SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.34 issue4Patient preferences in decision making in surgeryImágenes en cirugía author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Revista Colombiana de Cirugía

Print version ISSN 2011-7582On-line version ISSN 2619-6107

rev. colomb. cir. vol.34 no.4 Bogotá Oct./Dec. 2019

https://doi.org/10.30944/20117582.506 

Artículo de reflexión

Ecuanimidad en cirugía

Equanimity in surgery

José Félix Patiño Restrepoa 


Palabras clave: cirugía general; educación basada en competencias; juicio; responsabilidad; toma de decisiones

Key words: general surgery; competency-based education; judgment; responsibility; decision making

Pasados largos años de un rico ejercicio profesional y ya al final de la vida, recientemente uno de mis discípulos me preguntó: ¿cuáles son las cualidades que debe tener un cirujano?

La cirugía ha avanzado vertiginosamente en los últimos cincuenta años. La irrupción de la tecnología ha hecho posible las intervenciones mínimamente invasoras, que representan un cambio dramático, un nuevo paradigma que agotó el paradigma halstediano reinante por cerca de cien años. Pero esta nueva cirugía no es una nueva instrumentación: es realmente una nueva teoría quirúrgica 1.

Meditando sobre el interrogante de mi discípulo, me vino el recuerdo de una presentación que hice en la Universidad de Texas, San Antonio, como uno de los cinco invitados a hablar en la celebración de los 500 años del descubrimiento de América. Cité a Séneca el Joven (4 a.C. - 65 d. C) quien, en su Medea, parece presagiarlo:

“Pasados los años vendrán tiempos nuevos. Soltará el océano los lazos del orbe, y un gran continente saldrá de las olas, y Tetis la gloria verá de otros mundos. Y entonces la tierra no acabará en Tule”.

(Islandia o Escandinavia) 2

El descubrimiento de América, o, mejor, ‘el encuentro de dos mundos’, cambió drásticamente el conocimiento del mundo abriendo los más vastos horizontes.

Algo similar ha ocurrido con el advenimiento de la cirugía mínimamente invasora, una cirugía eminentemente dependiente de la tecnología, que presenta un amplio panorama para convertirla en la menos traumática y más segura modalidad de intervención terapéutica. Pero, ahora, tal vez aún más que antes, el cirujano debe poseer cualidades indeclinables. ¿Cuáles son ellas? Yo siempre las conocía o las intuía, pero son varias que, en mi mente, aparecían como una sola. ¿Cuál es ella?

Sir William Osler (1849-1919), el padre de la medicina interna moderna, hizo famoso el vocablo aequanimitas, con el cual tituló su conferencia a los graduandos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pensilvania el 1° de mayo de 1889:

“ [... ] Imperturbabilidad significa frialdad y presencia de ánimo bajo todas las circunstancias, calma en medio de la tormenta, claridad en el juicio en momentos de peligro grave, inmutabilidad y acción, o, para usar una vieja y con frecuencia mal entendida expresión, flema. Es la cualidad que más aprecia el lego, aunque con frecuencia mal interpretada; el médico que tiene el infortunio de carecer de ella, el que transmite indecisión y preocupación y que demuestra estar azorado y aturdimiento en las emergencias ordinarias, pierde rápidamente la confianza de sus pacientes [... ]”.

“ [... ]; Imperturbability means coolness and presence of mind under all circumstances, calmness amid storm, clearness of judgment in moments of grave peril, immobility, impassiveness, or, to use an old and expressive word, phlegm. It is the quality which is most appreciated by the laity though often misunderstood by them; and the physician who has the misfortune to be without it, who betrays indecision and worry, and who shows that he is flustered and flurried in ordinary emergencies, loses rapidly the confidence of his patients [... ]” 3.

En su discurso a los graduandos, Osler se refería al penúltimo de los cinco ‘emperadores buenos’ del Imperio Romano, Antonino Pío (86-161 d.C.) quien, cuando próximo a morir en Lorium, Etruria, una ciudad cercana a Roma por donde pasaba la Vía Aurelia, al preguntársele cómo definiría su vida, respondió: aequanimitas.

Fueron cinco los emperadores llamados buenos, los de la dinastía Antonina. Durante casi cien años, entre el final del siglo primero y los finales del siglo segundo, con sus reinados el imperio romano alcanzó su máxima expansión y riqueza: Nerva (reinó del 96 al 98 d. C.), Trajano (reinó del 98 al 117 d. C.), Adriano (reinó del 117 al 138 d. C.), Antonino Pio (reinó del 138 al 161 d. C.) y Marco Aurelio (reinó del 161 al 180 d. C.).

Dijo Osler: “En primer lugar, en el internista o en el cirujano ninguna cualidad es de tanta importancia como la imperturbabilidad” (“In the first place, in the physician or surgeon no quality takes rank with imperturbability”).

Diferente es el significado en inglés y en español del término ecuanimidad, que se deriva del latín aequanimĭtas, -ātis,que significa ‘imparcialidadʼ. En inglés, ‘equanimity’ significa “The quality of being calm and even-tempered, composure, impertubability” (La cualidad de ser calmado y de buen temperamento, compostura, imperturbabilidad). Pero, en español, según el Diccionario de la Real Academia Española, ‘ecuanimidad’ es: “1. Igualdad y constancia de ánimo. 2. Imparcialidad de juicio”.

Imperturbabilidad, constancia de ánimo e imparcialidad del juicio se aplican plenamente al ejercicio de la cirugía.

En efecto, es durante una operación quirúrgica compleja y de alto riesgo, cuando se presentan situaciones inesperadas que ponen en grave riesgo la vida del paciente; actuando con calma, constancia de ánimo e imperturbabilidad es como el cirujano puede controlarlas y culminar con buen resultado la intervención.

Situaciones agudas son frecuentes en la práctica quirúrgica. El trauma mayor, el shock, la sepsis y la insuficiencia orgánica constituyen el diario acontecer en la vida del cirujano. Aquí, la cualidad de ser calmado, la constancia de ánimo y la imperturbabilidad determinan el buen juicio y la correcta toma de decisiones.

El cirujano M. Gómez-Durán, hablando ya hace unos decenios ante la Real Academia Nacional de Medicina de España con el título de “Ciencia, experiencia y conciencia del cirujano”, se refirió a la ecuanimidad en cirugía:

“ [... ] La verdad es que nuestro quehacer está sometido a la acción de imponderables que no siempre podemos contrarrestar... En definitiva, los tres postulados que consideramos integran la personalidad del cirujano son ciencia, experiencia y conciencia… la satisfacción que produce el ataque directo a la enfermedad, que permite la solución y acaso la cura definitiva del proceso... la cirugía engendra y exige ecuanimidad en momentos difíciles y decisivos. Es bien sabido que los cirujanos tienen que afrontar situaciones que llevan la ecuanimidad a su límite más extremo... Cada una de estas situaciones, tan diversas y comprometidas, exigen una gran ecuanimidad, serenidad y autocontrol, que permita una decisión inmediata y acertada de acuerdo a cada emergencia ... El coraje y la presencia de ánimo son necesarios a menudo para mantener la ecuanimidad para tomar decisiones en casos graves. Es la virtud que permite al cirujano asumir la responsabilidad de ayudar a un enfermo grave, cualquiera que sea el riesgo ... La responsabilidad de un cirujano de conciencia alcanza su más alto grado, y nos obliga a una seria reflexión, necesaria para llegar a una gran ecuanimidad, tanto para acometer una intervención arriesgada, como para detenernos y reducir nuestra actuación a los límites que impone la propia honestidad quirúrgica [... ]” 4.

Son muchos los que a través de la historia han definido las cualidades que debe tener un buen cirujano. Rodríguez Fernández, del Hospital Provincial Docente «Saturnino Lora» de Santiago de Cuba, ha escrito un ensayo a la luz de la nueva cirugía tan dependiente de la tecnología:

“ [... ] La cirugía videoendoscópica ha cambiado la forma de operar en todas las especialidades quirúrgicas. La digitalización forma parte del mundo del cirujano, el cual para operar se guía por una imagen en un monitor; esto es realmente un órgano físico convertido en un órgano digital; ya no actúa directamente con sus manos sobre los órganos de los enfermos, sino que lo hace por medio del instrumental especialmente diseñado para realizar el procedimiento quirúrgico, a través de la imagen visual de éstos proyectada en un monitor ... Las cualidades deseadas en cualquier residente, pero, en especial, en el de cirugía deben ser: destreza, capacidad de decisión, buena pericia técnica, y habilidad para trabajar en equipo y resolver problemas. Los valores se relacionan siempre con las buenas relaciones humanas, centradas en la sencillez y la bondad. Se describen, además: honradez, honestidad, valentía, responsabilidad, solidaridad, laboriosidad, humanismo, patriotismo, internacionalismo, disciplina social, principios éticos que consagran lo que ha dado en llamarse la honorabilidad del cirujano... Las tecnologías no significan la deshumanización del cirujano; implican el desarrollo de nuevas habilidades para tratar mejor a los pacientes, pero la aplicación de la cirugía tradicional se impone cuando estas nuevas modalidades fallan. Los principios éticos que han definido siempre los valores del cirujano son laboriosidad, dedicación a los pacientes, deseo permanente de progreso científico, serenidad, estabilidad emocional y desinterés [... ]” 5.

Tales cualidades, y las que mencionan muchos autores, se podrían cobijar bajo el término aequanimitas -ecuanimidad-, tomando sus acepciones del inglés y del español para significar serenidad, templanza y constancia de ánimo, firmeza en la toma de decisiones, pero con imparcialidad del juicio, manteniendo una actitud equilibrada y constante más allá de las circunstancias, sean positivas o negativas.

Antonino Pío, el viejo buen emperador romano, calificó su vida como la práctica de la ecuanimidad, y Osler hizo famoso el término al aplicarlo al ejercicio de la medicina. Pero, ciertamente, donde mejor se aplica es en el ejercicio de la cirugía.

En el cirujano, las características de la ecuanimidad, tanto en su significado en el idioma inglés (el de Osler) como en español, son las que deben marcar su ejercicio profesional.

Así traté de responder a mi discípulo.

Referencias

1. Patiño Restrepo JF. La cirugía mínimamente invasora: una nueva teoría quirúrgica. En: Cervantes J, Patiño JF, editores. Cirugía laparoscópica y toracoscópica. México: McGraw-Hill Interamericana; 1997. [ Links ]

2. Séneca. Medea. Madrid: Biblioteca Virtual Universal. Disponible en: https://www.yumpu.com/es/document/.../seneca-medea-biblioteca-virtual-universal/20Links ]

3. Osler W. Aequanimitas. Philadelphia: P. Blakiston's Son & Co.; 1904. [ Links ]

4. Gómez-Durán M. Ciencia, experiencia y conciencia del cirujano. Madrid: Real Academia Nacional de Medicina; 1974. Disponible en: https://books.google.com.co/books?id=0ZmnN4g0lQECLinks ]

5. Rodríguez Fernández Z. Cualidades necesarias en el cirujano. Revista Cuba de Cirugía. 2010;49(3). Disponible en: scielo.sld.cu/pdf/cir/v49n3/cir14310.pdfLinks ]

Citar: Patiño JF. Ecuanimidad en cirugía. Rev Colomb Cir. 2019;34:320-2. https://doi.org/10.30944/20117582.506.

Recibido: 11 de Agosto de 2019; Aprobado: 12 de Agosto de 2019

aCorrespondencia: José Félix Patiño Restrepo, MD, FACS (Hon), MACC (Hon). Correo electrónico: jfpatiño@gmail.com

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons