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Historia y MEMORIA

Print version ISSN 2027-5137

Hist.mem.  no.20 Tunja Jan./June 2020  Epub Dec 30, 2019

https://doi.org/10.19053/20275137.n20.2020.9866 

Reseñas y Debates

Ferrero Blanco, María Dolores. De un lado y del otro. Mujeres contras y sandinistas en la Revolución Nicaragüense (1979-1990). Granada: Editorial Comares, S.L., 2018.

Juan Carlos Jurado Jurado1  1
http://orcid.org/0000-0003-1665-0553

1Universidad Eafit- Colombia

Ferrero Blanco, María Dolores. De un lado y del otro. Mujeres contras y sandinistas en la Revolución Nicaragüense (1979-1990).. 2018. Editorial Comares, S.L., Granada: 396p.


El libro objeto de esta reseña, escrito por la historiadora española María Dolores Ferrero Blanco, tiene por objeto los testimonios de las mujeres partícipes de la Revolución Nicaragüense, entre 1979 y 1990, una de las últimas revoluciones armadas triunfantes de América. La autora no trata estos testimonios como datos para una exposición de hechos históricos o como información subordinada a fríos análisis estructurales, sino con la plena autonomía de las narrativas que configuran las diversas memorias de la guerra. Las narraciones y relatos de las entrevistadas, de un lado las sandinistas, y del otro, las Contra, constituyen un juego de espejos en el que las miradas sobre sí y, sobre el otro, dialogan y se entretejen, y este es uno de los mayores aportes del libro. Como lo señala en su prólogo una de las estudiosas de la reciente historia de las mujeres de Nicaragua, Gema Palazón2, allí hay un contraste entre la imagen del enemigo proyectada en unos y otros testimonios, que recuperan voces durante mucho tiempo silenciadas por las declaraciones oficiales y aún por la misma revolución sandinista y por sus herederos. Los testimonios aquí recogidos contienen las ricas y dramáticas vivencias íntimas de mujeres de diversas condiciones sociales, políticas y económicas, en los ámbitos privado y doméstico, como madres, esposas, profesionales y combatientes.

De igual forma y con la mirada de perspectiva que dan los años, tanto las revolucionarias como las de la resistencia, enuncian con voz propia severas críticas a los líderes y cuadros sandinistas debido a su machismo, su corrupción, su autoritarismo patriarcal y la falta de realismo y conocimiento del mundo rural de su país, lo que explica las contradicciones y limitaciones de la Revolución Nicaragüense. Así, la investigación matiza la versión mediática y de algunos estudios, que han explicado la proliferación de los Contra a partir de factores exógenos como la ayuda de los Estados Unidos de Norteamérica con ejércitos mercenarios y de la CIA, para recordarnos que estos determinantes endógenos de la misma sociedad nicaragüense contienen las claves sobre los pírricos logros de la Revolución y la pérdida de las elecciones en los años de 1990, este es otro de los aportes originales del libro reseñado. Estas problemáticas no han sido superadas por el actual régimen dictatorial Ortega–Murillo que gobierna a Nicaragua y, por el contrario, se hicieron evidentes con la autocensura solicitada a la autora para dar a la luz pública su libro en aquel país (ampliar cita). De allí que haya debido ser publicado en España en 2018, cuando la insurrección frente a la dictadura se manifestó de nuevo a todo lo largo y ancho de esta nación con mayor amplitud social y geográfica que hace 40 años, cuando se derrocó al dictador Anastasio Somoza (fecha). Así las cosas, el texto está motivado por una postura política demoledora de la historia oficial que quiere imponer el actual régimen dictatorial, en tanto se apela a la construcción de relatos plurales e incluyentes que dan cabida a las diversas maneras de habitar y construir la nación nicaragüense. En este sentido el texto comentado no es un clásico libro de historia, pues no es un relato global, ni una construcción analítica y unitaria del pasado, sino que se constituye de memorias como reconstrucciones del pasado emotivas, selectivas, orgánicas y plurales.

Sin contar el epílogo, el texto se compone de dos partes. La primera contiene el planteamiento del problema y sus justificaciones. Acá se ofrece una mirada de conjunto a las raíces históricas de la dictadura del clan Somoza, entre 1936 y 1979, los propósitos del libro, aspectos metodológicos, y desarrollos temáticos sobre la vida cotidiana durante la Revolución Sandinista. La autora hace gala de sus conocimientos sobre el tema a partir de las investigaciones que ha desarrollado desde hace dos décadas. Explica la dictadura a partir de elementos de larga duración como los cimientos autoritarios de la colonización española, heredados por los dos partidos políticos durante el siglo XIX, y el modelo institucional, militarista e intervencionista implantado por los Estados Unidos durante la misma centuria y, en particular, durante la Guerra Fría.

Entre los fundamentos del régimen de los Somoza, la autora destaca la relación servil e interdependiente del mismo con los Estados Unidos, la dictadura revestida de instituciones que aparentaban la democracia (como la oposición legal y la Guardia Nacional), y el saqueo de los recursos públicos en función del enriquecimiento personal. La Revolución Sandinista sobrevino con la deslegitimación del régimen somocista que prohijó asesinatos de renombrados opositores, la generalizada represión a las comunidades indígenas y campesinas y los bombardeos a las ciudades sublevadas, lo que detonó la alianza opositora entre la Iglesia Católica y el empresariado, y la retirada del apoyo internacional con que contaba por parte del presidente Carter de los Estados Unidos. La etapa sandinista (1979-1990) y la Revolución misma es caracterizada a partir del programa político que integraba: una reforma agraria, la Campaña de Alfabetización, la adopción de un programa de gobierno coherente con la pluralidad de la oposición antisomocista, como la economía mixta, el multipartidismo como representación del pueblo comprometido con la derrota de la dictadura y el no alineamiento político ideológico. Sin embargo, como lo indica Ferrero Blanco, muy pronto la Revolución mostró sus limitaciones debido a la radicalización proclamada como marxista–leninista por parte de prominentes líderes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Este aspecto y el apoyo que brindara a la guerrilla salvadoreña (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional –FMLN–), el anuncio de posponer las elecciones y sus relaciones con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) indispusieron a los Estados Unidos en contra del proyecto sandinista, que en principio tenía tientes democráticos y no socialistas. Así las cosas, y como lo dijera un representante de la Resistencia en Washington, Bosco Matamoros, «Nicaragua se convirtió en la terapia que Reagan ofrecía a los conservadores más radicales de su país, para lavarse el fango de Vietnam».

Como puede verse, la primera parte del libro es muy útil para informar y ubicar a los lectores en la tan desconocida historia de Nicaragua, aun entre los latinoamericanos, de forma que este contexto permite comprender mejor las narraciones de las entrevistadas y con ellas, las complejas y diversas aristas de la vida de las mujeres durante la Revolución, y aún de la sociedad nicaragüense.

La segunda parte del libro la constituyen los testimonios de 23 mujeres entrevistadas de un lado y del otro de la Revolución, lo que le confiere una dimensión plural a partir de las diversas memorias de las mujeres. Las investigaciones previas habían privilegiado y visibilizado desde los años de 1970, solo a las mujeres revolucionarias, las guerrilleras sandinistas, de modo que el libro viene a completar el mapa testimonial de lado y lado.

En cuanto a la metodología, las entrevistas son tratadas con sumo respeto por la investigadora que ordena, recorta, complementa, añade o edita relatos que aparentemente emergen de manera «desordenada», con la finalidad de que tengan sentido. Así, las narraciones testimoniales son tratadas como narrativas íntegras, de forma que las vivencias de las mujeres constituyen una polifonía de voces que también son parte de la historia, no contada y silenciada de la Nicaragua contemporánea. Acá la reflexión teórica que ameritaría este problema señalaría que entre historia y memoria existen más que oposiciones, pues también se revelan continuidades, tensiones y hasta superposiciones relativas. Más cuando las entrevistas son acompañadas de pies de página que dan contexto, aclaran nombres de lugares y personas, y hacen precisiones históricas, sin discutir ni demeritar la verdad que asiste a las experiencias de las mujeres, y que no siempre las investigaciones históricas logran reconocer.

Los testimonios están permeados de las frustraciones, sufrimientos, y desilusiones con los logros reales de la Revolución, y constituyen las propias experiencias de las mujeres, cuya especificidad de género no se asume en abstracto o de manera ensimismada, sino en relación dialéctica con las tramas del orden social en que los hombres y la familia patriarcal han fundado su dominio y exclusión en una de las sociedades más inequitativas de América Latina. En este sentido, la autora da respuesta afirmativa a la pregunta o tesis central que anima el texto en cuanto a sí existió una manera femenina de vivir la Revolución. Ello se sustenta en el «sesgo temático» elegido hacia el ámbito menos conocido de las mujeres: el privado, constituido por sus vivencias y experiencias personales a partir de su lugar relacional de madres y esposas en el ámbito familiar.

En este sentido, Ferrero Blanco logra poner de presente las experiencias propias (en plural) y la visión específica de las mujeres, y con ello, identifica las raíces culturales que explican, en gran medida, las limitaciones y fracasos de la Revolución Sandinista, en tanto la sociedad naciente y el hombre nuevo que prometía no podían crearse sobre las profundas relaciones de desigualdad entre hombres y mujeres. Asunto que aun hoy día se niegan a reconocer los dirigentes revolucionarios de la manera más obtusa y autoritaria, con lo que ha sido claro que las relaciones entre hombres y mujeres eran un campo de batalla, y que además en la Revolución «no cabía el género».

El texto de Ferrero Blanco participa de la «dilatada ola memorialistica» manifiesta con el auge de los estudios y las políticas sobre la memoria propias de las sociedades que han sufrido desgarradoras experiencias que las han puesto al borde de su exterminio, como el holocausto judío, las masacres genocidas y los sistemas dictatoriales. De allí que se inscriba en una corriente historiográfica que ha dado reciente reconocimiento a las voces y experiencias de las mujeres nicaragüenses y aun latinoamericanas, y sobre todo a las sandinistas a partir de entrevistas, relatos y autobiografías. Pero como en este campo ha faltado conocer la contracara de la revolución, la autora se ha propuesto rescatar esta faceta oculta de tal proceso político, al incluir de manera novedosa en las entrevistas a mujeres de la resistencia revolucionaria a partir de sus motivaciones, actitudes y experiencias de vida. Este es otro de los aspectos que confiere originalidad a la investigación, pues ofrece un marco más completo e integral de las dos caras de la Revolución Nicaragüense.

Si fuera a hacerse una crítica al texto comentado, desde los clásicos parámetros a los que suelen acogerse algunas investigaciones, habría que señalar la ausencia de un apartado que hiciera explícito el enfoque teórico. Pero más que este, considero necesario actualizar la reflexión acerca de las relaciones entre historia y memoria para el caso nicaragüense, dado que los esquemas conceptuales elaborados por los estudiosos como (Maurice Halbwachs, Paul Ricoeur, Enzo Traverso, Pierre Nora, Yosef Yerushalmi, Tzvetan Todorov y Elizabeth Jelin, entre otros) no siempre dan respuesta a las especificidades de cada contexto.

En todo caso el texto reseñado, viene a cubrir un vacío de la historiografía latinoamericana y nicaragüense sobre uno de los procesos revolucionarios más convulsionados de su historia contemporánea, y a recordarnos que en América Latina la historia está constituida de profundas y diversas memorias y experiencias de mujeres de carne y hueso.

2Gema Palazón, Polémicas culturales, compromiso intelectual y revolución en Nicaragua. LÓrdinaire Latinoaméricain (Tolouse: Le Miraine, 2008), Gema Palazón, Memorias y escrituras de Nicaragua. Cultura y discurso testimonial en la Revolución Sandinista (Publibook, 2010), y Gema Palazón, Relecturas de la revolución en los testimonios post-sandinistas, eds. Joanna Wilk-Racięska, Marta Kobiela-Kwaśniewska y Jacek Lyszczyna (Katowice: Wydawnictwo Uniwersytetu Śląskiego, 2016).

1

Doctor en historia, profesor de la Universidad EAFIT –Medellín, Colombia, pertenece al grupo de investigación «Grupo de historia empresarial». Entre sus líneas de investigación se encuentran: Historia empresarial regional e historia del trabajo. Últimas 3 publicaciones: Artículo: «El papel del Estado colombiano en la conformación del sector siderúrgico de Boyacá. 1938-1980,» Historia y Memoria, n° 15 (2017):203-242. Coautoría con Patricia Carolina Barreto Bernal, DOI: https://dx.doi.org/10.19053/20275137.n15.2017.5568. Libro: Historia de la administración. Escribir las prácticas (Medellín: Instituto tecnológico metropolitano, 2017), y el Capítulo Libro: «Orígenes, fundación y primeros años de la Fábrica de Hilados y Tejidos del Hato, Fabricato.» En Prensa. jjurado@eafit.edu.co, https://orcid.org/0000-0003-1665-0553.

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