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Ensayos de Economía

Print version ISSN 0121-117XOn-line version ISSN 2619-6573

Ens. Econ. vol.29 no.55 Medellín July/Dec. 2019  Epub Mar 14, 2020

https://doi.org/10.15446/ede.v29n55.77804 

Artículos

Crecimiento pro-pobre en México*

Pro-Poor Growth in Mexico

Elíseo Díaz-González** 

Jorge Fabián Orozco-Lalo*** 

**Doctor en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (Ciudad de México, México). Profesor investigador del Departamento de Estudios Económicos en El Colegio de la Frontera Norte (Tijuana, México). Correo electrónico: ediaz@colef.mx https://orcid.org/0000-0002-8568-8152

***Magíster en Economía Aplicada por El Colegio de la Frontera Norte


Resumen

El objetivo de esta investigación es analizar el problema de la pobreza y la desigualdad del ingreso en México, en el contexto del proceso de democratización que ha experimentado el país en las tres últimas décadas, utilizando la metodología de crecimiento económico pro-pobre de Kakwani & Pernia (2000); Ravallion (2008) y Ravallion & Chen (2001), así como el llamado efecto igualador de Acemoglu et al. (2013), donde la democratización promueve políticas a favor de los pobres, mejorando la redistribución y reduciendo la desigualdad. Se analiza el periodo 1992-2014, que, en el plano político, marca la transición de no-democracia a la democracia. Los resultados sugieren que el crecimiento económico ha sido a favor de los pobres, aunque no en sentido estricto, pues no se observa mejoramiento de la distribución del ingreso.

Palabras clave: crecimiento pro-pobre; democratización; crecimiento económico; trickle-down; medición de la pobreza; México

Abstract

The objective of this investigation is to analyze the problem of poverty and income inequality in Mexico, in the context of the process of democratization that the country has experienced in the last three decades, using the pro-poor economic growth methodology of Kakwani & Pernia (2000); Ravallion (2008) and Ravallion & Chen (2001), as well as the so-called equalizing effect of Acemoglu et al. (2013), where democratization promotes policies in favor of the poor, improving redistribution and reducing inequality. The period 1992-2014 is analyzed, which, in the political sphere, marks the transition from non-democracy to democracy. The results suggest that economic growth has been in favor of the poor, although, not in a strict sense, since there is not an observable improvement of income distribution.

JEL: O; O4; O40; O400.

Keywords: pro-poor growth; democratization; economic growth; trickle-down; poverty measurement; Mexico

Introducción

La teoría económica convencional parte de considerar que la operación ciega de las fuerzas del mercado lleva a una mejora en el bienestar social en donde por definición no existen la pobreza y la desigualdad del ingreso. La forma más clara para describir el mecanismo a través del cual se alcanza este resultado es la llamada teoría del goteo implícita en la hipótesis de Kuznets (1955), también conocida como la U invertida de Kuznets, según la cual un crecimiento económico sostenido genera en una primera etapa una mayor desigualdad; a medida que el desarrollo se fortalece, a través de una mejora en la distribución del ingreso y un mayor nivel de vida, la pobreza se reduce. La hipótesis de Kuznets supone una economía que funciona en un equilibrio competitivo. El equilibrio competitivo es Pareto eficiente, de acuerdo con el primer teorema del bienestar, que es una formalización de la mano invisible de Adam Smith; también, es descentralizado ya que puede existir como una trayectoria de crecimiento óptimo que maximiza la utilidad del hogar representativo (Acemoglu, 2008).

Aunado a los resultados obtenidos, el cuestionamiento que sigue vigente es saber cuál es el impacto del crecimiento económico sobre la pobreza, específicamente, si es suficiente mantener altas tasas de crecimiento económico para lograr el objetivo principal de desarrollo económico, o si esta tiene que ir acompañada de mejoras en la redistribución del ingreso a través de políticas pro-pobre que permitan acelerar el proceso de reducción de la pobreza.

En el trabajo de Dollar & Kraay (2001) se muestra que el crecimiento es bueno para los pobres, sus resultados manifiestan una relación proporcional entre el crecimiento del ingreso de los pobres y el ingreso promedio de toda la población. Proponiendo que las mejores políticas de combate a la pobreza son aquellas que persiguen la reducción de la inflación y una política fiscal equilibrada.

Así, la relación entre crecimiento económico y pobreza quedaría explicado por el efecto goteo que tiene su origen en la hipótesis de Kuznets (1955), donde un crecimiento económico sostenido genera en una primera etapa una mayor desigualdad, a medida que el desarrollo se fortalece, a través de una mejora en la distribución del ingreso y un mayor nivel de vida, la pobreza se reduce. Trabajos como los de Ahluwalia (1976); Kravis (1960); Oshima (1992); Paukert (1973) y actualmente Piketty (2014), entre los más importantes, mostraron el incumplimiento de la hipótesis de Kuznets.

Con la finalidad de aportar una base teórica más sólida entre el crecimiento económico y pobreza, así como una evidencia empírica que lo sustente, se genera una serie de investigaciones que tiene como objetivo analizar la relación entre el crecimiento económico, pobreza y desigualdad. Entre las investigaciones más importantes podemos encontrar a Kakwani et al. (2003); Kakwani & Pernia (2000); Kakwani & Son (2007); McCulloch & Baulch (1999); Ravallion (2004); Ravallion & Chen (2001); Son (2004), generando el concepto de crecimiento económico pro-pobre. En el caso de México, trabajos como el de Campos-Vázquez, Chávez & Esquivel (2017) contradicen la relación crecimiento-pobreza.

Las diferentes investigaciones y el tratamiento que se le otorga a las variables consideradas han generado dos conceptos de crecimiento pro-pobre, caracterizados por un visión débil y fuerte, el primero de ellos se refiere como un crecimiento económico que favorece a los pobres y con ello les permite salir de la pobreza, la segunda visión se refiere a un crecimiento que además de generar una reducción de la pobreza, mejora la distribución del ingreso.

El objetivo de este estudio es aportar evidencia empírica aplicando la metodología de crecimiento pro-pobre en sus dos visiones, en el sentido débil se utiliza la técnica de Ravallion & Chen (2001); y en la visión fuerte la metodología de Kakwani & Pernia (2000), para comprobar si el crecimiento económico en México ha sido pro-pobre en una visión débil como fuerte del concepto. La hipótesis de trabajo establece que en México el crecimiento de la economía ha favorecido la disminución de la pobreza, pero ese crecimiento no ha sido suficiente para contener o erradicar el problema.

Se cree que una de las variables que fomenta el crecimiento a favor de los pobres es la democracia, la relación entre las variables es la siguiente: una democratización en una sociedad con una alta proporción de población pobre, generará la implementación de políticas que estén a favor de los pobres, que se traduce en políticas de redistribución del ingreso, que a la postre reducirá la desigualdad del ingreso, entonces tenderá a un crecimiento pro-pobre. La idea se basa en el modelo de efecto igualador de Acemoglu et al. (2013) y el estudio de Barro (1996). La hipótesis que se plantea es que el crecimiento económico ha sido insuficiente para mantener un ritmo que reduzca la pobreza en el país, además, este crecimiento se ha visto influido por el proceso de democratización del país.

El trabajo está estructurado de la siguiente forma, en el primer apartado se realiza una breve recapitulación de las teorías que relacionan el crecimiento económico con la pobreza, posteriormente se presentan las técnicas que tratan de medir el crecimiento pro-pobre. En el segundo apartado se analiza el problema de la pobreza en México, donde se expone la metodología para su estimación utilizada a nivel internacional y nacional, en el que se presentan sus respectivos resultados. Posteriormente en el tercer apartado se analizan las características económicas y sociodemográficas de los pobres en México. En el apartado cuarto se aplica la metodología de crecimiento pro-pobre de Ravallion & Chen, así como la de Kakwani & Pernia. En conclusión, los resultados que se obtienen con los dos enfoques utilizados permiten deducir que en el periodo analizado ha habido un crecimiento económico favorable a la disminución de la pobreza, con diferentes matices en el énfasis que el crecimiento tiene sobre el abatimiento de la pobreza. Solo en dos subperiodos se tuvo un crecimiento estrictamente favorable a la disminución de la pobreza, en el resto el efecto fue más débil.

Crecimiento económico y pobreza

En las teorías que relacionan el crecimiento económico con la pobreza se distinguen dos visiones: una absoluta, donde se plantea que la reducción de la pobreza se logrará manteniendo altas tasas de crecimiento económico, basado en la hipótesis de Kuznets (1955); y una relativa, que surge como crítica de la primera, donde se da importancia a la redistribución del ingreso siendo uno de sus principales exponentes Chenery et al. (1974). Del anterior debate surge dos corrientes de pensamientos que examinan la interrelación entre el crecimiento económico, pobreza y desigualdad, sugiriendo un nuevo concepto de crecimiento, a saber, crecimiento pro-pobre que tiene un enfoque débil o fuerte. Asimismo, se incluye la relación que tiene la democracia como factor que impulsa el crecimiento pro-pobre. Una vez revisados estos conceptos se establece la metodología para calcularlo.

Kuznets (1955) analizó la relación entre crecimiento económico y desigualdad del ingreso, en donde el desarrollo económico de un país con niveles bajos de ingresos presentaba en una primera etapa un aumento en la desigualdad inducido por el incremento en la inversión en capital fijo. A medida que el ingreso por persona aumenta, la desigualdad comienza a descender. El crecimiento económico, impulsado por la maximización de los beneficios de los inversionistas, haría que el producto generado por la inversión se plasmara en una mejora en el nivel de vida de los pobres. A esta situación se le conoció como trickle-down development o desarrollo por goteo o filtración.

En esta lógica, la pobreza se reducirá a partir de mantener un crecimiento sostenido, donde, a medida que la economía se expande, aumenta la riqueza y el consumo del grupo de la parte alta de la distribución del ingreso y esto generará, a su vez, mayores inversiones que se traducirán en más empleos, mejores salarios y un aumento del bienestar del resto de la población (Roemer & Gugerty, 1997). Como consecuencia, el efecto del crecimiento para los pobres será menos que proporcional comparado con los no pobres.

Bhagwati (1988), advirtió del caso en el que altas tasas de crecimiento económico coincidan de manera simultánea con un aumento de la pobreza. Esto puede suceder cuando la desigualdad aumenta más que el crecimiento, lo que lleva a lo que él denominó immiserizing growth o crecimiento empobrecedor. Chenery et al. (1974) cuestiona el desarrollo fundamentado por el efecto filtración y propone la aplicación de políticas económicas orientadas a mejorar la redistribución del ingreso, incrementando la participación relativa de los segmentos menos favorecidos, es decir, proponía la aceleración del crecimiento del ingreso de los más pobres.

Pero la idea del crecimiento a través del goteo resurgió en los años recientes. Para Kraay (2006), el principal determinante para lograr el objetivo de reducir la pobreza es mantener altas tasas de crecimiento económico, en donde el impacto del crecimiento sobre la pobreza depende de dos factores; el crecimiento del ingreso medio y la sensibilidad de la pobreza al crecimiento. En otro trabajo de tipo empírico, Dollar & Kraay (2001) investigan la relación entre el crecimiento económico y las ganancias de la parte más baja de la distribución del ingreso. Sus resultados demuestran que el crecimiento económico contribuye a reducir la pobreza. En promedio, cuando el ingreso medio crece el ingreso de los pobres también lo hace de forma proporcional, además, no encuentran evidencia de políticas económicas particulares u otros determinantes del crecimiento económico que se encuentren correlacionados con el crecimiento del ingreso de los pobres. Los autores contradicen la afirmación acerca de que la globalización haya sido causante de aumentar el número de pobres; y proponen que las mejores políticas de combate a la pobreza son aquellas que persigan la reducción de la inflación y una política fiscal equilibrada. En su perspectiva, el gasto social enfocado al combate a la pobreza es neutral respecto a la pobreza. Más tarde, en una actualización del estudio del 2002, considerando como pobres el 20 y 40 por ciento de la parte más baja de la distribución del ingreso, ratificaron sus conclusiones del estudio previo en el sentido de que el ingreso de los pobres crece en la misma proporción que lo hace el ingreso medio (Dollar & Kraay, 2002).

Sin embargo, ya Kakwani & Pernia (2000) habían advirtido sobre conclusiones no convincentes que pueden obtenerse cuando se utilizan medidas para el ingreso, pobreza y desigualdad que no son consistentes entre los países. Según su argumento, las encuestas realizadas en hogares se basan en conceptos y metodologías que pueden ser diferentes entre los países, obteniendo así resultados no robustos. En particular, otros autores (Lübker, Smith & Weeks, 2002) demostraron que las bases teóricas en que se basan los autores anteriores son pocos sólidas, además, cuestionan la calidad de los datos que utilizan y las variables de políticas que no se encuentran bien definidas, lo que lleva a que las pruebas de hipótesis sean inconsistentes.

El debate sobre crecimiento y combate a la desigualdad como vías para acabar con la pobreza ha continuado hasta la actualidad. En referencia a la gráfica de Dollar & Kraay (2001), que relaciona crecimiento del PIB per cápita en general con el producto por habitante de la población pobre, y que sugiere que los ingresos de los pobres crecen por arriba del ingreso en general. Perkins, Radelet & Lindauer (2006 [1983]) concluyen que el rápido crecimiento parece especialmente bueno para los pobres y los no pobres por igual, pero lo opuesto también es verdad en los primeros, estos son especialmente vulnerables en periodo de declinación económica.

Kakwani, Côrtes & Son (2010) aplican una nueva medida de crecimiento pro-pobre en un estudio de Brasil, que vincula tasas de crecimiento en el ingreso medio y en la desigualdad del ingreso. Utilizan una metodología de descomposición que explora los vínculos en tres dimensiones: los patrones de crecimiento, el desempeño del mercado laboral y las políticas sociales. Concluyen que la globalización puede contribuir a incrementar la productividad y por tanto el crecimiento, pero también hacen a las economías más vulnerables a los shocks externos.

Shin (2012) concluye que la desigualdad puede retardar el crecimiento en la etapa temprana del desarrollo económico, pero puede alentar el crecimiento cerca del estado estable. La redistribución del ingreso vía altas tasas impositivas no siempre reduce la desigualdad, sobre todo en la etapa inicial del desarrollo económico. Las políticas de gobierno para lograr un rápido crecimiento económico y una baja desigualdad pueden alcanzarse con bajos impuestos al ingreso en la etapa inicial del desarrollo, pero ambas no pueden alcanzarse simultáneamente en la etapa del estado estable.

Wang, Xu & Shang (2014) miden el crecimiento pro-pobre en la China rural en 1989-2009 y encuentran que en 1989-2006, el crecimiento económico en las áreas rurales fue relativamente débil a favor de los pobres y la reducción de la pobreza se basó principalmente en el "efecto goteo". Sin embargo, desde 2006 el crecimiento económico chino fue a favor de los pobres y tanto el "efecto de goteo" como cambios en la distribución del ingreso redujeron la pobreza.

En un estudio de diferentes países de Asia desde principios de la década de 1990, cuando estos países crecieron relativamente fuerte, Kwasi (2017) encuentra que el crecimiento de los ingresos ha sido la principal fuerza impulsora detrás de la disminución y el aumento de la pobreza. Sin embargo, el estudio documenta importantes diferencias regionales y de países que están enmascaradas por esta historia "promedio" de crecimiento dominante, donde afirman que se podrían haber logrado mayores avances con una distribución de ingresos relativamente favorables.

Klasen & Reimers (2017) tratan de expandir la herramienta de análisis del crecimiento pro-pobre tomando en cuenta la productividad agrícola y la reducción de la pobreza en las economías en desarrollo. Por su parte, en otro estudio sobre la pobreza y la desigualdad de los ingresos en nueve países de Asia en el periodo 1985-2009, Perera & Lee (2013) encuentran que la calidad de las instituciones puede también influir en la medida en la que el crecimiento económico reduce la pobreza. Un estudio de Fambon (2017) encontró resultados similares para Camerún, donde en 1996-2007 el crecimiento económico fue favorable en los pobres.

Ravaillon argumenta que la reducción de la pobreza a nivel global ha estado dirigida por el crecimiento y no por la reducción de la desigualdad. De hecho, algunas de las experiencias más exitosas en reducción de la pobreza, especialmente China, ha estado acompañada del incremento en la desigualdad, al menos al inicio, señala una nota de Fajnzylber (2018), que insiste en que la propia experiencia china demuestra que algunos aspectos de la desigualdad, por ejemplo, la desigualdad en la propiedad de la tierra, puede ser un obstáculo al crecimiento y en los efectos del crecimiento para la reducción de la pobreza. Una implicación es que enfocarse únicamente en la aceleración del crecimiento no es suficiente. La clave es asegurar que el crecimiento sea inclusivo, lo que implica empoderar a los ciudadanos para, y beneficiarse del, proceso de desarrollo, removiendo las barreras de aquellos que con frecuencia son excluidos.

Pero la discusión acerca de si el crecimiento económico es suficiente ha desembocado en la discusión sobre el agotamiento del modelo de crecimiento alrededor de la propuesta de sustentabilidad conocida como "suficiente es suficiente", resumida en el libro de Dietz & O'Neill (2013) y O'Neill (2010). Según esta versión, la pobreza debe resolverse combatiendo la desigualdad y paralizando el crecimiento económico.

Enfoque débil

En la metodología seguida por Ravallion & Chen (2001), el crecimiento es pro-pobre si reduce la pobreza, para calcularlo los autores proponen como medida de pobreza el índice de Watts (1968), además de ilustrar los cambios en el ingreso medio por quantiles a través de la Curva de Incidencia del Crecimiento -CIC- y Growth Incidence Curve -GIC-.

Partiendo de la función de distribución acumulativa del ingreso en el periodo t, representada por Ft(y) e invirtiendo la función para el cuantil p-ésimo, los autores obtienen el ingreso de dicho cuantil:

Donde L' t (p) es la pendiente de L t(p), la curva de Lorenzy µt es el ingreso medio. Comparando los dos tiempos, t y t-1, la tasa de crecimiento del ingreso en el p-ésimo cuantil estará dado por:

Dado que los valores de g t (p) varían entre 0 y 1 conforme varía p, los autores trazan su trayectoria obteniendo así la CIC. Cuando se utiliza la definición en 1, obtienen:

Donde Y t = (µ t - µ t -1 ) - 1 es la tasa de crecimiento del ingreso medio. De la ecuación 3 se obtienen los siguientes escenarios:

1. Si la curva de Lorenz no exhibe ningún cambio,

2. Si g t (P) es una función decreciente para todo p, entonces la desigualdad cae en el tiempo para toda medida de desigualdad que satisfaga el principio de transferencia de Pigou-Dalton, según el cual una transferencia de un individuo de mayor ingreso a otro de ingreso menor modifica sus posiciones relativas de origen hacia una distribución más equitativa (Dalton, 1920) sin modificar el nivel de renta en la sociedad.

3. Si la CIC se encuentra situada por encima de 0, esto es, g t (p) > 0, entonces existe la dominancia de primer orden de la distribución en el tiempo t sobre t -1.

4. Si la CIC cambia de signo, entonces no se puede inferir sí la dominancia de orden superior se mantiene con solo observar la CIC.

Por último, para evaluar si el crecimiento favoreció a la población pobre, Ravallion & Chen (2001) proponen la Tasa de Crecimiento Pro-Pobre -TCPP-:

Si TCCP > 0, significa que el crecimiento favoreció en mayor medida a la población en condición de pobreza, porque hubo un crecimiento más que proporcional del ingreso que se encuentra por debajo de la línea de pobreza, comparado al resto de la población.

Un valor negativo indicaría que el crecimiento de la economía favoreció un incremento mayor del ingreso de la población más rica, comparado con la población que se encuentran en situación de pobreza.

Por otro lado, si TCPPt > µt significa que el crecimiento del ingreso de los pobres crece más que el ingreso de los no pobres, reduciendo en consecuencia la pobreza; por el contrario, TCPP < µt entonces el ingreso de los pobres crece menos que proporcional que los no pobres, por tanto, aumenta la pobreza. Este tipo de crecimiento económico es el que se conoce como crecimiento anti-pobre.

Enfoque fuerte

En esta visión no solamente se contempla el enfoque débil de la reducción de la pobreza a través del crecimiento del ingreso, además, se considera un enfoque relativo que incluye el mejoramiento de la desigualdad del ingreso. Por ello, el concepto se toma como un enfoque fuerte (Kakwani et al., 2003; Kakwani & Pernia, 2000; Kakwani & Son, 2007; Son, 2004; 2007).

Para medir el impacto del crecimiento sobre la pobreza es necesario separar el cambio en el índice de pobreza asociado a variaciones en el ingreso y el que se presenta por los cambios en la distribución del ingreso (Kakwani & Pernia, 2000). Para medir el efecto del crecimiento sobre la pobreza, separan el cambio de la pobreza explicado por las variaciones del ingreso medio y por las variaciones en la distribución, de forma que la descomposición total de la pobreza estará explicada por 1) el impacto del crecimiento sobre el ingreso medio manteniendo constante la distribución y 2) el impacto del crecimiento sobre la distribución del ingreso, manteniendo invariante el ingreso medio.

Los autores definen θ como una medida de pobreza a partir de un valor del ingreso que se considera como línea de la pobreza (z) el ingreso medio de la sociedad µ y la curva de Lorenz L(p) que es una medida de desigualdad relativa, donde, 0 ≤ p ≤ 1.

El cambio porcentual en la pobreza se representa por medio de P12 ocurrido entre el periodo 1 -base- y el periodo 2, en términos de los componentes del crecimiento y la distribución:

Que muestra que el cambio porcentual total en la pobreza es igual a la suma del efecto del crecimiento más el efecto de la distribución. Suponiendo que existe una tasa de crecimiento positiva de 1% igual a g12, entre el periodo 1 y 2, entonces la elasticidad de la pobreza puede ser definido como:

Que es el cambio proporcional en la pobreza total cuando hay una tasa de crecimiento positiva del 1%. De la misma manera, se puede definir el cambio proporcional en la pobreza ante un cambio del 1% en el ingreso manteniendo constante la desigualdad η g ; y el cambio en el índice de pobreza ante una variación en la desigualdad manteniendo sin variación el nivel de ingreso (η i).

Con las definiciones de ambos enfoques se puede descomponer el cambio total en la pobreza por medio de la siguiente expresión:

El cambio total en la pobreza causado por un crecimiento de 1% en la economía es la suma de dos factores, el efecto del crecimiento sobre la pobreza g ) más el efecto de la desigualdad sobre la pobreza (η i ).

Se supone que el efecto del crecimiento sobre la pobreza será negativo g <0), lo que implica que un aumento en la media del ingreso de la sociedad reduce la pobreza, pero el efecto de la desigualdad puede ser tanto positivo como negativo.

Si el efecto sobre la desigualdad es negativo (η i <0) significa que el crecimiento ha conducido a un cambio en la distribución del ingreso en favor de los pobres, por lo tanto, se ha reducido la pobreza y en este caso se considera como un crecimiento pro-pobre. En cambio, sí η i ; > 0 entonces se considera que las personas ricas se beneficiaron más que proporcionalmente del crecimiento.

Paramedir el grado de crecimiento pro-pobre los autores proponen el siguiente índice:

Que se estima a partir de vincular el cambio en el indicador de pobreza total entre la reducción de [a pobreza que ocurriría manteniendo la desigualdad constante. Esdecir, anteun proceso de crecimiento neutral, en la medida en que el indicador adopte un valor superior a la unidad (φ > 1), se verifica que el crecimiento reduce la desigualdad y η i < 0. En este contexto, se afirma que el crecimiento será pro-pobre asumiendo que los beneficios proporcionales que recibe este grupo son superiores a los que se apropian los no pobres. Esto se expresa en un descenso de la inequidad a partir de modificaciones en la curva de Lorenz (Medina & Galván, 2014).

Para aclarar lo último, se utilizan las definiciones en 10 y 11:

De 12 podemos tener 4 situaciones, considerando el supuesto que η g <0:

Si η i < 0, entonces η i /η g > 0 lo que implica que φ > 1 es decir el crecimiento es estrictamente pro-pobre. Se reduce la pobreza, debido al crecimiento del ingreso medio y la mejor distribución del ingreso.

Si 0< φ < 1, es una situación caracterizada por la reducción de la pobreza debido a la mejora en la distribución, pero con una reducción de los ingresos medios de los pobres; o bien, que ocurra una mejora en el ingreso de los pobres, pero con un empeoramiento en la redistribución, es un escenario similar al desarrollo por "goteo o filtración" -trickle-down-.

Si φ < 0 el crecimiento ha llevado a un incremento de la pobreza.

Si φ = 1 estaríamos en una situación en donde la desigualdad se ha mantenido constante, por lo tanto, todos los sectores de la sociedad se han beneficiado de igual manera del crecimiento, que es la situación que describen Dollar & Kraay (2001).

Pero existe un escenario en donde se observan tasas de crecimiento negativas en el ingreso de [a sociedad incrementando la incidencia de la pobreza, en este caso η y η g serán positivos y si no se generan cambios en la redistribución del ingreso, cabría esperar que la incidencia de la pobreza se incremente en una proporción equivalente a η g en donde el crecimiento de la pobreza total será η por ciento.

En una recesión se esperaría que el ingreso medio de la sociedad descendiera, aumentando la incidencia de la pobreza. Para medir sí la recesión implica un escenario más favorable a los pobres, se tendría que verificar que η < η g es decir, el aumento de la pobreza total debe de ser menor al aumento de la pobreza explicado sólo por el ingreso. Cuando hay un periodo de crisis, el índice pro-pobre se calcula de la siguiente forma:

De esta expresión se verifica que una recesión será a favor de los pobres si φ > 1 y estará sesgado a los no pobres cuando φ >1, esto quiere decir que cuando ocurre un crecimiento negativo, los pobres resultarán menos afectados; si la pérdida de ingreso es menos que proporcional en los pobres que en los no pobres, entonces estaríamos en un escenario de decrecimiento pro-pobre.

Finalmente, los autores proponen un intervalo en el índice de acuerdo con un juicio de valor en el rango siguiente:

Tabla 1 Valores del índice de crecimiento pro-pobre 

Intervalo Evaluación
φ <0 Crecimiento es anti-pobre
0 <φ ≤ 0.33 Crecimiento es débilmente pro-pobre
0.33 < φ ≤ 0.66 Crecimiento es moderadamente pro-pobre
0.66 < φ < 1 Crecimiento es pro-pobre
φ ≥ 1 Crecimiento es altamente pro-pobre

El estudio de la pobreza

En este apartado se revisan algunas metodologías utilizadas para calcular la incidencia de la pobreza, como el que fue desarrollado por el Banco Mundial -BM-, que permite hacer comparaciones internacionales de la pobreza entre países y el utilizado por las instituciones nacionales en México. Incluye la evolución de la pobreza para México de 1992 a 2014 con los dos enfoques, para finalmente tratar de aclarar de forma resumida el comportamiento de la economía mexicana para el mismo periodo.

El Banco Mundial define a la pobreza como la "incapacidad para alcanzar un nivel de vida mínimo" (World Bank, 1990, pp. 26-27). Para medirla utiliza una línea de pobreza basada en el consumo, el cual consta de dos elementos: "el gasto necesario para poder acceder al mínimo de nutrición y otras necesidades básicas", y además, otra cantidad "...que refleja el costo que tiene la participación en la vida diaria de las sociedades" y que varía entre países (World Bank, 1990, p. 26). La estimación de la línea de pobreza del BM inició en los años noventa, en la que observaciones hechas en un grupo de países fijó ese umbral en un dólar al día expresado en términos de poder adquisitivo -PPA-1. En el 2005 el umbral aumentó a 1.28 dólares en términos de PPA y en los años siguientes dichos parámetros fue incrementado también por efecto de la inflación, el aumento en el tamaño de la muestra de los países considerados y la necesidad de ampliar la representatividad de los bienes y servicios incluidos en la canasta básica, lo que aumentó dicho umbral a 1.9 dólares al día.

La figura 1 muestra la proporción de la población por debajo del umbral de la pobreza en México. La curva muestra un claro descenso para el periodo de 1989 al 2012, pasando de un 11.6% a 2.3%. En ese periodo el crecimiento del PIB per cápita fue 1.1%2 , lo que sugiere que, a pesar de que la economía en general presentó un crecimiento bajo, la pobreza disminuyó en gran proporción. De acuerdo con las cifras del Banco Mundial expuestas en esta figura, en 23 años la tasa de pobreza descendió un poco más de cuatro veces.

Fuente: World Bank, 2019. Nota: porcentaje de la población con ingresos menores a 1.90 dólares/día medidos en Paridad de Poder de Compra -PPP- base 2011.

Figura 1 Proporción de la población en condición de pobreza en México medida por Banco Mundial. 

La medición de la pobreza en México a través de conductos institucionales inició en el 2000 con la adaptación de un conjunto de cambios normativos, consensuados entre las fuerzas políticas y grupos organizados de la sociedad civil. La metodología actual para medición de la pobreza en México tiene pocos años, pero ha sufrido cambios importantes en ese tiempo. En 2001 se conforma el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza -CTMP- integrado por investigadores y funcionarios públicos, cuyo objetivo fue adoptar una metodología oficial de medición de la pobreza. En 2004 se dieron a conocer los primeros resultados del 2002, al año siguiente se presentaron los resultados para 2000 y 2002, posteriormente la metodología se utilizó para estimar la pobreza para el periodo 1992 - 2012.

Entre otras referencias importantes, pueden consultarse los trabajos de Lustig & Székely (1997); Székely (2005), y la serie de documentos elaborado por el Comité Técnico para la Medición de la Pobreza (CTMP) (2002), que desglosan los detalles que definen la metodología de medición de la pobreza en México.

La pobreza ha permanecido con pocas alteraciones durante los veinte años del periodo considerado, sin importar que dimensión de pobreza se considere -figura 2-. Es en los periodos de crisis económica cuando la pobreza aumenta, específicamente el periodo de 1994 a 1996 y 2008-2012, siendo la recesión de 1995 la que reportó una incidencia mayor en la tendencia de la pobreza que la segunda crisis. Esto aporta evidencia de que el comportamiento macroeconó-mico determina en algún grado la evolución de la pobreza.

Fuente:CONEVAL (2012).

Figura 2 Pobreza por ingresos: 1992-2012 

A partir de 1997 se establece el más importante programa de combate a la pobreza, bajo el nombre inicial de Progresa, después llamado Oportunidades y a partir del 2015 cambia a Prospera, el cual, básicamente es una política social de transferencias monetarias condicionado bajo ciertos requerimientos que la población objetivo tiene que cumplir para recibir un apoyo económico específico. Entre otras metas, este programa busca romper el ciclo de la pobreza intergeneracional, de acuerdo con los resultados hasta ahora mostrados, se puede podemos mencionar, de forma muy general, que no se ha cumplido el objetivo principal de la política.

La tabla 2 muestra la evolución de las principales variables económicas durante las dos crisis y el periodo de estabilización macroeconómica que comprende el periodo de 1997 al 2000. La caída del último trimestre de 1994 al primer trimestre de 1995, periodo más intenso de la crisis, la actividad económica registró un descenso de 5.56%, el impacto de la caída en la actividad económica se reflejó en un aumento del número de pobres en sus tres dimensiones, según los cálculos oficiales.

Tabla 2 Indicadores de la economía mexicana: 1993-2012 

Concepto 1994-1996 1997-2000 2008-2012
PIB real, base 20081,2 0.49 1.02 0.59
Salario real1 -6.05 -1.78 0.02
Consumo de los hogares1 -2.02 10.92 2.27
Inflación1 22.1 14.48 4.15
Tipo de cambio (MX/USD) 5.8 9.01 10.98
Desempleo abierto3 4.53 2.85 3.71
Actividad industrial1 0.28 0.31 -0.19
TIIE (28 días)1,4 27.86 -15.55 -9.40

Fuente: INEGI (2019a).

Nota: 1Crecimiento promedio; 2Datos trimestrales; 3Porcentaje; 4Datos anuales.

A partir de 1993 un desplome del poder adquisitivo de los trabajadores provocado por una fuerte disminución del salario real, fue uno de los determinantes que influyeron en el rápido aumento de la pobreza en este periodo, además a partir de 1997 el salario real no exhibe un crecimiento que compense la pérdida del poder adquisitivo mostrado en años anteriores, lo que en parte explicaría el hecho de ver las mismas proporciones de pobreza durante estos veinte años.

Otro de los componentes macroeconómicos que sufrió una importante disminución fue la actividad industrial, que, de acuerdo con el índice de actividad industrial del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2019a), durante el periodo de 1994 a 1996 registró un máximo de 75.55 y un mínimo de 63.67, donde el año base es 2008, esto quiere decir que en este periodo la actividad secundaria sufrió una variación negativa de 15.72%, lo que también explicaría la diferencia de impactos entre la pobreza urbana y rural.

Es importante también mencionar que una de las características de la crisis de 1995 fue el súbito aumento en 27.9% de las tasas de interés en dos años, lo que provocó un creciente valor de la deuda de los hogares mexicanos que habían adquirido un activo, principalmente vivienda, lo que devino en un impago de la deuda y la posterior pérdida de activos, lo que explicaría en este caso el aumento de la pobreza patrimonial.

Para concluir este apartado se puede mencionar que el principal determinante de las variaciones de la tasa de pobreza es el crecimiento del PIB, pero los beneficios del aumento del ingreso no mejoraron el bienestar de los pobres, aunque puede percibirse un impacto heterogéneo dependiendo del nivel de ingresos. Por lo anterior, en este trabajo se propone analizar cuál ha sido el beneficio del crecimiento de acuerdo con la distribución del ingreso de la población.

Resultados

En la metodología utilizamos los datos de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares -ENIGH- para los años seleccionados del periodo 1992-2014. Al procesar estos datos se da la oportunidad de estimar cierta estadística básica que permiten describir en forma analítica el problema de los ingresos de los hogares. Las estadísticas básicas de la ENIGH en los años considerados se presentan en la tabla 3, que muestran el tamaño de las muestras utilizadas en cada ejercicio y la estadística descriptiva del ingreso de los hogares incluyendo zonas urbanas y rurales. En el periodo analizado, el ingreso promedio mantuvo una tendencia a la baja, por debajo del umbral de los 4000 pesos. De hecho, el ingreso promedio de los hogares disminuyó en 0.03% entre 1992 y 2014, medido a precios de 2008, al igual que el ingreso en el medio urbano que cayó en 0.07% en el mismo periodo. Hay dos importantes retrocesos en esta tendencia del salario, primero la fuerte caída en 1996, de -28% comparado al dato de dos años atrás; y de nuevo, otro retroceso en 2010, de -9% respecto al referente bianual previo.

Tabla 3 Ingresos de los hogares rural-urbanos. Estadística descriptiva 1992-2014. Pesos constantes de 2008 

Variable 1992 1994 1996 2008 2010 2012 2014
Tamaño de la muestra (núm. obs.) 10 530 12 815 14 042 29 468 27 655 9002.0 19 479
Ingreso medio µ. 3725.2 3832.2 2845.4 3918.9 3574.1 3913.2 3602.8
Ingreso z. Urbana 4385.9 4542.3 3292.2 4488.3 4028.0 4442.5 4089.0
Ingreso z. Rural 1567.6 1527.0 1296.6 1874.4 1903.2 2027.7 1881.5
Mediana (p = .5) 2035.2 2104.3 1613.4 2347.9 2194.2 2270.1 2096.2
Ratio Q(0.5)/ µ 0.55 0.55 0.57 0.60 0.61 0.58 0.58

Fuente: elaborado con base en cifras de ENIGH 1992, 1994, 1996, 2008, 2010, 2012 y 2014 (INEGI, 2019b).

En cuanto al ingreso por zonas rural/urbana vemos una gran diferencia entre ellos, el ingreso urbano es aproximadamente 3 veces el ingreso rural para todos los años, al igual, todos los ingresos disminuyen de 1992 a 2014. Debe destacarse que, para todos los años, la mediana del ingreso fue menor que el promedio, sugiriendo una concentración del ingreso. Sin embargo, la razón entre la mediana y el promedio aumenta para todo el periodo, lo que sugiere que se ha presentado un ligero mejoramiento en la distribución. Esto significa que la curva de Lorenz se desplaza hacia arriba y a la izquierda para acercarse al eje de 45o, una situación de mejora la distribución del ingreso y un coeficiente de Gini tendiendo a disminuir.

La tabla 4 muestra en cambio los indicadores de pobreza más comúnmente utilizados, el coeficiente de Gini, el índice de Watts, la proporción de la población pobre y la brecha e intensidad de la pobreza, tanto para el ámbito urbano como rural. Se percibe una importante disminución en la proporción de la población en condición de pobreza entre 1992 y 2014, pasando de 19.9% a 13.8% de la población, en una caída mayor al 30%. Se observa que la crisis de 1995 provoca un aumento drástico en los niveles de pobreza, la proporción brincó de 18.7% a 27.1% y el valor de cada una de las medidas en los tres niveles considerados: nacional, urbano y rural. Con excepción del coeficiente de Gini que mantuvo una persistente tendencia a la baja, en especial en el ámbito rural, lo que proyecto una mejor distribución del ingreso comparado con el pasado.

Tabla 4 Pobreza y desigualdad: 1992-2014 

Variable 1992 1994 1996 2008 2010 2012 2014
Coeficiente de Gini 0.55 0.55 0.53 0.52 0.5 0.52 0.51
-0.008 -0.008 -0.008 -0.009 -0.008 -0.02 -0.006
Gini urbano 0.52 0.52 0.52 0.5 0.48 0.52 0.5
-0.009 -0.008 -0.009 -0.007 -0.004 -0.02 -0.009
Gini rural 0.5 0.46 0.47 0.48 0.48 0.47 0.44
-0.025 -0.009 -0.008 -0.005 -0.006 -0.03 -0.004
Índice de Watts (%) 9.81 (0.03) 8.52 (0.03) 14.25 (0.03) 6.79 (0.02) 6.72 (0.02) 3.98 (0.004) 5.59 (0.04)
Urbano 3.63 (0.02) 3.43 (0.02) 7.71 (0.02) 3.12 (0.02) 3.01 (0.04) 2.81 (0.004) 2.66 (0.04)
Rural 17.42 (0.07) 13.98 (0.05) 22.61 (0.08) 10.68 (0.05) 11.68 (0.04) 6.71 (0.01) 8.47 (0.05)
Población pobre (%) 19.89 (0.05) 18.73 (0.05) 27.12 (0.04) 14.78 (0.06) 14.45 (0.02) 10.65 (0.009) 13.82 (0.05)
Urbano 10.65 (0.06) 10.46 (0.05) 18.42 (0.05) 8.39 (0.03) 8.67 (0.06) 8.21 (0.01) 8.64 (0.01)
Rural 35.29 (0.01) 30.49 (0.09) 40.24 (0.01) 25.30 (0.03) 22.94 (0.08) 17.52 (0.02) 19.59 (0.02)
Brecha de pobreza (%) 6.87 (0.02) 6.09 (0.01) 9.74 (0.02) 4.87 (0.05) 4.73 (0.02) 2.94 (0.003) 4.06 (0.03)
Urbano 2.78 (0.01) 2.65 (0.01) 5.64 (0.01) 2.34 (0.05) 2.31 (0.07) 2.11 (0.003) 1.78 (0.05)
Rural 12.39 (0.04) 10.15 (0.03) 15.29 (0.05) 7.76 (0.06) 8.04 (0.02) 4.98 (0.007) 6.18 (0.07)
Intensidad de pobreza (%) 3.33 (0.01) 2.83 (0.01) 4.87 (0.01) 2.24 (0.05) 2.26 (0.02) 1.23 0.001) 1.78 (0.04)
Urbano 1.09 (0.00) 1.01 (0.00) 2.47 (0.01) 0.96 (0.01) 0.95 (0.01) 0.84 (0.001) 0.76 (0.04)
Rural 5.84 (0.02) 4.60 (0.02) 7.88 (0.03) 3.47 (0.01) 3.97 (0.01) 2.08 (0.003) 2.75 (0.01)

Fuente: elaboración propia con cifras de ENIGH 1992, 1994, 1996, 2008, 2010, 2012 y 2014 (INEGI, 2019b).

Nota: los índices de pobreza se calcularon con una línea de pobreza z= 949.38 para el nacional y urbano y z= 706.69 para la zona rural. Error estándar en paréntesis

El coeficiente de Gini presentó una mejoría marginal a nivel nacional, al pasar de 0.55 a 0.53 de 1992 a 1996, y llegar hasta 0.52 en 2014. Mientras que en las zonas rurales ese mejoramiento en la distribución del ingreso fue mayor al pasar de 0.5 a 0.46 de 1992 a 1994, con un pequeño incremento en 1996, para bajar hasta 0.44 en 2014; mientras que en las zonas urbanas no mostró cambio alguno. De la misma forma se incrementó el índice de Watts, la proporción de la población pobre, la brecha de pobreza y su intensidad, derivado de la recesión de 1995. La recesión de 2009 tuvo un efecto menor en estos indicadores.

La tabla 5 muestra las variaciones de la pobreza y la distribución del ingreso, además de incluir el crecimiento del PIB y del PIB per cápita. En primer lugar, la actividad económica creció de forma leve con un 0.38% para el primer periodo de análisis y 0.46% en el segundo periodo, mientras que el ingreso por persona, medido como producto por habitante, disminuyó en -0.43% en el primero y aumentó 0.1% en el segundo periodo. En ambos, el coeficiente de Gini disminuyó, es decir, mejoró la distribución del ingreso, en especial por una mayor equidad en el medio rural. El índice de Watts mostró un contraste importante pues aumentó en el primero periodo, pero disminuyó en el segundo mientras que la proporción de población en pobreza y si intensidad mostraron similar tendencia, aumentaron en los años noventa -1992-1996- y disminuyeron en los años 2000.

Tabla 5 Variaciones porcentuales anuales 

Variable Δ 92-94 A 94-96 Δ 92-96 Δ 08-10 Δ 10-14 Δ 08-14
PIB 1.08 -0.7 0.38 0.15 0.77 0.46
PIB per cápita 0.86 -2.4 -0.43 -1.22 1.53 0.1
Gini 0 -1.83 -1.83 1.94 0.49 -0.31
G. Urbano 0 0 0 -2.02 1.02 0
G. rural -4.08 1.08 -1.53 0 -2.15 -2.15
Watts -6.8 29.32 9.78 -0.51 -4.49 -3.06
W. Urbano -2.78 49.92 20.72 -1.77 -3.04 -2.51
W. Rural -10.41 27.17 6.73 4.57 -7.71 -3.64
Prop. de población pobre -2.95 20.33 8.05 -1.12 -1.1 -1.06
Urbano -0.89 32.7 14.67 1.65 -0.08 0.47
Rural -7.04 14.88 3.33 -4.77 -3.74 -2.86
Brecha de la pobreza -5.84 26.46 9.11 -1.44 -3.74 -2.86
Urbano -2.36 45.88 19.34 -0.64 -6.3 -4.28
Rural -9.48 22.73 5.39 -1.78 -6.38 -3.57
Intensidad de pobreza -7.81 31.18 9.99 0.44 -5.79 -3.61
Urbano -3.73 56.38 22.69 -0.52 -5.42 -3.66
Rural -11.24 30.88 7.77 6.96 -8.77 -3.65

Fuente: cálculos propios con base en la ENIGH 1992, 1994, 1996, 2008, 2010, 2012 y 2014 (INEGI, 2019b).

En cuanto a las medidas de pobreza se observa un patrón común: las zonas urbanas reciben un mayor impacto debido a la crisis y son las que menos mejoran en época de crecimiento, una situación diferente a lo que sucede en las zonas rurales.

El periodo de 1992 a 1994 se caracterizó por un crecimiento leve del PIB, hubo una mejoría del ingreso promedio tanto a nivel nacional, urbano y rural, disminuyó la pobreza, pero sin mejorar la distribución del ingreso. De 1994 a 1996, la recesión provoca un aumento considerable de la pobreza, sobre todo en las zonas urbanas. En su conjunto, se observa un estancamiento de la economía con una merma del ingreso y aumento de la incidencia de la pobreza y leve mejoría en la distribución.

Estimación del crecimiento pro-pobre

En una primera etapa se utilizó el enfoque débil basado en Ravallion & Chen (2001), se calculó el crecimiento del ingreso medio en el percentil i-ésimo para obtener la CIC. Posteriormente, se calcula la TCPP para determinar si el crecimiento es pro-pobre en el sentido de Ravallion & Chen.

Para aislar los efectos de las dos grandes recesiones que enfrentó el país en las décadas recientes -1995 y 2009-, el periodo de análisis -1992-2014- se dividió en dos subperiodos. El primero abarca de 1992 a 1996, periodo de crisis económica que de acuerdo con lo visto en el segundo apartado, la pobreza en sus tres dimensiones aumentó. La finalidad es determinar si la caída de la actividad económica tuvo el mismo impacto a lo largo de toda la distribución del ingreso y comparar el impacto de la crisis en el ingreso de los pobres con los no pobres.

El segundo subperiodo inicia en el 2008 y finaliza en el 2014, busca nuevamente observar si una caída del PIB representó para la proporción más pobre del país una disminución de sus ingresos menos que proporcional comparado con los no pobres, de ser así, se estará en una situación de -decrecimiento pro-pobre3-.

En la tabla 6 se muestra la CIC a nivel nacional para los dos periodos, primero el periodo anterior al proceso de democratización, 1992-1996, y después el periodo de vigencia del régimen democrático, 2008-2014. También se mide este efecto en dos subperiodos dentro de cada uno de esos cortes temporales, 1992-1994 y 1994-1996 en el primer periodo; 2008-2010 y 2010-2014, en el segundo periodo. Para valorar si el crecimiento de la economía ha favorecido o no a los pobres, se calcula para todos los periodos el crecimiento del ingreso en el p-ésimo percentil, así como la TCPP.

Tabla 6 Tasas de crecimiento del ingreso: 1992-1996 y 2008-2014 

Tasa de crecimiento 1992-1994 1994-1996 1992-1996 2008-2010 2010-2014 2008-2014
Promedio 1.69 -13.89 -6.42 -4.5 0.2 -1.39
Al percentil: p = 0.10 3.9 -12.41 -4.6 1.5 1.34 1.40
p = 0.20 2.5 -12.16 -5.11 0.6 -0.23 0.04
p = 0.90 5.02 -15.53 -5.81 -2.97 -0.05 -1.03
p = 0.99 -2.44 -15.71 -9.32 -8.13 1.94 -1.53
TCPP 3.93 -12.72 -4.74 0.43 1.96 1.44
URBANO: Promedio 1.92 -14.66 -6.74 -5.43 0.22 -1.7
Al percentil: p = 0.10 1.09 -14.29 -6.94 -0.8 -0.38 -0.52
p = 0.20 2.43 -11.18 -6.24 -2.05 -1.13 -1.44
p = 0.90 3.57 -14.23 -5.74 -4.39 0.23 -1.33
p = 0.99 1.39 -21.74 -10.92 -9.33 2.82 -1.39
TCPP 1.22 -15.45 -7.5 -0.85 1.36 0.61
RURAL: Promedio 2.65 -7.17 -4.81 1.63 -0.35 0.31
Al percentil: p = 0.10 5.56 -12.35 -3.81 0.6 3.02 2.21
p = 0.20 5.82 -10.53 -2.69 3.54 1.55 2.22
p = 0.90 -0.53 -6.45 -3.54 0.54 -0.009 0.17
p = 0.99 -3.32 -5.46 -4.4 10.23 -4.41 0.23
TCPP 5.69 -12.41 -3.55 0.71 2.84 2.03

Fuente: elaboración propia con datos de la ENIGH 1992, 1994, 1996, 2008, 2010, 2012, 2014 (INEGI, 2019b).

Nota: los cálculos muestran variaciones anuales.

En la comparación de los dos grandes periodos, el pre-democrático -1992-1996 - y el democrático -2008-2014-, se observa que el advenimiento de la democracia permitió una política económica que favoreció un crecimiento favorable a la población pobre. En 2008-2014, a pesar de que el ingreso promedio se contrajó - -1.39-, la tasa de crecimiento pro-pobre se incrementó por encima del ingreso promedio -1.44-. En constraste, en el periodo anterior, el ingreso promedio tuvo una contracción mayor - -6.42- y la TCPP disminuyó también - -4.74- aunque en menor proporción que el promedio. Esto significa que, a pesar del ambiente recesivo que predominó en esta parte debido a la crisis de 1995, el efecto sobre la población en condición de pobreza fue menos severo que para el conjunto de la sociedad.

El cuadro muestra que para todos los periodos el crecimiento fue a favor de los pobres, incluyendo el subperiodo 2008-2010 en el que el percentil 20 cae por debajo del promedio y de la TCPP. De 1992-1994 el crecimiento del ingreso de los pobres fue mayor al crecimiento promedio de toda la población. Para el segundo sub-periodo, la crisis afectó en una menor proporción a la población pobre, por lo tanto, se considera como un -de-crecimiento pro-pobre, y finalmente, para todo el rango 1992 a 1996, la disminución del ingreso de los pobres fue menor que la disminución del ingreso del resto de la población. Como vimos antes, en 1992-1996 aumentó la pobreza medida en todos los indicadores, pero hasta antes de 1995 el modelo de crecimiento promovía la disminución de la pobreza, la recesión posterior disminuyó los ingresos de toda la población, pero en los ingresos en condición de pobreza reportaron un impacto menor al resto de la sociedad.

En general, en el segundo periodo 2008-2014 el crecimiento fue en cierta manera favorable a la reducción de la pobreza ya que la TCPP, aunque menor a la de la década de los noventa, se mantuvo por encima del ingreso promedio. Aún con la recesión de 2009, que provocó una disminución del ingreso medio, la Tasa de Crecimiento pro-pobre mantuvo un valor positivo. En las áreas urbanas fue donde la economía crece aumentando la pobreza, pero no así en las áreas rurales. El periodo 2010-14 en el que la economía se recupera, aumenta el ingreso promedio, la TCPP alcanza el valor más alto de esta segunda fase analizada.

Esta metodología permite medir el efecto de las recesiones sobre la distribución del ingreso en la estructura social y se pudo encontrar que, no solo el crecimiento de la economía puede favorecer o afectar a la población de menores ingresos, también las recesiones pueden impactar en mayor o menor grado la distribución del ingreso, un rasgo que no esperábamos encontrar al inicio de la investigación y que no había sido destacado en la literatura especializada.

En el segundo periodo se observa que a nivel nacional el crecimiento fue pro-pobre en los tres sub-periodos. De 2008-2010, el ingreso de los pobres mostró un crecimiento de 0.43% mientras que la variación promedio del ingreso para toda la población disminuyó en 4.5%, por lo tanto, a pesar de la crisis de 2009 el ingreso de los pobres no disminuyó. De 2010-2014 el ingreso de los pobres como de toda la población aumenta, es mayor al incremento del ingreso promedio -0.2%-, por lo que se considera como crecimiento pro-pobre.

En las zonas urbanas se aprecia que para todos los periodos el crecimiento fue pro-pobre, al ser mayor la TCPP que la tasa de crecimiento promedio. Finalmente, en las zonas rurales el crecimiento fue pro-pobre del 2010 al 2014; del 2008 al 2014, la variación del ingreso de la población vulnerable fue mayor a la variación del ingreso de toda la población, y solo en el primer sub-periodo el ingreso de los pobres creció pero fue menor al promedio, siendo una situación de crecimiento en contra de los pobres.

En resumen, a nivel nacional los cálculos sugieren que el crecimiento ha sido a favor de los pobres en el sentido de Ravallion & Chen, esto es, el crecimiento económico ha reducido la pobreza y en época de crisis la pérdida del ingreso de los pobres es menor a la pérdida del ingreso de toda la población, considerándose un -de-crecimiento pro-pobre.

Los resultados cambian cuando se considera el tamaño de la población. En las zonas urbanas el crecimiento ha sido en contra de los pobres, las ganancias del crecimiento económico han favorecido a los no pobres, mostrando mayores tasas de crecimiento del ingreso con respecto a los pobres y en época de crisis los pobres resultan los más afectados.

En las zonas rurales, el crecimiento fue a favor de los pobres de 1992 a 1994 y de 1992 a1996, mientras que de 1994 a 1996 la crisis afectó más a los pobres, siendo un -de-crecimiento anti-pobre.

Índice Kakwani-Pernia

A continuación se presentan los resultados obtenidos con el índice pro-pobre desarrollado por Kakwani & Pernia (2000), con esto se pretende demostrar si el crecimiento fue estrictamente pro-pobre, es decir, que el crecimiento además de reducir la pobreza mejora la distribución del ingreso, utilizando como criterio de decisión los parámetros anotados en la tabla 1, los cálculos del índice utiliza como medida de pobreza el índice FGT en sus tres dimensiones: recuento de la pobreza, brecha de pobreza e intensidad de la pobreza4.

De acuerdo con la tabla 7, en todos los casos el índice toma valores positivos, lo que significa que se está ante un crecimiento económico favorable a la disminución de la pobreza, de acuerdo con el rango propuesto en la tabla 1. Hay diferencias de matices en el énfasis que el crecimiento tiene sobre el abatimiento de la pobreza. El peor desempeño se presenta en los años posteriores a las recesiones de 1995 y 2009, pero aun así se estima que el crecimiento contribuyó a la disminución de la pobreza. En 2008-2010 el crecimiento fue débilmente pro-pobre mientras que en 1994-1996 fue simplemente pro-pobre.

Tabla 7 Índice pro-pobre -Kakwani-Pernia-: 1992-2014 

Medidas de pobreza 1992-1994 1994-1996 1992-1996 1/ 2008-2010 2010-2014 2008-2014 1/
Recuento de la pobreza 1.96 0.87 0.76 0.13 1.36 0.76
Brecha de la pobreza 1.45 0.47 0.39 0.09 2.9 0.39
Intensidad de la pobreza 1.22 0.31 0.25 0.01 3.19 0.25
URBANO
Recuento de la pobreza 0.29 0.94 0.91 0.11 0.01 0.91
Brecha de la pobreza 0.54 0.59 0.65 0.11 0.59 0.65
Intensidad de la pobreza 0.57 0.43 0.48 0.13 0.43 0.48
RURAL
Recuento de la pobreza 1.83 1.36 0.49 1.83 1.36 0.49
Brecha de la pobreza 1.31 0.98 0.33 0.46 0.98 0.33
Intensidad de la pobreza 0.99 0.85 0.29 -0.23 0.85 0.29

Fuente: elaboración propia con datos de la ENIGH 1992, 1994, 1996, 2008, 2010, 2012 y 2014 (INEGI, 2019b).

Nota: 1/ Promedio bianual.

En el periodo 1992-1994 el índice pro-pobre a nivel nacional es mayor que la unidad, por lo tanto, se considera que el crecimiento económico reduce la pobreza en alto grado, es decir, que los beneficios provenientes del crecimiento son superiores para el grupo vulnerable comparado con los que reciben los no pobres. Se manifiesta un descenso de la inequidad a partir de modificaciones de la curva de Lorenz. Siendo así un escenario de crecimiento estrictamente pro-pobre.

Los escenarios cambian para el sub-periodo 1994-1996 y para todo el periodo, el índice KP es menor a la unidad, presentándose un escenario de crecimiento económico adverso a los pobres, donde la caída de la actividad económica implicó que los pobres se vieran más afectados que los no pobres. El mismo argumento se presenta para las zonas urbanas, en los dos sub-periodos y para los cuatro años, en tiempos de crecimiento económico los pobres son los menos beneficiados y en tiempos de crisis los pobres son los más afectados.

Por su parte, en las zonas rurales el crecimiento es estrictamente pro-pobre solo en 19921994 utilizando las tres medidas de pobreza, solo si se considera el recuento de la pobreza, el crecimiento sigue siendo estrictamente pro-pobre de 1994-1996, para todo el periodo la crisis de 1995 modificó el escenario donde los pobres resultan más perjudicados que los no pobres.

En resumen, el periodo de crecimiento económico de 1992 a 1994 se considera como estrictamente pro-pobre a nivel nacional y rural, esto es, que el crecimiento fomenta la reducción de la pobreza y hay cambios positivos en la distribución del ingreso. En cambio, el impacto de la crisis de 1995 implicó que el índice fuera menor a la unidad, con excepción del sub-periodo 19941996 en la zona rural, lo que sugiere que los pobres fueron proporcionalmente más afectados por la crisis que los no pobres.

Para el segundo periodo, 2008-2014, se observa que, a nivel nacional, solo en el periodo 20102014 el crecimiento fue estrictamente pro-pobre, aparte de haberse reducido la pobreza por el efecto crecimiento, existió una mejora en la distribución del ingreso. Sin embargo, para los periodos 2008-2010 y 2008-2014 el crecimiento siguió un patrón característico del crecimiento económico menos favorable a los pobres.

En las zonas urbanas los índices son bajos, especialmente el primer sub-periodo, un valor cercano a cero presenta un escenario donde los ingresos de los pobres crecen de forma proporcional con respecto al ingreso de los no pobres, se reduce la pobreza, pero no hay cambios en la distribución del ingreso.

Finalmente, en las zonas rurales el crecimiento fue estrictamente pro-pobre para los dos primeros sub-periodos, pero considerando la brecha y la intensidad de la pobreza el índice se vuelve menor a la unidad creando un escenario de crecimiento contrario a los pobres.

Fuente: resultados de la tabla 7.

Figura 3 Indice pro-pobre: 1992-2014 

En resumen, para el periodo 2008-2014 el crecimiento económico resultó indispensable para disminuir la pobreza, por lo que se considera pro-pobre. Sin embargo, hay un deterioro en la distribución del ingreso que hace que el crecimiento económico en este periodo no sea estrictamente pro-pobre.

En la figura 3 se muestran los tres casos del índice KP para los periodos considerados, tratándolos como serie de tiempo, lo cual da una idea del comportamiento del índice en el lapso considerado. Como se aprecia en la figura 3 el índice KP a nivel nacional tiene un valor por encima de 0, por tanto, la economía favorece a la disminución de la pobreza. La pendiente describe una tendencia negativa en el primer periodo de análisis, que se extiende hasta 2008-2010, en el que el índice obtiene su valor más bajo considerando las tres medidas de pobreza. Se observa que, como consecuencia de las recesiones de 1995 y 2009, la actividad económica deprimió los ingresos de la población más desfavorecida y sus ingresos crecieron por debajo de la unidad -1994-1996, y 2008-2010-.

Aun así, en ambas recesiones los ingresos de la mayoría de los segmentos de la pirámide de ingresos disminuyeron y entre ellos el ingreso de la población en pobreza fueron de los menos afectados. Entre 1992 y 2014, el ingreso promedio del primer decil de ingresos creció a una tasa anual promedio de 2.1%, los ingresos más altos, a partir del séptimo decil, disminuyeron llegando en el nivel 10 a una reducción de -0.8% promedio anual -ver figura 4-.

Fuente: elaboración propia con datos de la ENIGH 1992, 1994, 1996, 2008, 2010, 2012 y 2014 (INEGI, 2019b).

Figura 4 Tasa de crecimiento promedio anual del ingreso por deciles de ingreso, 1992-2014. Pesos constantes de 2008 

En resumen, estos resultados parecieran confirmar que, el problema en México es la persistencia generalizada de un proceso de empobrecimiento en la sociedad, que se acentúa en particular en época de recesiones, y en esa espiral de empobrecimiento la población pobre avanza muy gradualmente en la superación de esa condición de desigualdad.

En 2010-2014, los tres indicadores se sitúan por encima de la unidad, que es el umbral que define la naturaleza del crecimiento económico. Es este último periodo cuando se tiene un tipo de crecimiento económico que contribuye al abatimiento de la pobreza.

Conclusiones

Una forma de cuantificar el impacto del crecimiento sobre la pobreza es considerar el concepto de crecimiento pro-pobre, que refiere a un tipo de crecimiento económico que reduce la pobreza. Los resultados obtenidos con los dos enfoques utilizados permiten concluir que en el periodo analizado ha habido un crecimiento económico favorable a la disminución de la pobreza, con diferentes matices en el énfasis que el crecimiento tiene sobre el abatimiento de la pobreza. El peor desempeño se presenta en los años posteriores a las recesiones de 1995 y 2009, incluso así se estima que el crecimiento contribuyó a la disminución de la pobreza. En 2008-2010 el crecimiento fue débilmente pro-pobre mientras que en 1994-1996 fue simplemente pro-pobre.

Para el periodo de 2008-2014, la situación no cambia mucho, nuevamente es una crisis la que incide en un crecimiento lento, a diferencia del primer periodo el efecto de la crisis sobre los niveles de pobreza fuer casi nulo, de hecho del 2008 al 2010 la proporción de población pobre mostró cambios menores y como caso especial la pobreza disminuyó en las zonas rurales -ver tabla 6-. Sin embargo, a nivel nacional se observó que el crecimiento no fue estrictamente pro-pobre, existió un efecto crecimiento, pero es nuevamente la falta de un mejoramiento en la distribución del ingreso lo que provoca que la reducción de la pobreza no se acelere. Estos mismos resultados se mantienen para las zonas urbanas y rurales.

La comparación de las dos grandes recesiones que experimentó el país en las últimas tres décadas, 1995 y 2009, muestran que las recesiones tienen cada vez menor impacto en la pobreza. Las estimaciones hechas con ambos métodos muestran este comportamiento.

Mientras las recesiones no lleven a una crisis fiscal del Estado seria que afecte la política social y en particular, los programas de transferencias monetarias, continuará la tendencia al empobrecimiento relativo de la población vulnerable. Desde la crisis económica de mediados de los noventas, los programas sociales han aumentado los montos de recursos canalizados. Sin bien estos programas no han contribuido a la erradicación de la pobreza, han ayudado a contenerla con una tendencia moderada hacia su reducción acompañadas de un moderado crecimiento de la actividad económica.

Esto explicaría por qué en los dos periodos no se concluyó que el crecimiento fue estrictamente pro-pobre. La falta de un mejoramiento en la redistribución del ingreso alienta el temor de los efectos económicos, sociales y políticos que tiene la desigualdad sobre el crecimiento económico.

Una forma de promover la redistribución del ingreso es a través del desarrollo de la democracia, en este sentido Acemoglu et al. (2013) asegura que la democratización tenderá a establecer políticas a favor de los pobres, traduciéndose en la redistribución del ingreso y la disminución de la desigualdad. Los resultados sugieren que el desarrollo de la democracia promueve el crecimiento a favor de los pobres en el sentido de Ravallion & Chen, pero no estrictamente pro-pobre para el caso de Kakwani & Pernia, la interpretación que le damos a estos resultados sugiere que la democracia ha permitido la reducción de la pobreza a través de fomentar el crecimiento económico, sin embargo, los esfuerzos para una mejor redistribución se han quedado al margen.

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*El artículo es resultado de la tesis de maestría en Economía Aplicada titulada "Crecimiento económico y democracia: ¿puede el crecimiento de la economía reducir la pobreza?" realizada por Jorge Fabián Orozco Lalo y Eliseo Díaz González como su asesor. El programa de posgrado fue cursado con apoyo de una beca otorgada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Además, el Dr. Diaz es miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel 2 del propio CONACYT.

1Poder de Paridad Adquisitivo —PPA—: indica cuántos dólares son necesarios para comprar bienes en el país por un valor equivalente en dicha moneda —una canasta básica—, en comparación a las que se comprarían en los Estados Unidos.

2Los datos provienen de Feenstra, Inklaar & Timmer (2015) que están expresados en dólares constates de 2005.

3Para todos los periodos se ha empleado la ENIGH. Se utiliza como variable de nivel de vida (y) el ingreso mensual por persona expresados a pesos de 2008. Se usa como valor monetario de nivel de pobreza (z) el calculado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social —CONEVAL—, que se estima en 949.38 pesos de 2008, para la pobreza alimentaria en zonas urbanas y 706.69 pesos para zonas rurales. Los cálculos presentados son a nivel nacional —calculado con base en el índice de pobreza urbana—, urbano y rural.

4Para Duclos & Araar (2006), la brecha de la pobreza es la diferencia entre el nivel de vida Q(p) y la línea de pobreza z. La tasa de recuento de la pobreza muestra la proporción de la población pobre respecto del total, de acuerdo con los índices de pobreza propuesto por Foster, Greer & Thorbecke (1984), conocido como índice FGT, como la brecha de la pobreza otorga el mismo peso a todos los pobres, al margen de la distancia en que se ubiquen respecto a la línea de pobreza, se modifica esa función para otorgar más peso a los hogares más pobres, con lo que se toma en cuenta la desigualdad entre ellos, esto mide la intensidad de la pobreza.

Cómo citar/ How to cite this item: Díaz-González, E. & Orozco-Lalo, J. F. (2019). Crecimiento pro-pobre en México. Ensayos de Economía, 29(55), 152-180. https://doi.org/10.15446/ede.v29n55.77804

Recibido: 11 de Febrero de 2019; Aprobado: 16 de Julio de 2019; Revisado: 10 de Agosto de 2019

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