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HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local

On-line version ISSN 2145-132X

Historelo.rev.hist.reg.local vol.6 no.12 Medellín July/Dec. 2014

https://doi.org/10.15446/historelo.v6n12.42068 

http://dx.doi.org/10.15446/historelo.v6n12.42068

Palpitando la modernidad: el negocio de bienes raíces en Cali(Colombia) a partir del caso de Jorge Garcés Borrero, 1900-1944

Throb of the Modernity: the Real Estate Business in Cali (Colombia), from Case Stady of Jorge Garcés Borrero, 1900-1944

 

María Fernanda Erazo Obando*

* Licenciada en Historia por la Universidad del Valle (Colombia); socia-fundadora de la Asociación Colombiana de Historia Regional y Local; becaria del programa Jóvenes Investigadores e Innovadores de Colciencias y miembro activo de la Asociación Centro de Estudios Regionales del Suroccidente Colombiano, Región. Correo electrónico: mariafererazo@gmail.com

Recepción: 17 de febrero de 2014 - Aceptación: 7 de mayo de 2014. Páginas 125 - 170


Resumen

El objetivo del presente artículo es analizar el movimiento de compra y venta de bienes raíces en Cali (Colombia) durante la primera mitad del siglo XX. Para ello, se toma como referencia la empresa del comerciante Jorge Garcés Borrero, la cual, se enfocó principalmente en la ejecución de este tipo de negocios. Dicha empresa, a pesar de no haberse constituido legal y jurídicamente, presentó las características de una compañía como tal, generando importantes inversiones y ganancias a partir del mercado de bienes. Apoyados en fuentes notariales se explica el desarrollo de esta actividad comercial entre 1900-1944.

Palabras clave: Jorge Garcés Borrero, compra, venta, bienes raíces, comerciante y modernidad.

Abstract

The aim of this paper is to analyze the motion of buying and selling real estate in Cali (Colombia) during the first half of the twentieth century. For this, the company draws on the trader Jorge Garcés Borrero from Cali, which was primarily focused on the implementation of this type of business. This company, even though had not constituted legal and legally, presented the characteristics of a company as such investments and generating significant earnings from the real state business. Supported by notarial sources the development of this commercial activity between 1900-1944 is explained.

Keywords: Jorge Garcés Borrero, purchase, sale, real state, businessman and modernity.


Introducción

Los negocios relacionados con la compra y venta de fincas, haciendas, casas, solares y construcción de urbanizaciones, estuvieron en la agenda de los empresarios latinoamericanos a finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.1 El crecimiento demográfico, la inmigración y, en general, la demanda de vivienda en centros urbanos en vía de industrialización,2 impulsaron a un grupo de empresarios a invertir en este segmento de la economía doméstica. Para el caso colombiano, un ejemplo de este tipo de empresarios que traslada capitales al sector inmobiliario, lo encontramos en la ciudad de Cali en la primera mitad del siglo XX. Hablamos del caleño Jorge Garcés Borrero, quien realizó inversiones en diferentes tipos de negocios, por ejemplo, en el comercio de medicamentos, la industria farmacéutica y textil, y sobre todo, en el negocio de propiedad raíz.3

Señalemos que, al igual que Jorge Garcés, varios empresarios de la época diversificaron sus inversiones, moviéndose en diferentes direcciones en cuanto a sus actividades económicas, aspecto que nos ayuda a identificar las condiciones tanto sociales como financieras en las que estos sujetos se desenvolvieron, y del mismo modo, a entender el por qué y el cómo de su diversificación.

Dentro de esta lógica, y teniendo en cuenta el contexto del desarrollo económico que países como Colombia estaban experimentando durante las primera mitad del siglo XX, es necesario presentar un análisis enfocado en las inversiones realizadas por diferentes grupos de empresarios, en lo que tiene que ver con la compra y venta de bienes raíces urbanos en ciudades específicas como Cali.

Frente a ello, el presente artículo se basó en la revisión de escrituras notariales,4 generadas por el movimiento de la empresa de bienes raíces constituida por el empresario Jorge Garcés Borrero. Por lo tanto, a lo largo del presente texto se explicará el desarrollo de este tipo de negocios, a través de cuatro períodos principales, los cuales comprenden desde 1907, año en el cual, Garcés Borrero incursionó en el mercado de bienes; pasando por la década de los veinte, donde no se generaron movimientos significativos; y terminando por las décadas de los treinta y cuarenta, período donde se incluyó a miembros de la familia nuclear de dicho empresario, en las actividades de compra y venta de propiedades raíces en Cali, generando con ello las más altas inversiones y ganancias presentadas desde la apertura de este negocio.

Antecedentes

En una historiografía que va desde J.A. Schumpeter5 (1944) hasta Fernand Braudel (1985), pasando por algunos autores latinoamericanos, se plantea, por un lado, que los negociantes o empresarios buscaban en la diversificación de sus inversiones limitar sus riesgos,6 dado que las actividades económicas capitalistas no estaban desarrolladas y limitaban la absorción de energías y, por supuesto, de capitales. En segundo lugar, se sostiene que el aumento de beneficio cambiaba de sector ante la inestabilidad económica, lo cual, los llevaba al cambio constante de actividad o, la figura del "tanteo" en los mercados. En este sentido, la tendencia más marcada dentro de la vida mercantil a la especialización, tiene lugar en el comercio de dinero (Braudel 1985, 72), es por ello, que varios de los estudios de caso sobre comerciantes y empresarios del período de referencia, nos demuestran que dentro de sus inversiones, fue clave la diversificación en varios campos económicos,7 logrando con esto, el comercio y flujo del dinero.

Es por ello, que desde finales del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX, se observan flujos de capital —así sea de manera incipiente—en relación con las actividades de inversión con bienes raíces en diferentes ciudades de Latinoamérica. Frente a esto, se identifica que algunos empresarios y comerciantes de este territorio, incursionaron en este negocio, logrando ampliar su rango de acción económico, pues muchos de éstos ya hacían parte de otras actividades como el comercio de productos importados, la industria, la ganadería, la agricultura, la banca, entre otras.8

En el caso de Jorge Garcés Borrero, esta diversificación en el área de la propiedad raíz fue la actividad más importante con relación a su ascenso económico, pues a pesar de que éste era dueño tanto de un local comercial,9 de una industria farmacéutica,10 y otro tipo de negocios,11 la actividad de compra y venta de bien raíz fue su principal fuente de acumulación de capital desde inicios del siglo XX.

En relación con lo anterior, en muchas ocasiones se ha pensado que las fortunas de grandes empresarios o comerciantes del siglo XX —para el caso del suroccidente colombiano—, fueron amasadas por sus antecesores en el siglo inmediatamente anterior, pues la evidencia muestra que una de las pautas sociales que contribuyó a la cohesión y estabilidad de la elite fue el parentesco entre las familias de notables. Ésta relación fue tan intensa, que los lazos genealógicos resultaron ser muy complejos e imbricados, por lo tanto, estas circunstancias permitieron en el pasado la asociación de patrimonios y el dominio territorial de las tierras (Valdivia 1992, 14). No obstante, contrario a lo señalado, a través de diferentes fuentes podemos identificar que a finales del siglo XIX y comienzos del XX existió un grupo importante de empresarios que lograron formar y acumular su capital económico con el día a día, un ejemplo claro de lo mencionado, es el caso de Jorge Garcés Borrero.

Desde la muerte de su padre en el año de 1899, Jorge Garcés siendo aún muy joven (15 años), debió tomar las riendas de aquel establecimiento comercial que su progenitor había fundado desde 1876, negocio especializado en la venta de medicamentos y mercancía importada. Fue a partir de ese momento, que ingresó al mundo comercial, y aunque no fue fácil mantenerse en él, logró obtener éxito en la mayoría de las actividades en las cuales incursionó.

Como ya se había mencionado, este individuo presentó características de formar su capital con el día a día, pues a pesar de pertenecer a dos de las familias más importantes del Valle del Cauca (Garcés y Borrero), su fortuna no se basó a partir de sus antecesores. Cabe aclarar que, dichos apellidos sí aportaron un importante capital social que de alguna manera sirvió a la hora de adquirir algunos favores tanto políticos como económicos. Sin embargo, tras corroborar fuentes notariales, identificamos que a partir de la sucesión de su padre Enrique Garcés Velasco, éste entrega a su familia una herencia para nada exorbitante, en contraste con otras de comerciantes locales12 y nacionales,13 veamos: Tabla 1

 

Según vemos en la Tabla 1, las adjudicaciones realizadas a la familia del comerciante Enrique Garcés no generaron un elevado capital económico,14 siendo así, una herencia mínima a comparación con heredadas por otros miembros de su mismo clan familiar durante este período. Por otro lado, hay que indicar que dichas adjudicaciones no fueron distribuidas en dinero físico, pues éstas fueron transferidas a partir de propiedad raíz.

Fue entonces dicha casa adjudicada a Jorge Garcés y al resto de sus hermanos (ver Tabla 1), el primer acercamiento de éste hacia el negocio de la propiedad raíz, ello teniendo en cuenta un contexto donde Cali pasaba de ser una ciudad pequeña, más cercana a una aldea, a presentar características de una modernización acelerada.

Dentro de ese escenario, en un comienzo de siglo XX tras haber salido de una guerra civil (1902) y de la quiebra del Estado, el país iniciaba entonces una recuperación económica favorecida por las exportaciones del café, por lo cual, se inició un proceso inflacionario y un auge económico en varias regiones colombianas, lo que llevó al enriquecimiento de muchos comerciantes, quienes invirtieron sus ganancias en la adquisición de tierras tanto urbanas como rurales, surgiendo así un nuevo espíritu de prosperidad y bonanza.

En medio de dicho ambiente, estas inversiones también empezaron a hacer parte de ideales de la modernización urbana,15 por ejemplo, en 1910 se inauguró en Cali la primera planta hidráulica con potencia de 150 kilovatios, utilizando las aguas del río Santa Rosa; ese mismo día, la empresa de Cali Electric Light and Power, integrada por los socios Enrique J. Eder, Ulpiano Lloreda, Benito López, Edward Mason y otros, estrenó la planta, importada de Alemania, con diez bombillos que llenaron de luz la Plaza Mayor (Ordóñez 1998, 34). Estos avances por una parte favorecían a los mismos comerciantes que las adquirían, pues muchos de éstos eran propietarios de locales comerciales circundantes a la Plaza de Caicedo y otros cuantos ya habían constituido sus pequeñas fábricas, las cuales funcionaban con maquinaria eléctrica, no obstante, de alguna manera servía también para que los habitantes de la ciudad pudieran hacer parte de un momento en el cual, los nuevos ideales que algunos comerciantes y empresarios tenían en mente, se vieran reflejados en una ciudad cada vez más urbana y moderna.

Muchos de estos comerciantes, hacendados, empresarios, y otros habitantes, entendieron que por beneficio mutuo y de toda la población caleña, debían de conformar una organización que creciera de forma armónica acorde a las demandas poblacionales. Según nos plantean autores como Rubi Mejía (2011), estos requerimientos no se cumplieron necesariamente por parte del Estado, sino que intervinieron diferentes actores de la sociedad. Por ello, debido al impulso de varios habitantes de Cali (incluido Jorge Garcés Borrero), se constituye la Compañía de Obras Públicas, la cual se dedicaba como su nombre lo señala, a intervenir en la realización de las obras publicas.

Por ejemplo, para el año de 1909 los mismos miembros de esta compañía lograron conformar otra sociedad denominada Compañía del Tranvía de Cali, cuyo objetivo principal era:

    […] adquirir por compras, cesión o por cualquier otro título la concesión otorgada al señor Emilio Bizot por el Consejo Municipal de este distrito por acuerdo N°12 del 20 de Agosto de 1906, la construcción, equipo y explotación de una red de tranvía dentro del municipio de Cali, además de ejecutar, conservar, equiparar y explotar la empresa mencionada conforme a los términos de la concesión o las modificaciones que ella sufra […].16

Pero es en 1910 cuando este proyecto empezó a dar sus frutos, pues para ese año funcionó el tranvía como transporte de carga y de pasajeros, el cual, recorría el casco urbano de Cali y sus alrededores. Más adelante, en 1914 se instala la primera planta de teléfonos por iniciativa del europeo Emanuel Pinero, la cual tenía la capacidad para 500 aparatos.

Pero sin lugar a dudas, lo que jugó un papel importante y definitivo fue la llegada del Ferrocarril del Pacífico, el 12 de enero de 1915, después de un dilatado y penoso itinerario de esfuerzos (Ordóñez 1998, 36).

Por lo tanto, se identifica entonces que varias de las necesidades de la población antes de la década 1920, fueron realizadas por organismos o empresas privadas con ánimo de lucro, quienes asumen en forma directa por su cuenta y riesgo, las tareas de dotación del espacio y adecuación de la ciudad a los requerimientos generados por el proceso de trasformación económica que se iban dando (Toro 1998, 299).17

Toda esa adecuación por parte de dichos organismos, no era en vano, pues por una parte, los propietarios de estas compañías se favorecían, tanto por las ga-nancias que de éstas se derivaban, como por la utilidad que a sus mismos negocios generaban, por otro lado, brindaban beneficios a gran parte de la población caleña y del mismo modo, a toda esa gran masa de personas que empezaban a llegar de diferentes regiones del país.

Si bien, Cali crecía y ofrecía posibilidades a comerciantes y empresarios en la inversión de propiedad raíz, no todo el desarrollo fue relegado a éstos, ya que una vez creado el nuevo Departamento del Valle del Cauca, la ciudad empezó a disfrutar de los nuevos presupuestos que eran destinados para ésta, por ejemplo, ciudades como Cali, pasan de tener en 1910 un presupuesto de $31.000, a adquirir en 1916 la cantidad de $134.370.18 Es por ello, que en sólo seis años el municipio estuvo en mejores condiciones para emprender la construcción de obras de infraestructura básicas para el desarrollo de la ciudad.

Ahora bien, todo ese impulso por parte de algunos entes tanto privados como públicos, se presentaron debido a las necesidades de un incremento poblacional y la migración masiva a la ciudad, ello, debido a las influencias del auge cafetero y azucarero, además, del importante desarrollo comercial e industrial que la ciudad experimentaba.

Todo lo anterior, acrecentó la necesidad de contar con una urbe dotada de servicios públicos: energía eléctrica, transporte, telefonía, acueducto y aseo; además de zonas de esparcimiento, calles, avenidas amplias y viviendas más confortables que llenaran las expectativas de una ciudad en crecimiento.

Ya desde 1910, como se señala en la Tabla 2, Cali poseía un total de 26.356 habitantes, los cuales se ubicaban dentro de la distribución de los barrios La Merced y San Francisco, que constituían el centro de la ciudad, San Antonio al occidente, Santa Librada y San Nicolás al oriente y Santa Rosa al sur (Álzate 1999, 39 ).19 Fue precisamente desde esta década, donde la seguridad en la inversión de propiedades hizo que la adquisición, desarrollo y mantenimiento de bienes raíces fuera una de las principales actividades de inversión de los comerciantes y empresarios de la época. En el caso de Jorge Garcés, desde inicios del siglo XX se identifica el comienzo de su actividad en relación con la compra y venta de propiedad raíz, aprovechando de esta manera, el crecimiento poblacional que se venía presentando en la ciudad.20

Cabe destacar, que su primera compra de propiedades la realiza en 1907 y su primera venta se da en el año de 1912, lo cual nos remite inmediatamente a plantearnos el siguiente interrogante ¿Cómo adquirió el capital para su primera compra? A decir verdad, para poder responder este cuestionamiento, no se cuenta con una fuente exacta que nos suministre la información necesaria y poder solucionar dicha inquietud; en relación con ello, existen dos hipótesis, la primera, tiene que ver con la previa acumulación de capital por parte de Jorge Garcés, debido a sus actividades relacionadas con el comercio de medicamentos, y en segundo lugar, debido a la realización de algún préstamo de dinero por parte de casas bancarias o por prestamistas particulares. Frente a esto, haya sido por la primera o segunda conjetura, Garcés Borrero incursionó en el negocio de bienes urbanos en Cali durante comienzos del siglo XX, aspecto que será tratado a lo largo de los siguientes apartados.

Incursión de un próspero negocio

Período 1907 - 1919

Como ya se ha mencionado en repetidas oportunidades, fue a comienzos del siglo XX, cuando Jorge Garcés ingresó al negocio de la compra y venta de bien raíz en Cali, veamos a través de la Tabla 3, el desarrollo de dichas actividades durante este período.

Como se puede identificar en la Tabla 3, Garcés Borrero adquirió durante este período un total de 10 propiedades, 6 de las cuales se encuentran en el Barrio San Nicolás, 2 en el Barrio San Pedro y finalmente 2 en el Parque de Caicedo, barrios con características antiguas de la ciudad.

Llama la atención el número de compras realizadas en el primer barrio señalado, no obstante, ya en la década de los treinta, se observa que los dueños de predios ubicados en este lugar, van a sacar provechos lucrativos, pues varias de las nacientes industrias se asentaron en esta parte de la ciudad. En cuanto a las propiedades ubicadas en el Parque de Caicedo, realmente resultaban de gran provecho, debido al comercio que se generaba en este espacio céntrico de la ciudad.

Por otra parte, en cuanto a la actividad de venta durante este período se hallaron un total de 3 registros, cantidad que representa un desarrollo poco significativo en relación con los negocios de compras que se realizaron durante estos mismos años, no obstante, hay que tener en cuenta que esta última actividad se inició en el año de 1907, en cambio, la actividad de venta comenzó a partir de 1912. Ello nos da a entender en primer lugar, que Garcés adquirió estas propiedades antes de la temporalidad propuesta para realizar esta investigación o que las realizó en notarías aún no consultadas; en segundo lugar, demuestra que este comerciante se estaba iniciando en el negocio de la compra y venta de los bienes raíces, pues aún eran muy incipientes los bienes ofrecidos a los posibles compradores.

Década del veinte

Tras un cambio de década, ya para inicios de 1920, Cali avanzaba en un inusitado auge económico, impulsado por dos circunstancias particulares, por una parte, el desarrollo comercial en manos de la élite local (ganaderos, comerciantes y manufactura); y por la otra, debido a las políticas nacionales de endeudamiento externo que generaron "la danza de los millones" a una época de prosperidad "al debe". En consecuencia, se produce un acelerado desarrollo comercial, el surgimiento de producción fabril y una bonanza que modificó el perfil socioeconómico y cultural de todo el territorio colombiano.

Fue de esta manera, donde se originó el primer boom de la construcción, con el cual Cali adquiere uno de los ritmos de crecimiento más alto del país, por lo tanto, se da un gran paso a una actividad constructora que multiplicó el número de viviendas, provocado con ello, incrementos en el precio de la tierra y la construcción de los primeros edificios (Jiménez 2009, 85).

Ya a finales de la década 1910, según Acuerdo núm. 40 de 1918, la Junta Central de Higiene dicta resoluciones acerca de la "Higiene de las Construcciones", por ello, en las ciudades como Cali, según Acuerdo núm. 26 de 1919, "las vías futuras tendrán un ancho mínimo de quince metros y cada andén será igual a la sexta parte del ancho total de la vía" (Aprile-Gniset 1992, 714).

Frente a ello, se podría identificar que se inicia con fuerza la adopción de una cultura higienista, logrando alterar las tradiciones de siglos anteriores y determinando así la expansión urbana hacia las zonas suburbanas, pues se buscaba bajar la densidad edificatoria y habitacional, consideradas factores de hacinamiento y enfermedad. Según autores como Aprile-Gniset (1992), surge una nueva forma de urbanización, propagándose así, la construcción de villas suburbanas, cuya decoración se fundamentó en un símbolo de progreso y de status social, constituyendo sus delimitaciones, a través del rompimiento de los límites del río.

Fue de esta manera que, a través de las inversiones públicas y privadas se empezó a evidenciar durante este período, el auge de un crecimiento en la construcción, por ejemplo, Cali pasó de tener en 1923 un total de 16.162 m2 en edificaciones, a poseer en 1928 un total de 160.454 m2 de las mismas (Ocampo y Montenegro 1984, 392).

Frente a lo anterior, se evidencia la aparición de nuevos barrios, muestra de ello, es la prolongación hacia al occidente de urbanizaciones como el Peñón (1920); al norte, en la margen izquierda del río Cali, se construyó Granada, el primer barrio al "otro lado" (1922); en el sur, alejado de la ciudad, se realizó la urbanización del barrio San Fernando (1927), se fue conformando La Alameda (1929), se pobló La Chanca, hoy San Cayetano y Libertadores, y Santa Rosa se extendió al sur donde tomó el nombre de La Sardinera; al suroriente se formó el barrio San Pascual (1926), que luego se le denominó Fray Damián González; en tanto que al oriente de la línea férrea se fundaron los barrios Santander (1920), Jorge Isaacs (1923) y Benjamín Herrera (1928) (Vásquez 2001, 203).

Como vemos, el boom de la construcción durante la segunda década del XX no fue ajeno a los comerciantes y empresarios, pues muchos de ellos fueron los que invirtieron gran parte de su capital en la construcción de dichos barrios.

El caso de Garcés Borrero presenta algunas diferencias en comparación con la mayoría de los casos de comerciantes y empresarios de este período, pues se observa una disminución apreciable en las actividades de compra y venta de propiedades, debido a su decisión de radicarse en Londres junto con toda su familia desde 1921. No obstante, se identifica que durante su ausencia se realizan algunas compras y ventas a su nombre, debido al poder general otorgado a su hermano Manuel María,21 con el fin de que éste realizara a nombre de Jorge Garcés los negocios que lleguen a presentarse.

Por lo tanto, a través de la siguiente tabla se podrá identificar el movimiento de las actividades realizadas con bienes raíces durante su residencia en Inglaterra.

La Tabla 4 presenta sólo tres registros de compra durante este período, equivalentes a dos casas y un lote de terreno, indicando una actividad poco fluctuante, sin embargo, a pesar de que su dueño no se encontraba en el país, su negocio de compra y venta de propiedad raíz no dejó de funcionar durante la segunda década del siglo XX.

Por otro lado, se identifica que el lugar de preferencia de las compras durante este período se va ubicando en los nuevos barrios constituidos al principio de 1920, un ejemplo claro de ello, es el barrio El Peñón, del cual se hallaron dos registros en esta actividad.

En relación con los precios de dichas compras, la tabla indica que oscilan cantidades entre $400 y $10.000, valores mínimos a comparación con los precios de las compras realizadas en el período inmediatamente anterior. En cuanto a los registros de precios del barrio El Peñón se podría entender que por ser un barrio en desarrollo, tanto sus casas como sus lotes de terreno para la construcción, son de unas extensiones más pequeñas comparándolas con las casas y lotes de barrios más antiguos de la ciudad, por ello su bajo costo. En el caso del precio registrado para el barrio San Juan de Dios, su cantidad hasta el momento, es la más baja en cuanto a las compras realizadas por Jorge Garcés, ello se debe, precisamente porque este barrio se encontraba muy alejado al Parque de Caicedo, punto céntrico de la ciudad, cabe resaltar, que en este barrio habitaban artesanos y obreros.

Fue entonces de esta manera como la cantidad total invertida en relación con la actividad de compra correspondió a un capital de $10.800, inversión que se realizó en barrios como El Peñón y San Juan de Dios.

Por su parte, como podemos identificar en la Tabla 4, durante este período la actividad de venta generó mínimos registros, en este caso un total de dos propiedades vendidas a nombre de este comerciante. Frente a lo anterior, se halla que los lugares de las propiedades en venta se ubicaban en el barrio El Peñón, coincidiendo de esta manera con algunas compras realizadas durante la misma década, ejemplo de ello, es el lote de terreno comprado por Jorge Garcés al señor Antonio Posada por la cantidad de $400 en el año de 1924 y vendido al señor Gustavo Gómez por la suma de $2.000 en el año de 1926, logrando así, invertir un capital de $400 y obtener una ganancia de $1.600, dicha elevación repentina del precio del lote en el barrio El Peñón se debe a la valorización que el barrio adquirió durante la segunda mitad de 1920 debido a su acelerado poblamiento.

Finalmente, se podría indicar que el desarrollo de estas dos actividades durante la segunda década del siglo XX resultaron ser poco significativas, a comparación con el proceso llevado a cabo durante los años inmediatamente anteriores, ello, debido a la ausencia de su impulsor durante dicho período. No obstante, hay que rescatar que a pesar de no residir en Colombia, este comerciante nunca dejó de realizar negocios en relación con la propiedad raíz, muestra de ello, son los registros presentados en la Tabla 4, los cuales evidencian su constancia en dicho mercado.

Cabe indicar que, durante sus años de residencia en Londres, sólo desde 1921 hasta 1926 se registraron datos en relación con la compra y venta de bienes raíces,Nsin embargo, para un período que comprende desde 1927 hasta 1934, a pesar de existir aquel poder citado anteriormente, no se encuentra registros a nombre de Jorge Garcés en ningún tipo de compra y venta de propiedades.

No obstante, desde la apertura de su laboratorio farmacéutico en 1931, la presencia en el territorio nacional por parte de este comerciante y nuevo empresario empezó a ser recurrente, a tal punto que volvió a dirigir sus negocios, radicándose de nuevo en Cali en 1935. Fue a partir de su llegada, que el comerciante retomó su labor en todos sus negocios, en especial el relacionado con la compra y venta de bienes.

Década del treinta

Tras el inicio de una nueva década, el mundo estaba atravesando por una dura crisis económica, para el caso de ciudades como Cali, con el pasar de los años y debido a diferentes factores, durante el año de 1934 se inició una reactivación económica acompañada de una importante fase de auge industrial.

Lo anterior permitió un desarrollo en todos los sectores económicos en los cuales la ciudad se desenvolvía, ejemplo de ello, lo podríamos mostrar con el sobresaliente crecimiento en actividades de urbanización, las cuales incentivaban la formación de más barrios nuevos, con el fin de que las habitaran clases económicamente altas, al igual que clases bajas que llegaban a la ciudad con el objetivo de laborar en las nacientes industrias.

En relación con lo señalado, la ciudad continuó extendiéndose en el norte con barrios para las clases económicamente altas, por ejemplo, Versalles (1935), Centenario (1936), Juanambú (1937), Santa Mónica (1937); en el occidente, en las laderas, surgieron el barrio Nacional; al sur, sobre los empinados cerros contiguos a "Isabel Pérez", se fue conformando el barrio Siloé (1937) (Vásquez 2001, 205).

Por su parte, el empresario Jorge Garcés ya residente en Cali, reinició su actividad de compra y venta de bienes con más fuerza durante la segunda mitad de la década del treinta, invirtiendo gran parte de su dinero en propiedades ubicadas en barrios antiguos y en los que se encontraban en formación. Por otro lado, también se evidencia que a partir de este período se empieza a generar gran flujo de dinero,en relación con las ganancias que este negocio iba produciendo.

Veamos entonces, las actividades realizadas en compra y venta por parte de Garcés Borrero durante este período.

Se identifica en la Tabla 5 que, durante el período que comprende la tercera década del siglo XX, se halla un total de 10 registros de compra y 6 de venta. Por otro lado, contrario a lo que en los dos períodos anteriores venía sucediendo, en referencia con la compra de propiedades en barrios recién constituidos o en formación, los cuales, en su mayoría poseían la característica de ser barrios en los que habitaba una clase social con altos ingresos; ya para el período que comprende la segunda mitad de 1930, tanto las compras como las ventas se centraron en propiedades de barrios constituidos antes del siglo XX, presentándose de esta manera, una distribución en estas actividades, especialmente en los Barrios Santa Libra, La Catedral, San Juan de Dios y la intersección entre la carrera 3 con calle 11. Hay algunas excepciones en relación con propiedades en la Avenida Uribe Uribe, espacio que no corresponde a características de barrio antiguo, no obstante, Jorge Garcés vio la importancia de adquirirla en la década del treinta, pues desde su inauguración en 1928, las propiedades ubicadas cerca de la avenida fueron adquiriendo una elevada importancia, por lo tanto, una elevada valorización en términos económicos.

Finalmente, como se pudo evidenciar en los registros de la Tabla 5, tanto la actividad de compra como de venta presentaron una reactivación significativa inmediatamente después de la llegada de Garcés Borrero a territorio colombiano.

Cabe señalar, que este comerciante reinició dichas actividades a partir de 1935, consciente de que en este negocio recogería muchas más ganancias, en comparación con su actividad de comercio y producción de mercancía farmacéutica. Muestra de ello, es su constante inversión en el área, pues para este último período, que comprende a toda la década del treinta, invirtió la suma de $102.642 y obtuvo una ganancia de $54.300.

El período resultó ser de gran provecho para comerciantes y empresarios, en especial para Jorge Garcés, pues una vez instalado en su ciudad de origen empezó a aplicar lo aprendido en Europa, aprovechando de esta manera las ofertas que el mercado le iba presentando.

Se debe indicar que, en todos los negocios en los cuales incursionó Garcés formó parte importante su familia, ya sea por enlaces matrimoniales o por lazos consanguíneos, logrando éstos la conformación de algo parecido a una corporación económica, cuya estrategia principal era la cohesión del capital.

Dicha cohesión de capital se empezó a generar con más fuerza en su familia nuclear después de su llegada a Cali, pues a partir de la segunda mitad de la década del treinta en los registros notariales se evidencian, una gran cantidad de negocios en relación con los bienes raíces a nombre del comerciante Garcés Borrero, de su esposa la señora Emma Giraldo y de sus cinco hijos Álvaro, Armando, Diego, Jorge y Julia Emma Garcés Giraldo, formando de esta manera, una empresa con el negocio de bienes raíces.

Según lo anterior, como ya se ha indicado, la actividad de compra y venta de bienes durante la década del treinta empezó a dar resultados positivos, bajo un crecimiento significativo a comparación con actividades comerciales de otro tipo.

Muestra de la cohesión familiar la encontramos en el documento de "Distribución provisional de gananciales de la sociedad conyugal Garcés Giraldo", donde se realiza una división de algunos bienes entre Jorge Garcés y Emma Giraldo como cónyuges legítimos, éstos se habían adquirido desde la fecha de su matrimonio el 23 de abril de 1910 hasta la fecha en la cual se realiza dicha división el 18 de diciembre de 1936. Durante estos veintiséis años de unión, los cónyuges han adquirido por separado diferentes tipos de bienes, por lo cual:

    Durante el matrimonio cada uno de los cónyuges tiene la libre administración y disposición tanto de los bienes que le pertenezcan al momento de contraerse el matrimonio o que hubiere aportado a él, como de los demás que por cualquier causa hubiere adquirido o adquiera; pero a la disolución del matrimonio o en cualquier otro evento en que conforme al Código Civil deba liquidarse la sociedad conyugal, se considerará que los cónyuges han tenido esta sociedad desde la celebración del matrimonio, y en consecuencia se procederá a su liquidación.22

Según esta ley, en la distribución de los conyugues Garcés y Giraldo se acordó que:

    […] desde el 18 de diciembre de 1936 los comparecientes obrando en nombre de la sociedad conyugal de que se trata, reconocen a favor de la compareciente Emma Giraldo de Garcés, el dominio y posesión sobre algunos bienes […], los cuales han sido adquiridos por el exponente Garcés y que hacen parte del patrimonio de la sociedad conyugal.23

Este traspaso de bienes significó la incorporación de Emma Giraldo al negocio de la compra y venta de bienes raíces, cabe destacar que, estas propiedades fueron adquiridas por su esposo Jorge Garcés antes de 1936. Dichos bienes presentaban la característica de ser lotes de terreno, casas y apartamentos,24 todos ellos diferentes a los presentados en las Tablas 3, 4 y 5, ya que fueron bienes adquiridos a partir de notarías aún no consultadas.

Todos estos bienes fueron distribuidos provisionalmente como lo dicen las escrituras "a favor de la compareciente Emma Giraldo de Garcés", por lo tanto, es ella la que a partir del 18 de diciembre de 1936 tiene total dominio y posesión de dichas propiedades. Frente a ello, se identifica cómo fue la inclusión a este tipo de negocios por parte de este comerciante hacia su familia.

Todo este proceso de distribución entre la sociedad conyugal Garcés Giraldo y sobre todo la incorporación tanto de su esposa como de sus hijos en diferentes negocios constituidos por Jorge Garcés, nos hace aventurarnos a pensar que, éste para el período que comprende las segunda mitad de la década de los treinta se encontraba con algunos problemas de salud, de ahí su decisión por realizar el traspaso de propiedades y la relegación de algunas funciones hacia su esposa.

Fue a partir de este momento que Emma Giraldo de Garcés empezó a desenvolverse como comerciante de bienes raíces,25 y tal fue su éxito, que durante la segunda mitad de la década de 1930 se observan gran cantidad de registros de compra y venta de bienes, veamos:

Si observamos la Tabla 6, identificamos que durante este período Emma Giraldo obtuvo más registros en su actividad de venta que en su actividad de compra, sin embargo, la mayoría de estos bienes no fueron adquiridos a partir de la distribución anteriormente referenciada, lo cual, nos hace pensar que esta comerciante realizó algunas compras previas en notarías aún no consultadas.

Fue así como Emma Giraldo se desenvolvió en el mercado de los bienes durante la segunda mitad de la década de 1930, pero no fue la única en formar parte de esta empresa, pues al igual que ella, sus hijos también formaron parte de la misma. En el caso de los hijos del matrimonio Garcés Giraldo, fueron los varones (Álvaro, Armando, Diego y Jorge) quienes se desempeñaron con mayor fuerza en este negocio, en tanto, su única hija mujer (Julia) debido a su matrimonio, formó residencia permanente en la capital de la república, lo cual hizo que en muy pocas ocasiones interviniera generando registros notariales con bienes de este tipo.

Cabe resaltar, que al igual que la señora Giraldo, los señores Garcés Giraldo lograron introducirse en este mercado después de 1935, pero contrario a lo sucedido con su madre en relación con la división de gananciales, los jóvenes comerciantes con ayuda de su padre lograron incursionar no sólo en este negocio, sino también en varios de los negocios que éste había constituido desde hacía ya algunas décadas. Dicha ayuda consistía en la formación de diferentes sociedades comerciales, las cuales tenían un objeto en común, centrándose en realizar negocios con bienes rurales y urbanos. Dentro de estas compañías encontramos las siguientes: sociedad Jorge Garcés B. e Hijos,26 sociedad Droguería Jorge Garcés B. Ltda.,27 y sociedad Laboratorio J.G.B. Ltda.28

Es de esta manera, como al igual que su madre, los señores Garcés Giraldo ingresaron al mercado de los bienes, aunque en muchas ocasiones estos comerciantes actuaban individualmente, en otras actuaban los cuatro hermanos varones y en otras más, se ejecutaba la actividad de compra o venta bajo el nombre de las sociedades anteriormente señaladas.29

Veamos ahora, algunos registros presentados por éstos de forma individual y de forma grupal (cuatro hermanos varones) durante la segunda mitad de la década de 1930:

Lo que se puede identificar a partir de la Tabla 7, es que los hermanos Garcés Giraldo, al igual que sus padres, lograron incursionar en este negocio, y aunque dentro de los bienes no se presentó una importante actividad de compra y venta, si se observa que en el negocio de los bienes raíces cualquier oferta que el mercado les brindaba, éstos tomaban el riesgo de adquirirla, pues lo más probable era que dicha compra, que en un primer momento pudo resultar insignificante, en un futuro pudo haber llegado a valorizarse en grandes cantidades.

Se debe señalar que, según los datos suministrados en la Tabla 7, los hermanos Garcés Giraldo al iniciar esta actividad comercial, intentaron primero adquirir algunas propiedades por cuenta propia, ya sea de forma individual o en forma grupal (junto con los cuatro hermanos), esto se realizó por dos razones principales, la primera, tiene que ver con las posibilidades diarias que el mercado les ofrecía, y en segunda instancia, debido a que se necesitaba obtener algunas propiedades para generar oferta ante sus clientes.

Fue de esta manera, como los miembros de la familia nuclear del comerciante Jorge Garcés, incursionaron en negocios de este tipo, veamos ahora el desarrollo de éstos tras un cambio de década.

Década del cuarenta

En la década 1940, Cali había logrado la integración vial con Buenaventura, con los mercados locales y los del interior del país, e iba avanzando sobre todo en su industrialización. Estas condiciones de infraestructura y desarrollo industrial permitieron ampliar el mercado para la ciudad, sumado a esto, la ventajas de localización, la estructuración del proteccionismo por parte del Estado, el cual auspiciaba la sustitución de importaciones y el impacto de la segunda guerra en el sector externo que profundizó el proceso sustitutivo, configurando así, una situación económica excepcional que dio lugar a la aceleración del proceso industrializador impulsado con inversión extranjera (Vásquez 2001, 188).

Ese acelerado proceso industrializador durante esta década, implicó la formación de zonas industriales y la relocalización de las empresas creadas antes de este período, las cuales, se habían ubicado inicialmente en el centro de la ciudad.

Por lo tanto, según lo anterior y sumado al crecimiento del sector terciario, se produjo entonces una intensa demanda en los bienes raíces ubicados en el centro de Cali, donde cuyo fin principal, era adquirirlos para usos comerciales, bancarios e institucionales. La localización de estos suelos requería minimizar el tiempo y el costo de sus demandantes y usuarios, ubicados residencialmente en diversos lugares de la ciudad, por lo cual, el centro de la ciudad, cumplía estos requisitos, y por lo tanto, esas demandas de suelo se centraron allí, donde elevaron absoluta y relativamente los precios de la tierra (Vásquez 2001, 197).

Para 1944 la ciudad contaba con un total de 157.813 habitantes (ver Tabla 2), aspecto importante que unido a otros factores hicieron que Cali adquiriera un papel sobresaliente dentro del ámbito político, administrativo y económico a nivel nacional.

Ahora bien, en relación con temas arquitectónicos, si bien, las edificaciones de la ciudad no se ajustaron en todos los aspectos a los principios que regían la nueva arquitectura moderna occidental, sí expresaron la pujanza de los ideales de estas primeras décadas, materializando el ideario de una nueva sociedad que modificó significativamente su forma de vida (Jiménez 2009, 100).

A la par de ello, la empresa de compra y venta de bienes raíces dirigida por Jorge Garcés continuó con su ejercicio comercial durante la década del cuarenta, esto, debido el éxito que resultó involucrar a su familia en actividades de este tipo, por ello, dentro de esta empresa se sigue encontrando varios registros similares a los hallados en la segunda mitad de la década del treinta, en relación con propiedades manejadas por Jorge Garcés, Emma Giraldo, los hermanos Garcés Giraldo y las compañías comerciales. Veamos algunos de los registros que se generaron durante esta década, en relación con el comerciante Jorge Garcés Borrero se tiene que:

Para esta década, la Tabla 8 nos señala que la preferencia en compra y venta de propiedades por parte de Jorge Garcés van a presentar la particularidad por ubicarse en lugares diferentes a los ya comúnmente presentados en anteriores datos, por ello, se recurre a realizar negocios en bienes cercanos a barrios como San Nicolás, el Barrio Obrero, Versalles o Santa Mónica.

Por otro lado, los lotes de terreno presentados en la tabla nos indican que, a pesar de ser mucho más cómodo y fácil conseguir casas listas para habitarlas, el mercado de bienes seguía ofreciendo lotes de terreno para la construcción (ver Tabla 8 filas 2, 5, 6 y 8). Ello demostraba tres aspectos importantes: el primero, tiene que ver con el surgimiento de empresas relacionadas con la construcción, las cuales se encargaban de prestar el servicio a ciertos compradores de lotes o adquirirlos ellas mismas para ofrecer a sus clientes el paquete completo de lote más construcción; el segundo, debido a que la ciudad continuaba extendiéndose fuera de los límites característicos de décadas anteriores, se continuaba adquiriendo tierras fuera de los barrios comúnmente conocidos; y en el tercero, observamos el flujo de capital que se estaba presentando no sólo en personajes de clase alta, sino también de clase media y baja que tenían como necesidades básicas la adquisición de una vivienda.

Finalmente se puede indicar que, a pesar de no ser tan significativas las actividades de compra y venta de bienes durante este período, Jorge Garcés sólo trabajó en este mercado los tres primeros años de la década del cuarenta, pues falleció en el año de 1944.Por otro lado, en cuanto a los registros presentados por la comerciante Emma Giraldo de Garcés durante este período encontramos los siguientes:

Se observa en la Tabla 9 que la comerciante presentó un desarrollo significativo en relación con la actividad de venta, indicando con ello que, dichos registros en esta actividad demuestran los picos más altos (40 registros de venta) que se han generado en relación con este negocio durante todos los períodos presentados a lo largo de este artículo.

Por otra parte, según los objetos en venta presentados en la tabla, todos tienen la característica de ser "lotes de terreno", los cuales se ubican principalmente en barrios nuevos o en proceso de formación, como por ejemplo, el barrio o urbanización Versalles, Galilea y la dirección que comprende la Carrera 1 o 2 con Calles 22 o 23, cerca de los terrenos del barrio Jorge Isaacs, no obstante, aunque en menores cantidades también se encuentran barrios como El Manicomio, El Piloto o El Centenario.

Ahora bien, en relación con los comerciantes Garcés Giraldo, ellos también generaron importantes registros durante la década de los cuarenta, a continuación se presentarán los datos de compras y ventas por parte de éstos:

Según la Tabla 10, el negocio de propiedad raíz de los hermanos Garcés Giraldo durante la década de los cuarenta, no resultó ser tan exitoso como el de su madre Emma Giraldo, pues como vimos anteriormente, para este mismo período, la comerciante registró ventas de 40 registros (ver Tabla 9), en tanto, los hermanos Garcés Giraldo aumentan las compras y ventas en este negocio a nombre de las sociedades comerciales a las cuales se encontraban anexos en la década de los cuarenta, cabe destacar, que dentro de dichas sociedades se incluye también al señor Jorge Garcés, veamos algunos registros en relación con ello:

A pesar que la Tabla 11 presenta solamente tres registros en compras y seis en ventas, éstas aumentan el movimiento comercial de bienes a los comerciantes. Cabe indicar, que de esta manera se identifica en algunas propiedades realizadas en la actividad de compra, el traspaso de capitales, pues se identifica que la sociedad vendedora es Jorge Garcés B. e hijos pero sus compradores son los mismos integrantes de la familia Garcés Giraldo. Según lo anterior, vale la pena anotar que como indica Rubi Mejía (2011, 201), este tipo de actividades era muy común en los comerciantes de la época, pues optaban por transferir bienes de compañía a compañía o de compañía a individuos allegados a éstas, con el fin de compartir los riesgos con sus socios o familiares.

Finalmente, como se pudo mostrar en los registros de comerciantes como Jorge Garcés, Emma Giraldo, hermanos Garcés Giraldo y las sociedades comerciales a las cuales éstos se encontraban anexos, la década de los cuarenta resultó ser para estos comerciantes un período de ascenso significativo en relación con el negocio de bienes raíces, ello en comparación con el desarrollo generado durante los períodos inmediatamente anteriores.

Ahora bien, si recordamos lo observado a lo largo de este artículo, nos damos cuenta que Jorge Garcés comenzó su actividad de compra y venta de bienes a principios de la década 1910 y continuó con ellos hasta inicios de la década del veinte, tras su partida a Londres, aunque sus compras y ventas no desaparecieron, éstas se redujeron con su ausencia. Posterior a ello, con su llegada a Colombia en la década del treinta, su negocio no sólo se reactivó, sino que además de ello, logró incluir a su esposa e hijos en el mercado de bienes, lo cual hizo que los miembros de la familia Garcés Giraldo conformaran una empresa de propiedad raíz, cabe destacar que, esto no se evidenció a través de algún registro legal pero si se identificó según el comportamiento comercial que presentó esta familia. Más adelante, tras una nueva década, este negocio continuó con más éxitos a comparación con el período anterior, pues se presentó un significativo movimiento en este mercado.

A modo de cierre, y teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, sería interesante entonces mostrar el desarrollo de este negocio como una empresa de bienes raíces a través de los períodos señalados, para ello, a través del Gráfico 1 se presenta la suma total de las actividades de compra y venta de bienes raíces de todos los miembros involucrados en este negocio. Dicho gráfico se basará en los datos arrojados en las Tablas 3-11.

Conclusiones

La empresa de bienes raíces constituida por Jorge Garcés a principios del siglo XX, se formó inicialmente a partir de dos factores fundamentales; el primero, tiene que ver con el capital previamente acumulado en su local comercial de medicamentos, y no como se pensaría inicialmente, a través de las adjudicaciones herenciales, y en segundo lugar, debido a algún tipo de préstamo realizado a través de casas bancarias o a particulares.

Una vez constituida esta nueva empresa, Garcés Borrero decidió involucrar a su familia en ella, no con el objetivo de anexar a sus miembros como posibles herederos de su patrimonio, sino como potenciales fuentes de producción, pues a la larga, lo que buscaba con su empresa, era obtener trabajadores que brinden resultados y utilidades, y nada mejor que su esposa e hijos. Esta idea resultó tener un éxito inesperado, pues como se pudo observar, sin la colaboración de su familia, la empresa de bienes raíces, jamás hubiera alcanzado los movimientos significativos que se obtuvieron bajo este tipo de mercado.

Frente a lo anterior, surge entonces el siguiente interrogante ¿cómo se manejaba el mercado de los bienes en ciudades como Cali? Como se ha venido diciendo, tanto las compras como las ventas de los bienes se fueron generando según las oportunidades que el mercado brindaba, las disponibilidades de capital y la conveniencia de intereses, ello se adquiría entonces, bajo una valorización que se debía a una constante inversión de capital, con el fin de lograr un aumento en la producción y de la productividad, y convertirse, por lo tanto, en una fuente segura de beneficios. Esa fuente "segura de beneficios", ayudó al ascenso como comerciante y empresario a Jorge Garcés, pues fue a través del mercado de los bienes que negocios como su droguería y laboratorio farmacéutico, lograron permanecer activos durante varias décadas, ello se dio principalmente, debido al flujo constante de dinero diario que se concluía con cada negocio de compra y venta de las propiedades.

Sin embargo, al responder el anterior cuestionamiento, inmediatamente surge uno nuevo ¿el negocio de bienes fue una simple oportunidad de mercados, o fue espera, astucia o decisión racional del empresario? Como pudimos analizar a lo largo de este artículo, se evidencia que fue una combinación tanto de las oportunidades como de la racionalidad frente al riesgo que el empresario presentaba, para ello, vale la pena citar una definición de empresario que se ajusta a las características de Jorge Garcés en relación con este tipo de actividades, ya que era un empresario "cuya intervención activa transformaba lo indeterminado en multiplicidad de posibles, lo que simplemente adviene en situación de elección, el evento en coyuntura, el azar en la razón"(Vérin 1986 citado por: Reguera 2008, 7).

Por otra parte, dentro de ese mercado de bienes, cualquier sujeto que tenía el capital, había adquirido un préstamo con casas bancarias, o tenía la posibilidad de endeudarse con la empresa de Garcés Borrero, era un posible comprador de propiedades dentro de este negocio. Lo anterior no implicó que dichos compradores resultaran ser solamente individuos de estratos económicamente altos, pues por lo que se identifica en los registros señalados durante todo el presente artículo, debido a la migración constante de individuos hacia la ciudad de Cali, se hizo necesario la construcción de vivienda para todo tipo de necesidades, por lo cual, muchas de las propiedades adquiridas fueron compradas no sólo por sujetos adinerados, sino también empleados u obreros que tenían la posibilidad de adquirirlas. En relación con ello, también salta a la vista la importancia de identificar qué tipo de vivienda era asequible a las necesidades de diferentes individuos, por lo cual, el mercado de los bienes adquirió una gran variedad de opciones de vivienda, con el fin de ofrecer a la mayor cantidad de clientes sus productos, ello dependía entonces de los precios entre los cuales oscilaban las propiedades, los cuales respondían a la función de las expectativas de la economía a largo plazo y en función de factores coyunturales.

Por último, vale la pena señalar que, todo el proceso que llevó esta empresa, dio como resultado tras el fallecimiento de su fundador, la continuación por parte de su esposa e hijos, de sus actividades, presentándose significativos movimientos económicos durante toda la primera mitad del siglo XX. Dicha continuidad fue realmente sobresaliente, a tal punto que los hermanos Garcés Giraldo constituyeron una de las más importantes empresas constructoras en el Valle del Cauca, la Constructora Meléndez. Cabe indicar, que esta empresa se presentó en sus inicios con la constitución de la sociedad civil colectiva denominada "Garcés Giraldo Hermanos", la cual fue creada en el año de 1942, donde cuyo objeto principal eran las:

    Exportaciones agrícolas en todos sus aspectos y formas; compra y venta de bienes raíces urbanas o rurales; compra y venta de semovientes; compra y venta de maquinarias, herramientas y toda clase de elementos destinados a la agricultura; compra y venta de toda clase de bonos, cédulas y acciones comerciales, industrial y gubernativas; explotación de establecimientos agrícolas; compra y venta de toda clase de productos agrícolas y en fin toda clase de negocios relacionados con la agricultura y ganadería. 30

Esta sociedad concebida durante sus primeros años como una empresa dedicada a actividades ganaderas y agrícolas vio la necesidad presentada a través de la creciente economía de la ciudad, en impulsar aquellas ideas que su padre tuvo desde inicios del siglo XX, por ello logran constituir la ya conocida Constructora Meléndez. Frente a ello, sería interesante entonces realizar futuras investigaciones en relación con la continuidad que se presentó durante la segunda década del siglo XX, en lo que tiene que ver con la actividad de compra y venta de bienes.


1. Para un acercamiento al tema en países como Argentina ver a Reguera (2006), dicha autora realiza el estudio de caso del comerciante Ramón Santamarina, reflexionando entorno a éste, a su acumulación de capital, su estructura de tenencia de la tierra, la gestión y desarrollo de su empresa, entre otros aspectos. Del mismo modo, para otra región argentina, se encuentra la investigación de Roy Hora (2012, 37-66), autor que presenta el ascenso económico de "Los Anchorena", clan familiar identificado como una de las dinastías más exitosas de la historia de ese país, según el autor, esta familia se destaca por el excepcional tamaño de las fortunas que algunos de sus miembros lograron acumular, pero sobresale aún más, su capacidad para mantenerse en la cúspide de la elite económica por más de un siglo y medio. En el caso de países como México, Lizama (2006, 77-107) nos presenta el itinerario empresarial de uno de los hombres más sobresalientes de la élite económica de dicho país, el cual se asentó en el territorio de Guadalajara durante la segunda mitad del siglo XIX; por su parte, autores como Altamirano (2010) exploran el tema de las elites regionales mexicanas en los siglos XIX y XX, partiendo del análisis de la trayectoria de grupos familiares de las oligarquías locales de este país.

2. Para entender el proceso de urbanización en el territorio latinoamericano ver: Romero (2001).

3. Para mayor información sobre negocios realizados por Jorge Garcés Borrero ver: Erazo (2013).

4. Para la presente investigación se realizó una recolección de datos en el Archivo Histórico Municipal de Cali (en adelante AHMC), desde el año 1900 a 1944.

5. En este sentido, es importante tener en cuenta la reflexión de autores como Díaz (2004, 39-64), pues éste nos señala que se hace necesaria la aclaración sobre el empleo de la teoría de Schumpeter, pues para el caso de diferentes empresarios, como por ejemplo el de Jorge Garcés, se toma la formulación de la función empresarial como exclusivamente definida por la introducción de innovaciones, pero no necesariamente en su convencimiento de que los empresarios constituyen los individuos-causas del desarrollo económico, ya que es metodológicamente lícita esta selección de elementos de su teoría, desechando unos puntos y adoptando otros, siempre que se haga con el debido cuidado de no caer en contradicciones. Por lo tanto, esta forma de avanzar será además especialmente importante en lo que se refiere al análisis del papel desempeñado por el capital en el proceso de creación de nuevas empresas. Lo planteado anteriormente, se verá reflejado más adelante con el análisis en la constitución de la empresa de bienes raíces creada por Jorge Garcés Borrero durante la primera mitad del siglo XX.

6. Para un estudio sobre el riesgo en la historia empresarial en una región específica de Colombia, ver Mejía (2011), en esta investigación, la autora identifica de manera sistémica el riesgo en la conducta económica de algunos empresarios antioqueños, como por ejemplo, Carlos E. Restrepo, Pepe Sierra y Ricardo Olano; tres casos que sin dudas, ilustran la manera de como el empresariado antioqueño asumió el riesgo en una etapa inédita llena de incertidumbre, como lo fue el período que comprende los inicios de la industrialización.

7. En cuanto a nuestro país, por nombrar algunos estudios de caso sobre empresarios y comerciantes que diversificaron en diferentes campos económicos , encontramos investigaciones de autores como: Safford (2002, 375-406) con el análisis del comerciante bogotano Francisco Vargas; Londoño (2002, 407-439) con el estudio del empresario caucano Lisando Caicedo; García (2002, 443-477) tras su investigación del empresario antioqueño Carlos E. Restrepo; Botero (2002, 479-511) con el rastreo del empresario antioqueño Ricardo Olano Estrada; Meisel y Viloria (2002, 513-547) con el desarrollo de las actividades comerciales ejecutadas en Barranquilla por el empresario alemán Adolfo Held; Ripoll (2002, 549-591) quien estudia los negocios de la casa comercial Rafael del Catillo & Compañía, la cual se ubicaba en Cartagena; Arroyo (2006) con el análisis de las prácticas empresariales en Cali de comerciantes como Benito López, Hermann Bohmer, Pedro Pablo Caicedo, Manuel María Buenaventura, Isaías Mercado, Julio Giraldo, Fidel Lalinde, Juan de Dios Restrepo, Luis Fischer, Rodolfo de Roux, entre otros; Ordóñez (1998) con la investigación de las actividades comerciales desarrolladas en Cali por parte de empresarios como Manuel Carvajal, Hernando Caicedo, Ulpiano Lloreda, Antonio Dishington, Luis Carlos Varela, entre otros.

8. Para identificar la diversificación presentada por algunos comerciantes y empresarios en ciudades como Cali, ver: Ordóñez (1998) y Arroyo (2006).

9. Desde la primera década del siglo XX este individuo realizaba negocios relacionados con el comercio de medicamentos, pues era propietario de la droguería y farmacia denominada con su mismo nombre, la cual tenía sucursales en varias partes del territorio nacional.

10. Tras el éxito de su droguería y farmacia, en el año de 1931 decidió convertir su laboratorio de tipo artesanal en uno industrial, denominado Laboratorio J.G.B.

11. Su ascenso económico no solo dependió de su local comercial y de su laboratorio farmacéutico, sino también de su participación en industrias de diferente tipo, como por ejemplo, la textil; además de ello participó en la creación de la primera casa bancaria en Cali.

12. Para observar sucesiones realizadas por algunos comerciantes en Cali durante la primera mitad del siglo XX ver: Arroyo (2006).

13. Por ejemplo, se tiene que para el mismo período en el juicio de sucesión del empresario José María Sierra "Pepe Sierra" sólo sus bienes raíces representaban $12.116.788 (Mejía 2011, 141).

14. Para un análisis más profundo en relación con el tema de capital económico, político, social y cultural ver: Bourdieu (2000).

15. Para un acercamiento al tema de formas de modernización en el territorio del suroccidente colombiano, ver: Cagueñas et al. (2013).

16. AHMC, Escribanos-notarial, Notaría Primera, Escritura núm. 34, 16 de enero de 1909, t. 1, f. 97.

17. En relación con este mismo tema pero para el caso de ciudades como Barranquilla ver: Posada (1987).

18. AHMC, "Miscelánea". 1917. Gaceta Municipal de Cali, enero 15, núm. 15, p. 10.

19. Para un mayor acercamiento sobre el tema del espacio urbano en Cali ver: Loaiza (2012).

20. Autores como Posada (2005), nos muestran un caso similar al de Garcés Borrero en la ciudad de Barranquilla con el comerciante Karl Parrish. Dicho comerciante oriundo de una región agrícola de Estados Unidos, llegó por primera vez a Colombia en 1904, entusiasmándose con las proyecciones de Barranquilla como centro portuario de Colombia, lo cual lo llevó a establecer su residencia y punto de operaciones en esta misma ciudad. A finales del segundo decenio de este siglo, se asoció con la familia De la Rosa para fundar la Compañía Urbanizadora El Prado, y a partir de allí, Karl C. Parrish estuvo detrás de los grandes proyectos de ese municipio: las Empresas Públicas Municipales, el Acueducto, Bocas de Ceniza, el Terminal Marítimo o las carreteras a Puerto Colombia y Cartagena. No obstante, sus intereses fueron más allá del desarrollo urbano de Barranquilla, invirtiendo de esta manera, en finca raíz en ciudades como Cali, Bogotá y Medellín.

21. Para identificar el poder de Jorge Garcés a su hermano Manuel María Garcés ver: AHMC, Escribanos-notarial, Notaría Segunda, Escritura N° 532 del 12 de agosto de 1921, t. 16, f. 95.

22. República de Colombia, Congreso de la República, Ley 28 "por la cual se generan reformas civiles en el régimen patrimonial del matrimonio", Diario Oficial, núm. 22139, 17 de noviembre de 1932.

23. AHMC, Escribanos-notarial, Notaría Primera, Escritura núm. 999, 18 de diciembre de 1936, t. 12, f. 176.

24. En dicha distribución se generaron un total de veinticuatro propiedades, con un total de cinco casas, once lotes de terreno y ocho apartamentos; ubicados en el centro de la ciudad, Barrio Granada y la Urbanización Galilea y Vernaza, ver: AHMC, Escribanos-notarial, Notaría Primera, Escritura núm. 999, 18 de diciembre de 1936, t. 12, f. 176.

25. Es importante señalar que, el padre de Emma Giraldo era Julio Giraldo, también comerciante reconocido en la ciudad, quien heredó a su hija "un derecho de dominio por un valor de $18.318 con 34 centavos en la propiedad o hacienda denominada Yunde o Arrastradero, ubicada en Palmira y avaluada por perito en $176.000 pesos […]" AHMC, Escribanos-notarial, Notaría Primera, Escritura N° 29 del 3 de noviembre de 1943, t. 29, f. 135. Para un análisis en relación con la vida comercial de Julio Giraldo, ver: (Arroyo 2006, 252-290).

26. Para más información ver: AHMC, Escribanos-notarial, Notaría Primera, Escritura núm. 536, 28 de junio de 1937, t. 8, f. 1.

27. Ver: AHMC, Escribanos-notarial, Notaría Primera, Escritura núm. 1281, 14 de octubre de 1941, t. 16, f. 264.

28. Ver escritura en: AHMC, Escribanos-notarial, Notaría Primera, Escritura núm. 1356, 29 de octubre de 1941, t. 17, f. 250.

29. Para este período no se hallaron registros de bienes raíces en Cali comprados o vendidos por parte de estas sociedades, sin embargo, sí se encuentran varios datos en relación con estas actividades realizadas en otros municipios del Valle del Cauca.

30. AHMC, Escribanos-notarial, Notaría Primera, Escritura núm. 1891, 9 de noviembre de 1942, t. 25, f. 466.

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