios más altos que permiten aumentar el consumo logrando una incidencia positiva en el crecimiento económico: es decir, la educación contribuye a expandir la libertad de servicios económicos.

El nivel educativo afecta el ejercicio de las libertades políticas, incidiendo en el poder de participación que tienen los individuos para hacer valer los derechos políticos y permitiéndole influir en el manejo de la sociedad, expandir las capacidades humanas y mejorar la calidad de vida. De allí la importancia que le otorga Sen a la democracia, dado que la libertad política es una capacidad que se desarrolla en este sistema. Es así como "la práctica de la democracia dota a la ciudadanía de aprender los unos de los otros, además de ayudar a la sociedad a formar sus valores y establecer prioridades" (Sen, 2009, p.74).

Es importante destacar la relación constitutiva entre la democracia y las libertades políticas y el papel trascendental que juega la educación en la formación para la ciudadanía, lo cual tiene su manifestación más clara en la categoría que toca de manera transversal todas las libertades instrumentales: el concepto de agencia encarnado en la razón pública que permite a los individuos evaluar en el ámbito político no sólo los aspectos instrumentales de elegir quién gobierna, sino los principios que deben regir a las instituciones imperantes, así como la relación vinculante entre los gobernantes y gobernados, y por ende permite evaluar las instituciones y la acción del Estado7 que se manifiesta en la puesta en marcha de las políticas públicas que deben fomentar el crecimiento y el desarrollo como libertad.

Teniendo en cuenta que los actores implicados son los protagonistas del proceso de detección de los problemas, de las "necesidades" sociales, así como también de la definición de las prioridades, la elabo ración de propuestas y soluciones deben circunscribirse en el marco del ejercicio de la agencia razonada, de aquí que el ejercicio ciudadano juegue un papel fundamental en la construcción de políticas públicas que fomenten el desarrollo. Es esta la razón de que la concepción Seniana advierta que los individuos no sean meros "pacientes" sino "agentes" de los procesos de desarrollo, es decir, que el individuo no debe ser considerado como un ente receptor de ayuda sino como un motor de desarrollo.

Es de esta manera que Amartya Sen funge como defensor de las libertades políticas, debido a que éstas desempeñan un papel instrumental al fomentar el debate público en el que se expresa lo que se valora y exige que se le preste atención y se le dé solución. Asimismo, las libertades políticas cumplen un papel constructivo en la comprensión individual del concepto de las necesidades. Para que la libertad política pueda cumplir con su papel instrumental y constructivo, es necesario que los ciudadanos cuenten con información clara, precisa y transparente que permita apropiarse de las situaciones e intervenir activamente en ellas, para que estén en condiciones de lograr cambios para sí mismos y para la sociedad. De allí la importancia de la libertad como garantía de transparencia; su realización presupone la existencia de un grado mínimo de confianza entre los miembros de una sociedad, lo que facilita el fomento de la solidaridad y la cooperación a escala societal y permite el buen funcionamiento de las instituciones y la acción del Estado.

El accionar del Estado y la implementación de políticas públicas eficientes en el ámbito educativo se materializan con la puesta en marcha de políticas educativas que estimulen la educación a través de tres líneas: el acceso, la permanencia y la calidad del sistema educativo; por lo cual, es preciso especificar sus determinantes de manera que se esclarezcan los focos de acción del Estado y se facilite la construcción políticas que contribuyan al proceso de expansión de las libertades.

Dado el papel fundamental que desempeñan las libertades en el proceso de desarrollo, resulta muy importante examinar sus determinantes. Hay que prestar una considerable atención a los factores sociales, incluidas las intervenciones del Estado que contribuyen a determinar la naturaleza y el alcance de las libertades individuales. Las instituciones sociales pueden contribuir de manera decisiva a garantizar y aumentar las libertades del individuo. En las libertades individuales influyen, por una parte, las salvaguardias sociales de las libertades, la tolerancia, y la posibilidad de realizar intercambios y transacciones. También influyen, por otra parte, la provisión de servicios públicos (como la asistencia sanitaria básica o la educación elemental), que son cruciales para la formación y utilización de las capacidades humanas. Es necesario prestar atención a los dos tipos de las libertades individuales (Sen, 2000, p. 61).

Según Cajiao (2005), la educación está sujeta a: condiciones personales, como la edad, nutrición y salud del estudiante; condiciones escolares, como la infraestructura y los insumos escolares; y condiciones sociales y familiares, como la situación de pobreza, la educación de los padres y el tamaño del hogar.

Sen (2009) concibe la pobreza como una privación de las capacidades humanas, aunque el autor resalta la importancia del ingreso como medio para superación de la pobreza, da mayor importancia a la posibilidad de convertir los recursos en buena vida y en el tipo de libertad valorada en la vida humana. La posibilidad de poner en funcionamiento las capacidades está condicionada por varios tipos de contingencia, existen al menos cuatro tipos según el autor: las heterogeneidades personales, las diversidades en el ambiente físico, variaciones en el clima social y las diferencias en perspectivas relacionales8.

Como lo resaltan Sen y Cajiao, los factores personales, sociales e institucionales influyen significativamente en la conversión de recursos en capacidades tales como la educación. El interés de este trabajo es demostrar que las condiciones socioeconómicas de las familias y las fallas institucionales en la concepción y diseño de la política pública municipal influyen en la naturaleza y alcance de las libertades individuales, dado los altos niveles de deserción que se presentan en la ciudad de Cúcuta.

La deserción escolar puede entenderse como el abandono del sistema escolar por parte de los estudiantes provocado por la combinación de factores que se generan, tanto al interior del sistema escolar (escasez de recursos ofrecidos, la pertinencia y la calidad de la educación impartida, que por lo general conducen a la repitencia y a la desmotivación por la educación), como fuera de él. Es así como la deserción escolar es también producto de una diversidad de elementos que se originan desde diversos contextos de tipo social, familiar e individual que rodean a los educandos (como las condiciones de pobreza y marginalidad, inserción laboral temprana, violencia y anomalías familiares, entre otros) (Pardo & Sorzano, 2004, p.38.).

Estudios realizados en el ámbito chileno plantean que el éxito del sistema escolar se aprecia de tres maneras interdependientes: altos niveles de aprendizaje, baja repetición y escasa deserción; por lo cual, las deficiencias en cualquiera de estos tres elementos pueden generar efectos en cadena. Los diversos análisis identifican como principales características influyentes en el éxito escolar las condiciones familiares, las habilidades y características del estudiante, la escuela y la metodología utilizada en el salón de clase. Además, establecen que el bajo rendimiento y los problemas económicos son los principales motivos de deserción, "una educación que genera aprendizajes insuficientes en los niños, y costos adicionales a la familia, hace que muchos padres consideren que es más beneficioso sacarlos de la escuela e insertarlos en el mundo laboral" (Schiefelbein & Schiefelbein, 2000, p.12).

A partir del análisis de la asistencia y la deserción escolar, realizado por Pardo y Sorzano (2004), se puede observar que el bajo nivel educativo de la población en Colombia está influenciado principalmente por la situación económica de las familias. Además, es de resaltar que la principal razón por la que la gente estudia es para incrementar los ingresos futuros y de esta forma mejorar la calidad de vida; el problema en Colombia y en la mayoría de los países en desarrollo, es que los retornos de la educación, medidos en términos de salarios y oportunidades laborales están en manos de unos pocos y no todos pueden acceder a ellos exitosamente, lo cual genera una falta de interés por la educación, que se manifiesta en estados de privación y exclusión. La investigación demuestra que la mayor educación de los padres afecta de manera positiva no sólo la probabilidad de que un niño asista a la escuela sino también que permanezca en ella. Más del 50% de los desertores tienen padres que ni siquiera completaron la educación primaria. En cuanto a las razones por las cuales los niños abandonan la escuela se observa que la causa principal está relacionada con factores económicos, como la falta de recursos y la necesidad de trabajar. Los planteamientos de Pardo y Sorzano son reafirmados por Gómez (2005), quien argumenta que uno de los factores que influyen en la deserción escolar es la baja capacidad de gasto de las familias, que no están en condiciones de asumir el valor de la matrícula y además obligan a sus hijos a generar ingresos por la vía del trabajo infantil.

En el estudio aplicado a Cartagena por Alvis y Arellano (2008) se demuestra que si el estudiante aprueba el período anterior se reduce su probabilidad de desertar en un 46% y que si el estudiante pertenece a estratos socioeconómicos 3 y 4 se reduce la probabilidad de desertar en 8% y 10%, respectivamente. También se determinó que los jóvenes con edades mayores a 14 años aumentan la probabilidad de deserción en un 3,0%. Por lo tanto, la permanencia escolar en los colegios oficiales está altamente influenciada por el factor académico (la aprobación del año inmediatamente anterior), las condiciones socioeconómicas y la edad.

Las investigaciones anteriores evidencian que las condiciones socioeconómicas de las familias ejercen una fuerte influencia sobre la deserción escolar, lo cual tiene incidencias perversas sobre el desarrollo de la sociedad. Según la CEPAL (2010), la prevención de la deserción permite extender los logros en los sectores menos aventajados de la sociedad; por lo tanto, es un medio que permite la movilidad social, la superación de la pobreza y la desigualdad social.

3. EL PROBLEMA DE LA DESERCIÓN A NIVEL NACIONAL, DEPARTAMENTAL Y MUNICIPAL

La deserción es un tema de gran trascendencia dado su impacto social (al entendérsela como una privación de la libertad) y es además un fiel reflejo de la fragilidad del sistema educativo (debilidad estatal a nivel subnacional que se manifiesta en el no fomento de las oportunidades sociales que debe brindar el Estado en el marco de la constitución política y la ley), lo cual muestra las deficiencias y la baja incidencia generada por la política educativa.

A nivel nacional y departamental la deserción ha disminuido en los últimos años; sin embargo, el porcentaje de niños y jóvenes que abandonan el ciclo escolar es alto; según las cifras del MEN9 para Colombia, en el año 2009 el 5.22% de los matriculados desertó, lo que arrojó una disminución de 2.8 puntos porcentuales en las tasas de deserción entre 2002 y 2009. Comportamiento similar tuvo Norte de Santander, con una deserción de 5% para el año 2009, y una disminución de 2.3% entre los años 2002 y 2009.

Por su parte, la deserción para Cúcuta en el año 2010 fue de 7.2%, es decir, más de 12,027 niños y jóvenes quedaron por fuera del sistema educativo, valor superior al estimado por la SEM durante el mismo periodo. En comparación con la deserción a nivel nacional, Cúcuta presenta tasas bastante elevadas, sumadas a un comportamiento inestable y creciente en los últimos años, lo cual evidencia la falta de continuidad en programas y estrategias de atención integral en educación que permitan no sólo el acceso al sistema educativo sino la permanencia en él, así como a su vez garanticen la culminación exitosa del ciclo escolar, de manera que posibiliten una ampliación de las libertades reales para los niños y jóvenes de la ciudad. Las tasas de deserción más elevadas se encuentran en el ciclo secundario, debido a que en éste ciclo los jóvenes son más vulnerables a las inestabilidades psicológicas, familiares, económicas y sociales a las cuales se enfrentan.

Como se puede observar en el gráfico 2, es preocupante la reciente tendencia creciente que ha tomado la deserción en todos los ciclos, teniendo en cuenta que los niños y jóvenes están truncando la posibilidad de mejorar sus condiciones socioeconómicas futuras y la realización de una vida valiosa, dado el marco de oportunidades sociales tan limitado donde pueden optar para construir sus capacidades y ponerlas en funcionamiento. La situación es dramática en la medida que la tasa de deserción es superior en el nivel básico secundario, seguida de la media vocacional, el primario y el preescolar. La triste realidad muestra que cerca del 7,2% de los jóvenes en edad escolar no culminan exitosamente los ciclos en mención, lo cual dificulta la terminación exitosa del ciclo secundario completo, nivel educativo importante que permite una mejor inserción laboral, así como la continuidad del ciclo formativo en el nivel técnico, tecnológico y universitario.

4. CARACTERÍSTICAS DE LA DESERCIÓN EN EL CICLO SECUNDARIO DE LA CIUDAD DE CÚCUTA

La muestra que se utilizó para analizar la deserción escolar pertenece a los colegios que hacen parte del sector público. Dicha muestra señala que el 68% de los encuestados deserta transitoriamente y el 32% deserta de forma permanente. La deserción más preocupante es la deserción permanente, debido a que implica el abandono definitivo del sistema educativo; este tipo de deserción se concentra en los hombres (82%).

El gráfico 3 muestra que entre las principales razones que llevan a un estudiante a abandonar una institución educativa se encuentran el bajo rendimiento (48%), factores económicos (20%), traslado de domicilio o ciudad (17%), problemas familiares (9%) y otros (6%), los cuales ejercen un fuerte desestímulo en el estudiante para continuar y culminar el ciclo escolar.

La deserción por grados, como se observa en el gráfico 4, se concentra en séptimo; el solo hecho de hablar de deserción escolar ya es un tema bastante alarmante, pero en especial si ésta se presenta en los primeros años del ciclo, pues agudiza las repercusiones de una precaria educación que se manifiesta en el tipo de vida que adquieren los individuos bajo condiciones de privación que limita la construcción de capacidades, la cual dificulta el ejercicio pleno de las libertades reales y amplía las brechas sociales. De igual manera, llama enormemente la atención la alta concentración de la deserción en los grados noveno y décimo. Lo anterior debe ser objeto de atención y preocupación pública, dado que al ser grados que se encuentran en la etapa inicial y en la fase de culminación del ciclo formativo, generan efectos de largo plazo indeseables, ya que estos estudiantes están truncando la posibilidad de mejorar su futuro desenvolvimiento económico, social y cultural. El fenómeno de la deserción evidencia la incapacidad del sistema para retener sus estudiantes y garantizar la culminación exitosa del ciclo escolar.

Respecto a la composición familiar de los desertores, se destaca la alta presencia de madres solteras; situación que perjudica enormemente el ciclo formativo dado que la asesoría desde el hogar es casi nula; asimismo, los ingresos familiares son menores, lo cual presiona al estudiante a ingresar tempranamente en la población económicamente activa, con la consecuencia de que descuida su formación académica. El rol de la mujer en la sociedad de Cúcuta ha tomado gran importancia; el 68% de las madres se encuentran trabajando, lo cual permite no sólo aumentar el ingreso, sino tener un mayor grado de decisión dentro de la familia y fuera de ella. Según Sen (2000), la educación y el empleo influyen en la agencia y voz de las mujeres, permitiéndoles intervenir en el debate público sobre una gran variedad de cuestiones sociales; las mujeres deben ser vistas como agentes activos de cambio: como promotoras dinámicas de transformaciones sociales que pueden alterar su vida y el entorno. Además, se encuentra que el 60% de las familias no poseen recursos escolares que brinden al estudiante un entorno académico en el hogar, dado que son familias de ingresos bajos y el poseer computador, libros y textos en el hogar se considera un "lujo". Ello muestra cómo la privación de una libertad (libertad de servicios económicos), se traduce en mayores privaciones que obstruyen la construcción de las capacidades.

Según el gráfico 5 la educación de los padres se concentra en el ciclo de primaria (36%), al igual que para las madres (50%). Ello muestra que en su mayoría, los padres de los estudiantes desertores son personas con un bajo nivel educativo, por ende las asesorías que pueden brindar a sus hijos son muy limitadas. Además, en el peligroso caso de que la educación de los padres condicione la educación de los hijos, se caería en un círculo perverso de privación de las capacidades.

Es bastante notoria la poca educación de ambos padres, lo cual condiciona su vinculación al mercado laboral. Bajos niveles educativos conllevan a empleos precarios de baja remuneración y productividad, caracterizados por jornadas laborales extensas, y escasas o nulas prestaciones sociales; por el contrario, una elevada escolaridad amplía la posibilidad de obtener empleos con mejor remuneración, horarios flexibles y acceso a prestaciones sociales. Es decir, la capacidad de decidir y actuar de una persona con bajo nivel educativo se restringe cada vez más.

Como se observa en el gráfico 6, es notable el bajo nivel educativo especialmente en las madres, de ahí que los empleos sean de menor categoría, lo cual implica menores ingresos y mayor desgaste físico y psicológico; el 48% de los padres y el 89% de las madres tiene empleos concentrados en las categorías C y D10 las cuales tienen unos requerimientos mínimos de educación. Las familias de los desertores son en su mayoría de bajos ingresos; el 42% de las familias encuestadas tiene un ingreso promedio entre uno y dos salarios mínimos y el 28% recibe ingresos menores al salario mínimo; evidenciando que el entorno de los desertores, en su mayoría, se encuentra lleno de precariedades y condiciones de privación: el 60% de los estudiantes no cuenta con ningún recurso educativo en el hogar; el 11% de los desertores se encuentra laborando, de los cuales en su totalidad lo hacen en empleos informales.

Estas condiciones propician la decisión de los estudiantes de abandonar el sistema educativo.

5. INTERRELACIONES ENTRE LA DESERCIÓN ESCOLAR Y LAS CONDICIONES SOCIOECONÓMICAS DE LAS FAMILIAS

Con el ánimo de medir el impacto de las variables que reflejan el entorno socioeconómico del estudiante sobre la deserción escolar en la ciudad de Cúcuta, se estableció el siguiente modelo de probabilidad lineal (MLP):

Donde Di es una variable dicótoma que muestra el comportamiento del individuo i, frente a los eventos deserción permanente (D=1) o deserción transitoria (D = 0); las variables MOTi, muestran las principales motivos que conllevan a la deserción: económico (MOT 1), rendimiento académico (MOT 2), traslado (MOT 3), problemas familiares (MOT 4); SLi, es la situación laboral del individuo i; R, es la presencia de recursos escolares en el hogar del individuo i; Ai, representa la asesoría en el hogar; PMi, es la presencia de la madre en el hogar del individuo i; Ei, es el grado de educación del jefe del hogar del individuo i; Yi, son los ingresos promedio de la familia del individuo i; CFi, es la composición familiar11 del individuo i, y ei es el margen de error. La tabla 1 relaciona las variables independientes mencionadas y el valor ficticio tomado por las mismas.

La regresión se estima haciendo uso de Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO). Se realizó el análisis de normalidad Jarque Bera con un nivel de confianza del 95%, mostrando que la regresión planteada presenta normalidad en los residuos. Se detectó y se hicieron las respectivas correcciones de heteroscedasticidad mediante las varianzas y errores estándar consistentes con heteroscedasticidad de White. Haciendo uso de regresiones auxiliares y adoptando la regla de Klien, se descartó la presencia de multicolinealidad; y por medio del análisis de sensibilidad se comprueba la inexistencia de autocorrelación. La tabla 2, muestra los resultados de la estimación.

Los resultados son los siguientes: teniendo en cuenta las posibles causas que llevan a desertar permanentemente (MOTi) se observa que: si un estudiante presenta problemas económicos, la probabilidad de que deserte permanentemente es 47% más alta; si tiene bajo rendimiento, 57% más alta; si se traslada de ciudad o residencia, 60% más alta; si tiene problemas familiares, 53% más alta (en comparación con un estudiante que no posee ninguno de estos problemas). Además, si el estudiante no trabaja, disminuye esta probabilidad en 31%. Estos aspectos limitan la decisión de los estudiantes de llevar un tipo de vida u otra buscando que le proporcione aquellos aspectos que considera valiosos.

La presencia de recursos escolares como textos, libros y computador (Ri) disminuye la probabilidad de que un estudiante deserte permanentemente del sistema educativo en 14%; similar incidencia ejerce el recibir asesorías en el hogar (Ai), lo cual disminuye la probabilidad en 11%. Asimismo, contar con la presencia de la madre en el hogar (PMi) es un fuerte condicionante de la deserción permanente. Cuando se presenta esta situación, la probabilidad de desertar disminuye en 35%. De igual manera, cuando el estudiante pertenece a familias tradicionales (CFi), ésta probabilidad disminuye en 15%. Condiciones que propician el libre desarrollo de la agencia del estudiante y su capacidad de actuar dentro de un marco de distintas combinaciones alternativas.

En cuanto a la incidencia de la educación del jefe del hogar (Ei), mientras mayor es el ciclo escolar culminado por el jefe del hogar, la probabilidad del estudiante de desertar disminuye. En comparación, un estudiante en donde el jefe del hogar tiene educación primaria tiene un 21% más de probabilidad de desertar que un estudiante cuyo jefe del hogar cuente con educación universitaria. Y un estudiante en donde el jefe del hogar tiene educación secundaria tiene un 5% más de probabilidad de desertar que un estudiante cuyo jefe del hogar cuente con educación universitaria. Por tanto, las privaciones de una generación se transmiten a otra, acentuando las desigualdades y permitiendo la persistencia de la pobreza, lo cual impide el desarrollo de las libertades.

El ingreso promedio del hogar es otra variable de fuerte influencia (Yi), en comparación, un estudiante cuyo hogar tenga un ingreso promedio de menos de un salario mínimo tiene un 16% más de probabilidad de desertar que un estudiante cuyo hogar tenga un ingreso promedio entre 2 y 3 salarios mínimos. Y un estudiante cuyo hogar tenga un ingreso promedio de un salario mínimo tiene un 10% más de probabilidad de desertar que un estudiante cuyo hogar tenga un ingreso promedio entre 1 y 2 salarios mínimos. Resultados que develan una situación de exclusión social que agudiza la desigualdad e imposibilita la realización plena de las capacidades, ampliando las brechas sociales en la ciudad.

Para analizar el efecto conjunto que generan las variables que simulan las condiciones socioeconómicas de las familias en la deserción escolar, se establecen dos situaciones antagónicas: en el primer escenario los estudiantes se encuentran trabajando (SITULAB=0), no poseen recursos y ayudas escolares (RECURSOS=0), no cuentan con asesorías (ASESORIA=0), la madre no permanece en el hogar (PERMAN=0), la familia es desmembrada (FAMTRAD=0), el jefe del hogar tiene educación primaria (EDUSEC, EDUTEC, EDUUNI=0) y el hogar cuenta con ingresos promedio menores al salario mínimo (SALARIO 1 Y 2, SALARIO 2 Y 3, SALARIO 3 Y 4=0). Bajo estas condiciones el estudiante tiene un 15% de probabilidad de desertar permanentemente del sistema educativo.

Por otra parte, el segundo escenario se caracteriza porque los estudiantes no se encuentran trabajando (SITULAB=1), la madre permanece en el hogar (PERMAN=1), pertenece a una familia tradicional (FAM-TRAD=1), el jefe del hogar tiene educación universitaria (EDUUNI=1) y el hogar cuenta con un ingreso promedio entre 2 y 3 salarios (SALARIO 2 Y 3). Aquí la probabilidad de desertar disminuye en 143%.

Los resultados muestran que las condiciones socioeconómicas afectan sustancialmente la probabilidad de desertar. De igual manera, el sistema educativo de la ciudad de Cúcuta genera segmentación entre los niños y jóvenes, debido a que los factores socioeconómicos de los hogares condicionan la permanencia de los educandos y sólo permiten que unos culminen exitosamente tanto grados como ciclos escolares completos, lo cual evidencia las fallas del sistema y de la política educativa. Esto provoca enormes asimetrías en el tipo de educación que se imparte en la ciudad, imposibilitando la construcción de libertades en términos de igualdad de capacidades.

Los resultados del análisis inferencial muestran que la deserción escolar se encuentra influenciada especialmente por el nivel de ingresos de las familias y el logro educativo de los padres, lo que corrobora las demostraciones de Alvis y Arellano para Cartagena, ciudad en la que la situación socioeconómica tiene un peso importante como factor de deserción escolar, especialmente en la población de los estratos 0 y 1. De igual manera, la situación laboral del estudiante es otra variable de fuerte impacto en la permanencia escolar, información constatada por el estudio realizado en Chile por Schiefelbein y Schiefelbein (2000), donde se muestra que tener que trabajar es una de las causas predominantes para abandonar la escuela. Hallazgos que también se evidencian para el caso de la ciudad de San José de Cúcuta.

Al analizar conjuntamente las descripciones estadísticas y los resultados inferenciales, la influencia que ejercen las condiciones socioeconómicas sobre la deserción escolar es sustantiva. En consecuencia, dichos hallazgos deberían generar alarma y preocupación tanto en la ciudadanía como en los agentes diseñadores y evaluadores de la política educativa de la ciudad. Los resultados evidencian que el 31% de las madres y el 29% de los padres sólo cuentan con estudios primarios, y que el 78% de los hogares pertenecen a los estratos 1 y 2; esto evidencia a su vez que la culminación exitosa del ciclo escolar es un privilegio reservado para los niños y jóvenes que provienen de hogares con niveles socioeconómicos medios y altos, los cuales podrán disfrutar de las mieles de una educación de calidad. Por su parte, los estudiantes que no cuentan con condiciones socioeconómicas favorables podrían caer dentro de un círculo de pobreza y desigualdad, agudizado por la alta correlación entre el estatus socioeconómico del padre, la permanencia escolar y el estatus socioeconómico heredado por el estudiante, lo cual impidiría la movilidad social y la realización plena de las capacidades, privando a los niños y jóvenes del disfrute de una vida provechosa y libre.

Por otra parte, los resultados develan la importancia de la estabilidad familiar para lograr ciclos escolares completos; los estudiantes que pertenecen a familias biparentales y aquellos cuya madre permanece en el hogar, tienen menores probabilidades de desertar que un estudiante que no cuenta con estas condiciones. Sin embargo, el 27% de los estudiantes pertenecen a familias monoparentales y el 56% de las madres no permanecen en el hogar, por lo cual un grupo amplio de estudiantes no cuentan con condiciones que propicien el desarrollo cognitivo, lo que obstruye la construcción de capacidades y el funcionamiento de las mismas. Además, las desigualdades socioeconómicas de las familias se transmiten a los estudiantes, lo cual se observa en las diferentes probabilidades de desertar que existen entre los estudiantes que poseen condiciones socioeconómicas favorables y aquellos con condiciones limitadas, situación que impide y obstruye el proceso de construcción de capacidades y el disfrute real de las libertades.

Los resultados globales evidencian que los problemas de la educación van más allá del aula de clase y es necesario analizar al estudiante como un ser social condicionado por su entorno familiar, socioeconómico e institucional. De allí la importancia de las instituciones, cuyo papel debe manifestarse en el fomento de las oportunidades sociales que garanticen la igualdad de capacidades a toda la ciudadanía; problemas como la pobreza, la desigualdad y la baja movilidad social, materializan la incapacidad de las instituciones para cumplir con este papel. Por lo anterior es importante identificar las fallas del sistema educativo, de manera que se propicie el debate público entre los diseñadores de la política educativa y los diferentes actores que integran el sistema educativo. Esta situaciadera agencia de las personas y cuida demuestran la e grade o f o del putor.ón permitiría la participación de la ciudadanía en la construcción de políticas públicas que redunden en una verdadera protección y ampliación de las libertades de los individuos y de la sociedad.

6. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

El papel fundamental de la educación se basa en la facultad que tienen las personas para transformarla en capacidades y ponerlas en funcionamiento, por lo tanto, la preocupación social no debe ser sólo por fomentar el acceso al sistema educativo sino que radica en la habilidad del sistema para retener a sus estudiantes y brindar una educación de calidad que permita la culminación exitosa de todos los ciclos escolares.

La investigación muestra que las condiciones socioeconómicas del hogar agudizan los problemas sociales existentes en la ciudad, creando obstáculos que impiden la movilidad social; un estudiante cuya familia cuente con altos ingresos tiene menores probabilidades de desertar que un estudiante cuya familia cuente con ingresos bajos, es decir, los estudiantes están perdiendo la capacidad de decidir su propio destino. Asimismo, la educación de los padres tiene gran relevancia en el éxito y culminación del ciclo escolar, constituyéndose como un factor causante de inmovilidad social en Cúcuta; la transmisión intergeneracional de los niveles de escolaridad alcanzados hace que la ciudad caiga en trampas de pobreza y desigualdad. Los bajos niveles de escolaridad de los padres se traducen en altas probabilidades de deserción, círculo perverso en donde las privaciones de las familias se transmiten a los hijos por medio de la educación, impidiendo la expansión de las capacidades y obstaculizando el desarrollo humano. De tal manera que las privaciones de una generación pueden transmitirse a otra, lo cual permite la persistencia de la pobreza y acentúa las desigualdades, excluyendo a grupos importantes de la realización plena de las capacidades y de los funcionamientos que permiten un desarrollo amplio centrado en la libertad. Además, los estudiantes que tienen un ambiente académico en el hogar (entiéndase acceso y uso de recursos escolares y asesoría), y cuyas madres permanecen en el hogar, presentan menos probabilidades de desertar, lo que favorece las condiciones de eficiencia de la educación y propicia la expansión de las libertades reales.

Cúcuta se encuentra en un círculo vicioso del desarrollo caracterizado por un bajo desarrollo humano y un crecimiento económico espurio, sumado a una pobreza persistente y alta desigualdad12, lo cual genera de manera conjunta efectos no deseables que se manifiestan en la exclusión de grupos importantes (estudiantes con familias de bajo nivel educativo y escasos ingresos) del disfrute de una vida valiosa dentro de un amplio marco de oportunidades sociales, que permitan la construcción de capacidades y el funcionamiento de las mismas. Este comportamiento evidencia la desconexión y no complementariedad de las libertades que debe gozar la ciudadanía de San José de Cúcuta, manifestando la incapacidad del Estado a nivel subnacional para evitar la transmisión del logro educativo de una generación a otra, lo cual agudiza los círculos de bajo crecimiento, pobreza y desigualdad.

Los hallazgos permiten realizar recomendaciones de política encaminadas a alcanzar una verdadera agencia de las personas y lograr una expansión real de sus libertades. Teniendo en cuenta que las condiciones socioeconómicas de las familias influyen fuertemente en la educación, todo esfuerzo orientado a expandir las libertades reales de las personas tendrá que orientarse a cambiar la estructura de oportunidades como un todo. La formulación de las políticas públicas no debe considerar a los estudiantes como casos aislados, sino como parte de un engranaje familiar y social, en donde es necesario tener en cuenta el desarrollo de la persona en todas sus etapas (niñez, juventud, adultez) y círculos sociales (familia, escuela, colegio, trabajo, etc.), resaltando la importancia del rol del padre y de la madre en el desarrollo cognitivo y el proceso de aprendizaje del estudiante. Además, es necesario el desarrollo de estrategias pedagógicas pertinentes que atiendan las necesidades de los niños, niñas y jóvenes, permitiendo la redefinición de la educación secundaria y media, lo cual se traduce en menores tasas de deserción.

Por otra parte, la elevada deserción escolar denota problemas heterogéneos y complejos, por lo cual es indispensable fomentar el debate público y la participación de las familias, docentes, gremios económicos, organizaciones sociales, expertos y ciudadanía en general. Se requiere de un análisis específico que identifique las características propias del entorno en el cual se desenvuelve el estudiante y los más indicados para identificar una necesidad son los actores implicados; lo anterior muestra que las políticas públicas no deben ser formuladas por un único actor racional, por el contrario, las decisiones deben sustentarse en discusiones públicas que propicien consensos que permitan representar el interés general. Esta es una de las grandes fallas del diseño, formulación, aplicación y evaluación de políticas educativas, por ello es de suma importancia la libertad como garantía de transparencia, que permita a los ciudadanos intervenir en el proceso de construcción de las políticas públicas contando con unos niveles mínimos de confianza que, a través de la rendición de cuentas, permita el seguimiento y monitoreo de las acciones de política pública en su función de fomentar las capacidades y expandir las libertades reales de las personas.

Es importante resaltar que los resultados estadísticos e inferenciales muestran que el bajo desempeño escolar es un fuerte condicionante de la deserción. Según Gaviria y Barrientos (2001), en Colombia las condiciones socioeconómicas de los padres afectan el desempeño de los estudiantes de manera significativa; lo cual es constatado en Cali por Correa (2004), en donde se ratifica la importancia de las condiciones socioeconómicas de los padres en el rendimiento académico de los hijos. Por lo cual, los estudiantes que viven en inadecuadas condiciones socioeconómicas (padres con bajos niveles escolares, bajos ingresos en el hogar, ausencia de la madre, etc.) presentan un doble condicionamiento, que aumenta las probabilidades de desertar.

Como se observó en esta investigación, la situación socioeconómica de las familias ejerce una fuerte influencia en la deserción escolar, pero es preciso tener en cuenta que existen otros posibles condicionantes; entre ellos están las condiciones del colegio: docentes, planta física, insumos escolares, etc.; y condiciones personales como la edad, salud, nutrición, autoestima, etc. Además, esta investigación se centra en observaciones de corte transversal, lo cual limita el análisis de la expansión de las capacidades del individuo a través del tiempo. Los aspectos mencionados anteriormente van más allá de la delimitación de este trabajo, pero abren las puertas a nuevas investigaciones al respecto que incluyan nuevas variables, metodologías y que analicen mediante observaciones de corte longitudinal su evolución e influencia en la deserción escolar. Investigaciones de esta envergadura alimentan el debate y el uso de la razón pública; además, son un poderoso instrumento de desarrollo social que reaviva la preocupación por el desarrollo, entendido desde la capacidad que tiene la ciudadanía para actuar y decidir dentro de un marco amplio de alternativas, logrando cambios a escala individual y colectiva.


Pie de pagina

*El artículo se deriva del proyecto de investigación: "Caracterización Socioeconómica de Norte de Santander 2000-2009", liderado por el profesor Mario de Jesús Zambrano Miranda, proyecto financiado por la Universidad de Pamplona-Colombia mediante la convocatoria "Universidad de Pamplona 50 años".

1 Deserción transitoria, se refiere al retiro del estudiante de la institución mas no del sistema educativo, contrario a la deserción permanente que indica que el estudiante se ha retirado del sistema educativo.

2 Para facilitar el análisis de la información se plantean tres categorías. Deserción moderada, cuando la deserción se encuentra entre 0 y 5%; deserción grave, cuando es mayor al 5% y menor al 10% y deserción aguda cuando es mayor al 10%.

3 Un círculo o ciclo virtuoso del desarrollo es una espiral ascendente de desarrollo humano y crecimiento económico que se refuerzan mutuamente; un buen desarrollo humano refuerza el crecimiento, el que a su vez promueve el desarrollo humano, y así sucesivamente. (Ranis & Stewart, 2002). Desde el enfoque de las capacidades esta relación bidireccional se da en el marco de las libertades. El desarrollo implica una expansión de las libertades, las cuales, debido a sus interrelaciones, se refuerzan reflejando un desarrollo aún más elevado.

4 Amartya Sen concibe las capacidades no sólo como habilidades (capaci-ty), sino como las oportunidades reales que tienen las personas para alcanzar aquello que valoran (capability); dado que no existe en español una palabra que adquiera éste significado, Sen enlaza las capacidades con los funcionamientos con el ánimo de brindarle mayor claridad al concepto. Los funcionamientos se entienden como las diversas acciones o estados que una persona valora hacer o ser; por lo cual las capacidades son un conjunto de funcionamientos.

5 El autor establece las siguientes libertades fundamentales: a) las libertades políticas; b) los servicios económicos; c) las oportunidades sociales; d) la libertad como garantía de transparencia; y e) la seguridad protectora.

6 Se habla de agencia cuando las personas tienen la capacidad para actuar y provocar cambios, cuyos logros pueden juzgarse en función de sus propios valores y objetivos (Sen, 2000).

7 Estado entendido bajo el concepto de Estado Social de Derecho (ESD), el cual aparece como un programa de acción -proyectivo- que busca la instauración de una sociedad basada en los principios de la democracia económica y política, propiciando la participación de los diferentes actores sociales en lo político, lo social y lo económico, en el marco de un proceso de transición hacia la inclusión social y hacia la democracia en pleno (Garay, 2002, p.9). "La educación es el medio por excelencia para desarrollar la libertad y la equidad, base y sostén de la democracia, cuya plena existencia garantiza el reconocimiento de los derechos inherentes al Estado Social de Derecho" (Garay, 2002, p. 85).

8 Ver páginas 284-286.

9 Para la fecha de realización de la investigación, el MEN aún no había publicado los indicadores de deserción para el municipio de Cúcuta, por tanto se utilizan los datos suministrados por la Secretaria de Educación de Municipal, SEM y, a partir de éstos, se realizan cálculos propios que muchas veces evidencian inconsistencias en la información suministrada por la SEM para el año 2010. Con una tasa de deserción total igual al 7,2%, el número de desertores no equivale al valor estimado por la SEM, es decir 8048. Según cálculos propios dicho valor es superior en 3979 desertores.

10 Teniendo en cuenta los requerimientos necesarios para aplicar a un cargo laboral, el SENA categoriza el empleo en, Categoría A (requiere estudios superiores); Categoría B (requiere estudios técnicos o tecnológicos); Categoría C (requiere aprendizaje de un programa o educación complementada con curso de capacitación, entrenamiento en el trabajo o experiencia); Categoría D (requiere mínimo de educación y poca experiencia).

11 Composición familiar categorizada en Tradicional (presencia de ambos padres) y Desmembrada (ausencia de uno o ambos padres).

12 Según los datos del DNP-MESEP, en el año 2009, Cúcuta presentó un coeficiente de Gini de 0.525; Sumado a esto, el 33.6% de la población se encontraba en condiciones de pobreza y el 7.7% en condiciones de miseria.


Referencias

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