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HiSTOReLo. Revista de Historia Regional y Local

On-line version ISSN 2145-132X

Historelo.rev.hist.reg.local vol.7 no.14 Medellín July/Dec. 2015

https://doi.org/10.15446/historelo.v7n14.48763 

http://dx.doi.org/10.15446/historelo.v7n14.48763

Guzmán Escobar, Brenda. 2013. De los conflictos locales a la guerra civil. Tolima a finales del siglo XIX Bogotá: Academia colombiana de historia ISBN: 9789589576502

Juan Sebastián Bonilla Ayala*

*Historiador en formación de la Universidad Industrial de Santander (Bucaramanga, Colombia). Miembro del Semillero de investigación de Hermenéutica Histórica, e integrante del Grupo de Investigación Políticas, Sociabilidades y Representaciones Histórico-Educativas (Categoría A - Colciencias). Correo electrónico: bsebastia98@gmail.com.

Recepción: 30 de enero de 2015 Aceptación: 18 de febrero de 2015


A partir de los nuevos estudios de cultura políticas y tomando como ejemplo La Guerra de los Mil Días, Brenda Escobar le imprime un nuevo enfoque al estudio de los conflictos socio-políticos en Colombia. Con un estilo que sobrepasa y crítica posiciones de anteriores textos que pueden considerarse clásicos -la historiografía sobre la oposición liberales y conservadores, que gira en torno a que el compromiso político definía las acciones de los colombianos-, el aporte principal de la autora inicia desde la opción metodológica de concentrarse en el caso específico del Departamento del Tolima y la reconstrucción de los posibles orígenes de la guerra, indagando más allá de lo político, aspectos socio-económicos en torno a la tenencia de la tierra, la venta de ejidos, la lucha por el control del aguardiente y la fundación y control de los poblados. El libro como tal es fruto de la tesis doctoral de la autora, presentada en el año 2010 en la Universidad Ludwig-Maximilians (Alemania). La Academia Colombiana de Historia decidió editarle el texto en el 2013 y permitir a los interesados tener acceso a este importante trabajo.

La investigación manifesta la aplicación de los estudios de cultura política, emprendidos en los últimos años, que plantean "[...] la capacidad de los grupos populares de actuar en pro de sus propios intereses [...]" (Guzmán Escobar 2013,181). Más aún, es reconocible la interdisciplinariedad que aplicó al partir de enfoques teórico-metodológicos de diversos autores como Stathis Kalivas, Michel Foucault, William Roseberry, Michael Riekenberg. Es así como propone, a partir del estudio de la cultura política, que la pugna bipartidista, no fue la única causa de la guerra, sino que se convirtió en un factor de cohesión para variados problemas de índole social y económica. Estudiar la guerra, parafraseando a Brenda, es intentar que salgan a la realidad los conflictos de la vida cotidiana, del campesino, el minero, el iletrado; pues cabe mencionar que se concibe como sujetos políticos activos y que en las guerras civiles poseían algo de autonomía.

La investigación recurre a diferentes tipos de fuentes de difícil ubicación, misión loable si se tiene en cuenta la debilidad del Tolima en mantener un Archivo Histórico Departamental. Brenda consultó quejas de los vecinos, actas de consejos y comunicaciones de las Alcaldías de Ibagué y Honda; además, las posiciones que tomaron los periódicos en la guerra. Igualmente, consultó en el Archivo General de la Nación el Fondo Baldíos, el Fondo Comunicaciones del Ministerio de Guerra y de Gobierno, el Fondo Academia Colombiana de Historia, así como el Fondo Gobernaciones, sección Tolima. De igual manera, consultó el Archivo Histórico de Ibagué, ubicando interrogatorios hechos a prisioneros de guerra, folletos y compilaciones de leyes sobre impuestos. Por último, consultó la correspondencia de los vicecónsules ingleses de Honda, ubicada en la Public Record Office de Londres (Gran Bretaña).

La revisión bibliográfica sobre el tema no se queda atrás y son variados los autores citados: Charles Bergquist, Frank Safford y Fernán González, quienes pueden inscribirse dentro del estudio clásico de las guerras en Colombia por su perspectiva centrada en el bipartidismo. Por otro lado, David Bushnell, Malcolm Deas y Hernán Clavijo quienes escribieron sobre la dinámica político social, el caciquismo, la violencia política y respectivamente la formación de las élites.

El armazón de la obra consta en la parte inicial de tres mapas a fin de que el lector se relacione con la región del Tolima y su ubicación en Colombia. En la introducción que es el primer capítulo, se construye un balance sobre la perspectiva bipartidista de la historia de Colombia, manifestando algunas críticas a los estudios centrales del siglo XIX. Más adelante, aclara el concepto de acción política, distinguiendo entre un sentido amplio y un sentido estrecho.1 Continúa con la explicación de la estructura del libro y las fuentes suministradas. El texto cuenta además con tres capítulos, las conclusiones y la bibliografía.

En el segundo capítulo intitulado "Colombia y Tolima en el siglo XIX", se ofrece las principales características del periodo radical y el régimen de la Regeneración. En cuanto al Tolima se describe su aspecto geográfico, la formación como un Estado, y las adscripciones políticas regionales, aclarando que los campesinos no seguían en todo momento las orientaciones políticas de sus jefes, estos manifestaron autonomía en algunos casos. Esta idea es consecuente con la tardía colonización del Tolima, por parte de los antioqueños y caucanos que poblaron los territorios. Algunas poblaciones recién fundadas crearon sus propias dinámicas sociales y económicas que le hacían sentir autonomía en las decisiones locales.

El tercer capítulo analiza los conflictos locales en Tolima durante la Regeneración. Escobar señala variados problemas, de configuración departamental, donde participaban personas de diferentes clases sociales. Encontramos conflictos por tierra: propiedad, venta de ejidos y lucha entre intereses agrícolas y mineros. También, se vivieron conflictos por el control de la renta de aguardiente: impuestos, relación Estado-productores. Pues todo parte como un conflicto en búsqueda de un gracia propia: peleas entre productores adinerados, miembros de un mismo partido, hacendistas conservadores contra el gobierno, lo cual demuestra que cada persona, sin importar su filiación política, buscó un beneficio personal: "[...] solo estaban defendiendo sus posesiones, no pagaban sus impuestos, o bien, no obedecían a la autoridad, aunque no se organizarán para desconocerla" (Guzmán Escobar 2013,162).

El cuarto capítulo retrata la Guerra de los Mil Días. Brenda Escobar realiza un interesante análisis del concepto de guerra civil en el uso de la historiografía colombiana, aludiendo que si bien, la guerra estudiada es una guerra civil, no se pueden tomar los conflictos locales -ilustrados en los capítulos anteriores-, como una guerra civil, pues no tuvieron como mira la conquista del poder nacional. Para aclarar la situación, aplica el término "guerras segmentarias", el cual, se define como unos conflictos locales en busca de intereses personales, los cuales se apegan a un conflicto de orden nacional, en este caso la guerra civil. Los discursos de los conflictos locales "fueron usados por los líderes de ambos partidos para tratar de mantener una imagen de cierta comunidad de intereses con los grupos locales" (Guzmán Escobar 2013, 171), defendiendo una imagen de guerra civil en todo su esplendor.

El libro ofrece varias conclusiones que resultan motivantes para profundizar sobre la tesis planteada. Se alude a que "los grupos populares participaban en la guerra según el bando que dominara en su zona de habitación [...]" (Guzmán Escobar 2013, 279); el combatiente poseía cierta libertad, es decir, tuvo una actitud activa, no lo manejaban los jefes. Los que combatían buscaron siempre un beneficio personal, o al menos proteger su existencia. La guerra en el Tolima perduró, además de recibir importancia, por "[...] la precariedad del Estado, su poca capacidad de control, lo que permitía que economías locales pudieran funcionar de manera activa y autosostenerse, aun en tiempo de guerra" (Guzmán Escobar 2013, 280). El libro aporta a la historiografía nacional un estudio regional de la Guerra de los Mil Días, abordando diversos temas que contribuyeron a diferenciar la guerra en el Tolima. El texto afirma y propone que no es seguro estudiar la guerra desde Bogotá, es necesario investigar desde el plano provincial. Lo anterior es una invitación para abordar un texto que demuestra con fuentes, la importancia de estudiar las guerras civiles desde otro punto de vista, el sujeto pobre, de familia campesina, que contribuyó en proporcionar su tiempo a la guerra, vista en un plano social, contribuyendo a un nuevo y rico tema de estudio histórico que se podrían desarrollar en otros departamentos del territorio nacional.


Nota

1 Actividades con miras de alcance nacional, que reivindica el derecho a la ciudadanía. Brenda Escobar lo asume desde los sectores rurales del Tolima en un sentido amplio del término, es decir, acciones que emprendieron a escala local, en la experiencia cotidiana, para conseguir distribuciones del poder menos desfavorables, para transformar localmente órdenes y jerarquías que les eran perjudiciales y satisfacer sus interés hasta donde fuera posible.