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On-line version ISSN 2145-9444

Zona prox.  no.38 Barranquilla Jan./June 2023  Epub July 13, 2023

https://doi.org/10.14482/zp.38.329.137 

Artículo de investigación

Relación entre bullying, ciberbullying y autoestima: prevalencia y factores asociados en adolescentes de Colombia*

Relationship between Bullying, Cyberbullying and Self-esteem: Prevalence and Associated Factors in Colombian Adolescents

Glenis Bibiana Alvarez Quiroz1 

Manuel Francisco Guerrero Martelo2 

Sandra Patricia Algarín Alcalá3 

Rosa Daisy Zamudio González4 

Nery Isabel Sánchez Márquez5 

1Universidad de Córdoba, Facultad de Educación y Ciencias humanas, Departamento de Informática. Doctora en Ciencias sociales, niñez y juventud, Universidad de Manizales, magíster en Desarrollo educativo y social, Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, licenciada en Informática educativa y Medios audiovisuales, Universidad de Córdoba. Correo electrónico: alvarez.glenis@gmail.com; gbalvarez@correo.unicordoba.edu.co. Orcid: http://orcid.org/0000-0002-6499-7124.

2Universidad Cooperativa de Colombia sede Montería, Programa de Derecho. Psicólogo Universidad de los Andes, doctor en Sociología jurídica e instituciones políticas, Universidad del Rosario. Investigador asociado Colciencias. Actualmente es profesor tiempo completo de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Cooperativa de Colombia sede Montería. Correo electrónico: manuel.guerrerom@campusucc.edu.co.

3Universidad Cooperativa de Colombia sede Montería. Facultad de Ciencias Sociales y Humanas y Departamento de Psicología. Psicóloga de la Universidad Cooperativa de Colombia y magíster en Psicología de la Universidad del Norte. Correo electrónico: sandra.algarin@campusucc.edu.co.

4Doctora en educación, magíster en educación de la Universidad Santo Tomás, especialista en Gerencia de Recursos Humanos y psicóloga de la Fundación Universidad Incca De Colombia. Correo electrónico: Rosa.Zamudio@campusucc.edu.co

5Magíster en Educación de la Universidad Cooperativa de Colombia, especialista en docencia universitaria de la Universidad Cooperativa de Colombia y Psicóloga de la Universidad de la Sabana. Correo electrónico: nery.sanchez@ucc.edu.co


Resumen

El objetivo del estudio es analizar la relación entre el bullying el ciberbullying y la autoestima en adolescentes de tres ciudades de Colombia: Montería, Villavicencio y Barrancabermeja. El estudio es cuantitativo, descriptivo-correlacional. Se evaluaron 460 estudiantes mediante la prueba Ciberbullying: Screening de acoso entre iguales y la prueba de autoestima de Rosenberg. Los resultados muestran que los adolescentes de las tres ciudades cuando presentan una autoestima normal no presentan problemas de cibervictimización, y cuando tienen baja autoestima suelen estar en problemas de cibervictimización y cuando presentan una autoestima media tienden a estar en riesgo de cibervictimización. Entre las conclusiones tenemos que el 31,08 % de los adolescentes están en los niveles de problema y riesgo de observación de bullying y ciberbullying. El acoso cibernético en sitios de redes sociales (por ejemplo, Instagram Facebook, Twitter, WhatsApp, mensajería instantánea) va más allá de los límites del tiempo y el espacio. Los estudios han demostrado que la participación de los adolescentes con violencia se debe a varios factores, incluida la adolescencia misma, el abuso de sustancias, los conflictos familiares y la violencia, la exposición a la violencia y las situaciones de violencia o conflicto matrimonial, que pueden inducir conductas violentas adolescentes. Se confirma la relación ya conocida entre el bullying, ciberbullying y la autoestima; por ello, se sugiere que los programas de intervención que se dirigen a la victimización por acoso tengan en cuenta características de autoestima, tanto de la víctima como del victimario.

Palabras clave: bullying; ciberbullying; adolescentes; autoestima; escuela

Abstract

The objective of this study is to analyze the relationship between Bullying, Cyberbullying, and self-esteem in adolescents from three Colombian cities: Montería, Villavicencio, and Barranca-bermeja. The study is quantitative, descriptive-correlational. 460 students were evaluated using the Cyberbullying: Peer Bullying Screening test and the Rosenberg self-esteem test. Results show that adolescents in all three cities with normal self-esteem do not have cybervictimization problems, while those with low self-esteem do, and those with medium self-esteem are at risk of cybervictimization. Among the conclusions, we find that 31.08% of adolescents have or are at risk of having problems related to Bullying and cyberbullying. Cyberbullying on social networking sites (for example, Instagram Facebook, Twitter, WhatsApp, instant messaging) goes beyond the limits of time and space. Studies have shown that the participation of adolescents in violence is due to several factors, including adolescence itself, substance abuse, family conflicts and violence, exposure to violence and situations of violence or marital conflict, which can induce violent behaviors in teenagers. The already known relationship between Bullying, Cyberbullying, and self-esteem is confirmed, therefore, it is suggested that intervention programs that target victimization by harassment take into account characteristics of self-esteem, both the victims' and the aggressor's.

Keywords: Bullying; Ciberbullying; teenagers; self-esteem; school

INTRODUCCIÓN

El acoso escolar (bullying) es una preocupación social de mucha relevancia para la salud pública por el impacto social y de desarrollo en los involucrados (Rodrigues et al., 2019).

Según Garairgodobil y Oñederra (2010), la definición de bullying implica una intención cruel con deseo de hacer daño; hay desigualdad de poder por efecto de uno de varios posibles factores, como la diferencia de edad, fortaleza física, o clase social y una persistencia en la agresión, expresándose en varios ataques a lo largo del tiempo sobre una víctima como comportamientos negativos con agresión hacia la otra persona (Olweus, 1998; Barri, 2013; Chung y Lee, 2020).

Hay que establecer la diferencia entre el bulliyng y el cyberbullying, otra forma de acoso entre iguales que se lleva a cabo utilizando un entorno TIC, que implica formas de violencia psicológica, verbal y social (Inteco, 2009). En el ciberbullying la intimidación se hace mediante un comportamiento repetitivo, agresivo e intencional, realizado hacia cualquier individuo o grupo que no puede defenderse (Livazovic y Ham, 2019), a través de medios tecnológicos como Internet o los celulares. Los incidentes de ciberacoso están aumentando en el mundo (Redmond et al., 2020). El ciberbullying es un tipo de bullying; no obstante, cabe anotar que el daño a través de los dispositivos electrónicos tiene sus diferencias con respecto al acoso tradicional. El acelerado crecimiento de esta nueva forma de acoso ha generado la urgente necesidad de su estudio (Garaigordobil, 2011; Oksanen, Oksa, Savela, Kaakinen y Ellonen, 2020).

Tanto el bullying como el cyberbullying tienen incidencia en la salud mental de los implicados. Los estudios señalan relación entre el bullying con depresión y problemas de sueño, aunque se aclara que esto es en función del género. Los análisis de investigaciones transversales apuntan a que ser continuamente agredido por pares está relacionado significativamente con bajos niveles de bienestar psicológico y ajuste social, con altos niveles de estrés psicológico y con diversos síntomas somáticos (Paredes et al., 2008; Rigby, 2003), aunque otros estudios muestran que cuando la víctima es defendida tiende a desarrollar menos sentimientos de autopercepción negativa (Laninga-Wijtnen, 2022).

Una característica individual frecuentemente afectada en el bullying es la autoestima. Las víctimas de bullying y ciberbullying, tanto hombres como mujeres, tienen problemas de autoestima. Por su parte, Garaigordobil, Martínez-Valderrey y Aliri (2013), señalan que los adolescentes de ambos géneros con altas puntuaciones de victimización en bullying presentan significativamente un menor nivel de autoestima. Otro estudio señala que los adolescentes de ambos géneros que promueven el bullying tienen una relación directamente proporcional entre su nivel de empatía y su autoestima, es decir que la autoestima está en relación directa con el maltrato hacia los demás en adolescentes (Plata et al., 2010; Ttofi y Farrington, 2009). En cuanto a las diferencias entre hombres y mujeres, otro estudio señala que los hombres agresores tienen una autoestima significativamente más alta que las de los hombres víctimas de bullying, a diferencia de las mujeres, en las cuales permaneció igual en ambos grupos (Brito y Oliveira, 2013). Los estudiantes que fueron expuestos al bullying muestran un descenso en su autoestima posterior al abuso (Canan et al., 2017; Craig y Pepler, 2007). Otro estudio señala que los estudiantes de secundaria con alta autoestima que fueron víctimas de bullying tienden a convertirse en agresores en el futuro, a diferencia de los que tenían baja autoestima, que seguían siendo víctimas (Choi y Park, 2018). Finalmente, Rodríguez et al. (2019) encuentran que el autodesprecio es un fuerte predictor de la posibilidad de convertirse en víctima de bullying entre adolescentes. Finalmente, hay unos pocos estudios, como el de Aslan (2011), que señalan que no hay correlación entre el bullying y la autoestima

Siguiendo con la relación entre ciberbullying y autoestima, se ha encontrado que el ciberbullying tiene un efecto negativo en la autoestima (Yousef y Bellamy, 2015; Kim y Faith, 2019; Liu et al., 2020); otro estudio señala que la autoestima es un intermediario de los efectos de la victimización por ciberbullying, lo cual indica que hay mayor probabilidad de que el individuo con baja autoestima sea víctima de ciberbullying en el futuro (Wachs et al., 2016; Ponzo, 2013).

En América Latina, los estudios sobre bullying y cyberbullying son pocos y los instrumentos utilizados no suelen reportar las exigencias de fiabilidad y validez requeridas a nivel científico (Zych et al., 2015). Estos pocos estudios señalan que Colombia, con un 63 %, es uno de los países en los que se registran mayores niveles de implicación en bullying, por encima del 51.1 % informado para 16 países de América Latina y del 29.2 % reportado para 32 países europeos y EE. UU. En los datos derivados de la ONG Internacional bullying Sin Fronteras, fueron reportados los siguientes casos de bullying: en Montería (Córdoba) 78; Meta: Villavicencio 49; Barrancabermeja, capital del departamento de Santander, 620 (Miglino, 2021). Estas regiones hacen parte del contexto estudiado en la presente investigación.

Además, se indica que en Colombia uno de cada cinco estudiantes es víctima del matoneo en todas sus formas y con tendencias de cifras elevadas en las regiones caracterizadas por la presencia del conflicto armado; adicionalmente, tiene que ver con formas de crianza y el rol de los padres, pues muchos no están pendientes de sus hijos, no ponen límites en su casa o maltratan a los menores, con lo cual podrían estar promoviendo que estos traten mal a otros (Chaux, 2003; Contreras, 2013). Se plantea que entre octubre de 2017 y marzo de 2021 en total hubo 8981 casos graves de bullying, lo que coloca a Colombia como uno de los países con mayor cantidad de casos de acoso escolar en el mundo (Miglino, 2021).

Con respecto al cyberbullying en Colombia, el horizonte es aún más limitado por ser un fenómeno escasamente estudiado. Los estudios ofrecen prevalencias entre el 13.6 y el 59 % (Herre-ra-López et al., 2017). En general el reporte para Latinoamérica es del 3.5 al 22 % (Del Río et al., 2009; Román y Murillo, 2011), mientras que para Europa se estima entre el 2 y el 72 % para cibervíctimas y entre el 4 y el 36 % para ciberagresores (Vazsonyi et al., 2012).

Teniendo en cuenta lo anterior, este artículo pretende establecer la relación entre B y CB y la autoestima en particular para el caso colombiano en adolescentes de tres ciudades colombianas pertenecientes a Instituciones Educativas de las ciudades de Montería, Barrancabermeja y Villavicencio.

METODOLOGÍA

Este estudio es de enfoque cuantitativo, de tipo descriptivo correlacional, ya que pretende describir la relación entre los diferentes tipos de bullying, ciberbullying y la autoestima en adolescentes.

Población y muestra

La población estuvo conformada por 460 jóvenes adolescentes de 12 a 18 años de género masculino y femenino en 8 instituciones educativas públicas de secundaria de las ciudades de Montería, Villavicencio y Barrancabermeja en Colombia. Se realizó un muestreo de tipo aleatorizado y probabilístico simple por género y edad; la muestra estuvo compuesta mayormente por mujeres (62.3 %), con una edad media para toda la muestra de 15,04 (DE: 1,45) años. El tamaño de la muestra (n=460) se calculó para un nivel de confianza del 95 % y un intervalo de confianza de 5%.

INSTRUMENTOS

Se utilizaron dos instrumentos: uno para medir el nivel de acoso físico y el nivel de acoso tecnológico y otro para medir la autoestima.

Screening de acoso entre iguales: esta prueba se divide en dos secciones, una sección mide el bullying y la otra el ciberbullying (Garairgodobil, 2013). Se aplica de forma individual y colectiva, demora aproximadamente 20 minutos, y evalúa la victimización, agresión, observación y victimización agresiva en varios tipos de bullying presencial como el físico, psicológico, verbal y sociológico. Para la parte del bullying presencial tiene 12 ítems, distribuidos por partes iguales entre el rol de víctima, agresor, y observador (¿Te han agredido o molestado de este modo en el último año?; ¿has agredido o molestado de este modo en el último año?; ¿has visto cómo agredían o molestaban de este modo aunque tú no participaras en el último año?).

Para la parte del cyberbullying se evalúa también desde los tres roles a través de 45 ítems, divididos en 3 con una pregunta central correspondiente a uno de los tres roles (¿Has sido acosado de este modo continuamente durante el último año, alguien te ha hecho cyberbullying?; ¿has acosado a alguien de manera continuada durante el último año?: ¿has hecho cyberbullying a alguien?; ¿has visto o te han contado que alguien que tú conoces haya sufrido cyberbullying? La prueba permite obtener 4 puntuaciones para cada una de las dos secciones. La prueba determina si el estudiante tiene problemas de bullying en la posición de victima (V), agresor (A), observador (O) y si ha participado como víctima y agresor al mismo tiempo de manera significativa, medida mediante el indicador víctima agresiva (VA).

  • Escala de autoestima de Rosenberg: dicha prueba explora la autoestima personal, entendida como los sentimientos de valía personal y de respeto a sí mismo; demora 5 minutos y el participante responde 10 ítems, cada uno con 4 posibles respuestas. Se utilizó para la calificación los baremos de la validación de la prueba hecha en Colombia por Gómez-Lugo y otros (2016).

PROCEDIMIENTO

Se inició con una reunión informativa con las directivas de los centros educativos de las tres ciudades de Colombia donde se realizó el estudio: Montería, Villavicencio y Barrancabermeja. Tras la autorización de llevar a cabo el estudio en la institución se procedió a mantener charlas infomativas con los estudiantes en los distintos salones de clases, explicando objetivos y detalles de la investigación; luego se entregó a los interesados consentimientos informados para que llevaran a sus hogares, en donde sus padres podrían decidir su participación. Luego de la recepción de los consentimientos informados firmados se procedió a la evaluación de los estudiantes mediante el protocolo de evaluación. Cada evaluación fue de manera grupal en grupos que oscilaban entre 30 y 40 estudiantes. Cada una de las evaluaciones fue llevada a cabo por un psicólogo especializado y dos auxiliares de investigación (estudiantes de últimos semestres de psicología) y tuvo una duración promedio que osciló entre 40 y 50 minutos. Tras obtener los protocolos completos se tabularon los datos y se procedió al análisis estadístico de los mismos. Todos los procedimientos de este estudio fueron aprobados por el Comité de Ética de la Universidad Cooperativa de Colombia.

ANÁLISIS ESTADÍSTICOS

El análisis de los datos se llevó a cabo con el programa de análisis estadístico R-Studio, el programa estadístico SPSS "Statistical Product and Service Solutions" y Excel, en los cuales se relacionaron las variables de bullying, ciberbullying y autoestima mediante estadística descriptiva y correlaciones.

RESULTADOS

En la Tabla 1 se puede ver un resumen de la estadística descriptiva al aplicar la de prueba de autoestima de Rosenberg a 460 estudiantes de las ciudades de Montería, Barrancabermeja y Villavicencio, donde se puede ver que en promedio los estudiantes presentaron un autoestima de 31,32, lo que se considera un puntaje normal de la autoestima, y se presentó en la muestra un puntaje mínimo de 13 de 10 puntos; para el caso del máximo sí se obtuvo el puntaje máximo; además se obtuvo una desviación estándar en la muestra de 4,6 puntos.

Tabla 1 Estadísticos descriptivos de autoestima 

Fuente: elaboración propia.

Al aplicar la prueba dependiendo del resultado de los estudiantes se considera una autoestima baja a puntajes entre 10 y 25, autoestima media para puntajes entre 26 y 29 y un autoestima normal o elevada para personas con puntajes entre 30 y 40 puntos.

En la prueba de autoestima de Rosenberg, para los 460 estudiantes a los que se les aplicó el test, se puede observar que el 65,7 % de los estudiantes (302) tienen una autoestima normal, es decir, el mayor porcentaje de estudiantes, tiene la autoestima normal, y el 22,8 % de estudiantes, es decir, 105 estudiantes, tienen una autoestima media, por lo que podemos decir que el 88,3 % de los estudiantes adolescentes tienen una autoestima normal o media, mientras que 53 estudiantes, es decir, solo un 11,5 % de los estudiantes, tienen una autoestima baja.

En la figura 1 se pueden ver los niveles de la autoestima por ciudades, donde se puede observar que en las tres ciudades la mayoría de los estudiantes tiene una autoestima normal, con valores de 132 (88,6 %), 71 (44,1 %) y 99 (66 %); con un porcentaje más bajo, se evidencia una autoestima media con valores de 10 (6,7 %), 67 (41,6 %) y 28 (18,7 %) y finalmente para una autoestima baja se tiene valores de 7 (4,7), 23 (14,3) y 23 (15,3) en Barrancabermeja, Montería y Villavicencio, respectivamente, en cada nivel. Cabe resaltar que en las tres ciudades la mayoría de los estudiantes tiene una autoestima media o normal y el menor porcentaje en las tres ciudades presentó una autoestima baja, siendo 15 % el mayor porcentaje, el cual se presentó en la ciudad de Villavicencio.

Fuente: Elaboración propia.

Figura 1 Niveles de la autoestima por ciudades 

Al realizar el test en los estudiantes encuestados sobre nivel de victimización de bullying en las tres ciudades, se puede observar que 67 estudiantes correspondiente al 14,57 % están sufriendo problemas de bullying y 70 estudiantes, es decir 15,22 % de los estudiantes están en riesgo de bullying, es decir tenemos que el 29,78 % de los estudiantes encuestados sufren de bullying o están en riesgo de sufrir de victimización de bullying.

En cuanto a los niveles de agresión -al realizar la prueba acoso entre iguales en adolescentes de las ciudades de Montería, Barrancabermeja y Villavicencio-, en un porcentaje del 12,17 % están en problema de ser agresor de bullying y 9,13 % de los estudiantes están en riesgo de convertirse en agresores; esto quiere decir que el 21,3 % de los adolescentes encuestados están en problema o riesgo de ser agresores.

En niveles de observación de bullying, se tiene que 64 el 13,91 % de los adolescentes están en problema de observación de bullying, además el 17,17 % de los estudiantes están es riesgo de observar otros adolescentes en bullying; esto quiere decir que 31,08 % de los adolescentes están en los niveles de problema y riesgo de observación de bullying.

En lo concerniente al indicador víctima agresiva (VA), se tiene que el 11,3 % de los adolescentes están en este tipo de problema y el 20,42 % de los estudiantes que realizaron la prueba están en riesgo de ser víctima agresiva.

En cibervictimización, al realizar el test en los estudiantes encuestados en las tres ciudades, se tuvo que el 13,7 % están sufriendo problemas de cibervictimización y el 24,13 % en riesgo de cibervictimización, es decir, tenemos que el 37,83 % de los estudiantes encuestados están en problema de cibervictimización o en riesgo de sufrir cibervictimización.

En cuanto a los diferentes niveles de ciberagresión, un porcentaje del 8,91 % de estudiantes están en problema de ser ciberagresores y el 20,43 % en riesgo de ciberagresión; esto quiere decir que el 29,34 % de los adolescentes encuestados están en problema o riesgo de ser ciberagresores.

Se estudió también lo referente a niveles de ciberobservación, con un porcentaje del 16,3 % de los adolescentes, además el 14,57 % de los estudiantes están es riesgo de ciberobservación; esto quiere decir que 30,87 % de los adolescentes están en los niveles de problema y riesgo.

En lo referente a ser cibervictima agresiva, se tuvo que el 15,65% de los estudiantes están en dicho problema y el 19,78 % de los estudiantes que realizaron la prueba de acoso entre iguales están en riesgo de ser cibervictima agresiva.

Con respecto a la relación entre los diferentes tipos de bullying y la autoestima en adolescentes de Montería, Barrancabermeja y Villavicencio, por medio de pruebas psicométricas antes mencionadas, inicialmente se puede ver en la tabla 2 el cruce de los niveles de victimización contra los niveles de autoestima, donde parece haber una asociación entre estas variables, puesto que se nota que a mayor autoestima menor es la posibilidad de ser víctima de bullying.

Tabla 2 Niveles de victimización para diferentes niveles de autoestima 

Fuente: elaboración propia.

Para determinar la asociación entre estas variables se realiza el estadístico d de somers (véase tabla 3), donde podemos ver que a un nivel de significancia del 5 % existe una asociación simétrica entre las dos variables, es decir, podemos decir que estas tienen una correlación positiva de 0,087; esto quiere decir que a medida que incrementan los niveles de autoestima mayor es la posibilidad de no ser víctima de bullying.

Tabla 3 Asociación entre victimización y autoestima 

Fuente: elaboración propia.

Por último se puede ver esta relación (véase figura 2), a través del análisis de correspondencia simple por medio del mapa factorial, donde el primer 87,4 % de la variabilidad total y el segundo plano representa el 12,6 %% de la variabilidad total; en esta figura se puede observar que los adolescentes encuestados de las tres ciudades cuando presentan un autoestima normal o media no presentan problemas de victimización y, por el contrario, cuando tienen el autoestima baja tienden a estar en problemas o riesgo de ser víctimas de bullying.

Fuente: Elaboración propia

Figura 2 Mapa factorial niveles de victimización y niveles de autoestima 

En la tabla 4 se presentan los niveles de agresión para diferentes niveles de autoestima. Se observa que no parece haber relación entre los niveles de agresión y los niveles de autoestima.

Tabla 4 Niveles de agresión para diferentes niveles de autoestima 

Fuente: elaboración propia.

En la tabla 5 se puede analizar que para la muestra en cuestión no existe una asociación simétrica entre las dos variables, puesto que este estadístico nos muestra un valor de asociación del -0,017, el cual no es significativo, por tanto se puede concluir que no hay una asociación en los niveles de autoestima y los niveles de agresión en los adolescentes encuestados.

Tabla 5 Asociación entre agresión y autoestima 

Fuente: elaboración propia.

En la tabla 6 se puede observar los niveles de observación para diferentes niveles de autoestima. Se aprecia que no parece haber relación entre los niveles de observación y los niveles de autoestima, puesto que se puede ver que los niveles tienden a estar más dispersos que en los casos anteriormente mencionados, por lo que se puede esperar que las dos variables sean independientes y que no haya ningún tipo de asociación entre la autoestima y la observación de bullying en los adolescentes de las ciudades de Montería, Barrancabermeja y Villavicencio que realizaron la prueba.

Tabla 6 Niveles de observación para diferentes niveles de autoestima 

Fuente: elaboración propia.

Para determinar la asociación entre estas variables se realiza el estadístico d de somers (véase tabla 7), con el cual se evidencia lo que se esperaba para estas variables, pues se puede ver a un nivel de significancia del 5 % para la muestra en cuestión que no existe una asociación entre las dos variables, el estadístico d somers arroja un valor de -0,046, el cual es prácticamente igual a 0, y además no es significativo, por tanto se puede concluir que no hay una asociación en la autoestima y observación entre los estudiantes encuestados.

Tabla 7 Asociación entre observación y autoestima 

Fuente: elaboración propia.

En la tabla 8 se puede observar los niveles de victimización agresiva para diferentes niveles de autoestima. Pero a simple vista no se puede inferir si existe una relación entre los niveles de victimización agresiva y los niveles de autoestima.

Tabla 8 Niveles de victimización agresiva contra niveles de autoestima 

Fuente: elaboración propia.

En la tabla 9 se hace una asociación entre victimización agresiva y autoestima.

Tabla 9 Asociación entre victimización agresiva y autoestima 

Fuente: elaboración propia.

Se puede ver a un nivel de significancia del 5 %% que para la muestra en cuestión no existe una asociación entre las dos variables, puesto que este estadístico nos muestra un valor de asociación de 0,029, el cual no resulta ser significativo, por tanto se puede concluir que no hay una asociación entre la autoestima y el riesgo de ser víctima agresiva en los adolescentes encuestados.

En la tabla 10 se puede ver el cruce de los niveles de cibervictimización contra los niveles de autoestima.

Tabla 10 Niveles de cybervictimización para diferentes niveles de autoestima 

Fuente: elaboración propia.

Se observa una asociación entre estas variables, puesto que se nota que a mayor autoestima menor es la posibilidad de ser cibervíctima.

La asociación entre estas variables a partir del estadístico d de somers (véase tabla 11) arroja un nivel de significancia del 5 %, por lo cual existe una asociación simétrica entre las dos variables, es decir, podemos decir que estas tienen una correlación positiva de 0,093; esto quiere decir que a medida que incrementa los niveles de autoestima mayor es la posibilidad de no ser cibervíctima o, de forma análoga, personas que están en problema de cibervictimización tienden a tener baja autoestima.

Tabla 11 Asociación entre cibervictimización y autoestima 

Fuente: elaboración propia

Por último, se puede ver esta relación (véase figura 3) a través del análisis de correspondencia simple por medio del mapa factorial, donde el primer plano representa 99,2 % de la variabilidad total y el segundo el 0,8 % de la variabilidad total.

Fuente: Elaboración propia

Figura 3 Mapa factorial niveles de cibervictimización y niveles de autoestima 

En la anterior figura se puede observar que los adolescentes encuestados de las tres ciudades cuando presentan una autoestima normal no presentan problemas de cibervictimización; por el contrario, cuando tienen baja autoestima suelen estar en problemas de cibervictimización, de igual forma, cuando presentan una autoestima media tienden a estar en riesgo de cibervictimización.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIÓN

En este estudio se encontró relación entre la baja autoestima y el riesgo de ser víctimas de bullying; esto lo confirman otros estudios, como el de Flores et al. (2020). Esto puede estar relacionado con la prevalencia de trastornos mentales encontrados en diferentes estudios en los que los adolescentes acosados son más propensos que sus compañeros no intimidados a tener sentimientos de ansiedad (Peled, 2019), depresión (Juvonen et al., 2003) y baja autoestima (Wang et al., 2012). En tanto que existe una relación entre la baja autoestima y algunos trastornos mentales, según el estudio de Moksnes y Reidunsdatter (2019), el bullying escolar está incidiendo en la salud mental de los adolescentes a través de la autoestima.

En este estudio se muestra que en las tres ciudades la mayoría de estudiantes tiene una autoestima media o normal; esto quiere decir que el menor porcentaje en las tres ciudades presentó una autoestima baja, siendo 15 % el mayor porcentaje, el cual se presentó en la ciudad de Villavicen-cio. Sin embargo, en general los estudiantes tienen una buena autoestima.

Para el caso del cyberbullying, varios estudios han resaltado el papel beneficioso de las relaciones sociales de los estudiantes para su autoestima y experiencias con la cibervictimización (Álvarez-García et al., 2014; Bettencourt y Farrell, 2013; Chung y Lee, 2020). Sin embargo, estos estudios no han afrontado formas específicas de cibervictimización, y lo que muestra este estudio es que hay una relación entre ser cybervíctima y la baja autoestima, lo cual, de acuerdo con la investigación de Moksnes y Reidunsdatter (2019), estaría incidiendo de forma indirecta en la salud mental de los adolescentes.

Finalmente, en cuanto a la agresión, la victimización y la observación de bullying y cyberbullying, aunque no se encontró una relación significativa, cabe resaltar que el 21,3 % de los adolescentes de la muestra están en problema o riego de ser agresores. Los estudios han demostrado que la participación de los adolescentes con violencia se debe a varios factores, incluida la adolescencia misma, el abuso de sustancias, los conflictos familiares y la violencia, la exposición a la violencia y las situaciones de violencia o conflicto matrimonial, que pueden inducir conductas violentas adolescentes (Gini y Pozzoli, 2009; Rodrigues et al., 2019).

Por otra parte, en cuanto a la observación de bullying, el 31,08 % de los adolescentes están en los niveles de problema y riesgo de observación de bullying y ciberbullying. El acoso cibernético en sitios de redes sociales (por ejemplo, Instagram, Facebook, Twitter, WhatsApp, mensajería instantánea) va más allá de los límites del tiempo y el espacio. Un alto porcentaje de acoso cibernético no es reportado por las víctimas cibernéticas u observadores externos (Mishna et al., 2010; Herrera, Romera y Ortega, 2017).

En el cruce de los niveles de victimización contra los niveles de autoestima, parece haber una asociación entre estas variables, aunque no sea significativa. En este sentido, y por investigaciones anteriores, se debe propender por una mayor comunicación entre padres y adolescentes

CONCLUSIONES

Para concluir, se confirma la relación ya conocida entre el bullying, ciberbullying y la autoestima; por ello, se sugiere que los programas de intervención que se dirigen a la victimización por acoso tengan en cuenta características de autoestima, tanto de la víctima como del victimario.

La proximidad paterna, el apoyo, el monitoreo y la comunicación están estrechamente relacionados con la autoestima adolescente (Slonje et al., 2013; Ansary, 2020). Más específicamente, la investigación ha demostrado que los adolescentes con una comunicación más frecuente entre los padres informaron niveles más altos de autoestima y se vieron menos afectados por las experiencias de cibervictimización (Palermiti et al., 2017; Urano et al., 2020). Por lo tanto, la comunicación entre padres e hijos puede desempeñar un papel crucial en la predicción de las experiencias de victimización y cibervictimización de los estudiantes. Hay que promoverla en consecuencia, en los programas del estado.

Referencias

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* Este artículo se deriva del proyecto de investigación "Bullying, Ciberbullying y autoestima en adolescentes. Un estudio correlacionar. En número de identificación del proyecto es ID1782 de la Universidad Cooperativa de Colombia, que se realizó entre febrero de 2017 y enero de 2019.

Como citar este artículo: Álvarez Quiroz, G., Guerrero Martelo, M., Algarín Alcalá, S., Zamudio González, R. y Sánchez Márquez, N. (2023). Relación entre bullying, ciberbullying y autoestima: prevalencia y factores asociados en adolescentes de Colombia. Zona Próxima, 38, 88-109.

Conflicto de intereses: Ninguno.

Recibido: 22 de Mayo de 2020; Aprobado: 25 de Enero de 2022

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