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On-line version ISSN 2145-9444

Zona prox.  no.23 Barranquilla July/Dec. 2015

https://doi.org/10.14482/zp.22.5832 

http://dx.doi.org/10.14482/zp.22.5832

La lengua andwa: una experiencia en documentación y reapropriación lingüística a través de la educación

The andwa language: a case of documentation and linguistic reclamation through education

Jorge Gómez Rendón
Universiteit van Amsterdam, Amsterdam, Países Bajos
j.a.gomezrendon@uva.nl

Magola Moreno
Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito, Ecuador
dcsalazarp@puce.edu.ec

Fecha de recepción: 13 de mayo de 2014
Fecha de aceptación: 18 de octubre de 2015


Resumen

La documentación y revitalización de lenguas amenazadas han cobrado un fuerte impulso en la última década. En este contexto, la reapropiación de la lengua andwa adquiere especial relevancia. Por tratarse de ser una lengua extinta, el procedimiento de su reintroducción presenta desafíos, tanto en el área de investigación como de educación. El siguiente trabajo tiene como objetivo presentar un panorama de la historia del pueblo andwa de Ecuador y su lengua, así como del proceso de documentación destinado a su reintroducción en el espacio educativo y comunitario.

Palabras clave: lengua Andwa, documentación, revitalización, educación, reapropiación lingüística, patrimonio lingüístico.


Abstract

Language documentation and revival have gained impetus within the last century. In this context, the recovery process of Andwa is of special importance as it deals with an extinct language. The particular methodology required for its reclamation represents new challenges in the fields of research and education. The objective of this paper is to provide an overview of the history of the Andwa people and language in Ecuador as well as of the process of documentation leading to its reintroduction in education and community spaces.

Keywords: Andwa language, documentation, revitalization, education, re-language reclamation, linguistic heritage.


Introducción

La última década ha sido testigo de un crecimiento vertiginoso en los campos de la documentación lingüística y la revitalización de lenguas amenazadas. Aunque el trabajo en ambos campos sigue disociado en la teoría y la práctica, cada vez resulta más claro para los investigadores, las instituciones académicas y los gobiernos, que no debemos documentar lenguas con el único afán de registrar las expresiones de una diversidad que desaparece en tiempos de globalización, a riesgo de practicar no más que una forma altamente técnica de archivología; como que tampoco podemos revitalizar lenguas de manera sistemática y sustancial si carecemos de la materia prima que una documentación lingüística conjuntamente planificada puede ofrecer. El que hayan sido las propias comunidades beneficiadas las primeras en darse cuenta de la necesidad de conjugar documentación y revitalización de forma cooperativa y creativa no es un hecho casual y se explica claramente por su visión integral de la lengua como parte constitutiva del tejido social y puntal de procesos políticos identitarios.

El presente artículo ofrece una reflexión de los procesos de documentación y revitalización llevados a cabo desde el año 2008 con la Nacionalidad Andwa de Pastaza, Ecuador, y su lengua originaria, el andwa o katsakati1, en el marco del proceso de fortalecimiento organizativo que inició en 2003 y continúa hasta la fecha. Sin ser el único proceso de documentación y revitalización llevado a cabo en la selva amazónica ecuatoriana, la experiencia con la lengua andwa conlleva rasgos particulares que la convierten en un caso especial. En primer lugar, desde el año 2012 el andwa es una lengua extinta, luego del deceso de quien fuera su último hablante (cf. infra), con quien se logró realizar entre 2009 y 2010 un breve proceso de documentación lingüística (cf. infra). Los retos de documentar una lengua a punto de extinguirse y de recuperarla en la educación y otros espacios comunicativos se discutirán más adelante2. En segundo lugar, la actual nacionalidad andwa es el resultado de un proceso de contacto interétnico y etnogénesis que se inició en el seno de las misiones jesuitas de la provincia de Maynas. En tercer lugar, pese a ser la última nacionalidad indígena reconocida por el Estado ecuatoriano (2003) y una de las siete de la provincia amazónica de Pastaza, la nacionalidad andwa ha llevado adelante un proceso político-organizativo sin paralelo que se sustenta en dos pilares: la recuperación de su patrimonio lingüístico y cultural, y el reconocimiento de sus territorios ancestrales. La visión que articula este proceso consiste en concebir un ejercicio de los derechos colectivos basado no solo en la integralidad y complementariedad de lo económico, lo social y lo cultural, sino también en la necesidad histórica de incorporar a dicho proceso a los andwas del otro lado de la frontera, desbordando por lo tanto los límites de los Estados nacionales (Gómez Rendón 2012).

En la segunda sección de este artículo trataremos con más detalle los principales desarrollos históricos del pueblo andwa, así como el proceso de documentación lingüística que empezó en 2008. En la tercera sección discutiremos la problemática de la documentación lingüística integrada a un modelo de re-introducción de la lengua originaria en el marco del sistema de educación intercultural bilingüe, al que pertenece la nacionalidad desde el año 2011. Finalmente, en la cuarta y última sección exploraremos los desafíos a corto y mediano plazo para los investigadores y la nacionalidad, pero también la enseñanza que esta experiencia trae a otros procesos de revitalización.

HISTORIA Y LENGUA

La lengua andwa pertenece a la familia lingüística zaparoana, junto con el iquito, el arabela, el zápara, el cahuarano, el aushiri y el omurano. De todas estas lenguas al momento existen todavía hablantes del zápara en Ecuador, y del arabela y el iquito en Perú. El resto de lenguas, junto con el andwa, se consideran extintas a la fecha. De ser las más extensamente habladas en la Amazonía noroccidental hacia los siglos diecisiete y dieciocho3, las lenguas zaparoanas son hoy en día aquellas con mayor riesgo de extinción. No obstante, esto no significa que sus hablantes hayan desaparecido o que no haya herederos de los antiguos hablantes que reclamen una pertenencia étnica zaparoana4.

Ocurre que el proceso de pérdida de la lengua originaria estuvo acompañado de otros dos: por una lado, una etnogénesis, rastreable en el registro histórico al menos para los andwas y los záparas del Ecuador y Perú (Gómez Rendón 2013); y por otro lado, una kichwización5 o desplazamiento de las comunidades de habla hacia el kichwa, actualmente la principal lengua franca de la Amazonía ecuatoriano-peruana. No están de acuerdo historiadores y antropólogos en las razones que motivaron ambos procesos, pero está claro que el caldo de cultivo fueron las propias misiones jesuíticas establecidas en el corazón de la selva. En efecto, las misiones de la provincia de Maynas, por su mismo carácter de reducciones, aglutinaron un importante número de grupos étnicos diferentes, acelerando el contacto interétnico y lingüístico existente en el área, una de las más biodiversas de la Amazonía. De las misiones jesuíticas, la misión de Santo Tomás de Andoas, fundada hacia 1708 a orillas del río Tunigrama, afluente del Pastaza, era considerada la más exitosa, no solo porque su número de habitantes se mantuvo relativamente estable e incluso experimentó un ligero crecimiento a mediados del siglo dieciocho, cuando las otras misiones estaban muy venidas a menos; sino porque además era la que albergaba a fieles de varios orígenes etnolingüísticos: para el año de 1735 vivían allí 126 familias, con un total de 550 personas, entre las cuales estaban muratos o kandwash (hablantes del kandoshi, lengua emparentada con la familia jibaroana), záparas, gaes y shimigaes (estos últimos, los antepasados más directos de los actuales andwas)6.

El etnónimo andoa o andwa, que no es propio del grupo étnico que en la actualidad lleva su nombre, proviene de la misión donde fueron reducidos originariamente. Desde aquel entonces los shimigaes entablaron numerosos matrimonios interétnicos con hablantes de otras lenguas, lo cual tuvo dos consecuencias: la pérdida progresiva de su lengua en favor de estas, y sobre todo del kichwa, que los misioneros introdujeron como lengua franca; y la etnogénesis a partir de una amalgama de elementos de diferentes culturas amazónicas, que con el tiempo formaron el patrimonio común de la mayoría de grupos indígenas de la cuenca del Pastaza ecuatoriano-peruano (Whitten 1976; Naranjo 1977).

Luego de la expulsión jesuita en 1767, las misiones de Maynas pasaron a cargo de sacerdotes seculares, al menos hasta los albores de la Independencia. Desde entonces se palpó una sensible reducción en el número de sus pobladores, quienes paulatinamente abandonaron las misiones, desoladas ya para inicios de la época cauchera (ca. 1880). Así lo corrobora para Santo Tomás de Andoas el informe del Prefecto Apostólico, José María Magalli, quien visitó la misión —o lo que quedaba de ella— hacia 1890, luego de que el gobierno ecuatoriano entregara nuevamente a la Orden Dominica el control misionero en esta parte del Oriente:

"Mucho se discurría en orden a este villaje, quienes aseguraban que ya no existía por nada, otros, que estaba desamparado de sus pobladores, comprometidos para el laborío del caucho a las márgenes del Tigre [...] ya que desde la última vez que estuvo ahí el Padre Tovía, Jesuita, no habían sido visitados por Misionero alguno [...] De Andoas no existen hoy más que escombros. Los Jíbaros de Achual la arruinaron asaltándola por sorpresa; de la mucha gente que había, parte pudo escaparse, parte fue víctima de la sanguinaria venganza de los asaltadores, siendo las mujeres y niños llevados prisioneros" (Magalli 1890: 72ss; mi cursiva).

La presencia dominica, sin embargo, logró volver a la vida la misión de Santo Tomás en poco menos de veinte años, de suerte que para 1909 tenía ya un misionero que la visitaba frecuentemente o incluso residía en ella durante estancias prolongadas. Esa fue la segunda época dorada de la misión de Andoas, hasta el año de 1941, cuando estalló la guerra. Entretanto, la presencia de los sacerdotes – que sabían y utilizaban el kichwa con los misionados al ser ya para entonces una buena parte de ellos nativohablantes de esta lengua – posibilitó la confección de los pocos pero valiosos materiales lingüísticos que han llegado a nuestras manos y que consisten en extensas listas de vocabulario con su traducción al kichwa local y al castellano, y algunos paradigmas verbales (León 1930, 1938; Mosquera 1939, 1940).

El conflicto de 1941 significó un hito en la historia del pueblo andwa a ambos lados de la frontera. Desde entonces quedaron separadas no solo las personas sino también, de algún modo, las costumbres, las lenguas y las tradiciones, de suerte que cada una ha seguido desde entonces un desarrollo particular determinado por las condiciones históricas particulares de su país, sin perder en todo caso su raigambre étnica. En la actualidad, posiblemente la característica más relevante que distingue a andwas ecuatorianos y peruanos es la reciente pero marcada organización política de los primeros con respecto a los segundos, motivada por una historia de varias décadas de creciente protagonismo indígena en el escenario político ecuatoriano; pero también por los avances en materia constitucional desde 1998 hacia la construcción de un Estado plurinacional. Estas condiciones favorables han permitido la emergencia de una conciencia étnica cada vez más fuerte, dentro de la cual la cultura y la lengua originarias son elementos identitarios irrenunciables. Este fortalecimiento, del que los líderes andwa ecuatorianos están conscientes, pretende desbordar las fronteras nacionales con el fin de incorporar al pueblo andwa peruano en la misma línea de desarrollo.

En este contexto, el Plan de Vida de la Nacionalidad Andwa de Pastaza-Ecuador (2010-2020) es el instrumento que busca regir el desarrollo político-organizativo de la nacionalidad en el próximo decenio en siete áreas prioritarias estrechamente relacionadas. Se pretende a largo plazo el ejercicio pleno de un gobierno autónomo comunitario a través de una Circunscripción Territorial Indígena que permita no solo resolver los problemas territoriales con nacionalidades indígenas vecinas, sino también la gestión propia de los recursos naturales y la formación de recursos humanos a través de la educación en diferentes niveles, con énfasis en el rescate de saberes y prácticas ancestrales, y la reintroducción de la lengua originaria.

EL PROCESO DE DOCUMENTACIÓN Y RECUPERACIÓN DE LA LENGUA ANDWA

El inicio de las actividades de recuperación lingüística, sin embargo, antecedió al Plan de Vida y tuvo lugar en noviembre de 2008, cuando se realizó una actividad de carácter prospectivo consistente en la búsqueda de posibles hablantes residuales del andwa en Ecuador, en particular a lo largo de la cuenca del río Bobonaza y las comunidades que conforman la nacionalidad (Puka Yaku, Santa Rosa, Jatun Yaku, Killu Allpa y Ashari). El producto de esta prospección fue una reducida lista de vocabulario de treinta palabras, cuya pertenencia a la lengua andwa fue confirmada a través de su coteja con las listas de palabras recogidas en la época misionera más reciente (Mosquera 1940). El resto de información recogida demostró ser solamente una forma dialectal de contacto del kichwa local que en algún momento se utilizó en la cuenca del Bobonaza para la comunicación intercultural con grupos de habla no zaparoana. No se tuvo noticia de ningún hablante de la lengua o que al menos la recordara de manera fluida. Ante estos resultados se planificó una visita a las comunidades andwas del Perú, con quienes se había restablecido el contacto pocos meses antes durante el Primer Encuentro Binacional Andwa, celebrado en mayo de 2008.

Durante el año transcurrido entre la prospección en Ecuador (2008) y la visita al Perú (2009) se sistematizaron los datos lingüísticos disponibles en fuentes publicadas. El resultado de dicha sistematización fue la construcción de un corpus lexicográfico de aproximadamente 800 entradas, el cual debía ser cotejado con hablantes, en caso de ser identificados. Se recopilaron asimismo varios materiales etnográficos y de historia oral a partir de un taller de cuatro días realizado en la comunidad de Puka Yaku en septiembre de 2009.

En octubre de 2009 se realizó la primera visita a la comunidad de Viejo Andoas – heredera de la misión dominica de Santo Tomás de Andoas establecida en la quebrada de Tunigrama y refundada por el ejército peruano varios kilómetros río arriba luego de la guerra. La visita cubrió tres comunidades: Viejo Andoas, Nuevo Andoas y Kapawari. En las dos primeras se identificó a tres mujeres que recordaban la lengua a nivel pasivo7, con las cuales fue posible hacer una primera coteja del corpus lexicográfico. El principal hallazgo, sin embargo, se realizó en la comunidad de Kapawari, donde se encontró a quien fue el último hablante de la lengua, Hipólito Arahuanaza (†), de 90 años de edad al momento del levantamiento. Debido a la necesidad de trabajar exclusivamente con este hablante y preparar exhaustivamente la investigación, se planificó una segunda visita al Perú, la misma que se realizó entre febrero y marzo de 2010 en la comunidad de Kapawari.

En esta visita se realizaron varias sesiones de grabación y elicitación con el último hablante, aunque siempre de corta duración por su avanzada edad. La lengua vehicular utilizada fue el kichwa, para lo cual contamos con la colaboración de un hablante andwa ecuatoriano del kichwa de Pastaza. Al no haber utilizado la lengua en sus últimos años, el hablante inicialmente mostraba un grado medio de atrición o desgaste, que fue reduciéndose conforme el hablante recordaba con más precisión su lengua al avanzar la investigación8. Los productos obtenidos son una veintena de narrativas en la lengua, con su respectiva traducción – parcial en muchos casos – al kichwa de Pastaza. Estas narraciones comprendían mitos pero también historia oral. El material fue digitalizado y procesado en una pequeña parte para iniciar el trabajo de análisis,

el cual debía ser completado en posteriores visitas a Kapawari. No obstante, a mediados del 2010 la ONG que había venido auspiciando el trabajo desde 2008 estaba dejando el país, de modo que no fue posible obtener su apoyo para continuar las actividades.

Se presentaron entonces sendas propuestas al Ministerio de Educación a través de la Dirección Nacional de Educación Bilingüe, al Ministerio de Patrimonio y a la Subsecretaría de Pueblos, sin obtener en ningún caso una respuesta positiva. Aun así, entre 2010 y 2011 el trabajo continuó con la preparación del vocabulario recopilado y cotejado en campo y un primer bosquejo gramatical de la lengua. Más todavía, en 2010 vieron la luz los primeros materiales didácticos para educación básica en lengua andwa. Estos han sido enriquecidos recientemente con el diseño de nuevos recursos didácticos con un enfoque interactivo y una guía didáctica para el profesor, preparados en 2011 y publicados por DINEIB en noviembre de 2013, para ser socializados entre los profesores asistentes al último taller de lengua andwa celebrado en Quito (cf. infra).

La formulación de propuestas para continuar la investigación con el último hablante concluyó a mediados de 2012 cuando nos enteramos de su deceso a la edad de 92 años. En estas circunstancias se hizo necesario replantear el cronograma inicial de investigación y sus objetivos, pero también explorar otras alternativas para obtener datos lingüísticos que enriquecieran el conocimiento que teníamos hasta entonces de la lengua. Sobre las líneas de acción trazadas en agosto de 2012 para continuar con formas alternativas de documentación de la lengua, hablaremos en la última sección. De estas líneas se decidió empezar de inmediato con la más interesante y desafiante de todas: el paso de la documentación a la enseñanza de la lengua a través de talleres. En efecto, luego de una evaluación del material disponible conjuntamente con los líderes de la nacionalidad y considerando el cumplimiento de los objetivos del Plan de Vida en el área estratégica de educación, se decidió que estábamos en condiciones de ofrecer talleres básicos de enseñanza de lengua andwa entre los profesores, al tiempo que continuaba la exploración de los datos obtenidos y la prospección de nuevos hablantes en Perú y de recursos bibliográficos no publicados de cuya existencia habíamos llegado a saber. La implementación de los talleres merece una sección aparte, pues materializa precisamente la forma en que la documentación lingüística se pone al servicio de la recuperación de la lengua.

EDUCACIÓN Y LENGUA ANDWA

Uno de los pasos decisivos del proceso de recuperación de la lengua ha sido el paso de la educación en la nacionalidad andwa, del sistema hispano al sistema de educación bilingüe, con la finalidad de proveer a las futuras generaciones con los materiales necesarios para el aprendizaje y preservación de su lengua originaria. El interés de recuperar la lengua tiene varias implicaciones para el pueblo andwa, siendo la más importante que su lengua originaria es vista de manera integral y su recuperación se vincula con la reivindicación de su territorio, su cultura y sus recursos (Gómez Rendón, 2012).

En un esfuerzo conjunto por recuperar la lengua andwa, se han venido organizando talleres periódicos de lingüística y cultura durante los últimos dos años, los mismos que han tenido lugar en la comunidad andwa de Pukayaku, en Puyo y Quito. Desde el inicio de la iniciativa (2011) hasta la fecha, se han logrado llevar a cabo apenas cuatro talleres, debido a la falta de coordinación existente entre las instituciones involucradas (SEPDI, DINEIB y NAPE). Aun así, en los talleres que se han organizado, se ha conseguido dar un pequeño pero firme paso para la recuperación de la lengua y la cultura. A continuación se presenta un informe acerca de los encuentros que se han organizado y se señalan los aspectos más sobresalientes de cada uno de ellos.

El primer taller de lengua y cultura andwa, coordinado por la DINEIB, se realizó en noviembre del 2012, con la presencia de quince miembros de la nacionalidad andwa y uno de los autores. El lugar de celebración del taller fue la ciudad de Puyo, en la provincia de Pastaza. El objetivo principal del encuentro fue familiarizar a los participantes en la historia lingüística y los rudimentos de la lengua andwa, a fin de iniciar un proceso de reintroducción básica de la misma a nivel de las comunidades y la educación.

El taller pretendió ser la primera sistematización y socialización general de los resultados del proceso de documentación de la lengua con los diferentes actores que participaron de una u otra forma en el proceso, y que incluían a líderes y lideresas, asistentes lingüísticos locales y profesores de las diferentes unidades educativas que funcionan en las comunidades andwas. El propósito era familiarizar a los participantes en la historia de la lengua, su clasificación y los principios de la gramática, incluyendo el uso correcto del diccionario, a fin de iniciar un proceso de reintroducción de la misma a nivel de las comunidades y la educación escolarizada.

El segundo taller se celebró en julio del 2013, coincidiendo con las fiestas de celebración de los 10 años de vida organizativa de la NAPE, en la comunidad andwa de Pukayaku. Este encuentro fue organizado de manera independiente por la organización, con fondos propios y sin el apoyo de ninguna institución gubernamental. El taller contó con la presencia de diez miembros de la nacionalidad Andwa y ambos autores como facilitadores. El objetivo de este encuentro fue reintroducir los contenidos del taller anterior en materia histórica y lingüística, por lo que se presentó nuevamente una breve introducción de la historia del pueblo andwa y se realizó un acercamiento más profundo a la lengua.

Luego de una aproximación a la fonología, la morfología y la sintaxis de la lengua, los participantes pudieron formular varios tipos de oraciones en su propia lengua. El entusiasmo de participantes y facilitadores al presenciar este primer paso para la recuperación de su lengua fue un importante incentivo para continuar el camino. Al finalizar el encuentro, tuvo lugar una merecida celebración por los diez años de vida organizativa de la NAPE, con miembros de diferentes comunidades andwas. Para esta celebración y en conjunto con la presidenta de la nacionalidad, los autores elaboraron un discurso en lengua andwa, que sería pronunciado por ella al iniciar el evento.

El tercer taller tuvo lugar el mes de septiembre de 2013, en las instalaciones de la NAPE, en la ciudad de Puyo. Al igual que el taller anterior, este encuentro fue organizado de manera independiente por la NAPE, en su afán por continuar con el proceso de recuperación y reintroducción de su lengua originaria. Este taller contó con la presencia de nuevos participantes que habían sido designados como profesores representantes de cada comunidad por la presidenta de la nacionalidad y cuya participación desde este taller en adelante sería obligatoria.

El taller fue una recapitulación detallada del anterior. Esto se debió a la presencia mayoritaria de nuevos participantes. Por esta razón, el objetivo del tercer encuentro fue un acercamiento al léxico y gramática de la lengua desde la misma perspectiva que el taller anterior. La presencia de gente joven contribuyó al dinamismo de las clases, donde los facilitadores intervenían lo menos posible, dando libertad a los participantes para contribuir con sus propias ideas y creaciones. Así, al formular ejemplos, los participantes elegían palabras significativas para su vida y su entorno, lo que no hubiera sucedido si los facilitadores imponían sus propios ejemplos. Además, la comparación entre el andwa y el kichwa local permitió a los participantes darse cuenta de que varios términos "kichwas" empleados cotidianamente tenían origen andwa, lo que despertó su interés por saber más del origen de su lengua ancestral.

El tercer taller marcó el fin de la aplicación de un método de gramática- traducción, que se había instrumentado en todos los encuentros. El método consistía en instruir a los participantes en conceptos gramaticales básicos y, al momento de formular ejemplos, requerir su traducción a la lengua andwa desde el castellano o del kichwa amazónico, que como señalamos anteriormente es hoy en día la lengua materna de todos los participantes.

Desde el comienzo de la iniciativa de los talleres, los autores creían que era posible o incluso necesario otro enfoque de enseñanza para recuperar una lengua apuntalada desde la política identitaria, pero comunicativamente disfuncional al ser ya una lengua extinta. Más todavía, sabíamos que no por esta condición, debíamos enseñar la lengua según los modelos tradicionales de enseñanza de lenguas muertas, que se basan precisamente en un modelo de gramática y traducción. Era preciso buscar otra alternativa para aumentar la dinámica de los encuentros y acercarnos desde otra perspectiva a la lengua.

Con esta urgencia decidimos organizar reuniones periódicas de discusión para profundizar en los postulados de la gramática funcional de Halliday (1978). Este enfoque afirma que el lenguaje no es un mero reflejo metafórico de la realidad social, ni un ingrediente expresivo de esta: es el vínculo semiótico que sin cesar produce y renueva los significados culturales, los mensajes complejos de un aquí y un ahora históricos, los variados recursos por medio de los cuales la sociedad se entiende a sí misma y se reproduce (Halliday, 1978). Sobre esta base nos propusimos, en el próximo taller, empezar a abordar la didáctica de la lengua andwa siguiendo este enfoque, donde la lengua es parte esencial de la sociedad y en tal medida crea y actualiza los significados culturales, sociales e individuales.

Sin dejar de lado la importancia de los frutos obtenidos en los tres talleres de lengua previos, el cuarto taller fue sin duda el más productivo, al estar más enfocado al uso efectivo de la lengua en contextos comunicativos reales, como un vínculo vivo entre cultura e individuo. En tal sentido, la planificación del cuarto taller fue más allá de un contenido meramente gramatical: su intención fue revelar los contextos socioculturales donde la recuperación de la lengua sería de mayor utilidad para los miembros de la nacionalidad andwa.

Celebrado en diciembre del 2013, el cuarto encuentro se realizó en las instalaciones de la Universidad Andina Simón Bolívar, en Quito. El taller fue coordinado por la DINEIB y tuvo una duración de cinco días, destinándose el último para la presentación y socialización de los nuevos materiales didácticos que habían salido a la luz. El taller contó con la presencia de catorce miembros de la nacionalidad andwa, en su mayoría asistentes del tercer taller y profesores de escuelas de varias comunidades andwas. Aparte de los autores, asistieron varios colegas nacionales y extranjeros vinculados con la educación bilingüe.

La primera actividad de este taller consistió en la definición de las situaciones comunicativas que, para los propios participantes, exigían o motivaban el uso de su lengua originaria. Los participantes contribuyeron con ideas basadas en su experiencia personal. De este modo conseguimos identificar, junto a las principales situaciones y espacios comunicativos, los aspectos léxico-gramaticales de la lengua con los que están asociados.

Según los participantes, los objetivos principales de reinserción de la lengua andwa son el fortalecimiento de su identidad, sus costumbres y sus conocimientos, para transmitirlos a las generaciones futuras y a otras nacionalidades mediante el diálogo. Los espacios comunicativos donde la lengua es necesaria comprenden el hogar, la escuela, la radio comunitaria, y las diferentes comunidades y ciudades donde se organizan reuniones o eventos entre distintas nacionalidades.

Luego de identificar los espacios y situaciones comunicativas que reclaman el uso de la lengua originaria, se discutió sobre los temas que exigen el uso de la lengua, entre los cuales están los cuentos, los discursos, los juegos, la gastronomía, la medicina, la flora y fauna, la publicidad y la música. Los participantes, en parejas, crearon un glosario español-andwa o kichwa-andwa con los términos más relevantes para cada tema identificado, haciendo uso del diccionario preparado en el proceso de documentación (cf. supra). De esta manera, fueron los mismos participantes quienes decidieron qué palabras incluir en la lista de modo que la recuperación de la lengua cumpliera su objetivo; esto es, ser la expresión clara de la identidad sociocultural del pueblo andwa. El siguiente esquema resume los espacios comunicativos, los objetivos y los géneros orales asociados que identificaron los participantes durante el primer día del taller:

Otra de las actividades fue la creación de una historia a partir de las palabras que cada pareja desarrolló en el punto anterior y con base en los conocimientos gramaticales adquiridos en talleres previos por la mayoría de participantes. Cada pareja tuvo una hora para escribir una historia relevante para su cultura, empleando los términos de la lista que ellos mismos elaboraron. Se dejó libertad a los grupos para que dieran rienda suelta a su imaginación. La corrección de errores gramaticales fue mínima y se realizó en conjunto, con aportes de todos los asistentes, pues cada pareja compartió su cuento en la pizarra. Al final, los participantes escogieron tres historias para dramatizarlas.

En grupos, los participantes se distribuyeron papeles, diálogos y personajes, y ensayaron minuciosamente la obra. El entusiasmo y el empeño con que los miembros de la nacionalidad prepararon esta tarea fueron algo totalmente nuevo y estimulante más allá del entorno de las aulas universitarias. Las dramatizaciones se realizaron el penúltimo día del taller y fueron grabadas en video para su uso didáctico en las comunidades.

El último día del taller se entregaron y socializaron los materiales didácticos preparados con el apoyo de LinguaPax y publicados por DINEIB. Siguiendo las mismas líneas del taller, los materiales didácticos ofrecieron un enfoque funcional mucho más interactivo y creativo que el modelo tradicional. Los materiales comprenden dados y abanicos temáticos, cartillas cuadriculadas, tarjetas de vocabulario, carteles interactivos y una guía metodológica para el profesor9.

La participación activa de todos los asistentes, los trabajos grupales y las demás actividades realizadas en este encuentro hicieron de este taller el más dinámico de todos los organizados. El taller marcó el inicio de un nuevo acercamiento a la recuperación de la lengua andwa, un acercamiento funcional, donde la lengua era usada por personas de carne y hueso en contextos de la vida real, con lo cual la lengua llegaba a ser verdaderamente una expresión sociocultural propia.

Se tiene previsto la continuación de los talleres en las propias comunidades andwas, a fin de situar de manera más natural la experiencia comunicativa de la lengua y su enseñanza. Gracias a la experiencia adquirida en talleres previos, se procurará en los siguientes encuentros que los participantes de las diferentes comunidades contribuyan con sus propias iniciativas metodológicas, y que los autores contribuyan solamente como consultores y moderadores. En cualquier caso, estamos convencidos de que una aplicación más eficaz y meticulosa de la lengua a diferentes contextos comunicativos requiere continuar con la investigación de la lengua y la cultura originarias, a fin de enriquecer su reintroducción en el sistema educativo (cf. infra).

DESAFÍOS DE LA DOCUMENTACIÓN Y LA REVITALIZACIÓN DE LA LENGUA ANDWA

Documentar y revitalizar lenguas, cualesquiera sea su estado de vitalidad, no es tarea fácil y podemos imaginar en cada caso escollos específicos que es preciso salvar. Por lo expuesto, sin embargo, documentar y revitalizar una lengua que se ha extinguido plantea retos que, en un primer momento, parecen insalvables. Está, en primer lugar, la pregunta de si en realidad se debe intentar "revivir" de alguna manera una lengua muerta y en qué medida eso es posible; pero también quién debe o puede hacerlo. Pese a ser una lengua extinta, el andwa obviamente difiere en dos aspectos importantes de lenguas muertas como el latín o el griego. El primero es que existe una población étnica que reclama la lengua como parte de su patrimonio cultural y busca reapropiarse de él. El segundo es que la iniciativa de reapropiación lingüística no nació en este caso, como en un buen número de aquellos de documentación y revitalización de lenguas amenazadas, de lingüistas, antropólogos, educadores o investigadores en general que vienen fuera de la comunidad. El proceso, por el contrario, se gestó como parte de un proyecto étnico de carácter político-organizativo a largo plazo. En nuestra opinión son ambas aspectos los que dan sostenibilidad a la reintroducción de la lengua andwa aun cuando los líderes, las bases, los maestros y, por supuesto, los autores, saben que las condiciones de dicha reintroducción inciden directamente en los resultados. Los autores han procurado ser claros en los alcances del proyecto de reapropiación lingüística, así como claros han sido desde un principio los propósitos de los líderes de la nacionalidad que han llevado adelante el proceso. Por una parte, como lingüistas sabemos que al no haber nativohablantes del andwa, su reintroducción a través de la enseñanza será, en el mejor de los casos, muy similar a la de una lengua extranjera – excepto por la ya señalada asociación con el patrimonio étnico – con todo lo que ello implica en cuanto a su uso limitado en espacios familiares y comunitarios donde hoy en día es el kichwa la lengua de comunicación cotidiana. Por otro lado, el trabajo y los esfuerzos de los últimos años frente a los obstáculos encontrados nos indican claramente que, con todo su firme propósito de reinsertar la lengua originaria, los líderes no asumen la actitud ingenua de creer que el andwa pueda llegar en algún momento a reemplazar al kichwa en su vida cotidiana; pero saben con claridad que el uso de aquella lengua comporta un carácter emblemático de efectos políticos evidentes, particularmente instrumental en un espacio que desborda diversidad en todos los discursos – ambiental, social y cultural – como es la Amazonía y aupado así desde los mismos órganos de planificación del Estado.

Con todos estos antecedentes fue posible replantear una estrategia a largo plazo para el trabajo con la lengua en las siguientes líneas:

a) La continuación de la investigación de la lengua, buscando posibles hablantes en zonas selváticas donde se sabe hubo antigua migración de familias andwas; pero también la exploración del acervo de microfichas de la Biblioteca Nacional de Lima, que contienen los apuntes y diarios de campo de investigadores que visitaron la comunidad de Santo Tomás de Andoas hacia la década de los años cincuenta del siglo pasado. Este material aportará con información esencial para ampliar nuestro conocimiento del léxico y la gramática de la lengua para instrumentarla de manera más eficaz en el mayor número de situaciones comunicativas. En esta misma línea, se tiene previsto comparar los datos lingüísticos disponibles con aquellos de otras lenguas de la familia zaparoana mejor documentadas, a fin de comprender mejor algunos aspectos gramaticales de la lengua andwa.

b) Continuar con los talleres de enseñanza de la lengua, sobre todo para poner a prueba la aplicabilidad del modelo funcional, lo cual se verá enriquecido adicionalmente con una identificación más clara de las situaciones comunicativas que necesitan de la lengua. Una vez expandida esta identificación se podrá diseñar un proceso de enseñanza de la lengua específico para cada situación. En este mismo contexto, uno de los autores (Salazar) tiene previsto el desarrollo de un modelo de gramática funcional pedagógica aplicable a lenguas amenazadas y aplicada en específico a la lengua andwa, que esperamos pueda servir de modelo para experiencias similares.

c) El diseño e implementación de un programa de enseñanza de la lengua a través de programas radiales. En efecto, desde el año 2012 la nacionalidad andwa, igual que el resto de nacionalidades de la Amazonía ecuatoriana, disponen de radios comunitarias, uno de cuyos principales objetivos es la difusión cultural de sus tradiciones y, por supuesto, de su lengua. La radio, por su alcance y difusión, se convierte así en un espacio privilegiado para la enseñanza de la lengua. Con este fin se ha pensado en la producción de programas radiales de enseñanza de la lengua y la cultura tradicional andwa, para lo cual se necesitan, entre otras cosas, elaborar guiones con secuencias didácticas completas, la capacitación de los locutores y la producción de materiales de audio en la lengua para cortinas.

d) La producción y publicación de recursos didácticos. A partir de los resultados de la investigación de la lengua, se podrán producir más y mejores materiales didácticos para la enseñanza de la lengua en diferentes niveles del sistema de educación básica. Para optimizar el uso de estos recursos, se los acompañará de guías didácticas para profesores, que serán socializadas en sendos talleres de capacitación y cuadernos de trabajo que contemplen diferentes actividades por realizar con los materiales didácticos disponibles. Corolario de esta y el resto de línea de acción es la publicación de todos los materiales – diccionario, gramática, guías didácticas, cuadernos de trabajo – en tirajes adecuados para satisfacer el uso en los espacios educativos y comunitarios en general. Adicionalmente existen materiales que son subproductos de la documentación y pueden enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje de la lengua, como la recopilación de patrimonio cultural inmaterial realizada en 2008 y 2013, y la recolección de historia oral en Ecuador y Perú. Igualmente prioritaria es la producción audiovisual sobre lengua, historia y patrimonio andwas en formatos atractivos, sobre todo para usuarios jóvenes.

Si bien la investigación lingüística, los talleres y los programas radiales para la enseñanza del andwa y la producción de recursos didácticos trazan una línea clara hacia la reapropiación del patrimonio lingüístico de la nacionalidad andwa, la experiencia demuestra la necesidad de una coordinación multisectorial a nivel de las entidades del gobierno dedicadas a la educación, la cultura, la comunicación y el patrimonio; pero se requiere un diálogo más cercano y directo entre dichas entidades y la organización indígena.

CONCLUSIÓN

El proceso de recuperación de la lengua andwa constituye en nuestra opinión un hito sin precedentes, pues no conocemos hasta la fecha de una lengua indígena extinta en la región, que haya sido reinsertada o esté siéndolo en la comunidad de los descendientes étnicos de sus antiguos hablantes. Por tal razón y por la convicción de que los procesos de resurgimiento étnico en América Latina continuarán en las décadas venideras dentro de Estados más democráticos y plurilingües como una práctica efectiva de la interculturalidad, buscamos que esta primera sistematización de la experiencia andwa sirva no solo para capitalizar los aciertos y los errores del proceso, sino también para orientar iniciativas similares que están empezando a gestarse.


Notas

1 Andwa o andoa, como se escribía originalmente, es el resultado de la castellanización del etnónimo kandwash, que se refiere al grupo étnico candoshi, el más antiguo y numeroso de los que constituyeron la antigua misión de Santo Tomás de Andoas. Katsakati, por su parte, es un término acuñado tardíamente por los herederos de los antiguos andoas para referirse a su lengua originaria, aquella que para la segunda mitad del siglo veinte quedaba solo en boca de unos pocos ancianos luego de un proceso de kichwización que duró más de dos siglos y que hoy ha concluido. Para los fines del presente artículo haremos uso del término "andwa", con esta escritura, por ser el adoptado por ser el adoptado por los líderes de la nacionalidad (Gómez Rendón 2013: 63ss).
2 Por este motivo y por tratarse de un proceso en el que está implicada no solo la revitalización lingüística y cultural, como parte del fortalecimiento político e identitario de la nacionalidad andwa, hemos decidido utilizar preferentemente el término ‘apropiación’.
3 Se afirma incluso que una de ellas, el zápara, fue utilizada como lengua franca junto con el tucano (Trujillo, 1998, 457s),
4 Aun así, estudios etnohistóricos sostienen, por ejemplo, que los hablantes del zápara y muy posiblemente también del andwa, se cuentan entre aquellos grupos que más persecución y exterminio sufrieron durante los cuarenta años que duró la fiebre del caucho (Trujillo, 1998, 460). Sobre la presencia de caucheros en el curso del Bobonaza y su influencia en las comunidades andwas, véase Gómez Rendón (2013, 55-6).
5 Se sigue aquí la convención de llamar kichwa a la variante dialectal del tronco IIB de lenguas quechuas en la clasificación de Torero (1964), utilizando la grafía que actualmente es de uso corriente entre los
6 De hecho shimigae es el nombre que se da a la lengua en algunas publicaciones. Véase, por ejemplo, Catherine Peeke, "Shimigae, idioma que se extingue" (1954).
7 Las señoras María Santi, Dionisia Arahuanaza y Lidia Arahuanaza (†).
8 Dentro de la categoría de hablantes de lenguas amenazadas que propone Grinevald (2003, 63ss), podríamos clasificarlo como un semi-hablante, es decir, aquel bilingüe cuya lengua dominante no es la lengua étnica – el andwa en este caso –, sino el kichwa.
9 Los materiales en lengua andwa fueron preparados por la Lcda. Tania Espinel, pedagoga con experiencia en la producción de este tipo de materiales para lenguas de otras nacionalidades indígenas del Ecuador.


Referencias

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