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Ensayos de Economía

Print version ISSN 0121-117XOn-line version ISSN 2619-6573

Ens. Econ. vol.28 no.53 Medellín July/Dec. 2018

https://doi.org/10.15446/ede.v28n53.74644 

Reseñas

Reseña: Desenmascarando a la economía. El emperador desnudo de las ciencias sociales de Steve Keen

Gonzalo Cómbita Mora* 

* Magister y Candidato a Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá, Colombia), docente Investigador de la Universidad de la Salle y la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá, Colombia). Correo electrónico: gcomblta@unisalle.edu.co ID https://orcid.org/0000-0001-8672-5309


El libro de Steve Keen "Desenmascarando a la economía" es una de las obras que deben ser leídas por los profesionales de economía en algún momento de su carrera, en especial al comienzo de su formación, dada la claridad, sencillez y profundidad de la crítica a la corriente principal en economía, la teoría neoclásica.

El libro está dividido en tres grandes partes. La primera aborda la crítica a la microeconomía; la segunda presenta la crítica a la teoría neoclásica del capital y la tasa de interés, junto a los problemas epistemológicos de la economía y la crítica a la macroeconomía; la tercera y última parte tiene en cuenta las falencias de la teoría de las finanzas eficientes presentada a través de una estructura teórica y matemática desarrollada por Steve Keen a partir de un modelo de stock y flujo tomado de su tesis doctoral1. Luego finaliza presentando la importancia de unas buenas matemáticas en economía, las bondades y desventajas del marxismo contemporáneo, y los posibles caminos a la heterodoxia.

Esta reseña abordará cinco temas generales como la crítica a la microeconomía y la macroeconomía, la presentación de los errores metodológicos, las facilidades pedagógicas encontradas en el libro y la matemática en economía.

Respecto a la microeconomía, Keen (2014) desafía la famosa tijera marshalliana, demostrando rigurosamente cómo la curva de demanda no puede tener la inequívoca y tradicional pendiente negativa, pues al involucrar una economía con más de un agente, los cambios en el precio afectan la distribución del ingreso, y por ende, afectaran la demanda de los productores que se benefician del incremento, y también modificará la demanda de los consumidores, los cuales efectivamente ven alterada su capacidad de compra, es decir, en el caso de una subida del precio, la demanda cae porque los compradores se ven afectados, pero la demanda también puede subir dado los mayores ingresos fruto de las ventas, y es imposible saber qué forma tendrá la curva de demanda cuando el precio cambie. Para Keen (2014) este problema es solamente superado suponiendo que existe un solo agente y un solo bien, condición denominada Sonnenschein, Mantel y Debreu.

Por el lado de la oferta, muestra como en condiciones de competencia perfecta, no se puede asumir que los cambios de la producción no afectan el precio por pequeña que sea esta variación. Así, la curva de demanda de la empresa representativa no puede ser horizontal, y tampoco lo puede ser la curva de ingreso marginal, ambas tendrían pendiente negativa, y la curva de oferta no podría graficarse, como sucede en el caso del monopolio. Adicionalmente, Keen (2014) expone los costos que enfrentan las empresas bajo condiciones normales parecen ser constantes o decrecientes conforme aumenta el volumen de producción, evidenciando como la idea de rendimientos decrecientes y costos sobre la que descansa la teoría neoclásica es errónea, y por el contrario resulta más valiosa la visión de costos de (Sraffa, 1926); donde señala cómo la producción es restringida por la demanda, y el precio se fija de acuerdo al grado de monopolio2. En consecuencia, con una curva de demanda de cualquier forma y sin una curva de oferta, la teoría del valor neoclásica queda sin ningún sustento.

La crítica a la macroeconomía está basada en la denuncia sobre la falacia de composición cometida por los macroeconomistas neoclásicos, pues la figura del agente representativo desconoce los resultados que emergen en el agregado cuando los individuos interactúan, en ese sentido las fuerzas que aplican en la macroeconomía no son las mismas que gobiernan la microeconomía.

Esto reconoce ideas como las de (Veblen, 2005) y recientemente (Frank y Levine, 2014) quienes explican cómo la emulación en el consumo por medio de la interacción, hace que la decisión individual sea arrastrada por una idea de estatus tratando de alcanzar el estándar de vida medido en consumo de las escalas superiores en el ingreso, donde las redes sociales y los medios de comunicación tienen un rol clave; lo cual descarta que la suma de agentes aislados sea el agregado, y más bien resulta el agregado siendo una mezcla de mutuas influencias que se diluyen unas con otras, lo cual no hace posible discernir los aportes individuales. Igual sucede con Currie (1989) y Young (1928) quienes explicaron como las innovaciones productivas de algunas firmas se transforman en ventajas para otras a través de la interacción mediante la entrega de suministros y provisiones, así la mejora y contribución productiva de un sector se diluye en la producción de otro, haciendo en el agregado no distinguible el aporte individual. Este ejemplo resalta lo que se conoce como situaciones de emergencia3, donde puede ejemplificarse en la fuerza de un pelotón de ciclistas, la cual no se corresponde con la suma de las fuerzas si fueran separados, los ciclistas que apuestan correr fuera del pelotón deben hacer un esfuerzo mayor que un ciclista promedio del grupo, pues en sí mismo el conjunto de ciclistas crea una fuerza que solo emerge cuando corren coordinadamente. Este es el ejemplo típico de como la suma de las partes aisladas no da el total.

La otra crítica sobresaliente resalta el rol del dinero y sus propiedades en el sistema capitalista. Por un lado, el modelo de Fisher (1930) de consumo intertemporal4 basado en la asignación estática de recursos queda sin fundamento cuando se introduce el dinero y el crédito. Así el financiamiento de la inversión no vendrá del ahorro fruto de menor consumo, sino que tanto la inversión y el consumo pueden crecer al mismo tiempo, pues el crédito no necesita de producción previa que lo respalde, es decir, los modelos a la Fisher distribuyen el ingreso-producción para consumo e inversión en varios periodos, pero se agota hasta el último de ellos gracias a la tasa de interés. Sin embargo, en presencia de crédito bancario la producción previa no es restricción para la creación de medios de pago que financien la expansión del sistema. Por esa razón autores como Keen (2014), Marx (2000), Schumpeter (2012) y Minsky (2008) evidenciaron los elementos clave del crédito y el dinero en un sistema que se desequilibra y expande continuamente.

Lo anterior introduce una crítica contundente a los modelos de equilibrio general y al principio de Say, pues con dinero bancario la suma de los desequilibrios parciales y el balance agregado entre oferta y demanda puede dar diferente de cero. Por lo tanto, Keen (2014) presenta la idea de Marx (2000) de la circulación capitalista donde los empresarios demandan dinero para poner en marcha el proceso productivo, luego crean la mercancía, y finalmente la lanzan al mercado esperando recuperar el dinero invertido más una ganancia, este esquema se denominó como D-M-D+. Por ello en un modelo de equilibrio general o en condiciones de la Ley de Say, se asume intercambio entre equivalentes, todo el dinero creado por la producción es justamente el necesario para una demanda equivalente por ese producto, lo cual no deja dinero para remunerar la ganancia adicional que espera el empresario, es decir, la expansión vía crédito si permitiría expandir el sistema continuamente y realizar las ganancias esperadas de los capitalistas.

Keen (2014) también explica como la intervención de la Reserva Federal en la crisis de 2008 desmiente varios de los pilares neoclásicos del dinero. En primer lugar, muestra mediante evidencia empírica que la Reserva Federal de Estados Unidos duplicó la base monetaria en menos de seis meses, pero eso no tuvo los efectos esperados en términos del impulso al crédito y la inflación. Lo primero evidencia como la visión tradicional del multiplicador del dinero es falaz, pues no sucede de forma automática que el dinero de base monetaria se expanda por medio del crédito, si no existe en medio una expectativa que mueva a los agentes económicos a tomar prestado como mayores beneficios futuros, o estabilidad en los ingresos salariales, etcétera. Con la visión del multiplicador, generalizada en los libros de texto, se justificó el rescate del sistema financiero en lugar de los hogares y empresas altamente endeudadas, dado que se suponía que la mayor liquidez impulsaría el crédito sin contar con que los balances altamente endeudados del sector privado, particularmente de los hogares5, junto con expectativas deprimidas, impediría el despegue de la demanda y la actividad económica. También se mostró como la inflación en lugar de incrementarse a la par de la impresionante intervención de la Reserva Federal, se mantuvo estable en una cifra cercana al 2%.

Adicionalmente, el libro de Desenmascarando la Economía estudia el modelo IS-LM y denuncia como ha sido una forma equivocada de trasmitir las ideas de Keynes (1936) pues ignora sus aspectos más heterodoxos como la incertidumbre, las expectativas y la preferencia por liquidez. Esto recuerda la posición del Van den Berg (2012) quien menciona que la teoría neoclásica absorbe técnicamente los aportes heterodoxos haciéndolos inteligibles para su forma de pensar, pero dejándolos desprovistos de su esencia crítica.

Aparte de la crítica a la microeconomía y la macroeconomía, el libro se refiere al método en economía, pues destaca como uno de los problemas más significativos son los supuestos de los modelos teóricos y cómo están desarticulados de la realidad. Esto se debe a que en economía se privilegia la abstracción como una forma de suprema de construcción teórica fundamentándose en los argumentos del instrumentalismo de (Friedman, 1953).

Al respecto Keen (2014) menciona como la teoría neoclásica acude al principio de insignificancia para justificar que se pueden ignorar algunos elementos no esenciales de la explicación para simplificar y concentrar la respuesta al fenómeno estudiado, es decir, se asume que la realidad tiene poco o nada de efecto sobre lo investigado, pero en este caso la Corriente Principal se equipara de manera insignificante con lo irreal. Keen (2014), observa la mayor falla de la Corriente Principal al ignorar las condiciones de dominio y heurísticas de los supuestos, pues en la primera resalta que no tiene en cuenta las condiciones bajo las cuales una teoría se aplicará, es decir, si esas condiciones no se dan la teoría no se aplica; y la segunda comenta como las teorías más potentes no son las más abstractas sino las más complejas.

Asimismo, en términos del método, el libro sugiere a la economía incorporar el análisis del desequilibrio, el dinero, y los errores de falacia de composición en la microfundamentación para evolucionar a programas de investigación, como los propuestos por Lakatos. Respecto del desequilibrio se presenta como un rasgo esencial de las economías monetarias modernas de producción, y se desprende de ello, que la economía debe abandonar los esquemas estáticos de oferta y demanda, pues suponen una limitante para la comprensión los hechos económicos. Además, el análisis de equilibrio estático supone en el largo plazo los mercados en equilibrio pues las fuerzas que aplican en la dinámica no aplican en la estática, y por ende no pueden presentarse como equivalentes6.

Así, el libro presenta el modelo de Goodwin (1967) el cual resume un ciclo de equilibrio móvil donde la lucha de clases moldea la distribución del ingreso, y el comportamiento en el ciclo, configurando cambios en los patrones de generación de ganancias y acumulación que no tienden a generar un equilibrio estable y predecible en el largo plazo, sino que se va moviendo, por ejemplo en el auge los sindicatos, estos ganan poder de negociación, arrastrando el salario hacia arriba, reduciendo las ganancias, y con ellos los planes de inversión empresarial, así la economía transitaría a una recesión, situación donde los sindicatos pierden poder de negociación y aceptan la merma del salario provocando un ciclo contrario al mencionado previamente en el escenario de auge, poniendo a la economía en un movimiento permanente de equilibrios que se desplazan.

Para estudiar estos eventos Keen (2014) sugiere emplear modelos de equilibrios extraños utilizados en modelos de pronóstico del clima7. También sugiere el autor tomar como punto de referencia los análisis de diagrama de bloques empleado por los ingenieros8 que permiten dilucidar la interacción entre flujos y stocks de manera dinámica, sin recurrir a curvas de oferta y demanda, y conceptos de equilibrio. Un pionero de este tipo de análisis fue Phillips (1950), con su famosa curva de intercambio entre inflación y desempleo, terminó siendo mal interpretado, pues su análisis se presenta de manera estática para capturar las relaciones de equilibrio en un modelo macroeconómico de interacción entre la oferta y la demanda.

En términos metodológicos también resulta relevante tratar el dinero y la deuda como variables claves que determinan el financiamiento, el volumen de demanda agregada, y las condiciones donde un exceso de endeudamiento genera endógenamente los mecanismos que inducen a la recesión, este mecanismo es presentado por Minsky (2008) como su hipótesis de fragilidad financiera.

Adicionalmente, el mensaje de Keen (2014) es que la economía a diferencia de la física, la psicología y las matemáticas no ha evolucionado y sigue enseñando lo mismo desde hace 100 años, lo cual hace caso omiso de las críticas que afectan el cinturón de supuestos básicos, y por el contrario ha asimilado o tergiversado el mensaje original de autores como (Keynes, 2006; Minsky, 2008; Schumpeter, 2012), pues son presentados como una imperfección de modelo de intercambio puro o simplemente se han ignorado, pero no son tenidos en cuenta como paradigmas independientes y desafiantes de la ortodoxia vigente.

El libro tiene varias virtudes como la forma sencilla en que presenta los contenidos, iniciando al lector en la posición neoclásica respecto de un tema, para luego mostrar las falencias y las posibles soluciones desde la perspectiva de otros autores. Es un libro muy completo recomendado para dictar algunas clases de microeconomía, macroeconomía, epistemología de la economía y economía matemática dado la gran variedad de temas y la amplia bibliografía presentada. El libro se complementa por recursos en la web a través del blog9 del autor llamado deflación de deuda, como la teoría de Irving Fisher de 1931 luego abordada por Minsky (2008). En este blog se presentan demostraciones formales del texto, se sugieren documentos adicionales y contactos con otros blogs y páginas web de heterodoxos que de hecho se mencionan en la última parte del libro.

Steve Keen como ingeniero de profesión habla del papel de las matemáticas en economía, especialmente en la teoría neoclásica, que ha utilizado la matemática para acercarse a las ciencias duras, pero también ha creado una especie de aura cargada de violencia simbólica que desprecia y subestima cualquier otro conocimiento no matemático e incluso otras áreas de las ciencias sociales. Pero lo interesante del argumento de Keen (2014) es que prueba como la matemática es esencial para entender los fenómenos económicos, pero la usada por la corriente ortodoxa es obsoleta, y se le emplea de forma errada para interpreta los hechos.

El autor resalta como la matemática usada por la teoría neoclásica presenta una serie de problemas como la contradicción lógica, variables omitidas, asume falsas igualdades y se toman condiciones inexploradas.

Para superar esto el autor resalta como la matemática debe usarse para reconocer la dinámica por encima de la estática, introduciendo la trayectoria de las variables económicas a posiciones de no equilibrio sin generar caos, y reconociendo en el agregado la suma de múltiples interacciones que pueden ser estudiadas por medio de sistemas complejos. El llamado de Keen (2014) es a emplear la matemática moderna para estudiar lo antes mencionado junto con las no linealidades o las teorías de caos que conducen a inestabilidades no caóticas.

También se resalta el Minsky software, diseñado por Steve Keen, y patrocinado por el Instituto para el Pensamiento Crítico (INET). Este programa permite simular situaciones de fragilidad financiera basado en modelos de stock y flujo post keynesianos que no acuden a formulaciones de oferta y demanda, ni de equilibrio. Este programa posee tutoriales dictados por el mismo Keen, además se pueden conseguir algunos de los modelos programados en el blog debt deflation.

Finalmente se reitera la sugerencia de la lectura y uso del libro Desenmascarando a la Economía por el gran potencial pedagógico, su sencillez, el gran bagaje teórico y metodológico que constituyen una fortaleza considerable a tener en cuenta. A su vez, la traducción del profesor Darío Ibarra Doctor en Economía por New School of Social Research es de excelente calidad y se corresponde con el mensaje original del autor.

Referencias

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Currie, L. (1989). Productividad, crecimiento económico y distribución: relaciones conceptuales. Desarrollo y Sociedad, 23, 13-23. [ Links ]

Fisher, I. (1930). La teoría de la tasa de interés. Madrid: Aosta. [ Links ]

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Goodwin, R. (1967). A Growth Cycle. En C. H. Feinstein (Ed.), Socialism, Capitalism and Economic Growth (pp. 54-58). Nueva York: Cambridge University Press. [ Links ]

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1 Este trabajo fue publicado en el Journal of Postkeynesian en (Keen, 1995).

2Por ejemplo para (Kalecki, 1995), los precios se fijan de acuerdo a un margen de costos establecidos por el poder en el mercado.

3Al respecto, Keen (2014) recomienda leer el artículo del físico Anderson "Más es diferente".

4Ha sido extendido en la teoría económica en varios escenarios como la Equivalencia Ricardiana (Barro y Gordon, 1983).

5(Koo, 2009) presenta como la reciente crisis financiera de 2008 se debió a un problema de balances financieros que ha estrangulado la demanda agregada tanto del sector privado como público de las economías.

6Keen (2014) ejemplifica esto con las fuerzas que aplican a un ciclista cuando está quieto y en movimiento, por supuesto es más fácil montar cuando pasa lo segundo, así la fuerza giroscópica ayuda a potenciar el equilibrio.

7Keen (2014) menciona en el capítulo 9 que este trabajo se debe a la obra de 1964 del meteorólogo Lorenz.

8Un ejemplo de esto lo pueden ver en el libro de macroeconomía de (Allen, 1970) de Aguilar editores.

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