El Dr. Ricardo José Toro Greiffenstein murió en Medellín el 25 de marzo del 2013, tras una corta enfermedad, a la que enfrentó con la dignidad que lo caracterizaba en todos sus actos.
Nació en Medellín en el hogar del Dr. Pedro José Toro y la señora Anita Greiffenstein. Su padre fue un médico que brilló como un buen internista, y aún más por su bondad y entrega a sus pacientes.
El Dr. Ricardo Toro fue bendecido con múltiples logros académicos y virtudes personales. De su amplio currículum apenas mencionaré lo más importantes: médico de la Universidad de Antioquia, interno de psiquiatría del Hospital Mental de Bello. Se especializó en psiquiatría general y de niños en el Eastern Pennsylvania Psychiatric Institute. A su regreso a Colombia, trabajó en el Instituto de los Seguros Sociales, pero la mayor parte de su actividad profesional se la dedicó a la docencia y al ejercicio privado de la psiquiatría. Fue profesor y jefe del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Antioquia durante muchos años. También fue cofundador del Departamento de Psiquiatría del CES.
]]> Como excelente clínico, fue muy exitoso en el ejercicio privado de la profesión. Sus numerosos estudiantes y pacientes lo recordarán siempre con agradecimiento y admiración.Fue miembro muy activo de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, de la cual ejerció la Presidencia en dos períodos, logro poco común. Recibió el máximo galardón que ella concede: Premio Vida y Obra al Servicio de la Psiquiatría. También fue condecorado con la Orden al Mérito 'Don Juan del Corral' por el Concejo de Medellín.
Una de las tareas académicas a la que dedicó mucho esfuerzo y tesón fue la coautoría del texto de Psiquiatría, de la Corporación de Investigaciones Biológicas. Fue el único que coeditó las cinco ediciones, de 1982 a 2010.
Entre sus pasatiempos estaban la música -especialmente la clásica-, la lectura, la pesca, la observación de aves, los viajes, la buena mesa y los buenos vinos.
Más que por sus múltiples atributos académicos el Dr. Toro brilló por sus virtudes humanas: caballerosidad, bondad, honradez, desinterés, talante tranquilo y, muy especialmente, por su lealtad a toda prueba en la amistad. Antonio Machado, en Retrato, se describe así: "Soy, en el buen sentido de la palabra, bueno", Ricardo también se lo hubiera podido apropiar, pero su humildad y su sencillez no se lo habrían permitido. Sin embargo así fue siempre Ricardo: UN HOMBRE BUENO.
Para finalizar, fue un hombre de familia: amó a su esposa, idolatró a sus hijos y veneró a sus nietos. De lo único que se quejó en su enfermedad fue de no tener tiempo suficiente para ver crecer más a sus nietos.
En nombre de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, doy un sentido pésame a su esposa, Ana Cristina Restrepo; a sus hijos, Eugenia, Daniel y Ana Lía; a sus cinco nietos y a sus hermanos.
Luis Eduardo Yepes R.
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