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Contexto
A lo largo de los años, aquellos que hacen uso de su voz han buscado atención tanto para abordar trastornos como para mantener una óptima salud y capacidad a través del entrenamiento. Los problemas vocales suelen ser fenómenos multifactoriales, lo que implica que su tratamiento debe incluir un amplio abanico de opciones, desde intervenciones quirúrgicas o medicamentos hasta modificaciones de hábitos. Para los profesionales cuyo instrumento de trabajo es la voz, el equipo de trabajo debe incluir instructores de canto, oradores y entrenadores vocales.
Existen numerosas técnicas y herramientas disponibles para los especialistas dedicados a la profilaxis, diagnóstico, habilitación, rehabilitación y entrenamiento vocal, ya sean sus pacientes usuarios de voz de alto rendimiento o no. Accedemos a información valiosa gracias a imágenes exploratorias, equipos de análisis acústico, electroglotografías, resonancias, así como a la observación en acción de los pliegues vocales a través de fibroscopias, rinolaringoscopias, endoscopias e imágenes estroboscópicas. Estas diversas fuentes de información proporcionan una variedad de perspectivas sobre el instrumento vocal, lo que requiere una comunicación fluida entre los diferentes profesionales involucrados. Los resultados pueden tener múltiples interpretaciones que se complementan en función de las competencias específicas de cada campo de estudio vocal.
En este contexto, surgen varios paradigmas sobre cómo manejar esta comunicación interdisciplinaria. Ahora sabemos que la investigación enfocada en áreas individuales como la respiración, la fonación y la resonancia representa una fragmentación artificial de una unidad funcional, lo que destaca la necesidad de colaboración y trabajo en equipo. En un entorno donde cada disciplina se especializa aún más en sus respectivos dominios, se vuelve imperativo promover un enfoque que enriquezca a todos los actores involucrados a través de la colaboración interdisciplinaria desde el punto de vista epistemológico y en la aplicación de métodos científicos específicos para cada campo. Esto implica un enfoque transdisciplinario que debe trascender la fragmentación del conocimiento, permitiendo un abordaje integral de la voz que contemple todas las áreas que convergen en su estudio. Como afirma Minoru Hirano, "la estrecha cooperación entre diferentes disciplinas es claramente esencial si queremos resolver los misterios de la voz" [1].
En un esfuerzo por fortalecer estas alianzas y mejorar la comunicación y colaboración entre especialistas, en este conversatorio se planteó como pregunta problemática: ¿cuáles son los desafíos, limitaciones y perspectivas del trabajo interdisciplinario en el estudio de la voz humana? Así, su objetivo principal es proporcionar claridad y conclusiones acerca de cómo debería ser ese trabajo interdisciplinario sobre la voz humana, explorando desde las funciones y los roles de los profesionales especializados.
Estructura del conversatorio
El conversatorio tuvo un diseño de metodología cualitativa con dos modalidades: (1) entrevistas cortas individuales guiadas por preguntas previamente definidas, y (2) debate abierto en el cual los participantes podían intercambiar ideas.
Con este diseño en mente, los pasos a seguir fueron:
Selección de Preguntas
Se enviaron preguntas guía sobre aspectos clave relacionados con el trabajo interdisciplinario en el estudio de la voz humana, las cuales fueron formuladas considerando experiencia y conocimientos específicos de cada panelista, a fin de asegurar respuestas pertinentes.
Reglas de Participación
Con el objetivo de garantizar una participación equitativa y mantener el flujo adecuado del conversatorio, cada participante tuvo tres minutos para responder a las preguntas planteadas.
Interacción y Debate Constructivo
Se permitieron breves contra-preguntas o contra-respuestas por parte de los demás asistentes, limitando este tiempo a 2 minutos por participante para fomentar un debate constructivo y enriquecedor.
Complementación de Respuestas
Una vez que un panelista concluyó su respuesta, se brindó un espacio para que otros participantes pudieran complementarla o presentar perspectivas diferentes, propiciando un enfoque colaborativo en la búsqueda de soluciones y en la exploración de los desafíos y oportunidades del trabajo interdisciplinario.
Moderación
Estuvo a cargo de Carlos Calvache, líder del grupo de investigación Vocology Research y CEO de Vocology Center. Su experiencia como vocólogo garantizó que el evento se desarrollara de manera organizada y que se cumplieran las reglas establecidas.
Los panelistas invitados fueron los siguientes:
Dr. Fermín Zubiaur, secretario general de la Sociedad Mexicana de Laringología y Fonocirugía (SOMELAFO).
Dra. Mónica Morales, miembro de la Asociación Colombiana de Fonoaudiología (Asofono).
Dra. Lady Cantor, profesora en la Michigan State University (MSU).
Mtra. Viviana Cortés, integrante de la Asociación de Profesores de Canto Chile (APROCAN CHILE).
Dra. Soledad Sacheri, representante de la Sociedad Argentina de la Voz (SAV).
Dra. Ana Carolina Constantini, en representación de la Sociedad Brasileña de Fonoaudiología (SBF).
Mtra. Dessirée Hernández, miembro de la Asociación Mexicana de Locutores Comerciales (AMELOC).
Esta cuidadosa y diversa selección contribuyó a enriquecer el debate y aportar perspectivas valiosas sobre el trabajo interdisciplinario en el estudio de la voz humana. La recopilación de datos se realizó mediante la grabación del evento, disponible en el sitio web de Vocology Center [2].
Principales puntos de análisis
Retos
A lo largo de las presentaciones, surgieron desafíos que merecen ser destacados y abordados con atención estratégica.
El primero radica en la necesidad imperativa de articular una forma efectiva de comunicar la información y su aplicabilidad. Superar este reto implica trascender el ámbito controlado y aislado del laboratorio para acercar este conocimiento a la realidad de colegas y usuarios. Resulta esencial establecer un lenguaje común que permita una comunicación precisa, sustentada en ejemplos concretos y aplicaciones tangibles. Esta carencia de un lenguaje estandarizado dificulta la integración de conocimientos y obstaculiza la comparación de resultados, dado que no se puede medir ni evaluar de manera uniforme.
Otro desafío crucial se enfoca en comprender y respetar las particularidades, conocimientos y antecedentes de cada profesional en sus respectivas disciplinas. Reconocer la importancia del trabajo en equipo se torna fundamental, ya que cada paciente está involucrado con múltiples profesionales, como el otorrinolaringólogo -para el diagnóstico- o un profesor de canto -para su repertorio-. Por ende, comprender la labor de otros profesionales se vuelve imprescindible.
En el contexto del trabajo interdisciplinario, uno de los desafíos primordiales es el acceso a la atención médica, carencia que afecta a gran parte de América Latina, debido a los elevados costos de consultas y exámenes en el ámbito privado. Esto dificulta el acceso a la profilaxis y al control de la salud vocal, especialmente para los profesionales con un alto rendimiento vocal, que a menudo optan por esta alternativa, debido a los prolongados tiempos de espera en el sistema de salud pública. Esta situación puede resultar en una falta de supervisión y control de voces sanas y llevar a profesionales a consultar a especialistas que no están completamente familiarizados con las necesidades de la voz artística, lo que puede resultar en un feedback deficiente o contraproducente.
Un punto de consenso entre los expertos es la necesidad de una comunicación más efectiva, tanto entre los profesionales involucrados en la evaluación y el tratamiento clínicos, como entre éstos y los artistas. Reconocen que ningún profesional puede obviar la perspectiva del otro en una evaluación y tratamiento integrales, por lo que se propone facilitar la interacción entre mesas directivas de asociaciones y colegios profesionales en distintas disciplinas, promoviendo la invitación mutua a congresos, foros, encuentros y simposios. La interdisciplinariedad implica, precisamente, involucrarse y comprender el trabajo de otros.
Estos retos, reconocidos y abordados estratégicamente, prometen abrir el camino hacia un enfoque más integral y colaborativo en el estudio y el tratamiento de la voz humana.
Límites
Dado que la voz es un fenómeno multicausal y multifactorial, muchas disciplinas tienen la capacidad de estudiarla, abordarla e intervenirla. Surgen limitaciones claras al establecer hasta dónde puede llegar cada profesional, acorde a su formación y competencia, las cuales también resaltan complementariedades entre las distintas disciplinas.
A pesar de que dos disciplinas puedan tener certificaciones para realizar una misma práctica, cada una la utilizará desde su competencia específica. En este contexto, se consideran las siguientes delimitaciones en cada especialidad:
Fonoaudiólogos
Su rol comprende aspectos relacionados con evaluación, diagnóstico, prevención, tratamiento, seguimiento, rehabilitación, habilitación y acondicionamiento vocal, siempre teniendo en cuenta la función vocal y los aspectos anatómicos y fisiológicos. Además, trabajan en la mejora de la comunicación humana y están capacitados para intervenciones terapéuticas.
Otorrinolaringólogos (ORL)
Su función implica una evaluación estructural y diagnóstico, así como la posibilidad de recetar medicamentos o llevar a cabo procedimientos quirúrgicos. Idealmente, un ORL que trabaje con la voz debería ser especialista en laringe.
Maestros de canto
Realizan evaluaciones cualitativas y cuantitativas de la voz artística para brindar orientación y entrenamiento, y trabajan en aspectos como interpretación y afinación. Suelen seguir programas y currículos específicos, buscando logros y habilidades secuenciales.
Coaches vocales
Ofrecen apoyo emocional para desarrollar habilidades en la voz hablada o cantada, centrándose en el rendimiento según el ámbito específico de la actividad vocal. Están formados en habilidades de comunicación y liderazgo.
Vocólogos
Buscan, a través de la investigación basada en evidencia, integrar, tanto la rehabilitación de la patología vocal, como la habilitación y el entrenamiento de la voz normal y artística.
En respuesta al auge de los coaches vocales y la utilización de este concepto de modo comercial, se enfatiza la importancia de un proceso formal de estudios. Se destaca la necesidad de que el coaching vocal sea un programa de especialización, interdisciplinario y de posgrado, en contraposición a la mercantilización del término observada recientemente.
Surge la necesidad imperante de desarrollar protocolos de atención e intervención desde diversas disciplinas. Estos deberían seguir pautas de práctica para garantizar un proceso unificado y estandarizado de diagnóstico y tratamiento, asegurando que cualquier usuario, en cualquier lugar, pueda acceder a servicios de la misma calidad. Se sugiere que los profesores de canto deriven de manera inmediata a una evaluación clínica, promoviendo cuidado y profilaxis.
Se subraya la importancia de que los profesionales cuenten con certificaciones que respalden sus prácticas. Aquí se evidencia una paradoja en el caso de los profesores de canto, ya que en América Latina no existe una institución que forme profesores de canto específicamente. Se acentúa la necesidad de formación en los ámbitos científico, artístico y educativo, dimensiones vitales para establecer los lineamientos pedagógicos correctos, adecuados y eficaces para estudiantes y usuarios.
Dentro del conversatorio, prepondera la formación como pilar fundamental para la comprensión y el respeto entre las distintas profesiones. Esta formación es responsabilidad, tanto de los profesionales, como de las instituciones de educación formal y no formal. Entender los límites de cada disciplina es clave para definir una normativa ética y profesional.
En cuanto a la formación posgradual y la promoción de estas especialidades, se enfatiza la necesidad de que los usuarios que requieran entrenamientos o evaluaciones específicas conozcan a cuáles profesionales dirigirse, garantizando que estos estén debidamente autorizados y capacitados.
En referencia a los desafíos éticos y legales, se sugiere que una aproximación podría ser analizar cómo los cambios en el crecimiento e interacción de las áreas que convergen en la vocología afectan a la profesión. Desde la voz ocupacional, se están superando desafíos interdisciplinarios, lo cual se refleja en la esfera legal. La normativa clara y los protocolos protegen tanto al proveedor de servicios como a los usuarios, ya que establecen estándares y procedimientos que pueden ser seguidos y comprendidos por ambas partes.
Finalmente, se reconoce el papel crucial de las asociaciones y gremios como filtros de información confiable para los consumidores, desde plataformas como redes sociales, publicaciones y acercamientos a instituciones educativas, contribuyendo a una comprensión más precisa y al respeto mutuo entre las disciplinas.
Proyecciones
Surge, de forma unánime, la relevancia de la inteligencia artificial (IA) y la realidad virtual. En un mundo cada vez más volcado hacia la virtualidad, el desafío es evaluar cómo aprovechar estas tecnologías en beneficio de los usuarios. El Machine Learning como aprendizaje automático -que permite a las máquinas aprender- y el Deep Learning -que se asemeja a la función de las redes neuronales biológicas del cerebro humano- están cada vez más relacionados con los estudios de la voz humana.
Frente a los usos no éticos de la IA, surgen un reto y una oportunidad: crear contenido de alta calidad. Fortalecer el aspecto humano de la investigación, la academia y la práctica profesional en cada campo es esencial para diferenciarnos de las máquinas. Propiciar espacios de encuentro e intercambio es un camino.
El ámbito de la educación presenta desafíos en términos de transdisciplinariedad. Los programas de formación deben ser interdisciplinarios, y es crucial ofrecer currículos de formación posgradual a este respecto. Se enfatiza el papel de las agremiaciones profesionales, ya que tienen una responsabilidad en la formación y el respaldo de los profesionales en un país. El desafío radica en que, si los profesionales no están cerca de estas asociaciones, corren el riesgo de quedar desinformados sobre los avances y desarrollos en sus respectivos campos, lo cual puede tener consecuencias negativas para los usuarios.
Conclusiones
Hay una necesidad urgente de establecer un vocabulario común. Esto facilitaría la comunicación, promoviendo el trabajo interdisciplinario y mejorando así la colaboración entre profesionales de diferentes especialidades y regiones.
Dado que la voz es un fenómeno multifactorial y que los avances tecnológicos permiten un abordaje multidisciplinario, se enfatiza en la importancia de la interdisciplinariedad. Se reconoce que también es necesario un enfoque transdisciplinario, desde el cual cada profesional comprenda su campo a profundidad y tenga conocimiento de las demás disciplinas. Esto permitiría una articulación ética y efectiva de los diferentes roles y responsabilidades en el estudio y el tratamiento de la voz.
Los límites y desafíos que surgen en este enfoque interdisciplinario deben abordarse mediante la colaboración con otros espacios y la mejora de la accesibilidad a los servicios de salud. Esto implica la necesidad de garantizar, tanto la profilaxis, como el acompañamiento vocal adecuado, reduciendo las urgencias vocales de los usuarios.
Con el objetivo de garantizar un acceso equitativo a la atención y la formación vocal desde cualquier ubicación geográfica, se sugiere la posibilidad de desarrollar protocolos, respaldados por el acompañamiento apropiado.
Se destaca la importancia de la colaboración interdisciplinaria, la comunicación efectiva y la implementación de medidas concretas para mejorar la atención y la formación vocal en beneficio de los usuarios.
