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Revista de Economía del Caribe

Print version ISSN 2011-2106

rev. econ. Caribe  no.17 Barranquilla Jan./June 2016

https://doi.org/10.14482/ecoca.17.8667 

http://dx.doi.org/10.14482/ecoca.17.8667

Economía pluralista para enfrentar la crisis contemporánea

Pluralist economics to confront recent crises

Jairo Parada Corrales, PhD*

* Profesor e investigador del Instituto de Estudios Económicos del Caribe (IEEC), adscrito al Grupo de Investigación de Análisis Económico (GRANE-CO) de la Universidad del Norte. jparadac@uninorte.edu.co

Fecha de recepción: febrero de 2016
Fecha de aceptación: mayo de 2016


RESUMEN

A pesar del profundo impacto de la Gran Recesión del 2008, en los departamentos de economía de distintas universidades del mundo se sigue enseñando el paradigma neoclásico como si nada hubiese ocurrido. La enseñanza de la economía, especialmente en los programas de pregrado, no deja espacio para una formación plural, aunque algo similar ocurre en los postgrados. En las tres últimas décadas, la dominancia global de los enfoques orientados hacia el mercado, basados en una ontología individualista, un de-ductivismo metodológico y el uso masivo de modelos matemáticos ha ido cerrando las posibilidades de nuevos enfoques.

En este ensayo se exploran las posibles causas del fenómeno, y se presentan propuestas sobre cómo debería enseñarse una Microeconomia más integral, más pluralista, una Macroeconomia más aterrizada en los problemas contemporáneos y una Teoría del Desarrollo que no renuncie a la riqueza de nuestro pasado latinoamericano, bajo el criterio de dotar a nuestros profesionales de una visión más polifacética del pensamiento económico y la teoría económica, con miras a abrir nuevas miradas a enfoques creativos en las políticas públicas que puedan resolver nuestros problemas de fondo.

Se ofrecen sugerencias concretas en materia de enfoques de currículos y de textos, así como de mecanismos para superar el terrible lecho de Procusto que implica la enseñanza única de la corriente principal. Al final, tendríamos profesionales más creativos y conscientes de la variedad de posibilidades que ofrece un enfoque más pluralista de la ciencia económica y se abrirían avenidas de ideas creativas para la implementación de políticas. Lo anterior implica mayor audacia en términos curriculares y menos timidez hacia la crítica de las teorías de la catedral dominante.

Palabras clave: Crisis económica, economía pluralista, enseñanza economía.

Clasificación JEL: A22, A23, B15, B52.


ABSTRACT

Despite the deep impact of the 2008s Great Recession, Department of Economics around the world keep teaching the neoclassical paradigm as it nothing happened. Economics' teaching, especially at the undergraduate level, does not leave room for a pluralist background, although somewhat similar process happens at the graduate level. Global dominance of approaches market oriented, based on an individualistic ontology, a methodological deductivism and the massive use of mathematical models since the last three decades, have been closing the possibilities of different approaches.

In this essay, possible causes behind this phenomenon are explored, and several proposals are presented about how a more integral and plural Microeconomics could be taught, and a more grounded Macroeconomics involved with today's problems, and a development theory that does not give up with the theoretical richness of the Latin American traditions, could be also presented to students. The main criteria would be to endow our graduates with a more versatile vision about economic thought and economic theory, aiming toward the opening of new and creative approaches about public policies that would be able to solve our structural problems.

Several concrete suggestions are offered regarding curriculums and books, and mechanism to overcome the Procrustean bed that incorporates the teaching of the dominant approach only. At the end, we would have creative professionals and conscious about the myriad of possibilities that a pluralist approach of economics science brings about, and new avenues of creative ideas will be opened to implement such policies. This proposal implies a more audacious curriculum and less timid toward the critique of the dominant cathedral of the main current of thought in Economics.

Keyword: economic crisis, pluralist economics, economics teaching.

jel Codes: A22, A23, B15, B52.


1. INTRODUCCIÓN

Cuando la Gran Recesión del 2008 desplegó todo su impacto, en muchos ambientes económicos y periodísticos se creía que ello significaría la revisión del paradigma dominante establecido en el pensamiento económico: el paradigma neoclásico, con sus diversas versiones y desarrollos, tanto en el núcleo del mismo como en su periferia, usando la terminología de T. Kuhn e Imre Lakatos1. Después de la crisis de 1929, a pesar de las numerosas recesiones en el siglo XX y lo corrido del siglo XXI, nunca se había llegado al borde de un abismo tan profundo en la economía mundial; el cual, a pesar de todos los esfuerzos adoptados, sigue, siete años después, derramando sus efectos. Estados Unidos se recupera con lentitud y vacilaciones continuas, Europa sigue estancada, Japón casi ni crece, y las esperanzas de los países emergentes se diluyen con el ajuste del crecimiento en China. En esos años fue importante la pregunta de la Reina de Inglaterra a los economistas, el 5 de noviembre del 2008, cuando les indagó acerca de qué había sucedido, por qué dicha crisis no se había previsto.2 Desde esa fecha las respuestas fueron abundantes, pero la que dio la Academia Británica mostró sus limitaciones:

... ¿cuál fue el problema? Todo el mundo parecía estar haciendo su tarea adecuadamente por su propio mérito. Y conforme a los indicadores estándar de éxito, a menudo se hacía bien. Se falló en ver que colectivamente se acumulaban una serie de desequilibrios interconectados sobre los que no tenía jurisdicción ninguna autoridad individual. Esto, combinado con la sicología de rebaño y el mantra de los gurús financieros y políticos, dio pie a una receta peligrosa. Se podía considerar correctamente que los riesgos individuales eran pequeños, pero el riesgo para el sistema en su conjunto era enorme. En resumen, Su Majestad, aunque la falla para prever el momento, la extensión y la gravedad de la crisis y evitarla tuvo muchas causas, fue ante todo una falla de la imaginación colectiva de muchas personas inteligentes, de este país y del extranjero, para entender los riesgos para el sistema en su conjunto (Academia Británica, 2009, p. 250).

La crisis y su profundidad vino a mostrar la real dimensión del problema: no era solo una falla de información o de coordinación de agencia en los mercados financieros, sino que la crisis evocaba las razones sistémicas señaladas por Hyman Minsky en su obra Can "It" happen again? (1984). Pero la realidad es que, en la mayoría de los departamentos de economía de las universidades del mundo, la obra de Minsky era desconocida. Las ventas de la Teoría general, de Keynes, se dispararon momentaneamente, así como las de El capital, de Marx, debido a la búsqueda de razones de la crisis. En círculos diferentes a la ortodoxia dominante se pensó que un gran cambio vendría en la enseñanza de la Economía. Al fin, las famosas cartas de los estudiantes de París (junio 2000), los reclamos de los estudiantes de Cambridge y los de la declaración de Kansas City (agosto del 2001), demandando una enseñanza de la Economía en forma pluralista, serían escuchadas.3El descontento con la enseñanza tradicional de la Economía no se quedó allí, y posteriormente ocurrió la protesta de los estudiantes de Economía de Harvard University, en noviembre del 2011, frente a las clases de G. Mankiw 4, seguida por la rebelión de estudiantes de Gran Bretaña agrupados hoy en la red Rethinking Economics5

En el caso de Colombia, sin embargo, no se observa tal dinámica, sino más bien retrocesos, pues muchos programas de Economía, aun en universidades públicas, han sido colonizados y tomados silenciosamente por la ortodoxia, y sobra decir que en las universidades privadas el panorama es aún más desolador. En el caso de las universidades públicas, el credencialismo de los sistemas de acreditación y la inútil imitación de muchos programas de Economía, de las universidades privadas de élite, han llevado a dichas escuelas a copiar lo más que se pueda de estos, olvidando sus retos, tradiciones y especificidades regionales y locales6. La misma discusión académica que ha debido realizarse sobre la Gran Recesión del 2008 fue débil, aunque algunos colegas, como Guillermo Maya, recientemente la han abordado en forma exhaustiva y correcta.7

A pesar de lo anterior, resulta clave explorar algunas hipótesis con respecto a la resiliencia del paradigma neoclásico actual en el mundo, la expresión del mismo fenómeno en el país, lo cual se hará en la sección siguiente. Luego, se expondrán propuestas de enseñanza de una Microeconomía más pluralista, seguido del mismo esfuerzo en la Macroeconomía y, finalmente, de la Teoría del Desarrollo. Por último, se presentarán algunas conclusiones y las perspectivas que dicho esfuerzo significaría para enriquecer la perspectivas de nuestros estudiantes de pregrado y postgrado, para generar una cohorte de economistas menos "autísticos" y a tono con las necesidades del país.

2. LA RESILIENCIA DEL PARADIGMA NEOCLÁSICO

Paul Samuelson, dada su admiración por las ciencias físicas, señaló que ciencias inexactas como la Economía avanzaban de funeral en funeral8, lo cual denotaba la lentitud de los cambios en los paradigmas científicos. En el caso de la teoría Neoclásica resulta asombroso que sus fundamentos teóricos ontológicos y epistemológicos permanecen intactos después de siglo y medio. Las innovaciones se han hecho en las fronteras de la teoría, pero su núcleo exacto sigue intacto a pesar de las críticas sólidas y devastadoras que se le han hecho. En el caso de esta teoría, no ha bastado un funeral, y las herejías keynesianas fueron rápidamente convertidas en la versión hicksiana de Keynes del modelo IS-LM, que todavía se enseña profusamente en los cursos tradicionales de Macroeconomía como la "teoría" de Keynes.

A partir de la década de los ochenta del siglo pasado, el paradigma se fortalece con el desarrollo de modelos cuantitativos, los que, definitivamente, se han tomado la profesión, haciendo uso de un individualismo metodológico extremo y de un deductivismo sin ambages. Las expectativas racionales, la teoría del ciclo real de los negocios, la teoría de juegos, el diseño de mecanismos y el mismo Neoinstitucionalismo solo enriquecen el paradigma, mejorando la solución de sus anomalías, unido a una ofensiva de modelos econométricos focalizados en la evaluación de impacto para evaluar políticas públicas, fuera de lo cual no hay salvación. Hoy, los pasos típicos del modelo hipotético-deductivo se formalizan en los modelos, partiendo de funciones de utilidad y de funciones de producción, utilizados en todas las "aplicaciones" de la ciencia económica en varias disciplinas de las ciencias sociales. Para la enseñanza de la Economía, la crisis del 2008 fue solo un período incómodo que ya quedó atrás.9

Explicar las causas de este fenómeno es complejo pero podemos intentar algunas aproximaciones. Un elemento que aparece a primera vista es que la teoría es preferida por las estructuras de poder en el capitalismo actual. El mensaje de la teoría, con la enseñanza de la teoría del equilibrio general, la racionalidad de los agentes, los mercados, y la teoría de la producción, es que la competencia, el libre comercio entre naciones, los mercados y la propiedad privada son claves para la eficiencia y el éxito económico de los países, combinado con instituciones típicas de las sociedades anglosajonas modernas llevándonos casi al Fin de la historia de Fukuyama. Además, la explotación no existe pues para ello está la teoría marginalista, en la que cada uno obtiene lo merecido. Se acepta algo de regulación del Estado, pero se mantiene la idea de que todo aquello que lo fortalezca es inconveniente. La acción del Estado solo se admite para lo "social", al estilo de los programas de gasto para los pobres a lo John Rawls.

Adicionalmente, el problema se podría explicar por lo que se conoce en la literatura vebleniana como "habituación". Lo que se ha aprendido significa un gran costo y mucho esfuerzo10. Cuestionarlo es "desaprender" lo aprendido, además de interrumpir las posibilidades de ascenso profesional o académico. Las revistas más importantes están controladas por los grandes obispos del paradigma, y artículos que no se inscriban dentro de las líneas dominantes son marginados y publicados en revistas oscuras, que no entran en los rankings internacionales. Como quiera que dichos rankings se basan en las revistas del establecimiento, las universidades solo prefieren este tipo de profesores para mejorar en dichos rankings.11 Otros autores consideran que se trata de un caso típico de dependencia en el sendero, del cual no es posible salirse. La enseñanza de la Economía está en caso típico de "locked-in" con la teoría neoclásica, del cual también es imposible salirse, pues prácticamente todos los textos han sido escritos bajo esa visión sin ninguna advertencia teórica al incauto estudiante o lector.

Bien sabido es que fue Veblen el primero que acuñó el término Economía Neoclásica en su famoso ensayo Por qué la Economía no es una ciencia evolucionaria (1898), texto muy desconocido en nuestra profesión. En el mismo, Veblen cuestionaba la naturaleza estática y taxonómica de la Economía en su tiempo, manifestando esperanzas en que la disciplina se alimentara más de los enfoques evolucionarios e históricos. Muchos autores, desde diversos ángulos, han pretendido que el término neoclásico ya no es válido, debido a las innovaciones recientes como la Economía experimental y otros campos. La teoría ha tenido mecanismos amplificadores y de reforzamiento (Dobusch y Kapeller, 2009). En realidad, la estructura básica del núcleo de la teoría se mantiene, por lo cual no veo que se justifique dicho criterio.

Aceptarlo traería más confusión a la disciplina y más eclecticismo. El problema con muchos economistas neoclásicos es que tienen problemas de auto-identificación sociológica del grupo al cual pertenecen.

Desde otra perspectiva crítica a la misma teoría neoclásica, desde el ángulo del Realismo Crítico, Tony Lawson arguye que igualmente no se justifica ya el uso del término neoclásico, pues la esencia del fallido proceso desde el artículo de Veblen es que la Economía Neoclásica ha reforzado su individualismo metodológico y es presa del deductivismo matemático con su énfasis exagerado en los modelos matemáticos y la formalización excesiva, la cual per se es deductiva (Lawson, 2013). Aunque el aporte de Lawson es válido, sostengo que se mantienen las condiciones que él mismo detalla en su ensayo sobre las características básicas del paradigma, las cuales no se limitan a cuestiones ontológicas y epistemológicas. Tiene razón John Henry cuando señala, evocando la famosa frase de Marx sobre la "Ilusión de la Época" a las ideas que dominan durante un régimen de producción dado, caracterizada esta ilusión por pretender una teoría de naturaleza no-social, con individuos que hacen calculos racionales subjetivos12, independiente del tiempo y del espacio, de naturaleza universal (Henry, 2009).

Phillip Mirowsky va más lejos aun en su explicación de la resi-liencia de la teoría neoclásica después de la crisis del 2008. En un cuidadoso análisis de la constitución de la Mont Pelerin Society, a mediados del siglo pasado, destaca cómo la teoría, como bien lo señala Foucault, ha transformado el Homo economicus en un actor social donde el individuo se vuelve empresario de sí mismo, cuando comete crímenes, se casa o tiene hijos, por ejemplo. Se trata en realidad de un proyecto más amplio, lo que él llama el Neoliberal Collective Thought (NCT), el cual ha tenido la capacidad de convencer a la sociedad que la crisis del 2008 fue solo el resultado de una regulación laxa (Mirowsky, 2014).

Finalmente, muchos de los problemas que enfrenta hoy la disciplina se concentran no solo en el asunto de los supuestos, sino que se le ha dado un predominio a la belleza de la técnica de los modelos sobre la sustancia. Cualquier ensayo que no venga con un modelo es considerado poesía o retórica. Vale la pena recordar aquí a Hodgson cuando señalaba que debemos aprender que "los modelos en sí mismos nunca son suficientes. Los economistas necesitan apreciar las limitaciones del modelaje. Estas limitaciones son genéricas y son el resultado de lo difícil de tratar la incertidumbre, la complejidad y los sistemas abiertos en el mundo real" (Hodgson, 2009, p. 14). Su pesimismo fue justificado; nada cambió en la enseñanza de la Economía en la medida en que tampoco hubo grandes cambios políticos despues de la turbulencia del 2008.

3. LA NECESIDAD DE UNA MICROECONOMÍA MÁS PLURALISTA13

No hay duda que en las tres últimas décadas se ha fortalecido mucho la enseñanza de la Microeconomía Neoclásica, con su reclamo a la coherencia con la Macroeconomía. No era posible tener lógicas separadas, una para la Macro, al estilo del modelo IS-LM, y otra en un mundo aparte para la Microeocnomía en mundos que no se intersectaban. En la medida en que se fortaleció la enseñanza de los modelos DGSE y sus aplicaciones a la política pública, se reclamó que la Macroeco-nomía tradicional no tenía sentido, pues desde la óptica de la teoría neoclásica el problema quedaba resuelto, a pesar de ser un mundo sin dinero fiduciario creado por el Estado.

Desde allí, la Micro invadió todos los campos de la disciplina y sus aplicaciones. Sin embargo, en su esencia, no pudo resolver los problemas teóricos de coherencia del modelo de equilibrio general y se enfocó más en la formalización y sofisticación matemática. A nivel de los estudios de doctorado, la unica diferencia con la enseñanza tradicional de la Micro era la sofisticación matemática, el uso de matemáticas discretas y el análisis real, combinado con la teoría de juegos, los problemas de información y el diseño de mecanismos. Resulta curioso que poco se avanzó sobre la teoría de la firma, con excepción de los logros en el campo de la teoría de la organización industrial.

El enfoque de la Economía Pluralista reclama que el estudiante tiene derecho a examinar otras perspectivas en la teoría económica, tales como la economía postkeynesiana, la economía institucional original, el enfoque ricardiano y el análisis marxista, por ejemplo. El estudiante desde el principio de la carrera debe saber que hay otras miradas de la Economía y que la que está en los libros de texto es solo una visión, la dominante hoy.14 La respuesta de los administradores de los programas de Economía es que no hay créditos ni tiempo para ver otras corrientes, o que en los apretados cursos de Pensamiento Económico, cuando todavía sobreviven, se pueden ver. Ello coloca en la marginalidad a esos enfoques y vuelve al economista contemporáneo un ser autístico, quien, al igual que en la caverna de Platón, no tiene idea qué sucede fuera de su mundo. Otros alegan que no existen libros de Microeconomía alternativa. Este argumento solo refleja la ignorancia de quienes lo esgrimen.

Así como se reclama la coherencia de la Micro y la Macro Neoclásica, lo mismo sucede con los enfoques heterodoxos. Se ha logrado construir ya una Microeconomía heterodoxa, que no se enseña por prejuicios ideológicos o porque obligaría a muchos a aprender de "nuevo". La inercia y la dependencia en el sendero se imponen.

Para el campo de la Microeconomía, por ejemplo, se podría establecer una teoría de las decisiones donde se distinguiera entre riesgo e incertidumbre, diferenciando entre la incertidumbre epistémica y la ontológica, y las diversas reglas de racionalidad mediante las cuales se puede definir una teoría del consumidor alternativa, con una base lexicográfica más adecuada al mundo real que las fantasiosas funciones de utilidad que hoy se estiran en forma increíble para explicar las anomalías. El análisis se puede combinar con precios sraffianos, generando aportes al tema. Igualmente, el institucionalismo veble-niano ha avanzado hoy en enfoques sobre los patrones de consumo que incluso han sido formalizados (Lavoie, 2014).15

Respecto a la teoría de la firma y los precios, ya hay una amplia literatura en materia de textos y enfoques alternativos. Se ha ido fortaleciendo la teoria postkeynesiana de la firma, con base en los previos enfoques de A. Eichner y A. Wood, para llegar a trabajos que en la actualidad definen otros objetivos de la firma, como son: el poder, el manejo de la incertidumbre y los mecanismos de formación de precios (Lavoie, 2014). Aquí debemos destacar los trabajos teóricos y empíricos del recientemente fallecido profesor Fred S. Lee (1998). No se puede dejar pasar por alto que una lectura del texto de T. Veblen sobre la Empresa de negocios, le enseñaría más a los estudiantes sobre la realidad de las corporaciones modernas que muchos otros textos (Veblen, 2005 [1904]).

4. UNA MACROECONOMÍA MÁS ATERRIZADA

Después de la postguerra, la Macroeconomía, aún en su versión distorsionada hicksiana del modelo IS-LM, era la disciplina preferida por los estudiantes de Economía. Generaba una visión más práctica de los problemas de la política económica, entendiendo los temas de la política monetaria y fiscal, y abriendo luego el modelo al sector externo. Sin embargo, con la irrupción de la Nueva Economía Neoclásica, impulsada por el trabajo seminal de Robert Lucas, se inició la retoma de la Macro por el paradigma Neoclásico, debilitado por la revolución keynesiana durante la Gran Depresión y la postguerra.

Toda la lógica neoclásica de los modelos de Equilibrio General fue introducida con nuevos desarrollos matemáticos con los modelos dinámicos recursivos. Se introdujo un nuevo lenguaje y todo aquel que se mantuviera en los viejos modelos macroeconómicos econométricos, ya era obsoleto. Había que dominar las ecuaciones de Belman, la búsqueda de los "steady-states", y mediante modelos de computación, se encontraban las "soluciones" adecuadas. Keynes estaba muerto, proclamaba Lucas, y la Macro tenía que reorientarse sobre la base del individualismo metodológico y ya no sobre los grandes agregados macroeconómicos definidos por Keynes. Cuando se examinan todos estos modelos, siempre las conclusiones apuntan al mismo mensaje de la teoría neoclásica: menos intervencion estatal, más competencia, reducir los seguros de desempleo y confiar en la eficiencia de los mercados. Los modelos DSGE terminaron imponiéndose en las agencias de planeación de los gobiernos y los Bancos Centrales. La Nueva Economía Clásica (NEC) triunfaba en la academia y los programas doctorales. Como lo señalan Boris Salazar y Daniel Otero:

.. .lo que reflejó el mayor triunfo de la NEC: (fue) la formación de un consenso alrededor de las exigencias técnicas y formales y de la microfundamentación de teorías macroeconómicas. Después de casi cuarenta años de revolución, los estándares de rigor y formalización no están en disputa. Lo que está en disputa es la relevancia empírica de la nueva Economía Clásica. Econometristas, macroeconomistas keynesianos y economistas heterodoxos descubren hechos observables que contradicen la mayor parte de las deducciones y predicciones de los nuevos clásicos. La revolución de la nueva Economía Clásica parece estar llegando a su fin (Salazar y Otero, 2015, p. 66).

El pensamiento macroeconómico heterodoxo ha sido construído desde diversas versiones, ya sea keynesianas "originales", ricardianas, postkeynesianas, kaleckianas y marxistas. La unidad de análisis no son obviamente los individuos, y predomina un enfoque de desequilibrios. Se recoge el estudio cuidadoso de la Teoría general, de Keynes, libro que en su mayoría los economistas ni han leído ni conocen, limitándose a la formación de manuales neoclásicos. El trabajo de Keynes fue después continuado por autores como Paul Davidson, seguido de una pléyade de autores británicos, europeos y australianos. Igualmente, se registran académicos de esta corriente en Japón y Corea del Sur. En América Latina esa influencia se detecta en Brasil, Argentina y México. En Colombia tiene alguna influencia en las universidades públicas más importantes aunque de forma marginal.

La teoría Macroeconómica Heterodoxa ha tenido un gran desarrollo en las ultimas dos décadas con enfoques que siguen llamando la atención en Estados Unidos y Europa. Se debe destacar el trabajo pionero de L. Wrandall Wray, iniciado a comienzos de la década del noventa, con sus tesis keynesianas sobre el dinero (Wray, 1998), seguido de su obra más reciente en la que se avanza en una construcción profunda sobre teoría macroeconómica y monetaria para países con dinero soberano (Wray, 2012). Estos enfoques arrojan una visión diferente sobre la política monetaria y fiscal, reducida hoy a la estrechez de la regla de Taylor y la mitología de la banca central independiente.16

En esa misma dirección se ubican trabajos pioneros, como los de Holt y Steve Pressman (2001), texto muy sencillo para enseñanza a nivel de pregrado; y en cursos más avanzados se puede utilizar el excelente texto Modern Guide to Macroeocnomics, de Snowdon, Vane y Wynarczyk, el cual organiza las escuelas de la Macroeconomía en forma muy pedagógica (Snowdon, Vane y Wynarczyk, 2001 [1995]). En un nivel ya más avanzado, de maestrías y doctorados, se puede utilizar el trabajo seminal de Wyne Godley y Marc Lavoie, en el que se construye en forma correcta una Macroeconomía basada en stocks y flujos de los sectores económicos, tal como sucede en el mundo real, con ajustes por cantidades y precios con mark up (Godley y Lavoie, 2007). Este texto se puede llevar, sin ningún inconveniente, a modelos dinámicos basados en la teoría de sistemas dinámicos.17 El trabajo ha sido desarrollado en forma totalmente integral, cubriendo demanda efectiva, empleo, crédito, dinero, banco central, acumulación, economía abierta y teoría de la inflación en el desarrollo reciente de Marc Lavoie (2014).

Crucial para este enfoque de la Macroeconomía es que el Estado, el crédito y el dinero juegan un papel crucial, partiendo del supuesto esencial de la teoría de Keynes de ser una teoría macroeconómica monetaria, en la que la existencia del dinero nos lleva a la preferencia por la liquidez y a la razón de fondo de las crisis, y no constituye solo problemas de rigideces en los sistemas de precios. Lógicamente se cuestionan los enfoques del equilibrio fiscal a todo precio, y más aun la sacrosanta "regla fiscal" con la cual se ha atenzado hoy el gasto público en Colombia.

Un pensamiento macroeconómico, construido de esta manera, contribuiría a entrenar economistas que ensayaran desde el Estado fórmulas diferentes a las implementadas en estos últimos 25 años en Colombia, bajo la ortodoxia neoclásica imperante tanto en el Ministerio de Hacienda como en el Banco de la República. Indudablemente, ello solo podría ser posible con cambios políticos, para los cuales se deben preparan los programas de Economía.

5. LA TEORÍA DEL DESARROLLO Y LA ENSEÑANZA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO

En el caso de la teoría del desarrollo, lo que ha sucedido en los programas de Economía es verdaderamente lamentable. Se ha optado por reducir estos cursos a estudiar las teorías del crecimiento, más un aderezo final de enfoques sobre gasto social y programas de lucha contra la pobreza. Ya ni se introduce al estudiante a la rica herencia del pensamiento latinoamericano sobre el desarrollo, revisando los enfoques de la teoría de la Cepal, la teoría de la dependencia, el Neoestructuralismo y la confrontación con el enfoque Neoclásico del desarrollo18.

En los libros de texto, en una página se resume toda esta discusión, si acaso, generando en los estudiantes un analfabetismo económico impresionante. Los grandes debates sobre el rol de los deterioros de los términos de intercambio y los problemas del comercio global, son simplemente ignorados. Dolorosamente, en la actualidad, con la debacle petrolera y la desaceleración de las economías, nos vemos obligados a retomar estos temas que se consideraban obsoletos. Igualmente, la abundancia en reservas de divisas nos hizo olvidar toda la discusión rica de hace cuatro décadas sobre la inversión extranjera, directa y de portafolio, y, con la devaluación acelerada que vivimos, hemos traído del pasado la discusión sobre la deuda externa y su peso en el déficit en cuenta corriente del país.

La enseñanza del pensamiento económico e historia económica mundial,19 muestra una debilidad en común. Se enseña con textos organizados en una forma según la cual, bajo la premisa que la economía moderna, es decir, la economía ortodoxa, contiene todas las contribuciones previamente hechas por autores clásicos como Smith, Ricardo, Malthus, entre otros. Esto permite reducir las grandes y ricas obras de estos autores a simple conceptos. Por ejemplo, Adam Smith es reducido a la noción de la mano invisible. David Ricardo a la noción de la ventaja comparativa, y se nos dice que es un abanderado del libre comercio. Y otros casos, como el de Marx, quedan sencillamente desterrados y se argumenta que eso no es ciencia económica, sino proselitismo político y queda como el ejemplo que los estudiantes no deben seguir, si desean ser considerados científicos sociales. En muchos programas de Economía ya se abolieron los cursos de Economía Marxista y, curiosamente, en eso no imitan a la Universidad de los Andes.

Lo mismo acontece con la historia económica mundial. Es lamentable que se enseñe acudiendo más a la exactitud de fechas y casi centrado exclusivamente en el auge del capitalismo en los países donde este fenómeno tomó epicentro, como Inglaterra y Estados Unidos. Se ignora por completo la estructura social de acumulación de cada sistema económico que ha utilizado la humanidad. No se enseña que no siempre fuimos capitalistas. No se les dice a los estudiantes que nuestros antepasados operaron en sociedades que no recurrían al mercado. En la experiencia que hemos acumulado en el aula de clases, hemos podido rescatar una manera de contar la historia del pensamiento económico y de la historia económica mundial de tal forma que las visiones ortodoxas y heterodoxas jueguen un rol. No pretendemos que el enfoque sea heterodoxo u ortodoxo. Lo que se propone es que, en la evolución de la historia del pensamiento económico y de los sistemas económicos, se muestre el ascenso de las visiones teóricas de corte ortodoxo y heterodoxo. Consideramos que es más valioso para el estudiante entender por qué existen dos visiones distintas de la Economía y cómo el proceso histórico las explica, antes que imponer un enfoque. Es llevar a la práctica un enfoque pluralista.

El pensamiento económico puede enseñarse acudiendo a los fragmentos de los autores clásicos. No se debe acudir a las interpretaciones de terceros. Esto sugiere una tarea tediosa pero existen best sellers que han hecho la tarea por los profesores de Economía. Tenemos el libro de Robert Heilbroner, Teachings from the Worldly Philospohy, cuyo objetivo es asegurarse de que el estudiante entienda las obras de Smith, Ricardo, Malthus, Marx, Mill, Keynes, Jevons, Menger y Walras, entre otros, de forma directa con fragmentos de la obra de estos autores. Eso le brinda al estudiante la posiblidad de leer el fragmento completo, sin salirse del contexto sobre el cual el autor clásico lo escribió. Esto le da vida a la clase, porque los estudiantes debaten asumiendo sus posiciones y las contrastan con la excesiva información parcial que reciben en los textos de Introducción a la economía, como el de Mankiw.

El objetivo de este ejercicio es que los estudiantes no reduzcan los clásicos a un vago concepto: Smith a la mano invisible, o Marx a la revolución. Otro detalle importante cuando se enseña pensamiento económico, respetando la evolución histórica del pensamiento económico, es que se hace necesario dar cuenta de la obra completa de los autores. No es adecuado decirles a los estudiante que Smith solo escribió la Riqueza de las naciones, o que este fue su libro más importante. Particularmente, porque Smith afirmó que su obra se complementaba en sus diferentes libros. Leer la Riqueza de las naciones sin conocer la Teoría de los sentimientos morales, cercena la obra de Smith. Esto tiene mucho sentido; la ciencia no se construye de la noche a la mañana, ni de golpe. Igual sucede con J.M. Keynes, pues medio se lee la Teoría general, si acaso, pero se ignora el Tratado del dinero. Desafortunadamente, el paradigma dominante ignora todo esto e insiste en que todo lo que dijo Smith ya está incluido en la teoría moderna. Lo que se llama el enfoque acumulativo, como Alessandro Roncaglia lo denunciara. En algunos programas de Economía de Estados Unidos se han suprimido los cursos de Historia económica y Pensamiento económico. No quiero imaginarme qué habría pasado en el mundo si estos colegas hubiesen enfrentado la crisis del 2008, ignorando las lecciones de la Gran Depresión. Tal vez hubiesen seguido el consejo de los austríacos fanáticos que recomendaron dejar quebrar el sistema bancario para que aprendiera y se ajustara.

Similarmente, resulta importante entender el contexto histórico de estos autores para comprender de forma extensa por qué pensaron y concluyeron de la forma en que lo hicieron. Smith escribió lo que escribió porque no fue ajeno a la evolución de la manufactura en el Reino Unido. Ricardo tuvo que vivir las consecuencias de un mayor desarrollo industrial y los retos de la acumulación frentre a la renta agraria. Marx fue un diletante porque le tocó vivir en un entorno en el que su madre fue una de las primeras activistas por los derechos de las mujeres. Además, su padre fue un abogado dedicado a la causa de los sindicatos que en aquel entonces eran azotados por la injusticia. Muchos de estos autores gastan valiosas páginas dejándonos saber en el mundo en el que les tocó vivir. Los estudiantes merecen esa parte de la historia, sin duda.

Con respecto a Historia Económica Mundial, o Historia Económica General como también se le llama, lo más importante es que el estudiante entienda que la Economía no nace como disciplina solo de la noción moderna del mercado. Me refiero a la curva de demanda y la curva de oferta, donde se han abandonado las discusiones sobre las diversas teorías del valor, y se ha confundido el precio con el valor. La institución del mercado no existió sino hasta los tiempos del capitalismo mercantil en su fase de transición hacia el capitalismo industrial. La historia económica mundial suele contarse, bajo la ortodoxia, como una explicación regular de las fuerzas del mercado en todo tiempo histórico. Ello es un atentado contra la historia. Se eterniza el homus economicus y el mercado, con propósitos obvios.

No siempre tuvimos mercados, y no siempre fuimos capitalistas. Y seguramente el capitalismo evolucionará hacia algo que tendrá que ser mejor. ¿Por qué? Porque la historia económica mundial ha probado que transitamos de sociedades comunales, esclavistas, feudalistas, hacia la capitalista. Un sistema reemplazó al otro, no solo porque fue un acto deliberado de cambio. Las circunstancias en las estructuras sociales de acumulación obligan a la raza humana a replantear su estado actual. Por ejemplo, la base de acumulación se amplió tanto en la sociedad comunal que fue posible generar excedentes económicos que permitían contratar "especialistas", tales como sacerdotes y guerreros. Con ello, la ideología del comportamiento colectivo de la sociedad comunal perdió vigor y transitamos una concepción más predadora, más basada en la conquista y el saqueo. Ello hace posible hacerse a mano de obra gratis, esclava, que hará el placer del amo.

Eventualmente, la base de acumulación material del esclavismo no generó excedentes suficientes como para aprehender nuevas formas de hacer las cosas, es decir, tecnologías tanto sociales como mecánicas. El hombre y la mujer buscan soluciones porque la supervivencia se pone en riesgo. El esclavismo debía reemplazarse dado que no había excedentes de alimentos, vestidos, y la tierra perdía productividad. El ajuste institucional entra en forma y lleva al amo a convertirse en señor feudal y a conceder una parte ínfima de la tierra al siervo, antes esclavo. Así compraba su lealtad y garantizaba la salvación divina bajo los preceptos de la ética cristiana paternalista. Podríamos seguir, pero lo que queremos demostrar es que la historia sigue un hilo evolucio-nario y así se debe enseñar. No podemos seleccionar fechas y países que corresponden a un sistema económico en particular, sin explicar de dónde se viene. En fin, la enseñanza del pensamiento económico se debe colocar en su debido contexto, al igual que la visión de la historia económica no puede ser solo desde el mundo anglosajón. En fin, como decía Veblen, la ciencia económica debe recuperar su camino evolucionario y dejar de ser una disciplina taxonómica (Veblen, 1898).

6. CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS

A pesar de la Gran Recesión del 2008, lo que se observa en los programas de Economía es el mantenimiento del paradigma Neoclásico con todas sus actualizaciones y desarrollos de frontera. Las razones de ese proceso tienen que ver con las estructuras de poder vigentes, ligadas al predominio de los managers financieros del capitalismo global, como lo calificaba Minsky, y a fenómenos de inercia y dependencia en el sendero dificiles de cambiar, que mantiene a los economistas en su cueva de Platón sin atreverse a dejar su autismo. Los demás enfoques de la Economía Heterodoxa son simplemente ignorados, lo cual nos lleva a una profesión cada vez más encerrada en sí misma, que solo lee los principales journals dominantes, e interactúa poco con las otras disciplinas. A pesar de lo anterior, el balance de la disciplina en términos prácticos no es exitoso, como lo demuestra las turbulencias que vive hoy la economía mundial.

Ello reclama una enseñanza pluralista en los programas de Economía, lo cual se puede implementar a través de reformas curriculares sensatas. Nadie está proponiendo que se reduzca la necesidad de entrenar al economista en los modelos cuantitativos y econométricos más complejos, ni que ya no se enseñe la Teoría Neoclásica. Lo que se reclama es que debemos introducir, en forma paralela, la enseñanza de visiones alternativas, no reducidas a un estrecho curso de Pensamiento Económico, para que el estudiante vea otras opciones de interpretación de la Economía y otras posiblidades de formulación de politicas económicas diferentes, aun dentro de las reglas de juego del actual sistema, y sin que ello excluya el derecho a soñar en otras sociedades. Tampoco se pretende imponer una visión única alternativa. Cada Departamento tomará sus decisiones de acuerdo con su historia y sus preferencias académicas. Pero desconocer la formación variada que una Economía pluralista supone, le traerá más problemas a nuestras sociedades en la ejecución de sus políticas públicas.

La agenda de una Microeconomía y Macroeconomia heterodoxas se podría iniciar con seminarios en los semestres medios o superiores, y dejando claro con los profesores de Introducción a la economía que la disciplina no se reduce a lo que dice Mankiw o Parkin. En mi caso, en los cursos introductorios utilizo libros alternativos de ese tipo, combinados con los tradicionales, los cuales los estudiantes deben leer y responder en talleres y exámenes. Sin embargo, cuando sufren el lavado cerebral de la Micro y la Macro neoclásica, no tienen más oportunidades de escuchar cosas distintas, llegando a sus trabajos de investigación completamente encasillados. Este lecho de Procusto a veces se rompe en la formación avanzada, cuando el estudiante escoge programas en Departamentos de Economía que no son tan dogmáticos, ya sea en Europa o Estados Unidos, aunque no es fácil muchas veces.

En el caso de Colombia, urge una política industrial ante el agotamiento del modelo de dejarle todo al mercado y al libre comercio. Debe también revisar sus políticas asistencialistas mediocres y refoca-lizar esfuerzos con otras visiones. Urge resolver la problemática agraria y el tremendo drama de la precariedad laboral y la informalidad. Hay que empezar a cuestionar los dogmas dominantes de estas dos últimas dos décadas y explorar otros caminos, precisamente en la época de una gran revolución tecnológica y de información, que nos llevará a lo que Paul Mason llama la "sociedad post capitalista". Y precisamente, en la coyuntura concreta de nuestro país, en la que estamos empeñados en lograr que el postconflicto abra caminos alternativos de construcción pluralista, el aporte de la Economía es sustancial. Con el arsenal autístico de hoy no vamos a ninguna parte.


1Aunque ha existido una extensa polémica acerca de estos enfoques en la filosofía de las ciencias, considero que ofrecen aproximadamente una versión sensata de cómo evoluciona el pensamiento científico.

2Ver http://www.britac.ac.uk/events/archive/forum-economy.cfm. Recuperado el 10 de agosto de 2015. La crisis del 2008 en realidad sí había sido prevista, por economistas fuera del establecimiento ortodoxo (Hodgson, 2009)

3 Un buen resumen de este proceso se puede ver en lo que se llamó el Movimiento de la Economía Post-Autística, http://www.paecon.net/HistoryPAE.htm. (11 de agosto de 2015).

4 Ver http://harvardpolitics.com/harvard/an-open-letter-to-greg-mankiw/ (12 de agosto de 2015)

5Ver http://www.rethinkeconomics.org/blog/news/ (13 de agosto de 2015).

6Hay que reconocer los esfuerzos pluralistas de algunos docentes que sobreviven en la Universidad Nacional y algunas universidades privadas de Bogotá, pero son más bien la excepción.

7 Ver Maya (2014) y algunos artículos de la Revista Cuadernos de Economía de la Universidad Nacional de Bogotá, aunque se observa poco debate.

8 La reflexión parece fue tomada de la frase de Max Planck en una entrevista donde señala que las ciencias avanzan un funeral a la vez.

9Debe aclararse que la crítica a la teoría neoclásica aquí defendida, no se basa solo en su incapacidad de responder a la crisis del 2008, o a sus problemas metodológicos y exagerado uso de las técnicas cuantitativas, sino a sus deficiencias teóricas que agotaron el uso de la Teoría del Equilibrio General por el fracaso de sus teoremas esenciales, a pesar de su elegancia y de suministrar un lenguaje común a los economistas, lo cual su vez los ha encasillado en los parámetros mentales del paradigma dominante, impidiéndoles incluso hacerse ciertas preguntas. Aquí solo se hizo una descripción histórica de una secuencia, pero no se pretende establecer factores de causalidad. Agradezco los comentarios de un par anónimo, pues podía dar la impresión de buscar causas "externas" al fracaso del paradigma neoclásico.

10 Esto lleva a una rigidez sicológica en la construcción del conocimiento. Ver Siemsen (2015).

11 La situación es tan difícil para los autores heterodoxos, que se han escrito estrategias de citación y publicación para mejorar la posición en dichos rankings (Kapeller, 2010).

12No interesa si la racionalidad es absoluta o limitada, de todas maneras el agente calcula y decide con base en ello.

13En esta sección se inicia con el tema de Microeconomía y luego con el de Macroeconomía, solo por razones prácticas de la organización de la enseñanza de la economía actual, y no porque se crea en un supuesto divorcio entre la Micro y la Macro. Tanto la teoría neoclásica como las teorías heterodoxas, no defienden tal divorcio pues hay claridad de que se trata de un solo cuerpo teórico.

14Sería interesante realizar una encuesta entre los estudiantes de Economía hoy para saber cuántos saben de la famosa Controversia del capital, donde Joan Robinson derrotó a Paul Samuelson en un famoso debate. A pesar de ello, la función de producción se sigue enseñando sin reservas.

15Aunque ya existe una amplia bibliografía en inglés de libros de Introducción a la Economía, Micro y Macro, con enfoques heterodoxos al alcance de estudiantes de pregrado y postgrado, hay que reconocer que en español hay que hacer un esfuerzo editorial de traducción de dichas obras.

16 A este respecto, es interesante cómo este enfoque ortodoxo se ha impuesto sin mayor discusión y se le rinde una pleitesía ceremonial impresionante, sin mirar la imposibilidad que dicha banca central sea "independiente"; prácticamente se ha convertido ya en una ideología (Parada & Albor, 2011).

17 Aquí me refiero a los modelos de dinámica de sistemas, y no a los modelos dinámicos recursivos de la macro neoclásica moderna.

18Debo señalar que en mi práctica profesoral he diseñado cursos de desarrollo a nivel de pregrado que incluyen todos estos temas, lo cual indica que se puede hacer, si se tiene la voluntad política de realizarlo.

19Aquí agradezco la valiosa colaboración del profesor William Baca Mejía, PhD., del Departamento de Economía de Uninorte, quien ya ha acumulado un año de docencia práctica exitosa con este nuevo enfoque.


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