Introducción
El cáncer gástrico (CG), es una entidad multifactorial 1 en la que intervienen diversas causas tanto individuales como ambientales, representadas fundamentalmente por el excesivo consumo de sal, tabaquismo, menor ingestión de verduras y frutas, y el factor principal, la presencia de infección por Helicobacter pylori2. Actualmente hay suficiente evidencia de que por lo menos el 90 % de los CG de tipo intestinal, están etiológicamente relacionados con H. pylori y que la erradicación de este microorganismo disminuye el riesgo de CG 3,4.
En el estadio I del CG, cerca del 60 % de los pacientes pueden ser asintomáticos, mientras que en los estadios II y III el 26 % y el 21 % también pueden serlo. Incluso el 10 % de los pacientes con estadio IV pueden presentarse sin síntomas, limitando el diagnóstico y una atención adecuada 5.
En Asia, Europa Oriental, Sur América y América Central, se encuentran los países con mayor incidencia de CG en el mundo. Japón, es uno de los países donde más casos se presentan, pero también en el que se realiza una tamización masiva, En Colombia, donde no hay medidas de tamización obligatorias, es el tercer cáncer más frecuente y el primero en mortalidad. La menor incidencia de CG se observa en África, América del Norte y el Norte de Europa 6-8.
La tamización del CG en zonas de alta prevalencia, ha favorecido en gran medida al diagnóstico y el tratamiento temprano, mostrando una reducción significativa en la mortalidad asociada a este 6. En Colombia, en términos generales la endoscopia está propuesta como el método de tamización en pacientes mayores de 35 años con síntomas de dispepsia y en mayores de 40 años con factores de alto riesgo, con el fin de establecer una frecuencia de seguimiento endoscópico. La demora en la realización de la endoscopia incrementa el riesgo de no detectar a tiempo lesiones premalignas y cáncer potencialmente prevenible 7.
Los objetivos de nuestro estudio fueron: describir el número de pacientes mayores de 40 años con endoscopia de primera vez y evaluar la presencia de lesiones premalignas y malignas del estómago en pacientes sin tamización.
Métodos
Se realizó un estudio retrospectivo observacional con muestreo no probabilístico por conveniencia, a pacientes sintomáticos y asintomáticos de la ciudad de Pereira, mayores de 18 años, a quienes se les realizó una endoscopia de vías digestivas altas en un centro de endoscopia, entre julio de 2018 y febrero de 2019. Se excluyeron pacientes menores de 18 años y pacientes con información incompleta en su historia clínica.
Se consideraron los datos sociodemográficos, la presencia de Helicobacter pylori y la identificación de lesiones premalignas y malignas del estómago.
A través del departamento de estadística de la institución, se identificaron 334 pacientes, se recolectó la información de las historias clínicas, informes de endoscopia y de patología mediante el sistema digital institucional y se documentó la información obtenida en una base de datos en Microsoft Excel. Las variables se evaluaron mediante medias aritméticas y porcentajes.
Resultados
De los 334 pacientes en quienes se realizó una endoscopia digestiva alta, cincuenta y tres pacientes (68 %) fueron mujeres y 25 pacientes (32 %) fueron hombres, con un rango de edad entre 42 y 83 años, con un promedio de 61,5 años.
La endoscopia se realizó por primera vez en 78 pacientes mayores de 40 años (23,6 %), de los cuales el 44 % tenía la presencia de Helicobacter pylori, en el 25,4 % de los pacientes se encontró atrofia gástrica, en 23,1 % metaplasia, ningún paciente presentó displasia y en 1,3 % de los pacientes (un paciente) se identificó un adenocarcinoma gástrico (tabla 1); como hallazgo adicional, el 2,6 % presentó lesiones premalignas o malignas del esófago: un paciente con esófago de Barrett sin displasia (1,3 %) y uno con diagnóstico de carcinoma escamocelular de esófago (1,3 %).
Discusión
Los resultados de nuestro estudio muestran que, cerca del 25 % de los pacientes a quienes se les realizó endoscopia en nuestra institución, y por primera vez en la vida, eran mayores de 40 años, con un promedio de edad de 60 años y con un rango entre los 42 y 83 años. De estos pacientes aproximadamente la mitad presentaban Helicobacter pylori, alrededor de un 25 % presentaron atrofia y metaplasia, y solo un paciente presentó cáncer gástrico. Adicionalmente se encontró un paciente con carcinoma escamocelular del esófago.
En Colombia, según GLOBOCAN 2018, fueron detectados 7419 Casos nuevos de CG (7,3 % del total de la patología neoplásica) y 5505 muertes debidas a esta enfermedad, representado la primer causa de muerte por cáncer en Colombia 8, lo que demuestra la importancia de realizar tamización como medida preventiva y con el fin de lograr la detección temprana del cáncer.
El cáncer gástrico es la principal causa de muerte por cáncer en nuestro país, donde frecuentemente se realizan diagnósticos tardíos, es decir en estadios avanzados. la endoscopia en pacientes mayores de 35 años con síntomas de dispepsia y en pacientes mayores de 40 años asintomáticos, permite la detección temprana de lesiones premalignas y malignas, estableciendo además la frecuencia del seguimiento endoscópico.
La realización de la primera endoscopia a mayor edad del paciente, impide la detección temprana de lesiones premalignas o de cáncer potencialmente prevenible 6. Nuestros resultados muestran que el retraso en la realización de una endoscopia de primera vez, se encuentra en alrededor de 21,5 años, identificando en estos pacientes H. Pylori en un 44 %, con un incremento del riesgo de cáncer de 5,2 a 18,2 veces dependiendo de su virulencia, según los hallazgos reportados por Holleczek, et al.,7. Al comparar estos datos con los hallazgos de Lahner y colaboradores, donde se realizaron endoscopias a 979 pacientes entre 50 y 65 años con síntomas de dispepsia, la presencia de H. pylori fue mayor en nuestro estudio (44 % vs. 34 %), debido probablemente a la alta incidencia esta infección en nuestro país 9. Sorpresivamente, este estudio reportó un número mayor de pacientes con atrofia gástrica (32,9 % vs. 25,4 %) con un riesgo de progresión a cáncer gástrico de 0,8 % según los hallazgos descritos por Den Hoed, et al., pero con presencia de metaplasia en porcentajes similares (22,9 % vs 23,1 %) con un riesgo de progresión a cáncer mayor que el de la presencia de atrofia gástrica (1,8 %) 10.
Aunque en este estudio no se encontraron pacientes con displasia, estos pacientes presentan un riesgo de progresión a cáncer que varía de un 4 % a un 33 % considerando que el 25 % de los pacientes con displasias de alto grado pueden progresar a adenocarcinoma en alrededor de 1 año ". Nuestros resultados mostraron la presencia de cáncer gástrico en un paciente de 61 años, en quien consideramos que, una endoscopia de tamización a los 40 años con una erradicación adecuada de H. pylori o la detección y seguimiento de lesiones premalignas, hubiera modificado el desenlace de este paciente.
Conclusiones
El presente estudio tiene limitaciones, como el pequeño tamaño de la muestra, pero los resultados indican que, en un número considerable de pacientes, la tamización para cáncer gástrico no se realiza oportunamente, por lo que se recomienda una mayor adherencia a las guías de práctica clínica para lograr la erradicación del H. pylori y la detección temprana de lesiones gástricas premalignas y malignas.