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Revista Colombiana de Cirugía

Print version ISSN 2011-7582On-line version ISSN 2619-6107

rev. colomb. cir. vol.27 no.2 Bogotá Apr./June 2012

 

Nomenclatura de las venas de los miembros inferiores y términos en flebología: los consensos internacionales

Nomenclature of the inferior limbs veins and terms used in phlebology: the international consensus

Carlos Gómez1,3, Héctor Jiménez1, Jorge Hernando Ulloa1,2

1 Clínica de Venas de Colombia, Bogotá, D.C., Colombia
2 Médico, cirujano vascular, Universidad El Bosque, Bogotá, D.C., Colombia
3 Médico, residente de Cirugía Vascular y Angiología, Universidad El Bosque, Bogotá, D.C., Colombia

Correspondencia: Carlos Gómez, MD Correos electrónicos: carlosgomezvera@yahoo.es; cirugiavascular@yahoo.com Bogotá, D.C., Colombia

Fecha de recibido: 13 de febrero de 2012. Fecha de aprobación: 31 de marzo de 2012.


Resumen

La flebología, área del conocimiento de la patología vascular, ha sometido a revisión la nómina anatómica durante el último decenio. El desarrollo de los métodos de diagnóstico -particularmente, la ultrasonografía dúplex- ha permitido comprender de manera más clara la compleja anatomía venosa, más allá de la idea perpetuada durante siglos del sistema venoso como espejo del sistema arterial.

Se presenta en este artículo una revisión de los consensos internacionales que han permitido desarrollar una terminología común, anatómica y fisiológica, requisito fundamental para el desarrollo del conocimiento al permitir comparar las historias clínicas y los trabajos de investigación.

Palabras clave: venas; extremidad inferior; anatomía; terminología.


Abstract

Vascular Surgery societies have reviewed venous anatomical terms during the last decade, because with the advent of duplex ultrasound the understanding of both the anatomical and the physiological concepts need to be rewritten.

Instead of being just mirror images of the arterial system, veins are complex, highly variable vessels.

We present a comprehensive review of the different international consensus that should be learned in medical school, as well as in graduate programs and postgraduate courses for a better understanding at international settings.

Key words: veins; lower extremity; anatomy; terminology.


Introducción

En toda ciencia, el uso de un lenguaje común constituye un paso fundamental para que cualquier disciplina permita la comparación, el intercambio adecuado de conocimientos y la reproducción de los hallazgos y resultados.

La descripción del sistema arterial y su nómina fue precisada desde el siglo XVIII, merced a lo constante de la distribución de los vasos. Desde un principio, se consideró al sistema venoso como una imagen especular del primero, duplicado en ciertos segmentos y aunado a unas venas superficiales de distribución más o menos constante. Sin embargo, fue con el advenimiento de los métodos de diagnóstico ultrasonográfico que se ha podido entender la complejidad del sistema venoso, su amplia variabilidad y la presencia de conexiones entre las venas superficiales y las profundas, lo cual ha llevado a la necesidad de hacer una nómina anatómica que unifique criterios y evite confusiones que potencialmente puedan conducir a errores en la práctica médica 1,2.

Esta necesidad se materializó en las reuniones previas al XIV Congreso Mundial de la Unión Internacional de Flebología, celebrado en Roma en septiembre de 2001, donde se generó un documento de consenso 3, con la participación de sociedades como la International Federation of Associations of Anatomosists (IFAA) y el Federative International Committee on Anatomical Terminology (FICAT). Este documento fue revisado unos tres años después, y refinado en sus aspectos clínicos 4. Los avances en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades venosas han permitido puntualizar la nueva terminología 5. El acuerdo anatómico llevó a la necesidad de unificar otros términos fisiológicos y clínicos, y progresivamente aparecieron documentos en esta línea 6. En 2009, se reunieron los American Venous Forum (AVF) y European Venous Forum (EVF), con el American College of Phlebology (ACP) y presentaron el VEIN-TERM, documento que agrupa y hace consenso sobre los términos semiológicos y fisiopatológicos de la enfermedad venosa 3. En dos artículos recientes se hace hincapié en la necesidad de un lenguaje común en la práctica clínica; el primero registra la nueva nomenclatura para el sistema venoso superficial de los miembros inferiores 7, y el segundo, un documento de consenso de la Unión Internacional de Flebología, sienta las bases para un currículo de entrenamiento y el reconocimiento de la flebología como una subespecialidad médica bien delimitada como ya ocurre en algunos países de Europa 8.

Algunos términos, al ser traducidos del inglés al castellano, ofrecen alguna ambigüedad que puede generar dificultades en la descripción e interpretación de los hallazgos, que puede incluso conducir a errores terapéuticos. El propósito de esta publicación es resolver estas inconsistencias producto de la traducción, unificar términos en castellano, y abolir el uso de los epónimos. Se unifican algunos términos que son redundantes y se presenta una nómina ajustada a los objetivos de los consensos con aplicabilidad de terminología clínica y fisiopatológica, para que hablemos un mismo lenguaje y podamos actuar acorde con las tendencias del mundo en flebología.

Definiciones

Los miembros inferiores están divididos en dos compartimentos, uno superficial, o epifascial, y uno profundo, o subfascial, siendo la fascia el envoltorio muscular que presenta una diátesis por donde discurren la safena mayor y la safena menor y que se conoce con el nombre de fascia safena 2.

A su vez, las venas de los miembros inferiores se dividen acorde con esta fascia, en superficiales si están por encima, profundas si están por debajo, o perforantes, si la atraviesan (figura 1).


Venas superficiales

Comprendidas entre la fascia muscular y la dermis, son las que probablemente a lo largo de la historia han recibido la mayor diversidad de denominaciones y profusión de epónimos 2.

Las venas safenas, etimologicamente-palabra griega que significa claro, manifiesto. han sido llamadas de distintas maneras. La vena safena que se origina premaleolar interna y discurre por la cara medial de la pierna y muslo hasta la ingle, ha sido nombrada vena safena larga o vena safena magna. Su denominacion mas ajustada es la de vena safena mayor. Discurre en el denominado compartimento safeno que es claramente identificable en el estudio ecografico (figura 2).


De manera análoga, debe llamarse vena safena menor a la que discurre en el compartimento safeno en la cara posterior de la pierna hasta la región poplítea, y deben omitirse los nombres de safena parva y safena corta. Deben usarse los términos de venas safenas accesorias para describir los vasos que discurren paralelos tanto a la vena safena mayor como a la menor, y superficiales al compartimento safeno. El epónimo de vena de Leonardo es remplazado por el de vena accesoria posterior de la safena mayor, y la llamada vena de Giacomini debe entenderse como la extensión craneal de la vena safena menor que, de manera directa o a través de la vena circunfleja posterior del muslo, establece comunicación entre las venas safenas mayor y menor -venas intersafenas- 2,8.





Venas profundas

Discurren paralelas a los vasos arteriales y por debajo de la fascia muscular. La denominación de las venas femorales tradicionalmente se había equiparado a la nómina arterial, pero el término de vena femoral superficial se prestaba a equívocos por el error de vincularla con el sistema venoso superficial, con desastrosas consecuencias terapéuticas; de ahí que se haya abolido el término de femoral superficial y se denomine al vaso que discurre paralelo a la arteria femoral superficial como vena femoral; se conserva la nomenclatura de vena femoral común y de vena femoral profunda.

El examen ecográfico de las venas de los miembros inferiores ha permitido reconocer la frecuente duplicidad de la vena poplítea, considerada previamente como una vena única; de ahí que se acuñe la denominación de venas poplíteas.

Las venas del sóleo y venas gemelares constituyen, en realidad, lagos colectores venosos más que vasos tubulares, inmersos en la masa muscular posterior de la pierna, con una importante función durante la sístole muscular. Se propone simplificar su denominación agrupándolas bajo la nomenclatura de venas musculares 2.

Las venas tibiales y fibulares o peroneas constantemente se hallan duplicadas y eventualmente hay triplicidad de estos vasos; son de particular relevancia clínica las venas tibiales posteriores.

Venas perforantes

Las venas perforantes son numerosas, y variables en tamaño y distribución. En la práctica clínica han sido denominadas con epónimos. Para su nomenclatura, se han agrupado con base en su topografía, utilizando términos que describen su localización, de manera que su nomenclatura debe contener referentes anatómicos a la manera de coordenadas que permitan su ubicación precisa.



Se deben identificar las líneas anatómicas sobre las cuales aparecen las venas perforantes, por ejemplo, la línea de Linton, y medir la distancia en centímetros desde el talón hacia proximal el tronco o bien desde el borde del cóndilo femoral medial hacia el extremo distal. Se procede de manera análoga a denominar las venas perforantes del muslo con medidas y ubicación precisa 2, 6.

Términos clínicos

La enfermedad venosa y la insuficiencia venosa constituyen un espectro clínico continuo, con estadios tempranos y tardíos, bien descritos por la clasificación CEAP (Clinical severity, Etiology or cause, Anatomy, Pathophysiology), según gravedad clínica, etiología, anatomía y fisiopatología. La denominación de enfermedad venosa crónica se ajusta a los estadios tempranos (C menor de 3), en tanto que la de insuficiencia venosa crónica se ajusta mejor a las alteraciones funcionales y anatómicas de los cambios avanzados del espectro (C3 o superior) 3,9.

Términos fisiológicos

Se definen los términos que unifican los conceptos de incompetencia valvular y reflujo venoso, y se reconoce la posibilidad de flujos de fuga que permiten aliviar los momentos de elevada presión del sistema venoso profundo. De aquí que los conceptos de dirección de la superficie a la profundidad de las venas perforantes, estén siendo sujeto de particular escrutinio en la actualidad y, probablemente, en un futuro próximo se deban reevaluar ciertos conceptos previos que no son sujeto de la actual revisión 3,10.

Se hace énfasis en el término fleboneogénesis en reemplazo de angiogénesis, por la precisión del primero al describir los fenómenos de neoformación de vasos venosos en contraposición con la amplitud del segundo que engloba la formación de novo de otros elementos del sistema circulatorio 6, 9.


Términos descriptivos

Se completa la presentación de estos términos en flebología con la definición de algunos procedimientos quirúrgicos invasivos y otros de manejo endoluminal de la enfermedad venosa crónica, se expone la definición de los agentes esclerosantes en espuma y se reconoce el término ENOF (Endovenous Occlusion Foam) como el que describe la técnica de tratamiento con utilización de escleroespuma bajo guía ecográfica 9,11.


El uso de un lenguaje común permitirá desarrollar de manera armónica la práctica clínica de la flebología como la subespecialidad médica que ya es en otras latitudes, e integrará a las especialidades que confluyen en el manejo interdisciplinario de los pacientes con enfermedad venosa.

La propuesta que se presenta en este artículo es un intento de establecer este lenguaje en el idioma español, objetivo que han alcanzado los consensos en la terminología anglosajona. Sin duda que el panorama rápidamente cambiante de la especialidad conducirá a revisiones de la nómina establecida, y permitirá ampliar y refinar nuestro conocimiento de las alteraciones venosas.

Referencias

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